Entradas

Comunicaciones Orales y Posters 2024 nº2


 

COMUNICACIONES PRESENTADAS EN EL XXVII CONGRESO DE VALENCIA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE MEDICINA DE LA ADOLESCENCIA (SEMA)

COMUNICACIONES PRESENTADAS EN EL XXVII CONGRESO DE VALENCIA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE MEDICINA DE LA ADOLESCENCIA (SEMA)

 

Adolescere 2024; XII (2)

 

COMUNICACIONES PREMIADAS

1ER PREMIO

”MEDICINA VS VETERINARIA”: IMPLANTACIÓN DE UNA CONSULTA MULTIDISCIPLINAR DE GINECOLOGÍA DE LA ADOLESCENCIA

Pérez Pascual M, Bonet De Luna C, Ruano Fernández J, Ruiz Martínez T. Hospital Universitario La Paz. Madrid.

Introducción: La adolescencia se caracteriza por importantes cambios físicos, psicológicos, emocionales y sociales. Muchos profesionales que se sienten inseguros al tratar con adolescentes, se centran estrictamente en su especialidad (“su órgano afecto”). Por falta de tiempo, pero sobre todo por falta de formación, no abordan cuestiones vitales y relacionales que son importantísimas para entender lo que está pasando. Por ello, en nuestro hospital, decidimos hacer un estudio piloto de 6 meses, pasando simultáneamente pediatra y ginecólogo del adolescente una consulta conjunta. Objetivos: Analizar la aportación que la presencia de un pediatra especializado en adolescencia tiene en una consulta de ginecología enfocada a pacientes de 12 a 18 años. Material y métodos: Estudio descriptivo retrospectivo. Variables: edad de la paciente, motivo de consulta, diagnóstico de ginecología, diagnóstico de adolescencia y resolución. Resultados: Durante 6 meses se ha pasado consulta, 2 días al mes un pediatra y un ginecólogo, especializados en adolescentes. Han sido un total de 12 días, registrándose pacientes entre 12 y 17 años cumplidos, que acudían en modalidad presencial. Se estudian las aportaciones hechas al diagnóstico ginecológico, de la “mirada pediátrica“. De un total de 252 pacientes atendidas en estas consultas, se excluyeron aquellas que no cumplían criterios de inclusión (edad fuera del rango de 12 a 17 años cumplidos), quedando N 144. El pediatra intervino en 50 de ellas (34,7 %). Más del 60 % tenía edades entre 14 y 16 años. Los motivos de consulta más frecuentes fueron síndrome menstrual anómalo, solicitud de anticoncepción (AC) y dismenorrea que coinciden con la mayoría de los diagnósticos ginecológicos. Los aportes más frecuentes realizados por el pediatra al diagnóstico ginecológico han sido: necesidad de educación para la salud (EpS), centrar en la patología crónica que condicionaba signos y síntomas ginecológicos y la presencia de anorexia nerviosa no identificada. También fue importante la aportación del pediatra en aspectos ético legales, sobre esterilización en menores de edad con dificultades cognitivas. Finalmente se ayudó en el manejo multidisciplinar de algunos ASI (infecciosos, sociales, psicológicos, legales, educacionales y sistémicos). Cuando evaluamos el 32 % que se derivó a adolescencia, vemos que los motivos principales fueron anorexia nerviosa, obesidad, abuso sexual y patología crónica. Conclusiones: En una consulta de ginecología del adolescente hasta un 34,7 % de las pacientes van a necesitar un abordaje integral. De nuestro estudio, un 32 % precisó derivación a consultas de medicina de la adolescencia, para ampliar la valoración a las distintas esferas biopsicosociales. Hasta un 50 % de las que precisaron intervención por el pediatra se hizo en la misma consulta conjunta. La colaboración entre ambas disciplinas, repercutió en mayor conocimiento y satisfacción para las profesionales. Para las pacientes, las consultas fueron más resolutivas y su grado de satisfacción (expresado verbalmente) mayor. Los profesionales que atendemos adolescentes debemos sensibilizarnos en el deber explorar otras esferas micro, meso y macro
ambientales (Bronfenbrenner), que están condicionando su salud y su comportamiento. No somos veterinarios, somos médicos. Eso implica que la atención debe ser prestada con humanidad, capacidad de escucha (respeto, calidad y calidez) y conocimientos técnicos. Ser médicos con una mirada integradora, sin centrar exclusivamente en “el órgano afecto de nuestra especialidad”. Hacerlo así, mejora la adherencia al tratamiento, favorece el cambio de conducta y aumenta de forma clara la satisfacción de todos: padres, profesionales y pacientes.

2º PREMIO

DESCRIPCIÓN Y COMPARACIÓN DE HÁBITOS DE ACTIVIDAD FÍSICA Y SEDENTARISMO ENTRE POBLACIÓN INFANTIL Y ADOLESCENTE CON NORMOPESO, SOBREPESO Y OBESIDAD

Corral Bellón S, De Blas Zapata A, Hartgring I, Arocas Lázaro F, Baixauli López L. Hospital General Universitario de Valencia.

Introducción: En la población infantil el 60 % no alcanza las recomendaciones de actividad física diaria. El abuso de dispositivos electrónicos puede favorecer el sedentarismo y con ello, la obesidad. Objetivo: identificar la relación que existe entre el tiempo de uso de pantallas, la actividad física y la composición corporal de un grupo de niños y adolescentes. Material y métodos: Estudio observacional transversal en participantes entre 8-16 años. Se registró composición corporal mediante impedanciometría, actividad física medida con acelerometría durante 7 días y uso de pantallas en cuestionarios estandarizados. Resultados: Muestra de 164 pacientes (62,8 % obesidad y dos grupos control: 22 % normopeso y 15,2 % sobrepeso). El uso medio diario de pantallas fue de 6,3 horas entre semana y 8,45 el fin de semana. Los pacientes con obesidad presentaron menor número de pasos diarios respecto a los normopeso y sobrepeso (p=0,0001) y paralelamente, mayor consumo diario de pantallas entre semana (p=0,04). Existe además una relación significativa entre el porcentaje de grasa de los pacientes y el tiempo de sedentarismo. Conclusión: Se evidencia alta prevalencia de abuso de pantallas. Mayor tiempo de sedentarismo se relaciona con mayor porcentaje de masa grasa.

POSTERS

DOLOR DE MIEMBROS INFERIORES EN EL ADOLESCENTE, UN RETO EN PEDIATRÍA

Martí Enrique V(1), Blanes Segura S(2). (1)Hospital Virgen de los Lirios. (2)Centro de Salud la Bassa, Alcoy. Alicante.

Introducción: El dolor musculoesquelético es un motivo de consulta frecuente en la adolescencia. En la mayoría de los casos la etiología es benigna. Presentamos dos casos de patología ósea y su abordaje. Objetivo: Reconocer los síntomas guía para completar el estudio diagnóstico de los adolescentes con dolor y patología ósea, así como conocer el abordaje multidisciplinar que requieren para un adecuado tratamiento. Conclusiones: Caso 1: Adolescente de 13 años, aparición brusca de un bulto en la rodilla derecha. No traumatismo previo ni otra clínica de interés. Exploración física: tumoración ósea de 5 cm en cara anterior de tibia derecha. No dolor ni crepitación. Radiografía y TAC: Displasia osteofibrosa en tibia derecha (Figura 1). Se realiza seguimiento multidisciplinar en unidad de tumores óseos con actitud expectante. Asintomática a día de hoy. Caso 2: Adolescente de 13 años, dolor de las caderas tras partido de fútbol. Exploración física: Dolor a la palpación y movilización de cadera izquierda. No traumatismo. Sin otra clínica de interés. Se realiza radiografía, TAC y RMN: Arrancamiento espina iliaca anteroinferior izquierda. Quiste óseo aneurismático en fémur derecho (Figura 2), se deriva a comité de tumores óseos y se decide intervención para infiltración local de corticoides. La anamnesis y la exploración minuciosa son esenciales para llegar al diagnóstico y tratamiento adecuado del adolescente con dolor. Aunque la mayoría de casos son benignos, en los casos con síntomas de alarma debemos realizar un amplio diagnóstico diferencial para llegar a un tratamiento multidisciplinar etiológico. Resumen: El dolor musculoesquelético es un motivo de consulta frecuente en la adolescencia. En la mayoría de los casos la etiología es benigna. Presentamos dos casos de patología ósea en adolescentes y su abordaje con el objetivo de reconocer que síntomas de alarma debemos tener en cuenta los pediatras para completar adecuadamente el estudio y diagnóstico de estos pacientes. La anamnesis y la exploración minuciosa permiten orientar el diagnóstico de entidades como la displasia osteofibrosa y el quiste óseo aneurismático. Se tratan de entidades benignas, pero que en ocasiones requieren tratamiento invasivo. La adecuada orientación diagnóstica nos permite evitar ansiedad familiar anticipatoria.

TRIADA DE LAS ATLETAS

Castillo Ávila Y, Posso Cardenas YR, Kaur A, Siurana Rodríguez JM, Reyes Alayo JL. Hmnens Barcelona.

Introducción: La triada de la atleta involucra baja disponibilidad de energía, disfunción menstrual, y baja densidad mineral ósea. La presencia de los tres componentes implica mayor gravedad sobre la salud de la atleta y su rendimiento deportivo. Objetivo: Una historia clínica detallada en la adolescente deportista es fundamental para el diagnóstico de la triada de las atletas. Caso clínico: Adolescente femenina de 14 años, quien realiza danza contemporánea de 16 a 20h semanales, los últimos 4 meses presenta vértigos a los cambios posturales asociado a astenia y amenorrea. No pérdida de peso. Al examen clínico denota palidez mucocutánea, los exámenes complementarios: electrocardiograma y ecocardiograma normales, bioimpedanciometría con composición corporal adecuada, analítica sanguínea: ferropenia severa e hipovitaminosis D. Tras evidenciar la presencia de la triada de la atleta se indica suplemento con sulfato ferroso y vitamina D, reducción horaria en la actividad deportiva y adecuada nutrición. Tras 6 meses de seguimiento evolutivo presenta mejoría clínica y mejor rendimiento deportivo. Conclusión: Una historia clínica detallada en las adolescentes deportistas permite un diagnóstico precoz de la triada de la atleta. El diagnóstico precoz de esta patología permite adoptar medidas de prevención como primera línea de tratamiento y adecuarlas a cada deporte.

ALERGIA INDUCIDA POR EJERCICIO FÍSICO

Reyes Alayo JL, Posso Cardenas YRs, Kaur A, Siurana Rodríguez JM, Castillo Ávila Y.Hmnens Barcelona.

Introducción: La alergia inducida por ejercicio físico es una patología en aumento en los últimos años con prevalencia en adolescentes deportistas. El consumo de alimento al que el paciente está sensibilizado y al realizar inmediatamente ejercicio físico puede desencadenar síntomas cutáneos, angioedema, dificultad respiratoria e incluso anafilaxia. Las proteínas transportadoras de lípidos (LTP) ampliamente distribuida en el reino vegetal, es la causa más frecuente de alergia alimentaria. En ocasiones los pacientes alérgicos a LTP presentan síntomas únicamente en presencia de cofactores como el ejercicio físico o la toma de antiinflamatorios. Objetivo: Una historia clínica detallada en los adolescentes deportistas es fundamental para el diagnóstico de la alergia inducida por ejercicio. Caso clínico: Adolescente de 12 años con episodios repetidos de lesiones pruriginosas y angioedema labial después de práctica deportiva. Durante anamnesis indica que ocurre tras consumo de manzana previo al entrenamiento. Mejoría clínica con antihistamínicos. En alergología se realiza estudio analítico que confirma alergia a la corteza de la manzana mediada por las LTP. Control evolutivo favorable, realiza deporte evitando el consumo de alimentos con contenido LTP antes o después de la práctica deportiva. Conclusión: Elaborar una historia clínica detallada permite el diagnóstico precoz de la alergia inducida por ejercicio físico.

DOLOR ESQUELÉTICO EN EL ADOLESCENTE, NO TODO ES PSICOSOMÁTICO

Carvajal Roca E, Nieto García A, Alcayde Blat T, Güemes Heras I, Moreno Ballestero V. Hospital La Salud. Valencia.

Introducción: El dolor musculoesquelético es muy frecuente en niños y adolescentes y constituye una causa habitual de consulta médica y de derivación a reumatólogos pediátricos y cirujanos ortopédicos. Se ha estimado que, entre un 10 y un 20 % de los niños en edad escolar lo presentan. En la mayoría de los casos no encontraremos una patología que justifique el dolor. El dolor dorsolumbar es uno de los más frecuentes y, recientes estudios, muestran que la mayoría de los adolescentes con este dolor responden a procesos benignos, limitados o idiopáticos. Por ello no todos los pacientes deben ser sometidos a una batería de pruebas de imagen y laboratorio. Lo más importante es una buena historia clínica, guiada por una anamnesis dirigida y una exploración minuciosa. Objetivos: Comunicamos el caso de dos adolescentes con dolor músculo esquelético. Material o pacientes y método: Adolescente mujer 12,5 años que presenta dolor en glúteo izquierdo que irradia al muslo de 4 semanas de evolución. Acudió en varias ocasiones a PU y a traumatología pautando analgesia ante la radiología lumbosacra normal. A las 4 semanas inició fiebre y malestar por lo que se ingresó para estudio. La analítica presenta leucocitosis con neutrofilia. Se realizó RM que evidenció afectación inflamatoria de la articulación sacroiliaca izquierda con colección organizada de 25×15 mm de tamaño (Figura 1 y 2) aislándose en el hemocultivo a las 24 horas un Staphylococcus aureus. Se inicia tratamiento con Levofloxacino y reposo evidenciando en los controles analíticos descenso de los reactantes de fase aguda y mejoría de capacidad funcional. Caso clínico: Paciente masculino de 15 años remitido desde consultas externas de neurocirugía porque desde hace 2 semanas presenta dolor en extremidades inferiores que 10 días después asoció sensación de parestesias y acorchamiento. Se realizó RM de rodilla y lumbar que no evidenció hallazgos patológicos. Ante la progresión de parestesias y adormecimiento llegando a tener parestesias hasta cintura consultó de nuevo. No antecedentes familiares ni personales de interés. Se completó estudio con RM de columna que identifica una masa de 55 x 53 x 61 mm que parece tener origen T10 que ejerce severo efecto masa con desplazamiento y compresión del saco tecal y del cordón medular (Figura 3-5). Ante las características de la lesión ósea se plantea como primera posibilidad origen tumoral por lo que se programa biopsia ósea que confirma diagnóstico de osteoblastoma. Conclusiones: Aunque el dolor musculoesquelético, en la mayoría de las veces, es benigno, en ocasiones puede ser una manifestación de una enfermedad importante, por lo que para el diagnóstico diferencial debemos realizar una historia clínica completa y una exploración adecuada para evitar diagnósticos erróneos que puedan condicionar diagnósticos tardíos que empeoren el pronóstico.

DISFAGIA PSICÓGENA SECUNDARIA A UN ATRAGANTAMIENTO EN VARÓN ADOLESCENTE

Velasco Molina VM, Redondo Grande C, Tejada Pérez M, Sánchez-Rico Lucas-Torres B, Pérez Pascual M. Hospital Universitario La Paz. Madrid.

Introducción: En la disfagia psicógena los síntomas de dificultad para deglutir no tienen una base orgánica evidente, sino que están relacionados con factores psicológicos o emocionales. Tiene gran importancia clínica por su afectación en la calidad de vida. Objetivo: A través de un caso clínico repasar el abordaje de la disfagia en el adolescente. Pacientes y método. Caso clínico: Varón de 12 años, acude por rechazo de la ingesta de sólidos desde hace 3 semanas. Inicio tras episodio de atragantamiento que precisó maniobra de Heimlich. Describe sensación de escozor y aprensión con la deglución. Pérdida de 1 kg desde entonces. Antecedente de abuso sexual. Derivado a digestivo, descartan patología orgánica. Se inicia acompañamiento desde atención primaria, instaurando dieta túrmix y batidos poliméricos consiguiendo estabilidad antropométrica y coordinación con profesionales de salud mental. Discusión y conclusiones: La disfagia psicógena influye en la capacidad para alimentarse de manera adecuada, provocando pérdida de peso, desnutrición y riesgo de aspiración. Puede estar relacionada con ansiedad, depresión u otros trastornos emocionales. El pediatra de Atención Primaria desempeña un papel central en su diagnóstico y manejo al brindar una atención integral, facilitar la coordinación entre especialistas y ofrecer apoyo continuo a las familias, contribuyendo a un enfoque más efectivo y humano.

ACOSO ENTRE IGUALES: ¿SABEMOS CÓMO ACTUAR?

Pérez Pascual M(1), Pereira Velázquez A(2). (1)Hospital Universitario La Paz. Madrid. (2)Hospital Alfredo Perrupato. Argentina.

Introducción: El acoso entre iguales unido a las nuevas tecnologías ha hecho que las víctimas sufran 24 horas al día todos los días de la semana. Saber detectar el cyberbulling y cómo actuar tiene que estar claro para el profesional que trata con adolescentes. Objetivo: A través de un caso clínico repasar el abordaje del acoso entre iguales. Caso clínico: Adolescente de 14 años en seguimiento por TDAH, estabilidad clínica, presenta desde hace un mes irritabilidad, contestaciones, aumento de inatención, lo achaca al TDAH. Durante la entrevista, refiere que empezó a salir con una chica de su clase hace dos meses, que le propuso hacer sexting y aceptó. Después quiso dejar la relación, pero la chica le amenazó con mandar las fotos. Se las mandó a toda la clase a través de redes sociales, además le están dejando sólo en clase por este motivo. Por eso está siempre con el móvil y no duerme. No presenta ideación autolítica. De acuerdo con el paciente se decide notificarlo según el protocolo. Discusión y conclusiones: Ante un evento de ciberacoso es importante tener conocimiento acerca de las medidas de urgencia que se deben llevar a cabo para preservar la seguridad del menor y que cese el acoso.

ABUSO SEXUAL EN LA ADOLESCENCIA: UN DESAFÍO MULTIDISCIPLINAR

Pérez Pascual M(1), Pereira Velázquez A(2). (1)Hospital Universitario La Paz. Madrid. (2)Hospital Alfredo Perrupato. Argentina.

Introducción: Proteger a la adolescencia de la violencia sexual, es una asignatura pendiente como profesionales garantes de los derechos de los menores. Objetivos: A través de un caso clínico repasar la atención del abuso sexual en la adolescencia. Caso clínico: Paciente de 15 años acude a Urgencias acompañada de sus padres quien refiere que hace 6 semanas, un desconocido le agarra e intenta penetración vaginal, no lo consigue porque llega otra persona y se va.
La paciente se iba de vacaciones y no dijo nada para no preocupar a sus padres. Con el inicio del instituto se comenzó a agobiar, se lo dijo a la orientadora del centro y ésta avisó a la familia. Pusieron denuncia y les derivaron a urgencias para valoración. Se realiza examen físico general incluyendo valoración ginecológica sin alteraciones, himen íntegro. Se realiza analítica de sangre con serologías y muestra para ITS en orina. Se confecciona parte de lesiones, hoja de notificación y derivación a trabajo social y como es mayor de 12 años se deriva a la consulta de adolescencia de nuestro hospital. Discusión y conclusiones: Como profesionales de la salud debemos detectar y actuar ante abusos sexuales en adolescentes con contundencia sin revictimizar, para ello son necesarios protocolos en los distintos niveles asistenciales.

RUNAWAY. LOS NIÑOS QUE HUYEN DE CASA

Lucendo Noriega MC(1), Bonet De Luna C (2), Pérez Pascual M(2), Sanco Martínez A(2). (1)Hospital Universitario Miguel Servet, (2)Hospital Universitario La Paz. Madrid.

Introducción: En España, la mayor parte de las desapariciones de menores denunciadas tuvieron como causa la fuga del hogar de estos. Este asunto resulta de gran relevancia social y médica, ya que estos menores tienen unas necesidades sanitarias específicas que deben conocerse. Objetivo: Revisión bibliográfica del impacto y del manejo de los casos de menores que huyen de casa. Conclusiones: Estos episodios, incluso de corta duración, tienen consecuencias nefastas y cruciales para su desarrollo y con implicaciones para el resto de su vida. Por ello, es fundamental detectar aquellos menores en riesgo y desarrollar un manejo multidisciplinar e individualizado para cada uno de ellos. Resumen: Runaway se considera a cualquier menor que se vaya de casa sin permiso y pase al menos una noche fuera si es menor de 15 años o dos si es mayor de esa edad. El perfil de Runaway es aquel menor entre 15 y 17 años, de sexo femenino y cuyo principal motivo fue un ambiente familiar negativo. Se han detectado diversos factores, el abuso de sustancias o la inestabilidad domiciliaria que pueden ayudar a detectar aquellos menores en riesgo de huir del hogar de manera que se pueda elaborar un plan de ayuda y soporte para estos pacientes.

SÍNDROME DE KLEINE-LEVIN. A PROPÓSITO DE UN CASO EN UNA ADOLESCENTE

Pérez Pascual M(1), Gonzalo A(2) , Redondo Grande C(1).(1,3)Hospital Universitario La Paz. Madrid, (2)Hospital Universitario de Burgos.

Introducción: El síndrome Kleine-Levin es infrecuente, debemos conocerlo para poder pensar en él ante un caso de somnolencia y despersonalización en la adolescencia. El abordaje bio psico social nos dará la clave para el mejor enfoque del paciente y evitar escalada de pruebas innecesarias. Objetivo: A través del caso de una paciente de 14 años de nuestra consulta, revisaremos las características del síndrome de Kleine-Levin, haciendo diagnóstico diferencial con otras patologías. Caso clínico: Paciente de 14 años, previamente sana, consulta por 3 episodios de 5 días de duración en los últimos 2 meses consistentes en somnolencia excesiva y amnesia del episodio. La paciente reconoce el inicio de los síntomas al encontrarse bradipsíquica. Los padres refieren que durante los episodios se encuentra la mayor parte del tiempo dormida, pero es capaz de levantarse a realizar actividades de la vida diaria. Estos lo relacionan con periodos de deprivación de sueño. Se realiza una anamnesis detallada en la que no se objetiva problemática psicosocial ni impresiona de psicopatología con una exploración física dentro de la normalidad. Se realiza diagnóstico diferencial. Resultados: Se realiza diagnóstico diferencial con etiología autoinmune como encefalitis por autoanticuerpos anti NMDA, crisis epilépticas del lóbulo temporal, enfermedades metabólicas o mitocondriales que, podrían presentarse a cualquier edad con síntomas neurológicos. Trastorno de ansiedad, siendo muy frecuente dentro de la población adolescente, o patología psicosomática. Descartados estos procesos, la paciente cumple criterios clínicos de síndrome de Kleine-Levin. Se realiza seguimiento de la paciente en nuestra consulta encontrando asociación entre ciclos menstruales y estos episodios, tras 5 meses de seguimiento desaparecen los episodios, realizando la paciente vida normal. Para completar el estudio se deriva a consultas de neurología. Discusión y Conclusiones: El síndrome de Kleine-Levin consiste en episodios recurrentes y autolimitados de hipersomnia y alteración cognitiva y conductual. La periodicidad y duración de los episodios es variable. Entre los episodios presentan un patrón de sueño y cognitivo normal. Suele existir un factor desencadenante. Durante el episodio agudo duermen unas 15-20 horas, pueden mostrarse agresivos si se les impide el descanso, el tiempo que permanecen en vigilia muestran alteraciones cognitivas y de la percepción en todos los casos, estar como en un sueño, desrealización de los sentidos, se muestran apáticos, confusos, irascibles, gran labilidad emocional, ansiedad de separación. Pueden presentar otros síntomas como cefalea, foto o sonofobia y alucinaciones. Tras el episodio, vuelven a la normalidad y están asintomáticos. Los primeros días pueden sufrir insomnio y amnesia parcial. Suelen mostrar preocupación por lo que le ha ocurrido. Pueden reconocer el inicio del episodio si ya han presentado otros, referir que se sienten raros y la familia observar que están menos habladores, con cierto enlentecimiento cognitivo y cansados. Por tanto, podemos concluir que, el abordaje bio psico social nos dará la clave para el mejor enfoque del paciente y evitar escalada de pruebas innecesarias. Al ser un síndrome poco frecuente, conviene repasarlo para tenerlo en cuenta ante episodios de somnolencia y amnesia en el paciente adolescente.

EMBARAZO ADOLESCENTE. A PROPÓSITO DE DOS CASOS

Pérez Pascual M, Tejada Pérez M, Sánchez-Rico Lucas-Torres B, Redondo Grande C, Velasco Molina VM. Hospital Universitario La Paz. Madrid.

Introducción: El embarazo afecta a 17 millones de adolescentes al año, siendo la segunda causa de mortalidad entre los 15 y 19 años en regiones pobres. Durante la adolescencia se adquiere la capacidad reproductiva y se completan los patrones psicológicos del adulto, consolidando la independencia. La maternidad en este periodo altera el desarrollo personal y social, con acentuación de conflictos no resueltos y de la emotividad. Objetivos: El objetivo del trabajo es analizar la repercusión y el manejo del embarazo en la adolescencia mediante dos casos clínicos. Material y métodos: Se revisan las historias clínicas de dos pacientes de la unidad del adolescente recogiendo datos del embarazo y del contexto social. Resultados y conclusiones: Las pacientes son dos jóvenes de 17 y 14 años, derivadas a consultas del adolescente tras ser diagnosticadas de embarazo no deseado, a las 18 y 23 semanas de gestación respectivamente, ambas con su contexto cultural y personal específico. Es esencial un enfoque biopsicosocial y un equipo multidisciplinar. Los objetivos del médico son ayudar a aceptar el embarazo, fortalecer los vínculos familiares y valorar suplementos nutricionales, especialmente en chicas en la primera adolescencia, que continúan su crecimiento y desarrollo. Es importante la prevención de embarazos no deseados principalmente mediante la educación.

ASMA DE DIFÍCIL CONTROL DURANTE LA ADOLESCENCIA. TRATAMIENTO CON DUPILUMAB. CASO CLÍNICO

Zafra Anta MA, Fruhbeck Muñoz M, Montañés Martín M, González Mancebo E, Gandolfo Cano MM. Hospital U Fuenlabrada. Madrid.

