Salud sexual y reproductiva del adolescente y COVID-19


 

Salud sexual y reproductiva del adolescente y COVID-19

M.J. Rodríguez Jiménez.
Facultativo especialista de Área Obstetricia y Ginecología. H.U. Infanta Sofía. San Sebastián de los Reyes, Madrid.

 

Adolescere 2020; VIII (3): 49-54
 

Resumen

La aparición de la COVID-19 ha alterado el estado biológico y psicológico de numerosas personas, incluidos niños y adolescentes. En pocas semanas, su estilo de vida se ha visto forzado a un cambio y han tenido que adaptarse a nuevas circunstancias nunca vividas. Ha transformado el contexto socioeconómico, pero también el sanitario y las relaciones interpersonales. Y todo ello tiene un impacto directo en el aspecto de la salud sexual y reproductiva, no solo en la vivencia de la misma sino también en aspectos materiales como el acceso a los métodos anticonceptivos, la atención a enfermedades de transmisión sexual y la demanda de interrupción del embarazo.

Por tanto, cabe preguntarse ¿cómo está afectando la pandemia en el terreno del comportamiento sexual? ¿son seguras las relaciones sexuales durante la pandemia? ¿cómo repercute sobre la contracepción?

Palabras clave: COVID-19; Sexualidad; Contracepción

Abstract

COVID-19 has altered the biological and psychological state of many people, including children and adolescents. Within a few weeks, their lifestyle was forced to change and they had to adapt to new circumstances never before experienced. It has transformed the socioeconomic context, but also the health and interpersonal relationships. All this has a direct impact on sexual and reproductive health, not only in the experience of it, but also in material aspects such as access to contraceptive methods, care for sexually transmitted diseases and the demand for interruption of pregnancy. Therefore, it is worth asking queries such as: how is the pandemic affecting sexual behavior? Is sex safe during the pandemic? How does it affect contraception?

Key words: COVID-19; Sexuality; Contraception.

 

Introducción

La pandemia de COVID-19 ha modificado la forma de vida en todo el mundo, obligando a la población a quedarse en casa y cambiando radicalmente las relaciones interpersonales y de pareja. El estudio y el trabajo en el hogar, el distanciamiento social, la presencia continua de todos los miembros de la familia, el miedo al contagio y la imposibilidad de encontrarse físicamente con otros han cambiado los hábitos sexuales de la mayoría de las personas, adultos y adolescentes.

El trabajo en el hogar, el distanciamiento social, la presencia continua de todos los miembros de la familia, el miedo al contagio y la imposibilidad de encontrarse físicamente con otros han cambiado los hábitos sexuales de la mayoría de las personas, adultos y adolescentes

Aunque aún no existen publicaciones sobre los efectos a medio y largo plazo en los aspectos psicológicos y relacionales, es de esperar que la pandemia COVID-19 tendrá un impacto negativo no solo en términos de afectividad sino también en términos de relaciones sexuales.

Según la Organización Mundial de la Salud, la salud es un estado de bienestar físico emocional, mental y social en relación a todos los aspectos de la vida, siendo la sexualidad uno de los más importantes.

Durante la pandemia han aumentado los sentimientos de ansiedad, angustia, depresión y miedo. Esos sentimientos tienen una influencia negativa en el deseo sexual que se ha traducido en términos generales en una disminución de las relaciones sexuales, independiente del tipo de relación existente(1).

Las parejas convivientes se han visto afectadas por los sentimientos negativos y también por el miedo a contagiarse, no solo mediante el coito sino incluso con un simple beso, lo que ha hecho que hayan disminuido su actividad sexual. Las parejas estables pero que no conviven, aunque sintieran un gran deseo por el otro, no han podido satisfacerlo debido al confinamiento durante el estado de alarma.
En este caso, la sexualidad se ha podido experimentar de forma diferente gracias al uso de las tecnologías, especialmente Internet. Por último, aquellas personas sin una relación estable de pareja, que mantienen encuentros sexuales esporádicos, tampoco han podido hacerlo por las restricciones de movilidad.

En el caso de los adolescentes los escenarios más probables son los dos últimos, puesto que solo una mínima proporción han convivido durante el estado de alarma.

Desde algunas instituciones implicadas en la atención a los adolescentes se han emitido mensajes informativos y consejos sobre cómo tener sexo seguro y saludable tanto durante el confinamiento como cuando éste ha cesado, pero aún persiste una alta posibilidad de contagio por coronavirus.

Otro motivo de preocupación es la anticoncepción, tanto el inicio como la adherencia al método dado que los servicios sanitarios han restringido la atención médica presencial. Han surgido muchas dudas sobre los efectos de los anticonceptivos y el riesgo de trombosis asociado a la COVID-19 y sobre cómo actuar en el caso de un método de larga duración con caducidad durante la pandemia.

Transmisión de SARS-CoV-2 y sexo

La primera cuestión que se plantea es conocer si el virus puede transmitirse durante la relación sexual. Se exponen los datos conocidos hasta hoy, y que son susceptibles de ser modificados en función de la evolución del conocimiento científico sobre la enfermedad.

SARS-CoV-2 se ha aislado en el semen de pacientes enfermos de COVID-19 pero también en pacientes que ya se habían recuperado(2). Sin embargo, no se ha demostrado su contagiosidad por esta vía ni que sea capaz de replicarse en el tracto reproductor masculino. Estos estudios son aún preliminares, por lo que se aconseja firmemente el uso de preservativo como medida preventiva cuando se mantengan relaciones con estos varones(3).

Estudios preliminares, no han demostrado en el semen de pacientes enfermos de COVID-19 su contagiosidad por esta vía, ni que sea capaz de replicarse en el tracto reproductor masculino

No se ha demostrado transmisión vertical del virus durante el embarazo ni contagio del recién nacido en aquellas mujeres con COVID-19 activa que dieron a luz mediante parto vaginal, lo que habla a favor de que el virus no esté presente en la secreción vaginal(4). Además, se ha demostrado que en el tracto genital femenino existen escasos receptores para el SARS-CoV-2 por lo que es poco probable que sean susceptibles a la infección por el virus(5).

Se ha demostrado que en el tracto vaginal femenino existen escasos receptores para el SARS-CoV-2

A la vista de estos hallazgos, no existe evidencia de que la COVID-19 pueda transmitirse por el coito vaginal o anal(6).

Por el contrario, existe evidencia de transmisión fecal oral(7), lo que implica que la práctica del anilingus supone un riesgo de adquirir la infección.

El mayor riesgo de transmisión e infección por SARS-CoV-2 durante la relación sexual proviene de la gran cantidad de partículas que están presentes en la saliva y por lo tanto, los besos son la principal vía de contagio.

Actividad sexual durante la pandemia

Por ahora existen más preguntas que respuestas en relación a este tema, y dado que aún estamos en mitad de la pandemia y que hay cuestiones esenciales que resolver, como el desarrollo de una vacuna o los tratamientos eficaces para la enfermedad, existen pocos datos contrastados sobre cómo puede impactar en la vida sexual y de relación. La información disponible hace referencia a la población general sin que existan referencias específicas a los adolescentes.

Las personas necesitan ser conscientes de que cualquiera puede tener el virus y no manifestar síntomas durante el periodo de incubación.

Por ello el mensaje transmitido durante el confinamiento ha sido: tu compañero sexual más seguro eres tú mismo, y, en segundo lugar, tu pareja si convives con ella, ambos estáis sanos y practicáis la distancia social(8).

En el caso de las personas que habitualmente practican sexo con parejas ocasionales, la recomendación de mantener aislamiento social hizo que se aconsejaran la masturbación, el sexting o sexo telefónico o los juguetes sexuales.

El estado de alarma que obligó a la población a quedarse en casa, cambió radicalmente las relaciones interpersonales y de pareja. El trabajo en domicilio, el distanciamiento social, la continua presencia de los niños en el hogar, el miedo a la infección y no poder reunirse físicamente con otras personas, ha modificado los comportamientos sexuales de la mayoría de las personas.

El estado de alarma ha modificado los comportamientos sexuales de la mayoría de las personas, como han demostrado diferentes encuestas realizadas en España, Italia e Irán

Ya se dispone de encuestas en las que se pregunta sobre el comportamiento sexual durante la crisis COVID-19.

En una de ellas(9) se utilizaron redes sociales para obtener respuestas de 279 personas (58% mujeres, 40% hombres, 2 transexuales y 3 autodefinidos como “otros”) en tres países: España, Italia e Irán.

En relación al coito los españoles manifiestan disminución en la frecuencia en 23%, misma frecuencia 39%, y mayor frecuencia en 7% (un 30% no tenía pareja y no practicaban coito). Sorprendentemente un 3,2% referían relaciones sexuales con personas diferentes de su pareja durante la cuarentena.

En cuanto a la masturbación, solamente un 10% de los entrevistados reconocen haber aumentado las prácticas masturbatorias durante el confinamiento.

La comunicación sexual a través de los medios digitales podría ser una buena alternativa para mantener un cierto nivel de actividad sexual. Sin embargo en esta encuesta, posiblemente influidos por la falta de intimidad al estar toda la familia presente las 24 horas del día, la preocupación por la situación global y los problemas de índole económica, hacen que no se refleje un aumento en este tipo de actividad sexual.

Uno de los pocos sectores que se ha beneficiado de la pandemia ha sido la pornografía, que ha experimentado un meteórico crecimiento.

En el mismo artículo se cita a un portal pornográfico (Pornhub) que ha hecho públicas sus estadísticas de visitas. Durante el periodo de confinamiento, este portal ofreció gratuitamente acceso a su versión Premium para resaltar la importancia de permanecer en casa y practicar el distanciamiento social. Este portal fue fundado en 2007, y tiene más de 120 millones de visitas al día, unos 100 billones de visualizaciones de vídeos al año. Pues bien, el número de visitas aumentó un 24,4%.

En Italia, que fue el primer país confinado, el día 12 de marzo que fue cuando se abrió gratuitamente, aumentó un 57%. La misma oferta se hizo el día 16 de marzo a Francia y España y en nuestro país el consumo se incrementó un 61,3%. De forma global, la hora de mayor consumo fue la madrugada, las 3 horas, presumiblemente porque no era necesario madrugar para ir al trabajo.

Mensajes a los adolescentes

Posiblemente sean los adolescentes junto con los niños los que más estén padeciendo las secuelas de la pandemia y para los que más difícil resulte adaptarse a la misma, aunque también son ellos los que dan una lección de responsabilidad a los mayores aceptando unas restricciones que a veces no entienden.

A la idiosincrasia propia del adolescente, con su escasa percepción del riesgo y las consecuencias a largo plazo de sus acciones, se suman los números, demostrando que se trata de una población fundamentalmente sana y fuerte en la que la incidencia de la enfermedad grave es casi la excepción. Por ello constituyen una población con alto riesgo de contagio y transmisión, siendo necesario dar mensajes claros y concisos a través de los medios de comunicación que ellos manejan.

Los adolescentes constituyen una población de alto riesgo de contagio y trasmisión, y es necesario dar mensajes claros a través de los medios de comunicación que ellos manejan

Diversas asociaciones y entidades han aprovechado la pandemia para incluir mensajes clarificadores en sus páginas web sobre lo que es o no seguro en el sexo en época COVID y lo han hecho respondiendo a cuestiones que incluso pueden parecer obvias(10,11).

Haciendo un resumen de dichas publicaciones, en relación a la actividad sexual, los mensajes que se deben transmitir al adolescente son los siguientes:

  • Actualmente no hay evidencias que indiquen que el SARS-CoV-2 se encuentre en fluidos como el semen o el flujo vaginal. Por esta razón, es poco probable que el virus se transmita a través de prácticas como la penetración vaginal o anal.
  • En otros gestos eróticos que suelen darse durante el coito, como besos y caricias, y en la falta de distanciamiento corporal sí existiría posibilidad de transmisión del virus a través de la saliva y la respiración si una de las personas está contagiada.
  • Sería aconsejable elegir las posturas sexuales que impidan una relación cara a cara (en las que uno de los dos de la espalda al otro) así como evitar besos y llevar puesta la mascarilla ante la más mínima sospecha de que uno de la pareja haya podido estar en contacto con personas contagiadas y presente algún síntoma.
  • Si se convive con la pareja y ninguno de los dos presenta síntomas ni riesgo de contagio, se puede seguir manteniendo relaciones sexuales como antes, teniendo en cuenta las recomendaciones higiénicas de lavado de manos antes y después, así como evitar otros riesgos como los embarazos no deseados y las infecciones de transmisión sexual.
  • La masturbación es una de las opciones que existe para seguir disfrutando del erotismo sin poner en riesgo la propia salud y la de la pareja. No obstante, es importante prestar especial atención a las medidas de higiene, importantes tanto antes como ahora, lavando con agua y jabón las manos y cualquier juguete erótico, antes y después de utilizarlo, puesto que el virus puede permanecer durante mucho tiempo en el plástico.

El sexting es el acto de producir y compartir contenidos sexuales o eróticos a través de Internet, sobre todo a través del teléfono móvil, y es una práctica extendida entre los adolescentes. Tiene la ventaja de que permite disfrutar en pareja a distancia y con la inmediatez que se suele pedir al encuentro.

El sexting es el acto de producir y compartir contenidos sexuales o eróticos a través de internet, sobre todo a través del teléfono móvil

Aunque hacer sexting tiene asociadas muchas connotaciones negativas, también tiene beneficios para las personas que lo practican, si se hace bien: permite la exploración y expresión de la propia sexualidad, amplía el repertorio de conductas eróticas, permite establecer y proteger los límites individuales y reduce las posibilidades de sufrir violencia física, embarazos no deseados o infecciones de transmisión sexual(12).

Pero para evitar fenómenos nocivos como el grooming (captación de menores con el fin del abuso sexual), la sextorsión (extorsión sexual) o el revenge porn (difusión no consentida de imágenes privadas) es importante adoptar una serie de pautas que hagan del sexting un acto seguro y de bienestar sexual. Se recomienda que si se hacen fotografías o vídeos de carácter erótico o sexual, se procure que no contengan información que identifique fácilmente a la persona: no se debe mostrar la cara si aparece el cuerpo desnudo (o viceversa), no se debe utilizar la voz al grabar un vídeo en el que se aparezca desnuda/o y evitar que aparezcan tatuajes, piercings, cicatrices o escenarios que identifiquen a la persona.

Anticoncepción en época COVID

Durante la pandemia la actividad sanitaria se ha visto muy restringida por razones de necesidad. Esto ha afectado a las consultas relacionadas con la anticoncepción, con las implicaciones que pueden acarrear sobre todo en razón de embarazos no deseados.

La Sociedad Española de Contracepción (SEC) elaboró en el mes de abril un documento estableciendo el rango de prioridad que podían tener los diferentes aspectos asistenciales y aconsejando cómo actuar a la hora de aconsejar o prescribir un método anticonceptivo o asesorar en cuestiones concretas sobre los mismos(13).

Se ha editado un documento de la Sociedad Española de Contracepción aconsejando como actuar en la prescripción o asesoramiento de un método anticonceptivo

En dicho documento se consideran motivos no diferibles de consulta la solicitud de interrupción voluntaria de embarazo (IVE), los síntomas de sospecha de infecciones de transmisión sexual (ITS) y la anticoncepción de urgencia (PAU)(14).

La atención a las pacientes que soliciten IVE dentro de los supuestos autorizados por la ley, se considera un servicio urgente, ya que un retraso de varias semanas, o en algunos casos de días, puede aumentar los riesgos de la intervención o potencialmente hacer que sea completamente inaccesible, con importantes consecuencias para la vida, la salud y el bienestar de una persona.

La interrupción debe hacerse garantizando la seguridad del personal interviniente y el empleo de equipos de protección individual. La SEC aconseja la realización de pruebas específicas (PCR o test inmunológico) a la paciente antes de la intervención, pero esto no está al alcance de todos los centros.

En el caso de que la adolescente presente clínica sugestiva de una ITS, se recomienda establecer una consulta online (telefónica o videollamada) que permita conocer los síntomas. Ante la sospecha de ITS se deberá concertar una cita presencial para realizar una exploración, toma de muestras, pruebas complementarias y prescripción de tratamiento según los protocolos establecidos.

Ante la sospecha de una ITS se debe concertar una cita presencial, para realizar un diagnóstico y tratamiento, según los protocolos establecidos

En aquellas Comunidades donde las consultas estén cerradas debido a la intensidad de la pandemia se remitirá a los pacientes a los servicios de urgencia hospitalaria si la gravedad de los síntomas así lo requiere. Diferir la atención en estos casos puede conllevar importantes consecuencias para la salud y la fertilidad de las personas afectadas.

Con respecto a la anticoncepción de urgencia, se dispensa en las farmacias sin necesidad de prescripción médica y no ha sufrido modificaciones durante el periodo de confinamiento.

Tanto el asesoramiento anticonceptivo como la prescripción de métodos anticonceptivos y el seguimiento de los ya utilizados se consideran motivos diferibles de consulta y se recomienda establecer consultas online (telefónicas o videollamadas) con las usuarias que permita conocer su motivo de consulta (inicio de anticoncepción, cambio de método, recambio de método por caducidad, efectos secundarios con método actual).

En el caso de una adolescente que solicite por primera vez un método, se realizará una exhaustiva anamnesis dirigida a conocer antecedentes familiares, personales y gineco- obstétricos de interés poniendo especial énfasis en antecedentes de enfermedad tromboembólica, ITS, IVEs y consumo de tóxicos.

Se preguntará expresamente sobre el peso y la altura para calcular el índice de masa corporal, así como sobre el control de la tensión arterial, si tiene alguna toma en los últimos seis meses.

Como método de primera elección se aconsejará la píldora de solo gestágenos (POP) estimulando el uso del doble método (píldora + método de barrera).

Como método anticonceptivo de primera elección se aconsejará la píldora de solo gestágenos asociando un método de barrera, dado que no aumenta el riesgo de trombosis

La incidencia de fenómenos trombóticos asociados a la COVID-19 aconseja esta píldora, dado que no aumenta el riesgo de trombosis(15). Esto es especialmente importante en las épocas de confinamiento, en las que se produce una disminución drástica de la actividad física acompañada en muchas ocasiones del incremento de peso, factores ambos con influencia negativa.

Si la adolescente está utilizando un método hormonal oral combinado (píldora, anillo o parche) no es necesario cambiarlo a menos que desarrolle síntomas de enfermedad, en cuyo caso si se aconseja suspenderlo o cambiar a ASG por el motivo antes indicado.

Lo que si es importante es indicar si se están utilizando métodos anticonceptivos hormonales, que ante una amenaza de confinamiento, se tengan provisiones para más de 30 días, para lo cual se prescribirán de elección las presentaciones trimestrales (píldora y anillo).

En el caso de que la adolescente desee iniciar un método de larga duración reversible (LARC) como el DIU hormonal o de cobre, el implante o inyectable de acetato de medroxiprogesterona depot (AMPD), se recomendará diferir el inicio del método, dado que precisa de un profesional para su inserción-administración. Mientras tanto puede utilizar la píldora.

Si la joven fuera portadora de uno de estos métodos y durante la pandemia precisara recambio por haber completado la duración de uso, es importante saber que pueden mantenerse mas allá de la fecha recomendada.

Así, en relación al implante subdérmico existe evidencia limitada que sugiere que el riesgo de embarazo con el uso extendido más allá del tiempo recomendado en ficha técnica (en el 4º año de uso) es muy bajo(16). No obstante, se debe explicar a la usuaria que la eficacia anticonceptiva no puede garantizarse, pero probablemente es adecuada, y recomendar el uso de doble método o de píldora de solo gestágenos hasta el momento de la cita presencial. Más allá del 4º año de uso debe recomendarse uso de POP hasta que pueda retirarse el implante.

Los únicos motivos para concertar una cita presencial para extraer el implante en este momento de confinamiento por la alarma sanitaria son el deseo de gestación y los efectos secundarios graves.

En cuanto a DIU de Levonorgestrel de 52 mg (Mirena) también existe evidencia limitada que sugiere que el riesgo de embarazo con el uso extendido más allá del tiempo recomendado en ficha técnica
(en el 6º año de uso) es muy bajo
(17).

No ocurre lo mismo con los DIUs hormonales que con más frecuencia utilizan las adolescentes (LNG 19,5 mg Kyleena y LNG 13,5 mg Jaydess) en los cuales se recomienda a las usuarias utilizar píldora de solo gestágenos o preservativo a partir de la fecha de caducidad.

Si se trata de un DIU de cobre, se recomienda uso de POP o preservativo en el momento que se alcance la fecha de caducidad hasta la cita presencial.

Los únicos motivos para concertar una cita presencial para extraer el DIU en el momento de confinamiento por la alarma sanitaria son el deseo de gestación, los efectos secundarios graves y los signos de infección.

Los únicos motivos para concertar una cita presencial para extraer el DIU en el momento de confinamiento por la alarma sanitaria son el deseo de gestación, los efectos secundarios graves y los signos de infección

 

Bibliografía

  1. Brooks SK, Webster RK, Smith LE, Woodland L, Wessely S, Greenberg N, et al. The psychological impact of quarantine and how to reduce it: rapid review of the evidence. Lancet. 2020; 395:912-920.
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  6. Cui P, Chen Z, Wang T, Dai J, Zhang J, Ding T, et al. Clinical features and sexual transmission potential of SARS-CoV-2 infected female patients: a descriptive study in Wuhan, China. medRxiv preprint doi: https://doi.org/10.1101/2020.02.26.20028225.
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  9. Peinado F, Mehrad M, Di Mauro M, Peraza MF, García E, Nilforoushzadeh MA, et al. Impact of the COVID-19 pandemic on the sexual behavior of the population. The vision of the east and the west. Int Braz J Urol. Vol. 46 (Suppl 1): 104-112, July, 2020 doi: 10.1590/S1677-5538.IBJU.2020.S116.
  10. Maroto G, García MM. COVID-19 y Salud Sexual y Reproductiva (I): ¿Mantener la salud sexual en época de pandemia? Escuela Andaluza de Salud Pública. Disponible en: https://www.easp.es/web/coronavirusysaludpublica/category/grupos-vulnerables/.
  11. Federación de Planificación Familiar estatal. Relaciones sexuales en tiempos del COVID-19, ¿qué necesitas saber? Disponible http://fpfe.org/guia-ippf-relaciones-sexuales-y-covid-19-que-necesitas-saber/.
  12. Federación de Planificación Familiar Estatal. Conéctate con cabeza: disfruta sin riesgos con tu móvil. Disponible en: https://fpfe.org/conectate-con-cabeza-disfruta-sin-riesgos-con-tu-movil/.
  13. Sociedad Española de Contracepción. Posicionamiento de la Sociedad Española de Contracepción sobre la atención a la Salud Sexual y Reproductiva durante el Estado de Alarma Sanitaria por la Pandemia del COVID-19. 5 de abril 2020. Disponible en: http//sec.es/sec/posicionamiento-sec-covid19.
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  15. Santos E, Roberto de Melo N, Esposito IC, Bahamondes L, Dos Santos R, Soares-Júnior JM, et al. Contraception and reproductive planning during the COVID-19 pandemic, Expert Review of Clinical Pharmacology. Disponible en: https://doi.org/10.1080/17512433.2020.1782738.
  16. Thaxton L, Lavelanet A. Systematic review of efficacy with extending contraceptive implant duration. International Journal of Gynecology & Obstetrics 2019;144(1):2-8.
  17. McNicholas C, Swor E, Wan L, Peipert JF. Prolonged use of the etonogestrel implant and levonorgestrel intrauterine device: 2 years beyond Food and Drug Administration approved duration. Am J Obstet Gynecol. 2017;216(6): 586.e1–586.e6.

 

 
 


Disminución de las vacunaciones durante la pandemia de COVID-19


 

Disminución de las vacunaciones durante la pandemia de COVID-19

F.A. Moraga-Llop.
Pediatra, Vicepresidente primero de la Asociación Española de Vacunología, Barcelona.

 

Adolescere 2020; VIII (3): 45-48
 

Resumen

La pandemia de la enfermedad por coronavirus 2019 está originando en el mundo una grave crisis sanitaria, social y económica, con un impacto alarmante en las coberturas de vacunación. En España, un nuevo escenario asistencial que prioriza lo telemático sobre lo presencial, el miedo al contagio por acudir a los centros sanitarios y las recomendaciones de distanciamiento físico y de movilidad restringida son las causas principales que limitan la asistencia a los centros de atención primaria. A pesar de las recomendaciones sobre las prioridades del programa de vacunación establecidas por las autoridades sanitarias durante el estado de alarma, las coberturas vacunales han descendido en todas las comunidades autónomas. La reanudación de las vacunaciones debe ser planificada y organizada, utilizando diferentes recursos para su activación, y realizada en el menor tiempo posible.

Palabras clave: Cobertura vacunal; COVID-19; Programas de inmunización.

Abstract

The 2019 coronavirus disease pandemic is causing a serious health, social and economic crisis in the world, with an alarming impact on vaccination coverage. In Spain, a new healthcare scenario that prioritizes telematic over face-to-face consultation, the fear of contagion from attending health care centers and the recommendations promoting physical distancing and restricted mobility, are the main causes limiting assistance to primary care centers. Despite the recommendations on the priorities of the vaccination program established by health authorities during the national “state of alarm”, vaccination coverage has decreased in all autonomous communities. The resumption of vaccinations must be planned and organized, using different resources for its activation, and carried out in the shortest possible time.

