Comunicaciones Orales y Posters 2018 nº2

Comunicaciones Orales y Posters 2018 nº2

COMUNICACIONES PRESENTADAS EN EL XXIV CONGRESO DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE MEDICINA DE LA ADOLESCENCIA (SEMA)

COMUNICACIONES PREMIADAS

1er PREMIO

ESTUDIO RETROSPECTIVO DE CARCINOMA DE TIROIDES EN LA ADOLESCENCIA: CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS Y TRATAMIENTO

Ortega Navaridas, M.; Jerónimo Dos Santos, T.; Girón Del Río, R.; Muñoz Calvo, MT.; Argente Oliver, J.

Hospital Universitario Niño Jesús. Madrid

Introducción: El cáncer de tiroides es una patología poco frecuente en la infancia y adolescencia, representando del 1.5 al 3% de todas las neoplasias. Objetivo: Estudiar las características clínicas, tratamiento, efectividad del mismo y pronóstico del cáncer de tiroides en niños y adolescentes. Material y métodos: Estudio descriptivo retrospectivo de 17 casos de cáncer de tiroides, diagnosticados durante los últimos 20 años, en un hospital pediátrico terciario. Se analizaron las variables clínicas e histológicas, extensión de la enfermedad al diagnóstico, así como tratamiento y tipo de respuesta al mismo. Resultados: De los 17 casos estudiados, el 58.8% eran varones y el 41.1% eran mujeres, existiendo un predominio femenino en el grupo de pacientes puberales (55%) y masculino en el grupo de pacientes prepuberales (83%). La edad media fue de 12.4 ± 3.7 años. En el 52.9% de los casos la forma de presentación fue asintomática, detectándose como hallazgo ecográfico casual, siendo la ecografía tiroidea y la PAAF las técnicas diagnósticas iniciales de elección. El 41.1% de los casos tenían antecedente de neoplasia previa, siendo el linfoma la más frecuente, y el 29.4% tenían antecedente de exposición a radiación en el contexto del tratamiento oncológico. La media del diámetro tumoral fue de 22 ± 16 mm. El 23.5% presentaban metástasis linfáticas al diagnóstico y ninguno de los casos presentaba metástasis a distancia. De los casos analizados, 12 fueron carcinoma papilar (70.6%), 2 carcinoma folicular (11.7%) y 3 carcinoma medular (17.6%). El 100% de los casos fueron sometidos a tiroidectomía total y recibieron, posteriormente, a excepción de los carcinomas medulares, dosis ablativa con I131. El 46.1% recurrieron tras el tratamiento inicial, presentando una respuesta bioquímica incompleta el 18.2% y estructural incompleta el 36.3% (según la clasificación del tipo de respuesta de la ATA). La supervivencia fue del 100% durante el seguimiento hasta los 18 años de edad. Conclusiones: El cáncer de tiroides es poco frecuente en la edad pediátrica, presentándose en la mayoría de los casos en la adolescencia, siendo el tipo histológico más frecuente el papilar. El cáncer de tiroides infantil tiene un buen pronóstico, siendo la cirugía el tratamiento más efectivo.

2º PREMIO

BIENVENIDOS A LA AUTORIDAD PACTADA ENTRE LOS ADOLESCENTES Y SUS PADRES

Liquete Arauzo, L.; Pérez Ruiz, E.; Rodríguez Molinero, L.; Marugán de Miguelsanz, JM.; Tríguez García, M.

Centro de Salud “Eras del Bosque” Palencia. H. Recoletas Campo Grande. Valladolid H. Clínico Valladolid

Introducción: La autoridad parental se constituye para que un adulto ayude a su hijo a desarrollarse como persona. Objetivos: Conocer cómo los adolescentes perciben la autoridad parental y la permisividad en el cumplimiento de las normas. Material y métodos: Estudio descriptivo transversal de período. Muestra de 3.343 adolescentes (13-18 años) de Castilla y León. Se estimó una proporción del 50% en las respuestas, margen de confianza del 95,5% y error en contraste bilateral del 1,7%. Encuesta telemática. Gestión automatizada y externa de los datos con SSPS v.15 y Epidat℗. Se han utilizado preguntas análogas a las empleadas en estudios sobre adolescentes a nivel nacional e internacional. Resultados: Los adolescentes reconocieron, como figura de autoridad para ellos, a su padre, el 42,1%; a su madre, el 19,5% y a ambos el 11,8%. Se considera “figura de autoridad” en su familia hasta el 31,7% de los adolescentes. Esta percepción de autoridad parental entre los adolescentes no cambia cuando conviven con uno u otro de los progenitores. Sin embargo, el 54,7% de los adolescentes que conviven con un solo progenitor afirman que en su casa “se hace lo que ellos dicen” (frente al 27,7% de los que viven con ambos progenitores). La autoridad compartida entre ambos padres disminuye las discusiones de pareja por los hijos (OR=1,8; IC95%: 1,63-2,07), pero no la tendencia a discutir delante de ellos. El sexo del adolescente, además, modifica la frecuencia de insultos entre los padres en una discusión [OR hijo varón/mujer=2,1 (IC 1,8-2,3)]. Tan sólo el 50,7% de los adolescentes afirman que sus padres se preocupan de que se cumplan las normas básicas de la casa (horarios de llegada, comidas…). Conclusiones: Los cambios sociales y educativos que han acontecido en las familias no han ido acompañados de un empoderamiento de la figura materna, sino de una pérdida de autoridad de ambos progenitores sobre los hijos. Hay una duda razonable sobre lo que significa una figura de autoridad para nuestros hijos.

COMUNICACIONES PRESENTADAS COMO POSTERS

MÁS ALLÁ DE UNA HIPOCALCEMIA

Izurieta Pacheco, AC.; Urraca Camps, S.; Launes Montaña, C.; Vallejo Matavera, V.

H. Sant Joan de Deu. Barcelona

Introducción: La vitamina D se obtiene por la ingesta directa y mediante su síntesis en la piel. Por este último motivo, es sabido que por la gran cobertura de piel, las mujeres musulmanas presentan un riesgo aumentado de hipovitaminosis D. Por otro lado, existen prácticas aceptadas en determinadas culturas, que favorecen la escasa exposición solar. Caso clínico: Adolescente de 17 años, originaria de Paquistán y en seguimiento por Infectología por tuberculosis pulmonar diagnosticada en 2015. Refiere hormigueos en las extremidades de dos semanas de evolución y rigidez dolorosa en los miembros superiores en los últimos 3 días. En la exploración física destaca rigidez del miembro superior derecho. Se realiza analítica sanguínea en la que destaca hipocalcemia grave, por lo que recibe corrección de calcio. Ante tetania por hipocalcemia, se ingresa para estudio. Durante el ingreso se extrae analítica sanguínea que confirma déficit de vitamina D, ácido fólico, vitamina B12, calcio, así como elevación de fosfatasa alcalina y de PTH. Se realiza radiografía de muñecas y tobillos en las que destaca concavidad en radio distal. Ante el diagnóstico de raquitismo carencial, se mantiene tratamiento con calcio y vitamina D orales. Durante el ingreso, la paciente refiere haber estado retenida en su domicilio durante los 8 meses previos a raíz de una discusión con el padre por tener relación con un chico. Se contacta con mediación cultural, sin obtener predisposición real de la familia para colaborar en la situación, y con servicios de protección de infancia, que deciden la retirada de la custodia. Discusión: La importancia de este caso clínico va más allá del diagnóstico de la etiología de la tetania. A raíz de un problema médico se detecta una situación de maltrato por aislamiento social. Además, desde el equipo asistencial se plantea la duda ¿se trata de un hecho cultural o un delito sobre la libertad de una adolescente? Si bien este tipo de castigos en algunas culturas pueden estar permitidos, en nuestro medio no es así. Es interesante trabajar con la mediación cultural, aunque no se puede olvidar la obligación de protección de la menor.

AMENORREA PRIMARIA: A PROPÓSITO DE DOS CASOS DE DISTINTA ETIOLOGÍA

Gacimartín Valle, P.; Pérez España, A.; González-Lamuño Sanchís, C.; Fernández Provencio, V.; Bahillo Curieses, P.

H. Clínico Universitario Valladolid

Introducción: la amenorrea primaria se define como la ausencia de menarquia a los 14 años acompañada de falta de desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, o a los 16 años, si éstos se han desarrollado adecuadamente. Presentamos dos adolescentes con amenorrea primaria. Caso 1: paciente de 16,1 años con pubarquia prematura aislada con test de ACTH normal e inicio de telarquia a los 9,5 años. Ausencia de menarquia. Antecedente de retraso puberal en rama materna. l. Exploración física: Talla 169,1 cm (+0,7 DS), IMC 21,5 kg/m2 (-0,6 DS). Tanner V. Genitales externos normoconfigurados. Olfato normal. Pruebas complementarias: hemograma, bioquímica, función tiroidea y prolactina normales. Estradiol 45,6 pg/ml. Androstendiona 4,79 ng/ml, testosterona 45,8 ng/ml. Test de LHRH: LH basal 7,31 mU/ml, pico 17,5 mU/ml; FSH basal 5,89 mU/ml, pico 7,38 mUI/ml. Cariotipo normal. Ecografía ginecológica normal. Test de progestágenos positivo. Evolución: ante sospecha de anovulación / síndrome de ovario poliquístico se prescribieron anticonceptivos orales presentando menstruaciones regulares. Caso 2: Paciente de 13 años remitida para estudio de obesidad. Se constata edad ósea de 14,6 años, talla final y ausencia de desarrollo puberal completo (S3, P4, Ab). Ausencia de antecedentes familiares de retraso puberal. Exploración física inicial: Talla 170,3 cm (+2,13 DS), IMC 28,9 kg/m2 (+1,9 DS). Olfato normal. Acantosis nigricans cervical. Tanner III. Pruebas complementarias: hemograma y bioquímica normal. T4 libre normal, hipertirotropinemia leve. Insulina 32 mcU/ml. HbA1c 5,2%. LH basal 0,23 mUI/ml, FSH basal 0,83 mUI/ml, estradiol 26,47 pg/ml. AMH 0,34 ng/ml, leptina 41,7, SHBG basal 16,5 mmol/l, inhibina B 10 pg/ml. Cariotipo normal. Eco ginecológica: normal, sin línea endometrial visible. Densitometría ósea normal. RM craneal: normal. Evolución: ante sospecha de hipogonadismo hipogonadotropo se inició tratamiento con estrógenos transdérmicos en pauta ascendente con introducción posterior de progestágenos, presentando menarquia a los 16,7 años. Comentarios: La amenorrea es un síntoma que puede estar producido por alteraciones en el aparato genital, a nivel del eje hipotálamo-hipofisario-gonadal, o como expresión de una enfermedad sistémica, habiéndose relacionado la obesidad y la insulinorresistencia con la aparición de hipogonadismo hipogonadotropo debido, entre otros, una disminución de los pulsos de hormona luteinizante.

EXPERIENCIA EN NUESTRO CENTRO DE TRANSICIÓN A ADULTOS DE ADOLESCENTES DIABÉTICOS TIPO 1 Y CON OTRAS ENDOCRINOPATÍAS

Carmona Ponce JD.; Geniz Díaz I.; Espino Aguilar R.; López Rubio E.; Ruiz Navajas M.

H. Virgen del Rocío. Sevilla

Introducción y objetivos: Según la normativa vigente, el paso de las unidades de especialidades pediátricas a unidades de adultos se establece a partir de los 14 años. La adolescencia supone un periodo clave de la vida caracterizado por múltiples cambios, lo cual hace que sea un momento especialmente crítico para realizar esta transición. Este dato cobra especial relevancia cuando hablamos de adolescentes con enfermedades crónicas como la diabetes mellitus tipo 1, ya que la adolescencia aumenta el riesgo de aparición y progresión de las complicaciones crónicas. Por ello, en nuestro centro se empezaron a convocar reuniones multidisciplinares mensuales (endocrino, pediatras, enfermeros, nutricionistas…) para optimizar la transición de pacientes diabéticos, añadiéndose posteriormente otros pacientes seguidos en nuestra consulta de endocrinología pediátrica. Material y métodos: Se presenta la experiencia en nuestro centro de estas reuniones para consensuar los casos de pacientes que realizan transición desde julio 2016 a Enero 2018. Resultados: Se realizó la transferencia a adultos de un total de 44 pacientes (52% varones y 48% mujeres). Las patologías más frecuentes fueron DM tipo 1 (29%), hipotiroidismo autoinmune (25%), retraso constitucional de crecimiento y desarrollo (25%). También se realizó transición de pacientes con síndrome metabólico, hiperplasia suprarrenal congénita, síndrome de ovario poliquístico, insuficiencia suprarrenal y pubertad retrasada. El 47% de los pacientes recibían seguimiento en otras consultas de especialidad pediátrica (digestivo, cardiología, dismorfología,…) en el momento de la transferencia. El 59% de los pacientes había alcanzado un desarrollo puberal completo. Para pacientes diabéticos la demora de consulta en adultos fue de 71 días desde la última revisión en pediatría. En la última revisión en pediatría la hemoglobina glicosilada media fue 7,4%. Los pacientes pediátricos realizaron su última vista en pediatría a la edad promedio de 14 años y 2 meses (rango 13,9 a 14,3 meses). Sólo 1 paciente (2%) no acudió a su primera revisión en consultas de adultos. Conclusiones: La transición de los adolescentes a consultas de adultos debe ser planificada, programada y coordinada, dirigida al adolescente y a su familia. Una adecuada planificación evita pérdidas en el seguimiento y favorece un mejor control de la enfermedad en cuestión.

IMPLICACIONES DE LA OBESIDAD EN LA ADOLESCENCIA

Rodríguez Sánchez, C.(1); González Rodríguez, P.(2); Hidalgo Vicario, M.I.(2); Barrios Machaín, U.(1); Ochoa Fernández, B.(1).

Hospital Universitario Infantil La Paz(1); Centro de Salud Barrio del Pilar(2)

Introducción: Chica de 15 años con obesidad mórbida y comorbilidades asociadas, que subraya la importancia del pediatra en la coordinación asistencial y del seguimiento durante las etapas del desarrollo. Caso clínico: Antecedentes: embarazo normal a término con cesárea por macrosomía, PRN 4.500 g con neurodesarrollo normal. Antecedentes familiares de obesidad. Con 21 meses tiene IMC 26.66 y ante la evolución tórpida, se inicia seguimiento por endocrinología que inicia metformina, dieta, ejercicio y control analítico. Con 7 años se presenta IMC >p95. Es valorada por psiquiatría, que confirma componente ansioso y función ansiolítica de la comida. Durante la adolescencia presenta empeoramiento y desarrollo de comorbilidades. Tiene desarrollo puberal normal pero la obesidad se agrava (IMC 35.71 y peso +4.73 DE) a los 15 años. Comienza con cefalea persistente y edema papilar que motiva valoración por neurología y realización de RMN, no patológica. Afectación femoropatelar intervenida con limitación de movilidad posterior. Hidrosadenitis supurativa controlada por dermatología. Ingresa en nutrición para control intensivo de peso. Actualmente, con control nutricional intensivo mantiene pérdida de peso. Se ha diagnosticado de obesidad mórbida, hiperinsulinismo reactivo, esteatosis hepática leve, hipercortisolismo analítico, cefalea por hipertensión intracraneal idiopática e hidrosadenitis supurativa. Discusión: Este es un caso que ejemplifica la importancia que tiene el papel del pediatra en la coordinación de la atención sanitaria en la edad pediátrica, especialmente con la obesidad, una alteración cada vez más frecuente con repercusiones enormes en la salud global de la población. Esta es una patología frecuente que según el estudio ALADINO 2015 de escolares de 6 a 9 años, la obesidad tiene una prevalencia del 18,1%, según los estándares de la OMS. Nuestra paciente, con 15 años ha requerido coordinación por el pediatra de AP de 6 especialistas (Psiquiatría, Endocrinología, traumatología, dermatología, neurología, psicología), multitud de estudios (analíticas sucesivas, ecografía, RMN, ingreso programado, cirugía) por patologías derivadas de obesidad, con graves repercusiones en la calidad de vida en una etapa clave del desarrollo como es la adolescencia. Con este caso se pretende remarcar la importancia del pediatra de AP en la valoración, control y coordinación de la asistencia de adolescentes con obesidad.

HIPERHIDROSIS EN EL ADOLESCENTE. A PROPÓSITO DE UN CASO

Martín Talavera M.; Espinos Martínez A.; Díaz-Cano Carmona E.; Coronel Rodríguez C.; González Soria MD.

H. Universitario Virgen del Rocío. Sevilla

Introducción: La hiperhidrosis se caracteriza por un exceso en la producción de sudor. La hiperhidrosis focal primaria se considera actualmente de etiología idiopática y parece ser el resultado de una hiperactividad del sistema nervioso simpático. Ha sido clásicamente considerada un problema de la edad adulta, sin embargo, ésta afecta aproximadamente al 1,6% de los adolescentes y el 0,6% de los niños prepuberales. Las localizaciones afectadas en los adolescentes son palmas, plantas y axilas siendo frecuente que ello afecte psicológica y socialmente a los mismos. Caso clínico: Presentamos el caso de una paciente de 10 años de edad que acude a consulta por hiperhidrosis palmar con signos de sobreinfección. Refiere que cada vez es más intensa y continua, asociando prurito de forma intermitente. Al ampliar la historia clínica apreciamos que ello afecta cada vez más a su calidad de vida, ya que le dificulta la realización de tareas comunes como manejar elementos para la escritura o sujetar el manillar de la bicicleta. Sus compañeros rechazan darle la mano o tocar elementos que ella ha utilizado debido al exceso de sudor por lo que refiere sentirse acomplejada por este problema. Como antecedentes familiares destaca una prima hermana intervenida por la misma patología a los 18 años y como antecedentes personales una ictiosis presente desde el nacimiento, asintomática desde los 2 años de edad. La sobreinfección se trató con mupirocina y prednicarbato con evidente mejoría en una semana. Respecto a la hiperhidrosis, comenzó tratamiento con clorhidrato de aluminio al 20% y se derivó a dermatología pediátrica para estudio y tratamiento. Por parte de dermatología se han realizado diversas terapias con mejoría transitoria, pero sin obtener resultados eficaces. Discusión y conclusiones: La hiperhidrosis en el adolescente frecuentemente conlleva un impacto en la vida de los mismos, lo que puede suponer un estrés emocional y social añadido. El diagnóstico y tratamiento precoz puede mejorar significativamente la calidad de vida de estos pacientes.

INSUFICIENCIA SUPRARRENAL POR CORTICOIDES INHALADOS. LA ASTENIA COMO SÍNTOMA VS DISTIMIA EN ADOLESCENTE

Espejo Díaz,

Centro Hospitalario de Mérida

Introducción: Los corticoesteroides inhalados (CI) son fármacos habituales en el tratamiento de las enfermedades pulmonares crónicas. El avance en los dispositivos de inhalación y los nuevos fármacos permiten aumentar la concentración del fármaco en el pulmón. Sin embargo, aumenta también el riesgo de absorción sistémica, y los efectos secundarios comienzan a asemejarse a la corticoterapia oral (CO). Caso clínico: Antecedentes: 29 semanas de edad gestacional. Dermatitis atópica. Asma persistente grave. Sensibilizado neumoalérgenos. Tratamiento: Salmeterol/fluticasona 100/500mcg y Montelukast (Escalón 5-6 GEMA) Anamnesis: 12 años. Se mantiene estable, sin crisis de broncoespasmo ni tos nocturna. No CO en el último año. Buena adherencia al tratamiento crónico. Refiere astenia y baja tolerancia al ejercicio leve-moderado, sin tos. Cuando realiza educación física en el instituto, necesita que le recojan en coche. Refiere bajo ánimo y escasa vida social. Pruebas complementarias: Espirometría forzada normal. Hemograma: eosinofilia 530/c. Bioquímica: normal salvo cortisol basal: 1.46mcg/dl (6.2 -19.4), ferritina: 21.6ng/ml e IgE total: 726kU/L. TC tórax: Normal. Exploración física: Peso: 46kg; Talla 148cm. ACP: Sibilancias aisladas. Resto normal. Diagnósticos: Asma grave, sensibilización neumoalérgenos, insuficiencia suprarrenal (is) secundaria a CI. Evolución: Inicia tratamiento con Omalizumab (uso compasivo) para disminuir dosis de CI y tratamiento sustitutivo con hidraltesona. Buena evolución, camina 10-15 minutos/día y practica deporte dos días a la semana con buena tolerancia. Discusión: En nuestro medio, la causa más frecuente de IS pediátrica es secundaria a corticoides exógenos. Si la IS se instaura lentamente la sintomatología puede ser sutil e insidiosa. En nuestro caso, se ralentizó el diagnóstico por confundir la astenia sintomática con la actitud adolescente. El principal riesgo son las crisis suprarrenales agudas ante situaciones de estrés, que puedan comprometer la vida del paciente. No existe consenso sobre el método ideal y/o la necesidad de un seguimiento del funcionamiento suprarrenal en pacientes con corticoterapia crónica. La creciente prevalencia de supresión del eje en pacientes con CI, generalmente con altas dosis pero también con moderadas-bajas, hace que el pediatra deba tenerlo en cuenta tanto en el seguimiento como en el diagnóstico diferencial.

VARIABILIDAD EN LA PREVALENCIA DE SÍNDROME METABÓLICO EN PEDIATRÍA, SEGÚN LOS CRITERIOS DIAGNÓSTICOS EMPLEADOS

Bermúdez Guerrero JA.(1); Otero Aguilar P.(1); Guisado Rasco C.(1); Martín Talavera M.(2); Bermúdez De la Vega JA.(2)

(1)CS Mercedes Navarro, Sevilla,(2)H.Universitario Virgen del Rocío, Sevilla

Introducción: La obesidad constituye el principal problema de salud pública de los países desarrollados. Los adolescentes obesos pueden presentar síndrome metabólico, entendido como un conjunto de FRC que aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular y diabetes mellitus. La definición de síndrome metabólico en los adolescentes resulta controvertida y existen diferentes sistemas de puntuación para diagnosticarlo. Objetivos: 1. Averiguar la prevalencia de síndrome metabólico (SM), según tres definiciones del mismo, en obesos púberes. 2. Identificar, en una población de obesos púberes de raza caucásica, factores de riesgo cardiovascular (FRC) “clásicos” y “emergentes” (ácido úrico, fibrinógeno y PCR-ultrasensible). 3. Estudiar si existe correlación entre la aparición de FRCV con edad, IMC (DE, %), perímetro abdominal y estadio puberal. Material y métodos: Estudio descriptivo transversal de pacientes púberes, con obesidad exógena (IMC>2 SDS, 120%). Estudiamos a 60 pacientes púberes obesos, de 10 a 15 años de edad, con estadío de desarrollo puberal II a V de Tanner, de ambos sexos, durante un período de inclusión de 4 meses. Resultados: En cuanto a la aparición de factores de riesgo cardiovascular clásicos, el 98.3% presentó un perímetro abdominal de > 2 SDS (media, 4.49 + 1.5 SDS), el 20% hipertensión arterial sistólica, el 11.7% un perfil lipídico alterado, el 13% una glucemia basal alterada y el 15% una intolerancia a la glucosa. Entre los factores de riesgo cardiovascular “emergentes”, un 91.6% de pacientes estudiados, una fibrinogenemia de > 300 mg/dl (media, 379.7 + 47.5). La PCR-ultrasensible > 3 mg/l, se detectó en un 36.6% de los obesos púberes. Se constató hiperuricemia en el 2.4% de los casos, aunque en el 36.6% los valores de uricemia se hallaban en el cuartil superior de la normalidad. Sólo tres niños presentaron valores de homocísteína > 15 μmol/L (5%). La incidencia de SM fue del 10% según los criterios IDF 2007, del 20% según los ATPIII modificados 20% y del 32.8% según los de la OMS adaptada. Conclusiones: En una población de adolescentes púberes con obesidad moderada-intensa, de componente abdominal marcado, se detectó una alta prevalencia de factores de riesgo cardiovascular. El SM apareció entre el 10 y el 30% de los casos, según la definición empleada. Sería deseable un consenso internacional para decidir los criterios definitorios de síndrome metabólico durante la pubertad. El grado de obesidad y perímetro abdominal guardaron relación entre sí y con las cifras de tensión arterial sistólica, HbA1c, ácido úrico y fibrinogenemia.

ASOCIACIÓN DE DIABETES MELLITUS TIPO 1, HIPERTIROIDISMO Y ENFERMEDAD CELIACA: A PROPÓSITO DE DOS CASOS

Gacimartín Valle, P.; Pérez España, A.; González-Lamuño Sanchís, C.; Fraile García, L.; Bahillo Curieses, P.

H. Clínico Universitario Valladolid

Introducción: La diabetes mellitus tipo 1 a (DM1a) se asocia con frecuencia a otras enfermedades autoinmunes (EA), siendo la enfermedad tiroidea (ETA) la más prevalente. Hasta un 50% de los pacientes con DM1a presentan anticuerpos antitiroideos, progresando a ETA hasta el 50% (con claro predominio de hipotiroidismo primario sobre hipertiroidismo primario). La prevalencia de enfermedad celiaca (EC) es también mayor en sujetos con DM1a. Presentamos dos adolescentes con asociación clínica de DM1, hipertiroidismo autoinmune y EC. Caso 1: Paciente de 15,8 años diagnosticada de DM1a a los 5 años (Ac anti GAD positivos). Tratamiento con múltiples dosis de insulina (MDI), iniciando tratamiento con infusión continua subcutánea de insulina (ISCI) a los 11,7 años, con aceptable control metabólico (dosis insulina 1 UI/kg/día, HbA1c media 7%). EC diagnosticada a los 9 años. Autoinmunidad tiroidea positiva en los últimos años, con diagnóstico reciente de hipertiroidismo ante presencia de temblor distal (TSH 0.01 mcU/ml, T4 libre 1,73 ng/dl, Ac antiTGB 231 U/ml, Ac antireceptor TSH 4,73 UI/l), iniciando tratamiento con metimazol (0,15 mg/kg/día), con buena respuesta. Caso 2: Paciente de 14,2 años diagnosticada de DM1a a los 7,3 años (Ac anti GAD y anti IA2 positivos). Diagnóstico concomitante de EC. Tratamiento con MDI, iniciando tratamiento con ISCI a los 13,1 años. Buen control metabólico (dosis insulina 1,1 UI/kg/día, HbA1c media 6,6%). Autoinmunidad tiroidea positiva en últimos controles con diagnóstico de hipertiroidismo a los 12,5 años al constatarse temblor y pérdida ponderal (TSH 0,01 mcU/ml, T4 l 3,23 ng/dl, Ac antiTPO 314 U/ml, Ac antiTSHR 14,4 U/L), iniciando tratamiento con metimazol a 0,3 mg/kg/día. Discusión: Es fundamental un despistaje sistemático de EA en pacientes con DM1a, incluso en ausencia de signos clínicos característicos. La enfermedad tiroidea no diagnosticada empeora el control metabólico de la DM1 y aumenta el riesgo cardiovascular. El hipotiroidismo primario es la ETA que se asocia con más frecuencia a DM1, siendo importante prestar atención a la presencia de signos de hipertiroidismo, ya que, aún siendo infrecuente, es otra de las asociaciones descritas en estos pacientes.

ALTERACIONES DEL COMPORTAMIENTO Y DE LA SED

Girón del Río R.(1); Ortega Navaridas M.(1);Márquez Rivera M.(1); Gacimartín Valle P.(1); Argente J.(1,2,3).

(1)Servicio de Endocrinología. Hospital Infantil Universitario Niño Jesús; (2)Departamento de Pediatría. Universidad Autónoma de Madrid; (3)CIBER Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición. Instituto de Salud Carlos III. Madrid

Introducción: La patología psiquiátrica es muy prevalente en la adolescencia y por tanto es imprescindible realizar una buena anamnesis y exploración física para descartar organicidad. Caso clínico: niña de 10 años y 9 meses que presenta astenia, hiporexia, y pérdida ponderal de 11 kg de 7 meses de evolución, asociado a poliuria, polidipsia y nicturia. Sin historia de cefaleas ni alteraciones visuales. Antecedentes personales: TDAH diagnosticado a los 8 años en tratamiento con metilfenidato. A los 11 años y 2 meses comienza con cefaleas y vómitos, atribuidos a origen psicógeno. Asocia alteración del comportamiento con auto y heteroagresividad, iniciándose tratamiento con fluoxetina. Ingresa en Psiquiatría de nuestro hospital a los 11 años y 5 meses. Exploración física: aspecto desnutrido, palidez cutánea. Peso 25,7 Kg (-1,6 DE), talla 140 cm (-1,8 DE), IMC: 13,1 kg/m2 (-1,9 DE). Estadio puberal Tanner II. Como parte del estudio para descartar organicidad, se realiza una resonancia magnética craneal (RMC) objetivándose una tumoración selar-supraselar (39 x 35 x 25 mm) con hidrocefalia de los ventrículos laterales y edema transependimario. Se interviene para implantación de válvula de derivación ventrículo-peritoneal, septostomía y biopsia. Anatomía patológica: germinoma puro. Pruebas complementarias: test de restricción hídrica compatible con diabetes insípida central. T4L: 0,55 ng/dl, TSH: 1,85 mcUI/ml (compatible con hipotiroidismo central). Se inicia tratamiento sustitutivo con levotiroxina y desmopresina sublingual. Por parte de Oncología recibe tratamiento con radioterapia craneal estereotáxica fraccionada (40 Gy) durante los dos meses posteriores a la cirugía. RMC de control: sin restos de la lesión descrita previamente, sin poder descartar restos tumorales. A la edad de 13 años y 3 meses (edad ósea: 13 años) en ausencia de progresión del desarrollo puberal (test de LHRH: hipogonadismo hipogonadotropo), comienza tratamiento con estrógenos transdérmicos (0,1-0,2 µg/Kg) incrementándose la dosis progresivamente hasta obtener un adecuado desarrollo mamario y uterino, asociando posteriormente progestágenos. Comentarios: Se debe descartar organicidad en los trastornos que impresionan de patología psiquiátrica, y vigilar la asociación de poliuria, polidipsia y alteraciones del comportamiento. El 68% de los tumores germinales se diagnostican entre los 10 y los 21 años, siendo el síntoma inicial una diabetes insípida, con poliuria y polidipsia como síntomas aislados durante meses. Ante la posible aparición de alteraciones hormonales y metabólicas en el futuro, estos pacientes precisan un seguimiento exhaustivo por parte del endocrinológico pediátrico.

NÓDULO TIROIDEO Y DISNEA

Márquez Rivera M.; Girón Del Río R.; Ortega Navaridas M.; Corredor Andrés B.; Pozo Román J.

Hospital Infantil Universitario Niño Jesús. Madrid

Caso clínico: Niña de 14 años y 6 meses, sin antecedentes personales de interés, salvo “tics” motores. Acude a Urgencias por palpación de tumoración cervical, ligeramente dolorosa, sin fiebre ni signos inflamatorios, sin disnea ni disfagia. Se realiza ecografía cervical urgente, donde se objetiva un nódulo tiroideo heterogéneo de 43x23x33 mm. El hemograma, los reactantes de fase aguda y la función tiroidea fueron normales, siendo dada de alta con cita en Endocrinología, indicando los signos de alarma que justificarían una nueva visita a Urgencias. Esa misma tarde consulta nuevamente en urgencias por presentar disfagia y disnea. La exploración y las constantes respiratorias fueron normales, pero ante la sospecha de un rápido crecimiento con infiltración y compresión de la vía respiratoria, datos sugerentes de posible malignidad del nódulo tiroideo, se realiza nueva TAC cervical urgente, que muestra: nódulo tiroideo izquierdo de 25x28x32 mm, sin características sugestivas de malignidad, que desplaza mínimamente la tráquea y comprime parcialmente la vena yugular interna. Tras administración de corticoide i.v. es trasladada a la UCIP para una adecuada vigilancia. Durante su ingreso en UCIP y, posteriormente, en planta de Endocrinología, continúa refiriendo disfagia y sensación de disnea. La ausencia de estridor, tiraje y sialorrea, con auscultación y constantes hemodinámicas y respiratorias normales, así como la aparición de la sintomatología sólo unas horas después de conocer el diagnóstico de nódulo tiroideo, hizo sospechar la posibilidad de una base psiquiátrica. Al rehistoriar a la paciente, reconoció estar “algo nerviosa y preocupada” y presentar antecedentes de personalidad con bajo umbral para la ansiedad. Se realizó nueva ecografía que descartó compresión de la vía aérea, siendo diagnosticada de cuadro de ansiedad secundario al diagnóstico de nódulo tiroideo y con mejoría espontánea de la sintomatología. Conclusión: Ante la presencia de síntomas subjetivos, no corroborados por la exploración y pruebas complementarias, se debe tener en cuenta la posibilidad de sintomatología psiquiátrica acompañante que artefacte la forma de presentación de una enfermedad, especialmente en la pubertad, donde el narcisismo y la preocupación por el “yo” son ejes centrales de la personalidad.

ADOLESCENTE CON HIPERTENSIÓN. ¿COMO HEMOS LLEGADO HASTA AQUÍ?

Ramos Contreras, A.; Lupiani Castellanos, MP.; Balboa Jiménez, AL.

UGC. Joaquín Pece. San Fernando. UGC Casines. Puerto Real. Cádiz

Vivimos en una sociedad obesógena. La obesidad es ya una epidemia en los países desarrollados, representando un 20-30% de la población pediátrica. Multicausalidad: dieta hipercalórica, sedentarismo, excesos de horas de “pantallas”… Sus consecuencias empiezan a ser devastadoras. Caso clínico: Anamnesis: Paciente de 13 años, mujer, acude a revisión por obesidad, con su pediatra. Su núcleo familiar está formado por el padre, con sobrepeso e HTA, madre con sobrepeso e hipotiroidismo y una hermana, sana, más pequeña, que ya empieza a ganar peso. En la exploración observamos cifras de TAS y TAD, por encima del P99 para su edad, sexo y talla, que se corrobora en sucesivas consultas. Es mala estudiante y le encanta comer, ver la TV y no hace ejercicio. Fue derivada a Endocrinología a los 7 años, sin lograr cambiar sus hábitos de vida. Exploración: Peso: 107 kg (P99, 5.17 DE) Talla: 157 cm (P33) IMC: 43.41% (P99, 6.17 DE). ACR: normal. Abdomen: blando, depresible, no masas ni megalias. No rasgos dismórficos. Estrías rojo vinosas en abdomen y muslos. Acantosis en cuello y axilas. Tanner V. No bocio. TA: 140/106. Pruebas complementarias: Analítica: hiperinsulinismo e hiperandrogenismo ovárico. Ecografía abdominal: Esteatosis hepática… Estudio renal, EKG, fondo de ojo y ecocardiograma normales. Diagnóstico: Obesidad Exógena Mórbida (IMC: 43.41% P>99 +6.17 DE). HTA. Hiperinsulinismo. Hiperandrogenismo ovárico. Tratamiento: Dieta+ ejercicio (gimnasio)+ metformina. Evolución: En 3 meses ha perdido 15 kg, controles tensionales normales y mejoría importante en su rendimiento escolar. Discusión: La paciente y su familia reaccionaron ante la aparición de la HTA y sus posibles consecuencias. Existe escasa concienciación social de que la obesidad infantojuvenil es un serio problema de salud y de la gran repercusión en su calidad de vida a corto/medio plazo. Debemos hacer un recordatorio activo en todas las consultas de Pediatría y Medicina de Familia de la necesidad de hábitos saludables, felicitando los logros y negociando nuevos objetivos. Los padres han de ser referente/modelo de estilo de vida. Nuestra lucha contra la obesidad debe ser incansable, no olvidemos que mata más que el hambre.

ADOLESCENTE CON BOCIO MULTINODULAR

Lastra Martínez, LA.; Rubín de la Vega, E.; Monsalve Saiz, M.; Pérez Gil, E.; Naranjo González, C.

CS de Rubayo. Cantabria CS Solares, Cantabria

Introducción: El bocio multinodular es un bocio con estructura nodular y normofunción tiroidea que generalmente se diagnostica en el adulto a partir de la tercera o cuarta década de la vida. Es una patología muy poco común durante la infancia y los casos descritos hasta el momento son en su mayoría en adolescentes. Caso clínico: Anamnesis: Adolescente mujer de 15 años de edad que presenta desde hace 1 mes abultamiento en cuello que ha aumentado en las últimas 48 horas y varía de tamaño durante el día. Refiere disfonía con pérdida de voz en alguna ocasión, molestias con opresión de vías respiratorias cuando gira la cabeza con sensación de disnea. Madre y abuela materna con enfermedad de Graves-Basedow. Exploración física: Bocio visible a distancia (grado 3 de la OMS) con aumento irregular, de consistencia blanda y nódulo de mayor tamaño ligeramente doloroso a la palpación en istmo y lóbulo izquierdo. Pruebas complementarias: El tiroides se muestra normofuncionante con TSH de 1.19 mIU/ml y T4L 1.01 ng/dl, Ac anti-tiroglobulina y anti-peroxidasa negativos. En la ecografía de cuello el tiroides está aumentado difusamente de tamaño, observándose múltiples nódulos en su interior. El estudio gammagráfico presenta hallazgos compatibles con bocio multinodular con áreas frías de morfología nodular. Diagnóstico y evolución: Con el diagnóstico de bocio multinodular eutiroideo y dada su sintomatología compresiva se decide intervenirle mediante tiroidectomía total. El informe anatomopatológico muestra hiperplasia nodular tiroidea con ausencia de signos de malignidad. Actualmente se mantiene con 125 mcg diarios con cifras normales de TSH. Discusión: Desde los años 80 son muy pocos los casos de bocio multinodular publicados en edad pediátrica, y la mayor parte de ellos, como el caso que nos ocupa se producen en adolescentes. Nuestra paciente manifestaba frecuente disfonía asociada a disnea en determinadas posiciones de la cabeza por lo que se decidió el tratamiento quirúrgico. En las dos últimas décadas se realiza tiroidectomía total puesto que reduce de forma importante la posibilidad de recurrencia en los siguientes años a la vez que disminuye las complicaciones asociadas a otras técnicas: hipoparatiroidismo y parálisis de nervio recurrente.

DOLOR TORÁCICO COMO DEBUT DE LUPUS ERITEMATOSO SISTÉMICO

Gómez-Limón Rivera, MC.

Centro Salud Párroco Julio Morate. Madrid

Caso clínico: Anamnesis: niña de 12 años que acude por dolor torácico de 3 días evolución localizado en zona costal inferior derecha, que aumenta en la inspiración. No antecedente traumático. No otros síntomas asociados. Exploración: Auscultación cardio-pulmonar con buena ventilación bilateral sin ruidos patológicos, ni soplos, ni arritmias. Resto normal. Pruebas complementarias: Radiografía de tórax: leve derrame pleural derecho confirmado por ecocardiografía. Se pautan antiinflamatorios, persistiendo la sintomatología, añadida a dolor en la pierna izquierda e inflamación de la misma. Se remite de urgencias al hospital donde completan las pruebas de laboratorio con trombocitopenia, tiempo de protrombina alargado, fibrinógeno de 482 mg/dl, anticuerpos antinucleares (ANA) fuertemente positivos, antiDNA positivo, anti-SSA positivo, X-ANCA positivo y anticuerpo lúpico positivo. Ecodopler de miembros inferiores: trombosis venosa poplítea izquierda. Angiotomografia: tromboembolismo pulmonar bilateral. Diagnóstico: lupus eritematoso sistémico + trombosis venosa poplítea izquierda + tromboembolismo pulmonar. Conclusión: El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad reumática autoinmune de causa desconocida, caracterizada por anticuerpos dirigidos frente a antígenos propios de órganos diana. La historia natural es impredecible, siendo de predominio femenino. Las manifestaciones clínicas más frecuentes son fiebre, astenia, artralgias y erupción malar siendo muy raras en la infancia las lesiones discoides. Otras manifestaciones son artritis, serositis, miositis, tendinitis, vasculitis con afectación del corazón, riñón, pulmón y neurológicas. Diagnóstico: Combinación de clínica y laboratorios. Existen criterios diagnósticos (11 criterios, 4 o más para diagnostico). Anticuerpos: ANA, antiDNA bicatenario (marcadores de actividad de enfermedad), antiSSA, antiSSB, antifosfolipidos, antihistonas. Tratamiento: Dependerá de la gravedad y del órgano afectado: antinflamatorios no esteroideos, anticoagulación, corticoides orales (prednisona, prednisolona), hidroxicloroquina y citostáticos (azatriopina, metotrexate).

¿SON FUNCIONALES LAS FAMILIAS DE NUESTROS ADOLESCENTES?

Liquete Arauzo, L.; Pérez Ruiz, E.; Rodríguez Molinero, L.; Marugán de Miguel Sanz, JM.; Riquelme García, J.

Centro de Salud “Eras del Bosque” Palencia. H. Recoletas Campo Grande. Valladolid H. Clínico Valladolid

Antecedentes: La adolescencia es una etapa en que la intelectualización y la búsqueda de la identidad personal modifican las demandas que el joven hace al núcleo familiar, a la vez que abre la puerta a nuevas influencias. En este período, la funcionalidad de la familia es crucial, pudiendo constituir un factor de protección que favorezca una integración social exitosa o, por el contrario, siendo un factor limitador. Objetivo: Conocer la funcionalidad familiar medida por el Apgar Familiar en adolescentes entre 13 y 18 años escolarizados en Castilla y León (curso 2014-15). Material y Métodos: Estudio descriptivo transversal de periodo. Muestreo aleatorio bietápico por conglomerados. Estimando una probabilidad del 50% en las respuestas, margen de confianza del 95,5% y probabilidad de error en contraste bilateral del 1,7%, obtuvimos una muestra de 3.343 adolescentes. Se utilizó un cuestionario estandarizado, telemático y anónimo que incluía el Apgar familiar. Resultados: la funcionalidad familiar (Apgar familiar) en la población adolescente castellanoleonesa es de 8,1±1,99. El 82,1% de los hogares son funcionales, el 14,7% moderadamente disfuncionales y el 3,2% son disfuncionales. La funcionalidad familiar se ve disminuida por los problemas económicos, los cambios en la estructura familiar, las extensas jornadas de trabajo y la falta de formación académica de los padres, una relación conflictiva entre la pareja y por el fallecimiento de alguno de los progenitores. Conclusiones: la funcionalidad familiar en adolescentes es, en general, buena. Sin embargo, hay agentes intra y extrafamiliares que la modifican Conocer la naturaleza e impacto de dichos factores sobre la funcionalidad familiar, es una invitación a la reflexión sobre nuestra sociedad.

PATOLOGÍA PSICODERMATOLÓGICA EN UNA UNIDAD DE MEDICINA DE LA ADOLESCENCIA DE UN HOSPITAL TERCIARIO. ¿Qué nos dice la piel de nuestros adolescentes?

Ribes Hernández, P.; Guerrero Alzola, F.; Nieto Serrano, A.; Casas Rivero, J.; Salmerón Ruiz, MA.