Introducción: El asma es una de las enfermedades crónicas más frecuentes en la edad pediátrica, afecta hasta un 10-15 % de los adolescentes y adultos jóvenes. Es heterogéneo y cambiante con el tiempo. Se recomienda buscar el control según el tratamiento escalonado que proponen las guías: GEMA, consenso REGAP, etc. A pesar de los corticoides inhalados, algunos pacientes permanecen sintomáticos, con elevada morbilidad, limitación de su actividad habitual, necesidad de urgencias-hospitalizaciones y alteración importante de su calidad de vida. Objetivo: Describir la evolución clínica y manejo terapéutico en un paciente con asma de difícil control durante la adolescencia-adulto joven. Caso clínico: Varón de 19 años, diagnóstico de asma y dermatitis atópica desde los 2 años. Seguimiento en Neumopediatría y Alergología desde los 6 años, tratado inicialmente con budesónida-montelukast.
El asma tuvo empeoramiento hacia los 13, 15 y 18 años. Ingresos a los 14 y 17 años. Ver figura. Crisis en otoño-invierno. Mantenía síntomas casi diarios, también nocturnos y con el ejercicio. Se subió el tratamiento a gravedad escalón 5 de la GEMA. Se evalúan los factores psico-sociales y ambientales. Se realiza educación sanitaria en asma. A los 18-19 años: ACT: 19-20 (asma no controlada). TAI: 46. Eosinofilia >500. FeNO 40-50. IgE 2000 KU/L. Espirometría y oscilometría con patrón obstructivo, test broncodilatador positivo. Radiografía normal. Se diagnostica Asma de Difícil Control (ADC). Fenotipo asma T2 eosinofílica. Se presenta en Comité de ADC (enero, 2022): se decide biológico (Dupilumab; monoclonal frente a subunidad alfa de IL-4 y frente a IL-13) por asma y dermatitis atópica graves mal controladas. Muy buena respuesta y control actual, tanto del asma como de la dermatitis atópica. Mejoría incluso de impulsividad del TDAH. Buena tolerancia a la medicación. Iniciada actividad laboral. Con adaptación. Comorbilidades: ver figura. Comentarios: El asma en la adolescencia requiere en ocasiones una intervención multidisciplinar y tratamiento de escalón elevado según las guías. El asma grave tiene gran morbilidad y afecta a la calidad de vida y adaptación a actividades habituales del adolescente-adulto joven. La Unidad de ADC y la consulta monográfica facilitan el manejo y las intervenciones farmacológicas o conductuales de forma individualizada.

DISTINTAS FORMAS DE PRESENTACIÓN DE LA ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL EN LA ADOLESCENCIA

Fornes RM, Pico Sirvent L, Tronchoni Belda M, Giner Sopena G, Torres Palomares D. Hospital La Salud. Valencia.

Introducción: La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) se caracteriza por inflamación crónica en diferentes localizaciones del tubo digestivo. Etiología multifactorial. Incluye: colitis ulcerosa (CU) localizada en colon y enfermedad de Crohn (EC) que puede afectar cualquier tramo digestivo. La forma de presentación clásica incluye dolor abdominal (DA), rectorragia, diarrea, tenesmo y urgencia defecatoria, sobre todo en adultos. Diagnóstico mediante anamnesis, exploración, análisis sangre y heces y confirmación por endoscopia/histología. Mayor incidencia entre la 2ª- 4ª década de la vida, pero un 30 % se diagnostica en menores de los 18 años, aumentando su incidencia en los últimos años, siendo el pico de mayor presentación entre los 11 y 13 años. Objetivo: La EII-Pediátrica (EII-P) es poco frecuente en pediatría, pero se debe tener presente por la importancia del diagnóstico y tratamiento precoz. Nuestro objetivo es averiguar si la forma de presentación y características son diferentes al adulto. Para ello presentamos 4 casos clínicos diagnosticados en nuestro hospital. Casos clínicos/pacientes/resumen 1º Caso Clínico: varón de 13,5 años consulta por DA de 5 días evolución con deposiciones diarreicas últimas 48h. Inicia rectorragia hace 24h. Hace 3 meses episodio similar que cedió espontáneamente. Exploración: habito asténico, palidez, abdomen doloroso, sin defensa, blumberg negativo. A. sangre: parámetros normales tanto hemograma, bioquímica, reactantes y coagulación. Persiste rectorragia realizando Ecografía: engrosamiento difuso e hiperemia de pared de todo el marco cólico, sugestivo pancolitis programándose Colonoscopia confirmando CU. Caso Clínico: varón de 13,5 años, remitido por pediatra por desnutrición (IMC 11,5 %) con pérdida de peso (5 Kg) en 6 meses refiriendo desde entonces inapetencia y DA intermitente con deposiciones blandas, voluminosas 2-3 veces/día y A. sangre con parámetros dentro normalidad, salvo ferropenia. Persiste clínica intermitente de DA, diarrea y algún vómito con pérdida de peso progresiva en los 3 meses siguientes. Exploración REG, delgadez extrema, abdomen doloroso flanco derecho sin defensa. A. sangre completa con parámetros normales salvo leve aumento PCR y sangre oculta en heces con calprotectina elevada. Ecografía: engrosamiento pared colon ascendente e íleon terminal con TAC sugestivo de EC confirmada mediante Colonoscopia. 3º Caso Clínico: mujer de 12 años que consulta por DA moderado de 2 días evolución asociando vómitos. Ingreso hace 2 meses por mismo cuadro con P. imagen no concluyentes, controlada en consultas con mejoría, aunque pérdida de peso. Exploración: REG, dolor abdominal en ambos flancos. A. sangre completa con aumento de reactantes (PCR, PCT) y calprotectina en límite superior. Ecografía y TAC no concluyente, solicitando colonoscopia compatible con EC. 4º Caso Clínico: varón de 13 años que consulta por dolor intenso perianal asociando pico febril de 39ºC. Hábito estreñido y fisura anal reciente. Se constata absceso perianal y se ingresa. A. sangre: discreta elevación reactantes (PCR, PCT), cultivos, Ecografía: evidencia colección de 4 mm y RNM pélvica. Persiste clínica a pesar de antibiótico IV, aumentando reactantes en controles y supuración de absceso por ano. Se procede a limpieza quirúrgica con drenaje y alta. Controlado en C. externa con persistencia de lesión inflamatoria se solicita colonoscopia que confirma EC. Conclusiones: A diferencia de los adultos, cuya presentación es similar, en los niños la presentación más frecuente es la EC con mayor incidencia en varones a diferencia de adultos que no tienen diferenciación por sexos. No hay pruebas diagnósticas específicas, pues las alteraciones hematológicas dependen de la actividad inflamatoria. Es fundamental la búsqueda activa de esta enfermedad en adolescentes con episodios más o menos repetidos de diarrea, dolor abdominal, pérdida de peso inexplicable, astenia y/o retraso en la maduración sexual. El niño y el adolescente se encuentran en fases comprometidas del crecimiento, de ahí la importancia de un diagnóstico y tratamiento temprano.

PSORIASIS GUTTATA ASOCIADA A INFECCIÓN FARINGO-AMIGDALAR POR ESTREPTOCOCO BETA-HEMOLÍTICO DEL GRUPO A

Giner Sopena G, Fornés Vivas R, Picó Sirvent L, Torres Palomares D, Tronchoni Belda M. Hospital La Salud. Valencia.

Objetivos: Ampliar los conocimientos sobre las complicaciones cutáneas de las infecciones por EBHA y para ello presentamos un caso clínico. Caso / resumen: Varón de 12 años que acude a la Consulta por brote de lesiones cutáneas, escasamente pruriginosas de 5 días de evolución. Refiere fiebre de 48 horas, motivo por el que acude a Urgencias días previos, solicitándose test rápido para detección de Ag de EBHA, que resulta positivo. Se pauta tratamiento con amoxicilina 500 mg cada 12 hrs. Presenta exantema papular y placas eritemato-descamativas de predominio en cuello y tronco. No asocia afectación de cuero cabelludo, retroauricular ni palmo-plantar. No asocia afectación articular. Refieren antecedentes familiares de Psoriasis. Con la sospecha diagnóstica de PSORIASIS GUTTATA se deriva a Dermatología que confirma el diagnóstico y pauta corticoides tópicos, con mejoría progresiva hasta la resolución espontánea. Conclusiones: La psoriasis es una enfermedad cutánea inflamatoria crónica, sistémica y recidivante, que se caracteriza por pápulas y placas eritemato-escamosas, de características clínicas variables. Al retirarlas por rascado se observa una superficie húmeda con un piqueteado hemorrágico característico conocido como signo del rocío hemorrágico de Auspitz. La distribución de las lesiones suele ser simétrica y afecta a las superficies de extensión de los codos, rodillas y tronco. En la edad pediátrica, son más frecuentes las formas de presentación atípicas, como la psoriasis guttata. Se manifiesta como exantema de aparición brusca, con erupción de pequeñas pápulas eritemato-descamativas, de color asalmonado, de 2-15 mm, de distribución generalizada, afectando al tronco y la raíz de extremidades; puede afectar la cara y el cuero cabelludo, pero respeta palmas y plantas. Asocia prurito e hiperpigmentación post inflamatoria. A menudo es precedida por una infección por EBHA. El brote de psoriasis puede persistir durante tres a cuatro meses y tiende a la resolución espontánea, considerándose un cuadro autolimitado. El tratamiento de primera línea consiste en Fototerapia rayos UV y/o Corticoides tópicos más vitamina D tópica. La localización de la infección estreptocócica más frecuente es la faringoamigdalar, aunque en raras ocasiones puede ser de origen cutáneo perianal. El brote en piel suele ocurrir 2-3 semanas después de la infección en un 56-97 % de los pacientes. En la psoriasis guttata no existe predilección por sexos y en un 30-40 % de los casos hay un antecedente familiar de psoriasis. No es una enfermedad genéticamente homogénea y existe evidencia de que los diferentes subfenotipos de la enfermedad pueden estar asociados a distintas variaciones genéticas. La patogénesis de la psoriasis guttata no está bien definida; sin embargo, se ha propuesto una hipótesis multifactorial en pacientes que tienen una predisposición genética y que implica una incorrecta respuesta inmunológica.
El factor desencadenante más importante y conocido es el infeccioso (faringoamigdalitis estreptocócica) junto a una predisposición genética HLA (en concreto el alelo HLA Cw*0602), presente en el 30 % de psoriásicos frente al 10-15 % de la población general. La variación genética HLA-Cw*0602 presenta por sí mismo un alto riesgo para la psoriasis. En el transcurso de una faringoamigdalitis se produciría una presentación de antígenos estreptocócicos o superantígenos mediada por HLA-Cw6 a los linfocitos T de las amígdalas, que proliferarían y adquirirían capacidad de direccionamiento cutáneo, reconociendo autoantígenos epidérmicos, dando lugar a lesiones de psoriasis. La psoriasis no es frecuente en los niños, pero la presentación guttata es típica de esta edad y ante su sospecha hay que sospechar una infección por EBHA generalmente faringo-amigdalar y con menor frecuencia anal.

TRASTORNO DE CONDUCTA ALIMENTARIA: MÁS ALLÁ DEL DOLOR FUNCIONAL EN EL ADOLESCENTE

Rodríguez Fernández MT, Goerlich Buch M, López Sánchez B, Remedios Mateo L, Corredor Andrés B. Hospital Universitario de Toledo.

Introducción: La anorexia nerviosa (AN) se caracteriza por un comportamiento alimentario anormal que provoca pérdida de peso y desnutrición, siendo habitual que los pacientes nieguen dichos comportamientos y justifiquen su baja ingesta por otros motivos, como el dolor abdominal. Caso clínico: Adolescente de 12 años en estudio por dolor abdominal de 6 meses de evolución refiriendo que le impide la ingesta. Presenta pérdida de peso progresiva, con percentiles dentro de la normalidad, sin otros síntomas salvo amenorrea. En Atención Primaria se realiza estudio de dolor abdominal crónico con analítica normal, coprocultivo y ecografía abdominal normal. Posteriormente acude a urgencias por persistencia de epigastralgia, donde llama la atención restricción alimentaria y aumento de actividad física. Se deriva a consulta de Gastroenterología por sospecha de trastorno de conducta alimentaria precisando ingreso por pérdida ponderal progresiva, distorsión de la imagen corporal y miedo intenso a engordar. Discusión: La AN es una entidad de elevado riesgo orgánico, sin embargo, en los pacientes que no cumplen todos los criterios se puede ignorar dicho riesgo y pueden ser infradiagnosticados. Es importante realizar una adecuada anamnesis y tener presentes los datos sugestivos de AN, especialmente en adolescentes que justifiquen su baja ingesta alimentaria por otros síntomas.

ASIMETRíA TORÁCICA DOLOROSA EN ADOLESCENTE ¿CUáL ES SU DIAGNóSTICO?

Carvajal Roca E(1), Güemes Heras I(1), Alcayde Blat T(1) Nieto García A(1), Moreno Ballestero V(2). (1)Servicio de Pediatría. Hospital La Salud. Unidad del Adolescente. Clínicas Universitarias de la UCV. Valencia. (2)Servicio de radiología. Hospital La Salud. Valencia.

Introducción: Las malformaciones de la pared torácica constituyen un grupo variado de defectos que afectan a la caja torácica (costillas, esternón y columna dorsal). Normalmente, estas deformidades están presentes al nacimiento, pero en ocasiones, se muestran por primera vez o se exacerban en la adolescencia. Éstas además de condicionar una anomalía estética y compromiso de las estructuras torácicas pueden condicionar dolor que genera una gran ansiedad y preocupación, tanto en el niño como en los padres, ya que piensan que es sinónimo de patología grave. Objetivos: Revisar las causas de asimetría torácica de inicio reciente en adolescente. Paciente y método: Escolar de 10 años de edad que ingresa por presentar desde hace 2 días febrícula, aumento de tamaño de hemitórax derecho y dolor en las costillas inferiores. No refiere antecedente traumático ni infeccioso actual, aunque desde hace 20 días presenta tos continua en contexto de gripe A. La exploración es normal salvo la presencia de dolor a la palpación de las últimas costillas en lado derecho anterior afectando sobre las costillas 4 y 5. Aumento de partes blandas (zona del pectoral mayor sin aumento de tamaño del tejido mamario) sin signos inflamatorios ni crepitación. (Figura 1). Al ingreso se completa estudio solicitando; hemograma y bioquímica, RX de tórax y eco de partes blandas que fue normal. Ante la persistencia del dolor se solicita RM de parrilla costal que confirma el diagnóstico (Figura 2). Conclusiones y resultado: El dolor torácico es un motivo de consulta infrecuente en los servicios de urgencias pediátricos, pero genera gran ansiedad y preocupación pues es, con frecuencia, percibido como una patología cardíaca potencialmente letal, aunque casi siempre se trata de un proceso benigno. Las principales causas de dolor torácico son: Idiopática: la más frecuente (35 %); Origen musculoesquelético o condrocostal (30 %); Psicógena (14 %), como ansiedad, depresión o desórdenes de conversión; Causa respiratoria (12 %), la más frecuente de este grupo es el asma inducida por el esfuerzo, otras pueden ser neumotórax, pleuritis, tos, neumonía; Alteraciones gastrointestinales (4-7 %); Origen cardiaco (1-4 %) El síndrome de Tietze, también llamado costocondritis, fue introducido por Alexander Tietze en 1921 y se caracteriza por un engrosamiento doloroso de carácter inflamatorio no supurado, de uno o más cartílagos costoesternales. Aparece en todas las edades, pero tiene predilección por la segunda y tercera década de la vida, con afinidad por el sexo femenino. No tiene etiopatogenia clara, pero se pueden identificar posibles desencadenantes como traumatismos en la pared torácica anterior, tos crónica, exceso de uso de la extremidad superior, estereotomía en pacientes sometidos a cirugías cardiacas o inflamaciones inespecíficas de las articulaciones costoesternales. Clínicamente se caracteriza por: síntomas dolorosos con expresión variable, evolución prolongados, cursos progresivos, nunca de aparición brusca o aguda, el dolor precede a la aparición del abultamiento, esta sintomatología se exacerba con el ejercicio y la actividad. A la exploración física se evidencia tumefacción en la zona, dolorosa a la palpación, de aspecto denso y sin fluctuaciones. Las pruebas de imagen de elección para el diagnóstico es la resonancia magnética que es excelente para evidenciar anomalías cartilaginosas, articulares y óseas. El tratamiento es reposo y AINES en algunos casos es necesario tratamiento corticoideo.

¿TENER UN MECHÓN BLANCO AL NACIMIENTO TE PROTEGE DE SUFRIR UN VITÍLIGO?

Liquete Arauzo L(1), Pérez Ruiz E(2) , Hernández Molledo Z(3), Latre Peralta M(4), Chávez Gil VE(5). (1)Pediatra CS Villamuriel de Cerrato, Palencia. (2)Psiquiatra. Hospital de Segovia. (3)Enfermera pediátrica CS Villamuriel de Cerrato, Palencia. (4)Matrona CS de Villamuriel de Cerrato, Palencia. (5)Médico de familia. Área de Palencia.

Introducción: Tener un mechón blanco al nacimiento -poliosis- acompañado de una mancha hipocrómica es diagnóstico de piebaldismo. El piebaldismo constituye una enfermedad hereditaria de diagnóstico clínico que se caracteriza por la no progresión – a diferencia del vitíligo. Describimos el caso de una adolescente con piebaldismo y lesiones peribucales hipocrómicas que supusieron un verdadero reto diagnóstico. Caso clínico: Adolescente de 12 años que consulta telefónicamente en pandemia por mancha hipocrómica de reciente aparición en comisura bucal izquierda. Refieren gran afectación de su imagen corporal hoy debido a la aparición de esta lesión. En interconsulta a Dermatología que excluye el diagnóstico de vitíligo por padecer piebaldismo. 12 meses después consulta por un cuadro ansioso-depresivo con ideas autolíticas. Se constata además que las lesion hipocrómica es mucho más extensa, la poliosis es en región occipital y no hay familiares cercanos afectados. En pruebas diagnósticas hay presencia de autoanticuerpos tiroideos. Discusión: el piebaldismo es un diagnóstico que no libra al paciente de sufrir un trastorno autoinmune a lo largo de su vida. Muchos trastornos autoinmunes debutan con lesiones hipopigmentarias evolutivas.
El diagnóstico telefónico de las lesiones no excluye la obligación de agotar las opciones diagnósticas máxime si se trata de una adolescente en la que se está produciendo un daño en su autoimagen.

CON 12 AÑOS TUVE MI PRIMER MÓVIL, CON 14 AÑOS NO LO TENGO NI LO QUIERO…

Liquete Arauzo L(1), Pérez Ruiz E(2), Hernández Molledo Z(3), Chávez Gil VE(4), Pérez Garrido JB(5). (1)Pediatra CS Villamuriel de Cerrato, Palencia. (2)Psiquiatra. Hospital de Segovia. (3)Enfermera pediátrica CS Villamuriel de Cerrato, Palencia. (4)Médico de familia. Área de Palencia. (5)Enfermero CS Pintor Oliva (Palencia).

Introducción: Pese a la evidencia de que un mal uso de las Tics tiene repercusiones en el neurodesarrollo y la salud futura de los adolescentes, la digitalización de la educación es una realidad. Con la escuela digital, limitar las horas de uso de Tics representa un reto añadido para las familias. Actualmente, en España, existe un movimiento impulsado por las familias que solicitan la regulación estatal del uso de dispositivos en aulas. Objetivo: Conocer variables relacionadas con el uso de Tics. Muestra de adolescentes PAP semiurbana. Material: Estudio descriptivo observacional. Encuesta, muestra aleatoria de adolescentes (12-14 años) N=25. Resultados: 80 % varones. Edad media: 13,8 años. Edad del primer móvil: 12,4 ±0,6. Horas de uso: 3,8±0,9 horas a diario y 5,8±1,2 el fin de semana. El 8 % de los sujetos declararon no tener móvil ni quererlo en el momento actual (edad media:13,9±0,2,100 % varones) pese a haberlo tenido previamente. Conclusiones: aunque los datos obtenidos en esta encuesta no son representativos de la totalidad de la población adolescente debido a su pequeño tamaño, hoy es incuestionable que a nivel familiar, docente y profesional hay un cambio de tendencia respecto a anteriores estimaciones en la misma población (en los 2 años anteriores no se reflejó este comportamiento). Limitaciones: se necesitan más estudios para conocer si esta variable, en la percepción sobre el uso de nuevas tecnologías en adolescentes se trata de un hallazgo casual o de una tendencia.

ULISES, TELÉMACO, PENÉLOPE, CIRCE Y TELÉGONO; UNA FAMILIA DISFUNCIONAL. INFLUENCIA DE LA MIGRACIÓN EN EL ADOLESCENTE

Tomás Aguirre B. Grupo de Trabajo Pediatría Social SVP.

Introducción: El síndrome de Ulises está descrito como una situación prepatológica: supone un estrés muy importante en las personas migrantes que condiciona la aparición de patología psicológica y psicosomática. Hasta ahora se ha centrado en los adultos, pero ¿cómo afectan las migraciones a los adolescentes? Apoyémomos en estos perfiles: Penélope (queda en el lugar de origen con una vida más caótica y en soledad), Telémaco (el hijo que anhela al progenitor ausente y debe madurar antes de tiempo), Circe (la nueva pareja del lugar de llegada; mujer independiente que quizá también migró previamente y que también es abandonada) y Telégono (hijo de esta nueva pareja que también es abandonado). Objetivo: Valoramos 4 casos para ilustrar las consecuencias psicosociales que la migración está teniendo en los adolescentes. Material y métodos: Describimos 4 historias vividas en nuestra consulta de atención primaria (CAP) y en urgencias de pediatría (UPED). Penélope es una chica de 13 años que acude a UPED acompañada por su madre por ingesta de ibuprofeno con ideación autolítica. La ingesta se produce en la noche y, por la mañana, ante malestar abdominal intenso refiere el suceso a su madre quien avisa al 112 quien la trae a urgencias. Ingresa en UCI-P para administración de carbón activado y lavados gástricos repetidos. Una vez estabilizada se rehistoria. Llegada de Colombia apenas dos semanas antes, refiere una intensa sensación de soledad y desarraigo, sin encontrar sentido a su existencia por lo que realiza el intento autolítico. Circe es una chica de 13 años que seguimos en la CAP desde su llegada de Argentina hace 6 meses. Su madre, con antecedentes psiquiátricos y alcoholismo quedó allí. Vive con su padre y la pareja de este. Ambos trabajan muchas horas y los ve poco. Acude a la consulta sola en muchas ocasiones; en la última me refiere importante reacción en la zona genital tras el mantenimiento de conductas sexuales con las últimas parejas (ocasionales). Confirmamos alergia al látex. Telégono es una chica de 12 años que acude a nuestra consulta por la orientadora del instituto por absentismo y autolesiones (cutting). Nacida en España, de padre hondureño y madre venezolana. El sustento económico recae en la madre que pasa la mayor parte del día trabajando, y el padre, frustrado, es adicto al alcohol. Convive con su hermano mayor y dos hermanos muy pequeños a los que tiene que cuidar, sin familia extensa. Refiere importante sensación de soledad y falta de autoestima. Telémaco es su hermano de 16 años que también presenta absentismo escolar. En una visita en la que acompaña a su hermana, nos refiere “que tiene que ser el hombre de la casa” por lo que abandonará sus estudios para trabajar en breve. En alguna ocasión, al enfrentarse a su padre con el que mantiene una tensa relación, ha sufrido maltrato. Conclusiones: Los adolescentes implicados en procesos migratorios están expuestos a un importante estrés que puede llevar a situaciones de muy alto riesgo (conductas sexuales de riesgo, autolesiones, intentos de suicido, abandono de planes de futuro…) Desde las CAP y los servicios de urgencias debemos estar atentos a los signos de alarma e incidir en los condicionantes sociales que pueden afectar a estos jóvenes, considerando la migración en sí misma como un factor de riesgo psicosocial, para actuar lo antes posible. Los controles de salud son momentos de especial atención, debiendo incluir en ellos las cuestiones que afecten al entorno, arraigo, autoestima, autoconcepto y proyectos de futuro.

 

 
 


Adolescente con mala tolerancia al ejercicio físico


 

Adolescente con mala tolerancia al ejercicio físico

S. de Arriba Méndez(1), J. Pellegrini Belinchón(2), C. Ortega Casanueva(3).
(1)Doctora en Medicina. Especialista en Pediatría, área Alergia Infantil. Hospital Clínico Universitario de Salamanca. Profesora Asociada de Ciencias de la Salud. Facultad de Medicina. Universidad de Salamanca. Grupo de Trabajo de Asma y Alergia de la SEPEAP. (2)Doctor en Medicina. Pediatra de Atención Primaria. Centro Salud Pizarrales. Salamanca. Profesor Asociado de Ciencias de la Salud. Facultad de Medicina. Universidad de Salamanca. Coordinador del Grupo de Trabajo de Asma y Alergia de la SEPEAP. (3)Doctora en Medicina. Especialista en Pediatría y Alergología. Unidad de Alergia y Neumología Infantil. Hospital Quironsalud San José. Madrid. Grupo de Trabajo de Asma y Alergia de la SEPEAP.

.

 

Fecha de recepción: 2 de septiembre 2018
Fecha de publicación: 15 de octubre 2018

 

Adolescere 2018; VI (3): 53-56

 

Resumen

Se presenta el caso de una niña de 13 años con dificultad progresiva para la realización del ejercicio físico, al iniciar las clases de educación física en su nuevo instituto. Se abordará el diagnóstico diferencial de la dificultad respiratoria con el ejercicio físico en la adolescencia.

Palabras clave: Asma; Disnea; Estridor inspiratorio; Disfunción cuerdas vocales.

Abstract

We present the case of a 13-year-old girl with progressive difficulty to perform physical exercise, when starting physical education classes at her new high school. The differential diagnosis of respiratory distress with physical exercise in adolescence will be addressed.

Key words: Asthma; Dyspnea; Inspiratory stridor; Vocal cord dysfunction.

Anamnesis

Niña de 13 años que consulta por dificultad respiratoria con el ejercicio físico moderado desde hace seis meses. Refiere sensación de disnea (“no le entra aire suficiente”) tras llevar pocos minutos realizando el ejercicio. No tiene autoescucha de sibilancias. No lo relaciona con ninguna estación del año ni con la presencia o no de catarros de vías altas asociados. Los episodios se inician de forma brusca, no se acompañan de tos y se resuelven de forma espontánea cuando lleva unos dos minutos de descanso. No tiene síntomas en otras situaciones, tampoco nocturnos, sólo con el ejercicio físico. Le ocurre siempre en las competiciones de baloncesto y de forma mucho menos frecuente en las clases de gimnasia del instituto. Es una buena estudiante, disciplinada y autoexigente. Realiza baloncesto, de forma federada, desde hace cuatro años.