Key words: Vaccine coverage; COVID-19; Immunization programs.

 

A pesar de que la amenaza de una pandemia se anunciaba desde hace años y se alertaba a los países de la necesidad de estar preparados, no lo estábamos y son muchos los errores cometidos, de los que debemos aprender todos, y en primer lugar los gobiernos, que deben ser asesorados por científicos expertos e independientes en cuanto al reto que representan los microorganismos emergentes y reemergentes(1).

Desde que el 31 de diciembre de 2019 las autoridades chinas notificaron a la Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Pekín un brote de 27 casos de neumonía grave de causa desconocida no han dejado de suceder acontecimientos en torno a esta nueva infección. En un tiempo récord, los investigadores chinos lograron identificar el virus causante, designado SARS-CoV-2 (severe acute respiratory syndrome coronavirus 2) por su similitud genética y de causalidad clínica con el del SARS de 2002-2003. El 30 de enero de 2020, el Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional de la OMS lo consideró una emergencia de salud pública de importancia internacional, y el 11 de marzo la OMS declaró la pandemia de la enfermedad denominada COVID-19 (coronavirus disease 2019). La pandemia y el estado de alarma instaurado el 14 de marzo por el Gobierno de España han originado una grave crisis sanitaria, social y económica(1).

Impacto sanitario de la pandemia de COVID-19

El impacto sanitario indirecto de la pandemia ha interferido o incluso ha llegado a interrumpir el programa de salud del niño y del adolescente, en su aspectos asistencial y preventivo, destacando, por una parte, los retrasos diagnósticos de enfermedades comunes que se han presentado durante este periodo y, por otra, la disminución, en algunos casos muy marcada, de las coberturas de vacunación.

En el campo asistencial ha habido un retraso en el diagnóstico de las enfermedades y algunos pacientes han sufrido complicaciones con una incidencia superior a la que ocurría antes de la pandemia. En un estudio(2) de las apendicitis agudas diagnosticadas y operadas en el Hospital Infantil La Paz de Madrid, desde enero hasta abril de 2020, estas se clasificaron en dos periodos, uno pre-COVID-19
(41 casos) y otro pos-COVID-19 (25 casos) en relación con la declaración del estado de alarma; los porcentajes de apendicitis complicada con peritonitis fueron del 7,3% y del 32% (p = 0,015), respectivamente. Este hallazgo se vio reforzado por el mayor tiempo transcurrido desde el inicio de la sintomatología clínica hasta el diagnóstico y el tratamiento quirúrgico en los pacientes que fueron intervenidos después del inicio del confinamiento. Los autores del estudio concluyen que es necesario fortalecer la conciencia asistencial pediátrica para que no se deterioren la asistencia y el pronóstico de enfermedades de alta prevalencia, como la apendicitis aguda, por el efecto de la grave situación epidemiológica actual, que no debe dejar desprotegidos a los niños y adolescentes con independencia de su estado infectocontagioso.

Las vacunaciones han sido uno de los aspectos preventivos que más se han resentido. Además, en este momento en que todo el mundo espera y desea una vacuna frente al nuevo SARS-CoV-2, de manera paradójica conviven este anhelo y una alerta vacunal por la disminución de las coberturas de las vacunaciones sistemáticas en el curso de la pandemia, y una alarma en los países de bajos recursos económicos debido a la suspensión o al aplazamiento de campañas complementarias de vacunación y a la interferencia con los programas nacionales de vacunaciones sistemáticas(3). Como aspecto positivo, los padres y los adultos en general están conociendo lo devastadoras que pueden ser las enfermedades infecciosas y el valor que tienen las vacunas.

Las vacunaciones han sido uno de los aspectos preventivos que más se han resentido, y los padres están conociendo lo devastadoras que pueden ser las enfermedades infecciosas y el valor que tienen las vacunas

¿Por qué se ha interrumpido el programa básico de salud y por qué han ocurrido estos cambios?
En primer lugar, hay que señalar que tanto en la atención primaria como en la hospitalaria se ha priorizado, como es lógico, la asistencia a los enfermos de COVID-19. La mayoría de los hospitales se transformaron en centros sanitarios monográficos para estos pacientes y disminuyó la actividad de numerosos centros de asistencia primaria, algunos de los cuales fueron cerrados y su personal sanitario se incorporó a otras funciones en hospitales, otros centros sanitarios o residencias geriátricas. En resumen, un nuevo escenario asistencial que ha tenido y tendrá consecuencias en los pacientes con enfermedades no COVID; otro gran motivo de preocupación.

Otras razones por las que los padres no han acudido al pediatra han sido las recomendaciones de las autoridades sanitarias de evitar acudir a los centros sanitarios, el miedo al contagio, la alarma social generada por la pandemia, el distanciamiento físico que se ha aconsejado, la movilidad restringida y finalmente el confinamiento.

En las vacunaciones hay que considerar otro hecho, el cierre de los colegios y las escuelas, ya que en algunas comunidades las vacunaciones de los adolescentes a los 12 y 14 años se realizan en los centros educativos. En algunos países, otro problema que ha surgido es el desabastecimiento de vacunas por el cierre de fronteras y las alteraciones del tráfico aéreo.

Esta nueva situación pandémica ha generado un grave problema de salud poblacional, con un retraso de todos los objetivos que no sean urgentes, y los pacientes se derivan al servicio de urgencias del hospital de referencia tras la clásica consulta telefónica o la moderna telemedicina que han sustituido a la visita presencial. Los recursos humanos, logísticos y económicos se están desviando a actividades pandémicas, y esto es especialmente notable en los países de bajos recursos económicos.

Las vacunaciones durante la pandemia de COVID-19

Diversos organismos y sociedades científicas han advertido sobre el impacto que está teniendo la pandemia en las vacunaciones en los países afectados, debido a la redistribución de los recursos humanos y económicos a causa de esta grave amenaza para la salud pública. La OMS, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la United Nations Children’s Fund (UNICEF) y Gavi, the Vaccine Alliance, los Centers for Disease Control and Prevention (CDC), la Global Polio Eradication Initiative (GPEI), el Ministerio de Sanidad, la Asociación Española de Vacunología (AEV) y, de forma conjunta, la Sociedad Española de Inmunología (SEI), la Sociedad Española de Inmunología Pediátrica (SEIP) y la Asociación Española de Pediatría (AEP), así como las consejerías de algunas comunidades autónomas, entre otros, han publicado diversos documentos e informes en la misma línea, que advierten de los riesgos que representa el hecho de no vacunar o retrasar las vacunaciones. El descenso de las coberturas vacunales, si se mantiene en el tiempo, podría conducir a la reemergencia de enfermedades infecciosas (sarampión, enfermedad invasiva neumocócica y meningocócica, etc.) al aparecer poblaciones susceptibles, sobre todo con el reinicio de la asistencia a las guarderías y las escuelas(4,5).

Al mismo tiempo se recomienda continuar con los programas de inmunizaciones, pero siempre que el acto vacunal sea llevado a cabo por profesionales sanitarios y goce de las máximas condiciones de seguridad para los vacunados y para los equipos humanos de vacunación, y todo esto sin olvidar el apoyo que se debe prestar a la respuesta a la pandemia. La reanudación de las vacunaciones debe ser planificada y organizada, utilizando diferentes recursos para su activación, sin olvidar la vacunación oportunística.

¿Y en España qué se ha recomendado y cómo se han visto afectadas las vacunaciones?

El 25 de marzo de 2020, el Ministerio de Sanidad comunicó las prioridades del programa de vacunación durante el estado de alarma debido a la COVID-19, que incluyen a los lactantes hasta los 15 meses, pero «garantizando especialmente» (sic) la primovacunación a los 2 y 4 meses de edad y la primera dosis de vacuna triple vírica a los 12 meses, las embarazadas, las poblaciones con riesgo elevado y las situaciones de profilaxis posexposición. Además, se insiste en la importancia de que el acto vacunal se realice cumpliendo con todas las medidas de seguridad(6).

Al inicio de la desescalada, el 14 de mayo de 2020, el Ministerio de Sanidad emitió una nueva nota informativa en la que se instaba a la recuperación progresiva de la actividad vacunal, restableciendo el resto de las vacunaciones sistemáticas no consideradas en el documento anterior de priorización, y haciendo hincapié en el descenso de las coberturas infantiles y el riesgo que esto conlleva para la salud pública. En este segundo documento, a diferencia del primero y como aspecto muy importante, se recuerda y enfatiza tanto a la población como a los profesionales sanitarios que la vacunación es un servicio de salud esencial del sistema sanitario, incluso durante la pandemia de COVID-19, para proteger a toda la población frente a las enfermedades inmunoprevenibles(7).

La vacunación es un servicio de salud esencial del sistema sanitario, incluso durante la pandemia del COVID-19, para proteger a toda la población frente las enfermedades inmunoprevenibles

En este último documento se señalan las recomendaciones de vacunación de las personas que han tenido infección por SARS-CoV-2 o que han sido contactos de un caso confirmado. Las primeras se podrán vacunar cuando su situación clínica se haya normalizado y hayan terminado el aislamiento.
En los contactos, las vacunas se demorarán hasta que se haya cumplido la cuarentena, es decir, 10 días (ahora) desde la última exposición.

A pesar de estas recomendaciones, las coberturas vacunales han descendido en todas las comunidades autónomas. Aunque todavía no hay ningún informe publicado sobre las características de la afectación de la cobertura de las diferentes vacunas, se pueden resumir los siguientes puntos generales, según lo comunicado, aunque de forma muy heterogénea, en diferentes webinars y en el VII Curso organizado por la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia sobre «Adolescencia y COVID-19»(5):

  • Durante los meses de marzo y abril de 2020, en comparación con estos mismos meses en 2019, la disminución de las coberturas osciló entre el 4% y el 90%, variando según la edad de administración y el tipo de vacuna. Las vacunas priorizadas según las recomendaciones anteriores fueron las menos afectadas (primera y segunda dosis de las vacunas hexavalente y antineumocócica de los 2 y 4 meses, y en menor medida la dosis de la triple vírica de los 12 meses), y la vacuna Td de los 14 años y del adulto fue la que menos se administró. El adulto, en general, ha dejado de vacunarse. En relación con el tipo de vacunas, las recomendadas pero no financiadas tuvieron descensos mayores (hasta un 68% para la antimeningocócica B en el lactante) que las sistemáticas financiadas.

    Durante marzo y abril de 2020, la disminución de las coberturas vacunales osciló entre el 4% y el 90%, según la edad y el tipo de vacuna

  • Algunas vacunas (p. ej., la del virus del papiloma humano) se dejaron de administrar al cerrarse las escuelas, lugar donde se administraban.
  • La única cobertura que se ha mantenido es la de la vacuna Tdpa de la embarazada.
  • En muchas comunidades no se ha iniciado la campaña de rescate de la vacuna antimeningocócica tetravalente en el adolescente.
  • En general, en los centros privados se han mantenido las coberturas vacunales(8).

En todo el mundo, los efectos colaterales de la pandemia en las inmunizaciones ha sido muy importante(9). La OMS, la UNICEF y la Gavi advierten de que al menos 80 millones de niños menores de 1 año corren el riesgo de contraer enfermedades como la difteria, el sarampión y la poliomielitis a consecuencia de la interrupción de la inmunización sistemática y de la suspensión temporal de 93 campañas de vacunación a gran escala (46 de vacunación antipoliomielítica y 27 frente al sarampión, entre otras)(9,10).

Como conclusión hay que destacar que es urgente la normalización de la actividad vacunal después de esta paralización de los programas de inmunización y seguir vacunando según los calendarios de inmunizaciones sistemáticas. Es fundamental recordar a los padres la necesidad vital de proteger a sus hijos, y a la población en general, frente a enfermedades graves prevenibles por vacunación mientras continúa la pandemia. Y también desde la salud pública hay que continuar y reforzar las actividades de vigilancia epidemiológica de las enfermedades infecciosas.

Es urgente la normalización de la actividad vacunal, y es fundamental recordar a los padres la necesidad de proteger a sus hijos frente a enfermedades prevenibles, mientras continúa la pandemia

Preparémonos y establezcamos todas las medidas preventivas ante la actual segunda oleada de COVID-19 y otras posibles que puedan llegar, y para paliar la irremediable crisis social y económica que puede provocar una morbilidad y una mortalidad importantes. Todo esto mientras esperamos las vacunas y sin olvidar todo lo que deberemos seguir haciendo aun después de disponer de ellas.

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  6. Ministerio de Sanidad. Comisión de Salud Pública. Nota informativa 25 de marzo de 2020: Prioridades del programa de vacunación durante el estado de alarma debido a COVID-19. Disponible en: https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/vacunaciones/docs/COVID-19_Vacunacionprioritaria.pdf [consultado 04.05.20].
  7. Ministerio de Sanidad. Comisión de Salud Pública. Prioridades del programa de vacunaciones durante las fases de transición de la pandemia de COVID-19. Versión del 14 de mayo de 2020. Disponible en: https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/vacunaciones/docs/COVID-19_Vacunacionprioritaria2.pdf) [consultado 08.06.20].
  8. Marès Bermúdez J. En: I Jornadas de Vacunas del Mediterráneo (webinar), 11-12 de junio de 2020. Disponible en: https://drive.google.com/drive/folders/1svFj64qI TgS5ComTFUW4DjPvZQgWm1?usp=sharing [consultado 17.06.20].
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  10. World Health Organization. 22 May 2020 News release. Disponible en: who.int/news-room/detail/22-05-2020-at-least-80-million-children-under-one-at-risk-of-diseases-such-as-diphtheria-measles-and-polio-as-Covid-19-disrupts-routine-vaccination-efforts-warn-gavi-who-and-unicef [consultado 06.06.20].

 

 
 


Adolescente con lesiones dermatológicas


 

Adolescente con lesiones dermatológicas

D. Andina Martínez, M. Bascuas Arribas, S. Vinagre Enríquez.
Servicio de Urgencias. Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, Madrid.

 

Adolescere 2020; VIII (3): 39-44
 

Resumen

Se presenta el caso clínico de un adolescente de 13 años previamente sano, que presentó distintas lesiones en la piel durante el pico de la pandemia por coronavirus y una revisión posterior de la literatura publicada sobre el tema.

Palabras clave: SARS-CoV-2; COVID-19; Exantemas; Perniosis; Eritema multiforme

Abstract

The clinical case of a previously healthy 13-year-old adolescent who presented different skin lesions during the peak of the coronavirus pandemic is presented, followed by a review of the published literature on the subject.

Key words: SARS-CoV-2; COVID-19; rashes; perniosis; Erythema multiforme.

 

Consulta inicial

Los padres de un adolescente de 13 años consultan telefónicamente a finales del mes de marzo de 2020, por la aparición desde hace varios días de lesiones en la piel de predominio en brazos y piernas. Las lesiones son pruriginosas y refieren que no existe afectación de mucosas. Por lo demás refieren que su hijo presenta buen estado general sin otra sintomatología acompañante en el momento actual. En los días previos a la aparición de las lesiones refieren ligera tos y mucosidad que ya se ha resuelto. No ha presentado fiebre. El paciente no tiene ningún antecedente de interés y no ha tenido previamente ninguna enfermedad de la piel. Está correctamente vacunado, no habiendo recibido ninguna vacuna recientemente. No toma ninguna medicación actualmente y no presenta alergias medicamentosas conocidas.

Dado que el paciente presenta buen estado general sin ningún dato de alarma les indicamos a los padres que tomen fotografías de las lesiones y las envíen a una dirección de correo electrónico corporativa del hospital que se habilitó durante el tiempo que duro el estado de alarma para el envío de fotografías y otros documentos por parte de los padres si se consideraba necesario tras una consulta telefónica. Se recibe la siguiente fotografía de las lesiones que presenta el paciente. (Figura 1).

A diferencia del síndrome de Steven Johnson o una necrólisis epidérmica tóxica que se relacionan en la mayoría de los casos con toma de fármacos, el eritema multiforme suele estar en relación con infecciones

En las fotografías se objetiva un exantema maculo papuloso eritematoso pudiéndose objetivar la presencia de lesiones en diana. Dado que el paciente tiene buen estado general sin compromiso sistémico, la afectación se localiza en extremidades de forma simétrica respetando el tronco y no presenta lesiones en las mucosas, se establece el diagnóstico de eritema multiforme. Se descarta con los datos actuales que se trate de un síndrome de Steven Johnson (SST) o una necrolisis epidérmica toxica (NET), entidades que pueden presentar también lesiones en diana y con las que se debe establecer el diagnóstico diferencial.

A diferencia del SSJ o la NET que se relacionan en la mayoría de los casos con toma de fármacos, el eritema multiforme suele estar en relación con infecciones. Aunque las más frecuentemente descritas son Mycoplasma pneumoniae y Virus Herpes Simple, en el contexto epidemiológico actual no se descartó que se debiese a una infección por SARS-CoV-2, pero dada las limitaciones existentes en ese momento de la pandemia se decide no profundizar en el estudio etiológico. Se pauta tratamiento con antihistamínico oral y corticoides tópicos por el intenso prurito acompañante y durante los siguientes días se mantiene contacto telefónico con los padres de la paciente que realizan diariamente fotografías de las lesiones pudiendo observar la resolución de las mismas.

Segunda consulta

Varios días después de la resolución de las lesiones iniciales compatibles con eritema multiforme, los padres del paciente observan la aparición de nuevas lesiones en los dedos de los pies y de los talones. Inicialmente toman fotografías que envían al correo electrónico del hospital pero dado que el color de las mismas se torna violáceo aumenta su preocupación y deciden acudir al Servicio de Urgencias para valoración. A su llegada el paciente presenta buen estado general y la exploración física por aparatos es normal salvo por la presencia de las lesiones cutáneas referidas. Las constantes son normales para la edad. Se solicita a los padres consentimiento informado para la toma de fotografías del paciente. (Figuras 2 y 3. Lesiones acrales tipo perniosis).

El paciente presenta lesiones acrales localizadas en los dedos de los pies y ambos talones. Son lesiones maculares eritemato-violáceas, edematosas, alguna de ellas ulceradas y con descamación superficial. Dada las características de las lesiones y lo novedoso del cuadro se decide realizar una analítica de sangre con hemograma, bioquímica, coagulación y Dímero-D. Los resultados de las pruebas analíticas son normales. Aunque en el mes de abril de 2020 la prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para SARS-CoV-2 se restringía a pacientes con cuadros graves que precisaban ingreso, se solicita permiso para realizar dicha prueba al paciente con objeto de tratar de filiar la etiología de las lesiones.

Tras realizarse la prueba PCR y dado el buen estado general y la normalidad de la exploración física y los resultados analíticos se decide dar de alta al paciente con el diagnóstico de “lesiones acrales eritemato-violáceas” y “caso sospechoso de infección por coronavirus”. Se indica aislamiento del paciente y cuarentena domiciliaria de todos los contactos estrechos.

Evolución y seguimiento en consulta de Dermatología

A las 24 horas se recibe el resultado del test PCR que es negativo para SARS-CoV-2. Se contacta telefónicamente con los padres para indicarles el resultado negativo de la prueba, aunque debido a la acumulación de casos similares que se están atendiendo en un corto periodo de tiempo en el Servicio de Urgencias se sigue considerando que las lesiones pueden deberse a una infección por coronavirus. Se decide citar para seguimiento en una semana.

En consulta de dermatología las lesiones presentan las mismas características y han aumentado ligeramente en extensión, por lo que se decide realizar una biopsia de las mismas tras solicitar el consentimiento informado. Se cita de nuevo en consulta en una semana para ver la evolución y retirada del punto de sutura.

En el control realizado la semana siguiente las lesiones han mejorado. Se explica a los padres que los hallazgos de la anatomía patológica son compatibles con perniosis, lo que comúnmente se conoce como “sabañones”. Quedan pendiente los estudios de inmunohistoquímica que se van a realizar conjuntamente con los Servicios de Anatomía Patológica de otros hospitales de la Comunidad de Madrid.

Se realizan controles telefónicos semanales y a través de las fotografías que envían los padres se observa la resolución de las lesiones sin necesidad de ningún tratamiento específico sistémico ni tópico. Finalmente se reciben los resultados del estudio de inmunohistoquímica y estos muestran positividad para SARS‐CoV‐2 en células endoteliales y en células epiteliales de las glándulas ecrinas lo que apoya la sospecha diagnóstica inicial.

Durante la segunda y tercera semana de abril de 2020 acuden al Servicio de Urgencias decenas de niños y adolescentes con lesiones similares a las descritas en este caso clínico. De forma conjunta, los profesionales del Servicio de Urgencias, Servicio de Dermatología y Servicio de Anatomía Patológica diseñan un proyecto de investigación que obtiene el aval del Comité de Ética del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús y fruto de dicho trabajo se publican varios artículos cuyos resultados se resumen a continuación.

Discusión

Lesiones tipo perniosis (“sabañón”)

El primer artículo publicado es una revisión retrospectiva de los 22 primeros pacientes atendidos en el Servicio de Urgencias del Hospital Niño Jesús de Madrid entre el 6 y el 17 de abril de 2020(1). Todos presentan lesiones maculosas eritemato violáceas o purpúricas en los pies aunque tres pacientes presentan las mismas lesiones también en las manos. Se trata de 13 varones y 9 mujeres con una media de edad de 12 años (rango: 6-17). Las lesiones habían aparecido una mediana de 7 días antes de acudir al Servicio de Urgencias. En 12 de los casos referían un contacto estrecho domiciliario con un caso sospechoso de COVID-19 y en un caso el contacto estrecho era con un caso confirmado de COVID-19. Dos pacientes eran hermanos. Es importante apuntar que durante la primera oleada de la pandemia las pruebas PCR se restringían a cuadros que precisaban ingreso por lo que la mayoría de los casos sospechosos no se podían confirmar.

Respecto a la presencia de sintomatología sistémica, 9 de ellos referían sintomatología respiratoria previa de carácter leve (tos y/o rinorrea) previa al inicio de las lesiones mientras que 2 de ellos referían sintomatología digestiva leve en forma de dolor abdominal o diarrea. Además la mayoría de los pacientes referían síntomas locales en forma de prurito(9) o dolor(7). Se realizó analítica de sangre en 18 pacientes siendo normales todas las pruebas realizadas de coagulación, Dímero D, hemograma y bioquímica. Únicamente cabe reseñar un paciente con un valor elevado de Dímero D de 900 ng/ml cuando el valor normal del laboratorio es menor de 500 ng/ml pero que no tuvo ninguna significación clínica y en que el resto de las pruebas eran normales. Se realizó PCR para SARS-CoV-2 en 19 de los pacientes y solo en uno de ellos la prueba resultó positiva.

La sintomatología previa era respiratoria leve o digestiva en forma de dolor abdominal y diarrea

El seguimiento a todos ellos fue de forma presencial en la consulta de dermatología salvo en uno de ellos que solo se realizó seguimiento telefónico. Se practicó biopsia en 6 de los pacientes incluidos en el estudio, obteniéndose en todos ellos hallazgos de anatomía patológica compatibles con perniosis. El seguimiento de los pacientes mostró mejoría progresiva de las lesiones en todos ellos sin necesidad de tratamiento específico tópico ni sistémico con resolución de las mismas en un periodo de 6 a 8 semanas. Es importante señalar que algunos pacientes refirieron durante las primeras semanas de evolución de las lesiones periodos en que las lesiones eran más marcadas y el prurito o el dolor más intenso que mejoraban en días posteriores.

Durante el mes de mayo, al mismo tiempo que se publicaba este artículo, aparecieron otros artículos con series de pacientes pediátricos con lesiones similares tanto de España como de otros países(2,3). Todas las series mostraban hallazgos similares respecto a la epidemiología, clínica, resultados analíticos, hallazgos anatomopatológicos y evolución de las lesiones. En lo concerniente a los hallazgos microbiológicos la mayoría de los pacientes de las distintas series publicadas presentaban una PCR negativa para SARS-CoV-2. Además, en los trabajos que aportaban el resultado de test serológicos que medían anticuerpos Ig M e Ig G, estos también eran con frecuencia negativos.

Los hallazgos microbiológicos en la mayoría de los pacientes presentaban una PCR negativa, y en la mayoría unos anticuerpos también negativos

En el mes de junio fruto de un trabajo conjunto en el que participan, además de los profesionales del Hospital Niño Jesús, los Servicios de Anatomía Patológica de la Fundación Jiménez Díaz y del Hospital Doce de Octubre se publica un segundo artículo que aporta nuevas evidencias sobre la etiología de estas lesiones(4). Se incluyen siete pacientes con lesiones acrales (6 pacientes ya estaban incluidos en el anterior artículo y un paciente nuevo) a los que en el material de biopsia además de las técnicas habituales se practican técnicas de inmuno-histoquímica. Además, la muestra del último paciente incorporado a la serie se procesa para ser visualizada por microscopia electrónica.

El trabajo muestra como por técnicas de inmuno-histoquímica en todos los pacientes con lesiones pernióticas acrales se aprecia positividad para SARS‐CoV‐2 en células endoteliales y en células epiteliales de las glándulas ecrinas. Por último, en la muestra que se visualiza por microscopia electrónica se objetivan partículas de coronavirus en el citoplasma de células endoteliales. Dichos hallazgos apoyarían por tanto la implicación de SARS-CoV-2 en el daño endotelial que provoca el desarrollo de estas lesiones en niños, adolescentes y adultos jóvenes.