Hospital Infantil universitario La Paz. Madrid

Introducción y objetivos: La psicodermatología es una nueva forma de entender la interacción entre mente y piel, mediante la cual los trastornos psicológicos causan enfermedades dermatológicas y éstas causan trastornos psicológicos. Clasificación de los trastornos psicodermatológicos: •Trastornos psicofisiológicos. •Trastornos psiquiátricos primarios con síntomas dermatológicos •Trastornos dermatológicos con síntomas psiquiátricos. •Miscelánea. El objetivo de nuestro estudio fue determinar la prevalencia del segundo bloque de la clasificación (Trastornos psiquiátricos primarios con síntomas dermatológicos) y su evolución en los adolescentes de una unidad de Medicina de la Adolescencia. Material y métodos: Estudio retrospectivo en el que se recogieron datos de pacientes con diagnóstico de un trastorno psiquiátrico primario con manifestación cutánea moderada/grave en nuestro servicio en los últimos 3 años. No se recoge el tratamiento psicológico. Se excluyeron las autolesiones por cortes. Resultados: Recogimos 11 casos de los cuales 9 (82%) eran mujeres. La edad media al diagnóstico fueron 13,5 años. Diagnósticos: • 5 casos de tricotilomanía (45%) • 2 trastornos por excoriación • 1 Trastorno obsesivo compulsivo con dermatitis por lavado de manos • 1 urticaria crónica refractaria • 1 pseudonódulos en nudillos • 1 trastorno dismórfico corporal (TDC). 6 pacientes tenían comorbilidad psiquiátrica asociada y 2 problemas sociales graves. Recibieron tratamiento farmacológico 10 pacientes: • 9 con ISRS, • 1 clomipramina (posteriormente se cambió a ISRS), • 2 benzodiacepinas, junto con ISRS, • 2 N-acetilcisteína, •.1 Risperidona. El paciente con TDC rechazó tratamiento. Evolución: • 7 pacientes han mejorado tras el tratamiento con ISRS con intervalos de exacerbación. • El paciente con urticaria crónica refractaria se curó. • Una tricotilomanía perdimos el seguimiento, • El caso de los pseudonódulos lleva poco tiempo de tratamiento. La N-acetilcisteína fue ineficaz. La risperidona hubo que retirarla por aumento de peso. Conclusiones: • El médico que atiende e adolescentes recibirá a este tipo de pacientes por una patología dermatológica, con poca respuesta a tratamiento habitual y/o sin objetivar patología de base. Será en la anamnesis, realizando un abordaje integral/biopsicosocial, donde será capaz de diagnosticar la patología psiquiátrica de base, pudiendo tratar ambas entidades. • El tratamiento debe focalizarse en disminuir el estrés, detectar y tratar comorbilidades psiquiátricas como depresión y ansiedad, manejar el aislamiento social y mejorar la autoestima.

DETECCIÓN PRECOZ DE DEPRESIÓN EN ADOLESCENTES

Sánchez González, A.; Tapia Trujillo, E.; Jiménez Cabeza, S.; Cabezas Berdión, C.; Sánchez López, Á.

Pediatría del HUVR (Sevilla),CS El Greco (Sevilla)

Introducción: La prevalencia de depresión en adolescentes oscila entre el 4-8%. Presenta una alta tasa de cronicidad y unos costos económicos elevados; pudiendo originar problemas académicos, abuso de drogas, y en algunos casos suicidio, segunda causa de muerte en este grupo etario. Por todo esto es fundamental la detección precoz del problema. Caso clínico: Paciente de 13 años con antecedentes familiares de depresión y trastornos de la conducta alimentaria, convive con abuela materna tras la separación de sus progenitores, ambos con familias reconstituidas. Como antecedentes personales destacan obesidad e hipertiroidismo autoinmune, con bocio y exoftalmos a la exploración, en tratamiento con antitiroideos. Comienza con un cuadro de trastorno del estado de ánimo apareciendo síntomas de disforia, anhedonia, insomnio y disconformidad con su imagen corporal, asociando ansiedad que calma con la comida. Presenta ideas de muerte y lesiones con fines autolíticos. En el colegio mantiene un aceptable rendimiento escolar, pero sufre las burlas de sus compañeros. Diagnosticada de trastorno depresivo, precisa psicoterapia y tratamiento farmacológico con antidepresivos (fluoxetina). Discusión: Nuestro caso pone de manifiesto el origen multifactorial de la depresión en adolescentes. El género constituye un factor de riesgo, encontrándose el doble de prevalencia en el sexo femenino. Los acontecimientos traumáticos en la niñez temprana, como la separación de los progenitores o el acoso escolar, pueden influir en su desarrollo. Los antecedentes de depresión en la familia u otros trastornos psiquiátricos comórbidos también son predisponentes. No debemos olvidar el examen físico exhaustivo, pues existen causas orgánicas como la obesidad y los trastornos tiroideos que se asocian a un mayor riesgo de trastornos depresivos, ambos presentes en nuestra paciente. Se han descrito los efectos beneficiosos de los programas de cribado, siendo fundamental la comunicación abierta y la colaboración tanto de la familia como del personal educativo. Por ello, los pediatras de atención primaria deben estar alerta para identificar los factores anteriormente expuestos y propiciar así una intervención temprana del problema, a pesar de lo cual se estima que cerca de la mitad seguirán teniendo problemas de depresión en la edad adulta.

EXPERIENCIA CON GUANFACINA-XR EN EL TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD (TDAH)

Rodríguez Sánchez, C.; Ochoa Fernández, BM.; Guerrero Alzola, F.; Casas Rivero, J.; Salmerón Ruiz, MA.

Hospital Infantil universitario La Paz. Madrid

Introducción: Guanfacina de liberación retardada [GXR] es un fármaco aprobado en España desde enero/2017 para tratamiento del TDAH de 24 horas de efecto. Es un agonista selectivo de los receptores α2A. Ha demostrado utilidad en monoterapia y tratamiento combinado, especialmente cuando existe respuesta insuficiente con estimulantes o se acompaña de comorbilidades (ej.: trastorno negativista desafiante, tics). Los efectos adversos se presentan en más del 5%, y consisten principalmente en somnolencia, cefalea, disminución de apetito, dolor abdominal, náuseas y xerostomía. Objetivos y metodología: Los objetivos fueron: – Estudiar la tolerancia y efectividad clínica de GXR en pacientes diagnosticados de TDAH. – Valorar la reducción de dosis de antipsicóticos en pacientes tratados con GXR. Se recoge una serie de casos de pacientes tratados con GXR, que se diagnostican y siguen de TDAH en la Unidad de Adolescentes. Resultados: Se recogen 28 pacientes, 70% varones. Los diagnósticos al iniciar el tratamiento fueron: – 78% TDAH con trastornos de conducta. -11% TDAH, tics y trastornos de conducta. 11% TDAH como único diagnóstico. En el 41% de los casos se retiró el fármaco por falta de tolerancia (80%) o por falta de respuesta (20%). Los pacientes que toleraron la GXR (59%) alcanzaron una dosis media de 0.08 mg/kg.

El 68% de los pacientes (19 casos) estaba tratado con antipsicóticos previamente a la introducción de GXR y el 100% con psicoestimulantes. Con el tratamiento con GXR se pudo reducir la dosis de antipsicóticos en 9 pacientes (47%) y retirar totalmente en 6 (32%). En el 21% restante no pudo reducirse dosis, coincidiendo con los pacientes que no mantuvieron el tratamiento con GXR. Conclusiones: GXR ayuda a estabilizar algunos de los comportamientos disruptivos de los pacientes con TDAH con trastornos asociados permitiendo en ocasiones disminuir o retirar la dosis de antipsicóticos. En nuestra experiencia, no ha sido posible disminuir la dosis de estimulante. La dosis media es de 0.08mg/kg por la no tolerancia a dosis mayores, no siendo posible alcanzar en algunos casos la dosis efectiva recogida en la bibliografía de 0.12mg/kg por aparición de efectos adversos. La suspensión del tratamiento ha sido en su mayoría por efectos adversos.

DUDAS ANTE UN POSIBLE MALTRATO O EL DEBUT DE PSICOPATOLOGÍA EN EL ADOLESCENTE.

Armenteros Cortés G.(1); Jiménez Guerrero J.(2); Sampedro Abascal C.(1); Fernández Molina C.(1), García Saldaña P.(1)

(1)Centro de Salud de Tomares. Tomares. Sevilla.(2)Servicio de Urgencias Hospital San Juan de Dios del Aljarafe. Bormujos. Sevilla

Introducción: La sola sospecha de maltrato, con independencia de la edad de presentación es de vital importancia por lo que debemos actuar en consecuencia ante cualquier atisbo del mismo. Caso clínico: Anamnesis: Adolescente mujer de 13 años llevada al servicio de urgencias por sus padres refiriendo que la insultan y le pegan. Sus padres comentan actitud desafiante habitual, rabietas frecuentes, impulsividad y negativa a la higiene diaria, estando desbordados por la situación. Antecedentes Personales: Episodio ansioso que fue valorado por Salud Mental, alta del proceso. No tratamiento médico habitual. Ante la sospecha de posible maltrato se contactó con Juez de Guardia. Se indicó continuar con procedimiento médico habitual enviándose policía judicial para entrevista y elaboración de informe propio. Exploración: Poco colaboradora. Discurso estructurado y coherente. No ideas delirantes aparentes. No alteraciones formales del pensamiento. No alucinaciones. No fenómenos de difusión del yo. Ánimo no explorable. No ideación suicida. No alteraciones psicomotrices. Exploración física Normal. No se evidencian lesiones externas ni datos sugestivos de maltrato a la exploración. Diagnóstico: Trastorno de conducta a filiar. Problemática familiar. Tratamiento: Observación domiciliaria, seguimiento con su Pediatra a valorar derivación a Salud Mental. Evolución: Se descartó la posibilidad de maltrato con la intervención de la policía judicial y la ausencia de datos de alarma. Se derivó a Salud Mental de zona descartándose patología orgánica cerebral con Resonancia Magnética de cráneo normal, analítica normal. Diagnóstico de probable trastorno psicótico a filiar, se inicia tratamiento con aripiprazol y fluoxetina con necesidad de ajuste de dosis por reagudizaciones, sin requerir ingresos pero si valoraciones frecuentes por Psiquiatría. Discusión: Ante la duda de un posible maltrato debemos siempre seguir la normativa y los cauces propios establecidos a tal efecto. La adolescencia es una etapa con características específicas debido a los cambios que se producen en este periodo, siendo motivo en ocasiones de crisis individuales. Es importante actuar en consecuencia sin perder la visión global del paciente y descartar patología incipiente que en muchos casos puede verse enmascarada por las características inherentes en esta etapa de la vida.

TRASTORNOS DEL COMPORTAMIENTO ALIMENTARIO Y DE LA IMAGEN CORPORAL EN LA PRE-ADOLESCENCIA.

Mate García, MA.; Urgellés M.; Tomasini, R.; Molina, F.; Cilveti, R.

Cap. Terrassa Sud, Mutua Terrassa

Introducción: La prevalencia de la Anorexia Nerviosa es de 2.2-3.6%, con una relación hombre /mujer de 1/10. El 85% aparece entre los 14-18 años, pero los Trastornos de la Imagen corporal y del Comportamiento Alimentarios son cada vez más frecuentes a una edad más precoz en la pre-adolescencia. Exponemos 3 casos recientes. Casos clínicos: 1) Niña de 12 años: Consulta por astenia y pérdida de 13 kg de peso en los últimos 6 meses y amenorrea. Está triste y ha disminuido rendimiento escolar. Vómitos autoinducidos en la comida, las 2 últimas semanas. Se autolesiona en brazos, cortes, como conducta ansiolítica. Ha consultado en redes sociales, y pertenece a un grupo de Instagram, página pro-Ana. Se pesa antes y después de cada comida, y hace ejercicio en casa y fuera. IMC 18. Inicio por pérdida de peso por gastroenteritis y refuerzo positivo por su imagen posterior en su clase, Analítica normal, excepto cortisol elevado. Test CDI de depresión: 26. Se deriva a Psicología, 2 visitas y visita en 1 mes, si no evoluciona bien, Hospital de día. 2) Niña de 12 años. Consulta por disminución de la ingesta la últimas semanas, no menarquia. No vómitos. IMC 18, quiere perder peso por debajo de los 40 kg, Se pesa 5 veces al día y viste ropa ancha. Analítica normal, excepto ferritina baja. Test CDI: 19. Pendiente primera visita psicología. 3) Niña de 11 años con preocupación excesiva y distorsión de la imagen corporal. IMC correcto, Se pesa y mira al espejo varias veces. Enfado y crisis de ansiedad al vestirse por las mañanas y al comprar ropa, En el colegio el año previo comentarios sobre su peso, y actualmente amigas hablan sobre peso e ideal de imagen. Intervención psicológica precoz y mejora. Discusión: Dado que esta patología está en ascenso en la edad pediátrica, los pediatras de primaria deberíamos formarnos, para la prevención primaria y secundaria, detección precoz de los casos, valoración de la gravedad y actitud a seguir para tratar o derivar a centros especializados, ya que su atención precoz mejora el pronóstico.

ANOREXIA NERVIOSA – RETRATO DE UN CASO DE PRESENTACIÓN PRECOZ

Fernandes, M.(1); Moleiro, P.(2); Soares, M.(3); Luz, A.(2).

(1)Serviço de Pediatria, Centro Hospitalar Cova da Beira; (2)Unidade de Saúde e Medicina do Adolescente, Serviço de Pediatría, Centro Hospitalar de Leiria; (3)Unidade de Pedopsiquiatria, Serviço de Pediatría, Centro Hospitalar de Leiria

Introducción: La anorexia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria asociada a una importante morbilidad y un gran impacto en la vida de los pacientes y sus familias. Su presentación es rara antes de los 12 años de edad. El tratamiento de la anorexia nerviosa en edades tempranas es desafiante, necesitando un seguimiento multidisciplinario estrecho. Caso clínico: Adolescente de 11 años del sexo femenino, enviada a la consulta de paidopsiquiatría por su médico de familia por reducción extrema de la comida asociada a pérdida de peso abrupta. En la evaluación inicial se confirmó este comportamiento asociado a pérdida de peso de 17 kg en 6 meses, distorsión de la imagen corporal y miedo a ganar peso. También había intensificado su actividad física, sin comportamientos de purga. Tenía un carácter perfeccionista y un alto rendimiento escolar. Fueron identificados factores de estrés familiar (con separación parental conflictiva y alteración del hogar), y diagnóstico de una enfermedad oncológica en un familiar. Se presentaba adelgazada, con Índice de Masa Corporal (IMC) 13.5 kg/m2 (peso 28 kg; altura 1.44 m), extremidades frías, acrocianosis y bradicardia. Fue internada en el Servicio de Pediatría durante dos días, efectuado electrocardiograma (bradicardia sinusal) y evaluación analítica (sin alteraciones relevantes). Se estableció un plan alimenticio con apoyo de nutricionista, e inició intervención psicoterapéutica. Después del alta hospitalaria mantuvo seguimiento multidisciplinario (pedopsiquiatría, nutrición, medicina del adolescente y psicología), con terapéutica farmacológica (olanzapina) e intervención familiar y escolar. En ambulatorio se observó un progreso lento con avances y retrocesos en el peso. Recuperó, en total, 7.65 kg teniendo un IMC de 16.3 Kg/m2 en la última evaluación (9 meses después del diagnóstico). Discusión: Una intervención adecuada y oportuna fue indispensable para la buena evolución de la paciente. Se subraya la gravedad de la presentación, decidiéndose un internamiento breve inicial, y la importancia del trabajo multidisciplinario, con intervención en la familia y en la escuela. La disponibilidad del equipo multidisciplinario para un seguimiento regular (a veces semanal) ha tenido particular importancia para una evolución y pronóstico favorables. Se enfatiza también la necesidad de identificar y enviar precozmente a estos pacientes, importante para el éxito terapéutico.

CASO CLÍNICO: EL SUEÑO EN LA ANAMNESIS, EL GRAN OLVIDADO

Gavela Pérez, T.; Lopez Carnero, J.; Mejorado Molano, FJ.; Losada del Pozo, R.; Soto Insuga, V.

Fundación Jiménez Díaz. Madrid

Introducción: un sueño de calidad es fundamental para un adecuado rendimiento en actividades físicas, aprendizaje, conducta y estado anímico. Aunque los síntomas de hipersomnia son generalmente secundarios a privación crónica de sueño (especialmente entre adolescentes), existen trastornos de hipersomnia idiopática que suelen infradiagnosticarse. Presentamos el caso de un adolescente donde reflejamos la importancia de una adecuada anamnesis sobre los trastornos de sueño. Caso clínico: adolescente de 14 años derivado a consulta pediatría por hiperbilirrubinemia y “astenia”, esta última atribuida a ferropenia crónica. Se había realizado hasta 10 analíticas en los últimos años y recibió ferroterapia en 6 ocasiones sin mejoría clínica. Destacaba bilirrubina total <2 mg/dl, predominando la fracción indirecta, hemoglobinas normales, VCM 73-76fl, ferritinas 20-30ng/ml, hierro 50-110µ/dl e índices de saturación 15 y 19%. Anamnesis sobre alimentación normal, ausencia de patología digestiva y destacaban síntomas de inatención y sensación de cansancio crónico sin limitación para actividades deportivas (colegio, natación y triatlón) y escolares. Al preguntar por el sueño lo definen como “niño que dormita” en casa y colegio, con mayor somnolencia desde los 10 años, con valores alterados en escalas específicas como Pediatric Daytime Sleepiness Scale 18 (<16). En agenda de sueño se comprueba tiempo de sueño nocturno de 8-10 horas y siestas habituales (hasta 3 al día coincidiendo con desplazamientos o clases). Frecuentes despertares (2-5 por noche), asociando ocasionalmente episodios de parálisis del sueño y sueños vívidos. No cataplejía ni roncopatía. Antecedentes: madre con enfermedad de Addison y tiroiditis de Hashimoto y padre con hipersomnia diurna sin filiar. Se comprobó que el paciente portaba HLA DQ-A1*0501 y DQB1*0201, test de latencias múltiples con latencia disminuida (6 minutos, 29 segundos), sin entradas precoces en REM. La RM craneal y valores de hipocretina-1 en LCR fueron normales. Con diagnóstico de hipersomnia idiopática se pautaron siestas regulares y tratamiento con metilfenidato (0,93mg/kg/dia) con mejoría de somnolencia, astenia, inatención y global de calidad de vida. Discusión: los trastornos del sueño en adolescentes son frecuentes y están infradiagnosticados, repercutiendo en la vida diaria de los niños. Deberían integrarse de forma sistematizada preguntas sobre los horarios y patrones de sueño en las historias clínicas.

ADOLESCENTE CON ALUCINACIONES AUDITIVAS Y DELIRIO PERSECUTORIO: PRESENTACIÓN DE UN CASO.

Meleiro Pascual, R.; Villatoro Pérez, M.; Mesian Pérez, I.; Faya Barrios, M.

H. U. Virgen del Rocío Sevilla

Introducción: La encefalopatía hepática es un síndrome neuropsiquiátrico que puede afectar a pacientes con hepatopatía crónica. El interés de este caso reside en la sintomatología psicótica que presentó el paciente, en especial a una edad en la que la incidencia de la esquizofrenia aumenta. Caso clínico: Paciente de 16 años que acude a urgencias por síntomas psicóticos. Desde hace una semana siente que “le persiguen” y que por eso “tiene mucho miedo”. Explica que tiene la sensación de haber hecho algo malo y tener que resolver algo pero no es capaz de concretar el qué, cómo, ni por qué. Su abuela refiere que nota conductas extrañas, “tenso, con miedo, a veces no quiere entrar en casa”. Le define como un niño asustadizo y temeroso desde siempre, pero niega la presencia de estos síntomas similares en el pasado. El paciente también expresa que escucha voces insultantes dirigidas hacia su persona, de las que no elabora una estructuración delirante, refiriendo no encontrar explicación a las mismas. Tienen una duración recortada en el tiempo y no siempre le producen repercusión afectiva o conductual. AP: -Epilepsia en tratamiento con Valproico desde hace 10 años. -Hipertensión portal pre-hepática por trombosis hepática. Derivación esplenorrenal lateral en 2014, con trombosis de la misma en el postoperatorio tardío. Tratamiento con propranolol por varices esofágicas. En lista de trasplante hepático. -Retraso madurativo. CI límite –NAMC -Calendario vacunal actualizado EF: Sin alteraciones salvo hepatomegalia. Exploración neurológica: sin alteraciones salvo temblor distal en manos, y discreta dismetría en la prueba dedo-nariz. Exploración psicopatológica: consciente y orientado auto y alopsiquicamente. Abordable, colaborador. Contacto visual esquivo. No inquietud psicomotriz. No alteraciones mnésicas reseñables. Discurso entrecortado, parco, con aumento de latencia de respuesta. Bloqueos del pensamiento. Ideas autorreferenciales sin estructurar de las que no es capaz de elaborar un discurso consistente. Pensamiento desorganizado. Alteraciones sensoperceptivas en forma de voces insultantes Embotamiento afectivo. Ansiedad referida y manifiesta. No ideas de muerte ni autolisis. No auto ni heteroagresividad. Juicio de la realidad alterado. Pruebas complementarias realizadas en urgencias Hemograma normal. Bioquímica con transaminasas normal. Gasometría venosa normal. Amonio: 88,5 μmol/L Tóxicos en orina negativos ECG normal El paciente es ingresado en planta para continuar estudio y tratamiento. Se realiza diagnóstico diferencial con: -Encefalopatía hepática secundaria a la hiperamoniemia, -Intoxicación por ácido valproico -Trastorno psicótico. Se inicia tratamiento con lactulosa oral y dieta hipoproteica, disminuyendo los niveles séricos de amonio en sucesivos controles. No vuelve a presentar durante el ingreso semiología psicótica ni alteraciones sensoperceptivas. Se realizan además EEG y RMN que son normales. Al alta no presenta alucinaciones auditivas ni ninguno de los síntomas por los que fue ingresado. Continúa controles en consultas de gastroenterología y neurología. Discusión: como en toda enfermedad psiquiátrica, es preciso realizar una evaluación clínica detallada, realizando las pruebas complementarias dirigidas para descartar una potencial causa orgánica causante del cuadro, teniendo en cuenta las enfermedades de base, como ocurrió con el paciente de nuestro caso.

“NECESITO DESPEDIRME DE ELLA”

Otero Aguilar, P.(1); Bermúdez Guerrero, JA.(1); Durán González, VM.(2); Martín Talavera, M(3); Guisado Rasco, MC(4).

(1,4)CS Mercedes Navarro; (2)CS Alamillo; (3)Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla

Introducción: El duelo es una reacción natural ante una pérdida, cada persona puede vivirlo de forma distinta y, además, varía a lo largo de las diferentes etapas de la vida. En adolescentes pueden aparecer alteraciones de conducta, aislamiento, fracaso académico, miedo a enfermar y a la muerte y conductas de riesgo. En nuestro entorno existe la costumbre de mantener apartado al adolescente del proceso de muerte de un ser querido con la falsa creencia de que estamos protegiéndole. En cambio, varios estudios destacan la importancia de incluir al adolescente de manera adecuada a su madurez cognitiva y afectiva al proceso o rito de despedida de un familiar cercano. Caso Clínico: Anamnesis: Mujer de 16 años, sin antecedentes personales de interés, que consulta en su Médico de Familia por cuadros repetitivos desde hace 3 meses de temblor, sudoración, disnea y llanto. Duran entre cinco y seis minutos. Aparecen en reposo y ceden espontáneamente. Han ocurrido tanto en el colegio como en casa. Viene acompañada de su madre, quien refiere que estos episodios se han repetido en torno a 3-4 veces al mes. Además, ha observado un cambio de actitud desde que falleció su abuela, hace 3 meses coincidiendo con el inicio de los episodios, mostrándose apática, menos conversadora y aislada de relaciones sociales y familiares. En entrevista dirigida a la paciente, admite que piensa demasiado en su abuela fallecida a quien le unía un gran lazo afectivo. Compartían aficiones y pasaban mucho tiempo juntas: “supe que falleció después de su entierro, necesito despedirme de ella y no pude hacerlo”. Exploración: TA: 110/65. ACR: Sin hallazgos patológicos. Diagnóstico: Ansiedad Vs Depresión Vs Duelo. Tratamiento: Acordamos que la paciente se tomará unos días para escribir una carta de despedida que será depositada en un lugar importante para ambas. Evolución: Citamos a la paciente en unas semanas quien nos refiere que el haber expresado todo lo que se había quedado en su interior le sirvió para cerrar esa etapa, persistiendo desde aquel entonces asintomática.

CONSUMO DE TÓXICOS ENTRE ADOLESCENTES DE UN BARRIO DE SEVILLA: ESTUDIO DESCRIPTIVO

Díaz-Cano Carmona E.; Martín Talavera M.; Coronel Rodríguez C.; González Soria MD.

H.I. Virgen del Rocío Sevilla

Introducción: Según el Plan Nacional sobre Drogas de 2016 la edad de inicio del consumo de alcohol y tabaco se sitúa por debajo de los 14 años. Respecto a los hipnosedantes, oscila de los 14,6-14,9 años. Los que han consumido cocaína se inician a los 15 años. Nuestro objetivo es conocer estos datos en nuestra población. Material y método: Este trabajo se ha realizado mediante la elaboración de una encuesta de 21 preguntas sobre hábitos de vida y salud en adolescentes. La encuesta fue rellenada anónimamente por 233 alumnos de entre 13 y 14 años de 1ºy 2ºESO de dos centros educativos de la zona básica de salud. Resultados: De los 233 alumnos encuestados el 2.58% declara ser consumidor habitual de tabaco, mientras que los de cachimbas ascienden al 18.54%. El 9.01% declara consumo habitual de alcohol, siendo el 9.45% los que han tenido un consumo tóxico del mismo. Respecto a las drogas, el 21.45% refiere haber recibido propuestas para su uso. Sin embargo, estos resultados varían significativamente en el análisis por aulas, donde el ofrecimiento de drogas alcanza el 45.45%, el consumo tóxico de alcohol el 27.27%, y el consumo habitual de cachimbas el 36.37%. Discusión y conclusiones: Tras analizar los resultados y compararlo con la bibliografía publicada, se concluye que el consumo de tabaco en nuestra población es menor que el nacional (2.58% respecto a 18.6%). Sin embargo, creemos necesario analizar el consumo de cachimbas, cada vez más frecuente y con menos estudios realizados tanto para valorar prevalencia como para analizar las consecuencias de su uso. Respecto al consumo de alcohol, en nuestro trabajo el resultado es del 9.01%, mientras que los datos publicados detectan consumo entre el 57.4%. Destaca el aula donde hasta el 27% ha realizado un consumo tóxico, estimando necesario potenciar las campañas para su prevención. Como conclusión más importante la elevada frecuencia con la que los adolescentes reciben propuestas para el consumo de drogas. El consumo de hipnosedantes como droga ilegal más consumida, se sitúa en el 7.3% a nivel nacional, pero son el 21.45% de los encuestados los que refieren haber recibido ofertas, alcanzando en un grupo el 45.45%.

USO DE TECNOLOGÍA ENTRE ADOLESCENTES DE UN BARRIO DE SEVILLA: ESTUDIO DESCRIPTIVO

Díaz-Cano Carmona E.; Martín Talavera M.; Coronel Rodríguez C.; González Soria MD.

H.I. Virgen del Rocío Sevilla

Introducción: Según el Instituto Nacional de Estadística, el uso de tecnologías entre adolescentes (10-15 años) es muy elevado. Casi el 100% ve la televisión a diario, siendo el 14% los que la ven más de 3 horas entre semana y el 37% los fines de semana. El uso de ordenador alcanza el 95,1%, y el móvil un 83,2% a los 13 años y un 92,8% a los 14 años. Material y método: Este trabajo se ha realizado mediante la elaboración de una encuesta de 21 preguntas sobre hábitos de vida y salud en adolescentes. La encuesta fue rellenada anónimamente por 233 alumnos de 13 y 14 años de 1º y 2ºESO de dos centros educativos de la zona básica de salud. Resultados: De los 233 alumnos encuestados el 54.93% pasa dos horas o más viendo la televisión al día, siendo el 43.45% los que lo emplean con videojuegos. Preguntados respecto a la sensación de necesidad de productos tecnológicos como el móvil o la Tablet, y respondiendo de 0 a 9, sólo el 5.58% refieren no precisarla, mientras que el 81.11% la puntúan en 4 o más. En el análisis por aulas es significativo el grupo en el que el tiempo frente al televisor es 68.18%, y con videojuegos el 59.09%. Respecto a la necesidad de tecnología, se alcanza el 89.6%. Discusión y conclusiones: Dado el análisis de los resultados y la comparación con los publicados, concluimos que nuestros adolescentes consumen más horas de televisión al día (54.93% dos horas diarias o más) pero menos con videojuegos (43.45%), a pesar de lo cual, continúan siendo cifras altas. Creemos interesante la bibliografía referida a la implicación de los padres en el ocio electrónico (que aumenta el rendimiento escolar), puesto que un 40% de los adolescentes consume esta tecnología en solitario y sin conocimiento paterno sobre el tipo utilizado, llegando al 70% los padres que desconocen qué videojuegos usan sus hijos. Respecto a la necesidad de tecnología, hasta el 81.11% la puntúan alta, dato que nos lleva a concluir la necesidad de proyectos en esta área dado el riesgo de futuras adicciones que pudiera conllevar.

VÓMITOS INCOERCIBLES ANTE CONSUMO DE CANNABIS

García Manga, A.; Fariñas Díaz de Guereñu, S.; Zurbano Araiz, M.

Centro de Salud Gamonal Antigua Burgos

Introducción: El cannabis es la droga ilegal más extendida en España y con un consumo muy temprano. Presenta un efecto paradójico en consumidores crónicos susceptibles, consistente en náuseas y vómitos recurrentes, que desaparece con la abstinencia. Caso clínico: Anamnesis: Paciente de 18 años sin antecedentes de interés, salvo un ingreso en Medicina Interna a los 14 años para estudio de vómitos y dolor abdominal con diagnóstico de gastroenteritis, que acude a consulta por vómitos incoercibles, febrícula, y dolor abdominal difuso desde hace 12 horas. Sin asociar cambios en ritmo intestinal, ni otra clínica a ningún otro nivel. No relaciona el cuadro con ninguna comida ni consumo de hábitos tóxicos. Ha tenido dos episodios similares previos a diferentes edades que cedieron con primperán. Exploración Física: Consciente y orientado, con regular estado general, nauseoso y con vómitos. Resto de exploración normal. Pruebas Complementarias: se solicita analítica de rutina (hemograma y bioquímica) con perfil hepático, función renal y pruebas de coagulación, con parámetros normales. La radiografía de abdomen no presentó hallazgos significativos. Se solicitan tóxicos en orina, positivos para cannabinoides. Ante dichos hallazgos y sin la mejoría del paciente se vuelve a incidir en hábitos tóxicos, terminando el paciente por declarar consumo de años de evolución de cannabis, incluido el día previo a la clínica. Diagnóstico: Hiperemesis por cannabinoides Tratamiento: se prescribe Primperán, ante la falta de mejoría, se pauta Clorpromazina, con mejoría del cuadro. Al alta se recomiendan duchas de agua caliente y abstinencia de consumo. Evolución: tras cesar el consumo, el paciente no vuelve a presentar vómitos. Discusión: Debido a la alta prevalencia del consumo de cannabis es importante, ante vómitos cíclicos, valorar este diagnóstico y preguntar consumos/año. Además de recordar que el tratamiento sintomático en este cuadro es antipsicóticos típicos o dexametasona y sobre todo, duchas de agua caliente. Y que el único tratamiento definitivo es abstinencia del consumo, para lo cual podemos ofrecer apoyo con técnicas psicoterapéuticas, sobre todo motivacionales y cognitivo-conductuales.

DETERMINANTES FAMILIARES Y EMOCIONALES EN EL CONSUMO DE TABACO (PIPAS DE AGUA Y CIGARRILLOS) Y ALCOHOL EN ADOLESCENTES

Sáenz-Lussagnet JM.; Hernández Soto MR.; Luque-Romero LG.

Distrito Sanitario Aljarafe Sevilla Norte

Introducción: Diversos trabajos han señalado que el consumo de pipas de agua (cachimba, narguila) puede ser precursor del consumo de cigarrillos en adolescentes. Según la encuesta “la Población Andaluza ante las Drogas (2015)” el consumo de cigarrillos en el grupo etario de 14-15 años era del 12,5%. Objetivo: Analizar los determinantes del consumo de pipas de agua, cigarrillos, alcohol y drogas en estudiantes de enseñanza secundaria de Sevilla. Material y método: Estudio descriptivo transversal realizado en Atención Primaria de Salud (ámbito escolar y comunitario). Población: Estudiantes de 3º y 4º de Enseñanza Secundaria Obligatoria en 3 IES públicos de San José de la Rinconada. Muestra: 185 individuos. Variables: sexo, edad, curso, edad de inicio de los consumos (cigarrillos, pipas de agua, cigarrillo electrónico, alcohol y otras drogas), prevalencia de los consumos, convivencia con familiares fumadores, síntomas emocionales (cuestionario SDQ). Análisis estadístico: Análisis descriptivo y bivariado. Contraste bilateral y nivel de confianza del 95% (IBM-SPSS y EPIDAT-3.1). Consideraciones bioéticas: Aprobado por el CEI-Hospitales Virgen Macarena y Virgen del Rocío de Sevilla. Resultados: Se analizaron 185 adolescentes de 3º y 4º de ESO. La edad mediana (RIC) 15.4 (14.7-15.8) años. El 51.4% eran mujeres. El 76.8% convivían con fumadores y 73.0% con algún familiar bebedor habitual. La prevalencia de consumo de tabaco (pipa de agua y/o cigarrillo) fue del 28.1%. El 35.1% habían experimentado con el cigarrillo, 63.8% con pipa de agua, 73.0% con alcohol y 14.1% con drogas. El alcohol ha sido la primera sustancia consumida a los 13.2 años de edad, seguida de la pipa de agua (13.5), el cigarrillo (13.8) y el cannabis a los 14.6 años. En cuanto a los síntomas emocionales (SDQ) 18 (9.7%) alumnos tuvieron una puntuación límite y 20 (10.8%) puntuación en rango patológico. Conclusiones: El consumo de tabaco se está infravalorando al no contarse con el de pipas de agua. No se ha encontrado asociación estadísticamente significativa entre la presencia de síntomas emocionales y el consumo de sustancias en los adolescentes. Los modelos familiares incrementan el consumo de sustancias aunque no se alcanza la significación estadística.

EXPLORANDO F.A.C.T.O.R.E.S. DE RIESGO Y DE PROTECCIÓN EN ADOLESCENTES

Tobarra Sánchez E.; Cabrera Jiménez L.; Azurmendi Funes ML.; Cárceles Álvarez A.; Sánchez Sauco MF.; Ortega García JA.

H.C.U. V. de la Arrixaca. Murcia

Introducción y Objetivos: Cada vez con más frecuencia los jóvenes pasan más tiempo en espacios cerrados alejados de experiencias en la naturaleza. Las cifras de consumo de alcohol y drogas entre adolescentes son alarmantes. Según cifras estatales, en el último mes un 38% han consumido tabaco, un 7% cannabis y un 64% alcohol, la mayoría en atracón (ESTUDES, Plan Nacional de Drogas, 2013). Tan sólo un 15% de los encuestados realizaba actividades físicas el contacto con la naturaleza (Ministerio de Educación, 2010). Con este trabajo se pretenden analizar factores de riesgo y de protección respecto a los estilos de vida en un grupo de adolescentes. Material y Método: Se seleccionaron 2 aulas de 4º de la ESO en un municipio del sureste español. Se entregó un cuestionario autocumplimentado sobre estilos de vida. Se realizó estadística descriptiva usando el programa SPSS V19. Resultados: Se encuestaron 139 adolescentes, siendo 61,2% chicas y 38,8% chicos. Un 14% fuman tabaco (54% exposición pasiva), un 28% toma alguna vez alcohol los fines de semana y un 59% ha estado expuesto al humo del cannabis en los últimos meses. Existen diferencias de género en estas exposiciones. La percepción sobre el consumo de los compañeros de instituto de tabaco, cannabis y alcohol es del 34%, 16% y 55% respectivamente. Un 58% tiene contacto con la naturaleza menos de una vez por semana. El 64% refiere que no hay alternativas de ocio en la comunidad. El % de fumadores es menor en los jóvenes con mayor número de experiencias en la naturaleza (ANOVA, p=0,002). Conclusiones: Las cifras son alarmantes: casi la mitad están expuestos a humo de tabaco y cannabis y hasta un 28% al alcohol de forma ocasional. El contacto con la naturaleza puede comportarse como un factor protector. La perspectiva debe ser integrativa, abordando de los factores de riesgo y el estímulo de los factores de protección.

CONSUMO DE DROGAS LEGALES E ILEGALES EN ADOLESCENTES SUPERVIVIENTES DE CÁNCER PEDIÁTRICO

Cárceles Álvarez, A.; Tobarra Sánchez, E.; Azurmendi Funes, ML.; Sánchez Sauco, MF.; Ortega García, JA.

H.C.U. V. de la Arrixaca Murcia

Introducción y objetivos: las tasas de supervivencia del cáncer pediátrico han aumentado espectacularmente en las últimas décadas, situándose en los países de nuestro entorno alrededor del 80%. Al mismo tiempo, ha aumentado la incidencia de efectos tardíos derivados de los tratamientos utilizados, estimándose que, hasta el 70% de los supervivientes de cáncer pediátrico (SCP) presentarán algún efecto tardío a lo largo de su vida. La adolescencia es una etapa determinante en la adquisición de hábitos saludables que puedan perdurar en la edad adulta. Promover un estilo de vida saludable, evitando hábitos tóxicos, principalmente durante la adolescencia, será crucial para disminuir la aparición de efectos tardíos y conseguir una mejor calidad de vida en los SCP. El objetivo de nuestro trabajo es presentar la prevalencia de consumo de drogas legales e ilegales en un grupo de adolescentes SCP. Material y métodos: estudio transversal descriptivo. Se analizaron los patrones de consumo de alcohol, tabaco y drogas ilegales en un grupo de adolescentes (14 – 18 años) que acudieron a la consulta de largo seguimiento de supervivientes de cáncer pediátrico. Resultados: se entrevistaron 52 SCP (57,7% masculinos) con una edad media de 15,9 años. El 48,1% habían consumido algo de alcohol en el último año y el 33,5% en el último mes. Hasta el 75% habían presentado algún atracón de alcohol en el último año, siendo del 20,8% en los últimos 30 días. El 22,3% de los hombres y el 8,3% de las mujeres tenían un consumo de riesgo según el cuestionario AUDIT-C. El 7,7% eran fumadores, siendo el porcentaje de fumadores diarios del 5,8% con un consumo medio de 10 cigarrillos / día. Finalmente, el 3,8% eran consumidores de cannabis. Conclusiones: aunque las prevalencias de consumo son menores que en la población general de su misma edad, al tratarse de un grupo de alto riesgo, con mayor sensibilidad a los efectos perjudiciales de drogas legales e ilegales, es esencial desarrollar intervenciones intensivas para disminuir los consumos y promover estrategias de prevención en adolescentes que no consumen.

CONOCIMIENTO Y USO DE ANTICONCEPTIVOS EN LA POBLACIÓN ADOLESCENTE DE IBIZA

Torné Torres, S.; Bagase Rejón, V.; Di Bernardo Delgado, FT.; Molina Gutiérrez, P.; Molina Mirazu, M.

C. Hospital Can Misses Ibiza

Introducción y objetivos: Conocer la información y uso de los métodos anticonceptivos (MAC) en aquellos adolescentes que consultan en la Unidad de Atención a la Mujer (UAM) de Ibiza. Por ejemplo, saber cuál es el MAC que utilizan, si quieren cambiar y a cuál. Material y Métodos: Estudio descriptivo mediante encuestas anónimas a mujeres entre 14-23 años que consultan en la UAM, el día de Atención al Adolescente, en un periodo de 45 días. Resultados: La muestra fue N=165, siendo el motivo de consulta: 67% información y solicitud de MAC; 21% control del MAC y 12% solicitud de Interrupciones Voluntarias de Embarazo (IVE). La media de edad de inicio de las relaciones sexuales (RS) es de 15,8 años. El MAC más utilizado en su primera relación (un 75%) es el preservativo, 11% no utilizó MAC, 1% píldora y 13% no había iniciado relaciones sexuales. En el momento de consulta un 77% utilizan MAC: 45,5% preservativo (28,5 siempre y 17% ocasional); 17,5% píldora; 14,6% métodos naturales; 4,8% implante subcutáneo; 2,4% anillo vaginal; 1,8% Dispositivo Intrauterino (DIU); 0,6% doble método y un 10% no usa ningún MAC. Un 50% seguirán con el mismo MAC, mientras que un 20,6% cambiará a la píldora, 9% al DIU, 7% implante, 3% preservativo, 1,2% doble método y un 0,6% parche transdémico. El 90% de las adolescentes conoce la píldora postcoital. De las adolescentes que solicitaron IVEs: 75% utilizaba MAC (40% preservativo: 20% siempre y 20% ocasional; 27% coito interruptus; 20% píldora y 13% anillo vaginal). Conclusiones: La mayoría de las adolescentes del estudio conocen y utilizan los MAC, incluido la píldora postcoital. Destaca el uso del preservativo en su primera RS, pero de uso ocasional en sus RS actuales. No conocen ni usan doble método para evitar ITS. Se observa un bajo uso de los MAC de larga duración (LARC) que contrasta con el número de adolescentes que tras la encuesta e información cambiarán a DIU o implante, sobre todo en pacientes que habían consultado por IVEs, informando su alta efectividad así como la alta seguridad del método anticonceptivo.

EL ADOLESCENTE Y LA NECESIDAD DE UNA ATENCIÓN INTEGRAL: A PROPÓSITO DE UN CASO

Rodríguez Martínez EM.; Sánchez Sauco MF.; Martínez García C.; Vicente Calderón C.

Hospital Univ. V Arrixaca Murcia

Introducción: La adolescencia es un periodo de gran vulnerabilidad para los individuos. Las transformaciones biológicas, psicológicas y sociales, inundan sus pensamientos y acciones, generando en múltiples ocasiones; crisis, conflictos y contradicciones. Aunque sus límites se inician con referentes biológicos, pueden terminar evolucionar en procesos psicológicos. Caso Clínico: Paciente de 13 años diagnosticado de displasia ectodérmica hipohidrotópica ligada a X. El desarrollo psicomotor inicialmente fue normal. Al inicio del periodo escolar precisa adaptación curricular por retraso cognitivo leve, lo que ocasionó la repetición del curso académico en varias ocasiones. Con el inicio de la adolescencia aparecen cambios en su conducta, con patrones de agresividad (bullying) hacia sus compañeros y profesores suponiendo varias denuncias policiales. La gestión del caso la realizó su pediatra pero precisando de otras disciplinas para su intervención: unidad de salud medioambiental pediátrica, trabajo social, asociaciones, escuela… El fin del abordaje, fue encontrar espacios donde el paciente se encontrara cómodo y pudiera desarrollar todas sus habilidades: escuela, gimnasio, piscina, contacto con la naturaleza…Tras la intervención, el paciente ha experimentado una gran mejoría a nivel psicosocial, sobre todo familiar y de integración social. Discusión: El cuidado y la prevención de los factores de riesgo de los adolescentes en la práctica clínica diaria en muchas ocasiones quedan relegados al “altruismo” del profesional sanitario. Los adolescentes necesitan interlocutores que comprendan sus miedos y estimulen sus habilidades. Nuestro caso muestra la complejidad del abordaje y la necesidad de formación y sensibilización del personal sanitario en la atención integral del adolescente.

A SOLAS CON EL PEDIATRA

Espinós Martínez A.; Martín Talavera M.;, Coronel Rodríguez C.; González Soria MD.; Begara De La Fuente M.

H.I. Virgen del Rocío Sevilla

Introducción: La adolescencia es un periodo durante el cual la percepción de la imagen corporal toma gran importancia para el individuo, en un momento en el que la autoestima es frágil y la personalidad está formándose. Muchos de los cambios físicos tienen lugar en zonas socialmente consideradas como más pudorosas, como las mamas o los genitales, y que llevan a que estos pacientes tarden en consultar, cuando les surgen preocupaciones, tanto a sus padres como a los profesionales de la salud. Resumen de los casos: Presentamos el caso de dos adolescentes con patología testicular, que consultaron en varias ocasiones en Atención Primaria, en teoría por problemas banales, antes de desvelar el verdadero motivo de consulta, principalmente por pudor, hasta que coincidieron con el pediatra, en este caso varón, a solas sin residentes mujeres. Se trata de un adolescente de trece años y medio con un bultoma en el teste derecho, que finalmente resultó ser un quiste de epidídimo, sin mayor trascendencia clínica; y un adolescente de doce años con un varicocele izquierdo, actualmente en lista de espera quirúrgica. En contraposición, en esta consulta concreta, al haber a menudo residentes mujeres, las adolescentes han podido ser exploradas en condiciones de mayor comodidad para ellas. Conclusiones: La tendencia actual a la ampliación de la edad de atención por parte de los pediatras, de catorce a dieciséis —o incluso dieciocho— años, lleva a que tengamos que aprender a abordar a estos pacientes, favoreciendo un clima de confianza, en el que ellos se sientan capaces de expresar sus dudas y preocupaciones, tanto a nivel de patología, como en cuanto a prevención y promoción de la salud. A menudo nuestras consultas en Atención Primaria están enfocadas a pacientes de menor edad, no sólo en cuanto a decoración, sino también a organización, con puertas que se abren indiscriminadamente, ausencia de cortinas para la exploración física y de profesionales del mismo sexo que el paciente, tal y como señalan las guías internacionales de práctica clínica. Es nuestro deber mejorar en todos estos aspectos para que no se nos escape patología potencialmente grave, especialmente por motivos de vergüenza.