Antecedentes personales

Procede de una gestación controlada, de curso normal. Parto a término. Periodo neonatal sin incidencias. Screening metabólico negativo. Desarrollo psicomotor normal. Correctamente vacunada. No ha precisado ingresos ni cirugías. Presenta rinoconjuntivitis estacional, por alergia al polen de gramíneas desde los 10 años. Nunca ha sido diagnosticada de asma. Cefaleas ocasionales que relacionan con los periodos de más estrés en el colegio.

Antecedentes familiares

Padre de 49 años, sano. Madre de 47 años con rinoconjuntivitis y asma episódica infrecuente por alergia a los ácaros del polvo. Hermano de 15 años sano.

Exploración

Talla: 166 cm. (p92) Peso: 55 kg (p63). IMC:19.96. Saturación de O2: 97%, FC: 75 lpm. Buen estado general. Nutrición e hidratación normal. Sin alteraciones anatómicas faciales. Tórax de morfología normal. Sin signos de disfunción respiratoria. Auscultación respiratoria: Murmullo vesicular normal y simétrico; buena ventilación bilateral. Auscultación cardiaca: normal, sin soplos. Abdomen: Blando, depresible, sin masas ni megalias. Amígdalas no hipertróficas. Tono muscular normal.

Pruebas complementarias

En la primera consulta se le solicitó una radiografía de tórax, una espirometría con prueba broncodilatadora y un test de esfuerzo. RADIOGRAFÍA DE TÓRAX: Normal. ESPIROMETRÍA: Normal. FVC: 82%, FEV1:81%, FEV1/FVC: 87. Prueba de broncodilatación: Negativa. TEST DE ESFUERZO: No se observa un descenso significativo del FEV1, pero la niña interrumpe el ejercicio refiriendo la misma sintomatología. Destaca en ese momento un aplanamiento del asa inspiratoria y espiratoria. Presenta un leve estridor inspiratorio audible sin fonendo. En la auscultación se aprecian ruidos transmitidos y dudosas sibilancias espiratorias. La clínica cede de forma espontánea, normalizándose asimismo la auscultación en menos de cinco minutos sin tratamiento.

Evolución

En la primera consulta se había establecido un tratamiento con fluticasona 100 microgramos cada 12 horas y salbutamol previo a la realización del baloncesto, mientras se realizaban las pruebas antes referidas. A los dos meses, una vez realizadas, se revisa a la paciente para resultado de las pruebas y, refiere que continúa teniendo la misma sintomatología con el ejercicio físico. A la vista del resultado del test de esfuerzo y la nula respuesta al tratamiento del asma, nuestra primera sospecha diagnóstica es una disfunción de cuerdas vocales. Se decide suspender el tratamiento y se comenta con el Servicio de Otorrinolaringología. Se realizó una laringoscopia mediante fibroscopio flexible por vía nasal, tras un nuevo test de esfuerzo, al reproducirse la sintomatología. En ella se objetivó una aducción de las cuerdas vocales durante la inspiración, confirmándose el diagnóstico. Asimismo, en esa laringoscopia no se vieron signos indirectos de reflujo ni malformaciones o alteraciones en la anatomía de la vía aérea superior.

Diagnóstico

Disfunción de cuerdas vocales.

Tratamiento

Se derivó al foniatra y allí establecieron unos ejercicios de relajación y reeducación de la respiración, lo cual tuvo gran aceptación y colaboración por parte de la niña. Se observó una mejoría de los síntomas desde las primeras sesiones, con desaparición de la clínica y buena tolerancia al ejercicio físico a los tres meses del inicio del tratamiento.

Discusión

La disfunción de cuerdas vocales consiste en un cierre inapropiado de la glotis por aducción de las cuerdas vocales en la inspiración. Con mucha menor frecuencia se puede ver afectada la espiración. Cursa con disnea y ruido inspiratorio, aunque de forma frecuente se describen sibilancias, ya que el ruido producido puede confundirse con ellas. También los pacientes pueden notar dolor u opresión torácica o, estos mismos síntomas, referirlos en la garganta.

La disfunción de cuerdas vocales consiste en un cierre inapropiado de la glotis por aducción de las cuerdas vocales en la inspiración. Con mucha menor frecuencia se puede ver afectada la espiración

Uno de los desencadenantes típicos de los episodios de disfunción es el ejercicio físico, describiéndose con cierta frecuencia esta patología en deportistas de élite. En nuestra paciente encontramos como desencadenante el baloncesto, el cual realiza de forma federada.

Uno de los desencadenantes típicos de los episodios de disfunción de cuerdas vocales es el ejercicio físico

La ansiedad y el estrés han sido señalados como factores precipitantes en numerosos casos.

En series de casos de disfunción de cuerdas vocales se han descrito comorbilidades como el goteo nasal posterior, el reflujo gastroesofágico o la fibrosis quística(1).

Es frecuente que se les diagnostique por error como pacientes asmáticos, ya que la disnea, el ruido respiratorio y el hecho de que se desencadene frecuentemente con el ejercicio físico, hacen que se piense antes en el asma que en esta patología. En nuestra primera consulta, la posibilidad del asma nos llevó a instaurar un tratamiento que, posteriormente, comprobamos no era efectivo. A pesar de ello, la disfunción de cuerdas vocales se asocia con frecuencia al asma, por lo que aunque haya que realizar un diagnóstico diferencial, no son patologías excluyentes la una de la otra(2).

Es frecuente que a los pacientes con disfunción de cuerdas vocales se les diagnostique por error como pacientes asmáticos, ya que la disnea, el ruido respiratorio y el hecho de que se desencadene frecuentemente con el ejercicio físico, hacen que se piense antes en el asma que en esta patología

Prevalencia

En adolescentes, los síntomas bronquiales con el ejercicio físico son mucho más frecuentes que la obstrucción laríngea, aunque ésta última se considera infradiagnosticada. Christensen y colaboradores(3) encuentran una prevalencia de obstrucción laríngea inducida por el ejercicio de un 7,5% de una población general de jóvenes entre 14 y 24 años, con mayor prevalencia en mujeres. En cambio, en otro estudio en una población de adolescentes (13-15 años) la prevalencia fue del 5,7% con igual incidencia en mujeres que en hombres(4). En este último estudio, en el grupo de adolescentes que manifestaban disnea con el ejercicio físico el 39.8% tuvo broncoespasmo inducido por ejercicio, 6% tuvo obstrucción laríngea por ejercicio y un 4.8% tuvo ambos problemas.

Diagnóstico

Existen unos datos para diferenciar la disfunción de cuerdas vocales del asma como serían la nula respuesta al tratamiento antiasmático, la ausencia de hipotermia durante las crisis. Asimismo, a diferencia de los pacientes asmáticos, durante las agudizaciones, estos pacientes pueden interrumpir la respiración y realizar respiración jadeante(5,6).

Aunque se ha descrito algún caso, es excepcional que los episodios ocurran durante el descanso nocturno, lo cual, es también un dato diferencial del asma.

El diagnóstico definitivo se realiza mediante laringoscopia para visualización directa de las cuerdas vocales y zona supraglótica en el momento en que esté sintomático. Se observa la aducción paradójica de los dos tercios anteriores de las cuerdas vocales. Para la estimulación del episodio se utiliza el test de esfuerzo y a veces se intenta inducir con metacolina.

El diagnóstico definitivo de disfunción de cuerdas vocales se realiza mediante laringoscopia para la visualización directa de las cuerdas vocales y zona supraglótica en el momento en que esté sintomático. Se observa la aducción paradójica de los dos tercios anteriores de las cuerdas vocales

Las espirometrías realizadas en un momento asintomático suelen ser normales, mientras que su realización en el momento del episodio suelen mostrar aplanamiento de la curva inspiradora. En ocasiones el asa espiratoria puede estar también afectada(7).

Tratamiento

El tratamiento debe realizarse eliminando las causas orgánicas, si se han hallado, y de las comorbilidades como el asma o el reflujo gastroesofágico. En la mayoría de los casos se recomendará valoración y tratamiento por parte de un foniatra, ya que el paciente será entrenado en ejercicio respiratorios y fonatorios que le ayudarán a prevenir y a abordar las crisis desde los primeros síntomas que aprecie.

Es una patología con un muy buen pronóstico de forma general. Se le debe explicar el problema con claridad al paciente y a la familia, tranquilizándole respecto al pronóstico, lo cual facilitará su adhesión a los ejercicios respiratorios que le recomendarán. Los casos que estén muy relacionados con el estrés y la ansiedad deberían asimismo recibir valoración por psiquiatría. La psicoterapia en estos casos puede serle de gran beneficio. En nuestra paciente no se consideró la valoración por psiquiatría ya que no se relacionaba claramente con ansiedad y dado que tuvo muy buena evolución, desde el principio, con los ejercicios pautados por el foniatra.

Bibliografía

1. Shiels P, Hayes JP, FitzGerald MX Paradoxical vocal cord adduction in an adolescent with cystic fibrosis. Thorax 1995;50:694-697.

2. Fretzayas A, Moustaki M, Loukou I, Douros K. Differentiating vocal cord dysfunction from asthma. Journal of Asthma and Allergy. 2017;10:277-283.

3. Christensen PM, Thomsen SF, Rasmussen N, Backer V. Exercise-induced laryngeal obstructions: prevalence and symptoms in the general public. Eur Arch Otorhinolaryngol. 2011 Sep;268(9):1313-9.

4. Johansson H, Norlander K, Berglund L, Janson C, Malinovschi A, Nordvall L et al. Prevalence of exercise-induced bronchoconstriction and exercise-induced laryngeal obstruction in a general adolescent population. Thorax. 2015 Jan;70(1):57-63.

5. Escribano Montaner A. Disfunción de las cuerdas vocales. An Esp Pediatr 2002; 56 [Supl 2]: 59-63.

6. Fretzayas A, Moustaki M, Loukou I, Douros K. Differentiating vocal cord dysfunction from asthma. Journal of Asthma and Allergy. 2017;10:277-283.

7. Sanz Santiago V, López Neyra A, Almería Gil E, Villa Asensi JR. Patrones espirométricos en la disfunción de cuerdas vocales. An Pediatr (Barc). 2013 Mar;78(3):173-7.

 

 
 


Asma y adolescencia


 

Asma y adolescencia

C. Ortega Casanueva(1), J. Pellegrini Belinchón(2), S. de Arriba Méndez(3)..
(1) Doctora en Medicina. Especialista en Pediatría y Alergología. Unidad de Alergia y Neumología Infantil. Hospital Quironsalud San José. Madrid. Grupo de Trabajo de Asma y Alergia de la SEPEAP. (2) Doctor en Medicina. Pediatra de Atención Primaria. Centro Salud Pizarrales. Salamanca. Profesor Asociado de Ciencias de la Salud. Facultad de Medicina. Universidad de Salamanca. Coordinador del Grupo de Trabajo de Asma y Alergia de la SEPEAP. (3) Doctora en Medicina. Especialista en Pediatría, área Alergia Infantil. Hospital Clínico Universitario de Salamanca. Profesora Asociada de Ciencias de la Salud. Facultad de Medicina. Universidad de Salamanca. Grupo de Trabajo de Asma y Alergia de la SEPEAP

 

Fecha de recepción: 2 de septiembre 2018
Fecha de publicación: 15 de octubre 2018

 

Adolescere 2018; VI (3): 14-26

 

Resumen

La adolescencia es una etapa complicada y puede serlo más cuando el adolescente tiene asma. Dado que ésta es una enfermedad frecuente durante esa etapa y presenta unas connotaciones distintas al asma en otras edades, reconocer las peculiaridades propias de esta etapa de la vida permitirá al pediatra detectar las necesidades del adolescente, que lo último que desea es sentirse diferente por tener esta enfermedad. En estas edades cambia el individuo y con ello, el modo de afrontar la enfermedad, siendo frecuente la negación. La falta de cumplimento terapéutico y la aparición de nuevos factores desencadenantes, como puede ser el inicio del tabaquismo activo, complica el abordaje del problema. Si el adolescente no va asumiendo su propia responsabilidad puede ocasionar un defecto en la administración de la medicación de control, asociando, por tanto, un incremento de los síntomas y de las crisis. El pediatra debe enseñar los conceptos y técnicas precisas para que el adolescente asmático y su familia comprendan la enfermedad y participen activamente en su tratamiento. El objetivo será lograr una vida totalmente normal para su edad, lejos del absentismo escolar por enfermedad y con la práctica de ejercicio y deporte como rutina.

Palabras clave: Asma; Adolescencia; Tratamiento; Educación.

Abstract

Adolescence is a difficult stage, and it can be even more difficult when the adolescent has asthma. Since asthma is a frequent disease and has specific characteristics linked to adolescence, recognizing them will allow the pediatrician to detect the needs of the adolescent patients, so that they do not feel different for having this disease. As the individual changes during this stage, so does the way of dealing with the disease, with denial being very frequent. The lack of therapeutic compliance and the appearance of new triggers such as the beginning of active smoking make the problem more difficult to approach for both the pediatrician and the patient. What in childhood was parents’ responsibility becomes now the patient’s own. Not assuming certain commitments with the disease can result in the absence of sustained medication, relying exclusively on rescue medication and increasing the symptoms and the frequency of asthma attacks. The pediatrician must teach the concepts, skills and administration techniques so that the asthmatic adolescent and his family understand the disease and participate actively in its treatment. The aim is to achieve a totally normal life during this age, preventing school absenteeism due to illness and with the practice of routine exercise and sports

Key words: Asthma; Adolescence; Treatment; Education.

El asma es una enfermedad frecuente durante la adolescencia y presenta unas connotaciones distintas a otras edades. Reconocer las peculiaridades propias de esta etapa de la vida permitirá al pediatra realizar un adecuado seguimiento integral del adolescente asmático

Introducción

Los pediatras somos conscientes que estamos ante una etapa difícil de la vida en la que se cambia el modo de afrontar los problemas en general, cuanto más, en el caso de una enfermedad crónica como el asma, que junto a la obesidad, es la enfermedad crónica más prevalente en la adolescencia.

Hay que tener en cuenta que los adolescentes a veces tienen problemas para reconocer los síntomas, así como la gravedad de los mismos. El asma en el adolescente es una enfermedad probablemente infradiagnosticada; Siersted y colaboradores(1) encontraron que hasta un tercio de los adolescentes estaba sin diagnosticar y dos tercios de los no diagnosticados nunca había referido sus síntomas a un médico.

La Guía Española para el Manejo del Asma (GEMA 4.3) de 2018(2) define el asma como una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias, en cuya patogenia intervienen diversas células y mediadores de la inflamación, condicionada en parte por factores genéticos y que cursa con hiperrespuesta bronquial (HRB) y una obstrucción variable del flujo aéreo, total o parcialmente reversible, ya sea por la acción medicamentosa o espontáneamente.

Según datos del estudio “International Study of Asthma and Allergies in Childhood” (ISAAC), el asma afectaría a un 10% de los adolescentes entre 13 y 14 años. Si hablamos de deporte, el broncoespasmo inducido por ejercicio (BIE) llega hasta el 20% en este grupo(3).

La adolescencia es una etapa de transición donde el crecimiento acelerado y los cambios se combinan. Es habitual en estas edades que, a la vez que cambia el individuo, cambie el modo de afrontar la enfermedad, apareciendo con frecuencia la negación. La falta de cumplimento terapéutico y la aparición de nuevos factores desencadenantes como puede ser el inicio del tabaquismo activo complica el abordaje del problema por parte del pediatra y del adolescente.

Enseñar a vivir de forma saludable, fomentar el autocuidado, el manejo correcto de los sistemas de inhalación y conocer cómo tratar con la máxima autonomía una crisis de asma será la labor prioritaria del pediatra que trate a jóvenes asmáticos.

Asma y adolescencia: singularidades

No es lo mismo el asma en el niño que en el adolescente. El asma del adolescente presenta algunas singularidades(4):

Las infecciones respiratorias, tan presentes en la época de lactante y preescolar, tienen menos importancia en esta etapa de la vida como desencadenantes del asma y, por el contrario, la alergia a neumoalérgenos (pólenes, ácaros, hongos o epitelios de animales) cobra un papel muy importante a esta edad, aunque en muchos casos ya empezaran antes o se desarrollaran en la etapa escolar.

Las infecciones respiratorias tienen menos importancia en esta etapa de la vida y, por el contrario, la alergia a neumoalérgenos (pólenes, ácaros, hongos o epitelios de animales) cobran un papel muy importante a esta edad

Deporte y cambios de humor son propios de la adolescencia y, por tanto, se verán reflejados en el asma. El broncoespasmo inducido por ejercicio (BIE) es más prevalente en esta edad y además puede llegar a influir de forma importante y negativa en su relación con el “grupo de iguales”.

Si para un adolescente sano el proceso de cambio a la etapa adulta puede ser frustrante y difícil, para el adolescente enfermo, que es más vulnerable, puede constituir una dificultad añadida y tener efectos indeseables sobre su capacidad de independencia, desarrollo de su imagen corporal, maduración de la personalidad, búsqueda de su propia identidad e incluso en la relación con el grupo de amigos. Por tanto, los factores emocionales serán con más frecuencia la causa desencadenante en esta edad.

Los adolescentes empiezan a desarrollar tipos de asma propias de los adultos como es la relacionada con los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y el asma intrínseca.

Existe cambio físico pero el cambio de actitud frente a la enfermedad crónica es el principal problema que se plantea y el que nos encontraremos con más frecuencia los pediatras que tratamos adolescentes con asma(5). Estas actitudes de rechazo ante su enfermedad e incluso de negación del problema podrían explicarse por la necesidad del espacio propio, de distanciarse y diferenciarse de los padres (hasta ahora su apoyo fundamental), la rebeldía hacía las normas y, por último, la importancia que en esta edad tiene el “grupo de iguales”.

La necesidad de autoafirmación con rechazo de las reglas establecidas y de la autoridad de los adultos puede conducirlos a determinados hábitos (fumar tabaco, drogas) o a la adopción de conductas de riesgo(6) que pongan en peligro el control del asma.

A continuación, detallamos algunas de las actuaciones no apropiadas que podrían incrementar las crisis de asma:

  • Evitación de la medicación de base. Obvian la utilización de antiinflamatorios o corticoides inhalados ya que no observan efectos inmediatos.
  • Abuso de la medicación de rescate. Si no realizan el tratamiento de base adecuado, es normal que precisen con más frecuencia broncodilatadores de corta acción (de rescate). Procuran administrárselo en privado, para evitar que se les recuerde que no están haciendo bien el tratamiento.
  • Uso inadecuado de la medicación, tomando fármacos antiinflamatorios para la tos o para control de rinitis como tratamiento de rescate.
  • Olvido de las normas de evitación de desencadenantes. El adolescente procura evitar ser distinto de su grupo de amigos. Si todos fuman…¿por qué no voy a hacerlo yo también?.
  • Incapacidad para valorar los signos de alarma. El reconocimiento de su “nuevo cuerpo”, puede provocar que en ocasiones no sean capaces de valorar los signos de alarma, tanto de empeoramiento paulatino como la percepción de la crisis de asma.

La atención al adolescente asmático precisa de una serie de recursos en tiempo y formación de los profesionales de los que no siempre se dispone. No es fácil hacer que los adolescentes comprendan su patología sin que se sientan enfermos o menospreciados por sus amigos. Es necesario que acepten la dependencia de un tratamiento o la necesidad de acudir a nosotros, sus médicos. No es fácil y por tanto, este será nuestro reto.

Asma, adolescencia y factores de riesgo:

Existen unos factores de riesgo que más frecuentemente pueden actuar sobre el control del asma en la adolescencia: tabaquismo, obesidad y ansiedad / estrés.

La exposición del adolescente asmático a factores de riesgo (tabaco, obesidad, cambios de humor) complicará el manejo de su asma

Tabaquismo

Durante la infancia y hasta el inicio de la adolescencia, fumar tabaco es un problema que está más presente en los progenitores de los pacientes y la preocupación del pediatra se centra en evitar el tabaquismo pasivo. Pero, ahora, en la adolescencia, puede cambiar y empezar a ser activo.

Si los padres son fumadores, la tendencia del joven a imitar las conductas de los adultos puede inducirle a iniciarse en el tabaquismo. Lo mismo pasa con los amigos: si todos fuman, nuestro adolescente asmático no va a ser menos y querrá fumar también. Por eso, el pediatra deberá dejarle claro que las personas que fuman tienen más síntomas respiratorios y peor control de los mismos(7). Es mucho más fácil evitar que un adolescente se inicie en el hábito tabáquico que intentar deshabituar a un adulto.

Hay que destacar que algunos estudios encuentran que los jóvenes asmáticos tienen más riesgo de hacerse fumadores habituales, así como de fumar más número de cigarrillos que los adolescentes no asmáticos(8).

En general se considera que el tabaquismo puede influir como inicio o puerta de entrada de otras drogas como el cannabis, consumo de alcohol o conductas de riesgo.

Obesidad

La obesidad y el asma son las patologías crónicas más frecuentes en la adolescencia y, cuando coinciden en un mismo individuo hacen que el manejo y la evolución sean más complejos. Según Noal y colaboradores(9) en una población de Brasil observaron un 50% más de sibilancias en los adolescentes obesos.

La presencia de obesidad en la adolescencia también se ha relacionado con la persistencia de asma en la edad adulta, especialmente en la población femenina(10). Se ha estimado que la obesidad podría ser la responsable de un 15 a 38% de los casos de asma(11).

Factores emocionales: ansiedad

Para el adolescente con asma los problemas psicológicos son especialmente importantes e influirán decisivamente en su calidad de vida.

Existe una asociación entre el asma y la salud mental de los jóvenes, siendo claramente significativa en el caso de los problemas de ansiedad y depresión(12) y, algo menos, en el caso de los problemas de comportamiento.

Se ha visto que la ansiedad se asocia a un aumento de la gravedad del asma, del uso de recursos asistenciales y con el peor control de los síntomas(12).

Comorbilidades

Cualquier otra enfermedad crónica, como la rinitis alérgica, diabetes, reflujo gastroesofágico (RGE), depresión, que vaya asociada al asma, podría hacer más difícil el manejo de ambas enfermedades(13).

Rinitis alérgica: Dentro de la problemática asociada al asma, la rinitis alérgica es la más frecuente. Hay un reciente estudio donde se destaca el empeoramiento de la calidad de vida del adolescente con asma(14), viéndose curiosamente más afectada que en el niño o adulto con rinitis.

Broncoespasmo inducido por el ejercicio físico (BIE)

El broncoespasmo inducido por el ejercicio (BIE) se define como un estrechamiento brusco y transitorio de las vías aéreas, producido 5-15 minutos después de un ejercicio intenso y continuo. El adolescente tiene sensación de cansancio prematuro y es habitual que presente tos, disnea, sibilancias y opresión torácica(2).

Se ha publicado que en algunas zonas de España la frecuencia de BIE en adolescentes llega hasta casi el 20%(3). Por tanto, es fundamental la educación y la prevención, tanto con medidas generales como con tratamiento farmacológico, para conseguir que el adolescente pueda realizar una vida normal para su edad.

A pesar de ello, se les debe fomentar la realización de ejercicio físico. Es muy importante no evitar la práctica de ningún deporte y explicar al adolescente que un tratamiento adecuado evitará la aparición de los síntomas.

Es necesario también mejorar la forma física y capacidad aeróbica. La práctica de deportes será beneficiosa para la evolución de su asma si se realiza de forma adecuada. La natación, por ejemplo, mejora la función pulmonar en adolescentes y niños(15).

Es fundamental el calentamiento previo, la progresión del ejercicio y el uso de bufandas si el ambiente es frío y seco, así como la respiración nasal.

Si el BIE se produce de forma habitual será necesario tratar correctamente el asma de base.

El tratamiento profiláctico utilizado habitualmente son los broncodilatadores de acción corta previos al ejercicio. En ocasiones también se utilizan los antileucotrienos, los corticoides inhalados, y cuando es preciso, la combinación de ambos(16). Se les debe explicar de forma sencilla y simplificar en lo posible el tratamiento, por ejemplo, recomendándoles en una única dosis los corticoides inhalados, y mejor si es nocturna, lo cual parece favorecer la adherencia. Toda la información se dará por escrito y se debe recomendar un calendario de síntomas.

El tratamiento profiláctico utilizado en el BIE son los broncodilatadores de acción corta previos al ejercicio

Diagnóstico

El diagnóstico de asma en el adolescente no es distinto que en el niño mayor o en el adulto. Para ello, lo fundamental será realizar una historia clínica adecuada, es decir, metódica y minuciosa. Podemos encontrarnos la dificultad de que los adolescentes a veces no son nada colaboradores y en ocasiones optan por el mutismo o el “no sé” constante.

La historia clínica debe ir enfocada a valorar las características y gravedad de las crisis, los periodos intercrisis, identificar factores agravantes o precipitantes, estimar el impacto de la enfermedad en el paciente y evaluar el desarrollo de la enfermedad.

Durante la adolescencia, los signos y síntomas clínicos no son criterio suficiente para diagnosticar la enfermedad, además de una exploración física completa y correcta, son necesarias unas pruebas funcionales y, a ser posible, añadiremos la realización de un estudio alergológico.

Pruebas de función respiratoria

Para realizar un diagnóstico correcto será imprescindible llevar a cabo una espirometría forzada y un test de broncodilatación.

  • Espirometría forzada: En la espirometría se constata, en el caso de asma, un patrón obstructivo con disminución de la capacidad vital (CV), capacidad vital forzada (CVF), también disminución del FEV1, y el cociente FEV1/ CVF.
  • Test de broncodilatación: La prueba de broncodilatación se realiza tras una espirometría basal, se aportan broncodilatadores de acción corta (habitualmente 4 dosis de salbutamol con cámara espaciadora, cada una de las pulsaciones separadas 30 segundos), aunque se pueden utilizar otros broncodilatadores. A los 15-20 minutos se realiza otra espirometría, si el FEV1 aumentó más del 9% del valor teórico o más del 12% del valor basal previo, se considera una prueba de broncodilatación positiva y es muy sugestiva de asma.