Respecto a los resultados negativos de las pruebas microbiológicas habituales, la negatividad frecuente de la técnica de PCR podría estar en relación con el momento de la realización de la prueba y el carácter leve del cuadro. Tanto si se toma como referencia el momento de la aparición de las lesiones cutáneas, o lo que sería más adecuado, el momento en que presentaron la sintomatología sistémica aquellos que la refirieron, se observa que prácticamente todas las pruebas PCR en los pacientes se realizan más de una semana después del inicio de la clínica por lo que en cuadros leves como este lo normal es que la PCR resultase ya negativa.

Por su parte, la negatividad de la serología podría deberse al tipo de técnica ya que en muchos artículos se utilizaron test rápidos que son menos sensibles, al momento de realización de la técnica ya que hay que tener en cuenta la evolución normal de los valores de Ig G así como al carácter leve del cuadro. Por último, es posible que el tipo de respuesta inmune generada en estos pacientes difiera en parte de la que presentan los pacientes que no desarrollan lesiones cutáneas. Respecto a esta posibilidad es interesante, la positividad para Ig A con negatividad para Ig G descrita en varios estudios recientes en pacientes con lesiones pernióticas acrales(5).

Sin embargo, cabe resaltar que sigue existiendo un profundo debate sobre la etiología de estas lesiones ya que otros autores han obtenido resultados distintos aplicando técnicas similares por lo que se está a la espera de que en los próximos meses nuevas evidencias aporten mayor certeza sobre la fisiopatología de estas lesiones(6).

Lesiones tipo eritema multiforme

Cuatro de los pacientes que presentaron lesiones pernióticas acrales presentaron antes de la aparición de estas lesiones o coincidiendo con la aparición de las mismas, lesiones compatibles con eritema multiforme y se recogieron en un tercer artículo(7). Estas lesiones se localizaban de forma simétrica en extremidades superiores e inferiores y de forma más marcada en codos, rodillas y dorso de manos. Eran pruriginosas y no asociaban lesiones en mucosas. Además de antihistamínicos orales, uno de los pacientes precisó tratamiento con corticoides tópicos y otro con corticoides orales por el intenso prurito acompañante.

Las lesiones tipo eritema multiforme se localizaron de forma simétrica en extremidades superiores e inferiores, y de forma más marcada en codos, rodillas y dorso de manos

El vínculo con la infección por SARS-CoV-2 se establece porque uno de los cuatro pacientes presentó PCR positiva, por la coincidencia en el mismo paciente de lesiones de perniosis y de eritema multiforme y por los hallazgos de inmuno-histoquímica obtenidos en los dos pacientes en los que se realizó biopsia de estas lesiones.

Otras lesiones

Desde el inicio de la pandemia se ha prestado especial atención a las lesiones dermatológicas que presentan los pacientes con infección por SARS-CoV-2. En población adulta un estudio multicéntrico español frecuentemente referenciado trató de clasificar los exantemas en cinco categorías: vesicular, urticarial, maculo-papular, livedo o necrosis y lesiones pernióticas(8).

En niños y adolescentes la literatura es más escasa y se trata en la mayoría de los artículos publicados de casos clínicos aislados, a excepción de las ya mencionadas series de pacientes con lesiones pernióticas acrales. De este modo se han descrito, en pacientes con infección confirmada por SARS-CoV-2, al igual que en adultos lesiones de urticaria aguda, exantemas maculo papulosos, exantemas vesiculares y exantemas maculo eritematosos(9,10,11).

Por último, es importante señalar que pueden aparecer lesiones cutáneas en los pacientes pediátricos afectos del Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico vinculado a SARS-CoV-2 (SIM-PedS) por lo que en el contexto epidemiológico actual ante un niño o un adolescente con fiebre y lesiones cutáneas se debe incluir en el diagnóstico diferencial esta nueva entidad diagnóstica(12).

Ante un adolescente con fiebre y lesiones cutáneas se debe incluir en el diagnóstico diferencial del SIM-PedS

 

Tablas y figuras

Figura 1. Eritema multiforme

Figura 2. Lesiones acrales tipo perniosis

Figura 3. Lesiones acrales tipo perniosis

 

Bibliografía

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Urgencias: dolor abdominal y fiebre


 

Urgencias: dolor abdominal y fiebre

M.J. Martín Díaz.
Facultativo Especialista de Área en Pediatría en la Unidad de Urgencias del Hospital Universitario Infantil Niño Jesús, Madrid.

 

Adolescere 2020; VIII (3): 31-38
 

Resumen

La atención de todo paciente pediátrico en urgencias debe comenzar con una primera evaluación rápida a través del triángulo de evaluación pediátrica (TEP), que detectará los pacientes inestables. En este grupo de pacientes hay que continuar inmediatamente tomando las constantes vitales y valorando el ABCD para seguir lo antes posible con las medidas de estabilización adecuadas.

Hay patologías que comparten síntomas y signos clínicos, precisando una estabilización inicial muy parecida, aunque es importante realizar un buen diagnóstico diferencial para establecer después un tratamiento específico. La actual pandemia por la infección por SARS-CoV-2, ha dejado en los niños y adolescentes un cuadro clínico denominado Síndrome Inflamatorio Sistémico Asociado a SARS-CoV-2 (en inglés las siglas PIMS), que comparte características con la enfermedad de Kawasaki, el síndrome de shock tóxico, el síndrome de activación macrofágica y cuadros de dolor abdominal y fiebre. Su diagnóstico se realiza con criterios clínicos y analíticos y se trata con inmunomoduladores, aunque es una patología todavía poco conocida, en la que seguramente van a ir surgiendo cambios a medida que aumenten los casos.

Palabras clave: Dolor abdominal; Fiebre, Shock; PIMS (paediatric inflammatory multisystem syndrome); MIS-C (multisystem inflammatory syndrome in children); SIM (síndrome inflamatorio multisistémico).

Abstract

The care of all pediatric patients in the ED should begin with a first rapid assessment through the pediatric assessment triangle (PAT), which will detect unstable patients. In this group of patients, it is necessary to immediately evaluate vital signs and assess the ABCD, followed as soon as possible with the appropriate stabilization measures. There are pathologies that share symptoms and clinical signs, requiring a very similar initial stabilization, although it is important to make a good differential diagnosis to later establish a specific treatment. In children and adolescents, the SARS-CoV-2 infection has revealed an entity called Paediatric inflammatory multisystem syndrome (PIMS), which shares similar characteristics with Kawasaki disease, toxic shock syndrome, macrophage activation syndrome and clinical pictures of abdominal pain and fever. Its diagnosis is made upon clinical and analytical criteria and it is treated with immunomodulators, although it is still a quite unknown pathology, in which changes will surely emerge as the cases increase.

Key words: Abdominal pain; Fever; Shock; PIMS (pediatric inflammatory multisystem syndrome); MIS-C (multisystem inflammatory syndrome in children); SIM (multisystemic inflammatory syndrome).

 

Motivo de consulta

Varón de 15 años de edad, que consulta en urgencias el 24 de agosto de 2020, por fiebre y dolor abdominal. En triaje presenta un triángulo de evaluación pediátrica (TEP) estable y se clasifica como un nivel de prioridad 3. Pasa a la consulta de urgencias, donde se procede a realizar una anamnesis completa, siguiendo el acrónimo SAMPLE (Simptoms, Alergies, Medicines, Past, Last intake, Events):

Síntomas: fiebre de hasta 40ºC, dolor abdominal, vómitos y diarrea de 72 horas de evolución. Está orinando poco.

Alergias: Sin alergias conocidas.

Fármacos: Ha tomado paracetamol e ibuprofeno para la fiebre. Ninguna medicación crónica.

Antecedentes personales: Previamente sano. Vacunado correctamente.

Última ingesta: No ha comido nada en las últimas 15 horas, ha tomado algo de agua con mala tolerancia.

Acontecimientos: pandemia de COVID-19. Vive con sus padres y 3 de sus 5 hermanos. Una hermana que no vive con ellos tuvo fiebre un mes antes, con PCR (reacción en cadena de la polimerasa) positiva a SARS-CoV-2 (no se realizó PCR al paciente ni sus convivientes, que han estado asintomáticos).

SE REALIZA UNA EXPLORACIÓN FÍSICA COMPLETA:

Peso: 58,1 kg. Tª (temperatura) 37,4ºC. TA (tensión arterial): 84/ 44 mm Hg. FC (frecuencia cardíaca): 101 lpm. Sat O2 (saturación de oxígeno) 96%. FR (frecuencia respiratoria) 18 rpm.

Buen estado general. Sin aspecto séptico. Mucosa oral pastosa. Palidez de mucosas (es de origen afrocaribeño y es difícil de valorar la coloración). Ictericia conjuntival. Relleno capilar de 2-3 segundos. Sin exantemas ni petequias. Auscultación cardiopulmonar: normal. Abdomen blando y depresible, doloroso de forma generalizada a la palpación, sin defensa; sin masas ni visceromegalias. Neurológico: consciente y orientado, no rigidez de nuca, signos meníngeos negativos. ORL: normal. Valoración del dolor (escala numérica): 7/ 10. Escala de Gorelick: 2-3.

SE REEVALÚA EL CASO: aunque había sido clasificado como un paciente estable, se objetiva después palidez que no se había apreciado en la valoración inicial y relleno capilar de 2-3 segundos. EL DIAGNÓSTICO SINDRÓMICO sería por tanto shock, con taquicardia e hipotensión arterial, por tanto shock descompensado.

EL SIGUIENTE PASO A SEGUIR SERÍA SU ESTABILIZACIÓN: canalizar una vía venosa periférica y comenzar a administrar suero salino fisiológico 20 ml/kg vía IV (intravenosa) en 10-15 minutos, administrar oxígeno en gafas nasales (aunque tiene una saturación de Os2 normal está indicado por estar en shock), y monitorizar (de forma continua la FC, y cada 5-10 minutos la TA, así como los signos clínicos de shock: estado mental, coloración, relleno capilar, sin olvidar la auscultación cardíaca y pulmonar, por el riesgo de sobrecarga de volumen, en especial en pacientes con signos de infección).

Se trata por tanto de un varón de 15 años, con un cuadro febril con síntomas abdominales, con signos de deshidratación y shock, en agosto de 2020, con el antecedente de un contacto estrecho hace 4 semanas con un paciente con COVID-19 confirmada.

Nos planteamos el DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL con los cuadros más probables que pueden dar estos síntomas:

Gastroenteritis aguda con deshidratación. Sería la causa más probable por frecuencia. La mayoría de estos cuadros son de origen viral, con fiebre de menor grado y menos duración que en el caso que nos ocupa, aunque hay gastroenteritis invasivas de origen bacteriano que sí cursan con fiebre alta durante varios días.

Sepsis de origen abdominal. Los signos de inestabilidad hemodinámica que presenta el paciente podrían ser causa de la hipovolemia debida a la deshidratación, pero también podrían deberse a un cuadro séptico, que por los síntomas acompañantes, podría ser de origen intestinal.

Abdomen agudo (apendicitis aguda lo más frecuente). En los cuadros de abdomen agudo suele prevalecer el dolor abdominal sobre otros síntomas y signos como la fiebre, la diarrea y los vómitos. Aunque hay cuadros de evolución atípica, como los abscesos apendiculares encapsulados, en los que la fiebre alta puede ser el signo principal. En la exploración se encuentra el abdomen con dolor generalizado, aunque blando sin defensa ni otros signos de irritación peritoneal. Habrá que vigilar estrechamente la evolución de los síntomas y la exploración física y si es necesario solicitar pruebas complementarias para descartar un abdomen agudo.

En los cuadros de abdomen agudo suele prevalecer el dolor abdominal y signos como la fiebre, la diarrea y los vómitos

  • COVID-19 (coronavirus disease 19). Aunque la infección aguda por SARS-CoV-2 puede cursar con síntomas digestivos y fiebre, no es lo más habitual en adolescentes. En todo caso la sintomatología de esta infección está demostrando ser muy variopinta y es obligado descartarla en el contexto epidemiológico en que se presenta el paciente. Hay que tener en cuenta el antecedente de un contacto estrecho en las semanas anteriores.
  • Síndrome pediátrico inflamatorio multisistémico asociado a SARS-CoV-2 (PIMS-TV del inglés “paediatric multisystem inflammatory syndrome temporally associated with SARS-CoV-2“). La fiebre alta, los síntomas abdominales, los signos de shock, el antecedente de un contacto estrecho ya hace más de 2 semanas con otro paciente con COVID-19 (lo cual hace más probable que nuestro paciente haya pasado una infección pauci o asintomática), deben hacernos pensar en esta patología. Por lo inespecífico de su presentación clínica, en especial en los casos que no son graves, habrá que buscar los criterios diagnósticos clínicos y analíticos.

Considerando principalmente estos diagnósticos, se solicitan las siguientes PRUEBAS COMPLEMENTARIAS:

  • Hemograma, proteína C reactiva (PCR), procalcitonina (PCT), hemocultivo. En busca de datos de infección bacteriana y/o de inflamación sistémica. Se solicitan además urocultivo y coprocultivo a la espera de obtener muestras.
  • Bioquímica sérica, dirigida a evaluar el grado de deshidratación y a comprobar si se cumplen los criterios de PIMS.
  • Coagulación: por la posibilidad de que precise una intervención quirúrgica si se trata de un cuadro de abdomen agudo y también por la posibilidad de un PIMS.
  • Ecografía abdominal: para descartar abdomen agudo.
  • Pruebas de detección de infección por SARS-CoV-2: PCR y serología.
  • EL PACIENTE PERMANECE EN OBSERVACIÓN. Tras el bolo inicial de suero salino fisiológico (SSF) presenta TA similar a la previa, con valores entre 80 y 85 mm de Hg de sistólica y en torno a 45 mm de Hg de diastólica, con FC de 100-110 lpm. Refiere que el dolor abdominal ha empeorado, está poco activo, nauseoso aunque no vomita ni realiza deposición. Se inicia tratamiento con cefotaxima IV por la posibilidad de un cuadro séptico.

Se obtienen los siguientes RESULTADOS DE LABORATORIO:

  • Hematimetria: Hematocrito 40.4 % (37.3 – 47.3). Hemoglobina 13.2 g/dl (11 – 15.6). Leucocitos 14.84 x1000/µL (4.5 – 13). Neutrófilos 13.01 x1000/µL (1.5 – 8); 87.7 % (38 – 70). Linfocitos 0.67 x1000/µL (1.5 – 5.2); 4.5 % (28 – 48). Monocitos 0.66 x1000/µL (0.2 – 1); 4.5 % (0 – 5). Basófilos 0.04 x1000/µL (0 – 0.1); 0.3 % (0 – 1). Eosinófilos 0.11 x1000/µL (0.1 – 1); 0.7 % (0 – 3). Plaquetas 162 x1000/µL (150 – 400).
  • Bioquímica Sérica: Glucosa 141 mg/dL (60 – 100). Urea 71.8 mg/dL (19 – 45). Creatinina 1.46 mg/dL (0.4 – 1). Gamma GT 52 U/L (8 – 50). Sodio 127 mEq/L (135 – 145). Potasio 5.1 mEq/L (3.5 – 5.5). Transaminasa GOT 184 U/L (15 – 47). Transaminasa GPT 80 U/L (13 – 44). PCR 40.92 mg/dl (0-0,5). PCT 30.68 ng/mL (0-0,5).
  • Fibrinógeno 619 mg/dl. Tiempo de cefalina 33 segundos. Control tiempo de cefalina 26.4 segundos. Ratio de cefalina 1.25. Indice de Protrombina 81 % INR 1.13.

ANTE LA SOSPECHA DE PIMS SE AMPLÍAN LAS DETERMINACIONES ANALÍTICAS, dirigidas al diagnóstico de esta entidad:

  • Gasometría venosa: pH 7.37, pCO2 39 mmHg, HCO3 22 mmol/l, BEb 2 mmol/l, Hb 12.3 g/dl, Na 133 mmol/l, K 4.4 mmol/l, Ca++ 1.15 mmol/l, Láctico 1.9 mmol/l, Glucosa 127 mg/dl.
  • Albumina 3.7 g/dL Bilirrubina total 5.13 mg/dL (0.2 – 1.3). Bilirrubina conjugada 1.79 mg/dL (0 – 0.3). Creatin fosfoquinasa (CPK) 1324 U/L Lactatodeshidrogenasa (LDH) 307 U/L Troponina T alta sensibilidad( cTnT-hs) 647.4 ng/L Péptido natriurético cerebral (pro-BNP) 16211 pg/mL

Se realiza la ecografía abdominal: signos de ileítis y adenitis inespecíficas.

Con la sospecha de PIMS, se inicia tratamiento con metilprednisolona IV a 2 mg/kg/día. Permanece en observación monitorizado, con taquicardia y tensión arterial por debajo de los límites de la normalidad para su edad, llegando a mínimos de 70/ 43 mm de Hg, con FC de 110 lpm. Se repite otra expansión con SSF (20 ml/ kg) y se consulta con los especialistas en Cuidados Intensivos Pediátricos, decidiéndose su ingreso en su Unidad (UCIP).

Juicio clínico

La PCR para SARS-CoV-2 es positiva y la serología (test rápido) IgG +, IgM –

Evolución

En las primeras horas de su estancia en UCIP precisa de nuevo expansión de volumen (hasta 1,5 litros de SSF en total), con estabilización hemodinámica a partir de las 12 horas del ingreso. Se mantiene oxigenoterapia en gafas nasales a 2 lpm por los signos de shock y porque el paciente refiere sensación de dificultad respiratoria, pudiéndose retirar a las 12 horas. Se realiza una radiografía de tórax, donde no se aprecian infiltrados ni consolidaciones pulmonares; tampoco signos de sobrecarga cardíaca.
Se completa el estudio realizando un ecocardiograma, donde se encuentra una estructura y función cardíaca normales, con una fracción de eyección del 60%.

Se mantienen el tratamiento con cefotaxima y metilprednisolona iniciados en urgencias. Recibe además tratamiento con heparina de bajo peso molecular como profilaxis antitrombótica.

La función renal se normaliza con la administración de volumen. Alcanza un máximo en las cifras de troponina de 1324 ng/L a las 48 horas de su ingreso, con valoraciones diarias por cardiología, en las que se observa una función cardíaca normal de forma estable. Los datos de disfunción hepática (hipertransaminasemia con hiperbilirrubinemia), se normalizan a las 48 horas de ingreso.

Por la buena evolución clínica y analítica se disminuye la dosis de corticoides a las 36 horas de su ingreso y es dado de alta a sala de hospitalización el día 28 de agosto. Completa el tratamiento con 10 días de cefotaxima, siendo el hemocultivo, el urocultivo y el coprocultivo negativos. Es dado de alta a domicilio el día 4 de septiembre. Se indica continuar con la heparina a dosis profilácticas hasta completar 14 días tras realizar interconsulta con hematología. Se realiza control en consulta de cardiología el día 30 de septiembre, con ECG y ecocardiograma normales.

Discusión del caso

La atención de los pacientes pediátricos que consultan en urgencias debe comenzar por una evaluación rápida inicial, que se sistematiza con el Triángulo de Evaluación Pediátrica: valorar por la simple observación del paciente, sin necesidad siquiera de tocarlo, su función cerebral (Apariencia), su respiración (signos de dificultad Respiratoria: ruidos respiratorios anormales o presencia de tiraje) y su circulación (Color de piel y mucosas). La alteración de cualquiera de estos lados del triángulo nos alerta de estar ante un paciente inestable, con la posibilidad de los siguientes diagnósticos sindrómicos ya en la valoración inicial:

La atención de los pacientes pediátricos que consultan en urgencias debe comenzar por una evaluación rápida inicial, que se sistematiza con el Triángulo de Evaluación Pediátrica

Todos los lados normales: paciente estable.

  • Apariencia alterada: disfunción del sistema nervioso central.
  • Respiración alterada: dificultad respiratoria.
  • Circulación alterada: shock.
  • A + R alteradas: fallo respiratorio.
  • A + C alteradas: shock descompensado (fallo circulatorio).
  • A + R + C: fallo cardiorrespiratorio (riesgo de parada).

A continuación se realizará una valoración más profunda, comenzando por la toma de las constantes vitales (incluyendo siempre la glucemia en los pacientes con la apariencia alterada), y evaluando clínicamente estas funciones siguiendo la secuencia clásica del ABCD (vía aérea, respiración, circulación y función neurológica). Después (y si puede ser al mismo tiempo) hay que realizar una anamnesis completa y una exploración física detallada que nos ayuden a llegar a un diagnóstico más preciso. Ante cualquier signo de disfunción en esta evaluación, hay que estabilizar lo antes posible al paciente: los pacientes en shock precisan la canalización de al menos una vía venosa periférica y comenzar con la administración de volumen con cristaloides (excepto en los casos con signos de fallo cardíaco)(1).

Es fundamental monitorizar la evolución del paciente con las constantes vitales y con los signos clínicos. En este caso estaría indicado la monitorización continua de la FC, la toma programada y frecuente de la TA, el control de la diuresis y la reevaluación clínica (coloración, tiempo de relleno capilar, auscultación cardiopulmonar, nivel de consciencia).

Una vez que se llevan a cabo las medidas encaminadas a la estabilización del paciente, hay que tratar de llegar a un diagnóstico que nos conduzca a un tratamiento etiológico si existe, o por lo menos dirigido a una patología en concreto. Para ello en ocasiones se necesitan exploraciones complementarias orientadas según el diagnóstico diferencial que se plantee en cada caso.

La mayoría de los niños con infección por SARS-CoV-2 presentan síntomas leves. Sin embargo, después de la “primera ola” de la pandemia de la enfermedad por el SARS-CoV-2, se identificó un pequeño porcentaje de pacientes pediátricos que desarrolla una respuesta inflamatoria sistémica exagerada, haciendo preciso en la mayoría de los casos su atención en UCIP y soporte circulatorio de distinto nivel. Este síndrome ha sido denominado Paediatric multisystem inflammatory syndrome temporally associated with SARS-CoV-2 (PIMS-TV) por el RCPCH (Royal College of Paediatrics and Child Health) de Reino Unido (es la terminología más aceptada en Europa)(2), y Multisystem Inflammatory Syndrome in Children (MIS-C) por los CDC (Centers of Diseases Control) de Estados Unidos(3), y se han establecido en ambas comunidades científicas, diferentes aunque similares, criterios para su definición. Desde abril de 2020 ha habido varias comunicaciones provenientes de distintos países, de niños y adolescentes afectados por este síndrome(4-9).

Tras la “primera ola” de la pandemia por el SARS-CoV-2, se identificó un pequeño % de pacientes pediátricos que desarrolla una respuesta inflamatoria sistémica exagerada. Este síndrome ha sido denominado Paediatric multisystem inflammatory syndrome temporally associated with SARS-CoV-2 (PIMS-TV) por el Royal College of Paediatrics and Child Health de Reino Unido y Multisystem Inflammatory Syndrome in Children (MIS-C) por Centers of Diseases Control de Estados Unidos

Debido a que es una patología de nueva aparición, a que hay relativamente pocos casos descritos y a que no está aún probada su asociación con la infección por SARS-CoV-2, han surgido dudas sobre varios aspectos importantes: su prevalencia, las distintas formas de presentación, la gravedad con la que se puede presentar, su evolución natural y su adecuado tratamiento.

Destaca que esta nueva patología comparte características clínicas y analíticas con otras propias de la edad pediátrica: la enfermedad de Kawasaki (EK), el síndrome de shock tóxico estafilocócico y el síndrome de activación macrofágica. Hay otro grupo de pacientes en que se presenta como un cuadro abdominal con elevación marcada de los reactantes de fase aguda(10).

El síndrome inflamatorio multisistémico asociado a SARS-CoV-2 comparte clínica y analítica con la enfermedad de Kawasaki, el síndrome de shock tóxico estafilocócico y el síndrome de activación macrofágica

En mayo de 2020 se publicaron dos guías definiendo estos casos, una europea y otra americana, con el objeto de que los pediatras puedan estar alerta ante su aparición, hacer un diagnóstico y tratamiento tempranos, así como una derivación a centros con UCIP. La definición de PIMS, dada por el RCPCH de Reino Unido es(11):

  1. Niño o adolescente con fiebre persistente, inflamación (neutrofilia, elevación de proteína C reactiva PCR, linfopenia) y evidencia de fallo de la función de uno o más órganos (disfunción cardíaca, circulatoria, respiratoria, renal, digestiva o neurológica). Con alguna característica adicional en las que se pueden incluir niños que cumplen criterios de EK.
  2. Exclusión de infecciones que pueden producir estos cuadros, incluyendo infecciones bacterianas (sepsis, shock tóxico estafilocócico y estreptocócico), así como infecciones que causan miocarditis como los enterovirus.
  3. Pruebas de detección de SARS-CoV-2 positivas o negativas.

Todos los niños que cumplen criterios de PIMS, deben ser categorizados en dos fenotipos:

  • Los casos Kawasaki-like. La clasificación dentro de este grupo se hace en función de los criterios diagnósticos aceptados internacionalmente de la American Heart Association, apoyándose más en la opinión de expertos que en aspectos biológicos, muy poco específicos.
  • Los casos más inespecíficos.

Por su parte los CDC de EEUU agrupan las distintas formas clínicas en 3 grandes grupos:

  • Presentación grave con shock, con o sin disfunción ventricular.
  • Formas Kawasaki-like con evidencia de inflamación sistémica.
  • Fiebre con signos inflamatorios, sin necesidad de soporte en UCIP.