NO TODO SON FÁRMACOS EN EL CONTROL DEL ASMA DEL ADOLESCENTE

Pérez España, A.; Marcos Temprano, M.; Gacimartín Valle, P.; Bahillo Curieses, MP.; Bermúdez Hormigo, I.

H.C. U. Valladolid

Introducción: En el manejo del asma grave resulta imprescindible identificar comorbilidades como reflujo gastroesofágico, obesidad, o síndrome de apnea/hipopnea. En la adolescencia se suman otros factores como mala adherencia terapéutica, alteraciones del estado de ánimo o abuso de sustancias, que dificultan el control del asma. Caso clínico: Caso 1. Varón, 16 años. Seguimiento por asma persistente moderada con sensibilización a ácaros, en tratamiento con formoterol/budesonida. Recibió inmunoterapia específica, suspendida por mal control del asma. Empeoramiento en el último año, precisando broncodilatador de rescate frecuentemente y hospitalización en una ocasión. Se aumentó dosis de corticoide inhalado, asociando bromuro de tiotropio. Presenta rinitis e hiperemia conjuntival persistente, astenia e hiporexia. Regular adherencia terapéutica por mala autopercepción de los síntomas. Estudios complementarios: hemograma normal con eosinofilia 990/mm3; bioquímica, TSH y alfa1 antitripsina normales; IgE total 623kU/L, IgE Dermatophagoides pteronyssinus >100UI/ml, Dermatophagoides farinae 96.30UI/ml, rDer p1 >100; espirometría con FEV1 2,74L (78%), FVC 3,18L (85%); cannabis positivo en orina. Mejoría clínica tras refuerzo de adherencia terapéutica y abandono de drogas. Caso 2. Mujer, 12 años. Seguimiento por asma persistente grave. Asocia TDAH, obesidad y RGE. Estudios complementarios: hemograma normal; bioquímica, TSH, alfa 1 antitripsina y estudio de inmunidad normal; mantoux negativo; IgE total 589kU/L, IgE Lepidoglyphus destructor 95.3UI/ml, TACAR tórax normal; espirometría FEV1 2,83L (84%), FVC 3,03L (77%); pletismografía: TLC 4,35L (101,6%), VR 89%, difusión DLCO 87,1%. Mal control clínico pese a tratamiento escalonado con corticoides inhalados a dosis altas + LABA, tiotropio y omalizumab. Desde el inicio del curso asocia enuresis nocturna y ansiedad, reconociendo acoso escolar. Mejoría clínica tras pérdida de peso y seguimiento en Psiquiatría. Discusión: El abordaje del asma en el adolescente supone un reto debido a la elevada prevalencia de comorbilidades así como a las características socio-emocionales inherentes a este grupo de edad. Un mal control del asma conlleva no poder seguir el mismo ritmo de vida que el resto de sus compañeros, apareciendo sentimientos de tristeza y riesgo de bullying, perpetuando así la mala evolución de la enfermedad. Por ello, debe realizarse un seguimiento interdisciplinar para ofrecer un adecuado manejo integral.

SALUD REPRODUCTIVA Y SEXUAL EN EL ADOLESCENTE VARÓN. UNA CONSULTORÍA DE PREVENCIÓN, DESDE UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO

Martínez Villares, AR.

H. Pediátrico Docente Juan Manuel Màrquez Marianao La Habana Cuba

Resumen: Habitualmente los programas de salud sexual y reproductiva se focalizan en la atención de la salud de las mujeres lo nos hace pensar que, en general, los hombres consultan menos que las mujeres en estos servicios .Esto ¿Es el resultado de una dificultad inherente a los varones pues sus conductas y actitudes son acordes a las características de un modelo de masculinidad dominante?. ¿Es que no existen servicios de salud que consideren en su programación a la población masculina como un actor social relevante a la par de las mujeres? La equidad de género en materia de salud sexual y reproductiva exige políticas que garanticen que las mujeres y varones sean tratados por igual por tener necesidades en común y en los casos en que sus vulnerabilidades sean diferentes se las aborde en forma equitativa. Objetivos: Se creó una consultoría, de atención integral al adolescente varón, donde, desde una visión de equidad de género se hace prevención, para lograr un impacto positivo en la salud reproductiva. Objetivos específicos: Caracterizar los adolescentes varones según edad, historia personal o familiar y datos positivos al examen físico. Capacitarlos para hacer el Auto examen del testículo, el pene y las mamas. Tratar desde el punto de vista clínico y quirúrgico a aquellos que presenten enfermedades testiculares, peneanas o mamarias que puedan influir en la futura salud reproductiva. Hacer promoción de salud abordando temas como sexualidad responsable, anticoncepción, embarazo en la adolescencia, enfermedades de trasmisión sexual, adicciones, violencia y maltrato a la pareja Metodología: Se mostrará un estudio de serie de casos con los pacientes que han acudido a la consulta de Salud Reproductiva del adolescente varón, previa voluntariedad del adolescente, evaluando las variables que se proponen en los objetivos, en el periodo comprendido entre abril del 2015 y abril del 2017, y así valorar eficacia del proyecto.

¿SON HOMOFÓBICOS LOS ADOLESCENTES CUBANOS?

Martínez Villares, AR.(1); Hernández Martínez MC.(2) (1)Hospital Pediátrico Docente “Juan Manuel Márquez”;

(2)Facultad Victoria de Girón. La Habana: Cuba

Introducción: El término homofobia hace referencia a la aversión contra hombres o mujeres homosexuales. En la adolescencia acontecen serias y profundas transformaciones, donde las personas establecen su sentido de identidad individual. Objetivo: Identificar el grado de prevalencia de la homofobia en los adolescentes. Diseño Metodológico: Se realizó un estudio observacional descriptivo-transversal. El Universo estuvo constituido por 187 estudiantes de 10mo y 11no grado pertenecientes al Pre-Universitario “Arístides Viera González”. Resultados y Discusión: Se observó un ligero predominio del sexo femenino con un total de 103 estudiantes (55,08%) sobre el masculino con un total de 84 estudiantes (44,91%). Las edades entre los encuestados fueron casi similares, el 70,5% de estudiantes consideran normales las relaciones entre homosexuales y el 75,6% de ellos se relacionan con homosexuales. Hubo un 19% de estudiantes que no consideran a los homosexuales como una buena influencia. El 81,36% de los estudiantes no rechazarían a un familiar si fuera homosexual. El 18,64% resultaron homofóbicos, en el 65,96% de los casos no hubo manifestación de homofobia y el 15,4% no estaban ni a favor ni en contra de la homosexualidad. Conclusiones: En el estudio predominó el sexo femenino con respecto al masculino y fue más frecuente la edad de los 16 años. La mayoría de los estudiantes se relacionan con homosexuales a pesar de que un por ciento bajo plantea de que son una mala influencia. Aunque el índice de homofobia es bajo en el estudio se sigue considerando que la homofobia aún predomina.

ABUSO SEXUAL A MENORES EN UNA UNIDAD DE MEDICINA DE LA ADOLESCENCIA DE UN HOSPITAL TERCIARIO

Barrios Machain, U.; Guerrero Alzola, F.; Casas Rivero, J.; Salmerón Ruiz, MA.; Nieto Serrano, A.

Hospital Infantil Universitario La Paz

Introducción y Objetivos: El abuso sexual contra niños y adolescentes (NyA) se entiende como la participación de éstos en actividades sexuales o el sometimiento a cualquier conducta sexual sin su consentimiento. En España entre un 10-20% de la población ha sido víctima de abuso sexual en su infancia. El objetivo es conocer las características de los abusos sexuales en una Unidad de Medicina de la Adolescencia de un hospital terciario. Materiales y Métodos: Se recogen de forma retrospectiva los pacientes con diagnóstico de abuso sexual en una Unidad de Medicina de la Adolescencia de un hospital terciario acontecido los últimos 3 años. Se excluye grooming, sexting y las relaciones “consentidas” entre un menor de edad mayor de 13 años y un mayor de edad en el contexto de una relación sentimental. Resultados y Conclusiones: Se recogen 20 pacientes, siendo el 95% mujeres. Dos de las pacientes sufrieron maltrato sexual siendo menores y mayores de 13 años por distintos agresores.

<13 AÑOS (N=15) 68%

≥ 13 AÑOS (N=7) 22%

Relación con el agresor

Padre

33%

Familiar/amigo/profesor

67%

71%

Desconocido

29%

Persona a la que la víctima cuenta el abuso

Madre

54%

57%

Personal sanitario

33%

43%

Otros (diario, w.app)

13%

¿Hubo violencia?

27%

57%

No

60%

43%

No podemos precisar

13%

¿Hubo penetración

53%

43%

No

33%

57%

Desconocido

14%

Psicopatología asociada

73%

85%

Trastorno de la conducta alimentaria (TCA)

20% (3 casos)

57% (4 casos)

Ansiedad/depresión:

  • Autolesiones
  • Intento autolítico

53% (8 casos)

37% (3 casos)

25% (2 casos)

85% (6 casos)

33% (2 casos)

Otros

33%

14%

– En nuestra casuística se observa cómo en los menores de 13 años el padre es frecuentemente el abusador, mientras que en los mayores de 13 años el padre no lo es en ningún caso registrado. – Asimismo, el personal sanitario puede ser un receptor de estas confidencias, por lo que debemos estar en disposición de escucha y atentos. – El trauma psíquico que experimentan estos pacientes se potencia con el paso del tiempo, cuando la consciencia de lo sucedido es mayor. Como muestra esta pequeña serie de casos donde la psicopatología es frecuente, especialmente la ansiedad, depresión y TCA.

PROGRAMA “FORMA JOVEN”. REVISIÓN DE UNA CONSULTA DE PLANIFICACIÓN FAMILIAR JUVENIL

Navarro Domínguez, M.; Guisado Rasco MC.; Candón Ballester M.; Rodríguez Yoldi M.

Centro de Salud Mercedes Navarro. Distrito Sanitario de AP Sevilla.

Introducción: El Programa Forma Joven está dirigido a adolescentes entre 12 y 18 años, desarrolla áreas fundamentales como estilos de vida saludables, sexualidad y relaciones afectivas, salud mental y convivencia. Entre sus objetivos destacan la promoción de la salud y favorecer la elección de conductas saludables. Objetivos: Los objetivos en el área de sexualidad y relaciones afectivas son: * Promover relaciones sanas, seguras, satisfactorias y en igualdad. * Prevenir embarazos no deseados * Evitar infecciones de transmisión sexual (ITS). Material y Método: Estudio retrospectivo de las consultas a demanda realizadas en nuestras consultas de planificación juvenil desde el 1 de enero al 31 de diciembre de 2017, exceptuando los periodos vacacionales donde se suspenden los programas de salud. Resultados: Hemos revisado 35 historias de salud de adolescentes con una media de EDAD de 16.5 años. La FRECUENCIA de las relaciones sexuales es entre 1-3 de relaciones por semanas. El MÉTODO ANTICONCEPTIVO preferido por las jóvenes es la terapia hormonal, siendo los anticonceptivos orales (ACHO) los de primera elección (57%). Un 36% refiere el uso de preservativo y un 6% utilizaban el coito interruptus como método anticonceptivo. El HÁBITO TABÁQUICO no estaba registrado en 24 de las historias revisadas (68,5%), y el 28% de las mujeres que toman ACHO refieren fumar al menos 5 cigarros al día. Respecto al número de EMBARAZOS, una adolescente con uno y otra con dos. Una solicitud de PÍLDORA POSTCOITAL registrada. El RIESGO DE ITS solo estaba registrado en 14 pacientes (37.4%) y de éstas solo una era de alto riesgo. Conclusiones: 1.- La edad media de las adolescentes que acuden a planificación familiar es de 16,5 años. 2.- El método anticonceptivo de elección son los ACHO, seguidos del preservativo. 3.- Es importante el registro en la historia de salud del hábito tabáquico debido a la relación entre el tabaco y la aparición de eventos adversos en las mujeres que toman ACHO. 4.- La información a nuestros adolescentes en este campo es fundamental para que puedan tener prácticas sexuales responsables y prevenir así los riesgo como el embarazos no deseados o ITS.

ANÁLISIS DESCRIPTIVO DE LA DETECCIÓN Y ACTUACIÓN FRENTE LAS VIOLENCIAS DE GÉNERO QUE AFECTAN LOS Y LAS ADOLESCENTES DE NUESTRO CENTRO

Fuentes Lloveras, A.; Mazo Ancochea, MV.; Pérez Manyà, N.; Uriach Timoneda, V.; Jiménez Muñoz, B.

CAP Roger de Flor. EAP Dreta Eixample. Barcelona

Introducción: Las violencias de género (VG) son una problemática que afecta gravemente la población, causando un importante aumento de morbimortalidad. Existen pocos datos epidemiológicos en adolescencia. En el “Plan de intervención con adolescentes que viven relaciones afectivas-sexuales abusivas del 2015” realizada por los servicios sociales de nuestra ciudad proponen la creación de guías de detección/actuación frente las VG. Objetivo: Inicialmente se realizó un estudio descriptivo para conocer el grado de conocimiento/sensibilidad de los/las profesionales en relación a la detección/actuación frente la VG en adolescentes atendidos en un centro urbano que da cobertura 48.000 habitantes. Posteriormente, se elaborará una guía para la detección/actuación frente VG para ofrecer una respuesta adecuada. Material y Métodos: Análisis descriptivo de una encuesta anónima sobre VG en adolescentes realizada ad hoc para este estudio, estructurada en 3 dimensiones: construcción social del amor (CSA), construcción social del género (CSG), valoración VG (VVG). Muestra: todos los/las profesionales de los estamentos del CAP con trato con pacientes de 15-18 años: personal sanitario (PS), personal administrativos (PA), trabajo social (TS), resto profesionales (RP). Resultados: N=59 (78,6%del total profesionales). Para garantizar la confidencialidad no se registró edad ni sexo. Estamento profesionales: PS (62,7%), PA (18,6%), TS (3,4%), RP (15,3%). Años ejercicio (media):12,9(DS: 8,36).Rango:2-39 El 61,8% del personal cree que las VG causan más morbimortalidad que la muerte súbita recuperable con RCP, por lo contrario el 82,5% ha recibido >1 formación en RCP y únicamente el 19% ha recibido >1 formación en VG (27,6% ha asistido a 1). Respuestas correctas dimensión CSA (media): PS: 11,2(DS: 2,90), PA: 12,3(DS: 2,70), TS: 15(DS: 1,41), RP: 8,22(DS: 4.65). Análisis entre medias (ANOVA) de TS/RP (p=0.008). Respuestas correctas dimensión CSG (media): PS: 15,8(DS: 2,31), PA: 13,5(DS: 2,11), TS: 18(DS: 1,41), RP: 13,5(DS: 3.28). Todas las diferencias de puntuación entre grupos (ANOVA) estadísticamente significativas (p=0.005). Respuestas correctas dimensión VVG(media): PS:16,2(DS:2,90), PA:15(DS:2,75), TS:20(DS:0,70), RP:15,5(DS:2.78).Diferencias entre grupos (ANOVA)(p=0,085). Respuestas correctas según nº formaciones VG (media): 0 formaciones: 44,74, 1formación:45,56, >1formación:51,73. El 96,6% querría recibir formación en detección/actuación frente VG. Conclusiones: La encuesta realizada entre profesionales del CAP sobre el conocimiento/sensibilidad en relación a las VG en adolescentes, muestra buenos resultados globales, siendo Profesionales TS los que puntúan mejor, seguidos de PS y PA. Los/las profesionales del centro quieren recibir formaciones para la detección/actuación frente a las VG. Precisamos elaborar una guía de actuación transversal (socio-sanitaria, legal y comunitaria) para poder responder adecuadamente a las VG en adolescentes.

ADOLESCENTE PLURIPATOLÓGICO: UNA LLAMADA DE SOCORRO

Acebes Puertas, R; Sanz Fernández, M; Fierro Urturi, AM.

Centro de Salud Pisuerga (Valladolid)

Introducción: El adolescente con patología orgánica y social es un reto para el médico al poder derivar en intento autolítico.2. CASO CLÍNICO: Anamnesis Paciente de 13 años pluripatológico: • Familia desestructurada: padre alcohólico encarcelado por violencia de género. • Víctima de acoso escolar. • Patología psiquiátrica: bulimia y depresión moderada-grave con intento autolítico. • Sobrepeso. Acude a urgencias con incoordinación motora, inestabilidad, lenguaje lento y escasa reacción a estímulos. Exploración física SNC: Glasgow 13 (O3, V4, M6). Somnoliento, con apertura ocular al dolor, obedece lentamente órdenes. Orientado. Habla lentamente. Pares craneales N. Ataxia. Nistagmo (-). ROT presentes. Fuerza y sensibilidad de extremidades conservada. Resto de exploración por aparatos N. Exploraciones complementarias Analítica sanguínea: gasometría venosa (N), iones (N), etanol en plasma (N). Tóxicos en orina: Benzodiacepinas (+). TAC craneal y EEG N. Diagnóstico: Diagnóstico diferencial: 1. Convulsión previa. Estado post-crítico. 2. Infección del SNC. 3. Disfunción del SNC: intoxicación 4. Lesión intracraneal: traumatismo, lesión ocupante de espacio Tratamiento de soporte con mantenimiento de vía aérea permeable y ventilación adecuada. Flumazenil no necesario si vía aérea permeable, ventilación adecuada y estabilidad hemodinámica. Monitorización cardio-respiratoria continúa incluyendo capnografía (dg. precoz de hipoventilación): posible depresión respiratoria. Evolución Recuperación completa en 1 hora. Se realiza intervención social y sanitaria diversa: Se programan visitas supervisadas con el progenitor. Nueva adopción de medidas de supervisión en el centro escolar. Se programa cambio de centro para el nuevo curso escolar. Controles cada 15 días en A.P. donde se sigue un control dietético y se valora emocionalmente al paciente. Valoración mensual por Psiquiatría Infantil: – Psicoterapia para tto depresión y bulimia – Antidepresivos orales: Fluoxetina 15mg/d (al no existir respuesta a terapia psicológica tras 4 sesiones y depresión severa). Discusión: En la actualidad la patología social en el adolescente es tanto o más importante que la orgánica y el médico debe aprender a reconocerla y tratarla.

¿ARTE O SALUD? LAS PRÁCTICAS ARTÍSTICAS PARA LA PROMOCIÓN DE LA SALUD COMUNITARIA

García Martin, R.; Siles Moriana, S.; Álvarez Sánchez, B.; Rosa Lorenzo, C.; Nieto Ocaña, E.

CMS Villaverde Madrid

Introducción: -Se detecta la necesidad de trabajar contenidos relacionados con la salud, con niños/niñas y adolescentes que participan en campamento urbano de Secretariado Gitano durante el mes de Julio de 2017. Se diseñan talleres en los que se conjuga el arte y la salud para buscar nuevas metodologías de trabajo. Objetivos: -Trabajar hábitos saludables para la mejora de su salud integral. -Sensibilizar a sus familias sobre la necesidad de que sus hijos/as tengan hábitos de vida saludables. Material y métodos: -Diversos materiales utilizados desde cajas, papel, cartón, pegamento,etc hasta azúcar, materiales audiovisuales , música para el baile, push up, gomas elásticas,etc. -Metodología participativa, reflexiva y basada en las artes. -Recursos humanos: monitoras, monitor de baile, jóvenes del barrio que hacen calistenia, becaria de Arte y médica y enfermera de Centro de Prevención y Promoción de la salud. Resultados: -La mayoría de los niños y niñas mejoraron sus hábitos relacionados con la alimentación, el ejercicio. -Se establecieron normas y límites para la convivencia durante las actividades que en su mayor parte respetaron. -Construcción de un espacio común de trabajo entre las entidades involucradas en el diseño del proyecto. Conclusiones: -El uso de nuevas metodologías a través de prácticas artísticas ha fomentado la participación de la población diana de los talleres y de los/as profesionales implicados en el proyecto. -Ha impulsado el desarrollo de la conciencia crítica en torno a los hábitos saludables.

LAS HERIDAS TORACO-ABDOMINALES PENETRANTES POR OBJETO PUNZO-CORTANTE (ARMA BLANCA). CONSIDERACIONES TENIENDO EN CUENTA EL INCREMENTO DE LA VIOLENCIA EN LOS ADOLESCENTES CUBANOS

Martínez Villares, AR.

Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez. La Habana. Cuba.

Resumen: El cirujano pediátrico -intensivista, está habituado a tratar a lactantes y niños. Superar la barrera asistencial de los 15 años, ha planteado algunas dificultades que aumentan a medida que el paciente va creciendo, hasta llegar a los 18 años, edad pediátrica máxima, vigente en nuestro país. La atención a los adolescentes involucrados en actos de violencia y demás lesiones intencionales constituyen un reto al personal médico que debe realizarla, contando que la mayoría de estos pacientes son sujetos sanos antes del evento traumático y deben incorporarse lo antes posible y de la mejor manera a la vida social. El aumento de la violencia y la indisciplina social y las lesiones que desde la urgencia nos vemos obligados a enfrentar, hacen que debamos estar preparados para este tipo de eventos que antes no eran frecuentes en Pediatría. Pretendemos con este trabajo caracterizar los adolescentes con lesiones penetrantes toraco-abdominales que han necesitado atención quirúrgica y cuidados intensivos, en un periodo de 10 años en el Centro de referencia para el trauma Pediátrico, en La Habana. Cuba.

EL ADOLESCENTE LESIONADO GRAVE…. UN RETO AL CIRUJANO PEDIÁTRICO

Martínez Villares, AR.

Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez. La Habana. Cuba.

Resumen: El cirujano pediátrico está habituado a tratar a lactantes y niños, y superar la barrera asistencial de los 14 años planteo algunas dificultades que aumentan a medida que el paciente va cumpliendo años hasta llegar a los 18, edad pediátrica máxima, que existe en nuestro país, para las enfermedades agudas y crónicas. El fenómeno de la violencia es entendido como un proceso social que comprende las más variadas formas de agresión y que se caracteriza por tener un efecto multiplicador y expansivo que no solo afecta a las víctimas, sino a la sociedad en pleno. Un aspecto que se observa con creciente preocupación es la violencia (asaltos, robos a mano armada, atentados contra la propiedad, peleas, homicidios y suicidios), y que es un problema que requiere de una adecuada y urgente atención por parte de padres, maestros y todos los que trabajamos con estas edades para sembrar una cultura duradera y prevenir la violencia. La atención a los adolescentes involucrados en accidentes de tránsito y demás lesiones intencionales o no, que pueden aparecer en este grupo etario constituyen un reto al personal médico que debe realizarla, contando que la mayoría de estos pacientes son sujetos sanos antes del evento traumático y deben incorporarse lo antes posible y de la mejor manera a la vida social. Ponemos a su disposición una revisión de las principales lesiones graves en adolescentes, que han sido diagnosticadas y tratadas en los últimos 10 años en el Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez, Centro de referencia para la atención al paciente politraumatizado, y que por su magnitud han necesitado Cuidados Intensivos.

ÚLCERA DE LIPSCHÜTZ: UNA CAUSA INFRADIAGNOSTICADA DE ÚLCERAS GENITALES EN ADOLESCENTES

Aboza García, MR.; Pareja Bosh, A.; Martín Blázquez, JL.

H. Virgen del Rocío Sevilla

Introducción: La úlcera de Lipschütz es una entidad descrita a comienzos del siglo pasado consistente en la aparición de úlceras agudas vulvares en adolescentes mujeres de causa no venérea y en la que no se puede encontrar tampoco una causa no venérea claramente identificable. Es por tanto un diagnóstico de exclusión. Es una entidad con una incidencia baja y por tanto poco conocida, causa de que pueda ser una patología infradiagnosticada en el adolescente en edad pediátrica. Caso Clínico: Mujer de 11 años que acude al servicio de urgencia por aparición aguda una úlcera genital que inicialmente producía prurito y que en la actualidad produce dolor. Presenta previo a la aparición de la úlcera cuadro de fiebre de hasta 39,5ºC, cefalea y odinofagia. La paciente niega relaciones sexuales previas. No ha presentado menarquia. No aftas en otras localizaciones ni clínica sistémica recurrente. A la exploración se objetiva faringe hiperémica con exudado amigdalar izquierdo adenopatías laterocervicales rodaderas de mediano tamaño e inguinales bilaterales. Úlcera única en el lado izquierdo de la horquilla posterior de los labios menores, con fibrina y escaso edema circundante. Se realizó analítica general con transaminasas, PCR y VSG. Se realiza sedimento de orina, frotis faríngeo y de la lesión genital y serología para VIH, lúes, VEB, CMV, VHS tipo 1 y 2 no aportando una etiología evidente. Se trató con antiinflamatorios orales y tópicos con evolución hacia la resolución completa en 2 semanas sin dejar cicatriz. Discusión: El diagnóstico de este tipo de úlcera es fundamentalmente clínico y de exclusión ya que es necesario descartar la etiología infecciosa de la misma o que esté relacionada con una enfermedad sistémica (Enfermedad de Behçet, enfermedad de Crohn…) Aunque se ha relacionado con la primoinfección por VEB en nuestro caso no se ha podido identificar un patógeno con el que relacionarlo, lo que es habitual en los casos descritos en la bibliografía. Dada la baja incidencia es necesario un alto grado de sospecha para no infradiagnosticar esta patología.

SÍNDROME DE SECRECIÓN URETRAL EN UN ADOLESCENTE

Simões, AS.; Fernandes, C.; Luz, A; Moleiro, P.

H. Santo André, Leiria Coimbra Portugal

Introducción y objetivos: Los adolescentes sexualmente activos tienen un mayor riesgo de adquirir una infección de transmisión sexual (ITS) por la combinación de factores conductuales, biológicos y culturales. Describimos un caso clínico de una infección por Neisseria gonorrhoeae en un adolescente. Caso clínico: Adolescente de 17 años, sexualmente activo, observado en un Servicio de Urgencia Pediátrica por prurito peneano, disuria y secreción uretral amarilla, con una semana de evolución. Sin fiebre, úlceras o vesículas anogenitales. A la observación fue objetivada secreción uretral amarilla, espesa y sin olor característico. Se estableció una terapia empírica con cefixime 400mg per (po), azitromicina 1g po y metronidazol 2g po, dosis única. De la investigación complementaria realizada se destaca el examen bacteriológico y la amplificación de ácidos nucleicos (NAAT) del exudado anogenital positivo para Neisseria gonorrhoeae. Serologías para el VIH, VHC, VHB y VDRL negativas. En D7 post-tratamiento, se mantuvo sin relaciones sexuales y con persistencia de la disuria, habiendo sido realizada prueba de cura que fue positiva para N. gonorrhoeae. Hizo azitromicina 1mg PO y ceftriaxona 250 mg IM, dosis única, con control de curación posterior negativo. Mantuvo seguimiento en consulta con enfoque en la educación sexual y control serológico de las restantes ITS. Discusión: La infección gonocócica es la segunda ITS más documentada a nivel mundial, con un aumento reciente del 5,2% en adolescentes de 15 a 19 años. Su identificación y tratamiento tempranos reducen la transmisión en la comunidad. La resistencia de las ITS, en particular la gonorrea, a los antibióticos, ha aumentado rápidamente. Se han descrito resistencias a las cefalosporinas de tercera generación, como el cefixime. El fallo terapeútico, debe ser considerado cuando hay persistencia de síntomas y una prueba de curación positiva, habiendo las relaciones sexuales sido suspensas, como en el caso clínico anteriormente mencionado.

ENTEROCOLITIS INDUCIDA POR PROTEÍNAS ALIMENTARIAS: UNA PATOLOGÍA TAMBIÉN PRESENTE EN ADOLESCENTES

Pérez España, A.; Bellón Alonso, S.; Gallardo Padilla, P.; Bracamonte Bermejo, T.; Echeverría Zudaire, LA.

H. Clínico. U. Valladolid

Introducción: La enterocolitis inducida por proteínas alimentarias, conocida como FPIES (Food Protein-Induced Enterocolitis Syndrome), es un tipo de hipersensibilidad alimentaria no IgE mediada, poco conocido, que afecta principalmente a lactantes y escolares, persistiendo en algunos casos durante la adolescencia. Cursa con vómitos profusos y diarrea, con afectación del estado general, pudiendo desembocar en shock. La leche es el alimento más frecuentemente implicado ganando cada vez más importancia el pescado. El diagnóstico suele retrasarse debido a la ausencia de síntomas clásicos de alergia IgE. No existen biomarcadores diagnósticos específicos, por lo que la provocación oral con el alimento implicado es el gold estándar aunque ésta puede evitarse cuando hay antecedente de cuadros graves o reiterados e historia clínica compatible. El tratamiento, basado en fluidoterapia endovenosa, debe ser precoz. Material y Métodos: Estudio descriptivo de los pacientes diagnosticados de FPIES en nuestro hospital del 2000 al 2017. Describimos porcentaje de pacientes adolescentes, alimentos implicados, pruebas diagnósticas realizadas y tolerancia actual a dichos alimentos. Resultados: De los 30 pacientes diagnosticados de FPIES, 5 (16,7%) han superado actualmente la enfermedad. Entre los 25 pacientes restantes (83,3%), 4 (16%) son adolescentes. La proporción de varones/mujeres es 3:1. El pescado ha sido el alimento implicado en 3 de ellos (75%); el caso restante se trata de un FPIES por gluten (25%). Todos presentaron pruebas cutáneas e IgE específica en suero negativas. Se realizó prueba de provocación oral con resultado positivo en 4 de ellos, presentando vómitos repetidos, palidez cutánea y decaimiento intenso y en uno de ellos, además, diarrea. La clínica se resolvió en las siguientes 24 horas. Conclusiones: El FPIES precisa de un diagnóstico precoz para evitar cuadros potencialmente graves. A diferencia del FPIES inducido por proteínas de leche de vaca, en el FPIES por pescado la adquisición de tolerancia suele ser más tardía persistiendo hasta la adolescencia o edad adulta, como se presenta en nuestra serie. Incidir en el conocimiento de la enfermedad de los adolescentes y en la evitación de trasgresiones dietéticas resulta imprescindible dado el grado de autonomía que éstos alcanzan en esta etapa de su vida.

TRASTORNO DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA CON BASE ORGÁNICA

Amaya Lautz, A.; Valero Flores, N.; Violadé Guerrero, F.

H. Virgen del Rocío Sevilla

Introducción: Los trastornos de la conducta alimentaria son relativamente frecuentes en la adolescencia, pero ante la sospecha de uno de ellos con afectación nutricional significativa, no podemos conformarnos y debemos descartar patología orgánica subyacente. Caso clínico: Anamnesis: Niña de 12 años que ingresa por desnutrición grave y sospecha de TCA. Refiere inapetencia de 5 meses de evolución con pérdida de peso de 10 kilogramos. Refiere menor apetito, cefalea frontal y dolor abdominal periumbilical de tipo cólico que cede sin analgesia y tras evacuación fecal. No despertares ni sudoración nocturna. No fiebre. No exantemas, no artralgias/artritis. Alterna heces formadas con heces blandas, no voluminosas, no dolorosas y sin productos patológicos. Es valorada y seguida por Salud Mental. Refiere que deja de comer por saciedad. No claro rechazo de la imagen corporal. Los familiares refieren disminución del apetito de forma gradual, sin acontecimiento desencadenante. No refieren astenia, sí conducta más ansiosa. Exploración: Ligera palidez cutánea, no de mucosas. Escaso panículo adiposo. No adenopatías. ACP: normal. Abdomen blando y depresible, no doloroso a la palpación profunda, ruidos intestinales presentes. Peso: 34 kg (P14). Talla: 157.5 cm (P83). IMC: 13.71 kg/m2 (P4). Índice de Waterlow (peso): 66.86%. Índice de Waterlow (talla): 103.78%. Índice Nutricional (Shukla): 72.48%. Pruebas complementarias: Hemograma: Trombocitosis (616x10e9/mm3). Serie roja y blanca normales. PCR: 41,9 mg/L. VSG 25 mm/h. Proteinograma: Albúmina 2,9 g/dl. Prealbúmina 12,3 mg/dl. Inmunoglobulinas normales. Calprotectina: >2100 mcg/g. Sangre oculta: Positiva. Resto de pruebas complementarias normales. Evolución: Ante los resultados de las pruebas complementarias iniciales sugerentes de patología orgánica, se realiza gastrocolonoscopia con resultados compatibles con enfermedad inflamatoria intestinal. Se inicia inducción a la remisión con nutrición enteral exclusiva, adecuadamente tolerada por vía oral y con ganancia ponderal durante el ingreso. Se acuerda alta domiciliaria y control ambulatorio, pendiente de iniciar tratamiento de mantenimiento. Diagnóstico: Enfermedad Inflamatoria Intestinal (confirmada posteriormente por histología). Discusión: El interés de este caso es que la paciente se ingresó por la desnutrición que presentaba por un supuesto TCA, no por una sospecha inicial de patología orgánica.

SÍNCOPE EN ADOLESCENTE CON SÍNDROME QT LARGO CONGÉNITO, LA COMPLEJIDAD DEL DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

Galiano Ávila, C.; Portillo Márquez, M.; Real Terrón, R.

Hospital de Mérida

Introducción: El síncope en la adolescencia es una patología importante por su frecuencia (hasta un 50% ha presentado al menos un episodio) y su dificultad a veces para llegar a un diagnóstico claro. La mayoría son de etiología benigna, siendo el más frecuente el síncope vasovagal (85% de ellos) ocasionado por hipoxia cerebral secundario a los cambios posturales o la bipedestación prolongada. En algunos casos la sintomatología es similar a la epilepsia, de ahí la importancia del diagnóstico diferencial. Caso clínico: Niña de 13 años con antecedente personal de síndrome QT largo congénito tipo 1 en tratamiento con nadolol (40 mg en toma única matutina) que inicia cuadros repetidos (un episodio al mes) de cefalea, mareo y palidez facial seguidos de pérdida brusca de tono y conocimiento junto con una somnolencia posterior muy prolongada, logrando la recuperación completa a las 2 horas del inicio del cuadro. En algunos episodios presenta clónias de miembros. Se realiza estudio cardiológico completo normal en repetidas ocasiones, así como electroencefalograma de vigilia normal. Dado sus antecedentes se coloca un Holter implantable, sin registrar arritmias ni otras anomalías del ritmo cardiaco, con frecuencias cardiacas normales durante los episodios. Ante la dificultad de descartar completamente una epilepsia se solicitó video-electroencefalograma (aún pendiente de realizar). En este punto, y tras excluir la posible causa cardiogénica, se realizó el test de mesa basculante, que resultó positivo a los 15 minutos con caída de presión arterial (vasopresor puro) sin modificaciones significativas de la frecuencia cardiaca. Discusión: En nuestro caso presentamos una niña con un síndrome QT largo congénito con síncopes de repetición por lo que lo más importante, dado su pronóstico vital y tratamiento, era descartar la causa cardiogénica (síncopes secundarios a arritmias cardiacas). La clínica con características también compatible con una epilepsia y atípica para un síncope vasovagal por la prolongada recuperación posterior dificultaron el diagnóstico diferencial. En base a los estudios complementarios fue diagnosticada de hipotensión ortostática y síncope vasovagal. Se decidió pautar la dosis de betabloqueante en dos tomas diarias y se aconsejaron medidas de prevención ante ortostatismo, sin nuevos episodios.

PROGRAMA DE TRANSICIÓN DESDE NEFROLOGÍA PEDIÁTRICA A LA MEDICINA DEL ADULTO: “CONDUCE TU SALUD”

Vicente Calderón, C.; Martínez Jimenez, V.; Piñero Fernández, JA.; Sánchez Sauco, MF.; Grupo de transición (Saura Luján IM.; de los Reyes García Terres J.; Luján Villaseca R.; Gambín Caja I.; Rodriguez EM.

Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia.

Introducción: El paso del paciente pediátrico a un servicio de adultos no está bien organizado y en la mayoría de los hospitales es un simple traslado de expediente. Además sucede en una etapa crítica como es la adolescencia. Objetivo: Presentar el diseño del programa de transición de Nefrología: “Conduce tu salud” elaborado en un hospital de tercer nivel, resaltando la importancia del abordaje multidisciplinar y los cuestionarios utilizados incluyendo los aspectos psicosociales y ambientales. Material y Métodos: Los pacientes incluidos son adolescentes seguidos en la consulta de nefrología pediátrica y comienzan a partir de los 15-16 años. Se realiza valoración médica conjunta (nefrólogo pediatra y de adultos), se utiliza un cuestionario (conduce tu salud) que tiene tres versiones evolutivas (bicicleta, moto y coche). Realizamos valoración psicosocial y medioambiental (hábitos tóxicos, salud sexual, redes sociales). El proceso de transición finaliza tras haber alcanzado el último nivel evolutivo y el equipo interprete que el paciente está preparado para el cambio. Resultados: Han iniciado el programa de transición 45 pacientes. La edad media de inclusión ha sido de 16 años. La mayoría tienen buen conocimiento de su enfermedad pero poca autonomía y autocuidado. El 85% utilizan un red social, hemos detectado un 20% de problemas psicosociales (“cutting”, alcoholismo familiar, baja autoestima…). En el último año un 20% ha fumado, un 70% ha tomado alcohol y un 10% marihuana. Conclusiones: El programa”conduce tu salud” establece un proceso planificado, coordinado y multidisciplinar que se realiza de forma individualizada, progresiva y consensuada con el paciente, la familia y el equipo médico. Este permite una adecuada transferencia de una unidad pediátrica a una de adultos. Los diferentes cuestionarios permiten evaluar la madurez del paciente y abordar diferentes esferas que pueden afectar a su enfermedad.

ANAFILAXIA INDUCIDA POR EJERCICIO: ¿POR QUÉ ES MÁS FRECUENTE EN LA ADOLESCENCIA?

Pérez España, A.; Marcos Temprano, M.; Gacimartín Valle, P.; Carranza Ferrer, J.; Justo Vaquero, P.

H.C.U. Valladolid

Introducción: El incremento gradual de prácticas deportivas conforme avanzan las etapas del desarrollo junto con la alta prevalencia de la patología alérgica, ha supuesto la aparición de síndromes de trasfondo alérgico, que sólo se manifiestan con el ejercicio. Destaca la anafilaxia inducida por ejercicio (AIE), cuyo único factor físico desencadenante es el ejercicio pero existen cofactores que aumentan la reactividad a un determinado alérgeno alimentario actuando como inductores de la anafilaxia. Entre estos cofactores encontramos fármacos (AINES), alcohol, menstruación o estrés emocional. Caso clínico: Varón de 12 años con antecedente de asma y urticaria inducida por ejercicio y SAO con leguminosas. Dieta de exclusión de frutos secos y legumbres. Pruebas cutáneas previas positivas para lenteja, guisante y cacahuete, negativas para resto de legumbres, frutos secos y soja. En el último año presentó dos episodios consistentes en hiperemia conjuntival, rash facial, angioedema labial y palpebral, abdominalgia, nauseas, disnea, opresión torácica y mareo, que iniciaron media hora después de comenzar a montar en bici, tras una hora de ingerir salsa de soja. Precisó adrenalina intramuscular, corticoide y antihistamínico sistémico y salbutamol inhalado. Un año antes había sufrido dos episodios de idénticas características tras ingesta de chocolate con trazas de frutos de cáscara y coincidiendo con realización de ejercicio. En ninguno de los casos utilizó el autoinyector de adrenalina a pesar de estar instruído en su uso. Triptasa sérica: 7ug/l. Espirometría basal normal. Prick positivo a guisante, lenteja, garbanzo, cacahuete, judía blanca y soja. IgE total 89kU/l. Guisante 44.2UI/ml, lenteja 43.6UI/ml, garbanzo 44.3UI/ml, cacahuete 11.2UI/ml, soja 9.85UI/ml, avellana 1.1UI/ml, judía blanca 0.66UI/ml. Se indicó evitación de leguminosas y realización de ejercicio 4-6 horas tras la ingesta. Discusión: Las características socio-emocionales así como el incremento en la ingesta de alcohol o AINES y la práctica de deportes entre los adolescentes, facilitan el desencadenamiento de anafilaxia en pacientes predispuestos. Para evitar cuadros potencialmente graves es imprescindible incidir en la identificación y en la evitación de los alimentos y cofactores implicados y sobretodo en la educación sobre el uso del autoinyector de adrenalina.

PÉRDIDA DE PESO Y VÓMITOS, ¿TRASTORNO DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA?

Gómez-Carpintero García, A.; Ceñal González-Fierro, MJ.; Gómez de Pablos Romero, M.; Román Gómez, M.; Bermejo Gómez, A.

Hospital Universitario de Móstoles

Introducción: Los vómitos son un motivo de consulta frecuente e incluyen un diagnóstico diferencial muy amplio desde alteraciones digestivas a trastornos neurológicos, endocrinos, psicógenos, etc. Una causa grave es la presencia de hipertensión intracraneal. Caso clínico: Niña de 11 años que acude a Urgencias tras realizar 8 vómitos de contenido alimenticio, en horas. Lleva 3 meses realizando vómitos diarios (sin patrón claro y sin ocultarlos), se acompañan de dolor abdominal, que empeora con la ingesta y mejora con la deposición (no cambios con el omeprazol). No pirosis. Ha perdido 7 kilos durante este tiempo, ha disminuido la ingesta por miedo a vomitar. Cefalea ocasional. Presenta exploración física normal. Se realiza analítica completa, tránsito gastroesofágico, ecografía abdominal, fondo de ojo, ACTH, cortisol, perfil tiroideo, FSH y LH, estando todas las pruebas dentro de la normalidad. Se realiza interconsulta a psiquiatría para descartar trastorno de la conducta. Durante el ingreso realiza un vómito (asociado a la realización del tránsito). Ante la duda, se solicita una resonancia craneal, en la que se observa una tumoración infratentorial sólido-quística de 5cm en vérmix cerebeloso (compatible con astrocitoma pilocítico) con hidrocefalia triventricular y edema transependimario. Se traslada a neurocirugía. Discusión: Siempre se debe descartar una causa orgánica antes de diagnosticar un trastorno de la conducta alimentaria. Los tumores primarios del sistema nervioso central (SNC) representan el segundo tipo de cáncer más frecuente en niños (el primero si hablamos de tumores sólidos), sólo por debajo de las leucemias. La mortalidad se aproxima al 30%, siendo los tumores infantiles con más morbimortalidad. Los astrocitomas representan el 40% de los tumores del SNC en niños, siendo la variedad más frecuente el pilocítico, típicamente localizado en cerebelo. El diagnóstico de realiza mediante la resonancia magnética donde se observa un nódulo en el interior de una masa quística. La clínica se suele presentar como 3-6 meses de ataxia de extremidades (a diferencia del meduloblastoma que da ataxia troncal) asociado a síntomas de hipertensión intracraneal. El abordaje terapéutico de estos tumores es multimodal, siendo la cirugía con resección completa de elección.

RINORREA Y PROPTOSIS OCULAR EN ADOLESCENTE CON ANTECEDENTE DE LEUCEMIA AGUDA BIFENOTÍPICA

Gil Cardona R.; Lebrón Martín J.; Llempén López M.