En esta edad cobra un papel fundamental la realización de pruebas alergológicas, ya que si durante la infancia muchas crisis están desencadenadas por procesos infecciosos, en el adolescente los desencadenantes por excelencia son los aeroalérgenos(17).

No se podrá iniciar una pauta de tratamiento de mantenimiento sin un buen diagnóstico (anamnesis minuciosa, exploración física correcta, pruebas de función respiratoria y estudio alergológico) y una clasificación del asma correcta

Clasificar el asma

No podremos iniciar una pauta de tratamiento de mantenimiento sin un buen diagnóstico y una clasificación correcta.

Proponemos clasificar el asma en la adolescencia de la misma forma que en la edad infantil, tal y como se propone en la GEMA 4.3 (Tabla I)(2). La justificación para utilizar la clasificación empleada en niños se fundamenta en un criterio conservador que evite subestimar la gravedad.

En efecto, debido a la edad y el tipo de actividad física que realizan los adolescentes (parecida a la que han estado realizando durante la edad infantil, no reglada y en muchos casos impredecible), y que los jóvenes tienden a no reconocer bien su sintomatología, si clasificásemos la gravedad de su asma según indican la “Global Iniciative for Astma” (GINA)(18) y algunos otros consensos referidos a población adulta, estaríamos posiblemente subestimando su gravedad.

Esta clasificación se utiliza para orientar el tratamiento en un primer momento; posteriormente, los cambios de medicación dependerán de la evolución clínica y del control de la enfermedad.

Diagnóstico diferencial

El diagnóstico diferencial en estas edades se debe realizar fundamentalmente con la disfunción de cuerdas vocales y la tos psicógena.

  • Disfunción de cuerdas vocales: se trata de la disfunción paradójica de las cuerdas vocales en algún momento del ciclo respiratorio y que producen una obstrucción de la vía aérea. Cuando el estridor que se puede confundir con sibilancias y asma es inspiratorio es más fácil de sospechar la disfunción de cuerdas vocales que cuando es espiratorio. Es más frecuente en mujeres jóvenes y adolescentes. El diagnóstico, que no es fácil, en ocasiones lo puede sugerir una meseta típica en la espirometría, y se debería intentar realizar en pleno episodio una fibrolaringoscopia con visualización directa de las cuerdas vocales(19).
  • Tos psicógena: ausencia de clínica por la noche o cuando el sujeto está distraído o entretenido.

Tratamiento

Es importante que antes de iniciar la pauta de tratamiento se explique al paciente adolescente en qué va a consistir exactamente. Es preciso aportar medidas concretas, directas y por escrito, además de demostrar la técnica y comprobar que realiza correctamente la técnica inhalatoria.

Hemos de tener en cuenta la habilidad y preferencias del paciente. Esto último es fundamental en adolescentes ya que si no están de acuerdo o cómodos con el tratamiento, terminarán por no hacerlo.

Tratamiento farmacológico de mantenimiento

El tratamiento farmacológico es una parte más del tratamiento integral del asma, que debe incluir la educación y el control de factores que influyen en su evolución. La forma de iniciar el tratamiento de fondo del asma en el adolescente se expone en la Tabla II(2).

Una vez iniciado el tratamiento según la clasificación de gravedad del asma, el objetivo del tratamiento será conseguir un adecuado control de la enfermedad. Se considerará que el adolescente está controlado cuando puede hacer actividad física sin limitaciones, presenta nula o mínima sintomatología, no presenta reagudizaciones ni precisa medicación de rescate. La función pulmonar deberá ser normal con una variabilidad del FEM < 20%.

Herramientas para la valoración clínica del asma en adolescentes

Con el fin de facilitar y estandarizar la evaluación del control de asma se han desarrollado diversos cuestionarios sencillos y fáciles de cumplimentar por el paciente(2,18).

  • Cuestionario Control del Asma (CAN versión adolescente): consta de 9 preguntas, con 5 posibles respuestas, que se puntúan cada una de 0 a 4 puntos. La puntuación máxima es de 36 puntos y la mínima de 0 puntos. A mayor puntuación peor control. Se considera un deficiente control a partir de 8 puntos.
  • Asma Control Test (ACT): tiene una validación más detallada para su uso en la clínica diaria con puntos de corte definidos. Una puntuación igual o superior a 20 equivale al asma bien controlada, mientras que con puntuaciones iguales o inferiores a 15 el asma estaría mal controlada.
  • Asthma Control Questionnaire (ACQ): Los puntos de corte inicialmente establecidos con el ACQ son ≤ 0,75 para asma bien controlada y ≥ 1,5 para asma no bien controlada. No obstante, recientemente se han validado en la versión española del ACQ unos nuevos límites: asma bien controlada < 0,5, asma parcialmente controlada entre 0,5 a 0,99 y asma no controlada > 1.

Sin embargo, la fiabilidad de estos dos últimos cuestionarios para detectar el asma mal controlada es escasa, por lo que no se deben utilizar nunca como única herramienta de valoración del control. Las pruebas objetivas son fundamentales en estos casos.

Tratamiento según el grado de control

En la Figura 1, se expone el tratamiento escalonado según el grado de control(2).

Antes de aumentar la dosis o número de fármacos en el tratamiento de mantenimiento comprobaremos que la adherencia al tratamiento, la técnica inhalatoria y las medidas de evitación de desencadenantes sean correctas.

Es preciso hacer alguna puntualización sobre el tratamiento de mantenimiento en esta edad:

  1. Los β2 adrenérgicos de acción larga no deben utilizarse nunca en monoterapia, siempre asociados a glucocorticoides inhalados (GCI). Cuando ambos fármacos se asocian mejoran el control y permiten reducir las dosis de GCI.
  2. La efectividad de los GCI está bien contrastada a esta edad.
  3. Aunque los antileucotrienos son eficaces a estas edades, tienen menor capacidad antinflamatoria que los GCI. Cuando ambos fármacos se asocian mejoran el control(18).
  4. A cualquier edad, el control del asma moderada o grave debe hacerse siempre coordinado con otros especialistas, alergólogos infantiles o neumólogos pediátricos del hospital de referencia.
  5. El descenso de medicación se realizará de forma progresiva, pasando de un nivel al inmediatamente inferior.

Inmunoterapia como tratamiento

Se indicará la inmunoterapia como tratamiento cuando no es posible evitar la exposición al alérgeno, cuando no se consigue un adecuado control de los síntomas de asma con la medicación adecuada o cuando éste provoca efectos adversos o es rechazado por el paciente o su familia.

Se utiliza generalmente en asma episódica frecuente o moderada, cuando existe sensibilización a un único alérgeno o a un alérgeno predominante del que se disponga de extractos de alta calidad estandarizados biológicamente. Se utiliza también en asma leve con rinitis importante que afecta especialmente a la calidad de vida del paciente.

La inmunoterapia no debe prescribirse a pacientes con asma grave o no controlada, por el elevado riesgo de reacciones adversas graves, incluso mortales(2,18).La administración se puede realizar de forma subcutánea o sublingual.

Anticuerpos monoclonales como terapia del asma grave

Los fármacos biológicos con anticuerpos monoclonales dirigidos a dianas específicas del asma han supuesto un avance muy importante para el tratamiento de esta patología. El enfoque del tratamiento del asma por fenoendotipos nos hace estar cada vez más cerca de un tratamiento del asma a la carta(20).

Los fármacos biológicos con anticuerpos monoclonales han supuesto un avance muy importante para el tratamiento del asma grave en el adolescente

Actualmente existen diversos estudios en marcha con anticuerpos monoclonales que bloquean citocinas proinflamatorias que se liberan en el asma(21).

Anti Ig-E: Omalizumab

Primer tratamiento biológico desarrollado para el tratamiento del asma alérgica grave. Ha demostrado una reducción de las exacerbaciones graves en el adolescente.

Es un anticuerpo monoclonal IgG de origen murino y humanizado (más del 95% de la molécula es de origen humano) frente a la inmunoglobulina E (anti-IgE).

En España está autorizado como terapia complementaria para mejorar el control del asma en niños de 6 a 11 años, preadolescentes (mayores de 12 años) y adolescentes con asma alérgica persistente grave.

Para su uso deben cumplirse algunos requisitos como: prueba cutánea positiva o reactividad in vitro a un aeroalérgeno perenne, disminución de la función pulmonar (FEV 1 < 80%) o múltiples exacerbaciones graves documentadas a pesar de dosis altas diarias de corticoides inhalados más beta adrenérgicos de acción larga (LABA) Cada vez se están realizando más estudios sobre el tratamiento a largo plazo con omalizumab(22).

Anticuerpos monoclonales anti IL-5: Mepolizumab, Reslizumab, Benralizumab

La interleucina-5 (IL-5), principal citoquina involucrada en la activación de los eosinófilos, causa la inflamación de las vías respiratorias. Se han desarrollado anticuerpos monoclonales dirigidos contra IL-5 o su receptor (IL-5R). Estudios recientes sugieren que reducen las exacerbaciones del asma, mejoran la calidad de vida y la función pulmonar(23).

Actualmente, los datos disponibles en adolescentes de 12 a 18 años de edad son muy limitados. No se ha establecido todavía la seguridad y eficacia, por lo que no se puede hacer una recomendación.

Otros: Azitromicina

Según algunos estudios, la azitromicina podría ser útil como terapia añadida en el tratamiento del asma persistente(24).

Tratamiento de la crisis de asma aguda

Durante la adolescencia, la valoración de la crisis de asma y su tratamiento es la misma que en el niño mayor o adulto y se expone en la Figura 2(2).

Educación

Educando en asma al adolescente

La educación sobre asma en la adolescencia puede ser un tema complicado. El manejo del asma, implica un adecuado autocontrol. Y es aquí es donde se enfoca gran parte de este artículo: la educación del adolescente.

La educación no solo se basará en enseñar unos conceptos y habilidades. Será necesario aplicar técnicas de motivación precisas para que el adolescente comprenda su enfermedad y participe activamente en su control y tratamiento.

Para ello serán necesarias la motivación y habilitación para vivir de forma saludable y enseñarles a manejar su enfermedad correctamente y con la máxima autonomía. Si no se consigue este objetivo probablemente no se consiga un adecuado control de la enfermedad.

La educación no solo se basará en enseñar unos conceptos y habilidades; será necesario aplicar técnicas de motivación precisas para que el adolescente comprenda su enfermedad y participe activamente en su control

El proceso educativo del adolescente debe ser individualizado, adaptado a cada una de las situaciones y vivencias, debe ser flexible, continuo y dinámico.

Objetivos

El objetivo general es conseguir que sea capaz de controlar su enfermedad y que realice una vida normal para su edad, incluyendo la actividad física, el deporte, los estudios o trabajo y la relación con su entorno.

Para mejorar la calidad de vida, se deben formular objetivos específicos como aumentar el conocimiento sobre la enfermedad, detectar con prontitud signos de empeoramiento o alarma, reducir el número de exacerbaciones, de visitas a urgencias, evitar el absentismo escolar o laboral o mejorar la adherencia al tratamiento.

Secuencia

La educación se debe iniciar con el diagnóstico educativo, identificando y valorando las necesidades del adolescente y su familia. Hay que conocer ¿Quién es el paciente? ¿A qué se dedica, estudia, trabaja, cuáles son sus aficiones? ¿Qué sabe sobre su enfermedad? ¿Qué tipo de asma tiene? ¿Cuál es su motivación?

A partir de estas necesidades, en función de estas y dependiendo de los recursos disponibles, se determinan los objetivos, como hemos mencionado en el punto anterior en coordinación con nuestro paciente, y una vez establecidos se establece una pauta secuencial que debe ser planificada u organizada.

Es importante hacer un plan de acción (Tabla III)(2) y utilizar una metodología estructurada para aplicar y desarrollar los contenidos.

En esta etapa de la vida es preciso citarles con más asiduidad que a otros pacientes, repasar con ellos sus problemas e inquietudes e intentar llegar a acuerdos asumibles.

Contenidos

Conocer y valorar el conocimiento así como la actitud del adolescente con respecto al asma antes de planificar las intervenciones educativas será primordial. La educación no puede limitarse a trasmitir información sin más. La información y habilidades básicas que debe aprender un adolescente con asma se expresan en la Tabla IV(2).

  • Anatomía, fisiopatología

Antes de explicar la diferencia entre medicación de mantenimiento y de rescate es necesario que el adolescente tenga unos conocimientos básicos sobre la enfermedad, la anatomía y fisiopatología del aparato respiratorio. Para explicar de forma sencilla y clara la diferencia entre inflamación y broncoconstrición se pueden utilizar diversos métodos como el de los anillos concéntricos(27).

Factores desencadenantes, medidas de control y evitación

Para evitar que el adolescente tenga una crisis de asma es muy importante que él mismo comprenda cuales son los factores desencadenantes, las medidas de control y evitación.

Con el adolescente nunca se debe emplear un abordaje del tipo prohibicionista, ya que se puede provocar un efecto rebote. Si no pueden realizar alguna actividad, como salir al campo en primavera, deben comprender bien la causa e interiorizarla. Probablemente a veces será inevitable que se equivoquen y que sufran las consecuencias para aprovecharlas de forma positiva e integrante en la siguiente sesión y sacar conclusiones comunes después de la experiencia.

Se han de tratar con normalidad temas como el tabaco, la obesidad, alérgenos, ejercicio, deporte, infecciones respiratorias, alimentos, fármacos e irritantes.

Si en algún momento es necesario restringir algún tipo de actividad, aunque sea temporalmente, debemos hablarlo con él y valorar una alternativas o posponer la actividad para otro momento.

  • Educación en la percepción de síntomas y signos de alarma

El adolescente debe reconocer sus síntomas y signos de empeoramiento o de comienzo de una crisis, así, el cansancio, la tos, los pitidos, los despertares nocturnos, la opresión en el pecho o la dificultad para respirar deben valorarse con prontitud y actuar en consecuencia antes de que aumente la gravedad del proceso.

Monitorización de la enfermedad. Medidas objetivas

La percepción de la sintomatología clínica es algo subjetivo ya que puede estar modificada por otros factores como el estado de ánimo. Para ayudar al adolescente a su reconocimiento y valoración se puede realizar un “diario de síntomas”, es decir, un cuaderno donde se apunten diariamente los signos y síntomas.

Si queremos utilizar un método objetivo, se puede recurrir a la medida del Flujo Espiratorio Máxima (FEM), utilizando un aparato para medirlo de forma ambulatoria, el medidor de pico de flujo o Peak Flow Meter (PFM).

Con la medida del FEM se obtienen unos valores límites individualizados para cada paciente y que conducen al mantenimiento o cambio del tratamiento según criterios pactados entre el paciente y el médico. Es un buen sistema para adolescentes que no son capaces de reconocer los síntomas de empeoramiento, presentan asma grave o inestable, otras veces se puede utilizar en monitorizaciones cortas de 2-3 semanas, en descompensaciones o ante cambios terapéuticos, aunque hay que advertir que si no se realiza la técnica de forma adecuada el valor del FEM puede inducir a errores.

  • Automanejo del asma y plan de acción por escrito

El automanejo del asma pretende conseguir y mantener la mejor función pulmonar posible y por lo tanto la mejor calidad de vida para el adolescente, a través del control de medidas ambientales, evitación de desencadenantes, determinación de la gravedad del asma tanto clínica como basada en medidas objetivas y utilización de pautas de tratamiento farmacológico adecuado.

Para conseguirlo es preciso establecer un “plan de acción” por escrito (Tabla III)(2), que debe ser pactado con el adolescente, donde deben establecerse de forma clara, concisa e individualizada las medidas a tomar con respecto al tratamiento de mantenimiento y sus posibles ajustes, actitud ante una posible crisis y cuándo acudir a un servicio de urgencia.

El pediatra debe realizar un “plan de acción” por escrito donde se establezca de forma clara, concisa e individualizada las medidas a tomar con respecto al tratamiento de mantenimiento así como la actitud ante una posible crisis de asma

Con las habilidades de autocuidado el adolescente será capaz de:

  1. Conocer y evitar los desencadenantes.
  2. Reconocer y monitorizar los síntomas.
  3. Utilizar la medicación, especialmente la inhalada, de forma correcta.
  4. Actuar de forma temprana ante cualquier variación de su asma.

El autocontrol es conseguir la capacidad para reconocer cualquier situación clínica y tomar las decisiones adecuadas y esto no siempre es fácil con los adolescentes.

  • Técnicas y sistemas de inhalación

Si el adolescente no domina las técnicas de inhalación será imposible que consiga un adecuado control de la enfermedad.

Ningún paciente debe salir de la consulta del médico en la que se le ha propuesto una medicación inhalada sin que el profesional haya enseñado y comprobado que maneja la técnica correctamente.

Esto no será posible si en la consulta del médico/enfermera no se dispone de placebos de sistemas de inhalación y de polvo seco, cámaras, medidores de pico de flujo, etc.

El paciente debe saber cómo mantener limpios los dispositivos y cámaras, comprobar el adecuado funcionamiento y si quedan pocas dosis del fármaco cuando no tiene contador y las medidas de higiene bucal tras su administración.

  • Cumplimiento terapéutico. Adherencia y concordancia

Cuando un paciente no tiene síntomas durante largos periodos de tiempo, se “olvida” del tratamiento. Con el asma pasa igual, existe una elevada tasa de incumplimientos terapéuticos. Esta realidad se ve sobre todo en adolescentes.

Hablamos de cumplimiento terapéutico cuando la conducta y tratamiento farmacológico del paciente se acomoda a lo indicado por su médico. Esto implicaría obediencia por parte del paciente.

La adherencia al tratamiento se refiere al hecho de que el paciente acepta voluntariamente las recomendaciones del médico, después de un razonable acuerdo o negociación del plan terapéutico. La concordancia llega cuando existe noción de autonomía por parte del adolescente en relación de igualdad con su médico y se utilizan decisiones corresponsables respecto al tratamiento y manejo de la enfermedad. El paciente se implica en el manejo de su enfermedad en una alianza terapéutica médico/paciente.

Aunque en estas edades lo ideal sería la concordancia, si se consigue la adherencia al tratamiento, hablamos de éxito.

Para mejorar la adherencia en consulta, es preciso que sepamos escuchar, dar pruebas de confianza y apoyo asegurando en todo momento la confidencialidad, observando las actitudes de nuestro paciente y su lenguaje corporal y sobre todo, cumplir nuestras promesas para no defraudar su confianza.

Quién debe realizar la educación del adolescente

Todos los profesionales (médicos, pediatras, alergólogos, neumólogos, enfermeras) que tengan relación con el adolescente y su asma deben haber recibido una formación adecuada y de calidad.

Esta formación consistirá en la realización de talleres prácticos para mejorar las habilidades en educación. Es también importante formar a la familia e incluso a profesores y educadores(25).

El pediatra de atención primaria, responsable del seguimiento integral y de la promoción de autocuidados, debe ser cercano y familiar con el adolescente, buscando la adherencia al tratamiento para un buen manejo de su enfermedad, siempre coordinado con atención especializada en aquellos casos que lo requieran.

El pediatra de atención primaria debe ser el responsable del seguimiento integral y de la promoción de autocuidados del adolescente asmático, siempre coordinado con atención especializada en aquellos casos que lo requieran

Tablas y figuras

Tabla I. Clasificación de la gravedad del asma en la adolescencia

Episódica ocasional

Episódica frecuente

Persistente moderada

Persistente grave

Episodios

  • De pocas horas o días de duración < de uno cada
    10-12/semanas
  • Máximo 4-5
    crisis/año
  • < de uno cada
    5-6 semanas
  • Máximo
    6-8 crisis/año

> de uno cada
4-5 semanas

Frecuentes

Sistemas intercrisis

Asintomático, con buena tolerancia al ejercicio

Asintomático

Leves

Frecuentes

Sibilancias

Con esfuerzos intensos

Con esfuerzos moderados

Con esfuerzos mínimos

Síntomas nocturnos

≤ 2 noches por semana

> 2 noches por semana

Medicación de alivio (SABA)

≤ 3 días por semana

3 días por semana

Función pulmonar

  • FEV1
  • Variabilidad PEF

> 80%

< 20%

> 80%

< 20%

> 70% – < 80%

> 20% – < 30%

<70%

>30%

FEV1: volumen espiratorio forzado en el primer segundo; PEF: flujo espiratorio máximo; SABA: agonista
β2 adrenérgico de acción corta.

Tabla II. Tratamiento inicial de mantenimiento en el adolescente

Gravedad del asma

Elección

Alternativa

Crisis

Episódica ocasional

No precisa

No precisa

β2 adrenérgicos de acción corta a demanda

Episódica frecuente

GCI a dosis bajas

ARLT

Persistente moderada

GCI a dosis medias

GCI a dosis bajas + β2 adrenérgicos de acción larga

o GCI a dosis bajas + ARLT

Persistente grave

GCI a dosis altas + β2 adrenérgicos de acción larga

Se puede considerar una o varias:

  • +GC orales
  • +ARLT
  • Metilxantinas
  • Omalizumab

GCI: Glucocorticoides inhalados; GC: Glucocorticoides; ARLT: antileucotrienos.

Tabla III. Plan de acción en el asma

I. TRATAMIENTO HABITUAL

  1. Tomar diariamente _____________________________________________
  2. Antes del ejercicio tome _______________________________________

II. CUÁNDO DEBE INCREMENTAR SU TRATAMIENTO

  • Valoración del grado de control de su asma

    ¿Tiene más de dos veces al día síntomas de asma?

    ¿Su actividad o ejercicio físico se encuentra limitado por el asma?

    ¿Le despierta el asma por la noche?

    ¿Necesita tomar su broncodilatador más de dos veces al día?

    ¿Si utiliza su medidor de flujo (PEF), los valores son inferiores a ____?

    Si ha respondido Sí en tres o más de las preguntas, su asma no se encuentra bien controlada y es necesario aumentar su tratamiento habitual.

No Sí

No Sí

No Sí

No Sí

No Sí

  • Cómo se incrementa el tratamiento

    Aumente su tratamiento de la manera siguiente y valore su mejora diariamente:

    ___________________________(escriba el aumento del nuevo tratamiento)

    Mantenga este tratamiento durante _________ días (especifique el número)

  • Cuándo debe pedir ayuda al médico/hospital

    Llame a su médico/Hospital ________________________ (dar los números de teléfono)

    Si su asma no mejora en ____________ días (especificar el número)

    ________________________________________________ (líneas de instrucciones complementarias)

    • EMERGENCIA: pérdida grave del control de su asma
    • Si tiene intensos ataques de ahogo y sólo puede hablar con frases cortas.

      Si tiene intensos y graves ataques de asma.

      Si tiene que utilizar su broncodilatador de rescate o alivio cada 4 horas y no mejora.

      1. Tome de 2 a 4 pulsaciones ________________ (broncodilatador de rescate)
      2. Tome ______ mg de _____________________________ (glucocorticoides por vía oral)
      3. Solicite ayuda médica: acuda _____________________________ Dirección _____________________
        Llame al teléfono _________________________________
      4. Continúe usando su ______________________________ (broncodilatador de rescate) hasta que consiga ayuda médica

    Tabla IV. Información y habilidades básicas que debe aprender un adolescente con asma

    • Conocer que el asma es una enfermedad crónica y necesita tratamiento continuo aunque no tenga molestias.
    • Saber las diferencias que existen entre inflamación y broncoconstricción.
    • Diferenciar los fármacos “controladores“ de la inflamación, de los “aliviadores“ de la obstrucción.
    • Reconocer los síntomas de la enfermedad.
    • Usar correctamente los inhaladores.
    • Identificar y evitar en lo posible los desencadenantes.
    • Monitorizar los síntomas y el flujo espiratorio máximo (PEF).
    • Reconocer los signos y síntomas de agravamiento de la enfermedad (pérdida del control).
    1. Actuar ante un deterioro de su enfermedad para prevenir la crisis o exacerbación.

    Figura 1. Escalones terapéuticos del tratamiento de mantenimiento del asma del adolescente

    Figura 2. Manejo diagnóstico y terapéutico de la exacerbación asmática del adolescente

    Bibliografía

    1. Siersted HC, Boldsen J, Hansen HS, Mostgaard G, Hyldebrandt N: Population based study of risk factors for underdiagnosis of asthma in adolescence: Odense schoolchild study. BMJ. 1998; 28;316(7132):651-5.

    2. GEMA 4.3 2018. https://www.gemasma.com/gema4-3-actualizacion-permanente-para-un-mejor-control-del-asma/. (accedido el 29/07/2018).

    3. Carvajal-Urueña I, García-Marcos L, Busquets-Monge R, Morales Suárez-Varela M, García de Andoin N, Batlles-Garrido J et al. Variaciones geográficas en la prevalencia de síntomas de asma en los niños y adolescentes españoles. International Study of Asthma and Allergies in Childhood (ISAAC) fase III España. Arch Bronconeumol. 2005; 41(12):659-66.

    4. Escribano Montaner A, García Hernández G. Asma en situaciones especiales. En Cobos N, Perez-Yarza E.G. Neumología infantil. Madrid. Ergon S.A. 2009. p.731.746.

    5. MorellBernabéJ.J.HidalgoVicarioMI,RedondoRomeroA.M.,CastellanoBarcaG. Asma. Medicina de la Adolescencia. Atención Integral 2a edición. Madrid. Ergon S.A. 2012. p.933-942.

    6. Molina Prado R. Consumo de tabaco, alcohol y drogas en la adolescencia. Pediatr integral 2013; XVII(3): 205-216.

    7. Chaudhuri R, McSharry C, McCoard A, Livingston E, Hothersall E, Spears M et al. Role of symptoms and lung function in determining asthma control in smokers with asthma. Allergy 2008; 63 (1): 132-135.

    8. Precht DH, Keiding L, Madsen M. Smoking patterns among adolescents with asthma attending upper secondary schools: a community-based study. Pediatrics 2003; 111(5 Pt 1):e562-8.

    9. Noal RB, Menezes AM, Macedo SE, Dumith SC, Perez-Padilla R, Araújo CL et al. Is obesity a risk factor for wheezing among adolescents? A prospective study in southern Brazil. Journal of Adolescent Health.2012; 51:S38-45.

    10. Castro-Rodriguez JA, Holberg CJ, Morgan WJ, Wrigth AL, Martínez FD. Increased incidence of asthmalike symptoms in girls who become overweight or obese during the school years. Am J Respir Crit Care Med. 2001; 163(6):1344-9

    11. Ford ES. The epidemiology of obesity and asthma. J Allergy Clin Immunol 2005;115:897-909.

    12. Goodwin RD, Bandiera FC, Steinberg D, Ortega AN, Feldman JM. Asthma and mental health among youth: etiology, current knowledge and future directions. Expert Rev. Respir. Med. 2012; 6(4): 397–406.