La mayoría de estos niños tienen entre 8 y 11 años, con un ligero predominio en varones. Habitualmente son niños sanos previamente. Casi todos los casos descritos se presentan entre 2 y 6 semanas del pico de incidencia de infección por SARS-CoV-2. Esto, y que en la mayoría las pruebas de detección del virus (PCR a SARS-CoV-2) son negativas y las serológicas (Ig G) son positivas, hacen pensar que se trata de una respuesta inmune aberrante a la infección y no de un cuadro producido por la infección activa(10-13).

Los casos descritos se presentan entre 2 y 6 semanas del pico de incidencia por SARS-CoV-2, y tienen una edad entre 8 y 11 años, con ligero predominio en varones

La presentación clínica más frecuente es la fiebre, con síntomas abdominales y hallazgos típicos del síndrome de Kawasaki (exantema, inyección conjuntival, así como datos de laboratorio de inflamación aguda). La forma clínica depende de la edad: en el grupo de menor edad predominan las formas semejantes al síndrome de Kawasaki y en los adolescentes las formas con miocarditis como patología principal (un 73% en los casos entre 13 y 20 años). La afectación cardíaca es frecuente, sobre todo en los casos más graves, con elevaciones marcadas del péptido natriurético cerebral (brain natriuretic peptide BNP o por-BNP), en general por encima de 200 ng/L, y elevaciones leves-moderadas de la troponina(10,13).

La forma de presentación clínica en los adolescentes, es la miocarditis en los casos graves

En los últimos meses se han publicado distintas series de casos procedentes de distintos países: Reino Unido, Italia, España, Francia, Estados Unidos, Brasil(3-8). Aunque los casos descritos son similares clínica y epidemiológicamente, el tratamiento recibido no lo ha sido y todavía no se ha consensuado, debido fundamentalmente a la falta de evidencia científica en la cual apoyarse.

Una de las grandes preguntas que han surgido entre los pediatras es si el PIMS es una forma de EK desencadenada por el SARS-CoV-2. Varios autores son los que han comparado series de casos de EK previas a la pandemia de la COVID-19 con los casos aparecidos en los últimos meses. Las conclusiones son que estos últimos tienen mayor edad, tienen afectación cardíaca con más frecuencia, tienen valores de ferritina más altos, más leucocitosis, cifras de linfocitos menores, cifras de plaquetas menores, albúmina más baja, niveles más altos de troponina y de dímero D, y niveles de sodio plasmático también más bajos. También es más frecuente que no respondan a inmunoglobulina IV (Ig IV). Otra diferencia es la predilección de la raza asiática en la EK y la mayor afectación de pacientes con ascendencia afroamericana o afrocaribeña en el PIMS. Mientras que solo el 5% de los pacientes con EK presentan shock, lo hacen el 35-50% de los diagnosticados de PIMS(10).

En los pacientes en los que se sospeche esta entidad, hay que solicitar determinaciones analíticas básicas para comprobar si cumplen los criterios actualmente aceptados para el diagnóstico. Si se cumplen estos criterios, se realizarán otras exploraciones complementarias, consideradas de segundo nivel, para determinar el grado de afectación, así como para realizar un diagnóstico diferencial(1). La mayoría de los autores que han publicado sobre el tema, recomiendan un abordaje multidisciplinar, con la participación de pediatras generales, especialistas en enfermedades infecciosas, pediatras intensivistas, reumatólogos, cardiólogos e incluso hematólogos (en especial si se plantea utilizar tratamientos biológicos). Existe discrepancia en cuanto a si todos los casos con shock necesitan atención en hospitales con Unidades de Cuidados Intensivos, aunque por el riesgo de deterioro brusco la recomendación más extendida es que sí. El tratamiento a elegir depende del fenotipo de cada caso concreto (distinguiendo los casos similares a la EK de los tienen características más indefinidas), siendo determinantes también los factores de gravedad que presenten. En general, se propone un tratamiento por pasos, comenzando con Ig IV, seguida de corticoides (metilprednisolona vía IV) y finalizando con tratamientos biológicos para los casos que no responden bien a los anteriores. Estas recomendaciones están basadas en la experiencia de estos primeros meses de pandemia, pero habrá que ratificarlas o cambiarlas en función de la experiencia y los ensayos clínicos que se vayan acumulando en el futuro(2,3,10-13).

Este síndrome necesita un abordaje multidisplinar, con la participación de pediatras generales, especialistas en enfermedades infecciosas, pediatras intensivistas, reumatólogos, cardiólogos e incluso hematólogos

El diagnóstico y el tratamiento de estos pacientes se ha intentado sistematizar en guías clínicas, resumiéndose a continuación(2,3,14):

Diagnóstico

Pruebas de primer nivel: Hemograma. Proteína C reactiva. Procalcitonina si está disponible. Urea, creatinina, electrolitos. Función hepática.

Pruebas de segundo nivel. Si se cumplen los criterios de PIMS se continuará con las siguientes exploraciones, que además ayudarán a realizar un diagnóstico diferencial con otras patologías ya citadas:

  • Gasometría con lactato, fibrinógeno, ferritina, dímero-D, troponina, péptido natriurético cerebral (pro-BNP), láctico deshidrogenasa (LDH).
  • Pruebas de detección de SARS-CoV-2 (PCR o detección de antígenos) y pruebas serológicas para SARS-CoV-2.
  • Toma de muestras para cultivos (punción lumbar solo si está indicado por la clínica); detección de infecciones virales que se incluyan en el diagnóstico diferencial.
  • Electrocardiograma (ECG).
  • Radiografía de tórax. Ecocardiograma. Ecografía abdominal en los niños con dolor abdominal importante (hay que descartar otros procesos, principalmente apendicitis).

Atención inicial

Llevar puesto el equipo de protección individual (EPI) adecuado.

Realizar las maniobras de resucitación estándar cuando esté indicado.

Extraer muestras para hemocultivo y comenzar antibioterapia empírica por la posibilidad de sepsis. Extraer muestras de sangre para determinaciones analíticas.

Consultar con los especialistas en UCIP en los pacientes inestables. En los pacientes estables hay que tener en cuenta que puede producirse un deterioro clínico rápido.

Monitorización cardiorrespiratoria (datos clínicos, FC, saturación de O2 y ECG de forma continua, TA).

ECG. Si es posible ecocardiograma de forma temprana (en función del contexto clínico y sanitario).

Evaluar:

  • Evaluar la afectación multiorgánica: función renal, hepática, neurológica, etc.
  • Si se plantea el inicio de tratamiento inmunomodulador, extraer las muestras analíticas indicadas antes de comenzar dicho tratamiento, así como obtener el consentimiento informado de los padres.
  • Considerar Ig IV y ácido acetil salicílico si cumple criterios de Kawasaki.
  • Considerar Ig IV si cumple criterios de síndrome de shock tóxico.
  • Si cumple criterios de miocarditis, derivar a un centro con soporte adecuado.

Monitorización:

  • Constantes vitales y anotación horaria de la evolución hasta que esté estable más de 12 horas.
  • Monitorización estrecha para detectar cualquier empeoramiento cardíaco o respiratorio.
  • Monitorización de signos de empeoramiento inflamatorio: empeoramiento de la fiebre, deterioro cardiorrespiratorio, empeoramiento de los síntomas digestivos, aumento de la hepatoesplenomegalia y/o las adenopatías, incremento del exantema, deterioro neurológico, ascenso de los reactantes de fase aguda, disminución de las series sanguíneas, hiponatremia o alteración de la función renal, ascenso o descenso del fibrinógeno, elevación de ferritina, elevación de triglicéridos, elevación de transaminasas y/o LDH, elevación de dímero D.

Tratamiento

Los fármacos antivirales están justificados solo en el contexto de ensayos clínicos controlados

En casos Kawasaki-like graves, se recomienda comenzar tratamiento con Ig IV y corticoides a la vez

Se basa en los siguientes principios generales:

  • Estos pacientes deben ser tratados como sospecha de COVID.
  • Comenzar antibioterapia empírica según los protocolos locales, asumiendo que puede tratarse de una sepsis hasta el resultado de los cultivos.
  • Los casos leves-moderados pueden no ingresar en UCIP, pero por la posibilidad de deterioro rápido deben ingresar en un centro con UCIP.
  • Los fármacos antivirales están justificados solo en el contexto de ensayos clínicos controlados.
  • Considerar los fármacos inmunomoduladores (si no se tiene experiencia en estos tratamientos hay que consultar con los especialistas pediátricos adecuados según cada centro: reumatólogos, hematólogos, enfermedades infecciosas). La Ig IV se recomienda para todos los casos del grupo “Kawasaki-like”, pero no para los casos inespecíficos, los cuales pueden evolucionar bien sin ningún tratamiento cuando son leves. La metilprednisolona se considera tratamiento de segunda línea en ambos grupos. En los casos Kawasaki-like graves, se recomienda comenzar el tratamiento con Ig IV y corticoides a la vez. Hay consensos, como el del Grupo Español(13) en los que se deja abierta la posibilidad de comenzar con Ig IV o con corticoides en los casos inespecíficos. Considerando los efectos secundarios de ambos tratamientos puede haber casos en los que sea más adecuado comenzar con corticoides. La dosis de metilprednisolona no está bien establecida.
    Se han utilizado dosis desde 2 mg/kg/día durante 5 días hasta 10-30 mg/kg/día durante 3 días en los casos graves. Los tratamientos biológicos se consideran de tercera línea, para pacientes que no responden a los anteriores. Hay consenso en que el infliximab es el más adecuado para los casos Kawasaki-like, no estando claro si este, el anakinra o el tolicizumab, son más convenientes en los casos inespecíficos(2,3,10-14).
  • En cuanto al tratamiento antiagregante, se recomienda aspirina a dosis bajas durante 6 semanas en los casos con fenotipo similar al Kawasaki.
  • En cuanto a la indicación de profilaxis con anticoagulantes, se reserva para los pacientes de riesgo (movilidad restringida, obesidad, aneurismas coronarios gigantes, elevación importante del dímero D).
  • Los pacientes con función cardíaca normal, estable, con más de 24 horas sin fiebre, pueden ser dados de alta del hospital.
  • Se recomienda seguimiento una y 6 semanas después del alta hospitalaria, con ecocardiograma incluido, porque incluso en algún caso de evolución leve, se han descrito aneurismas coronarios posteriormente. Los casos con afectación más grave y sobre todo si han tenido disfunción cardíaca, precisan un control más estrecho y multidisciplinar.

 

Bibliografía

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  12. Levin M. Childhood Multisystem Inflammatory Syndrome – A New Challenge in the Pandemic. N Engl J Med. 2020 Jul 23;383(4):393-395.
  13. Ahmed M, Advani S, Moreira A, Zoretic S, Martínez J, Chorath K, et al. Multisystem inflammatory syndrome in children: A systematic review. EClinicalMedicine. 2020 Sep;26:100527. doi: 10.1016/j.eclinm.2020.100527. Epub 2020 Sep 4. PMID: 32923992; PMCID: PMC7473262.
  14. Grupo de redacción multidisciplinar conformado por la Asociación Española de Pediatría. Sociedad Española de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías Congénitas (SECPCC). Sociedad Española de Cuidados Intensivos Pediátricos (SECIP). Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP). Sociedad Española de Pediatría Hospitalaria (SEPHO). Sociedad Española de Reumatología pediátrica (SERPE). Sociedad Española de Urgencias de Pediatría (SEUP). Consenso nacional sobre diagnóstico, estabilización y tratamiento del Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico vinculado a SARS-CoV-2 (SIM-PedS). An Pediatr (Barc). 27 de Julio de 2020.

 

 
 


Problemas nutricionales


 

Problemas nutricionales

J.M. Moreno Villares.
Director del Departamento de Pediatría. Clínica Universidad de Navarra, Madrid.

 

Adolescere 2020; VIII (3): 30e1-30e6
 

Resumen

Las repercusiones de la pandemia por el SARS-COVID-19 no se limitan a la afectación de los adolescentes infectados, en la que el manejo nutricional es similar al de otras infecciones respiratorias agudas, incluyendo el de aquellos pocos pacientes que precisaron ingreso en la UCP.
En este pequeño grupo de pacientes se observa que la existencia de obesidad constituye un riesgo de mayor gravedad. El confinamiento por un periodo prolongado ha significado una modificación de los hábitos de vida, fundamentalmente la alimentación y la actividad física. No todas esas modificaciones han tenido un carácter negativo: la disponibilidad para dedicar más tiempo a la cocina, la posibilidad de comer en familia o el consumo menor de comida rápida. Otras sin embargo como el mayor consumo de alimentos azucarados o el aumento de horas de sedentarismo tienen connotaciones negativas. Es difícil cuantificar las repercusiones sobre el estado de salud, en especial en el peso corporal, ni tampoco sobre algunos colectivos de adolescentes con enfermedades crónicas, en especial los trastornos de la conducta alimentaria. No existe ningún alimento ni nutriente específico con acciones directas sobre el virus, si bien algunos estudios epidemiológicos apuntan al papel de la vitamina D sobre la inmunidad y la posibilidad de favorecerla al mejorar los niveles plasmáticos de la misma, si bien son necesarios estudios clínicos bien diseñados que lo confirmen.

Palabras clave: Infección respiratoria; Obesidad; Vitamina D; Actividad física.

Abstract

The repercussions of the SARS-COVID-19 pandemic are not limited to the illness of infected adolescents, in which nutritional management is similar to that of other acute respiratory infections, including that of those few patients who required admission to the PICU. In this small group of patients, the existence of obesity has been identified to constitute a risk for greater severity. Prolonged confinement has meant modification of life habits, mainly food and physical activity. Not all these modifications have had a negative impact: the availability to dedicate more time to cooking, the possibility of eating as a family, and less consumption of fast food. Others however, such as increased intake of sugary foods or increased number of hours of sedentary lifestyle have had negative connotations. It is difficult to quantify the repercussions on health status, especially on body weight, nor on some groups of adolescents with chronic diseases, especially eating disorders. There is no specific food or nutrient with direct actions on the virus, although some epidemiological studies point to the role of vitamin D on immunity and the possibility of promoting it by increasing its plasma levels, although well designed clinical studies are necessary to confirm it.

Key words: Respiratory infection; Obesity; Vitamin D; Physical activity; Covid-19.

 

Introducción

La pandemia por SARS-CoV2 nos ha puesto delante de retos difícilmente imaginables hace apenas menos de un año. Nunca en tiempos tan recientes habíamos sido tan conscientes de nuestra vulnerabilidad, pero también de nuestra capacidad de responder adecuadamente si se trabaja en común, de una forma organizada y dirigida. La Medicina, la salud, ha vivido y vive en primera línea las consecuencias de la pandemia. Sabemos más que en el comienzo de la misma allá por finales de febrero de 2020: de sus efectos sobre el organismo y las consecuencias a corto y medio plazo. Abordar la pandemia ha supuesto también modificar nuestros hábitos de vida. No había experiencias sobre un confinamiento prolongado fuera de épocas de guerra o desastres naturales y siempre había ocurrido en ámbitos geográficos determinados y por periodos concretos.

En esta presentación abordaremos las repercusiones que la pandemia ha tenido y puede tener sobre la salud de los adolescentes, en especial en lo relacionado a su alimentación y a su estado nutricional. Finalizaremos la exposición revisando cuanto podemos hacer para mejorar la respuesta inmune por medio de los hábitos saludables.

Las repercusiones de la infección por
SARS-COVID-19 en el estado nutricional

El número de pacientes pediátricos que se vieron afectados en la primera ola de la pandemia es ciertamente desconocido, pues en los momentos iniciales se limitó la realización de test diagnósticos (fundamentalmente la Reacción en cadena de la Polimerasa, RT-qPCR) a aquellos pacientes con sintomatología grave y/o que requerían ingreso hospitalario. Afortunadamente el número de sujetos < 19 años ingresado fue bajo, y muy inferior el de aquellos que precisaron ingreso en la UCIP. En la fase actual de la epidemia es bastante similar (Figura 1).

Por lo tanto, salvo en los escasos adolescentes que padecieron un cuadro grave que obligara a un ingreso en UCI o un síndrome multinflamatorio sistémico (SMIS) asociado a COVID, cuyo manejo nutricional se escapa al objetivo de esta revisión, los niños y adolescentes con infección leve o moderada no vieron afectada de forma importante su situación nutricional ni precisaron modificaciones dietéticas específicas.

La Sociedad Europea de Cuidados Intensivos Pediátricos en colaboración con ESPEN está en el proceso de publicar unas recomendaciones sobre el abordaje nutricional del SMIS en su fase aguda y en su recuperación.

La obesidad como factor de riesgo de gravedad

Desde los primeros reportes publicados sobre la evolución de los pacientes infectados, se comprobó una incidencia más elevada y una gravedad mayor en los pacientes con obesidad. Qingxian et al fue el primero en comunicar que la obesidad se asociaba a un riesgo mayor de desarrollar neumonía(1).
En el grupo de 383 pacientes ingresados se evidenció que el riesgo de desarrollar neumonía grave era 2,42 veces mayor en los pacientes con obesidad cuando se comparaba con sujetos con normopeso. Simonnet et al analizaron 124 pacientes que ingresaron en la UCI. Aquellos con IMC > 35 kg/m2 tenían un riesgo 7 veces mayor de necesitar ventilación mecánica que aquellos con IMC < 25 (OR, 7.36; 95% CI, 1.63-33.14)(2). En el estudio de Petrelli et al en 4103 pacientes con COVID-19 en Nueva York, el 26,8% de los infectados tenían obesidad, pero en los ingresados el % subía al 39,8% (frente al 14,5% de los no-obesos). Tener un IMC > 40 kg/m2 constituyó el factor de riesgo de ser hospitalizado más potente (OR, 6.2; 95% CI, 4.2-9.3).

La obesidad se asocia a un mayor riesgo de desarrollar neumonía. Tener un IMC > 40 kg/m2 constituye el factor de riesgo más potente de ser hospitalizado

Los datos en población infantil y juvenil son más escasos, pero apuntan a mayor posibilidad de desarrollar una forma grave de la enfermedad en presencia de obesidad(3,4). Los mecanismos que relacionan ambas entidades son múltiples y hacen referencia tanto a la obesidad en sí como a sus comorbilidades (Figura 2). El interés potencial de esta asociación radica en el hecho de la creciente tasa de obesidad infanto-juvenil, que les hace susceptibles a distintas enfermedades, también a la mayor gravedad de algunas infecciones locales o sistémicas.

Las repercusiones del confinamiento

Con el fin de evitar la propagación de la pandemia en la mayoría de los países se inició un periodo de confinamiento, que en ocasión fue prolongado (hasta 3 o más meses) y que se ha seguido, en muchos lugares, de una limitación de las actividades fuera del domicilio. Comenzamos a conocer las repercusiones de este hecho tanto sobre los hábitos, en especial la alimentación, como sobre el estado nutricional de la población. Por una aparte, el confinamiento obligado se tradujo en mayor tiempo para poder cocinar y menor número de posibilidades de comer fuera de casa, al tiempo que la actividad física disminuyó considerablemente.

En una encuesta multinacional realizada en 820 adolescentes de 10 a 19 años que recoge en un cuestionario estandarizado las prácticas de consumo de alimentos antes y durante el confinamiento se observó un aumento en el número de veces en las que se consumían legumbres, frutas y verduras, pero también de alimentos fritos y de dulces y una disminución en el número de veces que consumían
comida rápida(5). En una muestra parcial del mismo estudio se evidenció un mayor consumo de alimentos ultra procesados y una marcada disminución de la actividad física(6).

En una encuesta en adolescentes antes y durante el confinamiento se observó un incremento en el consumo de legumbres, frutas, verduras y alimentos fritos y dulces, así como una disminución en comida rápida

No es sencillo encontrar datos contrastados sobre los efectos del confinamiento sobre el peso, a la luz de las modificaciones observadas en los estilos de vida. En la encuesta de He et al se observó que los individuos que no estaban especialmente preocupados por su peso fueron menos conscientes de la ganancia de peso durante el confinamiento que aquellos con un IMC ≥24(7). Otros estudios, sin embargo, no encuentran una diferencia en la ganancia de peso entre jóvenes universitarios durante la cuarentena a pesar de tener la apreciación contraria(8). Tener un carácter optimista y mantener niveles adecuados de actividad física son elementos “protectores” frente a las variaciones en el peso.

El confinamiento fue un gran reto para las personas con un trastorno de la conducta alimentaria.
Aumentó de forma considerable la preocupación por el peso, la comida, la impulsividad en la actividad física junto a los sentimientos de soledad, tristeza y pérdida de paz interior. El número de terapias disminuyó, aunque en algunos casos se sustituyó por videoconsultas o consultas telefónicas y abren una vía prometedora para el seguimiento y el apoyo a estos pacientes en tiempos difíciles(9). Las repercusiones de la pandemia en otros colectivos de adolescente con necesidades especiales han sido escasamente estudiadas.

En los trastornos de la conducta alimentaria el número de terapias disminuyó, aunque en algunos casos se sustituyó por videoconsultas o consultas telefónicas

¿Se puede mejorar la respuesta inmune desde la alimentación? Mitos y realidades

La relación entre nutrición e inmunidad es conocida desde antiguamente. El círculo vicioso desnutrición-infección- pobreza está en el origen de la mitad de los fallecimientos de los niños < 5 años en el mundo.

Una alimentación suficiente y equilibrada es esencial en el desarrollo del sistema inmune y, por tanto, en la defensa frente a la infección. Algunos nutrientes, como la vitamina A, D y E, minerales como el zinc y el selenio y la fibra y los ácidos grasos polinsaturados de cadena larga, tienen efectos sobre el sistema inmune. Una depleción de estos nutrientes (lo que se conoce como “hambre selectiva”) puede llevar a una disminución en la defensa frente a las infecciones y a un aumento en la carga de enfermedad. En virtud de este hecho, algunos autores sugieren aumentar los aportes de estos micronutrientes para disminuir el riesgo de infección (Tabla I)(10). Sin embargo, excepto para la vitamina D existen pocos estudios clínicos robustos concluyentes.

Otros componentes de la dieta como los polifenoles han sido y son objeto de investigación también, al bloquear la liberación de citoquinas inflamatorias(11).

Hablaremos con un poco más de detalle de la vitamina D. Además de ser una hormona implicada en numerosas funciones del organismo, la vitamina D es un importante modulador de la inmunidad innata y adaptativa. Se ha descrito la asociación entre niveles bajos de Vitamina D y un aumento en la susceptibilidad a las infecciones, pero su papel causal todavía es controvertido. En un metaanálisis ya clásico, Martineau et al demostraron que la suplementación con vitamina D protegía frente a las infecciones respiratorias agudas, en especial en los pacientes deficitarios en la misma (niveles de 25OH < 10 ng/ml)(12). Algunos trabajos señalan este mismo papel en el caso de las infecciones respiratorias agudas en población infanto-juvenil, pero con las mismas limitaciones a la hora de establecer una relación causal y, por tanto, indicar una recomendación.

La vitamina D es un importante modulador de la inmunidad innata y adaptativa. Se ha demostrado que la suplementación protegía frente a las infecciones respiratorias agudas, en especial en los deficitarios

Epidemiológicamente se ha observado una mayor incidencia de infección por COVID-19 y mayor gravedad en su presentación en los países con más alta prevalencia de sujetos con insuficiencia o deficiencia en vitamina D. Radujkovic et al, en un estudio observacional en 185 pacientes diagnosticados de infección por coronavirus, encontraron que los niveles medios de vitamina D eran inferiores en los pacientes que requirieron ingreso frente a los que no lo necesitaron. En los que ingresaron, los que eran vitamina D deficientes tenían una edad superior, la duración del ingreso fue mayor, así como la necesidad de ventilación. También los niveles de IL-6 (70,5 vs 29,7 pg/mL)(13).

No existen datos similares en población infantil o en adolescentes.

En los últimos años, no relacionados con la infección por COVID-19 pero si con las infecciones respiratorias, se ha evaluado la eficacia de algunos remedios tradicionales caseros como es el caso de la miel, la cebolla o la clásica sopa de pollo o de gallina, con resultados que, además de hacernos sonreír, nos muestran una cierta eficacia con escasos efectos adversos. No deberíamos, por tanto, desestimarlos alegremente. Sin embargo, no existen datos sobre su eficacia ni en la prevención ni en el tratamiento de la infección por COVID-19(14).

Conclusiones

Una pandemia como la que estamos viviendo supone un gran desafío para la comunidad científica.
El desarrollo de técnica de diagnóstico rápido y, sobre todo, la búsqueda de remedios eficaces para frenar la transmisión y para curar a los pacientes infectados, son un objetivo prioritario que debe buscarse en el marco de investigación rigurosa y que no ponga en riesgo la salud de la población.

Supone también una batalla frente al engaño y el fraude que surgen fácilmente cuando hay situaciones desesperadas y las alternativas que se ofrecen no cubren las expectativas de la población.

Algunos hechos son constatados: aunque en la población infantil y juvenil el número de casos que precisan hospitalización es bajo y aun inferior el de los que requieren ingreso en UCI, los pacientes con sobrepeso u obesidad tienen un mayor riesgo. En la prevención de esta o de futuras pandemias este es un argumento más para continuar trabajando porque los adolescentes sigan una dieta saludable y hagan actividad física diaria, sobre todo al aire libre. Una consideración especial tienen los adolescentes con trastornos de la conducta alimentaria. Las nuevas tecnologías de la información aplicadas a la salud (e-health) abren un campo prometedor en el seguimiento de estos pacientes.