H. U. Virgen del Rocío Sevilla

Introducción: Dentro de la población pediátrica y adolescente, el cáncer cobra una relevancia excepcional al ser la primera causa de muerte por enfermedad. A pesar de las altas tasas de curación, la vigilancia debe mantenerse, ya que puede reaparecer de forma totalmente inesperada. Caso clínico: Paciente de 13 años que presenta rinorrea clara persistente y obstrucción nasal, así como dos episodios de epistaxis autolimitados coincidiendo con realización de piercing en el septo nasal. Tras aproximadamente dos semanas, sus familiares perciben proptosis de ojo derecho. No refieren fiebre, pérdida de peso, sudoración ni dolor óseo. Sí cefalea ocasional, autolimitada. Como antecedentes personales, la paciente sufrió una leucemia aguda bifenotípica a los 6 años de edad que requirió trasplante de progenitores hematopoyéticos de sangre de cordón umbilical no emparentado, en resolución en el momento de la consulta. Exploración: proptosis de globo ocular derecho con desviación del mismo hacia región temporal, edema palpebral inferior y leve limitación de la elevación de la mirada. El fondo de ojo es normal y en la rinoscopia se objetiva una masa en fosa nasal derecha a 0,5-1 cm de la narina. Pruebas complementarias: Hemograma y bioquímica normales salvo discreta elevación del ácido úrico. LDH, VSG, PCR y ferritina en rango. Frotis de sangre periférica: sin hallazgos. Pruebas de imagen: se llevan a cabo TC y RM craneal, objetivándose masa con epicentro en fosa nasal derecha con remodelación y destrucción ósea que se extiende a órbita derecha y presenta componente intracraneal (diámetro aproximado de 7×3.8×4 cm). El PET no muestra indicios de enfermedad diseminada. Aspirado de médula ósea: no se objetivan linfoblastos B patológicos ni otras alteraciones mieloides. Anatomía patológica: marcadores compatibles con neuroblastoma olfatorio. Discusión: El neuroblastoma olfatorio o estesioneuroblastoma es un tumor maligno raro que se origina en el bulbo olfatorio. A diferencia de la población adulta, los muy anecdóticos casos entre niños y adolescentes presenta un buen pronóstico con excelente respuesta a tratamiento combinado con cirugía y quimioterapia.

PATOLOGÍA ÓSEA EN EL ADOLESCENTE. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

Iglesias Barroso, M.; Díaz Fernández, F.; Martín Talavera, M.; Jiménez Cabeza, S.; Martínez Fernández, M.

H.I. Virgen del Rocío

Introducción: Las infecciones óseas tienen una incidencia de 4-10/100.000 niños. Aunque esta patología presenta un pico en la primera década (la mayoría de los casos en menores de 3 años), debemos sospecharla ante clínica sugerente en pacientes adolescentes. A continuación abordamos el diagnóstico diferencial entre la patología ósea infecciosa y la tumoral a propósito de un caso. p Paciente de 11 años con síndrome de Williams-Beuren que acude a urgencias por impotencia funcional de miembro inferior izquierdo tras caer de una escalera. Como antecedentes personales destacan otitis media supurativa en semana previa a episodio actual, linfoma de Burkitt abdominal en remisión y estenosis valvular pulmonar sin repercusión hemodinámica. A la exploración se aprecia inflamación y eritema en maléolo tibial y tercio distal de tibia. Se realiza radiografía de miembro afecto en la que no se visualizan hallazgos patológicos. Tras tres semanas con férula suropédica y tratamiento con AINES se reevalúa al paciente que presenta marcada inflamación de partes blandas. Se solicitan nuevas pruebas de imagen (Rx y TAC) en las que se observa patrón apolillado con destrucción de la cortical y se extrae analítica (recuento y formula leucocitaria normal PCR 7,1 mg/ dl). Ante los hallazgos en las pruebas complementarias y teniendo en cuenta los antecedentes del paciente se plantea diagnóstico diferencial entre sarcoma de Ewing, osteomielitis, granuloma eosinófilo y osteosarcoma y se decide ingreso para estudio. Durante su estancia en planta se realiza seguimiento multidisciplinar (infectólogos, traumatólogos y oncólogos) y se administra antibioterapia intravenosa empírica. Se realiza RMN que no es concluyente, gram de punción ósea en el que no se observan gérmenes y finalmente biopsia ósea que muestra alteraciones histológicas atribuibles a osteomielitis. Tras tres semanas de antibioterapia intravenosa con cloxacilina se completa tratamiento por vía oral y se decide limpieza quirúrgica de la zona. Evolución posterior favorable, logrando bipedestación y deambulación a los tres meses de la intervención. Discusión: Las infecciones osteoarticulares son difíciles de reconocer en fases precoces en especial cuando el paciente se encuentra afebril o presenta clínica insidiosa. Una historia clínica detallada es fundamental para establecer la sospecha diagnostica. Ante la misma, debemos iniciar antibioterapia intravenosa empírica de forma precoz. La radiología nos ayuda a realizar el diagnóstico diferencial con la patología tumoral, aunque no siempre es concluyente. En estas ocasiones se requiere la realización de biopsia para llegar al diagnóstico.

 

 

 

 

Forma Joven. Sexualidad y relaciones igualitarias


 

Forma Joven. Sexualidad y relaciones igualitarias

M.C. Guisado Rasco
Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud Mercedes Navarro. Distrito Sanitario de AP de Sevilla. J. Gil Castellano. Enfermera de Familia. Centro de Salud Mercedes Navarro. Distrito Sanitario de AP de Sevilla.

 

Adolescere 2018; VI (2): 78.e7-78.e10

 

Resumen

Dentro de los problemas prioritarios de salud en la adolescencia estamos observando un incremento de los relacionados con las relaciones sexuales debido al cambio en la conducta sexual de éstos, con un modelo de sexualidad más abierta y con inicio de relaciones coitales más precoces. Los problemas más prevalentes son los embarazos no deseados, el incremento de las interrupciones voluntarias de embarazo, el uso inadecuado de la anticoncepción de urgencia, el bajo uso de métodos preventivos eficaces (como el preservativo) y las infecciones de transmisión sexual. Los centros de Educación Secundaria son las instituciones educativas creadas específicamente para procurar el desarrollo intelectual, afectivo y social de los adolescentes. Se convierten, por ello, en espacio idóneo para la intervención promotora y preventiva de la salud en los adolescentes.

Palabras clave: Adolescencia; Planificación familiar; Violencia género.

Abstract

Amongst the priority of health problems in adolescence, there is an increase of those related to sexual activity due to the change in sexual behavior of adolescents, who have a more open model of sexuality and with earlier beginning of coital relationships. The most prevalent problems are unwanted pregnancies, increased numbers of voluntary pregnancy interruptions, inadequate use of emergency contraception, low use of effective preventive methods (such as condoms) and sexually transmitted diseases. Secondary Education centers are educational institutions created specifically to procure the intellectual, emotional and social development of adolescents. They become, therefore, an ideal space for the promotion and preventive intervention of health in adolescents.

Adolescence; Family planning; Gender violence.

 

Introducción

FORMA JOVEN(1) (FJ) es una estrategia de salud dirigida a promover entornos y conductas saludables entre la gente joven de Andalucía (Figura 1). Los objetivos de dicho programa son:

FORMA JOVEN (FJ) es una estrategia de salud dirigida a promover entornos y conductas saludables entre la gente joven de Andalucía

  • Acercar la promoción de salud a los lugares que frecuentan habitualmente los adolescentes.
  • Dotar a los adolescentes de recursos y capacidades para afrontar los riesgos.
  • Incentivar la posibilidad de compatibilizar salud y diversión.
  • Favorecer la elección de las conductas más saludables.

Hoy, los problemas de salud de la población juvenil en Andalucía no son diferentes a los de otras comunidades autónomas y cualitativamente a los de los países desarrollados de nuestro entorno.

Los principios que definen las actuaciones de FJ son comunes a otros proyectos de promoción de salud:

1.- Respecto a los derechos individuales:

Fomentando la adopción de conductas saludables, pero siempre como una elección personal, sin discriminar a las personas que no adopten las conductas que se fomentan.

2.- Priorizar los problemas de mayor impacto:

Según el programa FJ son:

  • Estilos de vida saludable: cuyo objetivo es la promoción de la alimentación equilibrada, actividad física y seguridad en la conducción y el ocio (accidentalidad).
  • Área de sexualidad y relaciones afectivas: promocionando relaciones seguras, satisfactorias y en igualdad.
  • Área de socio-emocional: que contempla el desarrollo de competencias para favorecer el ajuste psicosocial en esta etapa.
  • Uso positivo de las tecnologías de la información y la comunicación (TICS).
  • Prevención del consumo de alcohol, tabaco y otras drogas.

3.- Acción intersectorial y coordinación:

El equipo de FJ lo forman sectores de salud, educación, bienestar social, tráfico, consumo, etc., además de asociaciones locales y la propia gente joven en el papel de mediadores/as.

Los centros de Educación Secundaria son las instituciones educativas creadas específicamente para procurar el desarrollo intelectual, afectivo y social de los adolescentes. Se convierten, por ello, en espacio idóneo para la intervención promotora y preventiva que caracteriza a FJ(1).

Dentro de los problemas prioritarios de salud en la adolescencia son los derivados de las relaciones sexuales los que van en aumento, debido al cambio en la conducta sexual de éstos, con un modelo de sexualidad más abierta y con inicio de relaciones coitales más precoces. Los problemas más prevalentes son los embarazos no deseados, el incremento de las interrupciones voluntarias de embarazo (IVE), el uso inadecuado de la anticoncepción de urgencia, el bajo uso de métodos preventivos eficaces (como el preservativo) y las infecciones de transmisión sexual (ITS). Pocos adolescentes consideran que es necesario prevenir las ITS. El uso tan extendido del preservativo no se debe tanto al miedo al VIH/Sida y a otras ITS, como al embarazo(2).

Los preservativos son el único método que previene tanto los embarazos no deseados como las ITS, incluida el VIH, por lo que son el método anticonceptivo de elección. El método de doble protección consiste en la utilización de preservativo por el hombre y de la píldora por la mujer y proporciona una eficacia muy elevada asociada a la protección de las ITS, siendo éstas un problema de salud pública mundial tanto por su morbilidad como por sus complicaciones y secuelas si no se realiza un diagnóstico y tratamiento precoz(3).

Por otro lado, vivimos en la era de las comunicaciones; el adolescente recibe múltiples informaciones desde distintos ámbitos y paradójicamente presenta grandes incógnitas, miedos, inseguridades y prejuicios(3). La información que los adolescentes poseen sobre sexualidad es insuficiente y en muchos casos equivocadas, asociándose con gran frecuencia a mitos y creencias existentes(4), dando lugar a conductas erróneas.

Vivimos en la era de las comunicaciones; el adolescente recibe múltiples informaciones desde distintos ámbitos y paradójicamente presenta grandes incógnitas, miedos, inseguridades y prejuicios

Otro aspecto preocupante en la adolescencia es la violencia de género y su prevención. Ésta empieza a aparecer desde que se establecen las primeras relaciones de pareja (la mayoría de ellas en la adolescencia), no siempre como comportamientos agresivos (más evidentes y detectables), sino como comportamientos que favorecen la desigualdad, el dominio y el abuso(5).

Hay jóvenes que consideran aceptable o normales circunstancias como “controlar los horarios de la pareja”, “control por la vestimenta”, “fiscalización a través de las nuevas tecnologías”, “impedir a la pareja que vea a su familia o amistades”, etc.

Es importante enseñar a los jóvenes a que aprendan a “distinguir los afectos tóxicos del verdadero amor”, porque la adolescencia es una etapa de la vida en la que se aprenden las pautas de interacción que luego se consolidan en la vida adulta y además a base de vivir y mantener una relación afectiva en la que hay violencia, aunque que sea de baja intensidad, ésta se normaliza, se banaliza y se convierte en algo habitual(5).

Por todo ello, la adolescencia es un momento adecuado para proporcionar una información veraz sobre la sexualidad(3) y facilitar una educación sexual adecuada en todos los niveles (familiar, educativo y sanitario) debe ser una prioridad.

Según la OMS, la SALUD SEXUAL se define como:

Un estado de bienestar físico, mental y social. Con una actitud positiva y respetuosa ante las relaciones sexuales. Para obtener el placer con seguridad (evitando las infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados), sin coacción, discriminación, ni violencia.

Las relaciones sexuales tienen sus propias REGLAS DE JUEGO, no todo vale:

Las relaciones sexuales tienen sus propias REGLAS DE JUEGO, no todo vale

  • Relaciones consentidas “No es no”.
  • El placer tiene que ser compartido.
  • Relación saludable, evitando las ITS y embarazos no deseados.
  • Lealtad: no tengo que contar lo que hago, con quién lo hago, dónde lo hago, grabar y publicar lo que hago….
  • Siempre en condiciones de igualdad.

Premisas legales

En la práctica diaria, los profesionales que trabajamos con adolescentes nos hemos visto enfrentados con aspectos éticos y legales involucrados en la atención. Como profesionales debemos tener presente los principios del derecho del paciente a la confidencialidad y a recibir una atención digna y de calidad(4).

Según el art. 183 del Código Penal, la edad del consentimiento sexual (edad por debajo de la cual el consentimiento prestado para tener relaciones sexuales no resulta válido a efectos legales) es a partir de los 16 años. Sin embargo, en el art. 183 quáter se especifica que “el consentimiento libre del menor de dieciséis años, excluirá la responsabilidad penal por los delitos previstos en este capítulo, cuando el autor sea una persona próxima al menor por edad y grado de desarrollo o madurez”(6).

La Ley Básica Reguladora de la Autonomía del Paciente establece la mayoría de edad médica en los 16 años y, además, reconoce a los menores de 16 años “maduros” (capaces de comprender y evaluar las consecuencias de un asunto determinado) el derecho a la asistencia sanitaria sin necesidad de autorización de sus representantes legales y la capacidad para prestar un consentimiento válido y eficaz(7).

Por todo lo comentado, y en el contexto de la celebración del XXIV Congreso de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA), nos planteamos organizar un taller para adolescentes al que llamamos “Desarrollo de la sexualidad en la adolescencia”. El taller lo impartimos en un instituto de enseñanza secundaria obligatoria (ESO) de nuestra área de referencia, dirigido a alumnos de 3º ESO (14-15 años) (Figura 2).

Para conocer las inquietudes y dudas de los adolescentes habilitamos unas urnas en las clases, unos días antes, para que los alumnos de forma anónima, depositen sus dudas y preguntas sobre los temas que posteriormente trataremos.

Estructuramos el taller en charlas de unos 20 minutos por parte de los ponentes y unos 10 minutos para resolver las dudas previamente planteadas por los alumnos.

Enviamos al instituto un documento informativo del taller (Figura 3) para los padres y madres de los alumnos, así como también realizamos carteles informativos (Figura 4).

Tablas y figuras

Figura 1. Programa de Forma Joven

Figura 2

Figura 3

TÍTULO DEL TALLER: DESARROLLO SEXUAL SANO EN EL ADOLESCENTE

LUGAR DE CELEBRACIÓN: I.E.S Pablo Picasso. Sevilla

DÍA CELEBRACIÓN: 1 DE Marzo de 2.018

CURSO: 3º DE EDUCACIÓN SECUNDARIA OBLIGATORIA

MODERADOR DEL TALLER:

Dra. M. Cinta Guisado Rasco

Doctora en Medicina por la Universidad de Sevilla. Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria en el Centro de Salud Mercedes Navarro del Distrito Sanitario de Atención Primaria de Sevilla.

PONENTES:

1.- Dra. Concepción Martínez Díaz de Argandoña. Doctora en Medicina por la
Universidad de Sevilla. Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria en el Centro de Infecciones de Transmisión Sexual de Sevilla.

2.- Dª Mª Carmen Rodríguez de Soto. Matrona Asistencial en el Distrito Sanitario de Atención Primaria de Sevilla. Presidente de la Asociación Andaluza de Matronas. Docente del Distrito Sanitario de Atención Primaria de Sevilla Centro en la realización de cursos para la Sensibilización y Formación en el Abordaje Sanitario del Maltrato contra las mujeres.

3.- Dª Josefina Gil Castellanos. Enfermera en el Centro de Salud Mercedes Navarro del Distrito Sanitario de Atención Primaria de Sevilla. Referente del Programa Forma Joven el Centro de Salud Mercedes Navarro.

OBJETIVOS:

En el contexto de la celebración del XIV Congreso de la Sociedad Española de
Medicina de la Adolescencia (SEMA) que se celebrará en Sevilla los días 2 y 3 de marzo 2.018 vamos a organizar este taller para adolescentes.

En este taller vamos a abordar temas, que creemos, pueden ser de interés para ellos, con el fin de conseguir que nuestros adolescentes tengan un desarrollo sexual saludable:

  • Programa de Forma Joven, ¿Qué es y cómo funciona?
  • Prevención, signos y síntomas del las infecciones de transmisión sexual (ITS) más prevalentes en la adolescencia. Cómo contactar con la consulta de ITS de Sevilla.
  • Violencia de género: “Amor verdadero o afectos tóxicos”. Sensibilización al
    Maltrato contra las mujeres adolescentes.

Figura 4

 

Bibliografía

1. Programa Forma Joven. Consejería de Salud Junta de Andalucía.

2. Quintana Pantaleón C. Sexualidad y anticoncepción en la adolescencia. Pediatr Integral 2013, XVII (3): 171-184.

3. Martínez Pérez R. Guía de Atención al adolescente. Grupo de estudio del adolescente. SAMFYC 2015.

4. Montero Vega, A. Anticoncepción en la adolescencia. [REV MED CLIN CONDES – 2011; 22(1): 59 – 67.

5. Guía para madres y padres con hijas adolescentes que sufren violencia de género. Instituto Andaluz de la mujer.

6. Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal. Publicado en BOE núm. 281 de 24 de Noviembre de 1995. Revisión vigente desde 28 de Octubre de 2015.

7. Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica. BOE núm. 274, de 15 de noviembre de 2002.

 

 

 
 


El amor y el desamor en la adolescencia


 

El amor y el desamor en la adolescencia

P. Horno Goicoechea.
Psicóloga y consultora en infancia, afectividad y protección. Palma de Mallorca.

 

Adolescere 2018; VI (2): 78.e1-78.e6

 

Resumen

El amor y el desamor son dos experiencias que determinan el desarrollo afectivo de las y los adolescentes. El amor puede ser considerado un vínculo afectivo positivo, que debe diferenciarse del apego, la intensidad emocional y la dependencia emocional. El desamor puede ser considerado como un duelo o como un vínculo afectivo destructivo. El artículo analiza los elementos clave de estas experiencias afectivas y desarrolla pautas educativas para los adultos que acompañen los procesos afectivos de las y los adolescentes.

Palabras clave: Vínculo; Relación de pareja; Adolescencia; Intimidad.

Abstract

Love and heartbreak are two experiences that determine the affective development of adolescents. Love can be considered a positive affective bond, which must be differentiated from attachment, emotional intensity and emotional dependence. Heartbreak can be considered a grief or a destructive affective bond. This article analyzes the key elements of these affective experiences and elaborates educational guidelines for adults that accompany the affective processes of adolescents.

Key words: Affective bond; Couple Relationship; Adolescence; Intimacy.

 

Introducción

Hablar del amor y el desamor en la adolescencia implica aceptar el reto inicial de definir a qué podemos llamar amor y a qué vivencia respondería esa palabra en la adolescencia. No es el propósito de esta ponencia revisar todas las definiciones que se han dado históricamente sobre el amor, pero sí es necesario destacar, desde la perspectiva de la psicología, algunos elementos clave de la vivencia amorosa.

A qué podemos llamar amor

El amor desde esta perspectiva vendría a ser lo que técnicamente llamamos un vínculo afectivo positivo. Una relación afectiva que se establece entre dos personas en la que se dan varios elementos clave: reciprocidad, apertura emocional, una inversión de tiempo y recursos personales, una intimidad compartida y un compromiso público. Un vínculo único en el que las dos personas se sienten elegidas, importantes para la otra persona y reconocidas.

Se puede llamar amor a un vínculo afectivo positivo

En este sentido es importante resaltar que cuando hablamos de vínculo afectivo, no estamos hablando sólo de apego. El apego es el vínculo afectivo que se establece con la primera figura de crianza y cuidado en el primer año de vida, aquel vínculo que garantiza la supervivencia del niño o niña y cuya calidad condiciona tanto su forma de aproximarse a nuevos vínculos, como la posibilidad de desarrollo pleno del niño o niña. Por lo tanto, en el apego, el vínculo está unido a la supervivencia, es una necesidad. Posteriormente a lo largo de todo su desarrollo, la persona irá generando nuevos vínculos afectivos con otras personas no ya sólo desde la necesidad, sino como una opción personal. El ser humano se construye desde un otro a través de una relación de apego creada por necesidad y a lo largo de su desarrollo se desapegará en una ganancia gradual de autonomía, para volver a construir otros vínculos como deseo y proyecto de vida, que incluirán ser figura de apego para los niños y niñas que decida criar.

Cuando hablamos de vínculo afectivo, no estamos hablando sólo de apego

Todas esas experiencias de relación vincular que la persona va acumulando, especialmente en su infancia y adolescencia, pero a lo largo de toda la vida, generararán un modelo vincular interno dentro de la persona, un esquema cognitivo sobre las relaciones que determinará su modo de verse a sí misma y ver a los demás. Pero el modelo vincular se construye partiendo de inputs variados, uno de ellos es la experiencia de apego, pero no es el único. Y cuanto más variado sea ese modelo, más adaptativo le resultará a la persona. Un modelo vincular muy rígido, dificulta a la persona contemplar modelos de relación diferentes y vivencias en las relaciones que no encajen en ese patrón de expectativas. Por lo tanto, es deseable que la persona tenga varios vínculos profundos a lo largo de su desarrollo, especialmente en su infancia, que le proporcionen apertura emocional.

Del mismo modo, desde la perspectiva del conocimiento técnico de la psicología del vínculo, es imprescindible distinguir entre la intensidad emocional y el vínculo. Un vínculo es una relación que se construye entre dos personas. No es la persona la que tiene un vínculo, sino que entre dos personas construyen una relación afectiva que cuando cumpla determinadas características, podremos llamar vincular. Por lo tanto, aunque una persona sienta enormemente, eso no garantiza que construya un vínculo si no existe la reciprocidad. Una persona no construye un vínculo con quien quiere, sino con quien quiere construirlo con ella. Por ello, el amor como vínculo afectivo positivo conlleva la reciprocidad.

Una persona no construye un vínculo con quien quiere, sino con quien quiere construirlo con ella. Por ello, el amor como vínculo afectivo positivo conlleva la reciprocidad

Del mismo modo, un vínculo afectivo positivo ha de ser integrado públicamente en la red afectiva de cada persona. Un elemento clave de los vínculos afectivos positivos es que ambas personas integran a la otra persona en su red afectiva. Pensemos en los padres cuando tienen un hijo, o en la pareja cuando se consolida, o en los amigos que acaban compartiendo tiempo con los otros amigos. Mantener escondido un vínculo debe valorarse como un indicador de vínculo destructivo. Los padres, cuando su hijo o hija nace con discapacidad, a menudo viven un duelo que les lleva a tardar en introducir al niño o niña en su red afectiva. Una pareja cuando se mantiene oculta, por muy intensa que sea la relación, acaba siendo destructiva. Incluso a nivel interno, los elementos constitutivos de la identidad de una persona, han de ser públicos para poder estar integrados emocionalmente dentro de la propia persona y en su entorno. Pensemos en las identidades sexuales minoritarias o en las enfermedades crónicas cuando se mantienen ocultas o en las historias de trauma severo en la infancia y cómo mantenerlas ocultas, incrementa el daño en el desarrollo de la persona, más allá de la propia vivencia traumática. Y el ejemplo más claro justamente se da en el maltrato, como ejemplo extremo de vínculo afectivo destructivo. El maltrato, cuando se da en el contexto de una relación afectiva, tiene un elemento clave de relación escondida, sobre la que se ha de mantener un grado de secreto, bajo el argumento de que no va a ser comprendida, la amenaza o el chantaje. La dimensión afectiva de la persona es esencial comprender que ha de ser pública, en el sentido no de hacer publicidad sobre ella, sino de integrarla emocionalmente en los espacios de intimidad, en la red afectiva de cada persona.

Un vínculo afectivo positivo ha de ser integrado públicamente en la red afectiva de
cada persona

Y en este sentido y de cara a la adolescencia es especialmente importante distinguir entre enamoramiento y amor, entre la emoción y el vínculo. Un adolescente puede estar muy enamorado de otra persona, pero nunca va a generar un vínculo con esa persona, si esa persona no quiere crearlo con él o con ella. Las vivencias emocionales pueden ser muy intensas, pero pueden quedar en el nivel del pensamiento, de la proyección, de la imaginación incluso. El amor sólo se da en un contexto relacional: existe un otro al que amar. Un otro u otra que en el caso del amor, le corresponde. Por el contrario, en el desamor no le corresponde o no lo hace como la persona desea que lo haga.

Por lo tanto, la profundidad del amor no lo define la intensidad de la vivencia emocional, sino el nivel de apertura emocional al otro, de conexión emocional con la otra persona, el calado y duración de las vivencias compartidas y el compromiso que se asume con su cuidado y supervivencia. El amor que siente una madre o un padre por sus hijos, o el que se siente en una pareja o el que se siente en una amistad, no es una vivencia que se pueda vivir en soledad, sino en el contexto de la relación.

Del mismo modo es importante diferenciar el amor del amor consciente. Se puede establecer un vínculo afectivo con otra persona y hacerlo de forma inconsciente. El amor consciente, implica una opción llevada al cuidado cotidiano, a la presencia consciente, al cuidado del otro y al dar valor a las vivencias compartidas. Implica un compromiso. Hay que “querer querer” a la otra persona por encima de las dificultades y del coste personal que suponga. De nuevo en la adolescencia, esta diferencia es importante, porque la consciencia en las relaciones afectivas es algo que se educa, se promueve y se adquiere conforme se va logrando la maduración personal, porque conlleva asumir el compromiso del cuidado del otro, y situarse en la relación desde la corresponsabilidad y la autonomía personales, aspectos que en la infancia tienen un margen más limitado.

Y un último aspecto clave para comprender el amor desde la perspectiva psicológica sería que el amor debe estar unido al autocuidado de la persona. No es posible generar un vínculo positivo si la persona no tiene un equilibrio personal. No se puede amar bien a otra persona sin estar bien internamente. La capacidad de autorregulación emocional es esencial para ajustarse emocionalmente a otra persona y conectar. De esa forma, el autocuidado es parte del vínculo afectivo, es parte del amor. Concebir la experiencia del amor sólo vinculada a la entrega, la generosidad y el cuidado del otro es un error. El amor ha de conducir también a la persona a su propia conexión interior, a la consciencia de sus necesidades y a la necesidad de cuidarse internamente para poder cuidar y amar al otro. Esta clave es esencial para distinguir el amor de la dependencia emocional, o vínculo ambivalente, que es uno de los vínculos inseguros.

La vivencia del amor, el construir una red de vínculos afectivos positivos profundos es garantía de la fortaleza emocional de la persona y de su capacidad de resiliencia. La protección de una persona se construye desde dos pilares clave: su consciencia interior de sus propias sensaciones, emociones y pensamientos para poder detectar el peligro que esté viviendo, y el tener una red afectiva consciente a la que poder pedir ayuda. Y estas dos claves son necesarias no sólo en la infancia, sino a lo largo de toda la vida. Una red de vínculos afectivos positivos hace fuerte a la persona más allá de sus propias capacidades, se convierte en un espacio de cuidado y seguridad y en un espacio de legitimidad en el que puede validar y dar coherencia a sus decisiones.

Por lo tanto la experiencia del amor va a permitir a los adolescentes lograr los tres elementos clave de la salud emocional:

  • Auto regulación emocional: la persona ha de lograr un equilibrio entre la vinculación y su protección, el cuidado a los demás y su auto cuidado, entre el pensamiento, las emociones y el instinto.
  • Integración emocional: ha de ser capaz de aceptar su historia y sobre ella construir un futuro, un proyecto de vida propio.
  • Habilidades de resiliencia: sea cual sea su historia, ha de poder construir un relato con sentido y consistente de la misma, que le permita afrontar las dificultades y sentirse fuerte ante el sufrimiento.

A qué podemos llamar desamor

Pero además del amor, está la experiencia del desamor, que forma parte de la construcción de la identidad de la persona también. Definamos entonces qué significa desamor, desde la perspectiva psicológica, porque es un concepto mucho más amplio y variado.

Desamor puede ser un vínculo afectivo que se rompe por el motivo que sea: abandono, ruptura, muerte etc. Estamos hablando entonces técnicamente de una vivencia de duelo. El desamor sirve a las y los adolescentes para aprender a integrar duelos, las pérdidas y situarse ante ellas. Los procesos de duelo requieren un tiempo para elaborarse, una red de apoyo afectivo que ayude a la persona a sostener el proceso y una conexión emocional con la tristeza. La chica o el chico han de aprender a transitar la tristeza sin evadirse de ella ni evitarla. Las rupturas de los vínculos afectivos pueden suponer un cuestionamiento de la identidad de la persona, de su lugar de pertenencia en el mundo, y en algunos casos la ruptura de un proyecto de vida ya definido.

Desamor puede ser un vínculo afectivo que se rompe

Los procesos de duelo tienen varias fases. No tienen por qué ocurrir de forma lineal, se pueden sobreponer o darse avances y retrocesos pero conviene tenerlas presentes. La negación de la pérdida, que puede llevar al adolescente a perseguir el mantenimiento del vínculo y a no aceptar los límites que el otro le ha marcado. La rabia, primer paso para aceptar la pérdida, donde surge el enfado con quien ha roto el vínculo (sucede tanto si la ruptura del vínculo ha sido voluntaria, como si ha sido involuntaria por una muerte, o por un traslado impuesto por ejemplo). Desde esa rabia se logra conectar con la tristeza cuando se comienza a aceptar la ruptura del vínculo y por último llega la integración emocional de la experiencia vincular, que llamamos aceptación.

Fases de duelo: negación, rabia, tristeza y aceptación

En esta última fase es especialmente importante que los adultos ayuden a los y las adolescentes a lograr dar una forma lo más positiva posible de la experiencia, a estructurarla y a posicionarse dentro de la vivencia de una forma realista pero lo menos dañina posible consigo mismos. Si este proceso no se da, la integración de la pérdida puede dañar el modelo vincular previo de la persona al integrarlo desde la culpa, la falta de valía personal o la traición, entre otras.

Y en ese sentido, uno de los elementos clave del proceso educativo es no evitar los procesos de duelo a los niños, niñas y adolescentes, acompañarles en la vivencia del dolor y permitirles conectar con la frustración, la impotencia y la tristeza. De ese modo, cuando llegue el momento de las rupturas vinculares, podrán vivirlas sin sentirse sobrepasados o bloqueados por la ansiedad, el miedo y la tristeza.

Pero desamor puede ser también la vivencia de un vínculo que no llega a construirse por no ser correspondido. Como vimos anteriormente, la intensidad emocional no es lo mismo que el vínculo, y uno puede sentir emociones muy profundas hacia otra persona que no dejan de ser propias y que incluso pueden llevar a distorsionar la realidad por una vivencia emocional, de forma que se intente adecuar la vivencia real a las expectativas emocionales. Es posible quedarse enganchado a una emoción e incluso sentir una adicción a la intensidad emocional. De esta forma se rompe la capacidad de auto regulación emocional, básica para lograr el equilibrio entre el cuidado al otro y el autocuidado, entre la entrega y el miedo, llevando a la persona a tener conductas de riesgo desprotectoras por lo poco ajustadas a la realidad que están.

Las y los adolescentes deben lograr integrar la razón, la emoción y la vivencia así como el funcionamiento de los dos hemisferios cerebrales, el izquierdo centrado en la lógica, el lenguaje y el derecho más centrado en las sensaciones corporales y emocionales. El adulto que los acompaña debe favorecer esa integración e incluir las actividades corporales y físicas en la relación, fomentando que pueda poner consciencia en la vivencia, la emoción y el cuerpo y narrarla.

Y por último desde la perspectiva psicológica, desamor vendría a ser todas las relaciones definidas como vínculos afectivos destructivos. Técnicamente, dentro de los vínculos inseguros, se diferencian los vínculos evitativos, vínculos ambivalentes y vínculos desorganizados. No vamos a describir cada tipología aquí, porque no es el objeto de la ponencia. Pero cuando se trata de la forma de afrontar el desamor en las y los adolescentes, nos interesa especialmente poner consciencia en las dos últimas tipologías. Y comprender que estos vínculos vienen condicionados por los modelos vinculares que cada adolescente trae integrado fruto de su historia personal. Esa historia previa se convierte en condición de riesgo para replicar patrones de relación inadecuados en la adolescencia, aunque no es una condena. Justamente en la adolescencia, los chicos y chicas pueden establecer vínculos afectivos profundos que modifiquen sus modelos vinculares previos por la profundidad que llegan a alcanzar.

Los y las adolescentes que tienen un modelo víncular desorganizado son aquellos que crecieron con figuras de apego que no pudieron o supieron darles estructura y regularidad en la crianza. De este modo, alternaron la presencia con la ausencia, la afectividad con la agresión, y la negligencia con la sobreprotección. Impiden al niño o niña poder anticipar lo que va a ocurrir, produciéndoles un alto nivel de ansiedad. Esa falta de regularidad y estructura impidió generar un modelo vincular estable internamente a estos niños y niñas. En ese caso, se dice que construyen un modelo vincular desorganizado. Son adolescentes que difícilmente pueden mantener la concentración, la continuidad en las secuencias de tareas complejas, con altos niveles de ansiedad, una gran labilidad emocional o lo contrario, desconexión y frialdad emocional, conductas disociativas y pueden presentar también altos niveles de agresión o autolesión.

Las y los adolescentes que presentan un modelo vincular inseguro ambivalente/preocupado, crecieron con figuras de apego que dificultaron su autonomía, estableciendo lazos de dependencia emocional y sobreprotección, donde no se permitía la diferenciación de la vivencia del adulto y la del niño, y se tenían pautas de interacción muy invasivas con el niño o niña. De esta forma, los y las adolescentes con modelos vinculares preocupados, se muestran inseguros y celosos en sus relaciones afectivas, necesitan constantemente validar el afecto y la incondicionalidad de los otros, al mismo tiempo que no son capaces de ofrecerla. Cuando hablan, tienden a dar mucha importancia a su historia personal y a describir a sus padres o cuidadores con una falta considerable de equilibrio.

El proceso de la intimidad en el amor y el desamor

Además del acompañamiento afectivo en la vivencia, los adultos pueden guiar educativamente a las y los adolescentes en su forma de afrontar dicha vivencia. Una de las cuestiones clave que condiciona la vivencia de los y las adolescentes tanto del amor como del desamor es la forma y la consciencia con la que han llegado a la vivencia.

Es importante que los adultos enseñen a los niños, niñas y adolescentes los diferentes niveles de afectividad que uno puede compartir dentro de una relación como uno de los elementos clave para su protección. Son niveles de relación donde la apertura emocional va siendo cada vez mayor y con ella llegan mayores niveles también de disfrute, placer, aprendizaje y ganancia evolutiva. Pero al mismo tiempo, llega también un mayor riesgo de daño. Cuanto más se abre una persona en una relación, más gana porque a través de esa relación se va a transformar de formas que nunca lograría en soledad, pero también permite mayor entrada a su interior, a sus emociones, sus modelos y esquemas cognitivos y sus sensaciones corporales. Y desde ahí surge la posibilidad del daño.

Es importante que los adultos enseñen a los niños, niñas y adolescentes los diferentes niveles de afectividad que uno puede compartir dentro de una relación como uno de los elementos clave para su protección

No se trata de que teman las relaciones vinculares, ni que rechacen el amor por miedo al desamor, sino de vivirlas con consciencia para poder conservar la capacidad de autorregulación emocional, que les permita entregarse y protegerse al mismo tiempo, cuidar al otro y cuidarse a sí mismos.

En la construcción de un vínculo positivo, la persona podrá ir profundizando el nivel de apertura emocional en una relación cuando y como lo desee. De esa forma irá pasando por niveles cada vez más profundos de apertura e intimidad. Comenzará interactuando con otra persona. Es un nivel de relación que se establece con personas con quienes realizan algún tipo de intercambio: el panadero, la taxista, el portero de casa…

De entre todas las personas con las que interactúe, habrá varias con las que comparta afectividad, que es el nivel de relación que se establece con aquellas personas con las que hay una sintonía intuitiva, de “tripas”, un cierto nivel de conexión emocional que viene derivado de su historia personal, su memoria corporal y que casi siempre se produce de forma inconsciente. Son esas personas a las que si les encuentran, les da una alegría, cuando les ven sonríen, si les piden un favor, lo hacen… pero no necesariamente tienen una relación vincular con ellos.

De toda la gente por la que sienta esa conexión, con algunas de esas personas comenzará a compartir intimidad, el nivel de relación que se establece, cuando con algunas de las personas por las que se siente afecto, se empieza a compartir los espacios privados, más íntimos de la vida con otra persona. Se comienza a compartir información sobre uno mismo, espacios de relación, datos de la historia personal.. y de esa forma se proporciona, de forma gradual, poder a la otra persona sobre uno y se construyen las relaciones vinculares. Partiendo de una cierta conexión emocional, se ha dado el siguiente paso que es cultivar la relación y abrirse a ella de forma que se pueda construir un vínculo.

Del mismo modo, con algunas de las personas con las que ya ha compartido afectividad e intimidad, compartirá también su sexualidad, que es el nivel de relación que se comparte con algunas de las personas con las que se han creado espacios de intimidad. Implica el contacto físico en toda su variedad. Es interesante poner consciencia en que tener un vínculo con alguien, no necesariamente implica el contacto físico y viceversa, se puede tocar a gente con la que no tengo vínculo afectivo, sólo esa conexión afectiva. Pero como regla general, es bueno que las y los adolescentes vinculen el contacto físico a los espacios de intimidad protectores. Y no sólo es la sexualidad genital, sino los besos, las caricias, los abrazos… que son niveles de intimidad que nunca se pueden forzar (los padres lo hacen a menudo cuando obligan a los niños y niñas a dar besos y abrazos a quienes no quieren) y que conviene compartir con personas con las que ya hay generado un vínculo de intimidad y confianza.

Y por último, con algunas de las personas con las que ha compartido su sexualidad, la persona compartirá también la genitalidad, que es un nivel de relación que se establece con algunas personas de todas con las que se ha compartido sexualidad. Las relaciones genitales son una pequeña parte de las relaciones sexuales, pero de nuevo es protector para las y los adolescentes, compartir su genitalidad con personas que previamente ya ha habido una sintonía afectiva, espacios de intimidad compartidos y otras formas de sexualidad compartidas previamente. Si se acelera el proceso, una relación genital, aunque fuera deseada, se puede convertir en dañina. De hecho, una de las formas más habituales de abuso sexual entre adolescentes es obligar a otra persona a tener relaciones genitales antes de lo que él o ella querían. No es que no quisieran tenerlas, es que aún no.

De este modo en el proceso de profundización gradual de una relación afectiva, el paso de cada nivel de relación al siguiente ha de cumplir varias características fundamentales:

En el proceso de profundización gradual de una relación afectiva, el paso de cada nivel de relación al siguiente ha de cumplir varias características fundamentales: ser un paso libre, consciente, pausado y seguro

  • Ser un paso libre. Cualquier nivel de relación ha de ser voluntario. El maltrato se basa justamente en utilizar una posición de poder forzar a otra persona a hacer algo que no quiere. Una de las claves más interesantes a nivel educativo en el trabajo sobre el amor y el desamor es enseñar a las y los adolescentes que el amor es una forma de poder, que da opción a la otra persona de hacerle feliz y de hacerle daño al mismo tiempo. Aquellas personas con las que la persona construye vínculos afectivos pasan a tener poder sobre la persona. Por eso nunca se debe dar un paso de intimidad de forma forzada. Ahí empieza la violencia.
  • Ser un paso consciente. En la medida que el paso a otro nivel de relación se da con consciencia, se mantiene la conexión interior con las propias necesidades, se comprenden los beneficios y costes emocionales de permitir esa relación y se dota a la relación de mayor nivel de profundidad.
  • Ser un paso pausado. Es necesario permitir el tiempo suficiente para la conexión emocional y corporal interior. En un vínculo afectivo positivo se dará el ajuste mutuo a los procesos, necesidades y gustos de las dos personas. Cuando esos tiempos y procesos se aceleran, se merma la capacidad de percibir, sentir y pensar, y por tanto, de protegerse.
  • Ser un paso seguro. Las y los adolescentes deben aprender a no abrirse a mayor profundidad de relación si no es en un contexto seguro, con personas que ellos conozcan y en entornos donde puedan protegerse en caso necesario. La intensidad emocional como se ha visto previamente, conduce a la desconexión de la realidad y desde ahí a las conductas de riesgo. Como pauta de protección es esencial entrar en el amor en la medida de lo posible desde la seguridad y la confianza. Primero es confiar, luego abrirse a amar y ser amado.

El desamor como vínculo dañino se caracterizará y se construirá desde la falta de respeto a estos criterios: forzará conductas de riesgo, no respetará los ritmos y tiempos de la otra persona, impedirá su consciencia interna invadiéndole a nivel emocional o generándole confusión sobre lo que siente y desde luego no respetando su voluntariedad en las decisiones.

Como conclusión, es necesario que las y los adultos acompañen a las y los adolescentes en el proceso de conocer y vivir tanto el amor como el desamor. Necesitan comprenderlo como parte esencial del proceso de construcción de la identidad de la persona. Han de enseñarles a integrar el amor y el cuidado dentro de sí mismos, equilibrando su entrega con su protección. Pero esa tarea requiere a su vez tiempo y consciencia en las personas adultas. No olvidemos que educamos desde nuestra propia vivencia del amor y el desamor que las y los adolescentes con los que convivimos perciben y asimilan también.

Como conclusión, es necesario que las y los adultos acompañen a las y los adolescentes en el proceso de conocer y vivir tanto el amor como el desamor

 

Bibliografía

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5. Siegel, D. (2014). “Tormenta cerebral: el poder y el propósito del cerebro adolescente”. Barcelona: Alba.

 

 
 


Problemas ortopédicos


 

Problemas ortopédicos

J.A. Conejero Casares, M.D. Romero Torres.
Médicos rehabilitadores. Unidad de Rehabilitación Infantil. Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla.

 

Adolescere 2018; VI (2): 66-77

 

Resumen

La ortopedia infantil, ya sea en su vertiente conservadora-rehabilitadora o quirúrgica, ha experimentado un enorme desarrollo en los últimos tiempos gracias al perfeccionamiento de las técnicas de cribaje, al mejor conocimiento de la historia natural de la mayoría de las alteraciones más prevalentes, a la eficacia de los métodos no quirúrgicos (ortesis, corsés …) y, sin duda, al continuo avance en la cirugía de los problemas más severos (osteosíntesis vertebral, cirugía tumoral, técnicas de fijación externa, …) La patología del aparato locomotor supone el 20-30% de las consultas en atención primaria. En la adolescencia más de la mitad se refieren a la presencia de dolor músculo esquelético y en segundo lugar a las deformidades vertebrales.

Palabras clave: Problemas ortopédicos; Adolescencia; Dolor musculoesquelético, Deformidades vertebrales.

Abstract

Children’s orthopedics, whether in its conservative-rehabilitating or surgical approach, has undergone enormous development in recent times thanks to the improvement of screening techniques, the better knowledge of the natural course of the most prevalent alterations, the effectiveness of non-surgical methods (orthoses, corsets …) and, undoubtedly, to the continuous progress in surgery of the most severe problems (vertebral osteosynthesis, tumor surgery, external fixation techniques, …). The pathology of the locomotor system means 20-30% of consultations in the primary health care setting. In adolescence more than half complain of musculoskeletal pain and in second place, of vertebral deformities.

Key words: Orthopedic problems; Adolescence; Musculoskeletal pain; Vertebral deformities.

 

Introducción

La adolescencia es el período de la vida humana que sigue a la niñez y precede a la juventud (DRAE). Tanto la palabra adolescente como adulto derivan del latín adolescere (crecer) y no de la segunda acepción también del latín estar carente de algo. En la adolescencia se produce el segundo pico de crecimiento del aparato locomotor y es debido a este motivo y al aumento de la actividad física y deportiva por el que se produce la mayor parte de la patología en esta edad.

La patología del aparato locomotor supone el 20-30% de las consultas en atención primaria. En la adolescencia más de la mitad se refieren a la presencia de dolor músculo esquelético y en segundo lugar a las deformidades vertebrales

De forma global la patología del aparato locomotor supone el 20-30% de las consultas en atención primaria. En la adolescencia más de la mitad se refieren a la presencia de dolor músculo esquelético y en segundo lugar a las deformidades vertebrales.

Presentamos una orientación sencilla para que el pediatra de atención primaria mejore el diagnóstico y el tratamiento en los casos más comunes y realice derivaciones bien razonadas tanto a Rehabilitación como a Cirugía Ortopédica Infantil.