    13. Heck S, Al-Shobash S, Rapp D et al. High probability of comorbidities in bronchial asthma in Germany. Primary Care Respiratory Medicine. 2017. p 27-28.

    14. Blaiss MS, Hammerby E, Robinson S, Kennedy-Martin T, Buchs S. The burden of allergic rhinitis and allergic rhinoconjunctivitis on adolescents: A literature review. Ann Allergy Asthma Immunol. 2018 Jul;121(1):43-52.

    15. Beggs S, Foong YC, Le HC, Noor D, Wood-Baker R, Walters JA. Swimming training for asthma in children and adolescents aged 18 years and under. Paediatric Respiratory Reviews 2013, 14: 96–97.

    16. Duong M, Amin R, Baatjes AJ, Kritzinger F, Qi Y, Meghji Z et al. The effect of montelukast, budesonide alone, and in combination on exercise-induced bronchoconstriction. J Allergy Clin Immunol. 2012;130(2):535-9.

    17. Valero A, Quirce S, Dávila I, Delgado J, Dominguez-Ortega J. Allergic respiratory disease: Different allergens, different symptoms. Allergy. 2017. 72 (9) 1306-16.

    18. Global Initiative for Asthma (GINA). Global Strategy for Asthma Management and Prevention. Disponible en: http:// www.ginasthma.org/ (accedido el 29/07/2018).

    19. Fretzayas, Moustaki, Loikou, Douros. Differentiating vocal cord dysfunction from asthma. J Asthma Allergy. 2017; 10: 277–283.

    20. Álvarez Gutiérrez FJ. Anticuerpos monoclonales en el asma. Posibilidad de tratamiento “a la carta”. Monogr Arch Bronconeumol. 2015;2(4):74-82.

    21. Bousquet, Brusselle, Buhl et al. Care pathways for the selection of a biologic in severe asthma. European Respiratory Journal 2017 50: 1701782.

    22. Vennera, Sabadell, Picado on behalf of The Spanish Omalizumab Registry Duration of the efficacy of omalizumab after treatment discontinuation in ‘real life’ severe asthma. Thorax 2018;73:782-784.

    23. Farne, Wilson , Powell. Anti-IL5 therapies for asthma. Cochrane Database Syst Rev. 2017. Septiembre 21; 9:CD010834.

    24. Gibson, Yang, Upham et al. Effect of azithromycin on asthma exacerbations and quality of life in adults with persistent uncontrolled asthma (AMAZES): a randomised, double-blind, placebo-controlled trial. Lancet. 2017 Aug 12;390(10095):659-668.

    25. Kew, Carr, Crossingham. Lay-led and peer support interventions for adolescents with asthma. Cochrane Database of Systematic Reviews 2017, Issue 4. Art. CD012331.

     

     
     


    Tos crónica en la adolescencia


     

    Tos crónica en la adolescencia

    M. Seoane, V. Sanz, JR. Villa.
    Servicio de Neumología Pediátrica. Hospital Universitario Infantil Niño Jesús. Madrid.

     

    Fecha de recepción: 7 de agosto 2018
    Fecha de publicación: 15 de octubre 2018

     

    Adolescere 2018; VI (3): 6-13

     

    Resumen

    La tos es un síntoma común, que si se prolonga en el tiempo puede llegar a ser angustioso y tener un gran impacto en la calidad de vida del paciente y su familia. Es uno de los principales motivos de consulta médica y consumo de fármacos. En la mayoría de casos, la causa es una infección respiratoria banal, pero cuando la tos persiste más de 4 a 8 semanas se considera «tos crónica» y debe realizarse una evaluación para descartar patologías específicas. Las causas de tos en el adolescente difieren sustancialmente de los niños de menor edad, pero también de los adultos y deben seguirse protocolos específicos para su manejo. Es importante que el manejo diagnóstico-terapéutico de la tos crónica se realice en función de la etiología sospechada, para evitar tratamientos innecesarios..

    Palabras clave: Tos psicógena; Tos paroxística; Asma.

    Abstract

    Cough is a common symptom, which if prolonged can be distressing and have a major impact on the quality of life of the patient and his family. It is one of the main reasons for medical consultation and drug consumption. In most cases, the cause is a banal respiratory infection, but when the cough persists for more than 4 to 8 weeks, it is considered a “chronic cough” and should be evaluated to rule out specific pathologies. The causes of cough in adolescents differ substantially from younger children but also from adults. Therefore, specific protocols must be followed for its management. The diagnosis and treatment of cough should be based on the suspected etiology to avoid unnecessary treatment.

    Key words: Psychogenic cough; Whooping cough; Asthma.

    Introducción

    La tos es un reflejo fisiológico que pretende liberar secreciones, vencer el broncoespasmo o proteger la vía aérea frente a la inhalación de sustancias irritantes o cuerpos extraños. Los receptores de la tos están localizados a lo largo de las vías respiratorias y se estimulan por irritación química, estimulación táctil y fuerzas mecánicas. Las infecciones respiratorias de las vías altas, la hiperreactividad bronquial, el asma, la enfermedad por reflujo gastroesofágico, entre otros, producen aumento de la sensibilidad de los receptores de la tos.

    La tos crónica es aquella tos que dura más de 4-8 semanas, aunque su criterio varía en las distintas guías clínicas. La “British Thoracic Society” define la tos persistente como aquella de más de 8 semanas de duración, argumentando que la mayoría de las infecciones del tracto respiratorio superior cursan con tos que se pueden prolongar hasta 4 semanas(1).

    La tos crónica es aquella que dura más de 4-8 semanas. En 3-4 semanas la mayoría de causas infecciosas de tos se habrán resuelto

    La tos crónica puede provocar una alteración importante en el entorno y en el propio paciente (impacto en la calidad de vida, alteración en la calidad del sueño, pérdida de días de colegio, gasto farmacéutico…), por lo que es un motivo de consulta muy frecuente. Además la adolescencia es un momento “crítico” del crecimiento donde se producen cambios hormonales, físicos y sobre todo psicológicos. Es una etapa vulnerable para el desarrollo de sintomatología psicosomática, por lo que debemos estar atentos a la aparición de estos procesos, para no confundirlos con otros procesos orgánicos.

    Etiología

    La tos crónica se puede clasificar desde el punto de vista etiológico en 3 grupos:

    1. Tos normal o esperada: se conoce la causa y, por lo tanto no requiere estudios específicos, por ejemplo, secundaria a una infección aguda del tracto respiratorio por aumento de secreciones….
    2. Tos específica: existen síntomas y signos que sugieren un diagnóstico específico. En este grupo entran los diagnósticos de asma, fibrosis quística, síndromes aspirativos, etc.
    3. Tos inespecífica: engloba cuadros que cursan con tos, predominantemente seca y como síntoma aislado, en ausencia de signos o síntomas que sugieran patología y en el que las exploraciones complementarias básicas (espirometría basal forzada y radiografía de tórax) son normales(2-3).

    La tos también puede clasificarse por su calidad y por el propio patrón de la tos, en húmeda o productiva que sugiere movilización de secreciones, y tos seca producida por estímulos irritativos.

    Las causas de tos crónica varían en función de la edad. En la Tabla I se exponen las causas más frecuentes en el adolescente(4).

    Gedik AH et al, realizaron un estudio prospectivo de niños remitidos a la consulta de Neumología por tos crónica, observando que en el grupo de edad de 6-17 años (n=195) el diagnóstico más frecuente era asma (23.6%), seguido de la tos psicógena (13.8%)(5). La bronquitis bacteriana persistente, aunque con menos frecuencia también está descrita en pacientes > 12 años.

    En los últimos años, en pacientes adultos se habla del término de “Síndrome de tos por hipersensibilidad” para definir el trastorno de tos crónica, reconociendo así, la existencia de un desajuste en la regulación de los nervios sensoriales. El “Síndrome de tos por hipersensibilidad” se propuso para explicar, en un subgrupo de pacientes, la presencia de tos persistente como consecuencia de un presunto desencadenante que en la mayoría de los individuos simplemente induciría una tos transitoria, autolimitada o fácilmente tratable, sin embargo, en estos pacientes la tos se prolonga en el tiempo. Los síntomas de estos pacientes son similares a los de otros desórdenes neuropáticos (hiperalgesia, alodinia). La tos exagerada suele ser desencadenada por estímulos conocidos, como olores fuertes o humo (hipertusia) y hasta no tusivos, como hablar o reír (alotusia). Son frecuentes las sensaciones de cosquilleo en la garganta (parestesia laríngea). Existen diferencias de opinión acerca de la relevancia clínica de este concepto. La investigación se vuelca actualmente en desarrollar nuevas medicaciones más específicas que mengüen la hipersensibilidad en lugares diana del trayecto del impulso nervioso de la tos(6).

    Diagnóstico

    El diagnóstico de la tos crónica, sobre todo en la adolescencia, suele ser complicado. Es fundamental una buena historia clínica, con un interrogatorio y una exploración física exhaustivos en los que basar las pruebas complementarias. Es importante tener protocolos específicos para este grupo de edad, puesto que las causas más frecuentes, difieren sustancialmente de los niños de menor edad, pero también de los adultos.

    La historia clínica detallada y el examen físico son herramientas básicas para orientar el diagnóstico y la necesidad de estudios complementarios

    Clínica

    Se debe valorar el tiempo y la evolución, el tipo de tos, el ritmo horario, los factores agravantes y los desencadenantes, la calidad de la tos (seca o productiva) y los síntomas asociados. La tos crónica productiva purulenta es siempre patológica y obliga a investigar las enfermedades pulmonares supurativas. Interrogar sobre los factores ambientales (tabaquismo personal o familiar, animales, irritantes ambientales…) y buscar síntomas/signos de alarma (tos durante la alimentación, tos de comienzo brusco, tos supurativa con expectoración, sudoración nocturna, pérdida de peso asociada o signos de patología pulmonar crónica…) que ayuden a la orientación diagnóstica (Tabla II).

    Pruebas complementarias

    En la valoración inicial siempre debe realizarse una radiografía de tórax y una prueba de función pulmonar (espirometría basal forzada con test de broncodilatación). En función de los resultados se valorará la realización de otras pruebas complementarias dirigidas según la sospecha clínica:

    En la evaluación inicial se recomienda realizar una radiografía de tórax y una espirometría basal forzada con prueba broncodilatadora

    • Función pulmonar: espirometría y prueba broncodiladora. Una prueba broncodilatadora positiva sugiere asma, pero cuando ésta es normal, se necesitan estudios complementarios (test provocación bronquial, óxido nítrico exhalado….) para llegar al diagnóstico.
    • Pruebas cutáneas: prueba de la tuberculina, test del sudor y prick cutáneo para aeroalérgenos.
    • Estudio microbiológico: cultivo de esputo o aspirado nasofaríngeo y/o serologías.
    • Pruebas de laboratorio: hemograma e inmunoglobulinas, IgE específicas para aeroalérgenos.
    • Otros estudios radiológicos: tomografía computarizada de alta resolución (TCAR) pulmonar ante la sospecha de enfermedades pulmonares supurativas, malformaciones pulmonares o infecciones graves.
    • Fibrobroncoscopia: sospecha de anomalías de la vía aérea, cambios radiológicos localizados persistentes en el tiempo.
    • pH-impedanciometría: cuando se sospeche ERGE.

    Diagnóstico diferencial de las etiologías de tos crónica más frecuentes en la adolescencia

    Las causas más frecuentes de tos crónica en la adolescencia son la tos postinfecciosa, el asma, los trastornos respiratorios funcionales y el síndrome de vía aérea superior

    Tos post-infecciosa

    Proceso que se inicia tras una infección respiratoria de vías altas, pero se prolonga en el tiempo. Las infecciones respiratorias como Mycoplasma o Chlamydia pneumoniae, y determinados virus son causa de tos prolongada que puede durar más de 3 semanas, pero generalmente menos de 8. Suele ser una tos que interfiere en la calidad de vida porque es tanto diurna como nocturna. Las infecciones por gérmenes como la Bordetella pertussis o parapertussis, pueden causar tos crónica, dando lugar a episodios espasmódicos de tos tras la infección inicial que se resuelve lentamente durante un periodo de hasta 3-6 meses. Se cree que la disrupción epitelial y la inflamación por neutrófilos y linfocitos desempeñan un papel principal en la etiología. La inflamación de la mucosa promueve la producción de moco, estimulando los receptores de la tos y la expectoración o el aclaramiento de la vía aérea(7). El cultivo de Bordetella pertussis tiene bajo rendimiento y la PCR aunque es más sensible (89% a los 4 días, 56% a los 7 días) solo tiene valor en las primeras 4 semanas. Con respecto a las serologías, su papel es limitado. la IgM no ha mostrado adecuada especificidad; la IgA aunque es más específica de infección es menos sensible que la IgG(8).

    El tratamiento puede mejorar el curso de la enfermedad si se instaura precozmente (fase catarral), pero posteriormente no varía la evolución. No hay ningún fármaco que haya mostrado eficacia en el control de la tos. Se recomienda administrar macrólidos en las primeras cuatro semanas del inicio de la infección o en las siguientes 6-8 semanas si va a tener contacto con población de riesgo (embarazadas, lactantes, ancianos), para disminuir el riesgo de trasmisión(8).

    La tosferina continúa siendo un problema de salud pública y es una enfermedad endémica en los países desarrollados, con picos epidémicos cíclicos cada 2-5 años. En los últimos años se ha observado un resurgimiento de la tosferina, que se asocia en parte con un incremento de casos en adolescentes y adultos. La inmunidad vacunal disminuye en los primeros 3 años y desaparece transcurridos 4-12 años tras la última dosis (que en la mayoría de calendarios vacunales es a los 6 años), por lo que al llegar a la adolescencia y la edad adulta se ha perdido y los individuos son de nuevo susceptibles(9). El Comité Asesor de Vacunas de la AEP (Asociación Española de Pediatría) recomienda administrar una dosis de recuerdo entre los 12-18 años y otro en las embarazadas.

    Asma

    Los síntomas clásicos de asma son tos, sibilancias y opresión torácica con o sin disnea. Estos síntomas pueden presentarse de forma combinada o aislada, de ahí que la tos crónica se haya considerado un “equivalente de asma”. Este término, derivado de los adultos, no está tan aceptado en la edad pediátrica. La mayoría de los estudios han señalado que el asma es una causa poco frecuente de tos crónica en ausencia de otros síntomas (autoescucha de sibilancias, opresión torácica, disnea…)(3). No obstante, en casos muy concretos en adolescentes, la tos como equivalente asmático debe considerarse si se asocia con uno o más de los siguientes datos: tos en respuesta a desencadenantes de asma (ejercicio, risa, exposición a irritantes de la vía aérea…), hiperreactividad bronquial demostrada en pruebas de función pulmonar, inflamación eosinofílica de la vía aérea (medida habitualmente en la clínica por la fracción espirada de óxido nítrico -FeNO-), presencia de atopia personal o familiar(7). En estos casos puede realizarse una tanda de prueba de tratamiento con glucocorticoides inhalados (GCI). Será sugestivo de asma una respuesta rápida al tratamiento, con una reaparición de los síntomas tras retirada del mismo que se controlan de nuevo al reintroducirlo. La falta de respuesta al tratamiento es suficiente para excluir el diagnóstico y suspenderlo en la mayoría de los casos.

    La tos crónica inespecífica mejora con el tiempo, con o sin tratamiento por lo que es importante no sobrediagnosticar casos de asma. Para ello, es importante realizar en todos los casos una espirometría con prueba broncodilatadora y valorar según el caso, la determinación de FeNO, pruebas de sensibilización alérgica, los test de provocación bronquial (si prueba broncodilatadora negativa),etc(10).

    Es importante no sobrediagnosticar asma en el adolescente con tos crónica inespecífica. La mayoría de adolescentes con tos crónica aislada no tendrán asma

    Trastornos respiratorios funcionales

    En esta entidad se incluyen la tos psicógena y la disfunción de cuerdas vocales.

    El término de tos psicógena es controvertido y se han propuesto numerosos cambios de nomenclatura, siendo las últimas recomendaciones utilizar Síndrome de tos somática y en el caso de la tos tipo hábito (“habit cough”) se ha sustituido por el término de tos tipo tic (“tic cough”). Un tic se define como un movimiento repetitivo que involucra grupos musculares discretos. Las características clínicas clave de los tics incluyen supresión, distracción, sugestibilidad y variabilidad. Las guías ACCP (American College of Chest Physicians) recomiendan que el diagnóstico del Síndrome de tos somática solo puede realizarse después de que se haya realizado una evaluación exhaustiva, se excluyan las causas infrecuentes de tos y el paciente cumpla con los criterios del DSM-5 para un trastorno de síntomas somáticos (incluyen uno o más síntomas somáticos que son angustiantes o que provocan una interrupción significativa de la vida diaria). Puede haber pensamientos desproporcionados y persistentes sobre la gravedad de los síntomas, los altos niveles de ansiedad sobre los mismos o el tiempo y la energía excesivos que se les dedica(11-12).

    Las características clínicas de la tos tipo tic son:

    • Tos fuerte y repetitiva (recuerda en ocasiones al graznido de un ganso canadiense). Existen variantes de esta tos, más suaves y que son tipo aclaramiento de garganta.

      La tos tipo tic se caracteriza por ser una tos seca, ruda, “en graznido”, que habitualmente desaparece en el sueño y responde bien a técnicas de sugestión. Es fundamental su reconocimiento para evitar tratamientos ineficaces y la morbilidad asociada

    • Clara disminución o desaparición de la tos durante el sueño o distracciones (no siempre).
    • Mayor frecuencia en niños escolares y adolescentes sin diferencia de sexos.
    • Puede iniciarse tras una infección viral.
    • Las pruebas complementarias y la exploración física son normales (salvo la tos).
    • No hay respuesta a los distintos tratamientos.
    • Suele ser muy alarmante para el entorno, pero el paciente muestra una sorprendente indiferencia.

    Aunque la tos es muy característica, pudiendo reconocerla en la primera visita, es un diagnóstico de exclusión. Generalmente responde a técnicas de modificación del comportamiento (en lugar de farmacoterapia) como la terapia de sugestión (Tabla III). El diagnóstico precoz es muy importante para evitar tratamientos farmacológicos innecesarios e iniciar la terapia de sugestión lo antes posible, para evitar la cronicidad del proceso. La terapia de sugestión es un medio para potenciar la capacidad del paciente de resistir el impulso de la tos e intentar romper el círculo vicioso de tos-irritación-tos. Se realiza en sesiones de unos 15 minutos, alcanzando generalmente en los 10 primeros minutos un periodo libre de tos. Se les aconseja que tras aprender a suprimir la tos, deben continuar concentrándose el resto del día en ese objetivo y se les advertirá de posibles recurrencias y como tratarlas(13). En ocasiones estos adolescentes pueden requerir derivación a un psicólogo o psiquiatra si no responden a la terapia de sugestión.

    La tos tipo hábito o tos tipo tic es un trastorno mal diagnosticado en muchas ocasiones. Su retraso diagnóstico lleva a un aumento de la morbilidad y al uso de tratamientos ineficaces por lo que es fundamental su conocimiento.

    Weinberger et al, describen en un estudio retrospectivo de 140 pacientes (4-18 años), en los que la duración media del retraso diagnóstico son 4 meses de evolución desde la visita inicial en Neumología. Hasta casi un 30% presentaban > 12 meses de evolución. La terapia de sugestión supuso un éxito del 95% en la resolución de la tos(14). Los mejores resultados se obtienen cuando el paciente está sintomático durante la visita.

    Wright MFA et al, realizaron un estudio prospectivo con 55 pacientes (3.1-16 años) analizando la eficacia de tratamiento mediante refuerzo simple. El 93% de los pacientes había recibido algún tratamiento médico previo a la primera visita, con una media de 3 pruebas terapéuticas. En un 82% la terapia de sugestión supuso la resolución de la tos (12% en el mismo día, 59% en las primeras 4 semanas y el 26% en 1-6 meses). Se obtuvieron mejores resultados en los casos en los que la familia y el paciente creían en el diagnóstico (96% vs 54%). Se observaron recurrencias de la tos (44%), sobre todo en situaciones de estrés o tras infecciones respiratorias, siendo más leve y autolimitada(15).

    No existen datos estratificados por edad en ninguno de los estudios.

    Rojas AR et al, describen la evolución natural sin tratamiento de la tos en 60 pacientes diagnosticados de “childhood involuntary cough syndrome”, con una duración media previa de la tos de 7.6 meses. La tos en el 73% de los pacientes se resolvió espontáneamente en una media de 6.1 meses, pero en el 27% restante la tos persistió durante unos 5.9 años(16).

    La disfunción de cuerdas vocales (DCV) es una entidad poco frecuente que cursa con una aducción inapropiada de las cuerdas vocales durante la inspiración, espiración o ambas. Clínicamente, se manifiesta en forma de episodios agudos, generalmente de inicio y final bruscos, que cursan con una gran variedad de signos y síntomas, desde tos seca, disnea con o sin tiraje, estridor laríngeo, disfonía y/o respiración entrecortada o superficial. Su presentación como tos crónica sin ningún otro síntoma asociado no es habitual. Predomina en las mujeres con una edad media de presentación de 14,5 años. El diagnóstico correcto de la DCV precisa la visualización directa de la laringe mediante una laringoscopia directa cuando el paciente se encuentra sintomático. Las pruebas de función pulmonar, fundamentalmente las curvas flujo-volumen de la espirometría, pueden orientar también al diagnóstico(17).

    Síndrome de vía aérea superior

    Este cuadro era previamente conocido como el síndrome de goteo nasal posterior. Es consecuencia de la estimulación mecánica de los receptores de la tos situados en la hipofaringe y laringe, debido a las secreciones que descienden de la nariz y de los senos paranasales. Característicamente empeoran al acostarse y al levantarse, a diferencia de la tos nocturna del paciente asmático que suele ser a media noche. En los adolescentes se debe a la presencia de rinitis persistente y/o hipertrofia de cornetes. El diagnóstico se basa en la historia clínica y el examen físico, no suelen ser necesarios estudios de imagen. Con respecto al tratamiento, estos pacientes pueden beneficiarse de antihistamínicos y glucocorticoides tópicos nasales(7).

    Reflujo gastroesofágico

    La relación entre la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) y las manifestaciones respiratorias es muy compleja, controvertida y difícil de establecer. Varios estudios refieren que los trastornos esofágicos pueden desencadenar tos en adultos y niños, pero a su vez, la tos puede provocar reflujo gastroesofágico.

    El tratamiento con fármacos antiácidos está limitado por el gran efecto placebo. La presencia de reflujo ácido en un niño con tos crónica no es necesariamente la causa de la tos.

    Se encontró una relación temporal entre el reflujo ácido o débilmente ácido y la tos, sólo en el 15% de los episodios en adultos, lo que sugiere que la aspiración y el reflejo vagal mediado por la tos sólo son relevantes en una minoría(18).

    En un estudio de Chang AB et al, se mostró que casi el 90% de los accesos de tos en niños no se correspondían con reflujo documentado en la pHmetría(19). En el estudio de Gedik AH et al, mencionado previamente, observo que en el grupo de mayores de 6 años (n=190), la asociación entre RGE y tos crónica se dio sólo en el 0.5% de los casos(5).

    La mayoría de los pacientes con tos crónica no se benefician del tratamiento inhibidor ácido solo, lo que sugiere que otros factores además del reflujo ácido son importantes, o simplemente, el reflujo es irrelevante.

    Tratamiento y prevención

    La tos es un síntoma, no una enfermedad, por lo tanto nuestro objetivo será encontrar su causa para realizar un tratamiento etiológico, pero no podemos olvidar que:

    • Siempre hay que evitar los factores ambientales o la exposición al humo del tabaco, que pueden exacerbar cualquier tipo de tos.

      Siempre hay que evitar la exposición a irritantes e investigar sobre tabaquismo activo en los adolescentes

    • Existe un efecto periodo o resolución espontánea de la tos.
    • Existe un efecto placebo de los tratamientos que en algunos estudios es de hasta el 85%(20).

    Por lo tanto, el tratamiento de la tos específica es el tratamiento de la causa concreta de la tos.

    Si no existe sintomatología clínica de alarma ni alteraciones radiológicas o funcionales, se ha de tranquilizar al adolescente y/o los padres y realizar un seguimiento estrecho, vigilando la evolución de la tos. Se pueden producir cambios en las características de la tos y/o aparecer a lo largo del tiempo alguno de los signos o síntomas de alarma que nos orienten hacia la realización de otras pruebas complementarias específicas. Es importante pensar en este grupo de edad en las afecciones somáticas, para iniciar un tratamiento precoz y un manejo adecuado.

    Si la tos persiste en el tiempo, en función de sus características, se puede valorar un ensayo terapéutico con antibióticos en el caso de la tos húmeda, o con GCI en el caso de tos seca, y reevaluar su eficacia (1,3).

    A veces es necesario realizar un ensayo terapéutico o bien con GCI en casos de tos seca o con antibióticos en casos de tos húmeda, que en caso de buena respuesta puede orientar el diagnóstico

    No está indicado el empleo de antitusivos de acción central, antitusivos no narcóticos, mucolíticos ni expectorantes. No hay evidencia para recomendar un tratamiento empírico antirreflujo en los casos de tos crónica inespecífica.

    Existe poca evidencia respecto a que exista un tratamiento eficaz para la tos crónica inespecífica

    Tablas y figuras

    Tabla I. Etiología más frecuente de tos crónica en el adolescente

    Tos crónica en el adolescente

    Infecciones

    Asma

    Síndrome de vía aérea superior

    Trastornos respiratorios funcionales

    Tabaquismo

    Bronquiectasias

    Malformaciones pulmonares

    Modificado de Urgelles Fajardo E, et al(4).

    Tabla II. Historia clínica en la tos crónica

    ¿Cómo empezó?