Ningún nutriente específico por si solo ha demostrado eficacia en el tratamiento de la infección por COVID-19, aunque los datos preliminares apuntan al papel de la vitamina D. No parece, por tanto, descabellado garantizar un aporte suficiente en aquellos adolescentes con infección, en especial si presentan niveles insuficientes de 25-OH-vitD.

Ningún nutriente específico por si solo ha demostrado eficacia en el tratamiento de la infección por COVID-19, aunque los datos preliminares apuntan al papel de la vitamina D

Por último, los remedios naturales, pueden tener un escaso potencial terapéutico, pero forman parte del cuidar y sentirse cuidado que contribuyen en esta y en otras crisis al bienestar general. Pero este hecho no obvia la necesidad de realizar ensayos clínicos rigurosos en busca de remedios eficaces frente al virus.

 

Tablas y figuras

Tabla I. Ingestas recomendadas de nutrientes para mantener una función inmune óptima

Nutriente

Justificación

Recomendaciones

Vitaminas y
minerales

Las deficiencias en estos micronutrientes afectan negativamente la función inmune

Dieta equilibrada. En caso de ingesta insuficiente suplemento de vitaminas y minerales

Vitamina C

Dosis ≥200 mg/día se asocian a niveles en sangre adecuados. Durante las infecciones aumentan las necesidades

Ingesta diaria de 200 mg/día en individuos sanos.
Hasta 1-2 g/día en individuos enfermos

Vitamina D

La suplementación diaria de vitamina D reduce el riesgo de infecciones respiratorias agudas

Ingesta diaria de 2000 UI/día

Zinc

La deficiencia de zinc se asocia a infecciones respiratorias y diarreas en niños

8-11 mg/día

Ácidos grasos n-3
(EPA + DHA)

Efecto anti-inflamatorio

Ingesta diaria de 250 mg/día
de DHA + EPA

Figura 1. Distribución del número de casos por grupos de edad y situación clínica. Casos de COVID 19 notificados a la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica con inicio de los síntomas y diagnóstico posterior al 10 de mayo de 2020

Tomado del Informe nº 44. Situación de COVID-19 en España. Casos diagnosticados a partir 10 de mayo. Informe COVID-19. 16 de septiembre de 2020. Equipo COVID-19. RENAVE. CNE. CNM (ISCIII)).

Figura 2. Relaciones entre obesidad y enfermedad por SARS-CoV2

 

Bibliografía

  1. Qingxian C, Fengjuan C, Fang L, Xiaohui L, Tao W, Qikai W, et al. Obesity and COVID-19 severity in a designated hospital in henzhen, China (3/13/ 2020). Lancet. 2020: https://ssrn.com/abstract¼3556658. https://doi.org/10.2139/ssrn.3556658.
  2. Simonnet A, Chetboun M, Poissy J, Raverdy V, Noulette J, Duhamel A, et al. High prevalence of obesity in severe acute respiratory syndrome coronavirus-2 (SARS-CoV-2) requiring invasive mechanical ventilation [published online ahead of print April 9, 2020]. Obesity (Silver Spring), https://doi.org/10.1002/oby.22831.
  3. Zhang F, Xiong Y, Wei Y, Hu Y, Wang F, Li G, et al. Obesity predisposes to the risk of higher mortality in young COVID-19 patients. J Med Virol. 2020, http://dx.doi.org/10.1002/jmv.26039 [Epub ahead of print].
  4. Kass DA, Duggal P, Cingolani O. Obesity could shift severe COVID-19 disease to younger ages. Lancet. 2020 May 16;395(10236):1544-1545. doi: 10.1016/S0140-6736(20)31024-2. Epub 2020 May 4. PMID: 32380044; PMCID: PMC7196905.
  5. Ruiz-Roso MB, de Carvalho Padilha P, Mantilla-Escalante DC, Ulloa N, Brun P, Acevedo-Correa D, et al. Covid 19 Confinement and Changes o Adolescent´s Dietary Trends in Italy, Spain, Chile, Colombia and Brazil. Nutrients. 2020 Jun 17;12(6):1807. doi: 10.3390/nu12061807. PMID: 32560550; PMCID: PMC7353171.
  6. Ruíz-Roso MB, de Carvalho Padilha P, Matilla-Escalante DC, Brun P, Ulloa N, Acevedo-Correa D, et al. Changes of Physical Activity and Ultra-Processed Food Consumption in Adolescents from Different Countries during Covid-19 Pandemic: An Observational Study. Nutrients. 2020 Jul 30;12(8):2289. doi: 10.3390/nu12082289.
  7. He M, Xian Y, Lv X, He J, Ren Y. Changes in Body Weight, Physical Activity, and Lifestyle During the Semi-lockdown Period After the Outbreak of COVID-19 in China: An Online Survey. Disaster Med Public Health Prep. 2020 Jul 14:1-6. doi: 10.1017/dmp.2020.237. Epub ahead of print. PMID: 32660669; PMCID: PMC7385320.
  8. Keel PK, Gomez MM, Harris L, Kennedy GA, Ribeiro J, Joiner TE. Gaining “The Quarantine 15:” Perceived versus observed weight changes in college students in the wake of COVID-19. Int J Eat Disord. 2020 Aug 28:10.1002/eat.23375. doi: 10.1002/eat.23375. Epub ahead of print. PMID: 32856752; PMCID: PMC7461524.
  9. Schlegl S, Maier J, Meule A, Voderholzer U. Eating disorders in times of the COVID-19 pandemic-Results from an online survey of patients with anorexia nervosa. Int J Eat Disord. 2020 Aug 25:10.1002/eat.23374. doi: 10.1002/eat.23374. Epub ahead of print. PMID: 32841413; PMCID: PMC7461418.
  10. Calder PC, Carr AC, Gombart AF, Eggersdorfer M. Optimal Nutritional Status for a Well-Functioning Immune System Is an Important Factor to Protect against Viral Infections. Nutrients. 2020 Apr 23;12(4):1181. doi: 10.3390/nu12041181. PMID: 32340216; PMCID: PMC7230749.
  11. Messina G, Polito R, Monda V, Cipolloni L, Di Nunno N, Di Mizio G, et al. Functional Role of Dietary Intervention to Improve the Outcome of COVID-19: A Hypothesis of Work. Int J Mol Sci. 2020 Apr 28;21(9):3104. doi: 10.3390/ijms21093104. PMID: 32354030; PMCID: PMC7247152.
  12. Martineau AR, Jolliffe DA, Hooper RL, Greenberg L, Aloia JF, Bergman P, et al. Vitamin D supplementation to prevent acute respiratory tract infections: systematic review and meta-analysis of individual participant data. BMJ. 2017 Feb 15;356:i6583. doi: 10.1136/bmj.i6583. PMID: 28202713; PMCID: PMC5310969.
  13. Radujkovic, A, Hippchen T, Tiwari-Heckler S, Dreher S, Boxberger M, Merle U. Vitamin D Deficiency and Outcome of COVID-19 Patients. Nutrients 2020, 12, 2757.
  14. Thota SM, Balan V, Sivaramakrishnan V. Natural products as home-based prophylactic and symptom management agents in the setting of COVID-19 [published online ahead of print, 2020 Aug 17]. Phytother Res. 2020;10.1002/ptr.6794. doi:10.1002/ptr.6794.

 

 
 


Salud mental en adolescentes y COVID ¿qué hacemos?


 

Salud mental en adolescentes y COVID ¿qué hacemos?

P. Sanchez Masqueraque.
Psiquiatra infanto-juvenil. Centro de Salud Mental de Coslada. Centro de Salud Jaime Vera. Coslada, Madrid.

 

Adolescere 2020; VIII (3): 25-29
 

Resumen

Es previsible que la pandemia COVID tenga impacto en la salud mental de niños y adolescentes. Los estudios adelantan un aumento de los trastornos de ansiedad, depresivos y de estrés postraumático. Es necesario identificar a los adolescentes vulnerables. El acceso a los servicios especializados puede ser complicado en tiempos de pandemia, pero hay que garantizar la atención continuada de los pacientes conocidos y la evaluación y tratamiento de los casos de nueva aparición. Las consecuencias económicas de la pandemia incidirán también en un aumento de los trastornos psiquiátricos.

Palabras clave: Salud Mental; Adolescentes; COVID-19.

Abstract

It is foreseeable that the covid pandemic will have an impact on the mental health of children and adolescents. Studies anticipate an increase in anxiety, depressive and post-traumatic stress disorders. It is necessary to identify vulnerable adolescents. Access to specialized services can be difficult in times of pandemic, but continued care for known patients and the evaluation and treatment of new cases must be ensured. The economic consequences of the pandemic will also lead to an increase in psychiatric disorders.

Key words: Mental Health; Adolescents; COVID-19.

 

Introducción

Los profesionales de la salud mental infantil nos hemos preguntado durante la pandemia si ante la envergadura de semejante acontecimiento traumático se vería afectada la salud mental de nuestros niños y adolescentes. De momento no está claro si se producirá un aumento de los trastornos mentales en estas edades, pero todo hace pensar que va a ser así(1).

Los acontecimientos vitales estresantes, el confinamiento prolongado en el hogar, el duelo, la violencia intrafamiliar, el uso excesivo de Internet y las redes sociales son algunos de los factores que podrían provocar psicopatología en nuestros adolescentes. La pérdida de rutinas también se ha identificado como factor precipitante o agravante.

Los cuadros psiquiátricos esperables son el estrés postraumático, los trastornos depresivos y de ansiedad y los síntomas relacionados con el duelo. Se añade al riesgo de aparición de nueva psicopatología, que aquellos adolescentes ya en tratamiento en nuestras consultas puedan ver interrumpidos sus tratamientos habituales. Una de las líneas de actuación claras es que este hecho no debe suceder por lo que la atención asistencial durante la pandemia al igual que en otras especialidades ha sido telefónica. Habrá que ver si este tipo de intervenciones tiene la misma eficacia que las presenciales.

Los cuadros psiquiátricos esperables en relación con la pandemia del COVID son: el estrés postraumático, los trastornos depresivos, de ansiedad y los síntomas relacionados con
el duelo

Durante la primera fase del confinamiento hemos asistido a un llamativo descenso en la demanda de atención a adolescentes tanto en las consultas ambulatorias como en urgencias hospitalarias. La explicación de este fenómeno puede ser múltiple. Se ha pensado que quizá en una pandemia se prioriza la salud general, más cuando nos encontramos ante un virus desconocido que ha resultado ser más letal de lo esperado. Otra explicación podría ser el miedo a acudir a un centro sanitario por un posible mayor riesgo de contagio o sencillamente sea debido al colapso en atención primaria. A lo largo de la pandemia esta situación ha ido cambiando y han emergido casos muy graves.

Durante la 1ª fase del confinamiento, hemos asistido a un llamativo descenso tanto en la demanda de atención ambulatoria como en urgencias hospitalarias.
La explicación puede ser múltiple

A lo largo de esta exposición se repetirá el concepto de adolescentes vulnerables(2) y de riesgo psicosocial ya que son estos los que van a desarrollar más psicopatología en esta crisis sanitaria. La pandemia, por otra parte, ha dificultado el acceso a las consultas y hay riesgo de que pacientes graves y/o con familias negligentes se nos pierdan. Es importante destacar que es el pediatra el que tendrá que sumar a sus múltiples responsabilidades intentar que estos niños no queden invisibles por la pandemia y sean derivados a las consultas de salud mental en cuanto sea posible. Tal vez haya que replantearse el sistema de derivaciones en situaciones de emergencia.

Unicef resalta la importancia de, en tiempos de pandemia, fortalecer la red de salud mental y de apoyo psicosocial con un foco especial en los más vulnerables(3). Apunta que el 10-20% de los niños del mundo experimentan algún problema relacionado con la salud mental y el suicidio es la segunda causa de mortalidad entre los 15 y los 29 años. En España los niños de entornos sociales más desfavorecidos tienen peor salud mental, al igual que la población infantil nacida fuera de España.

Unicef apunta que el 10-20% de los niños del mundo experimentan algún problema relacionado con la salud mental y el suicidio es la segunda causa de mortalidad entre los 15 y los 29 años

Según algunos estudios(4) 1 de cada 4 niños que han sufrido aislamiento por COVID presenta síntomas de ansiedad o depresivos. Casi todos estos estudios se han hecho en China. Hay que tener en cuenta que el efecto sobre la salud mental no tiene por qué ser inmediato y pueden aparecer síntomas hasta 3 años después.

Factores de riesgo de psicopatología

Se describen como factores de riesgo de desarrollar psicopatología(5) durante la pandemia:

  • La salud física general
  • Tener psicopatología previa
  • Padres con patología mental
  • Sus posibilidades de aprendizaje
  • Su comportamiento previo
  • La seguridad económica de sus familias
  • Su protección frente a la violencia y los abusos

Como es sabido, tras un acontecimiento vital traumático, y éste lo es, puede aparecer un trastorno de estrés postraumático. Para los adolescentes, la cuarentena es una situación especialmente dura y conlleva la interrupción de las clases y de su vida social, tan importante en esta edad. Los buenos estudiantes nos han transmitido su frustración por no poder alcanzar sus objetivos académicos, tener que interrumpir programas de intercambio, y los adolescentes en riesgo social han perdido el único entorno estructurado y en el que pueden recibir apoyos. Se suman no poder salir con amigos, la incertidumbre sobre su futuro académico, la exposición excesiva a noticias inquietantes, el estrés motivado por las tareas escolares sin asistir a clases y la imposibilidad de huir del entorno familiar si hay violencia o abusos en él. Al igual que cerraron las escuelas, los servicios sociales no estuvieron accesibles durante la crisis.

Todavía no sabemos en que medida nuestros adolescentes van a desarrollar TEP (trastorno de estrés postraumático), ya que como se ha comentado puede aparecer hasta 3 años después. Estudios hechos en China(4) arrojan datos de que niños que han pasado por una cuarentena tienen 4 veces más niveles de TEP. En el caso de los adolescentes, se añade a la pérdida de rutinas ocasionada por la pandemia, la imposibilidad de esparcimiento al aire libre y salir con amigos, la incertidumbre sobre su futuro académico, la exposición excesiva a noticias inquietantes, fake news, el estrés motivado por las tareas escolares sin asistir a clases y la imposibilidad de huir del entorno familiar si hay violencia o abusos en él. Al igual que cerraron las escuelas, los servicios sociales no estuvieron accesibles durante la crisis.

El efecto de esta pandemia sobre la salud mental no tiene por qué ser inmediato y pueden aparecer síntomas hasta 3 años después

Se considera población adolescente en riesgo en la pandemia a aquellos con problemas prexistentes de salud mental y los que presentan circunstancias familiares, educativas, económicas y sociales susceptibles de poner en riesgo su salud mental.

Hay que decir que la mayoría de los adolescentes han demostrado una gran capacidad de hacer frente a la adversidad y de adaptarse tras la vivencia de una experiencia tan difícil (resiliencia). Recordar que la resiliencia en los adolescentes depende de:

La mayoría de los adolescentes han demostrado una gran capacidad de hacer frente a la adversidad y de adaptarse tras la vivencia de una experiencia tan difícil (resiliencia)

  • Factores personales: genética e inteligencia.
  • Factores sociales: entorno familiar, relaciones con profesores y amigos.
  • Factores ambientales: acceso a servicios sociales básicos y de protección, sentido de pertenencia a la sociedad…

Los adolescentes en situación de exclusión o pobreza, víctimas de violencia, tutelados, con abandono precoz de la escuela, con problemas de salud mental previos o con padres con patología mental, serán los más vulnerables

En situaciones de emergencia ayuda tener un adulto cuidador estable y el restablecimiento de las rutinas. Por el contrario, los adolescentes en situación de exclusión o pobreza, víctimas de violencia, niños tutelados, con abandono precoz de la escuela, con problemas de salud mental previos o con padres con patología mental, serán los más vulnerables. Los adolescentes con necesidades educativas especiales son un grupo vulnerable por sus dificultades para entender la pandemia, la pérdida de rutinas y de sus terapias. Especialmente grave ha sido el caso de algunos niños autistas graves.

Múltiples artículos inciden en que hay que fortalecer los servicios de salud mental, así como los de protección a la infancia para estar preparados para una posible crisis de salud mental

La vulnerabilidad familiar y social, así como la capacidad de afrontamiento individual y familiar, son factores relacionados con la salud mental de los adolescentes en tiempo de crisis. Es tarea de todos promover y detectar cuanto antes el riesgo en estos adolescentes para prevenir, proteger y tratar con medidas específicas a los más vulnerables. Múltiples artículos(6) inciden en que hay que fortalecer los servicios de salud mental, así como los de protección a la infancia para estar preparados para una posible crisis de salud mental.

Respuestas psicológicas en la pandemia

La mayoría de los adolescentes han reaccionado de una forma sana y adaptativa durante esta crisis.
Las respuestas psicológicas pueden ser variadas y similares a las de los adultos:

  • Miedo a enfermar o morir
  • Miedo a acudir a los centros sanitarios
  • Miedo a perder el trabajo o medio de vida (o el de los padres)
  • Miedo a sentirse excluido o ser asociado con la enfermedad
  • Miedo a perder a seres queridos e impotencia por no poder protegerlos
  • Miedo a ser separados de los seres queridos durante la cuarentena
  • Sentimientos de impotencia, aburrimiento, soledad y depresión por estar confinados

En el caso del COVID estos miedos se ven reforzados porque no se conocen bien las formas de transmisión, porque los síntomas son muy variados y por el cierre de las escuelas. La incertidumbre nos acompaña y acompañará durante bastante tiempo. Prepararse y desarrollar estrategias psicológicas ante lo que no se conoce se hace especialmente difícil. Sin embargo, en la adolescencia una reacción habitual es la ausencia de todo tipo de miedo con los riesgos que conlleva para su salud y la de la comunidad.

La exposición prolongada al miedo y la incertidumbre puede tener consecuencias a largo plazo, entre ellas:

  • Depresión, baja autoestima e inseguridad
  • Deterioro de las relaciones sociales
  • Estigmatización de las personas que han pasado la enfermedad
  • Aumento potencial de la agresividad y agresiones hacia los trabajadores de primera línea
  • Aumento potencial de la agresividad y agresiones a la infancia y/o parejas
  • Desconfianza de la información oficial
  • Riesgo de adicciones y recaídas de pacientes con problemas previos de salud mental

Conocer el impacto psicológico en los niños nos ayudará a planificar nuestra intervención. Por supuesto y a la cabeza, el mayor impacto será producido por la pérdida de algún familiar en especial si no se ha podido despedir de él. Por este motivo se han diseñado en algunos hospitales programas de acompañamiento en la despedida para facilitar el duelo.

En la adolescencia se han descrito tras la pandemia(7) cambios en el estado emocional con un aumento de los trastornos del sueño, del apetito, de los autocuidados, ansiedad, ánimo depresivo, dificultad de concentración y autolesiones. Han usado más las pantallas, han dormido más, han invertido los hábitos de sueño, han comido peor y hecho menos ejercicio.

Hay que resaltar que se encuentra una correlación entre el nivel de estrés de los padres y el de los hijos. La comunicación familiar puede ser un factor protector o de riesgo. En muchas familias el adolescente ha permanecido aislado en su habitación centrado en su móvil y otras tecnologías sin hablar apenas con sus padres siendo así imposible detectar un problema psiquiátrico. Si había violencia familiar la situación se ha agravado llegando a ser necesaria en ocasiones la intervención de la policía. En otras familias el confinamiento ha sido una ocasión para mejorar los lazos familiares y compartir mucho más tiempo.

Los adolescentes con familias negligentes son los que menos han respetado las medidas de seguridad y la cuarentena y esto se ha producido en un momento en que los servicios de protección a la infancia no han estado operativos.

En cuanto al consumo de tóxicos el confinamiento ha hecho que baje o desaparezca o por el contrario se dispare, dependiendo de la accesibilidad a su acceso.

Resulta interesante reflexionar en un aspecto en el que coinciden publicaciones y experiencias de compañeros y es que algunos de nuestros pacientes han mejorado. La explicación es que ha disminuido o desaparecido el estrés motivado por las dificultades en las relaciones con sus iguales, el acoso escolar, la exigencia académica y se han flexibilizado las normas y límites en las familias. En el caso de los niños TEA de alto nivel, el confinamiento ha sido la situación soñada por ellos.

¿Qué podemos hacer?

Se han elaborado durante la pandemia múltiples guías y recomendaciones(8) de cómo actuar en niños y adolescentes sobre todo enfocadas al manejo de la ansiedad, miedo, irritabilidad, problemas de atención, insomnio, enfado, así como el recuerdo de experiencias traumáticas anteriores.

Se han elaborado durante la pandemia múltiples guías y recomendaciones de cómo actuar en niños y adolescentes

Algunas de estas recomendaciones son:

  1. Ayudar a los niños y adolescentes a encontrar formas positivas de expresar sentimientos perturbadores como el miedo y la tristeza.
  2. Mantener a niños y adolescentes cerca de sus padres y o referentes afectivos.
  3. Mantener rutinas familiares en la vida diaria.
  4. Enseñarles a protegerse a sí mismos y a sus amigos, lavarse las manos, cubrirse la boca al toser.
  5. Brindarles apoyo afectivo.
  6. Los adultos deben cuidarse. Es evidente la relación entre la ansiedad de los padres y la de sus hijos.
  7. Responder a las necesidades de los adolescentes de manera paciente con escucha activa y transmitiéndoles seguridad.

En relación a como informar a niños y adolescentes las recomendaciones son recurrir siempre a fuentes oficiales y fiables, animarlos a preguntar sus dudas, si tienen información errónea corregirla, insistir en las medidas de seguridad sin generar alarma, supervisar la exposición que tienen a noticias y transmitir confianza y seguridad.

Para informar a los niños y adolescentes: usar fuentes oficiales y fiables, animarlos a preguntar sus dudas, corregir información errónea, insistir en medidas de seguridad sin generar alarma, supervisar la exposición a noticias y transmitir confianza y seguridad

La eficacia de asustar a los adolescentes, por su especial predisposición a trasgredir las normas, con noticias de fallecimientos traumáticos no está demostrada.

Un modelo de guía de autorregulación emocional(9):

  1. Atiende a tu emoción.
  2. Reconoce tu ansiedad-miedo.
  3. Respira, relájate, inspira, cuenta hasta 5, aguanta el aire cuenta hasta 4 y espira, cuenta hasta 10.
  4. Intenta nombrar esa emoción ¿qué estoy sintiendo? Miedo, rabia, vergüenza, culpa, enfado, soledad.
  5. Permitirse sentir esa emoción.
  6. Buscar como aliviar esa emoción.

Puede resultar difícil con los adolescentes confinados el establecer normas y límites y en una situación de aislamiento es fácil que haya irritabilidad ambiental, pero eso no implica eximirlos de sus responsabilidades. Ha sido habitual durante las consultas telefónicas durante la pandemia encontrar a los adolescentes dormidos a horas inadecuadas y con una relajación de sus obligaciones habituales.
Es recomendable fomentar hábitos de autonomía, aseo, vestido, alimentación y estudio. Una tarea ardua ha sido intentar limitar el tiempo empleado en el ordenador, teléfono móvil y videojuegos.
Las tecnologías han sido sin embargo muy útiles para mantener sus contactos sociales.

Ante una situación de enfado desproporcionado, el adulto tiene que contener sus propias emociones y ofrecer alternativas de respuesta. Hay que discriminar lo que son reacciones emocionales normales y no psicologizar lo que es adaptativo. El confinamiento facilita la irritabilidad y el deterioro de la autorregulación.

Ante un enfado desproporcionado, el adulto tiene que contener sus propias emociones y ofrecer alternativas de respuesta. Hay que discriminar lo que son reacciones emocionales normales y no psicologizar lo que es adaptativo

Cuando son necesarios tratamientos especializados porque nos encontramos ante casos graves habrá que plantearse como se planifica la intervención.

Para suplir las consultas presenciales todos hemos incorporado la telemedicina, llamadas telefónicas, videollamadas, y en algunos casos aplicaciones de autoayuda para los pacientes. Las desventajas son que no toda la población tiene acceso o formación a estas tecnologías y la privacidad de los datos. Como se ha comentado anteriormente queda por ver si la eficacia es la misma.

Prevención

La prevención se basa en la educación, el autocuidado y el apoyo familiar.

Por parte de los servicios de Salud Mental debemos:

  • Garantizar la continuidad de cuidados de nuestros pacientes
  • Facilitar el acceso a los casos nuevos
  • Tener especial vigilancia sobre población vulnerable y
  • Promover nuevas prácticas con la ayuda de las nuevas tecnologías

 

Bibliografía

1. Guessoum SB, Lachal J, Radjack R, Carretier E, Minassian S, Benoit L, et al. Adolescent psychiatric disorders during the COVID-19 pandemic and lockdown. Psychiatry Res. 2020 Sep; 291: 113264. Published online 2020 Jun 29. doi: 10.1016/j.psychres.2020.113264 PMCID: PMC7323662.