Deformidades vertebrales

Escoliosis

La escoliosis está definida radiológicamente como una curvatura de la columna vertebral con un ángulo de Cobb de 10 o más, con rotación

Es una deformidad tridimensional del raquis, en la que se asocia una curvatura o flexión lateral en el plano frontal con una rotación vertebral en el plano transversal, y a veces con desviaciones en el plano sagital (cifosis y lordosis). La escoliosis está definida radiológicamente como una curvatura de la columna vertebral con un ángulo de Cobb de 10 o más, con rotación.

La escoliosis se puede clasificar según su etiología, edad de la persona, tipo de curva, localización y valor angular

La escoliosis se puede clasificar en base a la etiología (idiopática, congénita, neuromuscular, sindrómica, toracógena y otras), la edad (infantil en menores de 3 años, juvenil de 3 a 10 años, del adolescente, en mayores de 10 años y del adulto), el tipo de curva (simple y doble), la localización de la curva (cervical, cérvico-dorsal, dorsal, dorso-lumbar, lumbar y lumbo-sacra) y según el valor angular (leve: menores de 20º, moderada: entre 20 y 40º y grave: mayores de 40º).

La escoliosis idiopática representa el 80-85% del total. Se considera como una enfermedad hereditaria, con base genética, ligada al sexo, con penetrancia incompleta y expresividad variable, con una forma de herencia multifactorial

La escoliosis idiopática representa el 80-85% del total, Se considera como una enfermedad hereditaria, con base genética, ligada al sexo, con penetrancia incompleta y expresividad variable, con una forma de herencia multifactorial, en la que podría haber varias posibles causas o factores que actuarían alterando el frágil equilibrio que mantiene un raquis normal durante el crecimiento. La escoliosis idiopática del adolescente es asintomática, aparece a los 10-11 años en las niñas y 12-13 en los niños, con una prevalencia del 2% para curvas mayores de 20º. Después de alguna polémica sobre su utilidad, se recomienda el despistaje escolar de la escoliosis idiopática del adolescente ya que la detección en la consulta médica es poco probable.

El diagnóstico incluye la anamnesis (circunstancia que determinó su descubrimiento), el examen físico (test de Adams con escoliómetro de Bunnell en bipe, sedestación y prono) (Figura 1) y una exploración neurológica y ortopédica básica. Se solicitará telerradiografía póstero-anterior y lateral de columna vertebral completa en bipe, cuando la giba sea mayor de 5º en prono. En la radiografía se valorará: tipo y localización de la curva, vértebras límite y vértice, valor angular según el método de Cobb, rotación vertebral con el método de Perdriolle/Maguelone, test de Risser y factor de progresión de Lonstein. La RM será necesaria en escoliosis juvenil, curvas torácicas izquierdas, presencia de dolor y progresión importante.

El tratamiento depende del valor angular y riesgo de progresión. En curvas menores de 20º se recomienda controles clínicos cada 3 meses; entre 20 y 40º la reducción ortopédica enyesada y el uso de corsés. La cirugía se recomienda en aquellos casos que superen los 40º al final de la madurez esquelética

El tratamiento depende del valor angular y del riesgo de progresión. En curvas menores de 20º se recomienda controles clínicos cada 3 meses; en curvas entre 20 y 40º la reducción ortopédica enyesada y el uso de corsés han demostrado ser eficaces en el control de la evolución (corsé de Milwaukee, si la vértebra vértice es superior a T6; corsé lyonés, de Málaga o de Cheneau en curvas dorsales o dorso-lumbares y corsé de Boston o Michel en las lumbares). En relación al riesgo de empeoramiento se decidirá el uso nocturno (8h/día), tardes y noches (16h/día) o a tiempo completo (23h/día). La cirugía se recomienda en aquellos casos que superen los 40º al final de la madurez esquelética.

Cifosis

El aumento de la cifosis dorsal (superior a 45º medida clínicamente con inclinómetro de burbuja o radiológicamente) denominada como cifosis simplemente y no hipercifosis puede ser angular (cifosis congénita, espondilo-discitis y postraumática) o regular/armónica (cifosis postural, cifosis idiopática, enfermedad de Scheuermann, osteogénesis imperfecta, mucopolisacaridosis,…). La actitud cifótica es común en adolescentes y se relaciona, habitualmente con vicios posturales. No produce dolor y se corrige de forma activa. La cifosis idiopática es una deformidad que no se corrige pasivamente y debe tratarse mediante fisioterapia y ortesis.

La enfermedad de Scheuermann es una cifosis rígida que afecta al 1-8% de la población y que se caracteriza por un valor angular superior a 45º, acuñamiento > 5º al menos en 3 vértebras, irregularidades en los platillos vertebrales y disminución del espacio discal (Sörensen, 1964). Puede cursar con dolor mecánico e hiperlordosis flexible cervical y lumbar. El diagnóstico es claro cuando se aprecian los signos radiológicos y no suelen ser necesarios otros estudios de imagen. El tratamiento depende de la magnitud de la deformidad: cinesiterapia aislada en menores de 50º, cinesiterapia, reducción ortopédica y corsés (Swan o kyphologic brace) entre 50 y 70º y cirugía en mayores de 70º.

Espondilolisis / Espondilolistesis

La espondilolistesis es el deslizamiento de una vértebra sobre otra (la más frecuente L5 sobre S1) (Figura 2). Es la causa más frecuente de dolor lumbar en el adolescente cuando se consigue establecer la causa. Se clasifica en 5 tipos:

  • I Displásica: deficiencia congénita de la faceta superior se S1 o del arco de L5,
  • II Ístmica: fractura de estrés en la pars interarticularis o espondilólisis,
  • III Traumática: fractura aguda del pedículo o la lámina,
  • IV Degenerativa: pseudoespondilolistesis, afecta a adultos y es más frecuente entre L4 y L5 y
  • V Patológica: con afectación de la estructura ósea en osteogénesis imperfecta, neurofibromatosis o neoplasias.

En los adolescentes, la espondilolisis o espondilolistesis son más frecuentes las de tipo II o ístmica y se relaciona con movimientos repetidos de extensión de la columna lumbar como ocurre en la gimnasia rítmica o el piragüismo

En los adolescentes son más frecuente las de tipo II o ístmica y se relaciona con movimientos repetidos de extensión de la columna lumbar como ocurre en la gimnasia rítmica o el piragüismo.

Cursa con dolor lumbar aislado o con irradiación aunque hay casos asintomáticos que se descubren por un aumento de la lordosis lumbar o una escoliosis leve asociada. El examen físico de la estática y movilidad vertebral, la presencia de rigidez de isquiotibiales (signo de Bado) y una exploración neurológica convencional asociada a la medición del deslizamiento (grados de Meyerding) con una radiología simple son suficientes para establecer el diagnóstico con certeza.

El tratamiento depende de la presencia de espondilólisis, el porcentaje de deslizamiento, la estabilidad de la deformidad y la sintomatología. En casos asintomáticos y con escaso deslizamiento se recomienda fortalecimiento de la musculatura paravertebral, abdominal y glútea, higiene postural y recomendaciones sobre actividad física y deporte (evitar la hiperextensión). Si hay espondilolisis y dolor se recomienda un corsé lumbar con lordosis corregida. Si el deslizamiento es grave y hay dolor o clínica neurológica está indicada la fijación quirúrgica in situ.

Dolor vertebral

El dolor vertebral es frecuente en niños y sobre todo en adolescentes (27-71%)

Desde la afirmación clásica de King en 1984: “El dolor vertebral en el niño no es frecuente. Debe emprenderse un método diagnóstico agresivo para evitar que graves problemas pasen desapercibidos” han cambiado mucho las cosas. El dolor vertebral es frecuente en niños y sobre todo en adolescentes (27-71%). Se ha relacionado con diferentes factores, algunos claros (adolescencia, sobrepeso, deporte competitivo, sedentarismo, rigidez de isquiotibiales y cuádriceps, tabaquismo y factores psicosociales) y otros no tanto (edad, acarreo de peso).

Se manifiesta, habitualmente, por dolor difuso en la región dorsal y lumbar de evolución variable, de escasa intensidad, que aparece con posturas mantenidas y que no produce limitación funcional. El examen físico no muestra datos de interés; no hay actitud antiálgica, la movilidad está conservada (ritmo lumbo-pélvico normal) y no hay puntos dolorosos localizados. Si no se cumplen estas características hay que pensar en una causa específica (en ocasiones grave). (Tabla I).

Para establecer el diagnóstico hay que realizar una minuciosa anamnesis del dolor: localización, forma de comienzo, tiempo de evolución, ritmo del dolor, presencia de dolor nocturno, rigidez matutina y factores desencadenantes y paliativos. El examen físico incluye la valoración de la actitud espontánea, la marcha, la movilidad espontánea, la evaluación de la estática vertebral, la movilidad pasiva segmentaria, la realización de signos clínicos (Schöber, Lasègue, Bado, Thomas,…) y una exploración neurológica básica.

Se solicitará analítica básica y un estudio radiológico cuando el dolor sea persistente (mayor de 2 meses), localizado, nocturno o con síntomas constitucionales, gammagrafía ósea cuando la radiología sea normal y sospechemos tumor, infección o fractura de estrés, resonancia magnética cuando el examen neurológico sea anormal y TAC para precisar lesiones óseas.

El tratamiento del dolor “mecánico” incluye control del sobrepeso, la realización de actividad física aeróbica regular, control postural adecuado y evitar hábitos tóxicos. En pocos casos hay que recurrir a la fisioterapia o al uso de corsés de forma temporal.

Deformidades de miembros inferiores

Las deformidades de los miembros inferiores presentes en la adolescencia son aquellas que aparecieron en la infancia y en la pre-adolescencia.y que no se han corregido con tratamiento conservador, no han sido relevantes clínicamente o, por el contrario necesitan un tratamiento quirúrgico. Afectan sobre todo a la rodilla.

Deformidades rotacionales de miembros inferiores

La anteversión femoral se controla evitando la postura de sedestación en W, fortaleciendo la musculatura abductora y rotadora externa de la cadera y, excepcionalmente, con cirugía

La marcha convergente o divergente es un motivo de consulta muy frecuente. Staheli ha estudiado con profundidad este problema, ha diseñado un protocolo riguroso de exploración (perfil rotacional) y ha establecido las pautas del tratamiento a seguir. Lo cierto es que se ven muchos niños con estos problemas y se tratan pocos; la anteversión femoral se controla evitando la postura de sedestación en W, fortaleciendo la musculatura abductora y rotadora externa de la cadera y, excepcionalmente, con cirugía (osteotomía derrotadora subtrocantérea) y la torsión tibial patológica responde bien a la ortesis tipo INMOYBA.

La desalineación fémoro-tibial (subluxación tibial externa) que puede presentarse aislada o secundaria al síndrome de mala alineación torsional (anteversión femoral más torsión tibial externa) puede relacionarse con dolor por incongruencia articular. Se trata con KAFO de termoplástico nocturna con presiones en tres puntos siempre que se verifique una corrección manual pasiva. En el adolescente la corrección es poco probable y hay que recomendar control del peso, fortalecimiento isométrico de cuádriceps y consejos de ergonomía articular.

En los casos de deformidad torsional hay que valorar además, si origina discapacidad, si se trata de deformidades aditivas o compensadoras y si existe empeoramiento progresivo (hay que descartar una enfermedad neurológica subyacente).

Deformidades angulares de la rodilla

Genu varo

No es frecuente en el adolescente. Las causas más comunes son la enfermedad de Blount y las lesiones fisarias, también se aprecia en diferentes osteocondrodisplasias y el raquitismo hipofosfatémico. Puede cursar con dolor en la cara interna de la rodilla y sensación de inestabilidad. A largo plazo produce gonartrosis fémoro-tibial interna. La exploración clínica incluye la medición del ángulo fémoro-tibial (AFT) con goniómetro con y sin carga, la medida de la distancia intercondílea y de la línea de carga. En la radiografía se mide el ángulo fémoro-tibial y el ángulo metafiso-diafisario (mayor de 11º en la enfermedad de Blount). El tratamiento conservador es muy limitado (control del peso, FO con cuña externa, fortalecimiento del cuádriceps): La cirugía es la opción de elección tanto en la enfermedad de Blount como en las osteocondrodisplasias.

Genu valgo

El genu valgo se presenta a partir de los 2 años, alcanza un pico de 8.10º a los 3-4 años y luego desciende paulatinamente hasta los 5º de un adulto normal. En el adolescente se suele asociar a hiperlaxitud articular y a sobrepeso

El genu valgo se presenta a partir de los 2 años, alcanza un pico de 8.10º a los 3-4 años y luego desciende paulatinamente hasta los 5º de un adulto normal. En el adolescente se suele asociar a hiperlaxitud articular y a sobrepeso. Las medidas son las mismas que en el genu varo y raras veces necesita tratamiento: casos severos – distancia intermaleolar superior a 10 cms, angulación mayor de 15º o casos unilaterales secundarios a lesión fisaria de diversa etiología.

Genu flexo

El genu flexo nunca es fisiológico por encima de los 6 meses y su presencia es común en la parálisis cerebral, el mielomeningocele, las artritis o la artrogriposis múltiple congénita. Determina una marcha agazapada poco funcional. El tratamiento incluye medidas posturales (sentarse con la rodilla estirada con o sin peso encima de la rodilla), fortalecimiento de cuádriceps, fisioterapia y ortesis (KAFO); si el flexo sobrepasa los 20º en el niño deambulante, está indicada la cirugía.

Genu recurvatum

El genu recurvatum es anodino en niños sin otra patología articular, pero supone un grave problema para un niño con enfermedad neurológica u ortopédica. En el genu recurvatum se producen presiones excesivas sobre los cartílagos y las epífisis de crecimiento con posible destrucción articular. El control ortopédico del genu recurvatum no es fácil: se recurre a ejercicios de fortalecimiento de isquiotibiales y bíceps femoral y al uso de ortesis nocturna (KO: ortesis sueca); en los casos graves también se adaptan rodilleras durante el día.

Dolor en miembros inferiores

El dolor en los miembros inferiores es un motivo frecuente de consulta en el adolescente

El dolor en los miembros inferiores es un motivo frecuente de consulta en el adolescente. Los elementos clave a valorar son: número de articulaciones involucradas y su localización (oligo o poliarticular), características del dolor (intensidad, frecuencia, duración, ritmo, presencia de edema o eritema, interferencia con las actividades cotidianas, incapacidad para la carga, progresión a lo largo del tiempo), posibles factores desencadenantes (traumatismos, enfermedades previas, periodos de inactividad, incremento de la actividad física), presencia de otros síntomas o signos (fiebre, erupción cutánea, pérdida de peso, dolor abdominal, diarrea, síntomas oculares, entre otros), y el patrón de presentación (agudo o crónico, con o sin rigidez matutina, dolor errático o episodios recurrentes de artralgia y edema).

Cadera

Epifisiolisis femoral proximal

La epifisiolisis femoral proximal es uno de los trastornos de la cadera más comunes en la adolescencia. La presentación clásica es la de un adolescente obeso con dolor sordo en la cadera, ingle, muslo o rodilla, que ocasiona cojera, y sin antecedentes de traumas previos

Se caracteriza por un desplazamiento de la epífisis capital femoral desde el cuello femoral a través de la placa fisaria. Es uno de los trastornos de la cadera más comunes en la adolescencia. La presentación clásica es la de un adolescente obeso con dolor sordo en la cadera, ingle, muslo o rodilla, que ocasiona cojera (Tabla II), y sin antecedentes de traumas previos. El dolor aumenta con la actividad física y puede ser crónico o intermitente.

La edad promedio de presentación es de 12 años en niñas y de 13.5 años en niños, con una relación hombre-mujer de aproximadamente 1.5: 1. La obesidad es un factor de riesgo significativo.

Para el diagnostico se precisan radiografías simples, que revelan un desplazamiento posterior aparente de la epífisis femoral con alteración de la línea de Klein. Los primeros cambios radiográficos son ensanchamiento e irregularidad de la fisis, con adelgazamiento de la epífisis proximal, más visibles en la proyección lateral. Si la radiografía es normal, pero la sospecha de epifisiolisis precoz es alta, se solicitará una resonancia magnética. La presencia de ensanchamiento de la fisis con edema circundante, es diagnóstico de la enfermedad.

El tratamiento es quirúrgico. Se evitará la carga de peso hasta entonces y se mantendrá hasta 6-8 semanas tras la cirugía. El pronóstico está relacionado con la severidad del deslizamiento.

Rodilla

La localización del dolor es útil para reducir las posibles causas y determinar qué maniobras diagnósticas provocadoras se deben realizar. Básicamente debemos precisar la localización del dolor ya que supone una guía extraordinariamente útil para establecer la etiología con precisión (Tabla III).

Síndrome del dolor femoropatelar

En el dolor femoro-patelar los pacientes se quejan de dolor al subir y bajar escaleras, al correr o ponerse en cuclillas, así como al levantarse de la posición de sentado (signo del “teatro” o “aficionado al cine”)

El dolor fémoro-patelar (DFP) se considera una de las formas más comunes de dolor crónico de rodilla, que afecta tanto a adultos como adolescentes físicamente activos. Algunos prefieren el término dolor anterior de rodilla porque no siempre es reconocido el origen anatómico en la articulación fémoro-patelar. En una revisión de Smith BE et se estimó que la prevalencia anual del dolor fémoro-patelar en la población general fue del 22.7% y la del adolescente del 28.9%. En cuanto a la incidencia encontraron en un estudio sobre mujeres atletas adolescentes una tasa de incidencia (para una temporada) de 0.97-1.09 por 1.000 atletas, en otro estudio con adolescentes que participaron en educación física durante dos temporadas (sexo desconocido) una tasa de incidencia de 42.6 casos por 1.000 años-persona y otro estudio sobre corredores de la escuela secundaria (sexo mixto) informó que la tasa de incidencia en una temporada fue del 5.1%.

Los pacientes con DFP se quejan de dolor al subir y bajar escaleras, al correr o ponerse en cuclillas, así como al levantarse de la posición de sentado (signo del “teatro” o “aficionado al cine”). En los pacientes deportistas el inicio de los síntomas puede estar relacionado con un cambio en la rutina de entrenamiento. El dolor puede ocurrir en una o ambas rodillas, y a menudo está mal localizado “debajo” o “alrededor” de la rótula. El diagnóstico es clínico, obligando a descartar otras causas de dolor anterior de rodilla.

En este momento, no hay consenso ni suficiente evidencia científica para guiar el manejo de los pacientes con DFP. El tratamiento con antiinflamatorios no esteroideos (AINE) pueden aliviar el dolor a corto plazo. Existen pruebas contradictorias acerca del efecto del glucosaminoglicano polisulfato. El esteroide anabolizante nandrolona, podría resultar eficaz, pero los riesgos asociados exigen sumo cuidado si se utiliza para el dolor fémoro-patelar, especialmente en los deportistas.

Existe evidencia de muy baja calidad, pero consistente de que la terapia mediante ejercicios puede resultar en una reducción clínicamente importante del dolor y una mejora en la capacidad funcional, así como también en la mejora de la recuperación a largo plazo, aunque no hay pruebas suficientes para determinar cuál es la mejor forma de terapia. Existen pruebas de muy baja calidad, de que los ejercicios de cadera y rodilla, pueden ser más efectivos para reducir el dolor que el ejercicio solo de rodilla.

No existe evidencia para recomendar el uso de las ortesis de rodilla para el tratamiento de DFP, ni sobre el modo o la duración del uso de la ortesis de rodilla.

Un plan terapéutico debería empezar con la modificación de la actividad que desencadena el dolor, medidas antinflamatorias con frío, medicación vía oral con antiinflamatorios no esteroideos, y en alguna ocasión inyección intra-articular con corticoides. La terapia física debe realizarse siempre sin dolor, por el contrario, podría ser contraproducente.

Enfermedad de Osgood-Schlatter

El diagnóstico de la enfermedad de Osgood-Schlatter es clínico y sólo será necesario un estudio de imagen mediante radiografía, si se sospecha avulsión del tubérculo o si las características del dolor son atípicas

Es una lesión por sobreuso causada por la tensión repetitiva y tracción crónica en el centro de osificación secundario (apófisis) del tubérculo tibial que ocurre en adolescentes activos. El dolor en la cara anterior de la rodilla aumenta gradualmente con el tiempo y puede verse agravado por un traumatismo directo, correr, saltar o arrodillarse. El hallazgo físico característico es el dolor a la palpación, tumefacción y aumento de la temperatura sobre el tubérculo tibial con un examen de rodilla por lo demás completamente normal. Usualmente se trata de un proceso benigno y autolimitado, cuyos síntomas se resolverán cuando finalice la osificación de la tuberosidad anterior de la tibia. El curso habitual es de 6 a 18 meses, durante el cual los síntomas pueden aumentar y disminuir. El diagnóstico de la enfermedad de Osgood-Schlatter es clínico y sólo será necesario un estudio de imagen mediante radiografía, si se sospecha avulsión del tubérculo o si las características del dolor son atípicas.

El tratamiento suele ser conservador incluyendo medidas para el control del dolor (frío, analgésicos y/o antiinflamatorios no esteroideos) así como el mantenimiento de la actividad deportiva siempre que el dolor sea tolerado y se resuelva en 24 horas (la inactividad puede conducir a un desacondicionamiento y aumenta el riesgo de recurrencia u otra lesión después de regresar a la participación deportiva). Están contraindicadas las inmovilizaciones de rodilla. Se aconseja terapia física para el fortalecimiento y estiramiento de cuádriceps e isquiotibiales.

El tratamiento quirúrgico se plantea en aquellos casos en los que han fallado las medidas conservadoras y una vez cerrada la fisis proximal de la tibia. Parece que la escisión de la tuberosidad puede reducir los síntomas.

Osteocondritis disecante

La osteocondritis disecante es una necrosis del hueso subcondral en el que se produce la separación de un segmento de hueso subcondral y cartílago articular del hueso subyacente, dejando un fragmento más o menos libre

La osteocondritis disecante (OCD) es una necrosis del hueso subcondral en el que se produce la separación de un segmento de hueso subcondral y cartílago articular del hueso subyacente, dejando un fragmento más o menos libre. Su etiología es desconocida, relacionándose en determinados casos con factores de tipo constitucional, hereditario, vascular o traumático.

El dolor de rodilla suele ser anterior o medial, y puede presentarse relacionado con una lesión específica o desarrollarse durante varios meses en paciente muy activos. En fases precoces o lesiones pequeñas el dolor es inespecífico, mal definido y relacionado con la actividad. A medida que avanza el proceso o cuando las lesiones son mayores, el paciente puede experimentar síntomas de bloqueo o inestabilidad, especialmente si hay un desprendimiento del fragmento.

A menudo existe dolor en el cóndilo femoral medial y la presencia del signo de Wilson puede ser útil, aunque en ocasiones no está presente en pacientes con OCD. La prueba de Wilson implica la reproducción del dolor a la exploración, rotando internamente la tibia durante una extensión de rodilla entre 90° y 30°, desapareciendo al realizar la rotación externa.

En la radiografía simple, se puede observar la lesión como un fragmento óseo subcondral rodeado por una zona radiotransparente en forma de media luna. La resonancia magnética será necesaria en pacientes con radiografía normal y síntomas sugestivos y persistentes.

Se definen 4 estadios:

  • I – pequeño fragmento comprimido, no desplazado;
  • II – fragmento parcialmente separado;
  • III – fragmento completamente desprendido y no desplazado y
  • IV – fragmento completamente desprendido y desplazado.

El tratamiento quirúrgico está justificado en aquellos pacientes en estadio IV o que no han respondido al tratamiento conservador al menos durante 4-6 meses. Las medidas conservadoras comprenden la limitación de la actividad deportiva de 6 a 8 semanas, con o sin inmovilización con yesos u ortesis (preferiblemente yesos en aquellos pacientes potencialmente no cumplidores del tratamiento), junto con un programa de fortalecimiento y estiramiento muscular con el fin de evitar la atrofia y las contracturas derivadas de la inmovilidad. El paciente podrá incorporarse paulatinamente a la práctica deportiva cuando esté asintomático y no tenga dolor al correr o saltar.

Tobillo y pie

El dolor en tobillo o pie en niños y adolescentes esqueléticamente inmaduros puede deberse a lesiones agudas o por sobreuso, o ser secundario a enfermedades sistémicas, infecciosas o neurológicas o estar relacionado con deformidades óseas. La anamnesis y el examen físico detallados, a menudo son suficientes para identificar la causa de dolor, no siendo necesarias las pruebas de imagen para establecer el diagnóstico (Tabla IV).

Enfermedad de Sever

El tratamiento de la Enfermedad de Sever es conservador: reposo deportivo, medidas antiinflamatorias, estiramiento y fortalecimiento del complejo gemelo-soleo, elevación del talón para relajar el tendón de Aquiles y una talonera blanda y elástica (5 mm) para amortiguar la marcha

La apofisitis posterior del calcáneo es una de las causas más frecuentes de dolor en el talón en niños y adolescentes físicamente activos. Es más frecuente en pacientes que practican deportes que implican carrera o salto o choque anormal en el talón que pueda dar lugar a microtraumatismos repetitivos y tracción excesiva en el área por el tendón de Aquiles.

La apofisitis posterior del calcáneo (Enfermedad de Sever) es una de las causas más frecuentes de dolor en el talón en niños y adolescentes físicamente activos. Es bilateral en los dos tercios de los casos. Provoca cojera, molestias en el talón y, en ocasiones, tumefacción

De inicio insidioso, afecta más a niños entre los 10-15 años. Es bilateral en los dos tercios de los casos. Provoca cojera, molestias en el talón y, en ocasiones, tumefacción.

La radiografía no es necesaria salvo para descartar otras causas de dolor en el talón. Podrá apreciarse un aumento de la densidad y fragmentación de la epífisis posterior del calcáneo, pero esta imagen también es compatible con la normalidad, por lo que el diagnóstico de esta enfermedad es siempre clínico. La enfermedad de Sever ocurre en un rango muy estrecho de madurez esquelética en las etapas 1,2 y 3 (1: la apófisis cubre <50% de la metáfisis, 2: la apófisis cubre ≥50% de la metáfisis, pero no se ha extendido al borde plantar y 3: extensión completa sobre la superficie plantar, la apófisis se extiende a 2 mm del borde plantar). Si un paciente está en la etapa 0 (sin osificación visible), 4 (se observa fusión de la apófisis, pero todavía hay intervalos visibles entre la apófisis y la metáfisis) o 5 (la fusión de la apófisis está completa) y, por lo tanto, no tiene hueso apofisario o tiene fusión parcial o completa de la apófisis, deben considerarse otros diagnósticos.

La resonancia magnética es útil cuando el dolor es severo y persistente, se acompaña de una radiografía normal y no mejora tras 4-8 semanas con las medidas habituales.

El tratamiento es conservador: reposo deportivo y de aquellas actividades que desencadenen dolor, medidas antiinflamatorias (frío local y antinflamatorios no esteroideos vía oral si se precisan), estiramiento y fortalecimiento del complejo gemelo-soleo, elevación del talón para relajar el tendón de Aquiles y una talonera blanda y elástica (5 mm) para amortiguar el choque del talón con el suelo durante la marcha.

Coalición tarsal

Es la fusión congénita de uno o más huesos del tarso. La unión puede ser ósea (sinóstosis), cartilaginosa (sincondrosis) o fibrosa (sindesmosis). La incidencia es del 2% de la población aunque algunos casos pueden pasar desapercibidos. Las más frecuentes son la calcáneo-escafoidea (Figura 4), la talo-calcánea y la talo-escafoidea.

Se manifiesta en la adolescencia como pie plano rígido y con dolor progresivo, con contractura dolorosa de peroneos y limitación de la eversión e inversión. El diagnóstico se realiza por la radiología simple, el TAC y la RM. El tratamiento es quirúrgico.

 

Tablas y figuras

Tabla I. Características del dolor vertebral mecánico y de causa específica en el adolescente

Dolor vertebral mecánico

Dolor vertebral de causa específica

  1. Dolor:

    Discontinuo , ligero

    No repercusión funcional

  1. Dolor:

    Dolor continuo / persistente (más de 2 meses)

    Repercusión funcional clara

  1. Factores de riesgo:

    Mujer

    Adolescente

    Sedentarismo

    Deporte competitivo

    Tabaco

2. Factores de riesgo:

Varón

Historia familiar positiva

Edad < 4 años

Antecedente traumático

Sobrecarga mecánica evidente

  1. Exploración física:

    Sin hallazgos significativos

    Diagnóstico

3. Exploración física:

Rigidez

Síndrome constitucional

  1. De exclusión : radiología / analítica
  1. Pruebas complementarias orientadas al diagnóstico de sospecha

Tabla II. Causas comunes de cojera en el adolescente

Cojera no dolorosa

Cojera dolorosa

  • Parálisis cerebral
  • Miopatías congénitas
  • Distrofia miotónica de Steinert
  • Polineuropatías
  • Ataxia de Friedreich
  • Discrepancia de longitud de miembros inferiores
  • Enfermedad de Perthes
  • Epifisiolisis femoral proximal
  • Lesión de Osgood-Schlatter
  • Enfermedad de Sinding-Larsen-Johansson
  • Dolor fémoro-patelar
  • Coalición tarsal
  • Osteocondritis disecante
  • Fractura de estrés
  • Traumatismo
  • Tumor

Tabla III. Causas de dolor crónico (> 6 semanas) en la rodilla en pacientes activos y esqueléticamente inmaduros

Dolor anterior

Dolor medial

Dolor lateral

Dolor posterior

Difuso

  • Síndrome de dolor fémoro-patelar
  • Inestabilidad de rótula
  • Fractura de rótula
  • Osteocondritis disecante
  • Dolor de cadera referido
  • Dolor lumbar referido
    (radiculopatía L2/L3/L4)
  • Tumores

Localizado

  • Osgood-Schlatter
  • Sinding-Larsen-Johansson
  • Tendinitis rotuliana y
    cuadricipital
  • Síndrome de compresión de la grasa de Hoffa
  • Lesión del ligamento
    cruzado anterior
  • Rótula bi o tripartita
  • Bursitis
  • Osteocondritis disecante
  • Plica sinovial
  • Tendinitis anserina
  • Meniscopatia medial
  • Lesión del ligamento
    colateral medial
  • Fractura de estrés de la meseta tibial medial
  • Dolor de cadera referido
  • Tumores
  • Menisco discoideo (Figura 3)
  • Síndrome de la cintilla ilio-tibial
  • Meniscopatia lateral
  • Lesión del ligamento colateral lateral
  • Tendinitis del biceps femoris
  • Dolor de cadera referido
  • Dolor lumbar referido
  • (radiculopatía L5)
  • Tumores
  • Quiste de Baker
  • Tendinitis de isquiotibiales
  • Tendinitis poplítea
  • Dolor de cadera referido
  • Dolor lumbar referido
  • (radiculopatía S1)
  • Lesión del ligamento
    cruzado posterior
  • Trombosis venosa profunda
  • Tumores

Tomado de Hergenroeder AC

Tabla IV. Patología del tobillo y pie en la adolescencia

Lesiones agudas

Lesiones por sobreuso

Sistémicas / infecciosas/
neurológicas / deformidades

Localización posterior

  • Fractura de calcáneo

  • Sever: apofisitis del calcáneo
  • Bursitis retro-calcánea
  • Tendinitis aquilea
  • Ampollas por fricción
  • Tendinopatía tibial posterior (medial)

  • Entesitis inflamatoria
  • Osteomielitis calcáneo
  • Coalición tarsal

Localización dorsal

  • Fractura del maléolo peroneo
  • Fractura maléolo tibial
  • Fractura metatarsiana
  • Esguince lateral
  • Esguince medial

  • Freiberg: osteonecrosis 2ª cabeza MTT
  • Köhler osteonecrosis escafoides
  • Escafoides accesorio
  • Tendinitis extensores
  • Tendinopatía tibial anterior
  • Tendinitis peroneos
  • Fractura por estrés metatarsal

  • Síndrome de túnel tarsiano (medial)
  • Hallux valgus
  • Hallux valgus inter-falángico
  • Juanetillo

Localización plantar

  • Fractura metatarsianos
  • Esguince 1MTF

  • Fascitis plantar
  • Sesamoiditis
  • Iselin: apofisitis base 5º metatarsiano
  • Tendinitis flexor largo del primer dedo
  • Tendinitis flexor largo de los dedos
  • Ampollas por fricción

  • Neuroma de Morton
  • Verrugas plantares

Figura 1. Valoración clínica de la escoliosis mediante el test de Adams con escoliómetro de Bunnell

Figura 2. Espondilolistesis L5-S1 con deslizamiento grado II de Meyerding

Figura 3. Imagen de RM de menisco discoideo

Figura 4. Imagen en 3D de coalición tarsal
calcáneo-escafoidea

 

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Dislipemias. Situación actual


 

Dislipemias. Situación actual

J. Dalmau Serra.
Director-Editor de Acta Pediátrica Española. Excoordinador del Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría.

 

Adolescere 2018; VI (2): 65.e7-65.e13

 

Resumen

La dislipemia es uno de los factores de riesgo mayores para el desarrollo de la arteriosclerosis, la cual se inicia en la infancia. Por ello su identificación y tratamiento constituye uno de los pilares de la pediatría preventiva actual. En el presente artículo se revisa las recomendaciones sobre su cribado, diagnóstico de las enfermedades que cursan con dislipemia, fundamentalmente la hipercolesterolemia familiar, su tratamiento dietético y farmacológico, la promoción de la actividad física y de hábitos de vida saludables, como medidas básicas para evitar la progresión de la arteriosclerosis. Sin embargo sigue habiendo cuestiones no resueltas y que abarcan desde las medidas para conseguir una buena adherencia a la dieta, edad de inicio del tratamiento farmacológico, valoración de la eficacia de cada estatinas en su potencial efecto para la reducción del C-LDL y en sus efectos pleyotrópicos. Asimismo faltan datos sobre su eficacia a largo plazo en la prevención primaria no sólo en la reducción de la mortalidad en el adulto sino también en la morbilidad y en la efectividad coste-beneficio.

Palabras clave: Dislipemias; Hipercolesterolemia familiar; Hipercolesterolemia familiar combinada; Hipercolesterolemia poligénica; Tratamiento dietético; Tratamiento farmacológico.

Abstract

Dyslipidemia is one of the major risk factors for the development of arteriosclerosis, which begins in childhood. Therefore, its identification and treatment is one of the pillars of current preventive pediatrics. In the present article we review the recommendations about its screening, diagnosis of diseases associated with dyslipidemia, mainly family hypercholesterolemia, its dietary and pharmacological treatment, as well as the promotion of physical activity and healthy lifestyle habits, as basic measures to avoid the progression of arteriosclerosis. However, there are still unresolved issues such as measures to achieve a good diet adherence, age to start pharmacological treatment, assessment of the efficacy of each statin to reduce LDL-C and its pleiotropic effects. Likewise, data on its long-term efficacy in primary prevention are lacking, not only in the reduction of mortality in adults but also in morbidity and cost-benefit effectiveness.

Key words: Dyslipidemia; Familial hypercholesterolemia; Combined family hypercholesterolemia; Polygenic hypercholesterolemia; Dietary treatment; Pharmacotherapy.

 

Introducción

El colesterol y los triglicéridos son lípidos insolubles en agua que son transportados en sangre unidos a unas proteínas (apoproteínas), formando unas macromoléculas llamadas lipoproteínas. Su concentración sanguínea viene determinada fundamentalmente por factores genéticos y dietéticos. Las alteraciones en las concentraciones de estas macromoléculas se denominan dislipemias o dislipoproteinemias.

Existe relación entre las dislipemias, especialmente la hipercolesterolemia, y el desarrollo y progresión de la aterosclerosis

Existe relación entre las dislipemias, especialmente la hipercolesterolemia, y el desarrollo y progresión de la aterosclerosis. Este proceso empieza en la infancia con la aparición de las estrías lipídicas en la pared arterial, puede progresar en la adolescencia y juventud con el desarrollo de las placas de ateroma, y se expresa clínicamente en adultos con la enfermedad cardiovascular (ECV). Dado que la arteriosclerosis es la principal causa de morbi-mortalidad en los países desarrollados, su prevención debe iniciarse cuando se inicia el proceso, es decir, en la edad pediátrica. Para ello debe definirse los niveles de colesterol total (CT) y de baja densidad (C-LDL) adecuados y patológicos, identificar a los niños y adolescentes de riesgo y establecer unas normas preventivas y terapéuticas.

Dado que la arteriosclerosis es la principal causa de morbi-mortalidad en los países desarrollados, su prevención debe iniciarse cuando se inicia el proceso, es decir, en la edad pediátrica

Clasificación de las concentraciones de C-Total y C-LDL en base a su riesgo aterogénico

Para evaluar el riesgo de ECV en función de los niveles de C-Total, C-LDL, C-HDL y triglicéridos, el Programa Nacional de Educación en Colesterol de EE.UU ha propuesto una clasificación para niños mayores de 2 años y adolescentes con antecedentes familiares de hipercolesterolemia o ECV precoz (Tabla I). Existen diferencias en las concentraciones de colesterol en función de la edad, sexo, desarrollo puberal. De modo práctico debe considerarse como hipercolesterolemia concentraciones de CT y C-LDL superiores al percentil 95: C-Total ≥ 200 mg/dl y C-LDL > 130 mg/dl. Estos valores percentilados se establecieron en 1981 antes del incremento de la prevalencia de la obesidad en todos los países desarrollados, por lo que en presencia de obesidad muy probablemente estos puntos de corte deberían ser inferiores.

Existen diferencias en las concentraciones de colesterol en función de la edad, sexo, desarrollo puberal. De modo práctico debe considerarse como hipercolesterolemia concentraciones de CT y C-LDL superiores al percentil 95: C-Total ≥ 200 mg/dl y C-LDL > 130 mg/dl.

Además de los valores reseñados para el CT y el C-LDL, deben considerarse anormales en niños y adolescentes los niveles de triglicéridos mayores de 150 mg/dl y los niveles de colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad (C-HDL) menores de 35 mg/dl.

Identificación de la población pediátrica de riesgo aterogénico

Sigue habiendo controversia sobre cómo efectuar el cribado para la identificación de riesgo. Existen 3 posibilidades: universal; en cascada a partir de un familiar de primer grado con diagnóstico genético de hipercolesterolemia familiar, independientemente de las cifras de C-Total; selectivo en niños con historia familiar de ECVP y/o hipercolesterolemia en uno de los progenitores.

Sigue habiendo controversia sobre cómo efectuar el cribado para la identificación
de riesgo

El Panel de Expertos de National Heart, Lung, and Blood Institute de EEUU ha hecho las siguientes recomendaciones:

  1. No cribado en menores de 2 años.
  2. Cribado universal: de 9 a 11 años y en mayores de 17 años, ya que a estas edades las concentraciones de CT son estables.
  3. De 2 a 8 años y de 12 a 16 años, no cribado excepto si existe alguno de los siguientes factores de riesgo:
    • Padres o abuelos (hombres menores de 55 años y mujeres menores de 65 años) que hayan padecido angor, infarto de miocardio, enfermedad vascular cerebral o periférica o muerte súbita.
    • Uno o ambos padres con CT ≥ 240 mg/dl.
    • Niños con diabetes, hipertensión, sobrepeso u obesidad, y/o tabaquismo.

Hay que tener presente que si se hace cribado sólo por historia familiar se pierde más del 30% de los casos de hipercolesterolemia familiar.

En cualquier caso, sobre todo si no se dispone de historia familiar, el pediatra debe valorar el realizar cribado si existe una dieta muy desequilibrada mantenida durante largos periodos, o existen otros factores de riesgo: tabaquismo, hipertensión, dietas con alto contenido en grasa, diabetes y/o sedentarismo

En cualquier caso, sobre todo si no se dispone de historia familiar, el pediatra debe valorar el realizar cribado si existe una dieta muy desequilibrada mantenida durante largos periodos, o existen otros factores de riesgo: tabaquismo, hipertensión, dietas con alto contenido en grasa, diabetes y/o sedentarismo.

En caso de coexistir sobrepeso u obesidad con dislipidemia, debe realizarse cribado de otros componentes del síndrome metabólico, como resistencia a la insulina, diabetes tipo 2, hipertensión o adiposidad de predominio central.

Pauta diagnóstica

A los niños y adolescentes en los que esté indicado el cribado se debe determinar el C-Total, y si éste es inferior a 200 mg/dl se les debe repetir el estudio analítico cada 5 años, dado que son población de riesgo.

A los niños y adolescentes en los que esté indicado el cribado se debe determinar el C-total, y si éste es inferior a 200 mg/dl se les debe repetir el estudio analítico cada 5 años, dado que son población de riesgo

Si la concentración de CT es superior a 200 mg/dl, se debe repetir el análisis en condiciones estandarizadas (con dieta normal, tras 12 horas de ayuno) con determinación de C-HDL, C-LDL, triglicéridos y, si es posible, apoproteínas B y AI. Si el C-LDL es inferior a 110 mg/dl, se debe controlar analíticamente cada 5 años. Si el C-LDL está entre 110 y 129 mg/dl, se debe hacer unas recomendaciones dietético-nutricionales y aumentar la actividad física; controlar anualmente. Si es superior a 130 mg/dl, se debe revaluar al paciente excluyendo otras causas de hipercolesterolemia, siendo las más frecuentes en la edad pediátrica el hipotiroidismo, consumo de alcohol, ciertos medicamentos (contraceptivos, corticoides, anabolizantes, etc.); otras enfermedades que cursan con hipercolesterolemia suelen dar sintomatología evidente de la enfermedad primaria y la hipercolesterolemia no es el principal problema: diabetes, hepatopatías, síndrome nefrótico, enfermedades de depósito, etc. Una vez confirmado que se trata de una hipercolesterolemia primaria, se debe diagnosticar la enfermedad causante de la misma, lo cual es importante puesto que el riesgo de arteriosclerosis y ECV es diferente para cada enfermedad (Tabla II). Las enfermedades más frecuentes que cursan con hipercolesterolemia primaria detectables en la edad pediátrica son:

Una vez confirmado que se trata de una hipercolesterolemia primaria, se debe diagnosticar la enfermedad causante de la misma, lo cual es importante puesto que el riesgo de arteriosclerosis y ECV es diferente para cada enfermedad

  • Hipercolesterolemia familiar heterocigota. Es autosómica dominante, con riesgo elevado de enfermedad vascular. Su diagnóstico requiere C-LDL del paciente y de uno de los progenitores en percentil mayor de 98 (aproximadamente ≥ 150 y ≥ 170 mg/dl, respectivamente), y otro familiar (tíos, abuelos) con CT > 300 mg/dl y/o antecedentes de ECV. Se debe sospechar hipercolesterolemia familiar homocigota con C-LDL ≥ 500 mg/dl o si tras tratamiento farmacológico es ≥ 300 mg/dl, especialmente si existen xantomas antes de los 10 años. Es recomendable el estudio genético para establecer un diagnóstico inequívoco, dar pronóstico y poder efectuar el cribado familiar.
  • Hiperlipemia familiar combinada. Herencia mendeliana dominante, con expresión incompleta en la infancia. Riesgo aumentado de enfermedad vascular, aunque menor que en caso anterior. Su diagnóstico requiere C-LDL y triglicéridos en percentil mayor de 95 (aproximadamente > 130-140 mg/dl, y > 110 mg/dl, respectivamente), pudiendo estar ambos elevados, o sólo uno de estos parámetros, y pudiendo ir cambiando este patrón. Las lipoproteínas de uno de los progenitores deben tener igual comportamiento (C-LDL y triglicéridos superiores a 160 y 170 mg/dl, respectivamente). Suele haber historia familia de obesidad, diabetes tipo 2 o gota.
  • Hipercolesterolemia poligénica. Es la más frecuente de las hipercolesterolemias primarias y la de riesgo menos elevado. Se caracteriza por C-LDL discretamente elevado, mayor de 130 mg/dl, con padres y hermanos con concentraciones similares (agregación familiar).

Tratamiento de las dislipemias primarias

El objetivo inicial del tratamiento de la hipercolesterolemia es la reducción de los niveles de lípidos plasmáticos por debajo de las cifras de partida. El objetivo del tratamiento se muestra en la Tabla II. Esta meta es aplicable tanto en el caso de abordaje con dieta y cambios en el estilo de vida, como si se realiza además tratamiento farmacológico.