    Tras IRVA

    Post-infecciosa

    Bronquitis bacteriana persistente

    Características

    Productiva

    Bronquiectasias, fibrosis quística…

    Seca, desaparece durante el sueño

    Trastorno somático de la tos, tic-tos

    Sonido: en graznido, perruna, paroxística

    Trastorno somático de la tos, tos laríngea, síndrome pertusoide

    Síntomas acompañantes

    Sibilancias

    Asma

    Gallo y/o apnea

    Síndrome pertusoide

    Hemoptisis

    FQ, bronquiectasias, TB, malformación arteriovenosa

    Predominio y desencadenantes

    Ejercicio, aire frío, risa o llanto

    Asma

    Con el decúbito

    ERGE, Síndrome de vía área superior

    Respuesta al tratamiento

    Broncodilatadores

    Mejora: hiperreactividad bronquial

    Empeora: malacia

    Antibióticos

    Mejora: bronquiectasias, bronquitis bacteriana persistente

    Modificado de Urgelles Fajardo E, et al(4).

    IRVA: infección respiratoria de vías altas, FQ: fibrosis quística, TB: tuberculosis, ERGE: enfermedad por reflujo gastroesofágico.

    Tabla III. Principales elementos de una sesión de tratamiento por sugestión

    1. Dirigirse al paciente con la certeza de que la tos se resolverá en esa visita. Es fundamental transmitirle confianza.
    2. Explique la tos como un círculo vicioso que comenzó con un irritante inicial que ahora se ha ido, y ahora la tos por si misma está provocando la irritación y más tos.
    3. Instruir al paciente a concentrarse únicamente en aguantar la necesidad de toser, por un período de tiempo inicial breve (p.ej. 1 minuto). Aumente progresivamente este período de tiempo y utilice una alternativa, como beber agua tibia para “aliviar la irritación“.
    4. Dígale al paciente que cada segundo que se aguanta la tos hace que sea más fácil suprimir más tos.
    5. Repita expresiones de confianza en que el paciente está desarrollando la capacidad de resistir la necesidad de toser.
    6. Cuando se consiga evitar la tos (generalmente durante unos 10 minutos), pregunte de una manera retórica, “estás siendo capaz de aguantar la tos, ¿no te parece?“.
    7. Terminar la sesión cuando el paciente pueda responder afirmativa y repetidamente a la pregunta:”¿sientes que ahora puedes aguantar la necesidad de toser por tu cuenta?”. Esta pregunta sólo se hace despues de que el paciente ha aguantado 5 minutos sin toser.
    8. Exprese confianza de que, si se repite el impulso de toser, el paciente puede hacer lo mismo en casa (autosugestión).

    Modificado de Weinberger M, et al(13).

    Figura 1. Algoritmo diagnóstico-terapéutico de la tos crónica en el adolescente

    Bibliografía

    1. Shields MD, Bush A, Everard ML, McKenzie S, Primhak R. BTS guidelines: Recommendations for the assessment and management of cough in children. Thorax.2008;63 Suppl 3:1–15.

    2. Lamas A, Ruize Valbuena M, Máiz L. Tos en el niño. Arch Bronconeumol. 2014;50(7):294-300.

    3. Chang AB, Glomb WB. Guidelines for evaluating chronic cough in pediatrics: ACCp evidence based clinical practice guidelines. Chest. 2006;129 (1 Suppl):260S-283S.

    4. Urgelles Fajardo E, Barrio Gómez de Agüero MI, Martínez Carrasco MC, et al. Tos persistente. Protocolos diagnósticos y terapéuticos de la AEP: neumología. Available at:

    http://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/9_4.pdf.

    5. Gedik AH, Cakir E, Torun E, Demir AD, Kucukkoc M, Erenberk U, et al. Evaluation of 563 children with chronic cough accompanied by a new clinical algorithm. Ital J Pediatr. Italian Journal of Pediatrics; 2015;41(1):1–7.

    6. Chung KF, McGarvey L, Mazzone S. Chronic cough and cough hypersensitivity syndrome. Lancet Respir Med;2016;4(12):934–5.

    7. Castro Wagner JB, Pine HS. Chronic Cough in Children Pediatr Clin N Am 60 (2013) 951–967.

    8. Kimberlin DW, Brady MT, Jackson MA, Long SS, eds. Red Book: 2015 Report of the Committee on Infectious Diseases. 30th ed. ElkGrove Village, IL: American Academy of Pediatrics; 2015.p610.

    9. Moraga-Llop FA, Campins-Martí M. Vacuna de la tos ferina. Reemergencia de la enfermedad y nuevas estrategias de vacunación. Enferm Infecc Microbiol Clin. SEGO; 2015;33(3):190–6.

    10. Bush A. Paediatric problems of cough. Pulm Pharmacol Ther. 2002;15(3):309–15.

    11. Vertigan AE. Somatic cough syndrome or psychogenic cough-What is the difference? J Thorac Dis. 2017;9(3):831–8.

    12. Haydour Q, Alahdab F, Farah M, et al. Management and diagnosis of psychogenic cough, habit cough, and tic cough: a systematic review. Chest 2014; 146:355.

    13. Weinberger M, Lockshin B. When is cough functional, and how should it be treated? Breathe. 2017;13(1):22-30.

    14. Weinberger M, Hoegger M. Thecoughwithout a cause: habitcoughsyndrome. J AllergyClinImmunol 2016;137: 930–931.

    15. Wright MFA, Balfour-Lynn IM. Habit-tic cough: Presentation and outcomewith simple reassurance. PediatrPulmonol. 2018;53(4):512–6.

    16. Rojas AR, Sachs MI, Yunginger JW, et al. Childhoodinvoluntarycoughsyndrome: a long-termfollow-up study. Ann Allergy 1991; 66: 106.

    17. Montaner AE. Disfunción de las cuerdas vocales. AnEspPediatr 2002; 56 [Supl 2]: 59-63.

    18. De Benedictis FM, Bush A. Respiratory manifestations of gastro-oesophageal reflux in children. Arch Dis Child. 2018;103(3):292–6.

    19. Chang AB, Connor FL, Petsky HL, et al. An objective study of acid reflux and cough in children using an ambulatory pHmetry-cough logger. Arch Dis Child 2011;96:468–72.

    20. Eccles R. The powerful placebo in cough studies? Pulm. Pharmacol. Ther. 15(3),303–308 (2002).

    Bibliografía recomendada

    • Chang AB, Glomb WB. Guidelines for evaluating chronic cough in pediatrics: ACCp evidencebased clinical practice guidelines. Chest. 2006;129 (1 Suppl):260S-283S.
    • Weinberger M, Lockshin B. When is cough functional, and how should it be treated? Breathe. 2017;13(1):22-30.
    • Vertigan AE. Somatic cough syndrome or psychogenic cough-What is the difference? J Thorac Dis. 2017;9(3):831–8.
    • De Benedictis FM, Bush A. Respiratory manifestations of gastro-oesophageal reflux in children. Arch Dis Child. 2018;103(3):292–6.
    • Gedik AH, Cakir E, Torun E, Demir AD, Kucukkoc M, Erenberk U, et al. Evaluation of 563 children with chronic cough accompanied by a new clinical algorithm. Ital J Pediatr. Italian Journal of Pediatrics; 2015;41(1):1–7.

     

     
     


    Asma. Cómo actuar. Alergia – Intolerancia a AINEs

     

     

    Asma. Cómo actuar. Alergia – Intolerancia a AINEs

    J. Pellegrini Belinchón(*), C. Ortega Casanueva(**).
    (*)Pediatra de Atención Primaria. Centro de Salud de Pizarrales. Profesor Asociado de Pediatría. Facultad de Medicina. Universidad de Salamanca. Coordinador del Grupo de Trabajo de Asma y Alergia de la SEPEAP. (**)Pediatra y Alergóloga Hospital Quirón San José. Vocal del Grupo de Trabajo de Asma y Alergia de la SEPEAP.

     

    Adolescere 2015; III (2): 127-133

     

    Resumen

    La adolescencia es un periodo de transición en el que se producen cambios no solamente a nivel físico o biológico, sino también a nivel psíquico, emocional y social, y el asma como enfermedad crónica también experimenta cambios en estas edades. Por una parte disminuyen notablemente la infecciones víricas y por lo tanto su relación con el asma; por otra aumentan considerablemente los episodios de broncoespasmo inducidos por ejercicio con respecto a edades inferiores, y se producen cambios importantes en cuanto al desarrollo y manifestación de la enfermedad.

    Así, el asma inducido por fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) es excepcional en la infancia, por eso cuando aparece durante la adolescencia no es extraño que el pediatra no piense en este problema en las primeras manifestaciones de la enfermedad tal y como se plantea en el presente caso clínico.

    Palabras clave: Adolescencia; Asma; Reacciones adversas a AINE; Alergia; Intolerancia.

    Abstract

    Adolescence is a transitional period in which changes occur not only at physical or biological level, but also at psychological, emotional and social levels; and asthma, as a chronic disease, is also modified during these ages. On one hand, there is a remarkable decrease in viral infections and therefore its relation with asthma; on the other, there is a great increase in the episodes of exercise-induced bronchospasm as compared to younger ages. Major changes take place in the development and manifestation of the disease. Thus, asthma induced by nonsteroidal anti-inflammatory drugs (NSAIDs) is exceptional in childhood, so its presentation during adolescence can be unperceived by the pediatrician, as demonstrated in this clinical case

    Key words: Adolescence; Asthma; NSAID adverse reactions; Allergy; Intolerance.

     

    Introducción

    El asma, problema de salud grave que afecta a todos los grupos de edad, está aumentando a nivel mundial sobre todo en niños. Altera la vida de las familias y constituye una importante carga para los sistemas sanitarios. Como enfermedad crónica de capacidad de expresión heterogénea, constituye un problema creciente tanto para la sociedad como para las familias con niños y adolescentes asmáticos.

    El asma, problema de salud grave que afecta a todos los grupos de edad, está aumentando a nivel mundial sobre todo en niños.

    La prevalencia del asma en España en niños mayores es relativamente baja, si la comparamos con países anglosajones, según el “International Study of Asthma and Allergies in Childhood” (ISAAC) aproximadamente un 9% de los niños de 13-14 años reconocen haber tenido síntomas durante el año anterior, y el 10% de padres de niños de 6-7 años informan de que sus hijos han padecido sibilancias en el mismo período. Esta prevalencia ha permanecido constante en los niños mayores entre 1994 y 2002, mientras que ha aumentado de forma notable (de 7% a 10%) en los niños de 6-7 años.1,2

    Aunque guías al uso, como la “Global Iniciative for Asthma” (GINA 2014), la Guía Española para el Manejo del Asma (GEMA 2009, pendiente de publicación la nueva GEMA 2015) o el Consenso de las 5 Sociedades Pediátricas Españolas de 2007 3-5 y otras guías internacionales, no dedican un apartado específico a la adolescencia, la mayoría de pediatras, alergólogos o neumólogos que atienden adolescentes asmáticos reconocen que son pacientes especiales, con problemas inherentes a la edad y a las características propias de esta etapa de la vida, que influyen directamente sobre la percepción de la enfermedad y el tratamiento y manejo del asma.

    Caso clínico

    Adolescente de 14 años, diagnosticada de asma moderada con estudio alérgico negativo y controlada en Atención Primaria, que ingresa en un hospital con crisis grave de asma.

    Antecedentes familiares. Padre diagnosticado de asma hasta los 5 años de vida. Pruebas alérgicas negativas. Posteriormente no presenta sintomatología alérgica ni respiratoria. Madre no alergias. Abuelo paterno fumador. Diagnosticado de EPOC. Resto sin interés.

    Antecedentes personales. Diagnosticada de exantema súbito a los 9 meses. Hasta los 13 meses de vida que inicia la guardería no había presentado episodios de sibilancias. Diagnóstico clínico de bronquiolitis durante el invierno a los 14 meses. Desde entonces presenta episodios de sibilancias, 3-4 al año coincidiendo con procesos catarrales, ocasionalmente con fiebre. Clasificada como “asma leve episódica ocasional” en relación con infecciones. No se instaura tratamiento de base del asma. Se trataban los procesos con Salbutamol inhalado con respuesta adecuada. Solo en una ocasión precisó un ciclo de Corticoides orales.

    Nunca fue ingresada con ninguno de estos procesos en los primeros años de vida, ni presentó signos o síntomas de dermatitis atópica, tampoco de rinitis estacional o perenne, ni prurito ocular ni otros signos sugerentes de alergia. No presenta sintomatología con el ejercicio.

    Su crecimiento y desarrollo a lo largo de la infancia fue correcto con percentiles de peso y talla adecuados para la edad y sin enfermedades reseñables salvo varicela a los 7 años de edad. Las exploraciones realizadas en las revisiones programadas en Atención Primaria fueron normales salvo mínimos problemas ortopédicos solucionados con el crecimiento.

    Pruebas complementarias. Como a los 6 años, aunque de forma ocasional continuaba presentando episodios de sibilancias. Se realiza estudio en el Servicio de Alergia:

    • Pruebas cutáneas: Prick negativo a neumoalérgenos y alimentos.

    • Ig E total en límite alto de la normalidad.

    • Espirometría forzada: Parámetros en rango normal.

    • Prueba de broncodilatación negativa.

    La espirometría presenta un patrón normal con morfología de la curva aceptable. El porcentaje de la relación FEV1/ Capacidad Vital Forzada de la paciente es del 87.89% (104% del valor teórico), con un FEV1 de 1,99 L (84.9% del valor teórico). Se realiza prueba de broncodilatación, siendo esta negativa (1,4% de mejoría).

    Pruebas funcionales normales. Gráfico 1.

    Evolución durante la adolescencia

    Tras varios años sin sintomatología respiratoria, a los 11 años comienza de nuevo con episodios de asma. El primer año, de forma ocasional y muy variable en 3 ocasiones. No precisó ingreso y fue tratada con salbutamol en las crisis, con buena evolución sin necesidad de tratamiento de base del asma. Pero desde que cumple los 12 años aumentan de forma importante los episodios de asma, presenta crisis casi todos los meses, 10 exacerbaciones durante ese año. Los periodos intercrisis son asintomáticos. Tiene buena tolerancia al ejercicio. Se realiza una espirometría tras una crisis en la que presenta por primera vez un patrón obstructivo moderado con prueba broncodilatadora positiva. Gráfico 2.

    A lo largo de los 12-13 años, se instauró tratamiento de base del asma con Fluticasona a dosis medias + β2 adrenérgicos de larga duración (LABA), pero ante la falta de respuesta se aumenta la dosis de corticoides inhalados y se trata con Fluticasona a dosis altas + LABA. Tras el cambio de tratamiento, aunque las crisis fueron más leves, continuaba con la misma frecuencia de los episodios, una vez al mes aproximadamente. Se añadió Montelukast al tratamiento con evidente mejoría, presentando crisis más leves.

    Durante el mes de septiembre, en una excursión familiar a la sierra, presenta una crisis de asma grave, con Saturación de Oxígeno del 75% y Pulmonary Score de 7puntos. Aunque presenta una ligera mejoría, no responde a la medicación de rescate en el Centro de Salud rural donde es atendida. Tras administrarle tratamiento con nebulizado de Salbutamol y Bromuro de Ipratropio y corticoide oral, mantiene una saturación de Oxígeno del 82%, por lo que se decide el traslado urgente a un centro hospitalario donde ingresa en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP) con el diagnóstico de crisis asmática grave.

    Tras ser dada de alta en la UCIP, pasa a planta y se decide repetir el estudio alérgico.

    Diagnóstico

    Reacción adversa a los Antiinflamatorios No Esteroideos (AINE)

    Rehistoriando a la niña y a su familia comentan que esta presentó la menarquia a los 11 años. Aunque el pediatra no tenía constancia en la historia cínica, presentaba dismenorrea, para las que ocasionalmente tomaba paracetamol, pero cuando el dolor era más intenso se medicaba con ibuprofeno. Al poco tiempo comenzaron las crisis coincidiendo con la menstruación y por lo tanto con la toma de Ibuprofeno. La menstruación, al principio muy irregular, con el paso de los meses se fue haciendo regular, una vez al mes.

    Discusión

    La primera reflexión que se plantea ante el caso clínico expuesto es que los niños al crecer van disminuyendo el nivel de consultas con el pediatra, apareciendo determinadas cuestiones de las que prefieren no hablar, aumentando su autonomía personal, pero también familiar, con respecto al pediatra de toda la vida”. Este puede no hacerse a la idea de que los niños se hacen mayores, empiezan la adolescencia y ante patologías muy poco frecuentes durante la infancia, no hacen las preguntas adecuadas durante la anamnesis.

    Se entiende por Reacción Adversa a un Medicamento (RAM) cualquier reacción indeseable o perjudicial y generalmente no esperada que ocurre tras la administración de una dosis de un fármaco.

    Todavía hay discrepancias, y por lo tanto, existen distintas hipótesis que intentan explicar los mecanismos por los que se producen las reacciones adversas a los AINE.

    Cuando se presenta un cuadro de anafilaxia producido por un AINE con mecanismo inmunológico de tipo reagínico, después de realizar los estudios pertinentes, se comprueba que hasta el 90% de estos pacientes presentan un patrón selectivo de sensibilidad frente a ese AINE concreto que provocó la reacción o al grupo al que pertenece, pero tolera perfectamente otros AINE, incluso aquellos con una capacidad importante de inhibición de las enzimas de la ciclooxigenasa (COX), incluida la COX 1.

    Para el clínico, el problema surge cuando aparecen situaciones clínicas semejantes o muy parecidas, con urticaria, ocasionalmente angioedema, otras veces asma con otros signos y síntomas cutáneos, digestivos o respiratorios pero que pueden tener mecanismos patogénicos totalmente distintos, por lo que el abordaje del problema deberá ser diferente.

    Se pueden producir casos de alergia, mecanismo inmunológico Ig E mediada, pero solo en determinados casos se ha podido demostrar, y estos pacientes presentan unas características clínicas la mayoría de las veces específicas. Así, cuando se presenta un cuadro de anafilaxia producido por un AINE con mecanismo inmunológico de tipo reagínico, después de realizar los estudios pertinentes, se comprueba que hasta el 90% de estos pacientes presentan un patrón selectivo de sensibilidad frente a ese AINE concreto que provocó la reacción o al grupo al que pertenece, pero tolera perfectamente otros AINE, incluso aquellos con una capacidad importante de inhibición de las enzimas de la ciclooxigenasa (COX), incluida la COX 1. 7

    Los AINE, sabemos desde hace muchos años, tienen acciones antinflamatorias, analgésicas, antipiréticas y de inhibición de la función plaquetaria. Y estas acciones según la teoría patogénica más aceptada en el momento actual, se basa en la capacidad de los AINE, para inhibir la vía de la ciclooxigenasa e impedir el metabolismo del ácido araquidónico a prostaglandina. Al inhibir esta vía, habitualmente se consigue su acción evitando la degranulación de los mastocitos y la liberación de histamina, pero en determinados casos, al inhibir la vía de la cicloxigenasa, se potencia la vía de lipooxigenasa, produciendo una liberación masiva de leucotrienos que explicarían la sintomatología de la intolerancia a estos fármacos. 7,8

    Con respecto a la prevalencia, aunque hay discrepancias con respecto a la clínica presentada y al método diagnóstico utilizado, en un metaanálisis publicado por Jenkins y colaboradores en 2004 concluyeron que la prevalencia de las reacciones adversas a AINE diagnosticadas por provocación oral controlada (POC) eran mucho más bajas en niños que en población adulta, 5%, versus 21%. 6

    El paciente típico con asma inducido por AINE, suele ser un adulto que ha empezado previamente con una rinosinusitis hipertrófica, ocasionalmente agravada con sobreinfecciones bacterianas, a veces diagnosticado de pólipos nasales y que termina con cuadros de asma relacionados con la toma de este tipo de medicamentos. Realmente la aparición de este problema durante la infancia es excepcional y el pediatra no siempre piensa en esta posibilidad ante procesos, al parecer inexplicables, de empeoramiento de un asma hasta ese momento correctamente controlada.

    Reacción a AINE tipo respiratorio: rubefacción facial, congestión ocular y nasal, y crisis asmática.

    Aunque hay una gran variedad en la expresión de las reacciones a los AINE de tipo respiratorio, lo más frecuente es la aparición de una rubefacción facial, a veces generalizada, que se acompaña de congestión ocular, nasal a veces con rinorrea y que se puede asociar a una crisis asmática entre 30 minutos y 4 horas después de la ingestión del fármaco.9

    En general se producen reacciones de tipo cutáneo, de tipo respiratorio, combinadas de tipo cutáneo y respiratorio e incluso de tipo sistémico, estos últimos muy difícil de diferenciar de una reacción anafiláctica.

    Las reacciones de tipo cutáneo suelen manifestarse como una combinación variable entre urticaria, angioedema y exantemas maculopapulosos con distinta distribución entre 1 y 6 horas después de la ingestión del AINE. Hay reacciones asociadas a otras enfermedades concomitantes, otras relacionadas con urticarias crónicas, a veces con reacciones sistémicas parecidas a la anafilaxia, pero probablemente durante la adolescencia, la forma de presentación más frecuente es la forma infantojuvenil o “angioedema periorbitario aislado”, relacionado habitualmente con el ácido acetil salicílico, la dipirona o el ibuprofeno. Estos cuadros, que se manifiestan en la primera o con mayor frecuencia en la segunda década de la vida, suelen asociarse a una historia alérgica a neumoalergenos, fundamentalmente ácaros. 7

    Pero también están descritas reacciones combinadas, cutáneas y respiratorias, siendo estas reacciones mixtas más frecuentes en la población infantojuvenil. 7

    Es preciso recordar al lector interesado en el tema, la posible reacción cruzada entre AINEs, tanto del mismo grupo como de otros, relacionados frecuentemente con la capacidad de inhibición de la COX in vitro.

    Asma en la adolescencia

    Por último se expondrán a continuación de forma muy resumida algunas características especiales del asma durante la adolescencia, de esta enfermedad crónica, la más prevalente en la infancia.

    La prevalencia del asma en España en niños mayores es relativamente baja, si lo comparamos con otros países de nuestro entorno, según el “International Study of Asthma and Allergies in Childhood” (ISAAC) aproximadamente un 9% de los niños de 13-14 años reconocen haber tenido síntomas durante el año anterior, y el 10% de padres de niños de 6-7 años informan que sus hijos han padecido sibilancias en el mismo período. Esta prevalencia ha permanecido constante en los niños mayores entre 1994 y 2002, mientras que ha aumentado de forma notable (de 7% a 10%) en los niños de 6-7 años. 1,2

    Durante la adolescencia, cambian los precipitantes y factores etiológicos, hay pocos procesos en relación con infecciones, y aunque se mantiene o incrementa la etiología alérgica sobre todo a neumoalergenos como pólenes, ácaros u hongos, la presencia de broncoespasmo inducido por ejercicio es mayor que en otras edades, 20% frente al 5,5% descrito en edades inferiores.10 Además, el asma, que es más frecuente en varones durante la infancia, durante la adolescencia iguala su prevalencia con respecto al sexo pero aumenta en las mujeres en la edad adulta. Se inician además a estas edades formas de asma más típicas de la edad adulta como el asma intrínseca o la intolerancia a AINEs. 11,12

    La mayoría de pediatras, alergólogos o neumólogos que atienden adolescentes asmáticos reconocen que son pacientes especiales, con problemas inherentes a la edad y a las características propias de esta etapa de la vida, que influyen directamente sobre la percepción de la enfermedad y el tratamiento y manejo del asma.

    A pesar de que las guías al uso, como la Global Iniciative for Asthma: GINA 2014, la Guía Española para el Manejo del Asma (GEMA 2009, pendiente de publicación la nueva GEMA 2015) o el Consenso de las 5 Sociedades Pediátricas Españolas de 20073-5 y otras guías internacionales no dedican un apartado específico a la adolescencia, la mayoría de pediatras, alergólogos o neumólogos que atienden adolescentes asmáticos reconocen que son pacientes especiales, con problemas inherentes a la edad y a las características propias de esta etapa de la vida, que influyen directamente sobre la percepción de la enfermedad y el tratamiento y manejo del asma. 12

    Durante la adolescencia, como periodo de transición, se producen cambios en las esferas biológica, emocional, psicológica y social, incluida su relación con el “grupo de iguales”. Es una etapa de la vida donde se desarrolla de forma paulatina la autonomía e identidad personal, el reconocimiento de su “nuevo” cuerpo, la necesidad de autoafirmación con respecto a las personas que hasta ahora han sido sus referentes, se rebelan contra las normas establecidas, se producen cambios en cuanto a sentimientos y actitudes frente a su enfermedad. Son momentos donde las posibles diferencias con sus nuevos referentes, el “grupo de iguales” son mal aceptadas, quieren estar inmersos en su grupo y confundirse con él, se exacerba entonces la sensación de injusticia ante la enfermedad crónica y el adolescente se pregunta ¿por qué yo?.

    Todas estas circunstancias pueden condicionar el curso y el manejo del asma. Se producen actitudes de rechazo hacia la enfermedad, se pueden negar a tomar la medicación de base delante de sus amigos, a evitar los precipitantes del asma o a realizar el calentamiento adecuado antes de la práctica deportiva para soslayar el broncoespasmo inducido por ejercicio o evitar hacer deporte durante las crisis asmáticas, a minimizar la sintomatología no reconociendo las situaciones de inicio de crisis o empeoramiento paulatino del proceso, negándose a aceptar las posibles limitaciones en su vida cotidiana que les produce el asma,13 con una vivencia de angustia-miedo-limitación12.

    La tendencia a imitar comportamientos de adultos, como el consumo de alcohol o el tabaquismo pueden ser muy negativos para el control del asma.

    La necesidad de “inmediatez” del adolescente en cuanto al resultado de la medicación, puede llevar a estos pacientes a un control inadecuado de la enfermedad.

    La necesidad de “inmediatez” del adolescente en cuanto al resultado de la medicación, puede llevar a estos pacientes a un control inadecuado de la enfermedad. Como no ve resultado inmediato con la medicación de base, tiende a ignorarla, se produce entonces un abuso de medicación de rescate con la que “nota” resultados evidentes e inmediatos, pero que conduce a un mal control de la enfermedad, con exacerbaciones más frecuentes e importantes y una disminución de la calidad de vida.

    Si en el asma, como en cualquier enfermedad crónica, es fundamental la educación de los pacientes, en estas edades es imprescindible si se quiere conseguir un adecuado control. Por lo tanto, la implicación del paciente adolescente debe ser una realidad y para ello es necesaria la formación específica en adolescencia y la capacidad de flexibilidad por parte del personal sanitario.