2. Wooyoung Kim A, Nyengerai Y, Mendenhall E. Evaluating the mental health impacts of the COVID-19 pandemic: perceived risk of COVID-19 infection and childhood trauma predict adult depressive symptoms in urban South Africa. Psychol Med. 2020 Sep 8: 1–13. Published online 2020 Sep 8. doi: 10.1017/S0033291720003414 PMCID: PMC7520640.

3. Salud Mental e infancia en el escenario de la COVID-19. Propuestas de UNICEF España junio 2020.

4. Wang C, Pan R, Wan X, Tan Y, Xu L, McIntyre RS, et al. A longitudinal study on the mental health of general population during the COVID-19 epidemic in China. Brain Behav Immun. 2020 Jul; 87:40-48. doi: 10.1016/j.bbi.2020.04.028. Epub 2020 Apr 13. PMID: 32298802.

5. Singh S, Roy D, Sinha K, Parveen S, Sharma G, Josh G. Impact of COVID-19 and lockdown on mental health of children and adolescents: A narrative review with recommendations. Psychiatry Res. 2020 Nov; 293: 113429. Published online 2020 Aug 24. doi: 10.1016/j.psychres.2020.113429.

6. Moreno C, Wykes T, Galderisi S, Nordentoft M, Crossley N, Jones N, et al. How mental health care should change as a consequence of the COVID-19 pandemic. Lancet Psychiatry. 2020 Sep; 7(9): 813–824. Published online 2020 Jul 16. doi: 10.1016/S2215-0366(20)30307-2.

7. Marques de Miranda D, da Silva Athanasio B, Sena Oliveira AC, Simoes-e-Silva AC. How is COVID-19 pandemic impacting mental health of children and adolescents? Int J Disaster Risk Reduct. 2020 Dec; 51: 101845. Published online 2020 Sep 10. doi: 10.1016/j.ijdrr.2020.101845.

8. Pautas a las familias de niños y adolescentes en la pandemia COVID. Colegio Oficial de Psicología de Madrid.

9. Autorregulación en tiempos de COVID-19. Cuadernillo de trabajo. Desarrollo de habilidades para la vida. Programa CERAE. Centro de recursos y apoyo al estudiante. Corporación de Desarrollo Social de Providencia.

 

 
 


El sueño y sus problemas ¿cómo abordarlos?



 

El sueño y sus problemas¿cómo abordarlos?

G. Pin Arboledas.
Unidad de Pediatría Integral-Unidad de Sueño. Hospital Quironsalud, Valencia.

 

Adolescere 2020; VIII (3): 11-24
 

Resumen

La adolescencia se caracteriza, entre otras cosas, por unos marcados cambios en los ritmos circadianos (cambio de un individuo matutino a un individuo vespertino) que condicionan que el sueño no sea un fenómeno estable. El adolescente tiene más dificultades para despertarse por las mañanas (aumenta el tiempo que trascurre entre “levantarse” de la cama y “despertarse”) y para acostarse por la noche. Esta circunstancia junto con la tecnificación actual de los dormitorios ha contribuido, entre otras cosas, a que en los últimos 60 años se produzca una reducción del tiempo total de sueño (TTS) en los días escolares y una creciente diferencia de TTS entre los días escolares y los fines de semana: Esto es, una disminución de la regularidad horaria del sueño.
El origen de estos cambios en gran medida es intrínseco (retraso en el momento de la secreción nocturna de melatonina o DLMO según sus iniciales inglesas y cambios en la homeóstasis del sueño) pero con una creciente influencia de
“zeitgibers” externos especialmente la inversión a la exposición lumínica con menor exposición matinal y mayor exposición a luz azul-blanca a últimas horas del día.

Palabras clave: Sueño; Adolescencia; Regularidad sueño; DLMO; COVID-19.

Adolescence is characterized, among other things, by marked changes in circadian rhythms (shift from being a morning individual to an evening individual) that determine sleep as a non-stable phenomenon. The adolescent has more difficulties waking up in the morning (the time elapsing between “getting out of bed” and “waking up” increases) and going to bed at night. This circumstance, together with the current technology present in bedrooms, has contributed, among other aspects, to a reduction in total sleep time (TST) on school days in the last 60 years and a growing difference in TST between school days and weekends: That is, a decrease in the regularity of sleep. The origin of these changes is largely intrinsic (delay in the time of nocturnal secretion of melatonin or DLMO according to its English initials and changes in sleep homeostasis) but with a growing influence of external “zeitgibers”, especially inverted light exposure with less morning exposure and greater exposure to blue-white light late in the day.

Key words: Sleep; Adolescence; Sleep regularity; DLMO; COVID-19.

 

El sueño del adolescente

Influencias exteriores

Hay dos situaciones que han recibido mucha atención en relación con el sueño de los adolescentes en los últimos tiempos: el uso de las tecnologías y los horarios escolares.

El uso de las tecnologías y los horarios escolares influyen en el sueño de los adolescentes

En cuanto a la tecnología podemos resumir sus acciones en relación con el sueño(1,2):

  1. Su uso directamente retrasa el inicio del sueño.
  2. Se produce un incremento de arousals.
  3. La luz a última hora del día retrasa los relojes circadianos.
  4. Las consecuencias del “miedo a estar out” y su relación con la autoestima y la ansiedad social(3).

Respecto a los horarios escolares:

Los horarios de inicio escolar de los adolescentes generalmente son más precoces que durante etapas anteriores.

El estudio COMPASS realizado en Canadá mostró que mínimos cambios en el horario de inicio (incluso 10 minutos) facilitan una ganancia de hasta 25 minutos de TTS(4).

EL estudio SHASTU mostró mejoría de la conducta y el rendimiento escolar tras adaptar los horarios de las asignaturas a la cronopsicología del adolescente

De la misma manera el estudio SHASTU(5) realizado por nosotros mostró mejoría de la conducta y el rendimiento escolar tras adaptar los horarios de las asignaturas a la cronopsicología del adolescente. Dunster en su estudio valoró la mejoría del rendimiento escolar tras retrasar el inicio escolar(6).

En la Tabla I se resumen las características diferenciales en centros escolares con inicio temprano o inicio más tardío de los horarios escolares.

Cambios en los modelos de regulación del sueño durante la adolescencia

Los dos principales procesos que regulan el sueño (sistema circadiano y homeostasis del sueño) sufren cambios durante este período de la vida.

Homeostasis del sueño (también llamado proceso “S”)

El sueño es sensible al horario vigilia/sueño previo. En la adolescencia la presión de sueño relacionada con el gasto de ATP y el consiguiente acúmulo de adenosina durante la vigilia (y que favorece el inicio del sueño) se produce de una manera más lenta que en etapas anteriores y este proceso se va incrementando en los diferentes estadios Tanner (queda reflejado en el sueño de ondas lentas presente en el EEG). Así, por ejemplo, tras una vigilia de 14,5 – 16,5 h los preadolescentes y los adolescentes en estadio TANNER 1 se duermen más rápidamente que los adolescentes en estadios TANNER posteriores(7).

En la adolescencia la presión de sueño relacionada con el gasto de ATP y el consiguiente acúmulo de adenosina durante la vigilia (que favorece el inicio del sueño) se produce de una manera más lenta que en etapas anteriores y este proceso se va incrementando con los estadios Tanner

Es muy interesante que, al contrario de lo que ocurre con el acúmulo de presión de sueño que se enlentece con la adolescencia, la disipación de esa presión no sufre cambios a lo largo de esta etapa lo que indicaría que el sueño en sí mismo no sufre importantes cambios en la adolescencia al contrario que los horarios del sueño.

Ritmo circadiano (también llamado proceso “C”)

Los mecanismos que hay tras el retraso en el inicio de la secreción de melatonina nocturna (y con ello del sueño) no están totalmente aclarados. Hasta recientemente se pensaba que el día circadiano del adolescente (el periodo circadiano interno) se alarga más allá de las 24 horas: a mayor extensión del periodo circadiano interno mayor tendencia vespertina. Sin embargo, últimas investigaciones han mostrado que los adolescentes tienen periodos circadianos semejantes a los adultos que no justifican, por tanto, este comportamiento(8). Las investigaciones en este sentido continúan.

Por otro lado, los adolescentes tardíos tienen mayor oportunidad de exponerse a luz brillante a última hora del día. Estos adolescentes tardíos se acuestan más tarde en relación con su horario circadiano que en etapas anteriores y esta circunstancia que puede estar influenciada por el retraso de la presión de sueño, a su vez, facilita un mayor tiempo de exposición a la luz y con ello el retraso del DLMO(9).

Necesidades de sueño(10)

El estudio de Short y colbs concluyó que los adolescentes duermen una media de 9 horas diarias y que para obtener un nivel óptimo de crecimiento y rendimiento atencional necesitan una media de 9h 35m por noche (con percentiles entre 8 y 10 horas). Pocos adolescentes duermen esas horas

A pesar de la importancia que tiene el conocer las necesidades reales de sueño en esta etapa, solo desde hace aproximadamente 5 años se han realizado estudios bien diseñados para conocer estas necesidades. Destacamos el estudio de Short y colbs que lo estudió con un modelo experimental usando un diseño dosis-respuesta valorando el TTS que necesitan los adolescentes para tener un estado óptimo de rendimiento y atención a lo largo de la vigilia: Dándoles diversas oportunidades de sueño llegaron a la conclusión de que los adolescentes generalmente duermen una media de 9 horas diarias mientras que para obtener un nivel óptimo de rendimiento atencional necesitan una media de 9h 35m por noche (con percentiles entre 8 y 10 horas).

Sin embargo, el déficit crónico de sueño en la adolescencia es la norma y muy pocos adolescentes alcanzan estas horas de sueño(11).

Consecuencias del déficit crónico de sueño en la adolescencia

Es necesario tener en cuenta que cualquier área de la salud o de la patología es influida por el déficit crónico de sueño con una relación en las dos direcciones.

Sueño y cognición

No todas las áreas de la cognición son afectadas por el déficit crónico de sueño de la misma manera. Las áreas mas afectadas son el mantenimiento de la atención y la velocidad de procesamiento.
De la misma manera, funciones ejecutivas más elevadas se recuperan más rápidamente tras la recuperación de las horas de sueño. La siesta puede, en parte, disminuir los efectos negativos del déficit crónico de sueño sobre la velocidad de procesamiento(12).

El cronotipo del adolescente (vespertino o matutino) juega un importante papel a la hora de valorar las consecuencias académicas de un déficit crónico de sueño, siendo las consecuencias más llamativas en los cronotipos vespertinos.

El cronotipo del adolescente (vespertino o matutino) juega un importante papel a la hora de valorar las consecuencias académicas de un déficit crónico de sueño, siendo las consecuencias más llamativas en los cronotipos vespertinos

Sueño y salud mental

La relación no se basa exclusivamente en el TTS, la fragmentación y/o calidad es fundamental para prevenir problemas en esta área de salud: a mejor calidad de sueño mejor calidad emocional, social y conductual(13).

De nuevo el cronotipo tiene un papel fundamental teniendo los vespertinos un mayor riesgo de alteración mental en relación con su TTS o la calidad de este, si bien esta relación está muy mediada por factores externos ambientales (tecnología, familia…)(14).

Sueño y salud física

El TTS y la calidad de este se han relacionado con obesidad, marcadores cardiometabólicos, diabetes tipo I, asma y cefaleas/migrañas y, de nuevo, el cronotipo vespertino se ha relacionado con peores consecuencias(15).

Problemas de sueño más frecuentes en adolescentes

En los adolescentes el problema más frecuente es la excesiva somnolencia diurna (ESD) que representa en la mayoría de los casos un sueño insuficiente o inadecuado. Las causas de excesiva somnolencia diurna en la adolescencia son:

En los adolescentes el problema más frecuente es la excesiva somnolencia diurna que representa en la mayoría de los casos un sueño insuficiente o inadecuado por diferentes causas

  • Cantidad insuficiente de horas de sueño.
  • Apnea obstructiva del sueño.
  • Narcolepsia.
  • S. de Kleine- Levine.
  • S. Piernas Inquietas / Síndrome de movimiento Periódico de los Miembros.
  • Alteraciones del movimiento.
  • S. de Retraso de Fase.
  • Enfermedad psiquiátrica.
  • Uso de cafeína, drogas o alcohol.
  • Retirada de drogas ilegales o alcohol.

La Figura 1 representa el flujo de la Excesiva Somnolencia Diurna (ESD).

Abordaje diagnóstico del sueño en la adolescencia

La evaluación del sueño debe constituir una parte esencial de toda consulta del adolescente.

La evaluación del sueño debe constituir una parte esencial de toda consulta del adolescente

Para este abordaje el clínico dispone de herramientas específicas que le permiten ajustar el diagnóstico y tratamiento. Dividiremos estas herramientas en herramientas propias de la consulta externa (a las que dedicaremos mas espacio) y herramientas propias de la consulta hospitalaria especializada. Partimos de la suposición evidente de que el uso de estas herramientas se realiza tras una adecuada anamnesis y exploración física completa.

a) Herramientas en Consulta Externa.

  1. Agenda de sueño (Figura 2). Su objetivo es registrar de manera objetiva durante 15 días los horarios de sueño, uso de tecnología y actividad física. La forma ideal de hacerlo es con horarios libres, esto es, permitiendo que el adolescente escoja sus propios horarios. Esto nos permite una aproximación a sus necesidades de sueño y a su cronotipo.
  2. Cuestionario para valorar el cronotipo (Tabla II). El cronotipo es una variable que necesariamente debemos tener en cuenta a la hora de valorar el sueño y sus consecuencias.
  3. Escala de Somnolencia de Stanford (Tabla III). La somnolencia es una de las condicionantes de la calidad de vida del adolescente y una de las principales consecuencias de los problemas con el sueño. Valorarla al inicio de la evaluación, así como a lo largo del tratamiento nos permite un seguimiento de la evolución del proceso.
  4. Escala de ánimo (Tabla IV). Estamos en la misma situación que con la somnolencia. Su valoración es una excelente medida de la evolución del proceso.
  5. Escala de trastornos del sueño de Bruni. Es la escala recomendada por la Guía de Práctica Clínica del sueño española para la valoración del sueño en la edad pediátrica

  6. Escala de trastornos del sueño de Bruni (Tabla V). Es la escala recomendada por la Guía de Práctica Clínica para la valoración del sueño en la edad pediátrica.
  7. Actigrafía (Tabla VI). El actígrafo es un monitor ambulatorio que permite valorar de manera objetiva los períodos de actividad e inactividad del sujeto asumiendo en su logaritmo los periodos de inactividad como períodos de sueño. Existen diferentes modelos en el mercado algunos de los cuales pueden medir también posición, temperatura y luz ambiental con lo que la determinación del período de sueño se ajusta más a la realidad. Tiene una elevada coincidencia con el período de sueño valorado por polisomnografía en el laboratorio de sueño.
  8. Oros cuestionarios: en función de la sospecha diagnóstica derivada de la escala de Bruni podemos aproximarnos al diagnóstico etiológico con cuestionarios más específicos entre los que destacan el cuestionario de Chervin para trastornos respiratorios del sueño o el cuestionario para el diagnóstico del Síndrome de Piernas Inquietas (todos disponibles libres en: www.sepeap.org y en https://www.adolescenciasema.org/herramientas-de-interes-para-el-diagnostico-de-trastornos-del-sueno/).
  9. Herramientas en el laboratorio de sueño.

    1. Polisomnografía: una prueba indicada para el estudio de distintos trastornos de sueño y se realiza durante la noche. La polisomnografía registra las ondas cerebrales, los niveles de oxígeno en la sangre, la frecuencia cardíaca y la respiración, así como los movimientos de los ojos y las piernas durante el estudio.

      La duración del estudio es de unas 8-9 horas. Al día siguiente se retirarán todos los electrodos (algunos de ellos con un disolvente), pudiendo después continuar con la actividad normal.

      Para hacer la prueba es necesario: No tomar estimulantes (té, café, colas, alcohol, etc.) ni dormir siesta el día de la prueba. Venir cenado, con el pelo limpio y sin laca ni otros productos similares. Es recomendable no tener las uñas pintadas. Tomar la medicación habitual, con la excepción de fármacos que puedan afectar al sueño, en ese caso es recomendable consultar al personal sanitario antes de tomarlos. Traer pijama y sus útiles de aseo.

      Se trata de una prueba diagnóstica, no terapéutica, cuyos riesgos suelen ser mínimos. En personas con piel sensible, el raspado del cuero cabelludo o de la piel puede producir pequeñas irritaciones, que mejoran espontáneamente con el paso del tiempo.

      La PSGN se realiza a sujetos de cualquier edad y en cualquier situación. La única excepción sería en personas con alergia conocida a algunos de los materiales utilizados para la prueba, aunque existe la posibilidad de sustituirlos por otros no alergénicos.

      En determinadas situaciones está prueba se puede realizar de manera ambulatoria, es decir, en su domicilio particular, con la supervisión de personal sanitario durante toda la noche para garantizar que se realiza correctamente (Fuente: Instituto del Sueño. Madrid).

    2. Poligrafía respiratoria. Semejante a la polisomnografía con la diferencia de la ausencia de registro de las constantes cerebrales. Especialmente indicada para el diagnóstico de trastornos respiratorios del sueño.
    3. El test de latencia múltiple de sueño es la prueba estándar para la valoración de la somnolencia diurna excesiva

    4. Test de Latencias Múltiples (TLMS). El test de latencia múltiple de sueño es la prueba estándar para la valoración de la somnolencia diurna excesiva. Valora la tendencia del paciente en dormirse en un ambiente tranquilo. Previamente a la prueba los pacientes tienen que tener como mínimo 2 semanas de sueño regular, controlado con una agenda de sueño y/o monitorizado con actigrafía. La prueba consiste en el registro de 4-5 siestas de unos 20 minutos que se realizará cada dos horas desde que se despierta de la PSG. Se coloca al paciente en una cama de habitación confortable, tranquila y oscura. Se indica al paciente que debe estar tranquilo, en una posición cómoda con los ojos cerrados e intentando dormir. Entre las siestas al paciente no le está permitido dormir.

    El flujo del abordaje diagnóstico del problema de sueño en el adolescente que es evaluado bien por Excesiva Somnolencia Diurna, dificultades con el sueño o problemas de rendimiento escolar, queda reflejado en el Figura 3(16).

    Situaciones nuevas y sueño del adolescente

    Recientemente hemos podido aprender cómo es la respuesta del adolescente y su sueño en dos situaciones ambientales distintas:

    Respuesta tras el empoderamiento del adolescente

    En el estudio SHASTU (Sleep Habits and Students Performance)(5), realizado en tres países europeos (España, Italia y Turquía) y financiado por la Unión Europea dentro de su programa Erasmus Plus, se valoró cual era la respuesta en cuanto a horarios de sueño, calidad del mismo y rendimiento escolar si se dejaba libertad al adolescente para elegir sus propios horarios tras una formación durante 1 año dentro del currículum escolar sobre el sueño, su fisiología e importancia en la salud y el rendimiento escolar. La hipótesis de partida era que se produciría un retraso de horarios con la consiguiente pérdida del tiempo de sueño y consecuencias negativas en el rendimiento escolar. Como se puede observar en la Tabla VII el resultado durante los dos años siguientes fue justo el contrario: mejoría del sueño y su calidad, así como del rendimiento escolar. El conocimiento unido a la libertad de elección mejoró el hábito de sueño del adolescente. Este es un punto importante a la hora de planificar educación para la salud en la adolescencia.

    En el estudio SHASTU se observó que el conocimiento unido a la libertad de elección mejoró el hábito de sueño del adolescente. Este es un punto importante a la hora de planificar educación para la salud en la adolescencia

    Respuesta durante el confinamiento por la pandemia COVID-19

    La evidencia científica actual señala la íntima relación entre la infección por COVID-19 y las alteraciones del ritmo circadiano.

    La evidencia científica actual señala la íntima relación entre la infección por COVID-19 y las alteraciones del ritmo circadiano

    La proteína ACE2 (Enzima convertidora de angiotensina 2) exhibe un ritmo circadiano debido a los efectos indirectos de los cambios de ritmo circadiano en el sistema de angiotensina de renina, por lo que el posible vínculo de ritmo circadiano a la susceptibilidad de COVID-19 se hace patente.

    En la Figura 4(17) se evidencian los posibles vínculos entre la infección por SARS-CoV-2 y el sistema de relojes circadianos. Las líneas azules indican vínculos conocidos entre la expresión celular del BMAL1 y la replicación o las respuestas a otros virus. La expresión de los IECA2 (inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina) en las células epiteliales respiratorias puede regularse mediante mecanismos inducidos por el interferón de tipo 1 (IFN-I). Como la glicoproteína S de superficie del SARS-CoV-2 se une al dominio de la proteasa del ACE2, la adhesión del virus puede competir directamente con el procesamiento de Angiotensina II a Ang I, un regulador negativo del sistema renina-angiotensina. Se sabe que Ang II es proinflamatorio, mientras que Ang I es antiinflamatorio. La IFN-I en la fase final de la infección por coronavirus induce una producción exagerada de citoquinas y una lesión pulmonar más grave. El gen circadiano BMAL1 regula la producción de IFN-I y de la citoquina CXCL5. Se sabe que la Ang II afecta al sistema de reloj central en los núcleos supraquiasmáticos (SCN) por su efecto en los niveles de Per2 (proteína que influye en el ritmo circadiano).

    BMAL (receptor nuclear translocador de aril hidrocarburos en cerebro y músculo) es un gen que codifica proteínas implicadas en la regulación de los ritmos circadianos

    El sueño ejerce funciones de modulación de la síntesis y la secreción de numerosas citoquinas, incluyendo la interleucina (IL)-6 y el factor (TNF)-a, ambos relacionados estrechamente con la tormenta de citoquinas. La alteración del ritmo circadiano podría resultar de picos de citoquinas que se desplazan de la noche al día. La melatonina está asociada con la reducción de citoquinas (por ejemplo, IL-6 y TNF-a); por lo tanto, la melatonina es antiinflamatoria.

    De manera que es muy probable que el sueño esté involucrado en el proceso patológico de COVID-19 por lo que mantener o desarrollar buenos hábitos de sueño ayudará a responder a esta pandemia con mayor eficacia(18).

    Es muy probable que el sueño esté involucrado en el proceso patológico de COVID-19 por lo que mantener o desarrollar buenos hábitos de sueño ayudará a responder a esta pandemia con mayor eficacia

    Durante el confinamiento pasado realizamos una encuesta utilizando un cuestionario en formato formulario de Google compuesto por 33 preguntas (32 de respuesta cerrada, y una de respuesta semiabierta) basado en la versión española del “Sleep Self-Report (SSR)”(19) a 12.943 familias. 735 encuestas correspondían a adolescentes.

    El objetivo era conocer los cambios en esta área de la salud durante el confinamiento; una situación sociológica que hace suponer un empoderamiento de los ritmos del sueño por parte de los adolescentes, pero sin el requisito previo de la formación en el hábito saludable del sueño.

    Conocer estos cambios permitirá mejorar nuestra capacidad de respuesta ante nuevas morbilidades (estudio en proceso de revisión para su publicación).

    Como se puede observar en la Tabla VIII el porcentaje de variación durante la pandemia en todas las preguntas tuvo significación estadística. El sueño tuvo importantes variaciones en cuanto a calidad y continuidad. Así mismo se observó un retraso en los horarios tanto entre semana como durante los fines de semana planteando la pregunta de si ese cambio traducía el Jet Lag escolar al que sometemos a los adolescentes durante el curso escolar al establecer unos horarios académicos que no tienen en cuenta el ritmo circadiano del adolescente o son una consecuencia de la alteración del ritmo circadiano que produce el COVID-19. Son necesarios más estudios que clarifiquen esta situación pues su respuesta puede tener importantes consecuencias a la hora de planificar los horarios escolares y apoyar el retraso de su inicio como ya se está realizando en otros países en este arco de edad(20,21).

    Caso clínico

    Adolescente de 15 años diagnosticado y tratado de S. Retraso de Fase desde los 11 años que ocasionaba ausencias escolares y un mal rendimiento escolar. Obtuvimos una respuesta adecuada al tratamiento farmacológico (melatonina de liberación rápida 1 mgr. dos horas antes de iniciar el sueño), luminoterapia (uso durante 1 hora de “Luminette Glasses” desde que se levanta hasta su llegada al centro escolar) y ausencia de tecnología 90 minutos antes del inicio del sueño.

    Visto por control rutinario en la Unidad de Sueño en enero 2020 con buena evolución, buen rendimiento escolar y acomodación a los horarios. Iniciaba salidas nocturnas los fines de semana por lo que se pactó un horario de 7 horas de sueño el día posterior a la salida nocturna. Se cita para control habitual en enero 2021.

    Realizan videoconsulta con la Unidad de Sueño en Abril 2020: Desde la segunda semana del confinamiento su cuadro se ha reproducido con horarios de sueño que se inician entre las 4 y las 6 de la mañana y finalizan entre las 14 y 15 horas, aumento de actitud hostil y de conflictos con padres y hermana de 11 años. Mal seguimiento de las clases online. Rechaza el uso la fototerapia y la ingesta de melatonina.

    Tras dos videoconferencias con el paciente éste se niega a cualquier cambio “hasta que no retorne al instituto”. Rechaza cualquier otro contacto hasta que él lo demande. Los padres aceptan la situación porque no quieren un conflicto continuado en estas circunstancias.