Recomendaciones dietéticas

Tras el diagnóstico debe instaurarse una dieta dirigida a conseguir un estilo de vida saludable desde el punto de vista de la prevención cardiovascular cuyas características no difieren de las de una dieta prudente recomendable para toda la población pediátrica sana:

Debe instaurarse una dieta dirigida a conseguir un estilo de vida saludable desde el punto de vista de la prevención cardiovascular cuyas características no difieren de las de una dieta prudente recomendable para toda la población pediátrica sana

  • Calorías adecuadas para mantener el crecimiento
  • Aporte lipídico del 30-35 % de las calorías totales
  • Ácidos grasos saturados <8-10% de las calorías totales
  • Ácidos grasos monoinsaturados de 10-15 % de las calorías
  • Ácidos grasos poliinsaturados entre el 6 y 10 % del total de calorías
  • Colesterol máximo diario de 300 mg, aunque quizás sería más aconsejable la recomendación de 100 mg/1.000 calorías
  • Restricción de ácidos grasos con isómeros trans (< 1 % de calorías)
  • Fibra dietética de 8 a 28 g (dependiendo de la edad)

Estas son las características generales de la dieta más comúnmente aceptadas aunque existen algunas diferencias en las recomendaciones hechas por diferentes entidades científicas, fundamentalmente con respecto al aporte de lípidos. Por ello se ha ideado diferentes estrategias para optimizar la ingesta de grasa y aumentar la calidad de la misma. Asimismo, aunque se dispone de pocas evidencias en pediatría, basándose en datos de adultos se recomienda que la dieta aporte alimentos ricos en antioxidantes, esteroles y estanoles (a partir de los 6 años 1,5 a 2 g/día), prebióticos, etc.

Dadas las características de la dieta actual de la población española, las recomendaciones a realizar son:

  1. Disminuir la ingesta total de grasa y especialmente de grasa saturada: disminuir consumo de carne, embutidos, mantequilla/margarina, quesos cremosos, etc.
  2. Aumentar la calidad de la grasa consumida: aumentar aporte de pescados (que debe ser superior al de carnes) y de aceite de oliva.
  3. Disminuir consumo de colesterol: disminuir aporte de huevos, vísceras y bollería industrial.
  4. Aumentar el aporte de frutas, ensaladas y verduras.

Esta dieta saludable sirve para la población general y para los pacientes afectos de cualquier dislipemia. La hipercolesterolemia familiar responde muy parcialmente a la dieta por lo que suele ser necesario una dieta que difiere de la anterior en el aporte de ácidos grasos saturados (<7%) y de colesterol
(< 200 mg/día). A efectos prácticos se deben extremar las medidas de la dieta indicada en lo referente a alimentos ricos en grasa saturada (utilizar alimentos lácticos desnatados, carnes magras, pollo sin piel, procesos culinarios sencillos, etc.), así como restringir los alimentos ricos en colesterol (yemas, vísceras, etc.). Asimismo hay que mejorar la calidad del aporte lipídico con alimentos como pescados y aceite de oliva ayuden a aumentar el C-HDL por su contenido.

Siempre que se paute un tratamiento dietético que incluya limitación de la ingesta de algunos alimentos, se requiere una planificación cuidadosa para asegurar una ingesta adecuada y correctamente proporcionada de calorías, vitaminas y minerales. El aporte calórico debe controlarse en la medida necesaria para lograr o mantener el peso deseable. Con respecto a los micronutrientes, debe vigilarse especialmente el aporte de vitaminas liposolubles, hierro, zinc y calcio.

Siempre que se paute un tratamiento dietético que incluya limitación de la ingesta de algunos alimentos, se requiere una planificación cuidadosa para asegurar una ingesta adecuada y correctamente proporcionada de calorías, vitaminas y minerales

El gran problema de la dieta es lograr la adherencia a la misma, mantenida en el tiempo, en cualquier edad pero especialmente en adolescentes.

Actividad física

Además de la dieta, el papel de la actividad física como factor independiente protector frente al desarrollo de enfermedades cardiovasculares, ha sido ampliamente estudiado. Hay que educar al niño en una vida activa en la que se practiquen habitualmente una serie de movimientos cotidianos como andar, pasear, subir escaleras, etc. Los niños mayores de 5 años deben hacer 1 hora, 3 días por semana, y los mayores de 11 años, 1 hora cada día de una actividad física moderada (andar más de 2,5 km a una velocidad mayor de 5 km por hora) o intensa (andar más de 5 km a una velocidad mayor de 5 km por hora), dependiendo del grado de riesgo individual que tengan. En todos los casos se debe disminuir las actividades sedentarias (televisión, juegos de ordenador, etc.) a menos de 2 horas al día.

Los niños mayores de 5 años deben hacer 1 hora, 3 días por semana, y los mayores de 11 años 1 hora cada día de una actividad física moderada o intensa, dependiendo del grado de riesgo individual que tengan

Tratamiento farmacológico

La hipercolesterolemia familiar heterocigota responde parcialmente al tratamiento dietético y muy a menudo de manera insuficiente, por lo que hay que plantear el tratamiento farmacológico. En la hipercolesterolemia familiar homocigota es siempre necesario este tratamiento.

Si tras un mínimo de 6-12 meses con tratamiento dietético, la concentración de C-LDL es superior a 190 mg/dl, o a 160 mg/dl y además existen otros dos factores de riesgo, debe valorarse el tratamiento farmacológico (Tabla III). El paciente debe ser evaluado individualmente y a poder ser con el máximo de datos, por lo que es recomendable la realización de factores de riesgo “emergentes” identificados más recientemente, tanto en adultos como en niños (fibrinógeno, homocisteína, lipoproteína (a), PAI 1, parámetros hemorreológicos, etc.), e insistir en otros factores que pueden haber pasado desapercibidos (consumo de alcohol, contraceptivos, tabaquismo…), etc., además de los factores de riesgo clásicos (historia familiar de ECV precoz, hipertensión, obesidad, CHDL <35 mg/dl, diabetes, sedentarismo).

Si tras un mínimo de 6-12 meses con tratamiento dietético, la concentración de C-LDL es superior a 190 mg/dl, o a 160 mg/dl y además existen otros dos factores de riesgo, debe valorarse el tratamiento farmacológico

Se recomienda no iniciar tratamiento farmacológico antes de los 10 años, aunque cada caso debe ser valorado individualmente, para lo que puede ser de utilidad la evolución de la medida del grosor de la íntima-media de la carótida, así como los otros factores de riesgo citados. Otra técnica no invasiva que se está desarrollando para la valoración de la progresión de la arteriosclerosis es la dilatación de la arteria radial mediada por flujo. En función de la historia familiar, los factores de riesgo clásicos y emergentes, y los datos proporcionados por las técnicas citadas, el especialista puede decidir el inicio más temprano del tratamiento farmacológico.

Se recomienda no iniciar tratamiento farmacológico antes de los 10 años, aunque cada caso debe ser valorado individualmente

Los fármacos más empleados actualmente en el tratamiento de las dislipemias son las estatinas. Clásicamente se recomendaban las resinas fijadoras de ácidos biliares (colestiramina y colestipol) pero por su menor eficacia y por sus efectos secundarios (malabsorción de vitaminas liposolubles, estreñimiento, dolor abdominal) así como por su baja palatabilidad, estos medicamentos han caído en desuso. Un nuevo fármaco de este grupo, el colesevelam, tiene muchos menos efectos secundarios aunque la experiencia pediátrica es limitada.

Los fármacos más empleados actualmente en el tratamiento de las dislipemias son las estatinas

Las estatinas son los fármacos de primera línea por su capacidad de disminuir los niveles de C total y de C-LDL en torno a 18-40%. El tratamiento no se debe iniciar antes de los 10 años en niños y, preferiblemente, después de la menarquia en niñas. Las estatinas utilizables en pediatría son la lovastatina, simvastatina, atorvastatina, pravastatina y rosuvastatina. La pitavastatina no está indicada en pacientes menores de 18 años (según la ficha técnica del producto). Existen diferencias entre las diferentes estatinas tanto en su capacidad de disminuir las concentraciones de C-LDL como en otros efectos (antiinflamatorios, inmunomoduladores, antitrombóticos, etc.), actualmente en estudio, por lo que en el futuro estos efectos pleyotrópicos deberán tenerse en cuenta al escoger una estatina. Las dosis iniciales son de 10-20 mg en dosis única diaria, variando según la estatina y la respuesta bioquímica.

Las estatinas son los fármacos de primera línea por su capacidad de disminuir los niveles de C total y de C-LDL en torno a 18-40%

Previamente al inicio del tratamiento con estatinas debe realizarse una determinación de los niveles basales de transaminasas y fosfocreatinquinasa (CPK), que debe ser repetida, junto con el análisis de lipoproteínas, a las 4 semanas de iniciada la terapia. Las estatinas están contraindicadas en el embarazo, lo que debe advertirse a las adolescentes.

Los efectos adversos de las estatinas son más frecuentes en los adultos e incluyen trastornos gastrointestinales, elevación de las transaminasas hepáticas, elevación de la CPK, mialgias y, más raramente, episodios de rabdomiolisis.

A la población de alto riesgo, que con estatinas no se le consigue disminuir de manera importante la concentración de C-LDL, existe la posibilidad de añadir ezetemibe, inhibidor de la absorción intestinal del colesterol tanto el dietético como el de origen biliar, autorizado por la EMA a partir de los 10 años a la dosis de 10 mg/día. Utilizado conjuntamente con una estatina los efectos se potencian. En los estudios publicados hasta el momento que han incluido población pediátrica, la tolerancia y la seguridad han sido buenas.

En la hipercolesterolemia familiar homocigota se debería empezar el tratamiento farmacológico en cuanto se diagnostique al paciente. Suele haber una mala respuesta al tratamiento farmacológico por lo que se debe valorar la efectuar una LDL-plasmaféresis a partir de los 6 años.

Actualmente existen nuevos fármacos para el tratamiento de la hipercolesterolemia familiar homocigota y heterocigota grave con mala respuesta al tratamiento convencional como el lomitapide y mipomersen. Su mecanismo de acción es mediante la reducción de la producción de VLDL hepática, independientemente de los receptores-LDL hepáticos. Su uso en pediatría está aún en fase de ensayo clínico.

En pacientes con hipertrigliceridemia grave (triglicéridos > 50 mg/dL), con riesgo de pancreatitis, especialmente con historia familiar positiva, se debe valorar tratamiento con fibratos, aunque la experiencia pediátrica es limitada. Antes de empezar el tratamiento se debe pedir consentimiento informado.

Referencia a un centro especializado

Debe realizarse en pacientes con C-LDL mayor de 150-160 mg/dl tras tratamiento dietético en los que exista: a) historia familiar positiva importante (angor, infarto, enfermedad vascular cerebral o periférica en padres o abuelos menores de 55 años); b) patrón lipoproteico cambiante; c) indicación de tratamiento farmacológico; d) coexistencia de dos o más factores de riesgo clásicos (citados anteriormente); e) posibilidad de que se trate de una hipercolesterolemia secundaria, para estudio. Estas indicaciones deben haber sido consensuadas entre los pediatras de Atención Primaria y su Centro de Referencia.

 

Tablas y figuras

Tabla I. Concentraciones de lípidos plasmáticos (mg/dL)

aceptable

límite

alto

C-Total

< 170

170 – 199

≥ 200

C-LDL

< 110

110 – 129

≥ 130

C-HDL

> 45

40 – 45

Triglicéridos

< 75

75 – 99

≥ 100

– 0-9 años

– 10-19 años

< 90

90-129

≥ 130

Apoproteína B

< 90

90 – 109

≥ 110

Tabla II. Riesgo de arteriosclerosis en diferentes enfermedades

1. Alto riesgo

1.1. Enfermedades:

Hipercolesterolemia familiar homocigota

Diabetes mellitus tipo 1

Enfermedad renal crónica, insuficiencia renal

Tras trasplante cardíaco

Enfermedad de Kawasaki con aneurismas coronarios

1.2. Objetivo del tratamiento:

C-LDL ≤ 100 mg/dL

IMC ≤ 85% para la edad y sexo

Tensión arterial ≤ 90% para la edad y sexo

Glucemia en ayunas < 100 mg/dL, Hb A 1c < 7%

2. Riesgo moderado

2.1. Enfermedades:

Hipercolesterolemia familiar heterocigota

Enfermedades inflamatorias crónicas: lupus eritematoso, artritis reumatoide, etc.

Enfermedad de Kawasaki con regresión de aneurismas

Diabetes mellitus tipo 2

2.2. Objetivo del tratamiento:

C-LDL ≤ 130 mg/dL

IMC ≤ 90 % para la edad y sexo

Tensión arterial ≤ 95 % para la edad y sexo

Glucemia en ayunas < 100 mg/dL, Hb A 1c < 7%

3. Riesgo medio

3.1. Enfermedades:

Cardiopatías congénitas

Tras tratamiento de cáncer

Enfermedad de Kawasaki sin afectación de arterias coronarias

3.2. Objetivos del tratamiento

C-LDL ≤ 160 mg/dL

IMC ≤ 95% para la edad y sexo

Tensión arterial ≤ 95 % para la edad y sexo

Glucemia en ayunas < 100 mg/dL, Hb A 1c < 7%

Tabla III. Concentraciones de C-LDL indicativas de tratamiento farmacológico

CARACTERÍSTICAS DEL PACIENTE

TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO

NO OTROS FACTORES DE RIESGO DE ECV

LDL-Colesterol > 190 mg/dl
a pesar del tratamiento dietético

OTROS FACTORES DE RIESGO DE ECV PRESENTES:

  • Obesidad
  • Hipertensión
  • Tabaquismo
  • Historia familiar de ECV en menores de 55 años

POSIBILIDAD DE VALORACIÓN INDIVIDUALIZADA*

Valoración de la progresión de la aterosclerosis:

  • Medición del espesor del grosor de la
    íntima- media de la carótida

Valoración de factores de riesgo emergentes:

  • Fibrinógeno
  • Homocisteína
  • Lipoproteína (a)
  • PAI 1
  • Parámetros hemorreológicos

LDL-Colesterol > 160 mg/dl
a pesar del tratamiento dietético

ECV: Enfermedad cardiovascular; C-LDL: colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad.
PAI-1: (Inhibidor del activador del plasminógeno-1).

*Sólo en los pacientes que lo requieran, y dependiendo de la disponibilidad de efectuar estos estudios.

 

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Tecnologías de la información y de la comunicación


 

Tecnologías de la información y de la comunicación

L.S. Eddy Ives.
Autora y co-coordinadora de la Guía clínica sobre el ciberacoso para profesionales de la salud. Centre Mèdic Sant Ramon (CMSR), Santa Coloma de Gramenet (Barcelona). Pediatra especializada en psiquiatría infanto-juvenil, Directora médico CMSR.

 

Adolescere 2018; VI (2): 65.e1-65.r6

 

Resumen

La utilización de las tecnologías de la información y de la comunicación por parte de los niños y adolescentes ocasiona problemas personales de conductas adictivas y riesgo de sufrir ciberacoso, sexting o grooming. Se expone un caso clínico de ciberacoso y se revisa dicho tema.

Palabras clave: Tecnologías de la Información y la Comunicación; Ciberacoso; Sexting; Grooming.

Abstract

The use of information and communication technologies by children and adolescents leads to addictive behavior problems and risk of cyberbullying, sexting or grooming. A clinical case of cyberbullying is presented and the topic is reviewed.

Key words: Information and communication technologies; Cyber bullying; Sexting; Grooming.

 

Introducción

Laia, de 14 años (3º ESO), acude a consultar en el servicio de psiquiatría-infanto juvenil en noviembre de 2015, acompañada por su madre. Es derivada desde psicología para valorar la conveniencia de añadir tratamiento farmacológico a la intervención psicológica que estaba llevando a cabo desde hacía más de un año y que no acababa de proporcionar una mejoría en su estado de ánimo. A través de la anamnesis y de la observación clínica se constata una niña insegura, con baja autoestima, poca capacidad comunicativa y con sintomatología ansiosa-depresiva. Su máxima preocupación era tener una mejor relación con sus iguales dentro del ámbito escolar. Niega sufrir acoso escolar o acoso a través de las redes sociales.

Antecedentes familiares: nada a destacar. Antecedentes personales: intervención psicológica a los 9 años de edad por presentar miedos, falta de confianza en sí misma, y baja autoestima. Recibió terapia cognitivo conductual, primero semanal y luego quincenal, durante un año.

Se inicia tratamiento con Fluoxetina 20 mg (primeros 10 días, 10 mg). A los dos meses se evidencia una mejoría parcial en el estado de ánimo. Se le recomienda acudir al taller de habilidades sociales para adolescentes, pues seguía siendo evidente su preocupación por sus relaciones con los compañeros del instituto.

Cada 1-2 meses se realiza controles en psiquiatría y quincenal/mensual en psicología, siendo estable el cuadro clínico. En la visita de diciembre de 2016 se constata un cambio evidente en su estado de ánimo. Laia se muestra mucho más comunicativa y alegre. Según la madre, volvía a ser la Laia de siempre. Nos comunica que hubo una mediación en el instituto por orden judicial que permitió evidenciar que Laia había estado sometida a acoso escolar y ciberacoso a través de la red social WhatsApp. La adolescente que le estuvo realizando el ciberbullying a ella y a varias compañeras más, era nueva en el instituto habiendo sido trasferida por petición de los padres por haber sufrido a su vez acoso escolar en su anterior instituto.

Cabe resaltar de este caso, la no verbalización de la causa de su malestar anímico. Es un hecho frecuente, tanto en el bullying como en el ciberbullying, pero más en el segundo ya que muchas veces el adolescente tiene restringido el uso del móvil y si además reconoce que está siendo intimidado, suele temer que sus padres le restrinjan aún más su uso, por lo que habitualmente optan por el silencio.

Cabe resaltar de este caso, la no verbalización de la causa de su malestar anímico. Es un hecho frecuente, tanto en el bullying como en el ciberbullying

Definiciones

Tecnologías de la Información y de la Comunicación

Las nuevas tecnologías de la Información y de la comunicación (TIC) se refiere a todos los medios digitales que disponen los niños y adolescentes para conectarse de forma virtual: móvil, iPad, portátil, ordenador. Las generaciones actuales son denominados nativos digitales al estar en contacto con las mismas desde edades muy tempranas por lo que el riesgo de sufrir consecuencias negativas (adicción y acoso) es más elevada (Paniagua H., 2013).

Un estudio europeo con recopilación de datos de adolescentes de 14-17 años, entre 2011 y 2012, pone en evidencia que un 22,8% de los mismos tienen una conducta disfuncional respecto a internet; concretamente 21,3% en riesgo de adicción y 1,5% con conducta adictiva, la cual se manifiesta en forma de pérdida de control con aislamiento y descuido de las relaciones sociales, académicas, recreativas y de higiene personal (Tsitsika A. et al, 2012).

Ciberacoso

Se habla de ciberacoso o ciberbullying cuando un menor acosa a otro menor con amenazas, insultos, coacciones, chantajes, vejaciones, o calumnias, haciéndolo a través de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) como es el móvil, ordenador, o Tablet, e utilizando WhatsApp, SMS, email, chats en línea, redes sociales, etc. El ciberacoso se define como un daño intencionado y repetido infligido por parte de un menor o grupo de menores hacia otro menor mediante el uso de los medios digitales (Guía Clínica de ciberacoso para profesionales de la salud, 2015). La víctima irá sufriendo un deterioro en su autoestima y dignidad personal, provocándole victimización psicológica, estrés emocional y rechazo social. Hay que tener en cuenta que el daño es intencionado, no accidental, pero el adolescente agresor muchas veces no es consciente del daño real que le va ocasionar a su víctima.

Ciberacoso o ciberbullying cuando un menor acosa a otro menor con amenazas, insultos, etc…, a través de las TICs

El acoso, tanto presencial como virtual, que es el caso que nos ocupa, siempre es repetido en el tiempo, no es un hecho aislado. Ahora bien, el ciberacoso debido a la característica de ser digital, con una única acción por parte del agresor puede representar una experiencia de victimización prolongada en el tiempo para la víctima debido a que la agresión persiste de forma continuada en la red 365 días al año. Por tanto, puede haber un efecto repetido a pesar que la conducta del que agrede no lo había sido (Protocolo de actuación escolar ante el ciberbullying, 2011).

Las víctimas y acosadores son de edades similares y tienen relación o contacto en el mundo físico. Muchas veces el acoso comienza en el mundo real para luego pasar al mundo virtual. A igual que en el acoso presencial, existirá el acosador, la víctima y los observadores. El ciberbullying representa una amenaza clara para la víctima pudiendo crearle situaciones de riesgo psíquica y física, pudiendo llegar a ser constitutivo de un delito. Los métodos que utilizan para realizar este acoso pueden ser a través de:

El ciberbullying representa una amenaza clara para la víctima pudiendo crearle situaciones de riesgo psíquica y física, pudiendo llegar a ser constitutivo de un delito

  • Ataques directos: insultos o amenazas, robo de contraseñas, secuestro o cierre de perfiles en las redes sociales (Facebook, Instagram, etc.), robo de recursos en juegos en línea, envío de virus informáticos para dañar o manipular el ordenador de la víctima.
  • Publicaciones y/o ataques públicos: rumores, mensajes que hieren, fotos o vídeos humillantes publicados en redes sociales, blogs, foros, o enviados a través de la mensajería instantánea o email. También, exclusión de grupos en línea con la intención de denigrar a la víctima.
  • Mediante terceros: es cuando se hace una suplantación de identidad y creación de perfiles falsos en las redes sociales o en juegos en línea para enviar mensajes amenazantes o provocativos exponiendo a la víctima al escrutinio de terceros. O sea, habrá una explotación malintencionada de los mecanismos de seguridad en plataformas de redes sociales para conseguir el cierre de su cuenta.

Grooming

Es una forma de acoso a un menor a través de las nuevas tecnologías pero no es entre iguales, sino el acosador es un adulto y la víctima un menor, y habrá una intención sexual explícita o implícita (Guía legal sobre ciberbullying y grooming, 2009). En esta modalidad de acoso las situaciones de peligro para los menores son más sutiles y latentes. Son acciones realizadas para establecer, de forma deliberada, una relación y control emocional sobre un menor con el fin de preparar el terreno para el abuso sexual. Los acosadores tienen preferencia por un prepúber o púber y frecuentemente son hombres casados. El menor suele ser ingenuo y no se da cuenta que interactúa con un adulto. El acosador acaba confesando su edad y pidiendo secretismo; les convence que no deben decirlo a los padres pues no lo entenderían. Logran datos personales y fotografías, que cada vez serán con menos ropa.

El grooming es una forma de acoso a un menor a través de las nuevas tecnologías pero no es entre iguales

Existen 3 fases. Fase de amistad: se pone en contacto para conocer sus gustos, preferencias y crear una relación de amistad y confianza; Fase de relación: incluye confesiones personales e íntimas entre acosador y menor estableciéndose una mayor confianza y el acosador obtiene cada vez más información sobre sus gustos y preferencias; Fase con componente sexual: hay petición a los menores de su participación en actos de naturaleza sexual, grabación de imágenes o toma de fotografías.

Sexting

El sexting puede acabar convirtiéndose en un ciberacoso. Consiste en el envío de fotografías o vídeos con contenido sexual, grabadas y enviadas por la propia protagonista (Guía sobre adolescencia y sexting, 2011). El receptor es quien hace un mal uso difundiendo dichas imágenes, cosa que no supo prever la persona que hizo el envío. O sea, en el inicio hay una voluntariedad en el envío a una determinada persona, que suele querer hacer un “regalo” a su pareja con el fin de coquetear, pero luego éste/a los difunde sin su consentimiento haciéndose viral. Puede acabar habiendo un acoso para que no se sigan difundiendo las imágenes, difícilmente controlable.

El sexting consiste en el envío de fotografías o vídeos con contenido sexual

Diferencias entre ciberacoso y acoso escolar tradicional

El hecho de que no sea presencial sino virtual, ocasiona dos hechos evidentes:

  1. Un efecto desinhibidor sobre los comportamientos del acosador: El efecto desinhibidor hace que el acosador actúe impulsivamente sin medir las consecuencias de sus actos, de tal forma que el sujeto presenta:
    • Sentimiento de poder o de invencibilidad al poder engañar u ocultar su identidad, sin tener conciencia de la gravedad de sus actos y de que pueden tener consecuencias legales.
    • Dificultad de percibir el daño psicológico, emocional y moral que está ocasionando a la víctima debido a la distancia, al no estar en contacto físico con la víctima, lo que dificulta el desarrollo de la empatía del acosador facilitando que se repita el acoso.
    • Mayor probabilidad de reincidir debido a que no hay ningún adulto que intervenga protegiendo a la víctima pues los adultos del entorno, tanto del acosador como de la víctima, ignoran lo que está sucediendo.
  2. Un aumento del alcance de la victimización, aumentando a su vez el daño a la víctima. El aumento del alcance de la victimización es evidente al haber un:
    • Impacto en las redes sociales las 24 horas al día y 365 días al año.
    • Audiencia aumentada y con difusión viral, todo ello conllevando un mayor perjuicio para la víctima, y por tanto, un mayor sufrimiento.

Factores de riesgo

Los principales factores de riesgo son:

  • Antecedente de haber sufrido acoso escolar. Suele ser la continuidad, primero padecen bullying que luego se acompaña o se transforma en ciberbullying.
  • Ser nuevo en el centro escolar. Es importante que el profesorado vele por la buena integración de un alumno de nueva incorporación.
  • Ser diferente o tener algún rasgo diferencial, por ej. pertenecer a otra cultura, raza, o religión que la mayoría, ser homosexual, etc.
  • Alumnos con necesidades especiales, o al contrario, ser un alumno con elevados éxitos académicos.
  • Elevadas horas del adolescente conectado a internet (EU NET ADB Consortium, 2012). Según la muestra de Arnaiz (2016) la mayoría de los adolescentes utilizan el móvil entre 1 y 2 horas de media al día. Ahora bien, hay un 5% de chicos y un 12,5% de chicas que dedican un tiempo diario superior a las cuatro horas, lo que se consideraría una ciberadicción; y entre los que dedican 2 a 4 horas diarias, grupo de riesgo de ciberadicción, de nuevo las chicas superan a los chicos con un 11% frente al 8%. Ambas diferencias son significativas. En cuanto a la utilización del ordenador, sin constatar tiempo de conexión a internet, las chicas también superan a los chicos (más de 4 horas diarias el 6,8% de chicas en comparación a un 4,8% de chicos, diferencia sin significación estadística).
  • Falta de supervisión de los padres. Es bien conocido que la familia actúa como factor protector, pero la realidad es que la supervisión por parte de los padres mientras el hijo está conectado a internet es escasamente uno de cada cuatro. Esto nos lleva a plantear la necesidad de concienciar a los padres sobre la importancia de que supervisen a sus hijos, que haya más momentos de uso compartido de las TICs y coeducación para un uso responsable.

Es bien conocido que la familia actúa como factor protector del ciberbullying

Perfil de los implicados

Como en todo acoso, hay que tener en cuenta el perfil de los 3 componentes: la víctima, el agresor y los espectadores.

Víctima. Las víctimas suelen ser adolescentes con pocas habilidades sociales (HHSS) y poca capacidad asertiva. Suelen tener pocos amigos y a veces aceptan cualquier menosprecio con tal de pertenecer al grupo. Suelen ser buenos estudiantes. Hay mayor riesgo cuando el sujeto es “diferente” o nuevo en el centro con dificultades de integrarse debido a sus pocas HHSS.

Agresor. El agresor/a suele ser un adolescente con escasa escala de valores pudiendo adoptar sin demasiada dificultad conductas de abuso, dominio, egoísmo, exclusión, maltrato físico, e insolidaridad. A veces provienen de entornos familiares sin pautas de educación moral, o de entornos con modelos de autoridad desequilibrados, autoritarios, inexistentes o permisivos pudiendo acabar los menores imponiendo su autoridad. A veces los agresores han aprendido una doble conducta en la que en determinadas situaciones muestran buenos modales, pero son capaces de actuar con cinismo y mostrar su otra cara oculta tras el anonimato virtual. Resumiendo, tienen falta de escala de valores, de empatía, falta de respeto hacia sus iguales y figuras de autoridad, pero a veces siguen un “doble juego”.

El agresor a veces proviene de entornos familiares sin pautas de educación moral, o de entornos con modelos de autoridad desequilibrados, autoritarios…

Observador o espectador. Es fundamental transmitir a los adolescentes su poder como grupo. Cuando uno es testigo de acoso o ciberacoso y no dice nada, está legitimando la situación, lo está aceptando como válido o correcto. Deben saber que ellos tienen poder para cambiar las cosas pues con la presión colectiva, apoyando a la víctima, pueden hacer que el agresor pierda su poder en el grupo y deje de acosar.

Cuando uno es testigo de acoso o ciberacoso y no dice nada, está legitimando la situación

Clínica

Debido a que la clínica es inespecífica y que no es fácil que el adolescente víctima de ciberacoso se sincere, hace que su detección no sea fácil. El adolescente puede presentar sintomatología psicosomática diversa, baja autoestima, alteraciones en el sueño, ansiedad sin causa aparente, sintomatología depresiva, sintomatología de trastorno de conducta alimentaria, y cambios importantes en los hábitos diarios o en el comportamiento, como puede ser dificultades en la integración escolar con ausencias escolares frecuentes, bajo rendimiento académico, cambios en las amistades, miedo a salir de casa con aumento en la dependencia de los adultos.

Historia clínica

Se recomienda, de forma rutinaria, indagar sobre la utilización y relación que tiene el adolescente con las TICs (Salmerón, 2013; Eddy, 2012). Interesará constatar si ha sufrido intimidación a través de las mismas o, al contrario, ha intimidado o ha participado como observador (Guía de actuación contra el ciberacoso, 2012). Para facilitar que el adolescente hable de su relación con las TICs, a la vez que el profesional hace preguntas sobre deportes, hobbies, etc., debe preguntar sobre la utilización que hace de las TICs. O sea, el tiempo diario dedicado a las mismas, el lugar (casa, escuela, otros), los momentos (mientras come, está en la cama restando horas al descanso nocturno, cuando está aburrido), la finalidad (para hacer llamadas, agenda, chat), si algún amigo ha intimidado o sufrido intimidación a través de las mismas, y finalmente preguntar si él/ella ha sido víctima, si ha agredido alguna vez, o si ha sido testigo y cómo ha actuado en dicho caso (protegiendo a la víctima, apoyando al agresor o ignorando lo sucedido).

En la historia clínica, se recomienda, de forma rutinaria, indagar sobre la utilización y relación que tiene el adolescente con las TICs

Si se sospecha ciberbullying conviene averiguar si ha habido difamación o desprestigio, llamadas anónimas para asustar, llamadas o mensajes ofensivos o insultantes, robo de contraseña, suplantación de identidad, amenazas o chantaje, acoso sexual, difusión de fotos o vídeos privados, trucar fotos para difundir e humillar, agredir y grabar para luego difundir (“happy slapping”), etc. (Garaigordobil, 2014).

Los sentimientos de la víctima y de los observadores suelen ser parecidos. Suelen presentar rabia e ira, a veces miedo, tristeza, vergüenza e incluso sentimientos de culpabilidad pues la víctima puede acabar pensando que se lo merece y el observador, que no estuvo a la altura de las circunstancias apoyando a su compañero. Otras veces rencor y deseos de venganza, pero rara vez indiferencia. Una cosa es que digan que les es indiferente, pero otra que realmente sientan indiferencia.

En el caso del agresor los sentimientos pueden oscilar entre sentirse fuerte, superior a los demás y contento de saber que el otro sufre, a sentir cierta culpabilidad, nerviosismo, rencor u odio (Garaigordobil, 2014). Pero en otras ocasiones los sentimientos serán de simple indiferencia, pues carecen de empatía. Cuando se le pregunta al agresor por qué lo hace muchas veces contestan para divertirse, porque considera que la víctima es tímido, feo, inferior, homosexual, diferente, etc., o porque considera que se lo merece. Otras veces es para evitar ser víctima o para ser amigo del líder que también lo hace.

Intervención

La primera medida es lograr que el acoso cese cuanto antes. Siempre que sea posible se deben eliminar los comentarios ofensivos, pero habiéndolos previamente guardado como prueba, por si en un futuro se realiza una denuncia. Tanto a la víctima como al agresor se les indica que eliminen al otro de sus redes sociales. Si se conoce al acosador, se recomienda ponerse en contacto con él y sus padres o responsables. Si se desconoce su identidad se debe denunciar lo ocurrido a la plataforma digital para que estén informados y para que eliminen los comentarios ofensivos de la red (Protocolo de actuación escolar ante el ciberbullying, 2011).

La primera medida es que cese el acoso. Siempre que sea posible se deben eliminar los comentarios ofensivos, pero habiéndolos previamente guardado como prueba, por si en un futuro se realiza una denuncia

Es obligado ponerse en contacto con el centro escolar pues puede haber otros menores implicados o afectados, y también es posible que el ciberbullying detectado vaya acompañado de un bullying presencial. El centro escolar debe disponer de un protocolo de actuación que tiene que aplicar de inmediato. Si la escuela no responde de forma positiva se contactará con la Unidad de Participación Ciudadana de la Policía Nacional (en Cataluña, Policía Comunitaria o Mossos d’Esquadra Comunitària) o con Inspección del departamento de enseñanza. La denuncia se utiliza en última instancia pues habitualmente con las mencionadas medidas se logra el cese del acoso y además no suele haber repercusión legal ya que ambos implicados son menores. En cambio, si se llega a la vía judicial, la víctima puede sufrir revictimización que a la larga puede ser aún más perjudicial.

Prevención

Prevención primaria. Para prevenir es necesario educar en la utilización responsable de las TICs. Los padres deben ser conscientes que ellos son el primer modelo y el más importante para sus hijos. Las recomendaciones en el buen uso de las TIC son:

Los padres deben ser conscientes que ellos son el primer modelo y el más importante para sus hijos

• Proteger la intimidad y respectar la intimidad de los demás

• Tener precaución con los desconocidos

• Siempre utilizar un lenguaje correcto, no ofensivo

• Ante insultos o amenazas, no responder sino conservar las evidencias

• No difundir imágenes comprometedoras

• No compartir contraseñas

• Si uno se siente acosado, acudir a un adulto responsable

• Saber que el uso inadecuado de las TICs conlleva responsabilidades personales

En todo control de salud se debe preguntar sobre las TICs, su utilización y relación con las mismas; y si alguna vez se ha sentido intimidado o acosado, o a algún amigo/a le ha sucedido o si él/ella ha intimidado o ha realizado un mal uso de las mismas.

Prevención secundaria. Es la detección precoz y para lograrlo, siempre que un adolescente presente la mencionada sintomatología inespecífica es preciso preguntar sobre el ciberacoso, en un clima abierto y sin juicios, intentando lograr que se sincere.

Prevención terciaria. Es cuando ya está consolidada el ciberacoso y se interviene para minimizar los daños, asegurando que todos los implicados reciban la atención sanitaria que precisan, pudiendo ser necesario atención en salud mental sobre todo cuando hay depresión con riesgo de autolisis. Es necesario proporcionar asistencia a todos los implicados intentando evitar judicializar el conflicto, buscando la mediación y conciliación y reparación del daño ocasionado.

Conclusiones

La utilización de las TICs es cada vez mayor y a edades más tempranas por lo que los profesionales de la salud que atienden a niños y adolescentes deben educar en el buen uso de las mismas y tener presente la prevención de sus riesgos: la adicción, el ciberacoso, grooming y sexting.

 

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El TDAH y su comorbilidad


 

El TDAH y su comorbilidad

A. Hervás Zúñiga.
MD, MRCPsych, PhD. Psiquiatra. Hospital Universitario Mutua Terrassa. Directora de IGAIN, Barcelona.

 

Adolescere 2018; VI (2): 54-64

 

Resumen

El trastorno por déficit de atención hiperactividad (TDAH) con frecuencia se asocia a otros trastornos del neurodesarrollo o/y trastornos psiquiátricos. La comorbilidad es la principal causa de severidad en la presentación clínica, así como dificultades de adaptación funcional y continuidad de psicopatología en la edad adulta. Es necesario una evaluación y diagnóstico detallado tanto del TDAH como de la comorbilidad asociada y un planteamiento terapéutico, que en muchos casos incluye tratamiento farmacológico, psicológico, educacional y apoyo psicosocial.

Palabras clave: TDAH; Comorbilidad; Neurodesarrollo.

Abstract

Attention-deficit hyperactivity disorder (ADHD) is often associated with other neurodevelopmental disorders and /or psychiatric disorders. Comorbidity is the main cause of severity in the clinical presentation, as well as difficulties in functional adaptation and continuity of psychopathology in adulthood. A detailed assessment and diagnosis of both ADHD and associated comorbidity and a therapeutic approach is necessary, which in many cases includes pharmacological, psychological, educational and psychosocial support.

Key words: ADHD; Comorbidity; Neurodevelopment.

 

Introducción

El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo que presenta alteraciones en la atención, actividad e impulsividad, comienza en la primera infancia, mejora con la edad y en algunos casos persiste a lo largo de la vida. Las alteraciones en la esfera de la hiperactividad-impulsividad se relacionan con dificultades en la inhibición verbal y motora, decisiones impulsivas sin poder retrasar la gratificación ni considerar las consecuencias futuras, excesivo movimiento o habla irrelevante e impulsividad emocional. En el área atencional presentan poca persistencia en las tareas, dificultades en memoria de trabajo, no pueden resistirse a las distracciones y les cuesta reengancharse cuando se les interrumpe.

El DSM5 ha cambiado los criterios de acuerdo a la edad; en mayores de 17 años, son solo necesarios 5 síntomas a diferencia de aquellos menores de 17 años, que requieren 6 síntomas para realizar un diagnóstico. Los síntomas tienen que estar presentes en más de un entorno, deben persistir más de 6 meses, presentarse antes de los 12 años y ser inconsistentes con lo esperado por el nivel de desarrollo del adolescente e impedir su funcionamiento. La base neuropsicológica del TDAH se relaciona principalmente con alteraciones en las funciones ejecutivas. La función ejecutiva regula actividades mayores de nuestra vida: 1) autodisciplina y capacidad de inhibición 2) autogestión del tiempo 3) auto organización y capacidad de resolver problemas 4) automotivación y 5) auto activación y concentración. Los síntomas de hiperactividad e impulsividad se relacionan con alteraciones de la inhibición motora, verbal, cognitiva y emocional y los síntomas de inatención con alteraciones en la meta cognición de la función ejecutiva que comprende alteraciones en la memoria de trabajo verbal y no verbal, dificultades en la planificación y resolución de problemas.

El DSM5 ha cambiado los criterios de acuerdo a la edad; en mayores de 17 años, son solo necesarios 5 síntomas a diferencia de aquellos menores de 17 años, que requieren 6 síntomas para realizar un diagnóstico

Podemos decir que el TDAH no es un problema de habilidades, es una dificultad de hacer lo que se sabe, no de saber lo que hay que hacer. Es un problema del cuando y donde hay que hacer las cosas y no tanto del cómo o del qué y de utilizar el conocimiento del pasado para aplicarlo en el presente.

Los circuitos cerebrales implicados en el TDAH son el sistema atencional anterior, ricos en dopamina y el sistema atencional posterior con preferencia por la noradrenalina, que mejora la relación señal-ruido de las células diana al inhibir la descarga de las neuronas basales. La alteración del neurodesarrollo cerebral en el TDAH se relaciona con un retraso madurativo alrededor de 5 años, con una disminución del volumen total cerebral hasta de un 3,2%, especialmente en las áreas implicadas en el TDAH como es el córtex pre frontal y lóbulo temporal superior y medio.

La prevalencia del TDAH es alta, oscila entre el 5-7%, más frecuente en los niños que en las niñas, con un ratio de 3/1 en estudios poblacionales pero con un ratio mucho mayor en estudios clínicos por una infra detección del TDAH en niñas. En la edad adulta el ratio es igual para ambos géneros y en estudios de prisiones, el TDAH es más frecuente en mujeres. Actualmente existe un debate sobre la existencia del TDAH con inicio en la adolescencia o edad adulta sin historia previa ya que algunos autores han encontrado que hasta un 90% de los casos de TDAH en edad adulta no tenían historia previa en infancia (Moffit et al 2015) mientras que otros autores están en desacuerdo con el TDAH de inicio en edad adulta, proponiendo que en estos casos existen síntomas sutiles en la infancia que pasaron no detectados ni diagnosticados y es en la edad adulta con una mayor exigencia organizativa, cuando los síntomas de TDAH causan interferencia funcional y se diagnostica. En general los estudios demuestran que un 63% de los chicos con TDAH continúan en la edad adulta con síntomas de una manera que cumplen todos o de manera parcial los criterios diagnósticos y en el caso de las chicas en un 24,6%. La persistencia es más frecuente en aquellos que presentan un mayor número de síntomas diagnósticos y en aquellos asociados a comorbilidad en la infancia.

Existe una base genética para el TDAH, esta incrementado en familiares de primer grado y se han implicado genes relacionados con el metabolismo de la dopamina, serotonina, y noradrenalina. Factores ambientales y epigenéticos permanecen mayormente desconocidos pero alteraciones perinatales y prematuridad, exposición prenatal al tabaco y otros tóxicos son factores que se han encontrado podrían alterar la expresión génica (Tabla I).

Comorbilidad del TDAH

La comorbilidad, entendida como la asociación del TDAH con otras entidades del neurodesarrollo o problemas psiquiátricos, es la norma más que la excepción. Se asocia a una mayor severidad sintomatológica, peor funcionamiento psicosocial y peor pronóstico.

La comorbilidad, entendida como la asociación del TDAH con otras entidades del neurodesarrollo o problemas psiquiátricos, es la norma más que la excepción. Se asocia a una mayor severidad sintomatológica, peor funciona-miento psicosocial y peor pronóstico

La comorbilidad se refiere a la combinación de dos o más condiciones nosológicas simultáneas, que se considera en el TDAH la norma más que la excepción. Se asocia a un incremento de severidad, peor funcionamiento psicosocial y pronóstico. Los chicos con TDAH, un 67% se asocia a uno o más trastornos psiquiátricos o del neurodesarrollo comparado con un 11% de los chicos sin TDAH. Un 33% presentan un único trastorno, 16% dos y 18% tres o más.

Las complicaciones de vivir con las dificultades asociadas al TDAH incrementan con la edad, especialmente si no es reconocido y tratado. Un hijo impulsivo, movido, impaciente y con problemas de autocontrol emocional, con rabietas y difícil de llevar, puede causar una importante perturbación familiar y crear dificultades en las relaciones familiares. Si lo padres no entienden que las dificultades que presenta su hijo se deben a problemas de autocontrol y no a una mala conducta, pueden ejercer métodos disciplinarios negativos que pueden provocar un empeoramiento de conducta en el adolescente y problemas emocionales asociados. Lo mismo ocurre si las dificultades atencionales y de función ejecutiva presentes en el chico con TDAH no son identificados y se atribuyen a una falta de motivación e interés por los estudios, vaguedad en su responsabilidad, empeorando su autoestima y provocando aún más deterioro en los estudios y relaciones escolares y familiares. En la adolescencia, las demandas escolares y sociales incrementan y es cuando las comorbilidades emocionales y conductuales más graves aparecen. Al fracaso escolar en aquellos no tratados adecuadamente, se añaden los problemas familiares y sociales que pueden precipitar problemas emocionales, depresión, ansiedad, riesgo de consumo de tóxicos y amistades con problemas.

Comorbilidad con otros trastornos del neurodesarrollo

Los trastornos del neurodesarrollo, se asocian frecuentemente entre ellos por lo cual en la primera infancia el TDAH coexiste con trastornos de lenguaje, aprendizaje, TEA (trastorno del espectro autista) y trastornos por tics. En la adolescencia, los síntomas de los trastornos del neurodesarrollo pueden ser sutiles, enmascarando la comorbilidad pero no la incapacidad funcional asociada.