    “Es necesario pactar con los adolescentes para conseguir el cumplimiento correcto del tratamiento de base del asma”

    Bibliografía

    1. García-Marcos L, Quirós Blanco A, Hernández GG, Guillén-Grima F, Díaz CG, Ureña IC, et al. Stabilization of asthma prevalence among adolescents and increase among schoolchildren (ISAAC phases I and III) in Spain. Allergy. 2004;59(12):1301-7.

    2. Carvajal-Urueña I, García-Marcos L, Busquets-Monge R, Morales Suárez-Varela M, García de Andoin N, Batlles-Garrido J, et al. Geographic variation in the prevalence of asthma symptoms in Spanish children and adolescents. International Study of Asthma and Allergies in Childhood (ISAAC) Phase 3, Spain]. Arch Bronconeumol 2005. 2005;41(12):659-66.

    3. Global iniciative for asthma. Global Strategy for Asthma Management and Prevention. Revised 2014. http://www.ginasthma.org/local/uploads/files/GINA_Report_2014_Aug12.pdf Consultado el 25 de enero de 2015.

    4. Castillo Laita JA, de Benito Fernández J, Escribano Montaner A, Fernández Benítez M, García de la Rubia S, Garde Garde J, et al. Consenso sobre el tratamiento del asma en pediatría. An Pediatr (Barc). 2007;67(3):253-73.

    5. Guía Española para el manejo del asma. Guía Española para el Manejo del Asma. 2009. http://www.guiasalud.es/GPC/GPC_500_Asma_GEMA2009.pdf Consultado el 16 de enero 2015)

    6. Jenkins C, Costello J, Hodge L. Systematic review of prevalence of aspirin induced asthma and its implications for clinical practice. BMJ 2004: 328-434.

    7. Ortega Rodriguez NR, Quiralte Enriquez J, Fraj Lázaro J, Palacios Colom L. Reacciones adversas a los AINE: alergia, intolerancia. En Peláez Hernández A, Dávila González JI, editores. Tratado de alergología. Ergon. Madrid. 2007: 1461-81.

    8. Porto Arceo JA. Particularidades de la intolerancia AINEs en niños. Allergol et Inmunopathol 2003;(3):109-25.

    9. Ortega Rodriguez NR, Quiralte Enriquez J. Las reacciones idiasincrásicas a fármacos antiinflamatorios no esteroideos (I): manifestaciones clínicas y mecanismos fisiopatológicos. En Lobera Labairu Ed. Monografía editada por el Comité de Medicamentos de la SEAIC. Saned. Madrid 2005: 99-118.

    10. Solé D, Yamada E, Vana A, Costa Carbalho B, Naspitz C. Prevalence of asthma and related symtoms in school-age children in S. Paulo. Brazil – ISAAC. Journal of Astma. 1999,36;2:205-212.

    11. Escribano Montaner A, García Hernández G. Asma en situaciones especiales. En Cobos N, Perez-Yarza EG, editores. Tratado de Neumología Infantil, 2ª ed. Madrid. Ergon. 2009: 731-746.

    12. Alonso Lebrero E. Asma en situaciones especiales. En García-Marcos Álvarez L, Garde Garde J, Escribano Montaner A y Malmierca Sánchez F, editores. Asma en Pediatría. Barcelona. Edipharma. 2002:187-217.

    13. Morell Bernabé JJ. Asma. En Hidalgo Vicario MI, Redondo Romero AM, Castellano Barca G editores. Medicina de la Adolescencia. Atención integral. Ergon. Madrid. 2012: 933-942.

     

     

     

    El asma en el adolescente


     

    El asma en el adolescente

    J. Pellegrini Belinchón(*), S. de Arriba Méndez(**)
    (*)Pediatra de Atención Primaria. Centro Salud Pizarrales.Salamanca. Profesor asociado de Ciencias de la Salud. Facultad de Medicina. Universidad de Salamanca. Coordinador del Grupo de Trabajo de Asma de la SEPEAP.
    (**)Médico adjunto de Pediatría. Sección Alergia Infantil, Hospital Nuestra Señora de Sonsoles. Ávila. Grupo de Trabajo de Asma de la SEPEAP

     

    Fecha de recepción: 16 de agosto 2013
    Fecha de publicación: 30 de octubre 2013

     

    Adolescere 2013; I (3): 7-27

     

    Resumen

    El asma es una enfermedad frecuente durante la adolescencia. En estas edades cambia el modo de afrontar la enfermedad, especialmente si se trata de una enfermedad crónica, lo que complica el abordaje del problema por parte del profesional y del paciente. Lo que hasta ese momento era responsabilidad de los padres o cuidadores pasa a serlo del propio enfermo, el cual debe ir asumiendo paulatinamente sus propios compromisos ante la enfermedad, y esto no siempre lo entiende la familia, el pediatra ni a veces el propio adolescente.

    Para el control del asma en la adolescencia es fundamental la educación y, aunque este periodo sea probablemente la etapa de la vida más propicia para intervenir educacionalmente, no es precisamente la más fácil. Todo adolescente con asma debe haber recibido educación terapéutica, manejar las técnicas de inhalación y conocer las medidas de control ambiental. Se le realizarán estudios de la función respiratoria, con evaluación de la gravedad de su asma y también de sensibilización alérgica. Debe tener un plan de acción por escrito consensuado con su médico y establecerse controles periódicos del tratamiento farmacológico..

    Palabras clave: asma, adolescencia, tratamiento, educación.

    Abstract

    Asthma is a frequent illness in adolescence. During this period the way individuals confront a medical problem differs, especially in the case of a chronic illness, making the management of the disease more complicated for both, the physician and the patient. The responsibility previously held by parents/carers, now belongs to the patient, who ought to gradually take over the disease´s commitments, being this sometimes difficult to understand by the family, paediatrician and even for the adolescent himself.Education is essential to take control over asthma in adolescence and, despite being this period the most favourable in terms of educational intervention, it is not exactly the easiest. Every single adolescent with asthma should receive therapy management training, handle inhaling techniques and be aware of environmental control measures. The patient should have pulmonary function tests done to assess the severity of his asthma, as well as allergen sensitization tests. A written plan of action should be agreed between doctor and patient and establish regular appointments to assess treatment.

    Key words: asthma, adolescence, treatment, education.

     

    Introducción

    La primera pregunta que nos podemos plantear es ¿por qué escribir un artículo específicamente dedicado al asma en el adolescente? ¿Realmente es necesario? Los autores pensamos que sí lo es.

    La Guía Española para el Manejo del Asma (GEMA) de 2009 la define como una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias, en cuya patogenia intervienen diversas células y mediadores de la inflamación, condicionada en parte por factores genéticos y que cursa con hiperrespuesta bronquial y una obstrucción variable al flujo aéreo, total o parcialmente reversible, ya sea por la acción medicamentosa o espontáneamente1.

    Según los expertos de la OMS la adolescencia comprende un periodo de edad que va desde los 10-11 hasta los 19 años, aunque algunos autores hablan de adolescencia inicial (10-14 años), adolescencia media (15-17 años) y adolescencia tardía (18-21 años)2.

    Según datos del estudio International Study of Asthma and Allergies in Childhood (ISAAC), afectaría a un 10% de los jóvenes de 13-14 años. El broncoespasmo inducido por ejercicio (BIE) es más frecuente en la infancia, llegando a casi el 20% en este grupo3.

    El asma, junto a la obesidad, son las enfermedades crónicas más prevalentes en el adolescente, y los pediatras somos conscientes de que en estas edades cambia el modo de afrontar la enfermedad, especialmente si se trata de una enfermedad crónica. Actitudes de negación o de culpabilidad, complican el abordaje del problema por parte del profesional, cambian sentimientos y actitudes de nuestro paciente y lo que hasta ese momento era responsabilidad de los padres o cuidadores pasa a serlo del propio enfermo, que debe ir asumiendo paulatinamente sus propios compromisos ante la enfermedad.

    Peculiaridades del asma en el adolescente

    El asma del adolescente y del adulto joven presenta características distintas que las del niño4:

    Las infecciones respiratorias pierden importancia en esta etapa de la vida como desencadenantes del asma.

    Aunque en muchos casos empezaron antes o se desarrollaron en la etapa escolar, la sensibilización y alergia a neumoalérgenos como pólenes, ácaros, hongos o epitelio de animales tienen un papel muy importante en estas edades.

    El broncoespasmo inducido por ejercicio (BIE), no solamente es más prevalente en esta edad sino que además puede influir de forma importante y negativa en su relación con el “grupo de iguales”.

    Los factores emocionales pueden ser con más frecuencia causa desencadenante en estas edades.

    Adolescentes y jóvenes desarrollan tipos de asma propias de los adultos como es la relacionada con antinflamatorios no esteroideos (AINES) y el asma intrínseca.

    Para el adolescente con asma, el proceso de cambio a la etapa adulta, ya de por sí difícil, puede ser frustrante y constituir una dificultad añadida en su capacidad de independencia e incluso en la relación con el grupo de amigos.

    Pero también hay cambios en lo que respecta al propio sujeto. Mientras que para un adolescente sano el proceso de cambio a la etapa adulta puede ser frustrante y difícil, para el adolescente enfermo, al ser mucho más vulnerable, puede constituir una dificultad añadida y tener efectos indeseables sobre su capacidad de independencia, el desarrollo de su imagen corporal, la maduración de la personalidad, la búsqueda de su propia identidad e incluso en la relación con el grupo de amigos.

    Uno de los problemas que se nos plantea con más frecuencia a los profesionales que tratamos adolescentes, es el cambio que se produce durante estos años en cuanto a su actitud frente a la enfermedad crónica, este cambio puede condicionar el curso de la enfermedad y el manejo y autocontrol del proceso que hasta ese momento no ha dependido directamente de él, sino de su entorno más cercano5:

    La necesidad de separarse y diferenciarse de los padres, hasta ahora su apoyo fundamental, la rebeldía hacía las normas y, por último, la importancia que en esta edad tienen el “grupo de iguales”, explican actitudes de rechazo ante su enfermedad e incluso de negación del problema. Esto puede condicionar actuaciones no apropiadas en la tropiezo de desencadenantes y el uso inadecuado de la medicación.

    o Evitación de la medicación de base. Obvian la utilización de antiinflamatorios o corticoides inhalados ya que no observan efectos inmediatos.

    o Naturalmente, si no tienen un adecuado tratamiento de base del asma, no es raro que abusen de la medicación de rescate que precisaran y que procuran tomar en privado.

    o Uso inadecuado de la medicación, tomando fármacos antiinflamatorios o para control de rinitis como tratamiento de rescate.

    o Olvido de las normas para la evitación de desencadenantes, el adolescente procura evitar ser distinto de su grupo de amigos.

    El reconocimiento de su “nuevo cuerpo”, puede provocar que en ocasiones no sean capaces de valorar los signos de alarma, tanto de empeoramiento paulatino como la percepción de la crisis de asma.

    Son tiempos de desarrollo de la autonomía, entendida como la capacidad de tomar decisiones adecuadas, de tender o imaginar un proyecto de vida, en el que probablemente su asma no tiene cabida. La necesidad de autoafirmación con rechazo de reglas establecidas y de la autoridad de los adultos, pueden llevarlos a la adquisición de determinados hábitos, como el tabaquismo, drogas o a la adopción de conductas de riesgo que pongan en peligro el control del asma6.

    Por último el sistema sanitario no siempre está preparado para atender las necesidades específicas de este grupo de población. Si atender a la población adolescente con calidad supone un desafío tanto para el profesional como para el sistema sanitario, la atención al adolescente asmático comporta una serie de recursos en tiempo y formación de los de los profesionales de los que no siempre se dispone.

    La necesidad de integrar a los adolescentes en la comprensión de su enfermedad, hacerles entender su patología sin que se sientan enfermos o menospreciados por sus amigos, hacerles aceptar la dependencia de un tratamiento o la necesidad de acudir al médico, no es fácil y constituye un reto para los profesionales.

    Factores de riesgo

    Existen una serie de factores asociados al asma que pueden complicar su manejo y empeorar su evolución. En este apartado nos vamos a referir a los que son más frecuentes en la adolescencia: la obesidad, el tabaquismo y la ansiedad o el estrés. Asimismo, las comorbilidades o la existencia de broncoespasmo con el ejercicio dificultarán el manejo del asma.

    Obesidad

    La obesidad y el asma son las patologías crónicas más frecuentes en la adolescencia y, cuando coinciden en un mismo individuo hacen que el manejo y la evolución sean más complejos.

    Aunque según algunos estudios la obesidad podría tener mayor influencia en el asma del niño que en el del adolescente como en el reciente trabajo de González-Barcala y colaboradores7 que encuentran asociación entre la obesidad y la alta prevalencia de asma y el broncoespasmo con el ejercicio, pero sólo en los niños, sin que esta asociación tenga significación estadística en adolescentes. Otros estudios, en cambio, sí encuentran asociación en los adolescentes. Según Noal y colaboradores8 en una población de Brasil observan un 50% más de sibilancias en los adolescentes obesos.

    La presencia de obesidad en la adolescencia también se ha relacionado con la persistencia de asma en la edad adulta, especialmente en la población femenina9. Castro-Rodriguez y colaboradores encontraron en la cohorte de Tucson que las niñas, pero no los niños, que desarrollaron sobrepeso u obesidad entre los 6 y 11 años, tenían 7 veces más riesgo de desarrollar asma que el resto, independientemente de su condición física o desarrollo de alergia10. Se ha estimado que la obesidad podría ser la responsable de un 15 a 38% de los casos de asma11.

    Tabaquismo

    Es mucho más fácil evitar que un adolescente se inicie en el hábito tabáquico que intentar deshabituar a un adulto.

    Entre los factores de riesgo del asma que debemos valorar está el tabaquismo, que si hasta estas edades ha sido pasivo, ahora, en la adolescencia, pude empezar a ser activo. Su tendencia a imitar conductas de los adultos o de sus amigos, puede inducirle a iniciarse en el tabaquismo. En las consultas debemos hacer educación, dejándole claro que las personas que fuman tienen más síntomas respiratorios y peor control de los mismos12. Es mucho más fácil evitar que un adolescente se inicie en el hábito tabáquico que intentar deshabituar a un adulto.

    Pero la relación entre tabaco y asma parece bidireccional. Aparte de aumentar los síntomas respiratorios en los fumadores, como decíamos, se ha visto que los adolescentes asmáticos, sobre todo si son mujeres, o también, si tienen una madre fumadora, tienen mayor riesgo de iniciarse en el hábito de fumar que los adolescentes no asmáticos13. Algunos estudios encuentran que los jóvenes asmáticos tienen más riesgo de hacerse fumadores habituales, así como de fumar más número de cigarrillos que los adolescentes no asmáticos14. En general se considera que el tabaquismo puede influir como inicio o puerta de entrada de otras drogas como el cannabis, consumo de alcohol o conductas de riesgo.

    Factores emocionales: ansiedad, estrés

    Para el adolescente con asma los problemas psicológicos son especialmente importantes y pueden influir decisivamente en su calidad de vida. Existe una asociación entre el asma y la salud mental de los jóvenes, siendo claramente significativa en el caso de los problemas de ansiedad y depresión, y algo menos, en el caso de los problemas de comportamiento. En el caso de la ansiedad en adolescentes, se ha visto que se asocia a un aumento de la gravedad del asma, del uso de recursos asistenciales y con el peor control de los síntomas15, 16. El tratamiento de la ansiedad podría mejorar los síntomas de asma y la calidad de vida de estos pacientes17,18. El apoyo médico, a veces por otros especialistas, será necesario en los adolescentes con asma y problemas emocionales o de salud mental.

    Comorbilidades

    Cualquier otra enfermedad crónica, como la diabetes, reflujo gastroesofágico (RGE), depresión, obesidad, rinosinusitis, junto con el asma, podría hacer más difícil el manejo de ambas enfermedades.

    Dentro de la problemática asociada al asma, es la rinitis alérgica la más frecuente. Según el documento ARIA (2008) el 80% de los pacientes asmáticos presentan además rinitis19. La presencia de rinitis alérgica parece complicar el manejo del asma, como se ha puesto de manifiesto en algunos estudios, pudiendo mejorar la función pulmonar al tratarla20.

    Broncoespasmo inducido por el ejercicio físico (BIE)

    El BIE se define como un estrechamiento brusco y transitorio de las vías aéreas, producido 5-15 minutos después de un ejercicio intenso y continuo. El adolescente tiene sensación de cansancio prematuro y es habitual que presente tos, disnea, sibilancias y opresión torácica.

    Cuando se realizan pruebas objetivas se encuentra una disminución de al menos el 10% del volumen espiratorio forzado en el primer segundo (FEV1) o del PEF si se utiliza el pico de flujo, con respecto al valor basal. Suele recuperarse en 20-60 minutos y a veces tras el episodio de BIE se produce un periodo refractario que puede durar entre 2 y 4 horas. En el momento actual se prefiere el término BIE al de asma inducida por ejercicio (AIE) ya que el ejercicio no induce asma pero en cambio sí que provoca broncoespasmo en pacientes asmáticos21.

    Dada la frecuencia de BIE en adolescentes que en España se ha publicado que en algunas zonas puede llegar casi al 20%3, es fundamental la educación y prevención tanto con medidas generales como tratamiento farmacológico para conseguir que el adolescente pueda realizar una vida normal para su edad.

    Es muy importante no evitar la práctica de ningún deporte y explicar al adolescente que un tratamiento adecuado evitará la aparición de los síntomas.

    Es necesario también mejorar la forma física y capacidad aeróbica. La práctica de deportes será beneficiosa para la evolución de su asma si se realiza de forma adecuada. Una reciente revisión Cochrane concluye que la natación mejora la función pulmonar en adolescentes y niños22. Es fundamental el calentamiento previo, la progresión del ejercicio y el uso de bufandas si el ambiente es frío y seco, así como la respiración nasal.

    Si el BIE se produce de forma habitual será necesario tratar correctamente el asma de base según se expone más adelante en este mismo artículo. El tratamiento profiláctico utilizado habitualmente son los broncodilatadores de acción corta previos al ejercicio. También se utilizan en ocasiones los antileucotrienos, los corticoides inhalados, o cuando es preciso, la combinación de ambos23. Se les debe explicar de forma sencilla y simplificar en lo posible el tratamiento por ejemplo recomendándoles en una única dosis los corticoides inhalados, y mejor si es nocturna, lo cual parece favorecer la adherencia24.

    Diagnóstico

    Para el diagnóstico de asma en el adolescente es fundamental la historia clínica que debe ser metódica y minuciosa. El diagnóstico en estas edades no es distinto que en el niño mayor o en el adulto.

    Los síntomas característicos del asma son tos persistente, sibilancias (referidas como pitos o silbidos), disnea o dificultad para respirar y sensación de opresión torácica o tirantez, referido así a veces por los adolescentes, aunque ninguno de estos síntomas es específico y la intensidad puede ser variable5. La historia clínica debe ir enfocada a valorar las características y gravedad de las crisis, los periodos inter crisis, identificar factores agravantes o precipitantes, estimar el impacto de la enfermedad en el paciente y evaluar el desarrollo de la enfermedad.

    Para el diagnóstico de asma en la adolescencia, además de la historia clínica y una exploración física completa y correcta, son necesarias pruebas funcionales, así como la realización de pruebas alérgicas.

    Pero durante la adolescencia, los signos y síntomas clínicos no son criterio suficiente para diagnosticar la enfermedad, además de una exploración física completa y correcta, son necesarias pruebas funcionales, así como la realización de pruebas alérgicas.

    Realizar una espirometría forzada y test de broncodilatación, serán imprescindibles para realizar un diagnóstico correcto. En la espirometría se constata, en el caso de asma, un patrón obstructivo con disminución de la capacidad vital (CV), capacidad vital forzada (CVF), también disminución del FEV1, y el cociente FEV1/ CVF. La prueba de broncodilatación se realiza tras una espirometría basal, se aportan broncodilatadores de acción corta (habitualmente 4 dosis de salbutamol con cámara espaciadora, cada uno de los puff separados 30 segundos), aunque se pueden utilizar otros broncodilatadores. A los 15-20 minutos se realiza otra espirometría, si el FEV1 aumentó más del 9% del valor teórico o más del 12% del valor basal previo, se considera una prueba de broncodilatación positiva y es muy sugestiva de asma.

    En esta edad cobra un papel fundamental la realización de pruebas alergológicas, ya que si durante la infancia muchas crisis están desencadenadas por procesos infecciosos, en el adolescente los desencadenantes por excelencia son los aeroalérgenos25.

    Hay que tener en cuenta que los adolescentes a veces tienen problemas para reconocer los síntomas, así como la gravedad de los mismos. El asma en el adolescente es una enfermedad probablemente infra diagnosticada; Siersted y colaboradores26 encontraron que hasta un tercio de los adolescentes estaba sin diagnosticar y, dos tercios de los no diagnosticados, nunca había referido sus síntomas a un médico.

    El diagnóstico diferencial en estas edades se debe realizar fundamentalmente con la disfunción de cuerdas vocales y la tos psicógena27. En el primer caso se trata de la disfunción paradójica de las cuerdas vocales en algún momento del ciclo respiratorio y que producen una obstrucción de la vía aérea. Cuando el estridor que se puede confundir con sibilancias y asma es inspiratorio es más fácil de sospechar la disfunción de cuerdas vocales que cuando es espiratorio. Es más frecuente en mujeres jóvenes y adolescentes. El diagnóstico, que no es fácil, en ocasiones lo puede sugerir una meseta típica en la espirometría, y se debería intentar realizar en pleno episodio una fibrolaringoscopia con visualización directa de las cuerdas vocales.

    Con respecto a la tos psicógena hay que sospecharla cuando no hay clínica por la noche o cuando el sujeto está distraído o entretenido.

    Tratamiento

    Previamente a iniciar cualquier tratamiento de mantenimiento es preciso haber realizado un diagnóstico correcto y precoz, se debe hacer la clasificación de la gravedad antes de iniciar una pauta concreta y enseñar, explicar, ensayar, demostrar y comprobar la técnica inhalatoria1, teniendo en cuenta la habilidad y preferencias del paciente y esto último en los adolescentes en fundamental.

    Clasificación del asma

    Por la edad y el tipo de actividad física que realizan los adolescentes, más parecida al que han estado realizando durante la edad infantil, no reglada y en muchos casos impredecible y dado que los adolescentes tienden a no reconocer bien su sintomatología, probablemente si clasificásemos la gravedad de su asma según indica la Global Iniciative for Astma (GINA)28 y algunos otros consensos referidos a población adulta estaríamos posiblemente subestimando su gravedad, por ello proponemos clasificar el asma en la adolescencia de la misma forma que en la edad infantil, tal como proponen el consenso nacional de 5 Sociedades Científicas españolas29 y la GEMA1 (Tabla I).

    Esta clasificación se utiliza para orientar el tratamiento en un primer momento, posteriormente los cambios de medicación dependerán de la evolución clínica y del control de la enfermedad.

    Tratamiento farmacológico de mantenimiento

    El tratamiento farmacológico no es más que una parte del tratamiento integral del asma que debe incluir la educación y el control de factores que influyen en su evolución, que se tratarán más adelante.

    La forma de iniciar el tratamiento de fondo del asma en el adolescente29,30 se expone en la Tabla II.

    Una vez iniciado el tratamiento según la clasificación de gravedad del asma, la GINA, pone de relieve que el objetivo del tratamiento es conseguir un adecuado control de la enfermedad y se considera que el adolescente o adulto joven está controlado cuando:

    — Puede hacer actividad física sin limitaciones.

    — Presenta sintomatología nula o mínima.

    — No presenta reagudizaciones.

    — No precisa medicación de rescate.

    — Función pulmonar normal.

    — Variabilidad del FEM < 20%

    — Se han evitado los efectos adversos de la medicación.

    El consenso español1,29 propone que una vez establecido el tratamiento, se cite al niño y su familia y se le pase un cuestionario para intentar objetivar la respuesta a este tratamiento inicial. Propone el Cuestionario Control del Asma en Niños (CAN), Tabla III, que consta de 9 preguntas, con 5 posibles respuestas, que se puntúan cada una de 0 a 4 puntos. La puntuación máxima es de 36 puntos y la mínima de 0 puntos. A más puntuación peor control. Se considera deficientemente controlado un niño a partir de 8 puntos, aunque en este momento se está considerando elevar esta puntuación.

    En la Figura 1, se expone el tratamiento escalonado según el grado de control 28,29,30.

    Antes de aumentar la dosis o número de fármacos en el tratamiento de mantenimiento comprobaremos que la adherencia al tratamiento, la técnica inhalatoria y las medidas de evitación de desencadenantes sean correctas.

    Es preciso hacer alguna puntualización sobre el tratamiento de mantenimiento en esta edad:

    — Los β2 adrenérgicos de acción larga no deben utilizarse nunca en monoterapia, siempre asociados a glucocorticoides inhalados (GCI). Cuando ambos fármacos se asocian mejoran el control y permiten reducir las dosis de GCI.

    — La efectividad de los GCI está bien contrastada a esta edad.

    — Aunque los antileucotrienos (ARLT) son eficaces a estas edades, tienen menor capacidad antinflamatoria que los GCI. Cuando ambos fármacos se asocian mejoran el control.

    — A cualquier edad, el control del niño con asma moderada o grave debe hacerse siempre coordinado con otros especialistas, alergólogos infantiles o neumólogos pediátricos del hospital de referencia.

    — El descenso de medicación se realizará de forma progresiva, pasando de un nivel al inmediatamente inferior.

    La inmunoterapia está indicada cuando no es posible evitar la exposición al alérgeno, cuando no se consigue un adecuado control de los síntomas de asma con la medicación adecuada o cuando este provoca efectos adversos o es rechazado por el paciente o su familia. Se utiliza mayoritariamente en asma episódica frecuente o moderada, cuando existe sensibilización a un único alérgeno o a un alérgeno predominante del que se disponga de extractos de alta calidad estandarizados biológicamente. Se utiliza también en asma leve con rinitis importante que afecta especialmente a la calidad de vida del paciente. La inmunoterapia no debe prescribirse a pacientes con asma grave o no controlada, por el elevado riesgo de reacciones adversas graves, incluso mortales 1,29-30.

    La administración se puede realizar de forma subcutánea o sublingual, con respecto a esta última en la GEMA de 2009 informa de que existen dos revisiones sistemáticas que concluyen que es capaz de reducir significativamente las manifestaciones bronquiales en adolescentes con asma alérgica.

    Tratamiento de la crisis de asma

    Durante la adolescencia, la valoración de la crisis de asma y su tratamiento es la misma que en el niño mayor o adulto y se expone en la Figura 2.