    A finales de agosto 2020 recibimos un correo electrónico del paciente que dice textualmente: “como según dice la televisión vamos a empezar a ir al instituto he decidido que desde el 1 de septiembre volveré a hacer todas las cosas que me habéis ido diciendo estos años. Mis padres están de acuerdo.
    Si no me va bien os volveré a ver”. En el momento actual (inicios de septiembre) desconocemos la evolución.

    Conclusión

    1. El sueño y sus alteraciones juegan un papel muy importante en la calidad de vida del adolescente y su entorno. El pediatra dispone de herramientas sencillas y asequibles que le permiten realizar una adecuada aproximación a esta área de la salud e iniciar el abordaje diagnóstico adecuado o realizar una correcta trasmisión a Unidades especializadas.
    2. La pandemia ha cambiado los hábitos del descanso de los adolescentes y no solo por los cambios en sus relaciones sociales sino por la misma acción del virus frente al reloj circadiano.

      La pandemia ha cambiado los hábitos del descanso de los adolescentes y no solo por los cambios en sus relaciones sociales sino por la misma acción del virus frente al reloj circadiano

    3. Desconocemos las consecuencias a medio y largo plazo de estos cambios por lo que el seguimiento estrecho de esta generación es necesario para adoptar de manera precoz las medidas correctoras precisas.
    4. Los datos obtenidos tanto del estudio SHASTU como de la bibliografía referente al COVID demuestran una vez más la necesidad de introducir los hábitos saludables (alimentación, actividad física y descanso) dentro del currículum escolar y en la práctica clínica habitual.

     

    Tablas y figuras

    Tabla I. Características con horarios más tardíos

    COMPARACIÓN ESCUELAS CON DIFERENTES HORARIOS DE INICIO (USA)

    EL INICIO MÁS TARDÍO SE ASOCIA A (P<0,05):

    Hora de acostar permanece igual

    Menor incidencia de llegar tarde

    Se retrasa la hora de levantar

    Menos absentismo escolar

    Mayor duración del sueño

    Mayor rendimiento

    Menos “recuperación“ de sueño en fin de semana

    Menor tasa de abandono

    Menos problemas relacionados con el sueño

    Menos “siestas” espontáneas

    Menos síntomas depresivos

    Fuente: Wheaton A et al 2016; Owens 2010.

     

    Tabla II. Cuestionario para valorar el cronotipo

     

    Tabla III. Escala de somnolencia de Stanford

    NOMBRE:
    EDAD:
    FECHA:

    AL LEVANTARSE

    ANTES DE COMER

    HORA DE ACOSTARSE

    DÍA

    HORA:
    1ª semana 2ª semana

    HORA:
    1ª semana 2ª semana

    HORA:
    1ª semana 2ª semana

    LUNES

    MARTES

    MIÉRCOLES

    JUEVES

    VIERNES

    SABADO

    DOMINGO

    INSTRUCCIONES:

    Lea el contenido de la siguiente escala y escriba el número correspondiente al estado con el que le identifica en cada momento (anotando la hora exacta) a lo largo de los distintos días de la semana.

    1. Activo, vital, alerta, completamente despierto.
    2. Funcionamiento alto, pero no máximo, capacidad de concentración.
    3. Relajado, despierto…
    4. Un poco apagado, no al máximo, disminuido.
    5. Apagado, comienza la pérdida de interés por estar despierto.
    6. Somnoliento, prefiere estar acostado, luchando con el sueño, confuso, aturdido.
    7. Casi en sueño, comienzo inmediato del sueño, incapacidad para permanecer despierto.

    Tabla IV. Escala de ánimo

    ACTIVIDAD AGRADABLE

    AGRADO

    AGRADO: 0= no me ha gustado nada; 1= muy poquito; 2= algo; 3= bastante; 4= mucho; 5= muchísimo.

    Escala de ánimo al final del día

    0

    1

    2

    3

    4

    5

    6

    7

    8

    9

    10

    0= peor que nunca

    10= mejor que nunca

    Tabla V. Escala de trastornos del sueño de Bruni

    Escala de alteraciones del sueño en la infancia de BRUNI

    1. ¿Cuántas horas duerme la mayoría de las noches?

      1

      2

      3

      4

      5

      9-11 h

      8-9 h

      7-8 h

      5-7 h

      <5 h

    2. ¿Cuánto tarda en dormirse? (minutos)

      1

      2

      3

      4

      5

      <15 m

      15-30 m

      30-45 m

      45-60 m

      >60 m

      En las siguientes respuestas valore de esta forma:

      1 = nunca 2 = ocasionalmente (1-2 veces al mes)

      3 = algunas veces (1-2 por semana)

      4 = a menudo (3-5 veces/semana) 5 = siempre (diariamente)

    3. Se va a la cama de mal humor
    4. Tiene dificultad para coger el sueño por la noche
    5. Parece ansioso o miedoso cuando “cae” dormido
    6. Sacude o agita partes del cuerpo al dormirse
    7. Realiza acciones repetitivas tales como rotación de la cabeza para dormirse
    8. Tiene escenas de “sueños” al dormirse
    9. Suda excesivamente al dormirse
    10. Se despierta más de dos veces cada noche
    11. Después de despertarse por la noche tiene dificultades para dormirse
    12. Tiene tirones o sacudidas de las piernas mientras duerme, cambia a menudo de posición o da “patadas” a la ropa de cama
    13. Tiene dificultades para respirar durante la noche
    14. Da boqueadas para respirar durante el sueño
    15. Ronca
    16. Suda excesivamente durante la noche
    17. Usted ha observado que camina dormido
    18. Usted ha observado que habla dormido
    19. Rechina los dientes dormido
    20. Se despierta con un chillido
    21. Tiene pesadillas que no recuerda al día siguiente
    22. Es difícil despertarlo por la mañana
    23. Al despertarse por la mañana parece cansado
    24. Parece que no se pueda mover al despertarse por la mañana
    25. Tiene somnolencia diurna
    26. Se duerme de repente en determinadas situaciones

    TOTAL:

     

    • Inicio y mantenimiento del sueño:
      Preguntas 1-2-3-4-5-10-11.
    • Problemas respiratorios:
      Preguntas 13-14-15.
    • Desórdenes del arousal:
      Preguntas 17-20-21.
    • Alteraciones del tránsito vigilia/sueño:
      Preguntas 6-7-8-12-18-19.
    • Somnolencia excesiva:
      Preguntas 22-23-24-25-26.
    • Hiperhidrosis del sueño:
      Preguntas 9-16.

    Línea de corte: 39

    • Inicio y mantenimiento: 9,9 +/- 3,11.
    • Problemas respiratorios: 3,77 +/- 1,45.
    • Desórdenes del arousal: 3,29 +/- 0,84.
    • Alteraciones del tránsito vigilia/sueño: 8,11 +/- 2,41.
    • Excesiva somnolencia: 7,11 +/- 2,57.
    • Hiperhidrosis del sueño: 2,87 +/- 1,69.

     

     

    Tabla VI. Normas para el correcto uso del actígrafo

    NOMBRE: ____________________________

    El actígrafo es un pequeño ordenador que nos va a permitir conocer todo lo que ocurre durante las horas en las que el niño/a permanece en la cama.

    Como cualquier aparato de alta tecnología necesita un cuidado exquisito para evitar su deterioro aunque, como podrá comprobar, su uso es sencillo.

    Colóquelo en la muñeca de la mano dominante (en la derecha si es diestro o en la izquierda si es zurdo) o en el tobillo si es menor de 18 meses. Se sujeta igual que un reloj, póngalo lo suficientemente apretado para que no lo “pierda“ durante la noche pero no tanto que impida la circulación.

    Todas las mañanas deben apuntar en esta hoja la hora exacta en la que han acostado al niño/a y la hora exacta en la que lo/a han levantado. ESTOS DATOS SON IMPRESCINDIBLES PARA REALIZAR EL ESTUDIO. Esta hoja la traerán a la Unidad junto con el actígrafo.

    DÍA HORA ACOSTAR SIN LUZ HORA DE LEVANTAR LUZ

    Tabla VII. Evolución del sueño durante los 3 años del estudio SHASTU

    Edad 13-18 años. N: 1282

    BASAL

    1er AÑO

    2º AÑO

    p GLOBAL

    p 1er vs 2º año

    Problemas de inicio / mantenimiento del sueño

    NO

    77,50%

    85,80%

    87,70%

    0.012

    0.015

    SI

    22,50%

    14,20%

    12,30%

    Excesiva somnolencia durante el día

    NO

    73,00%

    76,90%

    86,50%

    0.005

    0,316

    SI

    27,00%

    23,10%

    13,50%

    Puntuación Test de Bruni por encima del corte

    NO

    37,00%

    53,10%

    59,10%

    <0,000

    <0,000

    SI

    63,00%

    46,90%

    40,90%

    Porcentajes de cambio desde el período basal (sin formación) al 2º año de seguimiento

    Tabla VIII. Evaluación del sueño antes y después de la pandemia

     

    Figura 1. Tendencia a retraso de fase

    Adaptada de: Andrade M, Menna- Barreto. Sleep Pattterns of High School Students Living in Sao Paulo, Brasil en Adolescent Sleep Paterrns. Biological, Social, and Psychological Influences. Ed Mary A Carskadon. Cambridge 2002).

    Figura 2. Agenda del sueño

    Figura 3. Flujo de abordaje de los problemas del sueño

    Figura 4. Relación infección COVID-19 – ritmos circadianos

    Fuente: Meira e Cruz M, Miyazawa M, Gozal D. Putative contributions of circadian clock and sleep in the context of SARS-CoV-2 Infection. Eur Respir J 2020; in press (https://doi.org/10.1183/13993003.01023-2020).

     

    Bibliografía

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    8. Crowley SJ, Eastman CI. Free-running circadian period in adolescents and adults. J Sleep Res. 2018;27:e12678.

    9. Crowley SJ, Wolfson AR, Tarokh L, Carskadon MA. An update on adolescent sleep: new evidence informing the perfect storm model. J Adolesc. 2018;67:55–65.

    10. Short MA, Weber N, Reynolds C, Coussens S, Carskadon MA. Estimating adolescent sleep need using dose-response modeling. Sleep. 2018;41.

    11. Galland BC, Short MA, Terrill P, Rigney G, Haszard JJ, Coussens S, et al. Establishing normal values for pediatric nighttime sleep measured by actigraphy: a systematic review and meta-analysis. Sleep. 2018;41.

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    13. Gregory AM, Sadeh A. Sleep, emotional and behavioral difficulties in children and adolescents. Sleep Med Rev. 2012;16:129–36.

    14. Owens JA, Dearth-Wesley T, Lewin D, Gioia G, Whitaker RC. Self-regulation and sleep duration, sleepiness, and chronotype in adolescents. Pediatrics. 2016;138.

    15. Gariépy G, Doré I, Whitehead RD, Elgar FJ. More than just sleeping in: a late timing of sleep is associated with health problems and unhealthy behaviours in adolescents. Sleep Med. 2018.

    16. Pin Arboledas G. Introducción: ¿Qué es la excesiva somnolencia diurna? Causas, prevalencia y clínica. En: AEPap ed. Curso de Actualización Pediatría 2008. Madrid: Exlibris Ediciones; 2008. p. 59-65.

    17 Meira e Cruz M, Miyazawa M, Gozal D. Putative contributions of circadian clock and sleep in the context of SARS-CoV-2 nfection. Eur Respir J 2020; in press (https://doi.org/10.1183/13993003.01023-2020).

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    19. Orgilés M, Owens J, Espada JP, Piqueras JA, Carballo, JL. Spanish version of the Sleep Self-Report (SSR): factorial structure and psychometric properties. Child Care Health Dev 2013 Mar;39(2):288-95.

    20. Sleep deprivation in adolescents: the case for delaying secondary school start times. Report of the Advisory Committee on Later School Start Times at Secondary Schools. October 2019. Joint State Government Commission General Assembly of the Commonwealth of Pennsylvania.

    21. Fallone G, Acebo C, Seifer R, Carskadon MA. Experimental restriction of sleep opportunity in children: effects on teacher ratings. SLEEP 2005;28(12): 1561-1567.

     

     
     


Salud digital en tiempos de coronavirus ¿qué cambió?


 

Salud digital en tiempos de coronavirus ¿qué cambió?

M.A. Salmerón Ruiz.
Unidad de Medicina de la Adolescencia. Hospital Universitario La Paz y Hospital Ruber Internacional, Madrid.

 

Adolescere 2020; VIII (3): 6-10

 

Resumen

En la última década se han publicado múltiples artículos científicos sobre el impacto del mundo digital y los riesgos en la infancia y adolescencia. La evidencia científica era tan abrumadora que en el año 2016 la Academia Americana de Pediatría(3) y, posteriormente, en el año 2017(4), la Sociedad Canadiense de Pediatría publicaron una revisión sobre los riesgos y recomendaciones que los pediatras debían conocer y transmitir a las familias en la consulta. Con el confinamiento y la pandemia actual aumentó el tiempo de pantalla y la exposición a determinados riesgos siendo esencial la promoción de la salud digital.

Palabras clave: Salud digital; Uso problemático del smartphone; Uso problemático de internet; COVID-19.

Abstract

In the last decade, multiple scientific articles have been published on the impact of the digital world and the risks it poses to childhood and adolescence. The scientific evidence was so overwhelming that in 2016 the American Academy of Pediatrics and, later, in 2017, the Canadian Pediatric Society published a review on the risks and recommendations that pediatricians should know and transmit to families in clinic. Given the confinement and current pandemic, screen time and exposure to certain risks has increased, and thus, the promotion of digital health is essential.

Key words: Digital Health; Problematic smartphone use; Problematic Internet use; COVID-19.

 

¿Qué es la salud digital?

La OMS(1) definió la salud como ausencia de enfermedad y completo bienestar a nivel físico, psicológico y social. Hay muchas definiciones posteriores de salud. Terris(2) en los años 80 suprimió de la definición la palabra “completo” por ser irreal e introdujo el término funcionalidad, dando cabida a la diversidad funcional. En la adolescencia además la salud sexual tiene una gran relevancia.

El mundo digital tiene riesgos y beneficios que repercuten en todas las esferas del individuo: a nivel físico, psicológico, social, sexual y funcional. Es decir, el uso inadecuado del mundo digital impacta sobre la salud a cualquier edad, especialmente en niños y adolescentes, al estar en desarrollo(3,4).

El mundo digital tiene riesgos y beneficios que repercuten en todas las esferas del individuo: a nivel físico, psicológico, social, sexual y funcional

La salud digital promueve un uso saludable, seguro, crítico y responsable de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Su objetivo fundamental es preventivo, promoviendo hábitos saludables. En pediatría es necesario que los padres sean conscientes del impacto sobre la salud de sus hijos y sean agentes activos en la educación digital a nivel familiar(3,4,5).

Entendemos como TIC a todas aquellas herramientas que nos permiten almacenar y compartir información. En la mayoría de los estudios se incluyen la televisión, tabletas, ordenadores y smartphones.

¿Cuáles son los riesgos digitales que afectan a la salud de niños y adolescentes?

Para entender los riesgos de las TIC hay que diferenciar dos etapas(3,4,5):

  • En los menores de dos años. Es una etapa crucial en el desarrollo: el establecimiento del apego y del vínculo, el desarrollo de la psicomotricidad fina y gruesa, el inicio del lenguaje, el aprendizaje del control de las frustraciones y los tiempos. El uso de pantallas en esta edad de forma habitual interfiere directamente en el desarrollo psicosocial, en el sueño y aumenta el riesgo de obesidad al disminuir el tiempo de actividad física.
  • En los preadolescentes y adolescentes, el riesgo más frecuente es el acceso a información inadecuada para la edad y el que entraña mayor riesgo es el ciberacoso

  • En los preadolescentes y adolescentes. El riesgo más frecuente es el acceso a información inadecuada para la edad y el que entraña mayor riesgo es el ciberacoso, por la alta probabilidad de depresión grave y suicidio. Además, el abuso y conductas adictivas en Internet, los trastornos del sueño, el riesgo aumentado de obesidad y problemas atencionales que dificultan el rendimiento académico, en muchas ocasiones coexisten y está aumentando su prevalencia.

El rol de los profesionales de la salud es fundamental en la prevención, educación para la salud de las familias y los pacientes, así como en la detección precoz y tratamiento de los riesgos.

¿Cuál era la situación antes del inicio de la pandemia por coronavirus?

En la última década se han publicado múltiples artículos científicos sobre el impacto del mundo digital y los riesgos en la infancia y adolescencia. La evidencia científica era tan abrumadora que en el año 2016 la Academia Americana de Pediatría(3) y, posteriormente, en el año 2017(4), la Sociedad Canadiense de Pediatría publicaron una revisión sobre los riesgos y recomendaciones que los pediatras debían conocer y transmitir a las familias en la consulta. Ambos artículos comparten mensajes comunes que es necesario destacar:

  • Alertan de los riesgos desde edades tempranas, especialmente en los menores de dos años.
  • Explican la importancia del juego tradicional para un adecuado neurodesarrollo y fomentar la interacción con otros niños y adultos.
  • Desarrollan la necesidad de establecer límites digitales según edad en: tiempo de uso, tiempo de desconexión y lugares donde se utilizan los dispositivos.
  • Refuerzan a los padres para ser el mejor ejemplo de sus hijos y los animan a realizar un “plan digital familiar”.

El “plan digital familiar” supone una revolución en la promoción de la salud digital, porque los padres, se convierten en agentes activos y modelos que los hijos imitarán

El “plan digital familiar” supone una revolución en la promoción de la salud digital, porque los padres en vez de ser agentes pasivos que establecen normas o no, se convierten en agentes activos y modelos que los hijos imitarán. Las TIC son algo en lo que hay que educar y los padres tienen que implicarse y ser ejemplo.

Se recomienda que los menores de dos años estén sin pantallas en el carrito o silla de paseo

La Academia Americana de Pediatría en su web dedicada a familias tiene una herramienta de ayuda para que los padres puedan crear su plan digital(6). Solicitan antes de entrar:

  • Los apellidos de la familia, lo que invita a que los límites establecidos sean para todos, incluidos los padres.
  • La edad del niño: los ítems que sugieren para reflexionar son específicos según la edad. Por ejemplo, alienta a que los menores de dos años estén sin pantallas en el carrito o silla de paseo.

Al entrar en el plan digital familiar se pueden seleccionar propuestas concretas o añadir aquellas que se estimen. Se agrupan en 8 puntos fundamentales: zonas libres de pantallas, horarios sin tecnología, restricciones para el uso de dispositivos, elegir y diversificar los medios que se consumen, mantener otras actividades esenciales para el niño fuera de las TIC, ciudadanía digital, seguridad, sueño y ejercicio(5).

Otro aspecto importante son los factores protectores. En los últimos años se publicaron varios artículos científicos para intentar identificar si existen factores de riesgo o protectores en el mal uso de las TIC. Aunque aún la evidencia es limitada hay factores que están relacionados: el tipo de personalidad, los estilos educativos de los padres, el sentirse integrado en el grupo de iguales, la autoestima, las aficiones, entre otros(7).

Salud digital y coronavirus

El síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2) ha infectado a más de 35 millones de personas en todo el mundo, con más de 1 millón de muertes registradas por la OMS(8) a fecha 12 de octubre de 2020.

En la fase inicial de la pandemia muchos países implantaron cierres (restricciones de población en general, incluida la obligatoriedad de permanecer y trabajar en casa). El objetivo fundamental del confinamiento era frenar la rápida propagación del virus. Esto fue fundamental para reducir la mortalidad, evitar que la sanidad se colapsase y ganar tiempo para establecer sistemas de respuesta ante una pandemia, para suprimir la transmisión después del confinamiento. Aunque los encierros fueron efectivos, han afectado sustancialmente la salud física y mental y han perjudicado la economía. El impacto de estos efectos es desigual, los países más afectados son aquellos que no pudieron utilizar el tiempo durante y después del confinamiento para establecer sistemas efectivos de control de la pandemia.
En ausencia de los medios adecuados para manejar la pandemia y sus impactos sociales, estos países se enfrentarán a continuas restricciones(9).

Los niños y adolescentes en general se han adaptado bien a la situación del coronavirus, aunque aún se desconocen las consecuencias a medio y largo plazo

Los niños y adolescentes en general se han adaptado bien a la situación, aunque aún se desconocen las consecuencias a medio y largo plazo. Lo que sí sabemos es que el impacto es desigual y que influyen múltiples factores, como: el afrontamiento de la situación por parte de los padres, la existencia o no de enfermedades mentales previas y el tipo de enfermedad, los estilos educativos de los padres, el estrés familiar que generó la situación, la existencia de maltrato intrafamiliar, etc.(10)

Entre el impacto psicosocial están: la ansiedad o coronofobia, aumento de los síntomas depresivos, empeoramiento de trastornos del neurodesarrollo y aumento de la violencia y del ocio en las pantallas

En los estudios publicados, el impacto psicosocial en la infancia fue(10,11,12):

  • Ansiedad relacionada con el coronavirus, lo que se denomina de forma genérica “coronofobia”.
    La sobreexposición relacionada con las noticias, los contagios, los fallecimientos, la propia enfermedad o el miedo al contagio. En este caso Internet ha tenido un papel relevante.
  • El aumento de síntomas depresivos.
  • Empeoramiento de trastornos del neurodesarrollo como el TDAH o el TEA.
  • Un incremento de los retos en Internet relacionados con conductas que puedan afectar a la salud o autolesiones.
  • Aumento de la violencia extra e intrafamiliar y disminución o cierre de los sistemas de protección. La Fundación Anar(13) publicó un informe sobre las llamadas recibidas en su línea de ayuda a la infancia. El número total de llamadas registradas desde el 14 de marzo al 30 de mayo del 2020 fue de 3.807 de las cuales 1.573 fue por violencia grave. Para poder comparar, en todo el año 2018 se recibieron un total de 2.770 llamadas. De las 3.807, un 50% eran debidas a situaciones de violencia, la más frecuente violencia física 17,9%, seguida de violencia psicológica 12,7%. Respecto al maltrato e Internet: un 2,5% fue debido a ciberbullying, un 0,5% a grooming, un 0,1% a pornografía infantil y un 0,1% a otros tipos de ciberacoso.
  • Mayor índice de sobrepeso y obesidad debido a la disminución de la actividad física y, por otro lado, al aumento de la cantidad de comida y a la ingesta de alimentos poco saludables.
  • Mayor tiempo de ocio con las pantallas. Fundamentalmente para ver vídeos, redes sociales, búsqueda de información, juegos online, juegos de azar, videojuegos y acceso a pornografía.
    Una encuesta online realizada por Empantallados(14) durante el confinamiento en España a un total de 300 padres y madres con niños menores de 18 años, arroja datos interesantes sobre el uso de pantallas durante el confinamiento. El 35% de los encuestados compraron un nuevo dispositivo, de los cuales el 49% para las clases online, el 29% por motivos laborales y un 20% para ocio.
    Respecto al incremento del tiempo de ocio de pantalla fue de 1,6 horas (dedicando un total de 3,7 horas al día entre semana) en los menores de doce años y de casi 2 horas (empleando un total de 4,8 horas al día entre semana) en los mayores de 12 años. Si a este tiempo de ocio de pantalla le sumamos las horas escolares, el tiempo de pantalla es aún mayor.

La preocupación por el incremento del tiempo de pantalla en los niños y adolescentes hizo que diversas sociedades científicas y organismos internacionales como UNICEF(15) hicieran sus recomendaciones a las familias. También se publicó la guía de consenso sobre la prevención de riesgos en Internet y COVID(16) con los siguientes puntos:

Diversas sociedades han realizado recomendaciones a las familias para evitar el exceso de tiempo en las pantallas

  • La importancia de establecer rutinas y horarios fijos.
  • Fomentar la alimentación saludable, el ejercicio regular y las técnicas de relajación.
  • La necesidad de potenciar el ocio familiar.
  • Tiempo para estar solo.
  • Autocontrolarse y regular el tiempo frente a la pantalla.
  • Plan digital familiar e importancia del ejemplo.
  • Instalar aplicaciones de bienestar digital que permiten medir el tiempo de pantalla, controlar horarios de conexión y desconexión tanto de los dispositivos como de aplicaciones.
  • Usar herramientas técnicas analógicas como el reloj.
  • Mantener contacto social (a través de Internet o por teléfono).
  • Buscar ayuda si es necesario.

Es importante destacar que el papel de las TIC durante el confinamiento fue esencial al permitir y fomentar: las relaciones sociales, el teletrabajo, la atención médica, la educación, la formación, las compras de alimentos y el ocio. Esta necesidad también puso de manifiesto la brecha digital y las desigualdades sociales.

Las Tecnologías de la Información y la Comunicación tuvieron un papel beneficioso durante el confinamiento al ayudar a las relaciones sociales, permitir el teletrabajo, fomentar la implementación de la telemedicina y permitir el ocio

Conclusiones

  • Las Tecnologías de la Información y la Comunicación tuvieron un papel beneficioso durante el confinamiento al ayudar a las relaciones sociales, permitir el teletrabajo, fomentar la implementación de la telemedicina y permitir el ocio.
  • Hubo un incremento de los factores de riesgo por el aumento del uso de la tecnología en la adolescencia: ansiedad, trastorno del ánimo, maltrato extra e intrafamiliar.
  • Aumento del tiempo en: uso de dispositivos, redes sociales, juegos en red, juegos de azar y pornografía durante el confinamiento.
  • Es imprescindible la formación del pediatra en salud digital para una adecuada educación para la salud tanto de los adolescentes como de sus familias.