En la adolescencia, los síntomas de los trastornos del neurodesarrollo pueden ser sutiles, enmascarando la comorbilidad pero no la incapacidad funcional asociada

En los primeros años de la vida, es frecuente que el TDAH se asocie a otros problemas evolutivos como es la coexistencia con un trastorno de lenguaje o con un TEA. Alrededor de un 37% de los casos de TEA se asocian a TDAH. En un 13% de los casos de discapacidad intelectual presentan un TDAH asociado. En un 40% de los casos, el TDAH va asociado a trastornos del aprendizaje, problemas en el área de lectoescritura y en un 47% a alteraciones motoras.

TDAH y discapacidad intelectual

El diagnóstico diferencial del TDAH, en especial el que presenta exclusivamente síntomas de inatención y un tiempo cognitivo lento, se confunde con discapacidad intelectual. El TDAH puede presentarse en adolescentes con discapacidad intelectual, pero esta asociación ha sido muy poco estudiada ya que se han excluido aquellos niños-adolescentes con CI menor de 80 de prácticamente todos los estudios del TDAH.

El diagnóstico diferencial del TDAH, en especial el que presenta exclusivamente síntomas de inatención y un tiempo cognitivo lento, se confunde con discapacidad intelectual

El niño con TDAH puede confundirse con un niño con discapacidad intelectual, en especial aquellos que son inatentos, no presentan hiperactividad –impulsividad y tienen un tiempo de procesamiento lento. En todos los casos el TDAH se acompaña con un rendimiento escolar muy por debajo de sus habilidades cognitivas. El TDAH no es un problema de habilidad cognitiva sino de demostrar su conocimiento.

El TDAH no es un problema de habilidad cognitiva sino de demostrar su conocimiento

El niño con TDAH puede presentar buenas habilidades funcionales en actividades que no requieran mucha concentración y en su autonomía, razonamiento abstracto, cognición social y empatía. Por el contrario el niño con discapacidad intelectual presentara un retraso evolutivo en todo su desarrollo, de manera global, no solo en el aprendizaje. La asociación del TDAH y discapacidad intelectual, es mayormente desconocida, ya que se han excluido de casi la totalidad de los estudios, chicos con capacidad intelectual menor de 80, pero problemas de inhibición conductual y verbal. En personas con discapacidad intelectual se asocia a problemas de conducta, agresividad y un empeoramiento importante en las habilidades funcionales de autonomía. En todos los casos en que el TDAH se asocia a severos problemas de aprendizaje, en especial si se asocia a otros problemas evolutivos con retraso en la aparición de lenguaje, hitos motores y de control de esfínteres, es esencial realizar pruebas de evaluación de la capacidad intelectual. En el tratamiento es importante ajustar las exigencias académicas a la capacidad del niño, realizando evaluaciones psicopedagógicas y adaptaciones curriculares. En los casos en que los síntomas de TDAH son severos e incapacitantes, el tratamiento farmacológico con estimulantes (metilfenidato o lisdesanfetamina) o agonistas alfa adrenérgicos como la guanfacina, están indicados.

En los casos en que los síntomas de TDAH son severos e incapacitantes, el tratamiento farmacológico con estimulantes (metilfenidato o lisdesanfetamina) o agonistas alfa adrenérgicos como la guanfacina, están indicados

TDAH y trastorno de lenguaje

Es una comorbilidad del TDAH presente en la infancia y que en general persiste solo en casos muy graves en la edad adolescente.

El trastorno del lenguaje es una comorbilidad del TDAH presente en la infancia y que en general persiste solo en casos muy graves en la edad adolescente

El trastorno de lenguaje puede asociarse a niños que comienzan a hablar más tarde de lo normal, es decir palabras funcionales más tarde de los 24 meses y frases con 3 palabras incluyendo un verbo, más tarde de los 36 meses. En general son niños que presentan un lenguaje cualitativamente normal pero más inmaduro en su complejidad y estructura gramatical, permaneciendo la comprensión del lenguaje más conservada. Las dificultades de concentración pueden entorpecer la estructuración y desarrollo del lenguaje. En general son niños que compensan sus dificultades comunicativas con gestos y con el contexto y, por lo tanto no están severamente afectadas las habilidades comunicativas, aspecto que les diferencia de aquellos casos en los que el TDAH se acompaña de TEA y de un trastorno de lenguaje, afectada la comunicación verbal, no verbal y limitando severamente las habilidades comunicativas y la comprensión verbal.

Entre los instrumentos generales de evaluación del lenguaje oral se incluyen:

  • Peabody: evalúa lenguaje sintáctico.
  • PLON- R (Prueba de Lenguaje Oral de Navarra). Sirve para la detección rápida del desarrollo del lenguaje oral. Edad de aplicación: 3 a 6 años.
  • BLOC (Batería de Lenguaje Objetiva y Criterio). Evalúa 4 componentes básicos del lenguaje: morfología, sintaxis, semántica y pragmática. No mide fonología. Edad de aplicación: de 5 a 14 años.
  • ITPA (Test Illinois de Aptitudes Psicolingüísticas). Evalúa las funciones psicolingüísticas implicadas en el proceso de comunicación. Edad de aplicación: de 2,5 a 10,5 años.

En el caso de que el TDAH se asocie a un trastorno de lenguaje, es necesario combinar el tratamiento del TDAH con terapia específica para los problemas de lenguaje y comunicación.

TDAH y trastorno de tics – Trastorno de la Tourette

El TDAH asociado a tics -T. de Tourette-, es frecuente y se asocia a comorbilidades múltiples entre los que se encuentran los trastornos emocionales, T. obsesivo-compulsivo, problemas conductuales y agresivos.

El TDAH asociado a tics -T. de Tourette-, es frecuente y se asocia a comorbilidades múltiples entre los que se encuentran los trastornos emocionales, T. obsesivo-compulsivo, problemas conductuales y agresivos

Alrededor del 55% de los casos de TDAH se asocian a un trastorno por tics. En la asociación del TDAH con tics, en un 50% de los casos aparece primero la sintomatología del TDHA y es alrededor de los 7 años cuando aparecen los primeros tics. Patrones de rigidez, meticulosidad y orden son frecuentes en esta comorbilidad, por lo demás poco frecuentes en niños con TDAH. Los tics aparece on-off y la presencia de coprolalia, ecopraxia o ecolalia, debería sugerir la exploración de tics en el pasado o bien historia familiar de tics o Tourette. En esta comorbilidad, según avanza la edad, pueden aparecer otras comorbilidades asociadas, pudiendo empeorar de una manera determinante las habilidades funcionales y la capacidad de adaptación. En un 50% de los casos, aparece sintomatología obsesiva-compulsiva, generalmente a partir de los 11 años y en un 25% aparecen conductas agresivas, trastorno de ansiedad, entre otras comorbilidades. Para la evaluación de esta comorbilidad se utilizan escalas como la “Tourette síndrome escala de severidad” (TSSS) (Shapiro et al 1988) y la “Vocal Toc severity” (Walkup et al 1992). Respecto al tratamiento del TDAH asociado a T. de tics – Tourette, debe comenzarse el tratamiento farmacológico con estimulantes con precaución, ya que en 1/3 de los casos puede ocurrir un empeoramiento de los tics. En caso de no respuesta o empeoramiento de los tics, está recomendada la atomoxetina igualmente cuando el TDAH se asocia a trastornos de ansiedad. Se recomienda la guanfacina cuando el TDAH se asocia a severa hiperactividad e impulsividad, labilidad emocional y problemas conductuales. Los antipsicóticos atípicos pueden utilizarse cuando los tics son severos, incapacitantes y no se han podido controlar con las medicaciones recomendadas para TDAH. Debe combinarse el tratamiento farmacológico, en caso de utilizarlo, con psicoeducación, intervención psicosocial y terapia de “hábito reversal”.

TDAH y trastorno de aprendizaje

Cuando el TDAH se asocia a dislexia, se comprometen todos los aspectos de la lectura, incluyendo la comprensión lectora

El TDAH se asocia a dificultades de aprendizaje que son severas cuando va comorbido con T. de aprendizaje. Cuando el TDAH se asocia a dislexia, se comprometen todos los aspectos de la lectura, incluyendo la comprensión lectora.

La disgrafia causa problemas en la expresión escrita independiente de la habilidad de leer. Los niños-adolescentes con este problema, suelen tener dificultades con el deletreo, composición gramatical y la exposición de sus pensamientos en papel. Pueden necesitar hablar mientras escriben. Presentan dificultades en sus habilidades motoras finas y en sostener un bolígrafo apropiadamente. La dispraxia se refiere a dificultades con el movimiento y la coordinación, provocando torpeza psicomotriz, equilibrio precario, dificultades en la coordinación visomotora y dificultades de la habilidad manual. Pueden tener dificultades con el lenguaje, percepción y en organizar sus pensamientos. La discalculia afecta la habilidad para adquirir habilidades aritméticas básicas. Estas dificultades de aprendizaje están frecuentemente asociadas al TDAH.

La dislexia es un problema de aprendizaje que se caracteriza por las dificultades de decodificar, reconocer las palabras de manera precisa y fluida y para adquirir el dominio ortográfico. La dislexia resulta de un déficit en el componente fonológico del lenguaje, no explicado por las capacidades cognitivas del niño.

La dislexia es un problema de aprendizaje que se caracteriza por las dificultades de decodificar, reconocer las palabras de manera precisa y fluida y para adquirir el dominio ortográfico. La dislexia resulta de un déficit en el componente fonológico del lenguaje, no explicado por las capacidades cognitivas del niño

En la dislexia existen dificultades en la mecánica lectora y ortografía, en especial la ortografía natural, resultado de las dificultades de asociar fonemas con sonido pero la comprensión lectora suele estar más preservada. En el TDAH existe una mayor afectación de la comprensión lectora y de la ortografía más ortográfica, estando más preservada la ortografía natural y mecánica lectora. Cuando la dislexia y el TDAH coexisten, todos los aspectos de la lectura, tanto la comprensión como la mecánica lectora resultan severamente afectados.

Cuando la dislexia y el TDAH coexisten, todos los aspectos de la lectura, tanto la comprensión como la mecánica lectora resultan severamente afectados

Deberemos realizan una evaluación diagnóstica de dislexia, siempre que el TDAH se asocie a niños con una disparidad importante entre su capacidad intelectual y habilidades lectoras o que no aprendan a leer. Test rápidos como el RAN/RAS, examina la fluencia verbal con consigna fonética, la conciencia fonológica y las secuencias verbales. Test más específicos como TALE de 1º a 4º de primaria para la evaluación de la lectura y escritura, el PROLEC que examina la identificación de letras, reconocimientos de palabras y procesos sintácticos- semánticos. DST-J (Test para la detección de dislexia en niños) entre los 6-11 años. El tratamiento del TDAH asociado a dislexia debe incluir una evaluación psicopedagógica de las necesidades educativas del niño-adolescente. Valorar la necesidad de una adaptación curricular. Son necesarias adaptaciones educativas informales que incluyan el no hacerles leer en público, valorar el contenido y no la forma de los trabajos escritos, no penalizarles por faltas ortográficas, darles más tiempo en los exámenes y valorar la necesidad de exámenes orales.

TDAH asociado a TEA

El TDAH asociado a TEA presenta severa hiperactividad, impulsividad y frecuentemente, problemas de conducta. Dificultades severas de función ejecutiva, aprendizaje y regulación emocional son frecuentes.

El TDAH asociado a TEA presenta severa hiperactividad, impulsividad y frecuentemente, problemas de conducta. Dificultades severas de función ejecutiva, aprendizaje y regulación emocional son frecuentes

Alrededor de un 30% de los casos de TEA están asociados al TDAH, es decir a la sintomatología del TDAH se añaden las dificultades en la reciprocidad socioemocional, comunicación verbal y no verbal, pragmática de la comunicación y comprensión del lenguaje. Además presentan conductas o intereses repetitivos o/y inflexibilidad al cambio en rutinas o entorno, estereotipias o manierismos motores o/y alteraciones sensoriales. A las dificultades de inhibición cognitiva y de memoria de trabajo del TDAH se asocian las dificultades en planificación y rigidez cognitiva propias del TEA. En estos casos, pueden existir graves problemas de conducta asociados por la rigidez, impulsividad y desregulación emocional. Las confusiones diagnósticas son frecuentes, por la excesiva hiperactividad, impulsividad y dificultades conductuales asociadas y en ocasiones el TEA asociado no se reconoce o pasa inadvertido.

En la exploración diagnóstica, es esencial recoger la historia de la sintomatología del TEA asociada. Instrumentos de evaluación diagnóstica, como el ADI-R y ADOS2 (Rutter et al 2003, 2000) pueden ser de ayuda y también cuestionarios de sintomatología TEA como es el SCQ (Rutter et al 2003) y el SRS (Constantino 2005). El metilfenidato es efectivo en un 60 % de los casos de TEA asociado a TDAH pero en un 40% de los casos, los estimulantes provocan activación emocional o/y cognitiva, irritabilidad, graves problemas de comportamiento o excesiva inhibición y lentitud. En estos casos es necesario retirar la medicación. En caso de que el TEA y el TDAH se acompañen de severa hiperactividad e impulsividad con desregulación emocional, la guanfacina es una buena alternativa. En el caso del TEA asociado al TDAH, siempre debe comenzarse con dosis muy bajas de medicación para descartar que existan efectos secundarios, en especial una hiperactivación. En caso de que exista buena tolerancia, progresivamente y lentamente se van incrementando las dosis de medicación hasta las necesarias y toleradas para controlar los síntomas de TDAH.

Comorbilidad con trastornos psiquiátricos

TDAH asociado a problemas de conducta

La presencia de agresividad en edades tempranas asociado al TDAH incrementa el riesgo de problemas conductuales en la infancia, adolescencia y un incremento de consumo de tóxicos y personalidades antisociales en edad adulta.

La presencia de agresividad en edades tempranas asociado al TDAH incrementa el riesgo de problemas conductuales en la infancia, adolescencia y un incremento de consumo de tóxicos y personalidades antisociales en edad adulta

Los trastornos de conducta se refieren a aquellas acciones y actitudes que no son apropiadas para la edad y que violan las normas familiares, sociales o los derechos de los otros, e incluyen desde conductas menores como las rabietas, hasta acciones antisociales severas como vandalismo, asalto, robo etc. Los trastornos de conducta son frecuentes en niños y adolescentes, entre un 2-9% y mayor en grupos de riesgo socioeconómico. En general son más frecuentes en varones. Un 40% de los casos de TDAH se asocia a TND (Trastorno Negativista Desafiante) y en un 15% a Trastornos de la conducta disocial. En general, la asociación predice mal pronóstico con un incremento de riesgo de asociarse en la vida adulta con consumo de drogas o/y personalidad antisocial. La presencia del TDAH asociado a agresividad y problemas de conducta en la escuela y vida familiar, se relaciona con el mantenimiento de problemas durante la vida adulta. Los chicos agresivos, con TDAH suelen presentar distorsiones cognitivas agresivas atribuyendo intenciones hostiles a los otros. Pueden presentar patrones de conducta impulsivos reactivos, baja tolerancia a la frustración y dificultades en la esfera de la regulación emocional. Menos habilidades verbales y puede asociarse también a déficits cognitivos intelectuales. En estos casos pueden utilizarse cuestionarios de psicopatología general como es el CBCL, SDQ que presentan versiones para niños y adolescentes con información de padres, profesores y autoinformados. Otros cuestionarios más específicos son el “Eyberg Child Behavior Inventory” (Eyberg 1983), el Inventario de hostilidad infantil (Kazdin 1987), la escala de conducta antisocial ASB, ABAS-2 y SENA.

Respecto al tratamiento del TDAH asociado a problemas de conducta es fundamental identificarlos de manera precoz, aplicar programas psicoeducativos a padres y maestros para que aprendan a responder a los problemas planteados por estos chicos, ajustar las demandas de su aprendizaje y preservar su entorno social. Tratamientos cognitivos para ayudarles a corregir distorsiones cognitivas autorreferenciales y habilidades sociales que incluyan patrones de respuesta mejorando sus habilidades verbales y competencia en el manejo de situaciones estresantes e interrelacionales. El tratamiento multimodal es esencial en la comorbilidad del TDAH y trastornos de conducta. Se recomienda la utilización de los estimulantes y en caso de que no respondan, puede utilizarse la guanfacina exclusivamente o en combinación con estimulantes. Se aconseja minimizar el uso de fármacos antipsicóticos en ésta población. (Tabla II).

TDAH y alteraciones emocionales

El TDAH se asocia en la adolescencia, en más de la mitad de los casos, a trastornos emocionales. Un incremento brusco de la irritabilidad, preocupaciones y deterioro del rendimiento escolar se asocia a T. de ansiedad. La depresión se asocia al TDAH y a problemas de la conducta, que puede enmascarar el componente afectivo y puede asociarse a ideación autolítica.

Un incremento brusco de la irritabilidad, preocupaciones y deterioro del rendimiento escolar se asocia a T. de ansiedad

TDAH asociado a trastornos de ansiedad

Entre un 17% de las chicas y un 21% de los chicos con TDAH tienen un trastorno de ansiedad asociado y en la adolescencia puede incrementarse hasta un 50%. Presentan preocupaciones constantes por cualquier razón (ansiedad generalizada), por la separación de sus seres queridos (ansiedad de separación), por la evaluación negativa de sus compañeros (ansiedad social) o ataques agudos de ansiedad con severa sintomatología somática (ataques de pánico). En general la ansiedad se asocia a quejas somáticas y conductas evitativas.

El TDAH asociado a ansiedad agrava los problemas atencionales, la concentración y problemas de aprendizaje, ya asociados al TDAH

El TDAH asociado a ansiedad agrava los problemas atencionales, la concentración y problemas de aprendizaje, ya asociados al TDAH. Proporcionalmente la ansiedad es más frecuente en chicas, inatentas, con graves problemas de aprendizaje. El TDAH asociado a ansiedad, suele presentarse con más capacidad de inhibición, menos conducta de riesgo, una mayor irritabilidad y componente emocional, quejas somáticas y empeoramiento en resultados escolares, autoestima y habilidades sociales. Puede estar precipitado por algún acontecimiento ambiental. Entre las escalas más utilizadas para la evaluación del TDAH asociado a ansiedad están: “Escala de Ansiedad Manifiesta, Revisada” (RCMAS), “Inventario de Ansiedad Estado-Rasgo” (STAIC) , “Monitoreo de ansiedad y trastornos relacionados” (SCARED) y “Escala Multidimensional de Ansiedad para Niños” (MASC). Respecto al tratamiento, es importante realizar un tratamiento psicoeducativo con los padres para que entiendan las dificultades de sus hijos y les ayuden a enfrentarse a las situaciones, modelando patrones seguros de confrontación con las situaciones estresantes y no protegerles.

El tratamiento cognitivo-conductual es el tratamiento de elección dirigido a reconocer las cogniciones distorsionadoras y realizar tratamiento de exposición ante las situaciones evitadas

El tratamiento cognitivo-conductual es el tratamiento de elección dirigido a reconocer las cogniciones distorsionadoras y realizar tratamiento de exposición ante las situaciones evitadas. Terapias de relajación y mindfulness pueden ser útiles. Tratamiento farmacológico para el TDAH asociado a ansiedad puede incluir o bien estimulantes o atomoxetina, aunque se considera que la atomoxetina es el tratamiento de elección en la comorbilidad del TDAH con trastornos de ansiedad. En caso de que no haya una buena respuesta, se puede añadir a los estimulantes, inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, (ISRS) como es el caso de la fluoxetina, sertralina y escitalopran que tienen indicación en adolescentes. La combinación de atomoxetina con ISRS debe utilizarse con mucha precaución por la interacción farmacocinética con el citocromo P450. Es importante tener en cuenta que los estimulantes producen síntomas disfóricos (ansiedad o/y depresión) en un 30% de los casos y en estas situaciones es necesario o bien ajustar la dosis de estimulantes o bien un cambio farmacológico.

TDAH asociado a trastornos depresivos

Siempre debe descartarse una depresión cuando un adolescente con TDAH presenta un incremento brusco de la irritabilidad, problemas de conducta, empeoramiento del rendimiento escolar e intentos autolíticos

La depresión mayor ocurre en un 2-4% de los adolescentes y entre 6-30% de los casos de TDAH, tienen una depresión mayor asociada. Es más frecuente en aquellos casos de TDAH asociado a problemas de conducta y a sintomatología depresiva, en estos casos, puede estar enmascarada por los problemas de conducta. Cuando el TDAH se asocia a un trastorno depresivo, puede existir un incremento brusco de la irritabilidad, agresividad hacia otras personas o hacia ellos mismos, con ideación o/y tentativas de suicidio, consumo de tóxicos o/y conductas delictivas ante una desesperanza respecto a su futuro. Siempre debe descartarse una depresión cuando un adolescente con TDAH presenta un incremento brusco de la irritabilidad, problemas de conducta, empeoramiento del rendimiento escolar e intentos autolíticos. En ocasiones, el cuadro emocional puede ser reactivo a problemas ambientales o bien pueden existir factores biológicos predisponentes, como es historial familiar de depresión. Por lo tanto es importante evaluar que trastorno ocurre primero. Si la depresión es una consecuencia de las dificultades de vivir con el TDAH o una reacción disfórica al tratamiento con estimulantes o una consecuencia de la baja autoestima provocada por el TDAH. En ocasiones los dos trastornos coexisten independientemente. El tratamiento dependerá del mecanismo causante de la asociación. En la evaluación pueden utilizarse cuestionarios como son:

“Inventario de depresión para niños y adolescentes” (BDI), “Inventario para la depresión infantil “ (CDI) y “Escala de depresión infantil y adolescente de Reynolds” (RADS). Respecto al tratamiento requiere un tratamiento combinado. Se recomienda tratar y estabilizar la depresión primero. La primera línea de tratamiento para la depresión es el tratamiento cognitivo-conductual y si son necesarios los ISRS deben utilizarse con precaución por el incremento de riesgo de activación cognitiva, emocional, conductual y pensamientos suicidas.

TDAH, consumo de drogas y otras conductas adictivas

Los adolescentes con TDAH tienen un mayor riesgo de consumo de drogas, siendo el consumo de cannabis, alcohol y nicotina, las más frecuentes. Debe supervisarse cualquier mal uso de los estimulantes, siendo los de acción corta los que presentan más riesgo

Los adolescentes con TDAH tienen un mayor riesgo de consumo de drogas, siendo el consumo de cannabis, alcohol y nicotina, las más frecuentes. Debe supervisarse cualquier mal uso de los estimulantes, siendo los de acción corta los que presentan más riesgo.

El tratamiento farmacológico del TDAH con estimulantes reduce dos veces el riesgo de consumo de drogas años más tarde pero deben evitarse los estimulantes de acción corta

El 50% de los adolescentes con abuso de drogas tienen un TDAH. Consumo de cannabis, alcohol y nicotina son las adiciones más frecuentes asociadas al TDAH, aunque el mal uso de los estimulantes, predominantemente los estimulantes de acción corta, se observa también con frecuencia. En un estudio realizado en España, un 40% de los chicos con TDAH habían utilizado cannabis en comparación con el 14% del grupo control. Se encontraron diferentes factores de predisposición, entre los que se incluían factores genéticos, la automedicación y factores de personalidad como la impulsividad, agresividad y alto nivel en la búsqueda de sensaciones excitantes. Factores psicosociales como fallo académico, problemas sociales y padres con estilo parental permisivo también eran frecuentes (Miranda et al 2015, Cortese et al 2015). Las conductas impulsivas, dificultades de predecir el futuro, así como factores psicosociales y emocionales asociados al TDAH incrementa el riesgo de los adolescentes y adultos para el consumo de drogas. Se asocia a cambios bruscos de conducta, con hurtos en casa o fuera, cambios de amistades, empeoramiento de la actitud en casa y en el colegio, signos visibles de consumo como enrojecimiento de ojos, disminución de la alerta (cannabis) o excitabilidad (cocaína, anfetaminas) y en general una negación del problema en estadios precoces. En la edad adolescente y adulta, las personas con TDAH tienen un riesgo doble de mortalidad por causas no naturales, sobretodo accidentes. Esta asociación va mediada por el consumo de drogas y los problemas de conducta. Es de destacar, que la asociación con mortalidad, ocurre proporcionalmente más frecuente en el género femenino. El tratamiento de elección es multimodal combinando actuaciones hacia la adicción y el TDAH. El tratamiento de la adicción debe ser una prioridad pero los tratamientos concomitantes funcionan mejor. Deben incluir intervenciones psicoeducativas a las familias y a ellos mismos. Los Grupos de autoayuda y la terapia cognitivo-conductual son importantes para que puedan tomar conciencia de sus riesgos y de las consecuencias futuras. El tratamiento farmacológico del TDAH con estimulantes reduce dos veces el riesgo de consumo de drogas años más tarde pero deben evitarse los estimulantes de acción corta.

Adolescentes y adultos con TDAH pueden ser adictivos no solo a drogas sino al juego, video-juegos e internet. Los videojuegos con múltiples jugadores y con juegos de rol presentan un mayor riesgo de conductas adictivas.

TDAH asociado a trastornos alimentarios

El TDAH puede incrementar el riesgo de episodios bulímicos y obesidad por las conductas impulsivas

El TDAH puede incrementar el riesgo de episodios bulímicos y obesidad por las conductas impulsivas. Los adolescentes y adultos con TDAH presentan dos veces más riesgo de desarrollar trastornos alimentarios. Los más frecuentes son episodios bulímicos o de descontrol alimentario asociado a conductas impulsivas. En algunos casos puede estar asociado a obesidad. Hay que tener cuidado en el caso de que se utilicen los estimulantes para perder peso. Hasta un 11% de los adolescentes refieren utilizar los estimulantes para perder peso. La asociación del TDAH con alteraciones alimentarias, puede presentar otras comorbilidades como es la depresión, trastornos del espectro autista y consumo de drogas.

TDAH asociado a trastorno de personalidad

Trastorno límite de personalidad

El TDAH puede ser un factor de riesgo para el trastorno de personalidad borderline y en general ambos trastornos tienen síntomas en común.

El TDAH puede ser un factor de riesgo para el trastorno de personalidad borderline y en general ambos trastornos tienen síntomas en común

Consiste en un patrón generalizado de personalidad con inestabilidad en las relaciones sociales, autoimagen y en el estado de ánimo, fluctuaciones rápidas desde gran autoconfianza a desesperación, miedo al rechazo, esfuerzos para evitar el abandono, alteración de la identidad y tendencia a pensamiento suicida y autolesiones. El TDAH puede ser un factor de riesgo para el trastorno de personalidad borderline y en general ambos trastornos tienen síntomas en común. El tratamiento multimodal es el de elección. Primero hay que tratar el trastorno de personalidad para estabilizarlo, combinando intervención psicosocial y tratamiento cognitivo-conductual. El tratamiento farmacológico del TDAH con estimulantes puede disminuir la impulsividad y alteraciones psicológicas, mejorando la vinculación terapéutica.

Trastorno antisocial de personalidad

El TDAH asociado a trastornos de conducta en la infancia y adolescencia, es un factor de riesgo para la presencia de trastorno de personalidad antisocial en la edad adolescente tardía y en la edad adulta

El TDAH asociado a trastornos de conducta en la infancia y adolescencia, es un factor de riesgo para la presencia de trastorno de personalidad antisocial en la edad adolescente tardía y en la edad adulta. Consiste en la desconsideración y violación de los derechos de las otras personas, presente desde los 15 años que incluye 3 o más criterios: no cumple las reglas sociales, irresponsabilidad, manipulación, indiferencia por el bienestar de los otros, fallo para planificar el futuro, irritabilidad y agresividad. Aquellos que tienen escaso deseo social, poca empatía y frialdad, pueden ser un factor para el desarrollo de un trastorno de la personalidad antisocial con rasgos psicopáticos. El tratamiento con estimulantes y psicosocial es de elección.

Tablas y figuras

Tabla I. Criterios diagnósticos del TDAH que incluye criterios de hiperactividad-impulsividad, déficit atencional y diferentes tipos de presentaciones.

  1. Patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o desarrollo que se caracteriza por (1) y/o (2):

  1. Inatención: 6 o más de los siguientes síntomas o al menos 5 para mayores de 16 años, con persistencia durante al menos 6 meses hasta un grado inconsistente con el nivel de desarrollo y que impacta negativamente en las actividades sociales y académicas/ocupacionales:
  1. A menudo no presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por descuido en las tareas escolares, en el trabajo o en otras actividades.
  2. A menudo tiene dificultades para mantener la atención en tareas o actividades lúdicas.
  3. A menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente.
  4. A menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargos, u obligaciones en el centro de trabajo.
  5. A menudo tiene dificultades para organizar tareas y actividades.
  6. A menudo evita, le disgusta o es renuente en cuanto a dedicarse a tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido.
  7. A menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades.
  8. A menudo se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes.
  9. A menudo es descuidado en las actividades diarias.
  1. Hiperactividad e impulsividad: 6 o más de los siguientes síntomas, o al menos 5 para mayores de 16 años, con persistencia durante al menos 6 meses hasta un grado inconsistente con el nivel de desarrollo y que impacta negativamente en las actividades sociales y académicas/ocupacionales:
  1. A menudo mueve en exceso manos o los pies, o se remueve en su asiento.
  2. A menudo abandona su asiento en la clase o en otras situaciones en que se espera que permanezca sentado.
  3. A menudo corre o salta excesivamente en situaciones que es inapropiado hacerlo.
  4. A menudo tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de ocio.
  5. A menudo está en marcha o suele actuar como si tuviera un motor.
  6. A menudo habla en exceso.
  7. A menudo precipita respuestas antes de haber sido completadas las preguntas.
  8. A menudo tiene dificultades para guardar turno.
  9. A menudo interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros.

  1. Algunos síntomas de desatención o hiperactividad-impulsividad estaban presentes antes de los 12 años de edad.

  1. Algunos síntomas de desatención o hiperactividad-impulsividad se presentan en dos o más ambientes (por ejemplo, en casa, escuela o trabajo; con amigos o familiares; en otras actividades)

  1. Existen pruebas claras de que los síntomas interfieren o reducen la calidad de la actividad social, académica o laboral.

  1. Los síntomas no aparecen exclusivamente motivados por esquizofrenia u otro trastorno psicótico, y no se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental (trastorno del estado ánimo, ansiedad, trastorno disociativo, trastorno de la personalidad, abuso de sustancias o síndrome de abstinencia.

En función de los resultados se podrán clasificar las siguientes presentaciones:

  • Presentación combinada: Si se cumplen el Criterio A1 (inatención) y el Criterio A2 (hiperactividad-impulsividad) durante los últimos 6 meses.
  • Presentación predominante con falta de atención: Si se cumple el Criterio A1 pero no se cumple el criterio A2 (hiperactividad-impulsividad) durante los últimos 6 meses.
  • Presentación predominante hiperactiva/impulsiva: Si se cumple el Criterio A2 (hiperactividad-impulsividad) y no se cumple el Criterio A1 (inatención) durante los últimos 6 meses.

Tabla II: Criterios diagnósticos de trastorno de conducta y trastorno negativista desafiante por el DSM5.

Criterios diagnósticos para el trastorno de conducta

  1. Un patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que no se respetan los derechos básicos de otros, las normas o reglas sociales propias de la edad, lo que se manifiesta por la presencia en los doce últimos meses de por lo menos tres de los quince criterios siguientes en cualquier de las categorías siguientes, existiendo por lo menos uno en los últimos seis meses:

Agresión a personas y animales (criterios 1-7), destrucción de la propiedad (criterios 8 y 9), engaño o robo (criterios 10-12) e incumplimiento grave de normas (criterios 13-15):

  1. A menudo acosa, amenaza o intimada a otros.

  1. A menudo inicia peleas.

  1. Ha usado un arma que puede provocar serios daños a terceros (p. ej., un bastón, un ladrillo, una botella rota, un cuchillo, un arma).

  1. Ha ejercido la crueldad física contra personas.

  1. Ha ejercido la crueldad física contra animales.

  1. Ha robado enfrentándose a una víctima (p. ej., atraco, robo de un monedero, extorsión, atraco a mano armada).

  1. Ha violado sexualmente a alguien.

  1. Ha prendido fuego deliberadamente con la intención de provocar daños graves.

  1. Ha destruido deliberadamente la propiedad de alguien (pero no por medio del fuego).

  1. Ha invadido la casa, edificio o automóvil de alguien.

  1. A menudo miente para obtener objetos o favores, o para evitar obligaciones (p. ej. “engaña” a otros).

  1. Ha robado objetos de valor no triviales sin enfrentarse a la víctima (p. ej., hurto en una tienda sin violencia ni invasión; falsificación).

  1. A menudo sale por la noche a pesar de la prohibición de sus padres, empezando antes de los 13 años.

  1. Ha pasado una noche fuera de casa sin permiso mientras vivía con sus padres o en un hogar de acogida, por lo menos dos veces o una vez sí estuvo ausente durante un tiempo prolongado.

  1. A menudo falta en la escuela, empezando antes de los 13 años.

  1. El trastorno del comportamiento provoca un malestar clínicamente significativo en las áreas social, académica o laboral.

  1. Si la edad del individuo es de 18 años o más, no se cumplen los criterios de trastorno de la personalidad antisocial.

En el mismo diagnóstico se deberá especificar el tipo (Tipo de inicio infantil, Tipo de inicio adolescente o Tipo de inicio no especificado) y si se da con emociones prosociales limitadas, falta de remordimientos o culpabilidad, si se muestra insensible, carente de empatía, despreocupado por su rendimiento o con afecto superficial o deficiente.

Criterios diagnósticos para Trastorno Negativista Desafiante

  1. Un patrón de enfado/ irritabilidad, discusiones/actitud desafiante o vengativa que dura por lo menos seis meses, que se manifiesta por lo menos con cuatro síntomas de cualquiera de las categorías siguientes y que se exhibe durante la interacción por lo menos con un individuo que no sea un hermano.

Enfado/irritabilidad

  1. A menudo pierde la calma.
  2. A menudo está susceptible o se molesta con facilidad.
  3. A menudo está enfadado y resentido.

Discusiones/actitud desafiante

  1. Discute a menudo con la autoridad o con los adultos, en el caso de los niños y los adolescentes.
  2. A menudo desafía activamente o rechaza satisfacer la petición por parte de figuras de autoridad o normas.
  3. A menudo molesta a los demás deliberadamente.
  4. A menudo culpa a los demás por sus errores o su mal comportamiento.

Vengativo

  1. Ha sido rencoroso o vengativo por lo menos dos veces en los últimos seis meses.

  1. Este trastorno del comportamiento va asociado a un malestar en el individuo o en otras personas de su entorno social inmediato (es decir, familia, grupo de amigos, compañeros de trabajo) o tiene un impacto negativo en las áreas social, educativa, profesional u otras importantes.

  1. Los comportamientos no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico, un trastorno por consumo de sustancias, un trastorno depresivo o uno bipolar. Además, no se cumplen los criterios de un trastorno de desregulación perturbador del estado de ánimo.

Nota: Se debe considerar la persistencia y la frecuencia de estos comportamientos para distinguir los que se consideren dentro de los límites normales, de los sintomáticos. En los niños de menos de cinco años el comportamiento debe aparecer casi todos los días durante un periodo de seis meses por lo menos, a menos que se observe otra cosa (Criterio A8). En los niños de cinco años o más, el comportamiento debe aparecer por lo menos una vez por semana durante al menos seis meses, a menos que se observe otra cosa (Criterio A8). Si bien estos criterios de frecuencia se consideran el grado mínimo orientativo para definir los síntomas, también se deben tener en cuenta otros factores, por ejemplo, si la frecuencia y la intensidad de los comportamientos rebasan los límites de lo normal para el grado de desarrollo del individuo, su sexo y su cultura.

Tabla III: Interacciones farmacológicas de estimulantes, Atomoxetina y Guanfacina

PSICOESTIMULANTES

  • Contraindicados los IMAO
  • SSRIs y SNRIs – Posible aumento del riesgo del Síndrome de la Serotonina
  • TCAs pueden interactuar con Anfetaminas y Metilfenidato por diferentes mecanismos
  • Los Antipsicóticos (Ej. Clorpromacina Flufenazina) pueden reducir el efecto de las Anfetaminas
  • Los Anticonvulsivantes. El Metilfenidato puede aumentar el nivel Fenitoina, Primidona y Fenobabital
  • Warfarina. El Metilfenidato puede aumentar su concentración sanguínea

ATOMOXETINA ( STRATTERA)

  • Contraindicados los IMAO
  • Inhibidores del CYP206 (Ej. Paroxetina, Fluoxetina, Bupropion, Quinidina) pueden aumentar los niveles sanguíneos de Atomoxetina
  • Descongestionantes (Ej. Pseudoefedrina) posible aumento de la tensión arterial y la frecuencia cardiaca
  • Agentes que prolongan el intervalo QT (Ej. Quetiapina, Quinidina) pueden aumentar el QTc por ello considerar alternativas

GUANFACINA XR ( INTUNIV XR)

  • Agentes que prolongan el intervalo QT (Ej. Quetiapina, Quinidina). No se recomienda usarlos conjuntamente ya que la Guanfacina puede disminuir la Frecuencia cardiaca
  • B bloqueantes. Se puede producir un rebote hipertensivo si la Guanfacina se suspende bruscamente
  • Anticonvulsivantes. La Guanfacina puede aumentar las concentraciones de Ac Valproico, Carbamacepina, Fenobarbital; y la Fenitoina puede disminuir las concentraciones séricas de Guanfacina por la inducción del CYP344
  • Inductores o inhibidores del CYP344 (Rifampicina, Fluconazol, Ritonavir). Los inductores pueden disminuir la concentración de Guanfacina y las inhibidores pueden aumentarla

Información adicional: Canadian ADHD Practice Guidelines 4th Ed. 2018. www.caddra.ca

IMAO: Inhibidores de la Monoamino Oxidasa; SSRIs: Inhibidores selectivos de la recaptación de Serotonina; SNRIs: Inhibidores selectivos de recaptación de Serotonina y Norepinefrina; TCAs: Antidepresivos Tricíclicos.

Figura 1: Mecanismos de acción de estimulantes y Atomoxetina, efectos deseables e indeseables asociados

 

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El adolescente con enfermedad crónica digestiva.Transición de los cuidados médicos de la época pediátrica a la del adulto


 

El adolescente con enfermedad crónica digestiva.
Transición de los cuidados médicos de la época pediátrica a la del adulto

B. Espín Jaime.
Hospital Infantil Virgen del Rocío. Sección de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica. UGC Pediatría. Sevilla.

 

Adolescere 2018; VI (2): 53.e9-53.e16

 

Resumen

Toda enfermedad digestiva de curso crónico que debute en la edad pediátrica y que prevalezca durante la edad adulta debe ser objeto de un proceso de transición que además de cumplir las características generales implícitas a cualquier modelo de transición, debe incluir elementos diferenciales derivados de las singularidades propias del ámbito digestivo.

Existen recomendaciones en relación a aspectos diferenciales a tener en cuenta en la transición de pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal y enfermedad celiaca, junto a escasas indicaciones específicas sobre cómo efectuarla en pacientes con esofagitis eosinofílica.

Palabras clave: Adolescente; Gastroenterología; Enfermedad inflamatoria intestinal; Enfermedad celiaca.

Abstract

Any chronic gastrointestinal disease with pediatric onset that prevails during adulthood must be object of a transition process that in addition to fulfilling the general characteristics implicit in any transition model, must include differential elements derived from the own singularities of the digestive field.

There are recommendations regarding differential aspects to be taken into account in the transition of patients with inflammatory bowel disease and celiac disease, together with a few specific indications on how to perform it in patients with eosinophilic esophagitis.

Key words: Adolescent; Gastroenterology; Inflammatory bowel disease; Celiac disease.

 

Introducción

Los pacientes pediátricos afectos de una enfermedad crónica a medida que se aproximan a la adolescencia deben afrontar un proceso de adaptación relacionado con el traslado de una unidad pediátrica a una de adultos. Es un momento importante que lleva implícito una serie de cambios substanciales:

Los pacientes pediátricos afectos de una enfermedad crónica a medida que se aproximan a la adolescencia deben afrontar un proceso de adaptación relacionado con el traslado de una unidad pediátrica a una de adultos

  • El paso de un modelo de atención de carácter más protector y paternalista, focalizado en la familia, en el que la toma de decisiones y el cumplimiento del tratamiento se encuentran fundamentalmente a cargo de los padres, a otro más independiente, centrado en el paciente, del que se espera que sea autónomo para tomar decisiones y responsabilizarse de su tratamiento. Dicho cambio genera habitualmente muchas dudas, temores e inseguridades tanto a los pacientes como a sus familias.
  • La obligación por parte del paciente de asumir la responsabilidad de conciliar la vida social, escolar y el cuidado de su salud en una etapa en la que al adolescente con frecuencia le faltan las capacidades emocionales y madurativas necesarias para aceptar y entender por completo todos los aspectos de su enfermedad así como para cumplir adecuadamente con el régimen terapéutico.
  • El cambio en los profesionales médicos. Con frecuencia a lo largo del proceso diagnóstico y en los años posteriores se llega a desarrollar una fuerte dependencia emocional del niño y la familia con el equipo pediátrico – médicos, enfermeras, otros profesionales – lo que conduce a una resistencia a abandonar el ámbito asistencial pediátrico.

Resulta de gran importancia por ello, efectuar este proceso de una forma programada, progresiva y consensuada con el paciente y la familia, tratando así de minimizar las repercusiones que dichos cambios puedan tener en la salud del adolescente(1,2).

Resulta de gran importancia por ello, efectuar este proceso de una forma programada, progresiva y consensuada con el paciente y la familia, tratando así de minimizar las repercusiones que dichos cambios puedan tener en la salud del adolescente

Procesos de transición de patologías digestivas

Existen pocas publicaciones sobre cómo efectuar el proceso de transición de pacientes con patologías digestivas. Hay que esperar a los últimos años para encontrar recomendaciones europeas por parte de varias Sociedades Italianas de Gastroenterología en 2015(3) y de la Sociedad Británica de Gastroenterología en 2017(4). Esta última incluye además la revisión de la evidencia publicada hasta el momento y la opinión de expertos mediante el método AGREE reconociendo como principales patologías subsidiarias de un proceso de transición programada junto a las enfermedades hepáticas crónicas, la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), la enfermedad celiaca, la esofagitis eosinofílica y los trastornos funcionales gastrointestinales complejos.

A la hora de planificar el paso a adultos, en todas ellas debemos tener en cuenta una serie de circunstancias:

  1. Existen con frecuencia variaciones en cuanto al diagnóstico, pronóstico y asistencia continuada entre la presentación pediátrica y la del adulto(4.5). Dichas diferencias son especialmente evidentes en la EII y la enfermedad celiaca. En la primera por ejemplo destaca que al debut el fenotipo es más extenso, se efectúa un mayor uso de la nutrición enteral exclusiva para el control del brote inflamatorio en los casos de enfermedad de Crohn y los procedimientos endoscópicos generalmente se llevan a cabo bajo anestesia general mientras que en la celiaquía la aproximación diagnóstica es diferente, con una tendencia a efectuar menos exploraciones endoscópicas en la edad pediátrica y una mayor preocupación sobre complicaciones del orden tumoral en el adulto.
  2. La transición se ha identificado como un periodo vulnerable donde existe un mayor riesgo de desatención en diferentes ámbitos de la salud que pueden tener repercusiones importantes. Así, tanto la asistencia a los controles médicos como la tasa de adherencia al tratamiento y las dietas de exclusión (en el caso de pacientes celiacos y con trastornos eosinofílicos) durante la adolescencia son más bajas que en otras edades o estadios del desarrollo previos, con el consiguiente riesgo de descompensación de su enfermedad de base y desarrollo posterior de complicaciones (en los casos de EII la necesidad de tratamiento quirúrgico aumenta y, al igual que en pacientes celiacos, hay una mayor frecuencia de anemia, disminución del potencial de crecimiento y de densidad mineral ósea)(4).
  3. Se han demostrado mejores resultados en la EII cuando se hace la transición programada versus si se deja al paciente a su voluntad

  4. Un objetivo importante debe ser tratar de minimizar los riesgos reseñados en el apartado anterior y en este sentido existen algunos estudios que muestran beneficios derivados de la puesta en marcha de forma planificada de un programa de transición. En 2012, Cole y colaboradores publican los datos del seguimiento de 72 pacientes diagnosticados en edad pediátrica de EII, de los que una parte fueron transferidos a servicios de adultos mediante un programa formal de transferencia y otros no, encontrando mejores tasas en los primeros en relación a la adherencia al tratamiento, el número de ingresos, la necesidad de cirugía en los dos años posteriores y la proporción de pacientes que alcanza el máximo potencial de crecimiento(6).