    Educación

    Educación en asma del adolescente

    Aunque el periodo de la adolescencia sea probablemente la etapa de la vida más propicia para intervenir educacionalmente, no es precisamente la más fácil.

    El manejo del asma, implica un adecuado autocontrol y ahí es donde debemos enfocar gran parte de este artículo, en la educación del adolescente. No solamente se deben incluir conceptos y habilidades, serán necesarias la aplicación de técnicas motivacionales precisas para que el adolescente comprenda su enfermedad y participe activamente en su control y tratamiento. Para ello será necesarias la motivación y habilitación para vivir de forma saludable y enseñarles a manejar su enfermedad correctamente y con la máxima autonomía. Si no se consigue este objetivo probablemente no se consiga un adecuado control de la enfermedad31.

    El proceso educativo del adolescente debe ser individualizado, adaptado a cada una de las situaciones y vivencias, debe ser flexible, continuo y dinámico. La mayoría de las veces partimos de una educación previa, que es cierto que no dependía directamente de nuestros pacientes, sino de los padres y cuidadores, pero el hecho de extender en estas edades de forma progresiva y secuencial la asunción de responsabilidades directas y personales mejorará la relación, flexibilizará nuestras propias actitudes como profesionales y nos hará más receptivos a la negociación y menos proclives a la imposición, mal aceptada por los adolescentes.

    En estas etapas, el profesional no es raro que tenga que asumir situaciones o tratamientos que sin ser los óptimos son los posibles en ese momento, pero esto mejorará la relación con su paciente y probablemente mejore la adherencia al tratamiento y aumente su autoestima y motivación.

    Objetivos

    El objetivo general de la educación en asma al adolescente es conseguir que sea capaz de controlar su enfermedad y que le capacite para realizar una vida normal para su edad, incluyendo la actividad física, el deporte, los estudios o trabajo y la relación con su entorno.

    Para conseguir este objetivo, en realidad mejorar la calidad de vida, se deben formular objetivos específicos como aumentar el conocimiento sobre la enfermedad, detectar con prontitud signos de empeoramiento o alarma, reducir el número de exacerbaciones, de visitas a urgencias, evitar el absentismo escolar o laboral o mejorar la adherencia al tratamiento.

    Si se pretende tener éxito, los objetivos específicos planteados durante las primeras sesiones a los adolescentes deben ser aquellos que ellos propongan en primer término o que valoren especialmente, es decir si lo que realmente quieren es jugar al baloncesto o bailar sin tener que parar por el BIE, si son viables en ese momento y se consiguen mejorara la confianza, su propia autoestima y se conseguirá mejor adherencia al tratamiento.

    Secuencia

    La educación se debe iniciar con el diagnóstico educativo, identificando y valorando las necesidades del adolescente y su familia. Hay que conocer ¿Quién es el paciente? ¿A qué se dedica, estudia, trabaja, cuáles son sus aficiones? ¿Qué sabe sobre su enfermedad? ¿Qué tipo de asma tiene? ¿Cuál es su motivación?

    A partir de estas necesidades, en función de estas y dependiendo de los recursos disponibles, se determinan los objetivos, como hemos mencionado en el punto anterior en coordinación con nuestro paciente, y una vez establecidos se establece una pauta secuencial que debe ser planificada u organizada.

    Es importante hacer un plan escalonado, no se puede abrumar o apabullar al paciente con información sobre la enfermedad en las primeras sesiones, se debe utilizar una metodología estructurada para aplicar y desarrollar los contenidos 31,32.

    En esta etapa de la vida es preciso citarles con más asiduidad que a otros pacientes, repasar con ellos sus problemas e inquietudes e intentar llegar a acuerdos asumibles.

    Contenidos

    La educación no puede limitarse a trasmitir información, es preciso conocer y valorar el conocimiento y la actitud con respecto al asma del adolescente antes de planificar las intervenciones educativas.

    La educación no puede limitarse a trasmitir información, es preciso conocer y valorar el conocimiento y la actitud con respecto al asma del adolescente antes de planificar las intervenciones educativas. Los puntos clave en la educación del asma se expresan en la Tabla IV 29,31

    Anatomía, fisiopatología.

    Realmente es muy difícil explicar la diferencia entre medicación antiinflamatoria y de rescate si no se aporta previamente unos conocimientos básicos sobre la enfermedad, la anatomía y fisiopatología del aparato respiratorio explicando de forma somera aunque clara la diferencia entre inflamación y broncoconstrición. Se pueden utilizar diversos métodos como el de los anillos concéntricos o el Modelo Tridimensional de los Tres Tubos 33, explicando a que nivel actúan los distintos fármacos.

    Factores desencadenantes, medidas de control y evitación.

    Es crucial la comprensión del adolescente de los factores desencadenantes y las medidas de control y evitación. Ya hemos citado anteriormente las dificultades propias de la edad, su relación con el grupo de amigos, su negación a ser distintos que los demás, momentos críticos en cuanto a conocimiento de su propio cuerpo en constante cambio. Si no pueden realizar alguna actividad, como salir al campo en primavera deben comprender bien la causa e interiorizarla, probablemente a veces será inevitable que se equivoquen y que sufran las consecuencias para aprovecharlas de forma positiva e integrante en la siguiente sesión y sacar conclusiones comunes después de la experiencia.

    Con el adolescente nunca se debe emplear un abordaje del tipo prohibicionista, ya que se puede provocar un efecto rebote. Tratar temas como el tabaco, la obesidad, alérgenos, ejercicio, deporte, infecciones respiratorias, alimentos, fármacos, irritantes es obligado. Cuando fuera necesario restringir algún tipo de actividad, aunque sea temporalmente se debe valorar con él la sustitución por otras alternativas o en otro momento.

    Educación en la percepción de síntomas y signos de alarma.

    La educación en la percepción de los síntomas del asma debe empezar en el momento del diagnóstico de la enfermedad. En muchos casos, el asma se ha iniciado en la niñez, pero en el adolescente surge la negación del problema, el sentimiento de injusticia ¿por qué yo?, y la necesidad imperiosa de no ser distinto. Si esto se une a la falsa idea de que el asma desaparece en la adolescencia, puede conducir al abandono del tratamiento antiinflamatorio de base ya que no notan una mejoría inmediata ni probablemente un empeoramiento brusco al dejarla, por lo que se puede producir un mal control y, en algunos casos, situaciones graves o peligrosas.

    El adolescente debe reconocer sus síntomas y signos de empeoramiento o de comienzo de una crisis, así, el cansancio, la tos, los pitidos, los despertares nocturnos, la opresión en el pecho o la dificultad para respirar deben valorarse con prontitud y actuar en consecuencia antes de que aumente la gravedad del proceso. Cuanto más precozmente se trate una reagudización, mejor será el pronóstico de la misma, objetivo difícil de cumplir si el paciente lo que hace es negar o disimular su estado. Cuando hay dificultad para el reconocimiento de los síntomas o para mejorar el control de la enfermedad se pueden utilizar medidas objetivas de monitorización 31.

    Monitorización de la enfermedad. Medidas objetivas.

    La percepción de la sintomatología clínica es un parámetro subjetivo. Para ayudar a su reconocimiento y valoración se puede utilizar, bien un cuaderno de síntomas donde se vaya apuntando diariamente los signos y síntomas, pero esta percepción puede estar modificada por otros factores como el estado de ánimo, o si queremos utilizar un método objetivo, se puede recurrir a la medida del Flujo Espiratorio Máxima (FEM), utilizando un aparato para medirlo de forma ambulatoria, el medidor de pico de flujo o Peak Flow Meter (PFM).

    Con la medida del FEM se obtienen unos valores límites individualizados para cada paciente y que conducen al mantenimiento o cambio del tratamiento según criterios pactados entre el paciente y el médico. Es un buen sistema para adolescentes que no son capaces de reconocer los síntomas de empeoramiento, presentan asma grave o inestable, otras veces se puede utilizar en monitorizaciones cortas de 2-3 semanas, en descompensaciones o ante cambios terapéuticos, aunque hay que advertir que si no se realiza la técnica de forma adecuada el valor del FEM puede inducir a errores32.

    Automanejo del asma y plan de acción por escrito.

    El automanejo del asma pretende conseguir y mantener la mejor función pulmonar posible y por lo tanto la mejor calidad de vida para el adolescente, a través del control de medidas ambientales, evitación de desencadenantes, determinación de la gravedad del asma tanto clínica como basada en medidas objetivas y utilización de pautas de tratamiento farmacológico adecuado.

    Para conseguirlo es preciso establecer un “plan de acción” por escrito, que debe ser pactado con el adolescente, donde deben establecerse de forma clara, concisa e individualizada las medidas a tomar con respecto al tratamiento de mantenimiento y sus posibles ajustes, actitud ante una posible crisis y cuándo acudir a un servicio de urgencia.

    El automanejo se puede resumir en lo que se conoce como habilidades de autocuidado. El adolescente será capaz de:

    o Conocer y evitar los desencadenantes.

    o Reconocer y monitorizar los síntomas.

    o Utilizar la medicación, especialmente la inhalada de forma correcta.

    o Actuar de forma temprana ante cualquier variación de su asma.

    El autocontrol es conseguir la capacidad para reconocer cualquier situación clínica y tomar las decisiones adecuadas y esto no siempre es fácil con los adolescentes31.

    Técnicas y sistemas de inhalación.

    Es imposible un adecuado control de la enfermedad si no se dominan las técnicas de inhalación. Ningún paciente debe salir de la consulta del médico en la que se le ha propuesto una medicación inhalada sin que el profesional haya enseñado y comprobado que maneja la técnica correctamente.

    Las recomendaciones del GEMA1 relativas a la educación en sistemas de inhalación son:

    o Escoger el dispositivo. Fundamental en adolescentes, siempre pactado una vez que se ha comprobado la técnica.

    o Explicar técnica y características del sistema.

    o Demostrar por el propio sanitario como se utiliza.

    o Comprobar que el adolescente lo hace correctamente.

    o Reevaluar periódicamente en las visitas de control y corregir fallos basados en la rutina.

    Esto no será posible si en la consulta del médico/enfermera no se dispone de placebos de sistemas de inhalación y de polvo seco, cámaras, medidores de pico de flujo, etc.

    El paciente debe saber cómo mantener limpios los dispositivos y cámaras, comprobar el adecuado funcionamiento y si quedan pocas dosis del fármaco cuando no tiene contador y las medidas de higiene bucal tras su administración.

    Cumplimiento terapéutico. Adherencia y concordancia.

    El asma, como otras enfermedades crónicas con grandes periodos sin síntomas, presenta alta tasa de incumplimientos terapéuticos, esta realidad se ve sobre todo en adolescentes por las características comentadas anteriormente.

    Hablamos de cumplimiento terapéutico cuando la conducta y tratamiento farmacológico del paciente se acomoda a lo indicado por su médico. Esto implicaría obediencia por parte del paciente. El término adherencia se refiere al hecho de que el paciente acepta voluntariamente las recomendaciones del médico, después de un razonable acuerdo o negociación del plan terapéutico. Al utilizar la palabra concordancia nos referimos cuando existe noción de autonomía por parte del joven o adolescente en relación de igualdad con su médico y se utilizan decisiones corresponsables respecto al tratamiento y manejo de la enfermedad. El paciente se implica en el manejo de su enfermedad en una alianza terapéutica médico/enfermo 32.

    Aunque en estas edades lo ideal sería la concordancia, si se consigue la adherencia al tratamiento, hablaríamos de éxito.

    Para mejorar la adherencia en consulta, no podemos olvidar que el adolescente “siempre” nos va a poner a prueba, que a veces los padres van a ser unos colaboradores inestimables pero tenemos que tener mucho cuidado en cómo abordarlo, sin olvidar la importancia que tiene en esta edades el “grupo de iguales”. Es preciso saber escuchar, dar pruebas de confianza y apoyo asegurando en todo momento la confidencialidad, observar las actitudes de nuestro paciente y su lenguaje corporal y es muy importante cumplir nuestras promesas para no defraudar su confianza. Hay que intentar que él proponga los cambios y pactar los objetivos, como se trató antes, no siempre se podrá hacer lo mejor, será necesario intentar lo posible. Es importante reforzar los éxitos cuando se produzcan, aunque sean mínimos.

    Quién debe realizar la educación del adolescente

    El pediatra de atención primaria debe ser el responsable del seguimiento integral y de la promoción de autocuidados del adolescente asmático, siempre coordinado con atención especializada en aquellos casos que lo requieran.

    Todos los profesionales implicados en el proceso, médicos, pediatras, alergólogos, neumólogos, enfermeras… y todos deben haber recibido una formación adecuada y de calidad con entrenamiento práctico, como realización de talleres, para mejorar habilidades en educación. Además de a nuestro paciente, es preciso formar a la familia y sería conveniente también a educadores.

    De cualquier forma, en el caso del adolescente, el pediatra de atención primaria, es de fácil acceso, conoce al paciente y al entorno socio familiar desde la infancia, y en la mayoría de los casos, ya que se suele tratar de asma leve o moderada, debe ser el responsable del seguimiento integral y de la promoción de autocuidados, buscando la concordancia o la adherencia para el manejo de la enfermedad, siempre coordinados con atención especializada en aquellos casos que lo requieran.

     

    Tablas y figuras

    Tabla I. Clasificación de la gravedad del asma en la adolescencia

    Episódica ocasional
    Episodios 1 vez cada 10-12 semanas < de 4-5 crisis al año

    Asintomático en intercrisis.

    Exploración funcional: Normal en intercrisis.

    Episódica frecuente
    Episodios < de cada 5-6 semanas. Sibilancias a esfuerzos intensos

    Asintomático en intercrisis.

    Exploración funcional: Normal en intercrisis.

    Persistente moderada
    Episodios > cada 4-5 semanas. Sibilancias a esfuerzos moderados

    Síntomas nocturnos , < de 2 veces por semana.

    Necesidad de β2 adrenérgicos de acción corta< 3 veces por semana.

    Síntomas leves en intercrisis.

    Exploración funcional: FEV1 entre el 70-80% del teórico. Variabilidad del PEF 20-30%

    Persistente grave
    Episodios frecuentes. Sibilancias a esfuerzos mínimos

    Síntomas nocturnos > de 2 veces por semana. Necesidad de β2 adrenérgicos de acción corta > 3 veces por semana.

    Síntomas en las intercrisis.

    Exploración funcional: FEV1 < 70% del teórico. Variabilidad del PEF > 30%

    Tabla II. Tratamiento inicial de mantenimiento en el adolescente

    GRAVEDAD
    DEL ASMA

    ELECCIÓN

    ALTERNATIVA

    CRISIS

    Episódica ocasional

    No precisa

    No precisa

    β2 adrenérgicos de acción corta a demanda

    Episódica frecuente

    GCI a dosis bajas

    ARLT

    Persistente moderada

    GCI a dosis medias

    CCI a dosis bajas
    1
    β
    2 adrenérgicos de acción larga

    o

    GCI a dosis bajas 1 ARLT

    Persistente grave

    GCI a dosis altas 1 β2 adrenérgicos de acción larga

    Se puede considerar una o varias:

    1 GC orales

    1ARLT

    Metilxantinas

    Omalizumab

    Tabla III. Cuestionario de Control de asma en Niños (CAN)

    1. Durante las últimas 4 semanas, ¿con qué frecuencia ha tosido durante el día en ausencia de resfriados/constipados?

    4 Más de una vez al día

    3 Una vez al día

    2 De 3 a 6 veces por semana

    1 Una ó 2 veces por semana

    0 Nunca

    2. Durante las últimas 4 semanas, ¿con qué frecuencia ha tosido durante la noche en ausencia de resfriados/constipados?

    4 Más de una vez al día

    3 Una vez al día

    2 De 3 a 6 veces por semana

    1 Una ó 2 veces por semana

    0 Nunca

    3. Durante las últimas 4 semanas, ¿con qué frecuencia ha tenido pitidos o silbidos durante el día en ausencia de resfriados/constipados?

    4 Más de una vez al día

    3 Una vez al día

    2 De 3 a 6 veces por semana

    1 Una ó 2 veces por semana

    0 Nunca

    4. Durante las últimas 4 semanas, ¿con qué frecuencia ha tenido pitidos o silbidos durante la noche en ausencia de resfriados/constipados?

    4 Más de una vez al día

    3 Una vez al día

    2 De 3 a 6 veces por semana

    1 Una ó 2 veces por semana

    0 Nunca

    5. Durante las últimas 4 semanas, ¿con qué frecuencia le ha costado respirar durante el día?

    4 Más de una vez al día

    3 Una vez al día

    2 De 3 a 6 veces por semana

    1 Una ó 2 veces por semana

    0 Nunca

    6. Durante las últimas 4 semanas, ¿con qué frecuencia le ha costado respirar durante la noche?

    4 Más de una vez al día

    3 Una vez al día

    2 De 3 a 6 veces por semana

    1 Una ó 2 veces por semana

    0 Nunca

    7. Cuando el niño hace ejercicio, juega, corre, o ríe a carcajadas ¿tiene tos o pitos/silbidos?

    4 Siempre

    3 Casi siempre

    2 A veces

    1 Casi nunca

    0 Nunca

    8. Durante las últimas 4 semanas, ¿Cuántas veces ha tenido que ir a urgencias debido al asma?

    4 Más de una vez al día

    3 Una vez al día

    2 De 3 a 6 veces por semana

    1 Una ó 2 veces por semana

    0 Nunca

    9. Durante las últimas 4 semanas, ¿Cuántas veces ha ingresado en el hospital debido al asma?

    4 Más de una vez al día

    3 Una vez al día

    2 De 3 a 6 veces por semana

    1 Una ó 2 veces por semana

    0 Nunca

    Tabla IV. Puntos clave en la educación del asma

    ÁREA TEMÁTICA

    PUNTOS CLAVE

    EL ASMA

    — Concepto de asma

    — Reconocimiento de crisis

    — Broncoconstricción

    — Inflamación

    MEDIDAS DE CONTROL AMBIENTAL Y EVITACIÓN ALERGÉNICA

    — Factores precipitantes (alergenos, virus, ejercicio, etc.) Como identificarlos y medidas de evitación

    — Consejo antitabaco familiar y personal

    TRATAMIENTO

    — Tratamiento de rescate. Concepto de broncodilatador

    — Tratamiento de mantenimiento. Concepto de antiinflamatorio

    — Actuación precoz ante una crisis

    — Inmunoterapia

    INHALADORES

    — Explicación y valoración de la medicación inhalada

    — Técnica de inhalación

    — Conservación y limpieza de cámaras y aparatos

    AUTOMANEJO DEL ASMA

    — Registro de síntomas

    — Plan de acción por escrito personalizado

    — En casos seleccionados PEF. Mejor valor personal

    ESTILO DE VIDA

    — Asistencia a la escuela

    — Práctica deportiva

    — Autonomía

    Figura 1. Tratamiento escalonado del asma en el adolescente según el grado de control

    Figura 2. Tratamiento de la crisis de asma en el adolescente

     

    Bibliografía

    1. GEMA 2009 (Spanish guideline on the management of asthma). Executive Committee GEMA 2009. J Investig Allergol Clin Immunol. 2010;20 Suppl 1:1-59.

    2. Gaspá Martí S, García-Tornel Florensa S. Situación actual de la adolescencia. Datos epidemiológicos: motivos de consulta, morbilidad, mortalidad. En Hidalgo Vicario MI, Redondo Romero A.M., Castellano Barca G. Medicina de la Adolescencia. Atención Integral 2ª edición. Madrid. Ergon S.A. 2012. p. 1-9.

    3. Carvajal-Urueña I, García-Marcos L, Busquets-Monge R, Morales Suárez-Varela M, García de Andoin N, Batlles-Garrido J et al. Variaciones geográficas en la prevalencia de síntomas de asma en los niños y adolescentes españoles. International Study of Asthma and Allergies in Childhood (ISAAC) fase III España. Arch Bronconeumol. 2005; 41(12):659-66.

    4. Alonso Lebrero E. Asma en situaciones especiales. En García-Marcos Álvarez L, Garde Garde J, Escribano Montaner A, Malmierca Sánchez F. Asma en pediatría. Barcelona. Edipharma. 2002. P.187-217.

    5. Morell Bernabé J.J. Asma En En Hidalgo Vicario MI, Redondo Romero A.M., Castellano Barca G. Medicina de la Adolescencia. Atención Integral 2ª edición. Madrid. Ergon S.A. 2012. p.933-942.

    6. Molina Prado R. Consumo de tabaco, alcohol y drogas en la adolescencia. Pediatr integral 2013;XVII(3): 205-216.

    7. González Barcala FJ, Pertega S, Pérez-Castro T, Sampedro M, Sánchez-Lastres J, San-Jose-Gonzalez MA et al. Obesity and asthma: an association modified by age. Allergol Immunopathol (Madr). 2013;41(3):176-80.

    8. Noal RB, Menezes AM, Macedo SE, Dumith SC, Perez-Padilla R, Araújo CL et al. Is obesity a risk factor for wheezing among adolescents? A prospective study in southern Brazil. Journal of Adolescent Health.2012; 51:S38-45.

    9. Castro-Rodriguez JA. Relación entre obesidad y asma. En Cobos N, Perez-Yarza E.G. Neumología infantil. Madrid. Ergon S.A. 2009. p. 681-685.

    10. Castro-Rodriguez JA, Holberg CJ, Morgan WJ, Wrigth AL, Martínez FD. Increased incidence of asthmalike symptoms in girls who become overweight or obese during the school years. Am J Respir Crit Care Med. 2001; 163(6):1344-9

    11. Ford ES. The epidemiology of obesity and asthma. J Allergy Clin Immunol 2005;115:897-909.

    12. Chaudhuri R, McSharry C, McCoard A, Livingston E, Hothersall E, Spears M et al. Role of symptoms and lung function in determining asthma control in smokers with asthma. Allergy 2008; 63 (1): 132-135.

    13. Van de Ven MO, Engels RC, Kerstjens HA, Van den Eijnden RJ. Bidirectionality in the relationship between asthma and smoking in adolescents: a population-based cohort study.J. Ado. Health 2007; 41:444-454.

    14. Precht DH, Keiding L, Madsen M. Smoking patterns among adolescents with asthma attending upper secondary schools: a community-based study. Pediatrics 2003; 111(5 Pt 1):e562-8.

    15. Goodwin RD, Bandiera FC, Steinberg D, Ortega AN, Feldman JM. Asthma and mental health among youth: etiology, current knowledge and future directions. Expert Rev. Respir. Med. 2012; 6(4): 397–406.

    16. McCauley E, Katon W, Russo J, Richardson L, Lozano P. Impact of anxiety and depression on functional impairment in adolescents with asthma. Gen. Hosp. Psychiatry 2007; 29(3), 214–222.

    17. Richardson LP, Russo JE, Lozano P, McCauley E, Katon W. The effect of comorbid anxiety and depressive disorders on health care utilization and costs among adolescents with asthma. Gen. Hosp. Psychiatry 2008; 30(5), 398–406.

    18. Bruurs ML, van der Giessen LJ, Moed H. The effectiveness of physiotherapy in patients with asthma: a systematic review of the literature. Respir Med. 2013;107(4):483-94.

    19. Bousquet J, Van Cauwenberge P, Khaltaev N. ARIA Workshop Group; World Health Organization. Allergic rhinitis and its impact on asthma. J Allergy Clin Immunol. 2001; 108 Suppl 5:147-334.

    20. Castillo JA, Vizuete JA, Mullol Miret J. Rhinitis and Asthma Comorbidity in Spain: The RINAIR Study. Arch Bronconeumol. 2008;44(11):593-599.

    21. Escribano Montaner A, García Hernández G. Asma en situaciones especiales. En Cobos N, Perez-Yarza E.G. Neumología infantil. Madrid. Ergon S.A. 2009. p.731.746.

    22. Beggs S, Foong YC, Le HC, Noor D, Wood-Baker R, Walters JA. Swimming training for asthma in children and adolescents aged 18 years and under. Paediatric Respiratory Reviews 2013, 14: 96–97.

    23. Duong M, Amin R, Baatjes AJ, Kritzinger F, Qi Y, Meghji Z et al. The effect of montelukast, budesonide alone, and in combination on exercise-induced bronchoconstriction. J Allergy Clin Immunol. 2012;130(2):535-9.

    24. Dinwiddie R, Müller WG. Adolescent treatment compliance in asthma. J R Soc Med. 2002;95(2):68-71.

    25. Quirce S. Asthma in Alergológica-2005. J Investig Allergol Clin Immunol. 2009;19 Suppl 2:14-20.

    26. Siersted HC, Boldsen J, Hansen HS, Mostgaard G, Hyldebrandt N: Population based study of risk factors for underdiagnosis of asthma in adolescence: Odense schoolchild study. BMJ. 1998; 28;316(7132):651-5.

    27. Newman KB, Mason UG 3rd, Schmaling KB. Clinical features of vocal cord dysfunction. Am J Respir Crit Care Med. 1995;152(4 Pt 1):1382-6.

    28. Global Initiative for Asthma (GINA). Global Strategy for Asthma Management and Prevention. Disponible en: http://www.ginasthma.org/ (accedido el 5/8/2013).

    29. Castillo Laita JA, De Benito Fernández J, Escribano Montaner A, Fernández Benítez M, García de la Rubia S, Garde Garde J et al. Consensus statement on the management of paediatric asthma. Update 2007. First Spanish Consensus for the Management of Asthma in Paediatrics.Allergol Immunopathol (Madr). 2008 Jan-Feb;36(1):31-52.

    30. Pellegrini Belinchón J, Arriba-Méndez S. Tratamiento del asma. Crisis aguda y tratamiento de fondo. Pediatr Integral 2012; XVI(2):131-140.

    31. Ortega Casanueva C, Pellegrini Belinchón J. Asma. Educación sanitaria, autocontrol y medidas preventivas. Pediatr Integral 2012; XVI(2):141-148.

    32. Román Piñana J.M, Korta Murua J, Martínez Gómez M. Educación y autocuidados en el asma. En Cobos N, Perez-Yarza E.G. Neumología infantil. Madrid. Ergon S.A. 2009. p. 747-774.

    33. Diaz Vázquez CA. Modelo tridimensional de los Tres Tubos©. Disponible en: http://www.respirar.org/respirar/educacion/herramientas-educativas/modelo-de-los-tres-tubos.html. Consultado el 11/08/2013.