Barreras de la transición

La percepción del proceso por parte de las personas implicadas en él es muy diferente. Por una parte el paciente y su familia muestran con frecuencia su reticencia a un cambio que incluye no solo al personal médico referente sino también en ocasiones el centro hospitalario, los controles de la enfermedad y la forma de efectuar pruebas complementarias. El adolescente puede también experimentar un sentimiento ambivalente al desear, por un lado, ser tratado en un ambiente más adecuado a sus expectativas de independencia, pero por otro lado desconfiar de un nuevo equipo que le es ajeno. Por el contrario, los padres por regla general tratan de retrasar el paso a un gastroenterólogo de adultos al que con frecuencia perciben como alguien menos implicado o sensibilizado respecto a las necesidades sociales y personales del paciente. Realizar la transición les hace enfrentarse al hecho de que van a tener menos papel protagonista en el cuidado de su hijo pues el manejo del paciente adulto se basará fundamentalmente en el consenso entre el facultativo y el paciente.

Junto a las reticencias derivadas del adolescente y su familia, la visión que del proceso de transferencia tienen los facultativos implicados en el mismo suele dificultar aún más su adecuado desarrollo. Así, en un estudio realizado en Gran Bretaña cuyo objetivo era tratar de identificar las principales barreras existentes en un programa de transición en EII los autores pusieron de manifiesto la diferente percepción que del mismo tenían los facultativos pediátricos y los de adultos(7). Mediante cuestionario postal encontraron que el desarrollo de un programa estructurado de transición era considerado como muy importante por el 80% de los pediatras, en comparación con sólo el 47% de los facultativos de adultos (p=0.001). Una mayor proporción de gastroenterólogos de adultos identificaba una inadecuada preparación de los adolescentes a la hora de realizar la transferencia (79% vs 42%, p=0.001) siendo las principales áreas de deficiencia percibidas el desconocimiento de la enfermedad y la falta de autonomía. Ambos grupos de profesionales reconocían como principales barreras para el desarrollo de un programa de transición la falta de recursos, de tiempo y de apoyo por parte de otros servicios. Por último, tanto los pediatras (62%) como los mismos gastroenterólogos de adultos (65%) reconocían una preparación subóptima en medicina del adolescente por parte de los facultativos de adultos.

Modelos de transición

En la actualidad no existe un único modelo que sea unánimemente recomendado. Existen diferentes formatos, cuya idoneidad y eficacia dependerán de la patología, los recursos y el ámbito en el que se desarrollen. Teniendo en cuenta que no deben considerarse excluyentes, los modelos más empleados son:

Existen diferentes formatos, cuya idoneidad y eficacia dependerán de la patología, los recursos y el ámbito en el que se desarrollen

  • Intercambio de información entre el gastroenterólogo pediátrico y el digestivo de adultos sobre el historial médico más relevante del paciente. Constituye el formato más fácil pero recomendable solo como complemento a cualquiera de los dos referidos a continuación.
  • Programación de visitas conjuntas atendidas por los facultativos del área pediátrica y de adultos. El número de las mismas será variable, siendo recomendable que las primeras sean dirigidas desde el ámbito pediátrico mientras que las últimas lo sean desde el ámbito de adultos.
  • Creación de una consulta específica de transición que sirve como eje central en la preparación del adolescente para el traspaso, habitualmente coordinada por personal de enfermería especializada, y en la que participan a lo largo de un periodo de tiempo, de forma integrada, el resto de personal implicado: pediatra, gastroenterólogo de adultos, nutricionista, psicólogo…

Independientemente del modelo que se adopte de transición, el solapamiento entre la atención pediátrica y la de adultos es el elemento fundamental sobre el que vertebrar todo el proceso que debe incluir además(1,2):

  1. Individualización del proceso, en base a la experiencia local, personal, los recursos, y la geografía. Las características del entorno sanitario en el que nos movamos – nivel del centro hospitalario, recursos técnicos y profesionales disponibles – condicionaran de forma determinante los aspectos organizativos de la transición.
  2. Es difícil señalar la edad óptima de hacer la transición

  3. Flexibilidad. Es difícil definir cuál es la edad idónea para efectuar el inicio de la transición ya que si bien la edad cronológica es un factor importante, no debe ser el único factor a tener en cuenta, considerándose que otros tales como la madurez emocional y física, puntos de vista del adolescente la visión de los padres/cuidadores, el estado de actividad de la enfermedad, la adherencia al tratamiento, el grado de autonomía en el manejo de la enfermedad, así como el entorno socio-familiar son determinantes a la hora de decidir el momento adecuado.
  4. Continuidad. Es importante plantear el proceso de transición 1 ó 2 años antes de la derivación, y articularlo en 3 fases:
    • Fase I o preparatoria. Implica comenzar la educación tanto del paciente como de la familia en el proceso de transición con el objetivo de aumentar gradualmente su autonomía en el manejo de la enfermedad. Al finalizar la misma, los pacientes deberán conocer las características de su enfermedad, ser capaces de reconocer la aparición de síntomas o de las complicaciones relacionadas con la misma, así como, entender los fundamentos del tratamiento y los efectos secundarios relacionados con los fármacos prescritos. Su duración por tanto, estará muy ligada al tiempo que tarden en conseguirse estos objetivos.
    • Fase II o propiamente de transición. Debe empezar cuando se considere que el paciente está listo para ser remitido a adultos, ha alcanzado la independencia en el manejo de su enfermedad y/o ha alcanzado la madurez generalmente dentro del rango de edad entre los 16 y 20 años. Dependiendo de la enfermedad específica y de la gravedad de ésta, el momento de transición se puede alargar, ya que no es recomendable realizar la derivación cuando el paciente está inestable o en una fase aguda de la enfermedad.
    • Fase III o post-transición. El traspaso es completo aunque el pediatra debe permanecer disponible para posibles revisiones y la discusión de aspectos del caso.
  5. El papel crucial de un coordinador de transición designado para supervisar el proceso es un tema recurrente en la literatura y como ya se ha comentado, suele calificarse como el componente clave del programa permitiendo el solapamiento entre la atención pediátrica y la del adulto.
  6. Herramientas que permitan la preparación y evaluación para la transferencia (programas de educación específicos, implicación de asistentes sociales y/o psicólogos, grupos de apoyo, textos informativos, listas de verificación de habilidades, consultas conjuntas y/o multidisciplinares), cuyo empleo dependerá en gran medida de las características y recursos del centro y que van encaminadas fundamentalmente a potenciar:
  7. Dado el conocimiento que tienen los adolescentes de las nuevas tecnologías, es imprescindible usarlas en el control y educación para la salud

  8. El conocimiento de la enfermedad por parte del adolescente.
  9. La identificación de áreas de debilidad que requieran mayor soporte durante el programa de transición.
  10. La obtención de habilidades del paciente en el manejo de su enfermedad.
  11. Las tecnologías móviles y de la web han pasado a ser en la actualidad esenciales en la forma de comunicación entre adolescentes, por lo que su incorporación en la transición ofrece ventajas como más rapidez en la comunicación sobre su estado de salud, mejor y más fácil acceso a citaciones y enlaces a textos de interés relacionados con su enfermedad, todo ello a bajo coste y con la capacidad para superar la mayoría de las barreras geográficas.

  12. Abordaje de temas que ocasionan gran preocupación en el adolescente: el propio proceso de transición, la repercusión que en su imagen corporal tienen tratamientos o la propia enfermedad, el acceso a drogas, alcohol y tabaco así como las complicaciones derivadas de su consumo, la afectación en la calidad de vida y en la esfera emocional, preguntas sobre el área sexual y la posible repercusión que la patología puede tener en su futura descendencia, etc…
  13. Control mediante auditorías que deben ser regulares para localizar debilidades y facilitar mejoras e incluir la evaluación de un número de pacientes que acceden al programa, el impacto del mismo y el grado de satisfacción del paciente. La tasa de ingresos, el uso de los servicios de soporte, asistencia a las revisiones, uso de esteroides, adherencia a la medicación, satisfacción del paciente… pueden ser potenciales medidas a considerar para valorar el impacto.

Aspectos específicos de los procesos de transición en Gastroenterología

Fuera de las recomendaciones genéricas establecidas para todo proceso de transición, existen pocas que sean específicas sobre las patologías dentro del área de la Gastroenterología:

EII

Son especialmente reseñables las recomendaciones publicadas en 2002 por la Sociedad Norteamericana de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (NASPGHAN)(8), los objetivos deseables a alcanzar en base a la edad postulados por Hait y cols en 2006(9) y las guías clínicas sobre transición en EII, también norteamericanas, publicadas en 2011(10). (TABLAS I y II)

Todos ellos hacen especial hincapié en la implicación de los profesionales en el proceso, la planificación del mismo y la necesidad de enfatizar sus beneficios. Asimismo, resaltan que debe transmitirse la necesidad de un seguimiento por un facultativo experto en una serie de problemas relacionados con la EII que normalmente no son tratados por pediatras como fertilidad, vida sexual, embarazo y prevención del cáncer colorrectal, así como de otros problemas de salud habituales en la edad adulta no relacionados directamente con la enfermedad.

Es necesario tratar temas como fertilidad, vida sexual, embarazo y prevención del cáncer colorrectal

Enfermedad celiaca

Las recomendaciones en cuanto a las características específicas del proceso de transición en el paciente celiaco se resumen en un documento de consenso publicado en 2016 realizado por un grupo de 17 expertos de 10 países (Suecia, Italia, Alemania, Noruega, Dinamarca, Holanda, Gran Bretaña, Estados Unidos, Australia e Israel) y 2 representantes de organizaciones de pacientes (Asociación de Sociedades Europeas de Celiaquía y la Fundación de Enfermedad Celiaca de Estados Unidos)(11).

En él se resaltan aspectos especialmente importantes que siempre deben plantearse ante un adolescente celiaco y que se resumen en:

  • Ofrecer información al paciente y su familia en relación a las consecuencias que puede tener la realización incorrecta de la dieta en la salud ósea, la fertilidad y el desarrollo de complicaciones tumorales (Tabla III).
  • Valoración de la necesidad de efectuar una densitometría ósea antes de efectuar el paso a una unidad de adultos en los casos de mala adherencia a la dieta de exclusión y en aquellos en los que se hayan constatado alteraciones en la densidad mineral ósea previamente.
  • De forma consensuada establecer qué medidas son necesarias en el seguimiento y si es necesario efectuar exploraciones endoscópicas. Se debe considerar la realización de una gastroscopia previa a la transición en 4 supuestos: dudas en el diagnóstico, mala adherencia a la dieta, deseo de conocer el estado histológico de la mucosa intestinal y presencia de síntomas que sugieran una enfermedad celiaca activa u otra patología.

Esofagitis eosinofílica

No se han publicado recomendaciones específicas en la esofagitis eosinofílica más allá de un programa diseñado para la transición de estos pacientes en un centro norteamericano y en el que se resaltan como elementos específicos importantes la necesidad de implicar en el proceso a alergólogos, endoscopistas y dietistas junto a la insistencia en mantener una adecuada adherencia a las medidas terapéuticas (12).

 

Tablas y figuras

Tabla I. Lista de objetivos a conseguir por parte del paciente afecto de EII y los facultativos que lo atienden

Edad

Paciente

Equipo médico

11-13 años

  • Tiene conocimientos sobre su patología
  • Identifica sus tratamientos, las dosis y los efectos adversos
  • Capacidad de utilizar un termómetro
  • Puede referir el impacto de la enfermedad sobre su vida diaria
    • Introduce la idea de futuras vistas independientes
    • Mantiene a los padres en la sala de espera durante parte de la visita

    14-16 años

    • Identifica al equipo médico
    • Conoce los nombres y objetivos de las pruebas y análisis realizados
    • Conoce su historia clínica
    • Conoce grupos sociales de apoyo a la EII
    • Comprende los riesgos de no cumplir los tratamientos
    • Comprende el impacto de determinadas drogas y alcohol sobre su enfermedad
    • Explora la actitud de los padres acerca de la toma de protagonismo por parte del paciente
    • Determina cuando el paciente quiere que sus padres estén o no en la habitación
    • Inicia el debate sobre una eventual transición
    • Dirige todas las preguntas y las exploraciones al paciente
    • Instruye al paciente sobre los nombres de la medicación y las dosis
    • Instruye al paciente acerca de cómo contactar personalmente con el equipo médico para consultas o para citaciones

    17-19 años

    • Es capaz de buscar información acerca de su enfermedad
    • Demuestra capacidad de fijar visitas médicas y de contactar con el equipo médico
    • Puede hacerse cargo de los documentos, informes, peticiones…
    • Introduce el tema de posibles barreras a la transferencia
    • Identifica posibles gastroenterólogos de adultos a los que realizar dicha transferencia
    • Estimula al paciente a reunirse y entrevistarse con el facultativo de adultos
    • Recuerda al paciente y a su familia que a partir de los 18 años el paciente tiene el derecho a hacer sus propias elecciones en lo referente a la salud

    20-23 años

    • Ha tenido contacto telefónico con su gastroenterólogo de adultos
    • Se fija una visita inicial con su gastroenterólogo en situación de estabilidad de su enfermedad
    • Provee al paciente de los informes médicos adecuados
    • Transfiere dichos informes también al facultativo encargado finalmente del seguimiento posterior

    Modificado de Haitet al(9)

    Tabla II. Recomendaciones en el proceso de transición de la EII dirigidas a los facultativos

    Recomendaciones para el gastroenterólogo pediátrico:

    • Concienciación de que la transición es un proceso dinámico que debería comenzar ya en el momento del diagnóstico.
    • Preguntar al paciente y a su familia las expectativas que tienen del proceso de transición.
    • Aportar al paciente información sobre la enfermedad y el plan de tratamiento, tanto de forma oral como de forma escrita.
    • Dar la oportunidad al paciente, cuando se considere oportuno según el grado de madurez, de ser visitados en solitario, al menos durante una parte de la consulta.
    • Crear un plan escrito de transición de manera conjunta con el paciente y su familia, revisable de manera anual.
    • Remarcar las diferencias entre los cuidados pediátricos y de los del adulto en el momento en que surgen las situaciones.

    Recomendaciones para el gastroenterólogo de adultos:

    • Tener en cuenta que el paciente pediátrico que acude a un servicio de adultos por primera vez puede no ser consciente de las diferencias entre ambos sistemas.
    • Colaborar con el gastroenterólogo pediátrico con anterioridad al momento de la transferencia (mediante la participación en las consultas de transición, sesiones clínicas informativas…).
    • Anticiparse a las preguntas de los pacientes sobre la EII, los planes de tratamiento y su impacto sobre la imagen corporal, la salud sexual, …
    • Educar al paciente en el conocimiento del sistema de salud del adulto.
    • Contemplar una posible mayor duración de las visitas en los primeros momentos del proceso.
    • Aceptar que la posibilidad de que los padres del paciente puedan querer continuar teniendo un papel importante en el cuidado de su hijo y asumir que el paciente inicialmente no pueda revisar la historia clínica sin su ayuda. Pese a que el objetivo es que el paciente alcance la autonomía y la responsabilidad, hay que tener en cuenta que el proceso puede ser gradual.

    Modificado de Leung et al(10).

    Tabla III. Objetivos específicos y temas a debatir en la transición de pacientes con enfermedad celiaca

    Objetivos a alcanzar durante la transición en la enfermedad celiaca

    • Fomentar la maduración en las habilidades de comunicación y en la toma de decisiones.
    • Permitir que el paciente asuma la responsabilidad de la autogestión médica.
    • Educación y asesoramiento del adolescente para realizar una dieta sin gluten y las consecuencias de la falta de adherencia.
    • Reconocimiento y tratamiento de problemas psicológicos: desaliento, sentirse abrumado, ansiedad sobre el futuro, y complicaciones como depresión y trastornos de la alimentación.
    • Mostrar a los pacientes como familiarizarse con el sistema de atención médica, incluidos los cambios ambientales cuando se conviertan legalmente en adultos.
    • Aumentar el conocimiento sobre la enfermedad y sus complicaciones potenciales.
    • Ayudar al adolescente a desarrollar buenos hábitos de salud y habilidades que fomenten la autonomía.
    • Abordar las ansiedades o preguntas de la familia.

    Temas a plantear durante la transición en la enfermedad celiaca

    • Educación sobre el riesgo de desarrollar complicaciones a pesar de estar asintomático.
    • Plan de atención preventiva para aumentar la salud de los adolescentes incluso por factores no relacionados con la celiaquía como el tabaquismo, el abuso de alcohol y drogas y la importancia del ejercicio físico.
    • Monitorización necesaria con controles médicos y de laboratorio.
    • Asignar tiempo y espacio para discutir con expertos sobre aspectos psicológicos ya que la enfermedad celiaca puede influir en la autoestima y autoimagen e interferir en la educación, trabajo y vida social.
    • Sexualidad y fertilidad. La adherencia dietética es especialmente importante antes de la concepción y durante el embarazo ya que las mujeres con enfermedad celiaca no tratadas son más propensas a sufrir complicaciones durante el embarazo.
    • La dieta exenta de gluten.

    Modificado de Ludvigsson et al (11).

     

    Bibliografía

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    9. Hait E, Arnold JH, Fishman LN. Educate, communicate, anticipate. Practical recommendations for transitioning adolescents with IBD to adult health care. Inflamm Bowel Dis 2006;12:70-3.

    10. Leung Y, Heyman MB, Mahadevan U. Transitioning the adolescent inflammatory bowel disease patient: guidelines for the adult and pediatric gastroenterologist. Inflamm Bowel Dis 2011; 17: 2169–73.

    11. Ludvigsson JF, Agreus L, Ciacci C, et al. Transition from childhood to adulthood in coeliac disease: the Prague consensus report. Gut 2016;65:1242–51.

    12. Dellon ES, Jones PD, Martin NB, et al. Health-care transition from pediatric to adult-focused gastroenterology in patients with eosinophilic esophagitis. Dis Esophagus 2013; 26: 7–13.

     

     

     
     


    Transición en cardiología de las cardiopatías congénitas


     

    Transición en cardiología de las cardiopatías congénitas

    B. Manso García.
    Sección de Cardiología Pediátrica. Hospital Infantil Virgen del Rocío, Sevilla.

     

    Adolescere 2018; VI (2): 53.e3-53.e8

     

    Resumen

    La reparación de las cardiopatías congénitas en la infancia permite que la mayoría los pacientes lleguen a la edad adulta. Denominamos transición al proceso planificado que ha de guiar la asistencia durante el traspaso del paciente desde el modelo de atención de la edad pediátrica al modelo asistencial de la edad adulta. La Transición tiene como finalidad preparar al paciente para afrontar y conseguir la autogestión de su salud en el contexto de una vida personal y social adulta, en la que inciden aspectos médicos, psicológicos, sociales, laborales, de ocio, sexuales y de reproducción. La consulta de transición de cardiología pediátrica y cardiopatías congénitas se caracteriza por un enfoque multidisciplinar del paciente, cuyo eje central e integrador lo constituyen los profesionales de enfermería, psicología y cardiología. Esta consulta asistirá a una población creciente de individuos, según las estimaciones demográficas, por lo que los recursos necesarios para llevarla a cabo se incrementarán proporcionalmente. En este artículo se describe el proyecto de una consulta de transición en cardiopatías congénitas, concretamente la que se aplica desde noviembre 2015 en el Hospital Virgen del Rocío.

    Palabras clave: Transición; Cardiopatías congénitas; Multidisciplinaridad.

    Abstract

    The repair of congenital heart diseases in childhood allows most patients to reach adulthood. Transition is the planned process that guides the assistance during the transfer of the patient from the pediatric model of care to the adulthood assistance model. The purpose of transition is to prepare the patient to face and achieve self-management of his/her own health in the context of a personal and social adult life, where medical, psychological, social, occupational, leisure, sexual and reproductive aspects impact. Pediatric cardiology and congenital heart disease transition clinic is characterized by a multidisciplinary approach of the patient, whose central and integrating axis is constituted by nursing, psychology and cardiology professionals. This clinic will assist a growing population of individuals, according to demographic estimates, so the resources needed to carry it out will increase proportionally. This article describes the project of a transition clinic in congenital heart disease, specifically the one that has been applied since November 2015 in the Hospital Virgen del Rocío-Spain.

    Key words: Transition; Congenital heart disease; Multidisciplinary.

     

    Introducción: Epidemiología de las cardiopatías congénitas

    Las cardiopatías congénitas (CC) son defectos estructurales del corazón, producidos por errores en la embriogénesis cardíaca, que en sus formas graves pueden manifestarse en el feto, en el periodo neonatal, o durante la edad pediátrica. Se consideran la malformación congénita más frecuente, siendo la incidencia reportada muy variable, dependiendo de la inclusión o no de defectos triviales, aunque se estima que aproximadamente 6-8 de cada 1.000 nacidos nacen con una malformación cardiaca moderada o grave(1).

    Las cardiopatías congénitas se consideran la malformación congénita más frecuente

    Ello significa que en España nacen anualmente alrededor de 3.000 niños afectos de una cardiopatía congénita moderada o grave(2).

    En España nacen anualmente alrededor de 3.000 niños afectos de una cardiopatía congénita moderada o grave

    Gracias a los progresos experimentados en las últimas décadas en el diagnóstico y tratamiento de las cardiopatías congénitas ha sido posible disminuir la mortalidad desde un 20% en la década de los 70 del siglo pasado, a menos de un 5% en la época actual, con lo que, en España, ya se cifran en más de 50.000 los pacientes en edad pediátrica con una cardiopatía congénita, aunque no llegan a 100.000 los menores de 18 años afectados de CC(2).

    En España, ya se cifran en más de 50.000 los pacientes en edad pediátrica con una cardiopatía congénita, aunque no llegan a 100.000 los menores de 18 años afectados de CC

    La mayoría de los pacientes con CC son intervenidos durante la edad pediátrica. Ello ha permitido disminuir la mortalidad ligada a la historia natural de la enfermedad y proporcionar a estos pacientes una buena calidad de vida desde su inicio, si bien en muchos casos, la intervención terapéutica no puede considerarse definitiva, siendo más idóneo hablar de reparación quirúrgica que de corrección quirúrgica, por lo que parece razonable afirmar que la mayoría de los enfermos con CC reparada necesitarán atención médica y/o quirúrgica durante toda su vida. Actualmente ya es un hecho constatado que un 90% de los nacidos con una cardiopatía congénita llega a la edad adulta(3).

    Actualmente ya es un hecho constatado que un 90% de los nacidos con una cardiopatía congénita llega a la edad adulta

    Durante la última década varios estudios han intentado cuantificar el número actual de adultos con cardiopatía congénita y recientemente se ha publicado una revisión sistemática mostrando una tasa de prevalencia entre 1,7 y 4,5 casos por cada 1.000 adultos con una estimación media de 3.000 por millón. Por razón de este hecho, también por la traslación a nuestra población de los estudios estadísticos realizados en otros países y por el estudio realizado por la Sociedad Europea de Cardiología, podemos estimar para España la existencia de aproximadamente 114.000 adultos con una CC.

    Podemos estimar para España la existencia de aproximadamente 114.000 adultos con una CC

    Dichas cifras se incrementarán anualmente en un número de pacientes equivalente al 85% de los nacidos cada año con una CC, lo que significa un incremento de más de 2.500 pacientes/año y, en la mayoría de series estudiadas, ya se estima un cambio de la prevalencia de la enfermedad a favor de la edad adulta(4,5). Probablemente hemos y estamos creando una nueva patología, resultante del éxito en la atención integral de las CC durante la edad pediátrica: la patología del adulto con CC, de la que se considera que entre un 40-55% de estos pacientes necesitarán especial seguimiento de por vida y un 25% especial atención en Unidades de referencia, altamente especializadas en el seguimiento médico y quirúrgico de las CC en la edad adulta(6,7,8).

    La patología del adulto con CC, de la que se considera que entre un 40-55% de estos pacientes necesitarán especial seguimiento de por vida y un 25% especial atención en Unidades de referencia, altamente especializadas en el seguimiento médico y quirúrgico de las CC en la edad adulta

    Transición: ¿qué es?¿por qué y para qué?

    Se conoce como transición (en cualquier patología crónica de inicio en edad infantil) al proceso planificado que ha de guiar la asistencia durante el traspaso del paciente desde el modelo de atención de la edad pediátrica al modelo asistencial de la edad adulta, y cuyo objetivo es satisfacer las necesidades educacionales, psicosociales, médicas y quirúrgicas que se presenten a lo largo de esta etapa.

    Se conoce como transición al proceso planificado que ha de guiar la asistencia durante el traspaso del paciente desde el modelo de atención de la edad pediátrica al modelo asistencial de la edad adulta

    Este proceso coincide temporalmente con la adolescencia del paciente. Definimos la adolescencia como la fase de transición entre la infancia y la edad adulta. Constituye una fase del desarrollo humano y se trata de una evolución tanto física, como psicológica, por lo que debe considerarse como un fenómeno biológico, pero también cultural y social. Entre otras muchas cosas, caracteriza este periodo la progresiva adquisición de la autonomía personal, que debe facilitar al joven la capacidad de autogestión de su vida y, por ende, de autogestión de su salud.

    Durante la vida pediátrica los pacientes con CC son tratados y seguidos en unidades especializadas (Unidades de Cardiología Pediátrica) y su salud está gestionada fundamentalmente por los padres, con una escasa implicación por parte del paciente. Sin embargo, en la edad adulta es el propio paciente quien debe asumir la gestión de su enfermedad. Uno de los objetivos principales que el profesional debe marcarse en el proceso de transición es el diseño de una estrategia, adaptada a cada paciente en función de su grado de madurez y entorno familiar, cultural y social, que permita el progresivo traspaso de protagonismo, desde los padres hacia el paciente, en la asunción y recepción de las decisiones médicas.

    Se trata de un período muy sensible puesto que en él se producen gran parte de las pérdidas de seguimiento de los pacientes con CC. Varios son los factores que pueden explicar este fenómeno, pero fundamentalmente se debe a que no existe un tejido organizativo sólido que guíe esta transición de centros pediátricos a centros de adultos.

    En definitiva, se trata de no desperdiciar el esfuerzo médico, quirúrgico, tecnológico, personal, social y económico que ha hecho posible llevar a los pacientes con CC a la edad adulta, asegurando el mantenimiento de una buena atención sanitaria.

    Objetivos del proyecto de transición

    Implantación de una consulta externa “de transición”, multidisciplinaria en el ámbito de las cardiopatías congénitas para la atención de pacientes de entre 15 – 18 años, afectos de cardiopatía congénita, con el objetivo de incluirlos en un “programa de transición”, que les proporcione además de asistencia y asesoramiento médico, la maduración necesaria para hacerse responsables de su asistencia sanitaria en el futuro como adultos.

    La implantación de una consulta externa “de transición”, con el objetivo, que les proporcione además de asistencia y asesoramiento médico, la maduración necesaria para hacerse responsables de su asistencia sanitaria en el futuro como adultos

    Objetivos específicos del programa de transición por profesional

    Profesional Médico (Cardiología)

    • No perder el seguimiento de pacientes al alta de las consultas de cardiología pediátrica cuando se alcance el final de la edad legal de seguimiento pediátrico. Con esta continuidad de la asistencia proporcionada por el “cardiólogo de transición”, se mantendrían los controles rutinarios, resolución de problemas emergentes, tratamiento de lesiones crónicas…
    • Educación sanitaria: que los pacientes conozcan la fisiología cardiaca general y entiendan la variación que supone la cardiopatía concreta que cada paciente padezca y las cirugías que se hayan realizado para paliarlas. Han de saber las potenciales complicaciones que se pueden presentar en el futuro para cada cardiopatía y la estrategia terapéutica diseñada para ellos. Tienen que ser conocedores de sus tratamientos: indicaciones y posología.
    • Creación de una base de datos de los pacientes pertenecientes a esta consulta para evaluar periódicamente los resultados de este tipo de asistencia.
    • Creación de informes clínicos detallados para una adecuada transmisión de la información a pacientes y a otros médicos tratantes.
    • Establecer una vía de comunicación fluida (teléfono, mail…) con médicos de referencia de atención primaria que también recibirán a estos pacientes por primera vez como adultos, para la resolución de dudas sobre el manejo médico ambulatorio de estos pacientes.

    Profesional Enfermería

    • Coordinación de distintos médicos interconsultores.
    • Educación para la salud: fomentar una nutrición adecuada, enseñar hábitos de vida saludables (deporte, viajes…), higiene bucal, informar de las conductas de riesgo y su repercusión…
    • Introducción y conocimiento de la asistencia sanitaria en UCCA: presentación de médicos, circuitos hospitalarios (urgencias, interconsultores, extracciones…).
    • Favorecer el asociacionismo de los pacientes a entidades que les puedan ofrecer soporte y con las que ellos mismos puedan colaborar para dar soporte a otros.
    • Educación sexual: información sobre enfermedades de transmisión sexual.

    Profesional Psicología

    • Evaluación psicológica inicial: perfil individual y patrones de conducta.
    • Orientación vocacional y profesional para una vida laboral de bajo riesgo y adecuada a la capacidad funcional de cada paciente y que cumpla con sus expectativas personales.
    • Asesoramiento psico-emocional para afrontar y manejar cambios en el ámbito de las relaciones sociales si estas se hicieran distócicas (familia, amigos, pareja, grupo social), manejo de problemas personales que puedan poner en peligro la salud del paciente.
    • Asistencia a padres de enfermos que, por discapacidad mental o física del paciente, requieran soporte extra en el proceso de transición.

    Profesional Ginecología

    • Educación sexual y asesoramiento reproductivo: métodos de anticoncepción adaptados a su situación hemodinámica.
    • Asistencia sanitarias si complicaciones ginecológicas-obstétricas intercurrentes.

    Profesional Genética

    • Planificación familiar y asesoramiento reproductivo.

    Cómo se lleva a cabo la consulta de transición

    I) CRITERIOS DE INCLUSIÓN

    Pacientes con edades comprendidas entre 15-18 años que proceden de la consulta externa de Cardiología Pediátrica. Se agruparán según diagnósticos en los siguientes grupos:

    A.-Pacientes derivables a unidad de cardiopatías congénitas del adulto

    • Portadores de cardiopatía congénita compleja.
    • Subsidiario de reintervenciones cardiacas futuras (quirúrgicas o percutáneas).
    • Susceptibles de complicaciones médicas (arritmias, trombosis, hipertensión pulmonar, insuficiencia cardiaca…).
    • Pacientes con cardiopatía y síndromes genéticos o polimalformativos asociados.

    Estos pacientes tendrán una primera visita en la consulta de transición que consistirá en 1 h de entrevista con enfermería, 1 h con psicología y 1 h con cardiología.

    Según situación hemodinámica, social y emocional del paciente, asistirá a visitas sucesivas según la temporalización oportuna estimada por cada uno de los profesionales.

    A la edad de 18 años, o/y si han alcanzado la madurez deseada durante el seguimiento en la consulta de transición, se les derivará a la UCCA.

    B.-Pacientes derivables a la unidad de miocardiopatías familiares

    • Pacientes con cardiomiopatías, antecedentes familiares de miocardiopatías, o portadores de mutaciones aún no expresadas fenotípicamente (referencia a la unidad de cardiopatías familiares de HVH).
    • Pacientes con Síndrome de Marfan u otras conectivopatías, o portadores genéticos de mutaciones que lo propicien.
    • Pacientes con distrofias musculares y otros desórdenes neurológicos que se acompañen de afectación miocárdica (Duchenne, Friedrich, Steinert…).

    Estos pacientes tendrán una primera visita en la consulta de transición que consistirá en 1 h de entrevista con enfermería. Según ésta estime oportuno, podría ser derivado a consulta con psicología. El cardiólogo supervisará la adecuada elaboración del informe clínico para ser transferido a la unidad correspondiente.

    C.-Pacientes derivables a cardiología de atención primaria

    • Pacientes con malformaciones sencillas intervenidos con buena evolución: CIA, CIV, ductus cerrados.
    • Pacientes con valvulopatías leves, no progresivas.
    • Pacientes con shunt restrictivos sin complicaciones asociadas.
    • Pacientes con antecedente de enfermedad de Kawasaki sin afectación coronárica.

    Estos pacientes tendrán una primera visita en la consulta de transición que consistirá en 1 h de entrevista con enfermería. Según ésta estime oportuno, podría ser derivado a consulta con psicología. El cardiólogo supervisará la adecuada elaboración del informe clínico para ser transferido a la unidad correspondiente.

    D.-Pacientes derivables a la unidad de arritmias

    • Pacientes portadores de dispositivos (DAI, MCP…) sin cardiopatía estructural.
    • Pacientes con canalopatías o antecedentes familiares de ellas sin cardiopatía estructural.
    • Pacientes con trastornos de conducción y arritmias sin cardiopatía estructural.

    Estos pacientes tendrán una primera visita en la consulta de transición que consistirá en 1 h de entrevista con enfermería. Según ésta estime oportuno, podría ser derivado a consulta con psicología. El cardiólogo supervisará la adecuada elaboración del informe clínico para ser transferido a la unidad correspondiente.

    E.-Pacientes derivables a la unidad de insuficiencia cardiaca

    • Pacientes con miocardiopatía dilatada adquirida: secundaria a antraciclínicos, a miocarditis, a ALCAPA(*) u otros insultos isquémicos, idiopática, metabolopatía.

    Estos pacientes tendrán una primera visita en la consulta de transición que consistirá en 1 h de entrevista con enfermería. Según ésta estime oportuno, podría ser derivado a consulta con psicología. El cardiólogo supervisará la adecuada elaboración del informe clínico para ser transferido a la unidad correspondiente.

    II) ACTIVIDADES A REALIZAR EN LA CONSULTA

    Por Profesional Cardiólogo

    • Anamnesis, exploración, ecocardiografía y electrocardiograma para asesoramiento cardiológico.
    • Evaluación de los conocimientos que tiene el paciente de fisiología cardiaca general, de su enfermedad concreta y tratamientos (elaboración del “carnet de salud”).
    • Explicación de cardiopatía congénita concreta que padece el paciente y descripción de las cirugías (soporte con métodos audiovisuales).
    • Derivación a interconsultores según problemas médico-quirúrgicos detectados.
    • Resolver dudas médicas del paciente generadas con el paso por la consulta del resto del equipo multidisciplinar.
    • Elaboración de informe médico con indicaciones especificas dietéticas o deportivas a desarrollar por el profesional de enfermería.
    • Crear vías de contacto telemáticas para el paciente (mail, teléfono) para resolución de dudas de carácter médico.

    Por Profesional de Enfermería

    • Información médica sobre cómo detectar potenciales situaciones de deterioro hemodinámico.
    • Consejo nutricional: confección de dietas equilibradas.
    • Consejo deportivo: tipo de deporte, intensidad, frecuencia, signos de alarma.
    • Consejo sobre hábitos tóxicos: efectos del alcohol y drogas en su cardiopatía.
    • Consejo para viajes.
    • Consejo para conductas de riesgo: tatuajes, piercing, deportes de aventura.
    • Consejos sobre salud sexual: prevención de ETS, detección de complicaciones.
    • Información y contacto sobre asociaciones locales y nacionales de pacientes con cardiopatía congénita.
    • Coordinación de las diferentes visitas entre interconsultores.
    • Crear vías de contacto telemáticas para el paciente (mail, teléfono) para dudas de carácter no médico.

    Por Profesional de Psicología

    • Entrevista diagnóstica de situación psico-emocional del paciente: mecánica familiar, dependencia, responsabilidad, situación escolar, rasgos de personalidad, hábitos tóxicos.
    • Técnicas de crecimiento personal, si precisa.
    • Evaluación de problemas personales/sociales. Derivación a Psiquiatría, si precisa.
    • Charlas orientativas vocacionales.
    • Promoción de asociacionismo.

    (*) La implantación de la arteria coronaria izquierda (ACI) desde el tronco de la arteria pulmonar (AP) también conocida como síndrome de Bland-White-Garland o ALCAPA (anomalous left coronary artery from the pulmonary artery) es la anormalidad coronaria más frecuente.

     

    Bibliografía

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    4. Engelfriet P, Boersma E, Oechslin E, Tijssen J, Gatzoulis MA, Thilén U, et al. The spectrum of adult congenital heart disease in Europe: morbidity and mortality in a 5 year follow-up period. The Euro Heart Survey on adult congenital heart disease. Eur Heart J 2005;26:2325-33.

    5. Marelli AJ, Mackie AS, MD, SM; Ionescu-Ittu R, Rahme E, Pilote L . Congenital Heart Disease in the General Population. Changing Prevalence and Age Distribution. Circulation 2007;115:163-172.

    6. Wren C, O’Sullivan JJ. Survival with congenital heart disease and need for follow up in adult life. Future demand for follow-up of adults survivors of CHD. Heart 2001;85:438-43. 7.- Warnes CA, Liberthson R, Danielson GK, Dore A, Harris L, Hoffman JI, et al. Task force 1: the changing profile of congenital heart disease in adult life. J Am Coll Cardiol 2001;37(5):1170-5.

    7. Report of the British Cardiac Society Working Party. Grown-up congenital heart (GUCH) disease: current needs and provision of service for adolescents and adults with congenital heart disease in the UK. Heart 2002;88(supl.I):1-14.

    8. Moons P, Bovijn L, Budts W, et al . Temporal Trends in Survival to Adulthood Among Patients Born With Congenital Heart Disease From 1970 to 1992 in Belgium. Circulation 2010:122:2264-72.

     

    Bibliografía recomendada

    • Kovacs et al. The Toronto congenital heart disease transition task force. Progress in Pediatric cardiology; 2012 (34): 21-26

    • Meadows AK el al. Transition and transfer from pediatric to adult care of young adults with complex congenital heart disease. Current cardiology reports; 2009 (11): 291-297.

    • Hudsmith et al. Transition of care from paediatric to adult services in cardiology. Archives disease of children ¸2007 (92) : 927-930.

    • Reid G, Irvine MJ, McCrindle B, et al. Prevalence and Correlates of Successful Transfer From Pediatric to Adult Health Care Among a Cohort of Young Adults With Complex Congenital Heart Defects.Pediatrics 2004; 113:197-205.

    • Sable C,Foster E, Uzark K et al .Best Practices in Managing Transition to Adulthood for Adolescents With Congenital HEart Disease :The Transition Process and Medical and Psychosocial Issues. Circulation 2011;123:1454-85.

    • Van Deyk K,Pelgrims E, RNa, Els Troost E et al. Adolescents’ Understanding of Their Congenital Heart Disease on Transfer to Adult-Focused Care. Am J Cardiol 2010;106:1803-7.

    • Goossens E, Stephani I, Hilderson D,. Transfer of Adolescents With Congenital Heart Disease From Pediatric Cardiology to Adult Health Care.An Analysis of Transfer Destinations. J Am Coll Cardiol 2011;57:23.

     

     

     
     


    Dermatología de la adolescencia: Acné, tatuajes y piercings


     

    Dermatología de la adolescencia: Acné, tatuajes y piercings

    J. Bernabéu Wittel.
    Dermatólogo. Responsable de la Unidad de Dermatología Pediátrica. Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla.

     

    Adolescere 2018; VI (2): 53.e1-53.e2

     

    El acné es una enfermedad inflamatoria crónica que repercute negativamente en la calidad de vida de los adolescentes

    El acné es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta preferentemente a adolescentes y en sus formas graves o persistentes repercute negativamente en la calidad de vida de estos(1).

    Es la enfermedad dermatológica más frecuente y afecta a más del 80% de los adolescentes y a más del 40% de los adultos mayores de 25 años. Tiene un origen genético y causa dolor, cicatrices, pérdida de autoestima y depresión.

    Es la enfermedad dermatológica más frecuente

    El interés de la comunidad científica, especialmente durante la última década, por el impacto de las enfermedades dermatológicas sobre el bienestar psicosocial de los pacientes, nos ha permitido conocer el gran impacto que enfermedades como la psoriasis, la dermatitis atópica o la alopecia tienen sobre la calidad de vida de los pacientes(2-7). En el caso del acné, sin embargo, la cantidad de estudios analizando este aspecto de la enfermedad es comparativamente muy inferior(8). Múltiples factores pueden haber contribuido a esta falta de estudios en el acné, entre ellos podríamos mencionar el hecho de que se trate de una enfermedad que, salvo raras excepciones, no supone un peligro para la vida del paciente, así como el carácter normalmente autorresolutivo de la enfermedad. Sin embargo, cabe destacar que esta enfermedad se asocia a importantes alteraciones estético-cosméticas en una edad, la pubertad y la juventud, en la que las personas se sienten especialmente vulnerables en relación a la imagen que proyectan hacia el exterior, pudiendo provocar graves sentimientos de malestar en los pacientes y condicionar sus relaciones sociales. De este modo se comprende cómo algunos estudios, utilizando cuestionarios genéricos de calidad de vida, han apuntado que el impacto del acné sobre la calidad de vida de los pacientes es equiparable a la de enfermedades crónicas como: el asma, la epilepsia o la diabetes(8,9).

    El impacto del acné sobre la calidad de vida de los pacientes es equiparable a la de enfermedades crónicas como: el asma, la epilepsia o la diabetes

    El acné presenta una distribución universal, siendo más intenso y precoz en hombres y más duradero y de inicio más tardío en mujeres. Es algo menos frecuente en pacientes de raza negra o asiática. Suele debutar en la adolescencia pero existe una forma temprana neonatal o durante la infancia.

    En la ponencia abordaremos sus distintas formas de presentación, su etiopatogenia, el manejo terapéutico integral cosmético y farmacológico, su abordaje multidisciplinar, el tratamiento de las secuelas y las formas especiales asociadas a exposición laboral, a químicos o a medicamentos.

    Por otra parte, cada vez es más frecuente en nuestra sociedad la realización de tatuajes y piercings, y es muy frecuente apreciarlos entre deportistas y modelos. En la ponencia actual ofreceremos algunos consejos de seguridad, higiene y salud, indicando cuáles deben ser los puntos clave que debe conocer toda persona que vaya a someterse a la realización de tatuajes o piercings. Asimismo revisaremos las posibles complicaciones y enfermedades que pueden producirse por esta práctica. Por último repasaremos 10 consejos para mantener una piel sana y cuidada de forma fácil.

    Cada vez es más frecuente en nuestra sociedad la realización de tatuajes y piercings

     

    Bibliografía

    1. Consenso español para establecer una clasificación y un algoritmo para el acné. López- Estebaranz, JL.; Herranz- Pinto, P.; Dréno, B y el grupo de dermatólogos expertos en acné. Actas Dermosifiliogr. Marzo. 2017; 108 (2): 120-131.

    2. Matzer F, Egger JW, Kopera D. Psychosocial stress and coping in alopecia areata: a questionnaire survey and qualitative study among 45 patients. Acta Derm Venereol 2011;91(3):318-27.

    3. Han C, Lofland JH, Zhao N, Schenkel B. Increased prevalence of psychiatric disorders and health care-associated costs among patients with moderate-to-severe psoriasis. J Drugs Dermatol 2011;10(8):843–50.

    4. Martinez-Garcia E, Arias-Santiago S, Valenzuela-Salas I, Garrido-Colmenero C, García-Mellado V, Buendía-Eisman A. Quality of life in persons living with psoriais patients. J Am Acad Dermatol 2014;71(2):302-7.

    5. Al Robaee AA. Reliability and validity of the Arabic version of «dermatitis family impact» questionnaire in children with atopic dermatitis. Int J Dermatol 2010;49(9):1063–7.

    6. Al Shobaili HA. The impact of childhood atopic dermatitis on the patients’ family. Pediatr Dermatol 2010;27(6):618–23.

    7. Jiráková A, Vojáčková N, Göpfertová D, Hercogová J. A comparative study of the impairment of quality of life in Czech children with atopic dermatitis of different age groups and their families. Int J Dermatol 2012;51(6):688–92.

    8. Mallon E, Newton JN, Klassen A, Stewart-Brown SL, Ryan TJ, Finlay AJ. The quality of life in acne: a compraisson with general medical conditions using questionnaires. Br J Dermatol 1999;140:672-6.

    9. Cresce ND, Davis SA, Huang WW, Feldman SR. The quality of lifre impact of acne and rosacea compared to other major medical conditions. JDD 2014;13(6):692-7.