 

Bibliografía

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  5. Canadian Paediatric Society, Digital Health Task Force. Digital media: Promoting healthy screen use in school-aged children and adolescents. Paediatr Child Health. 2019;24(6):402-417. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31528113/.
  6. American Academy of Pediatrics. Plan para el consumo mediático de su familia. Disponible en: https://www.healthychildren.org/Spanish/media/Paginas/default.aspx.
  7. Fischer-Grote L, Kothgassner OD, Felnhofer A, et al. Risk factors for problematic smartphone use in children and adolescents: a review of existing Literature. Neuropsychiatr 2019; 33:179–190. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/31493233.
  8. WHO Coronavirus Disease (COVID-19) Dashboard. Disponible en: https://covid19.who.int/.
  9. Alwan NA, Burguess RA, Ashworth S, Beale R, Bhadelia N, Bogaert D, et al. Scientific consensus on the COVID-19 pandemic: we need to act now. The Lancet. Published online October 14, 2020. Disponible en: https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)32153-X.
  10. Stavridou A, Stergiopoulou AA, Panagouli E, Mesiris G, Thirios A, Mougiakos T, et al. Psychosocial consequences of COVID -19 in children, adolescents and young adults: a systematic review. Psychiatry Clin Neurosci 2020 Aug 25;10.1111/pcn.13134. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32881157/.
  11. Usher K, Bhullar N, Durkin J, Gyamfi N, Jackson D. Family violence and COVID-19: Increased vulnerability and reduced options for support. Int J Ment Health Nurs 2020 Aug;29(4):549-552. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32314526/.
  12. Ferreira Deslandes S, Coutinho T. The intensive use of the Internet by children and adolescents in the context of COVID-19 and the risks for self-inflicted violence. Ciênc. saúde coletiva; 2020 (1). Disponible en: https://doi.org/10.1590/1413-81232020256.1.11472020.
  13. Fundación ANAR. Comparecencia de la Fundación ANAR ante la comisión para la reconstrucción social y económica del Congreso de los Diputados con objeto de informar sobre los efectos del confinamiento sobre los menores de edad en España. 2020. Disponible en: https://www.anar.org/wp-content/uploads/2020/05/Comparecencia-de-ANAR-en-el-Congreso-29-05-2020-4.pdf.
  14. Empantallados. El impacto de las pantallas en la vida familiar durante el confinamiento. 2020.Disponible en: https://empantallados.com/covid19.
  15. UNICEF. How to keep your child safe online while stuck at home during the COVID-19 outbreak. Disponible en: https://www.unicef.org/coronavirus/keep-your-child-safe-online-at-home-covid-19.
  16. Király O, Potenza MN, Steing DJ. Preventing problematic Internet use during the COVID-19 pandemic: Consensus guidance. Compr Psychiatry. 2020 Jul; 100: 152180. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7215166/.

 
 

 
 


En tiempos del COVID-19 VII Curso telemático de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA)


 

En tiempos del COVID-19
VII Curso telemático de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA)

 
Mª Inés Hidalgo Vicario
 

Mª Inés Hidalgo Vicario
Pediatra. Doctora en Medicina. Acreditada en Medicina de la Adolescencia. Presidente de la SEMA. Directora de Adolescere.

 

Adolescere 2020; VIII (3): 3-4
 

Desde primeros de marzo de este año 2020, estamos sufriendo una terrible pandemia por el COVID-19, ello ha condicionado una grave crisis sanitaria, social y económica tanto nacional como a nivel mundial.

La Junta Directiva de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA) siguiendo las recomendaciones de Salud Pública y de diversos organismos internacionales relacionados con la Salud y por responsabilidad institucional, tomó la decisión de posponer su XXV Congreso Nacional, que se iba a celebrar presencialmente en Pamplona el pasado marzo 2020, hasta los días 28 y 29 de mayo 2021; dada la incertidumbre actual sobre la evolución de la pandemia, cuando se acerquen esas fechas, se darán más detalles sobre su formato. Nuestro Curso bianual que se alterna desde hace años con los Congresos, y correspondía realizarse en el año 2021 (años impares), fue adelantado, para ofrecer a los asociados una actividad durante el presente año, así como por la actualidad de su temática.

Los pasados días 7 y 8 de octubre de 2020, se celebró de forma virtual, telemática, el VII Curso de la SEMA. Salud Integral en la adolescencia con el título: Adolescencia y COVID-19 lo que el pediatra debe saber.

La adolescencia, como sabemos, es el periodo de la vida en que se produce el desarrollo global de la persona y aunque es la época de las segundas oportunidades, conlleva también muchos riesgos y peligros. El adolescente necesita el apoyo de los adultos, pero con frecuencia sus demandas de ayuda están enmascaradas por una conducta agresiva, de introversión o diferentes formas de expresión que condicionan respuestas hostiles en el entorno, incluyendo la falta de atención por los profesionales sanitarios. Esta dificultad de comunicación entre adultos y adolescentes conlleva que las principales causas de morbilidad y mortalidad, que en su mayoría son prevenibles, no reciban la respuesta adecuada.

Ser adolescente es difícil y con la enfermedad COVID-19 lo es más; en la situación actual se pueden sentir tristes, ansiosos, deprimidos y decepcionados. Los profesionales debemos trasmitirles que no están solos y que es necesario que sigan cuidando su salud física y psicosocial.

Los adolescentes, dadas sus peculiaridades socioculturales, juegan un papel primordial en una enfermedad de transmisión fundamentalmente respiratoria. Sus comportamientos suelen ser en grupo, muchas veces liderados por otros adolescentes influyentes, son muy sensibles a la presión de las redes mediáticas; en relación con el COVID-19 con distintas percepciones de riesgo individual y también de responsabilidad colectiva.

Es crucial conocer en profundidad esta etapa de la vida, los efectos y trastornos de la infección por COVID-19 así como de las medidas usadas para detener su expansión: problemas psicológicos, de relación y adicción, diferentes trastornos clínicos (respiratorios, neurológicos, dermatológicos, con el sueño…) e incluso preventivos con una disminución importante de las coberturas vacunales. Todos estos aspectos han sido abordados durante este encuentro online.

Los objetivos del Curso han sido en primer lugar, ser un punto de encuentro virtual de pediatras y otros profesionales de diferentes disciplinas, para compartir experiencias y conocimientos, buscando respuestas a las múltiples dudas sobre el COVID 19 que se nos plantean en la práctica diaria. En segundo lugar, que los profesionales adquieran habilidades para poder abordarlos con eficacia y acierto y, por último, sensibilizar y mantener el interés de los profesionales sanitarios y de la sociedad en general por esta etapa de la vida.

El programa del Curso ha sido eminentemente práctico y se estructuró de la siguiente manera:

Día 7, por la tarde:

  • Primera Sesión de Actualización donde se abordó:

Salud digital en tiempos de coronavirus ¿qué cambió? (M.A. Salmerón Ruiz)

El sueño y sus problemas ¿cómo abordarlos? (G. Pin Arboledas)

Salud mental ¿cómo actuar? (P. Sánchez Masqueraque)

  • Sesión Casos Clínicos:

Problemas Nutricionales (J.M. Moreno Villares)

Urgencias: dolor abdominal y fiebre (M.J. Martín Díaz)

Problemas dermatológicos (D. Andina Martínez)

Día 8, por la tarde:

  • Segunda Sesión de Actualización:

Disminución de las vacunaciones. Aspectos a tener en cuenta (F. Moraga Llop)

Salud sexual y reproductiva (M.J. Rodríguez Jiménez)

Violencia, abuso y maltrato (C. Imaz Roncero)

  • Sesión Casos Clínicos:

Problemas respiratorios (M. Zafra Anta)

Problemas neurológicos (V. Soto Insuga)

Cuidados paliativos (I. Noriega Echevarría)

Todas las sesiones mantuvieron el horario previsto, fueron seguidas con gran interés y participación de los inscritos y cabe destacar la alta calidad científica de los ponentes.

Se inscribieron casi 400 profesionales sanitarios, de España, Europa, y Sudamérica, con una alta participación de médicos residentes. La evaluación del Curso ha sido muy positiva; se solicitó la Acreditación de la Comisión Nacional de Formación Continuada del Sistema Nacional de Salud. Deseo dar las gracias a los ponentes, participantes, laboratorios farmacéuticos y a todos los que de alguna forma han contribuido a su éxito.

Para conseguir los créditos del Curso será necesario además de la conexión los días del evento, realizar un test de evaluación final y la encuesta de satisfacción, disponibles en la página web de la SEMA. El plazo para realizarlo será de 15 días tras finalizar el Curso. Los Diplomas de Acreditación se enviarán posteriormente en PDF por correo electrónico.

Todas las presentaciones del Curso estarán disponibles en la plataforma desde el día 15 octubre al 8 de noviembre donde se puede entrar con la misma clave y contraseña. Posteriormente estarán disponibles a través de la Sociedad.Todos los resúmenes de las ponencias se publican en este número de Adolescere. Igualmente se encuentran disponibles a través de la página Web de la Sociedad www.adolescenciasema.org

Para finalizar, deciros que estamos de ¡Enhorabuena!, la Sociedad acaba de publicar la 3ª edición del libro Medicina de la Adolescencia. Atención integral que mejora considerablemente la edición previa con 158 capítulos y 17 anexos; en la actualidad no existe otro libro de similares características en nuestro país. Han participado diferentes autores españoles, así como de otros países de Europa, América Central, del sur y de EE.UU. especialistas cada uno sus respectivas materias, que han sabido plasmar sus conocimientos y conferir pluralidad y diversidad al conjunto de la obra.

Por último, en la situación actual, hasta que dispongamos de la vacuna frente al COVID-19, es necesario el uso de medidas de contención eficaces, cuya responsabilidad en muchos casos está en manos de las Administraciones Sanitarias, pero también es responsabilidad y esfuerzo de todos los ciudadanos. Mucho ánimo a todos y a seguir cuidándose.

 

 
 


Comunicaciones Orales y Posters 2019 2

Comunicaciones Orales y Posters 2019 nº2

COMUNICACIONES PRESENTADAS EN EL VI CURSO SALUD INTEGRAL EN LA ADOLESCENCIA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE MEDICINA DE LA ADOLESCENCIA (SEMA)

COMUNICACIONES PREMIADAS

1er PREMIO

INFLUENCIA DEL PATRÓN DE SUEÑO Y GRADO DE ACTIVIDAD FÍSICA SOBRE VARIABLES ANTROPOMÉTRICAS Y COMPOSICIÓN CORPORAL EN NIÑOS Y ADOLESCENTES OBESOS

Gavela Pérez T., García de la Peña García L., Pérez Segura P., Mejorado Molano FJ., Garcés Segura C., Soriano Guillén L.

Fundación Jiménez Díaz. Madrid

Introducción y objetivos: En la obesidad infanto-juvenil influyen genética y ambiente donde destaca el aporte calórico, pero también es relevante el ejercicio y los ritmos circadianos, incluyendo el sueño.
Objetivos: Analizar patrones de sueño y ejercicio en niños y adolescentes obesos y estudiar su relación con variables antropométricas. Material y métodos: Estudio descriptivo durante 2018. Incluía niños/as entre 6 y 18 años con obesidad (IMC>2SDS). Se recogieron datos demográficos, antropométricos, bioimpedanciometría. El sueño, ejercicio y horas recreativas frente a pantallas se recogieron mediante cuestionario. Los cálculos estadísticos se realizaron con SPSS. Resultados:
Se incluyeron 90 pacientes (55 niñas y 35 niños): media de 12,7
±2,9 años, IMC(Z-score) 3,1±1,2SDS, masa grasa 39,4±6,7% y cintura(Z-score) 2,4±0,8SDS. Dormían 8,5±1,2 horas los laborables y 10,2±1,1 horas los festivos. Realizaban semanalmente 2,1±1 horas de ejercicio escolar y 1,9±2,2 horas extraescolar. 46,5% no realizaba ejercicio extraescolar. Frente a pantallas pasaban 2,1±1,6 horas los laborables y 4±2,3 horas los festivos. Correlacionaron positivamente horas de sueño de festivos e IMC (r=0,292,p<0,01) y masa grasa (r=0,316,p<0,01). La diferencia entre horas de sueño festivos/laborables correlacionó con IMC (r=0,392, p<0,001) y masa grasa (r=0,330,p<0,01). Las horas de ejercicio extraescolar correlacionaron con diferencia de horas de sueño festivos/laborables (r=-0,247,p<0,05) y con horas de pantallas/día (r=-0,255;p<0,05). Los niños activos tenían menos masa grasa que los sedentarios (p<0,05). Conclusiones: En nuestra muestra, un alto porcentaje de obesos no realizan ninguna actividad física extraescolar. Además, el número de horas destinado a pantallas fue superior al del ejercicio físico. Asimismo, hemos podido constatar la influencia del sueño sobre variables antropométricas y de composición corporal.

2º PREMIO

ESTUDIO PARA LA DETEcCIóN DE COMPORTAMIENTOS VIOLENTOS EN LAS PAREJAS DE ADOLESCENTES EN MURCIA

Herrera Chamorro A., Rosa Silvestre M., Ballesta Yagüe MA.,
Álvarez Vallejo B., Pérez V. Sánchez Solis M.

Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca. Murcia

Introducción: La violencia entre parejas adolescentes es mayor que en parejas adultas. Objetivo: Conocer características de la conducta de parejas adolescentes en 3 colegios de Murcia. Método: Estudio trasversal descriptivo realizado mediante entrevista validada a 100 adolescentes de 15-18 años que cursan 1º, 2º Bachiller. Criterio de inclusión tener o haber tenido pareja. Aplicamos Escala Multidimensional de violencia en noviazgo, dividida en 2 subescalas (violencia ejercida, padecida). Se realiza análisis factorial de componentes principales extrayendo 5 dimensiones para cada subescala (acoso, denigración, dominación, abuso físico y sexual y control) divididos según terciles. Comparamos sexos con Test Chi cuadrado / Test exacto Fisher. Es un estudio piloto. Resultados: Se encuesta a 100 adolescentes (29% varones 71% mujeres). No encontramos diferencias estadísticamente significativas en los factores analizados, aunque muestra esta tendencia. Varones ejercen mayor Acoso (58%) Abuso físico (3,4%) menor Dominación (37,9%) y Denigración (0%) similar Control (41,4%) -Mujeres ejercen mayor Dominación (39,4%) Denigración (1,4%), menor Acoso (55,7%) y Abuso físico (1,4) similar Control (40,8%) -Varones: Padecen mayor Acoso (63%), Denigración (41,4%) y Abusos físico y sexuales (72%) y menor Control (31%) -Mujeres: Padecen mayor Control (39,4%) Dominación (1,4%) y menor Acoso (53,5%) Denigración (33,8%) y abusos físicos y sexuales (56,7%) Conclusiones: Ambos sexos ejercen acoso, dominación y control en porcentajes elevados y similares. Los varones ejercen mayor violencia física. Ambos géneros padecen acoso, denigración y control en porcentajes similares. Los varones padecen más abusos físicos y sexuales. Creemos necesario un estudio más amplio representativo de la región para confirmar estos datos.

2º PREMIO

CAMBIOS FÍSICOS Y PSICOLÓGICOS/AFECTIVOS
QUE INFLUYEN EN EL NIVEL DE AUTOESTIMA DE
LA EMBARAZADA ADOLESCENTE

E. Rodríguez G, E. Gómez R

Hospital Universitario Central de Maracay. Aragua. Venezuela

Introducción: La autoestima durante el embarazo adolescente podría comprometer el valor personal y el respeto que se siente por sí misma, y su auto-aceptación. Objetivo: Identificar los cambios físicos y psicológicos/afectivos que influyen en el nivel de autoestima de la embarazada adolescente. Método: Estudio de campo y descriptivo. Población: 3744 embarazadas entre 12-19 años de edad. Se realizó una encuesta con preguntas acerca de cambios físicos, psicosociales y afectivos de acuerdo a su autoestima. Técnicas de estadística descriptiva, análisis Epi-info. Resultados: 71.52% de las embarazadas califican su autoestima ante cambios físicos como bajo, 47,16% no se siente conforme con apariencia física. El nivel de autoestima influye en gran parte de su rendimiento académico. La embarazada “muchas veces” había sentido que familiar y/o pareja intentaba bajar su autoestima. Cambios psicológicos y afectivos revelaron tener un nivel de autoestima entre “bajos” y “muy bajos”. Consideran tener un nivel medio de confianza en su capacidad para afrontar este embarazo, y sí están dispuestas a pedir la ayuda de otros. Dudan sentirse segura de sí misma. Son optimistas en la posibilidad de mejorar su autoestima. Conclusiones: Las embarazadas identifican que familiar y/o pareja, la falta de amigos y desinterés por ir a clase, son factores que influyen para tener una autoestima baja. Los cambios físicos y psicológicos influyen bastante y por completo, manifestando insatisfacción consigo misma para los afectivos. Por el contrario, se refleja la capacidad para afrontar el embarazo y ser optimistas en la posibilidad de mejorar su nivel de autoestima.

PRESENTACIÓN ATÍPICA DE UN TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO EN EL ADOLESCENTE

Begara de la Fuente M., Guisado Rasco MC., Bermejo Fernández C., González Soria MD., García Pérez C., Coronel Rodríguez C.

CS Amante Laffón (DSAP Sevilla)

Introducción: El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) es una de las patologías psiquiátricas más graves y prevalentes en la infancia. Presenta una prevalencia en torno al 1-3% y dos picos de incidencia que engloban la preadolescencia y los adultos jóvenes. Este trastorno se define por la presencia de obsesiones y compulsiones o rituales que provocan una incapacidad en el paciente, dada la intensa angustia que le genera y el tiempo que ocupa en su vida diaria. Caso clínico: Mujer de 12 años sin antecedentes familiares ni personales de interés que acude a consulta por prolapso rectal. Cirugía descartó causa orgánica. Cuenta una historia de un año de evolución basada en rituales que consisten en acudir al baño y sentarse en el wáter a defecar repetidamente, con componente ansioso acompañante. Este ritual se asocia a la obsesión de tener que extraerse las heces del intestino. Además piensa que lavarse las manos o comer le hace defecar más, por lo que los evita. Asocia cambios en el estado de ánimo y disminución del rendimiento escolar. Fue diagnosticada de TOC, tratándose con risperidona y sertralina. Conclusiones: Las conductas repetitivas son comunes en la infancia, por lo que el diagnóstico del TOC suele retrasarse. Las obsesiones más frecuentes son relativas a la idea de contaminación. Se debe buscar patología psiquiátrica cuando no se encuentra explicación a una patología orgánica, como es el prolapso rectal. Hay que indagar en los rituales para identificar los casos patológicos y permitir un diagnóstico y tratamiento eficaz.

TOS CRÓNICA PSICÓGENA

Sánchez Fernández B., Ortega Pérez M., Estereiro Medeiros A.S, Guerrero Alzola F., Casas Rivero J., Salmerón Ruiz M.A.,
Herreros Fernández M.L.

Hospital Universitario Infantil La Paz. Madrid

Introducción: Tos crónica: aquella de más de 4 semanas de duración. Caso clínico: Varón de 15 años con tos diaria de 2 meses de evolución tras una infección de vías respiratorias altas. Tos seca, rítmica, continua, tono laringotraqueal, durante el día con empeoramiento nocturno, repercusión en la vida familiar y personal (astenia, sueño, cefalea y absentismo escolar). No refiere problemas escolares, de relación ni de consumo de tóxicos. Antecedentes personales: tics motores. Antecedentes familiares: Madre con polineuropatía autoinmune. Exploración física: normal. Psicopatológicamente: rasgos de personalidad obsesivos, narcisistas y perfeccionistas. Pruebas complementarias Todas normales: – Analítica completa, serologías, Mantoux, alfa-1-antitripsina, prueba del sudor, marcadores tumorales. – Determinación de IgE específicas y pruebas cutáneas para alérgenos comunes – Prueba terapéutica con budesonida y salbutamol (imposibilidad de realizar espirometría por la tos) – Radiografía y TAC torácicos; TAC y RMN cerebral; ecografía cervical y abdominal. – Fibrobroncoscopia – EEG, EKG, ecocardiograma, impedanciometría. Juicio clínico: Trastorno por tics vs trastorno conversivo. Tratamientos realizados previos al diagnóstico: antibióticos, broncodilatadores, antitusígenos. Tratamientos tras el diagnóstico de sospecha: benzodiacepinas, neurolépticos, guanfacina y gabapentina. Todos fueron ineficaces y se retiraron. La tos cedió de forma espontánea, coincidiendo con el final del año escolar. La duración total fue de 8 meses. Posteriormente inicia tratamiento por Paidopsiquiatría. Conclusiones: Ante un cuadro de tos crónica se debe realizar un estudio amplio y secuencial dirigido a descartar patología orgánica asociada. La persistencia nocturna de la tos no descarta el origen psicógeno. El manejo debe ser integral y coordinado entre los servicios de pediatría, neumología, logopedia y salud mental.

VÓMITOS PSICÓGENOS INCOERCIBLES EN ADOLESCENTES

Tomé Masa I., Bascuas Arribas M., Cuenca Carcelén S.,
Moral Larraz A., Escribano Ceruelo E., Jiménez García R.

Hospital Universitario Infantil Niño Jesús. Madrid

Introducción y objetivos: Los vómitos incoercibles plantean dificultades diagnósticas y terapéuticas. El objetivo de este estudio es describir las características de pacientes adolescentes con vómitos psicógenos incoercibles. Material y métodos: Estudio observacional, descriptivo, retrospectivo. Se incluyeron los pacientes adolescentes hospitalizados ingresados por vómitos persistentes entre enero y diciembre 2018. Se describieron características socio-demográficas, clínicas y asistenciales. Se excluyeron pacientes oncológicos y aquellos con diagnóstico previo de trastorno de la conducta alimentaria. Los datos fueron recogidos y analizados mediante el programa SPSS Statistics v22. Resultados y conclusiones: Se revisaron un total de 13 pacientes (10 mujeres y 3 varones), 5 presentaban comorbilidad psiquiátrica previa (ansiedad, depresión). A cargo de Psiquiatría ingresaron 8 pacientes y 5 a cargo de Pediatría, con una media y mediana de tiempo de hospitalización de 16 días. La estancia máxima fue de 38 días y la mínima de 3. Las pruebas complementarias realizadas fueron: analítica sanguínea (13/13), ecografía abdominal (6/13), tránsito esofagogastroduodenal (4/13), endoscopia digestiva alta (6/13) y RM cerebral (2/13). 7 pacientes precisaron sueroterapia intravenosa y ondansetrón, y tan solo uno nutrición por sonda nasogástrica. Ninguno requirió sonda transpilórica ni procinéticos. En 9 pacientes el diagnóstico al alta fue de vómitos psicógenos, en cuyo caso cedió la sintomatología tras la intervención psicológica (media y mediana de duración de los vómitos tras ingreso: 3 días). Conclusión: Antes de llegar al diagnóstico de vómitos psicógenos es necesario descartar organicidad, el manejo es multidisciplinar pero no debe retrasar la valoración psiquiátrica/psicológica.

“FOTOGRAFÍA” DE UNA PLANTA DE
PSIQUIATRÍA DE ADOLESCENTES

Del Campo Roiz de la Parra, A. Escribano Ceruelo, E. Jiménez García, R. Mesián Pérez, I. Rodríguez Criado, N.

Hospital Universitario Infantil Niño Jesús. Madrid

Objetivos: Analizar descriptivamente datos diagnósticos y sociodemográficos de adolescentes hospitalizados en Psiquiatría. Material y métodos: Revisión de historias de pacientes de entre 12 y 18 años ingresados en el servicio de Psiquiatría de un hospital terciario en diciembre de 2018. Se recogieron datos epidemiológicos, sociodemográficos y clínicos. Resultados: Se han analizado un total de 25 pacientes (29,2% varones, 70,2% mujeres), con una media de edad de 15,64 años. Sabiendo que los pacientes con trastorno de la conducta alimentaria suelen ingresar en otra sala del servicio, el principal motivo de ingreso fueron los intentos autolíticos (33,3%), más de la mitad mediante empleo de Paracetamol o fármacos psicótropos; seguidos de los trastornos de conducta (20,8%). Otros motivos fueron las ideaciones autolíticas (16,7%), la psicosis (8,3%) y la depresión (4,2%). Existían antecedentes familiares psiquiátricos en 65,2%. Un 66,7% tenían padres separados y un 50% pertenecían a familias reconstituidas. Más de un tercio de las familias de los pacientes eran inmigrantes (37,5%). El 66,7% suspendía alguna asignatura habitualmente y existía un 42,9% de absentismo escolar. Los diagnósticos más frecuentes al alta fueron el de trastorno depresivo (39,1%) y el adaptativo (17,4%). Conclusiones: La mayoría de los adolescentes ingresados realizaron intentos autolíticos o presentaron un trastorno de conducta. Se han detectado distintos factores que se repiten como el tener antecedentes familiares psiquiátricos, padres separados, suspender asignaturas o el absentismo escolar.

DOLOR ABDOMINAL Y ANOREXIA:
UN AMPLIO DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

Rosa Silvestre, MJ.; Ballesta Yagüe, MA.; Álvarez Vallejo, B.;
Herrera Chamorro A., Cervera Pérez, I.M.; Muñoz Pérez, R.

Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca, Murcia

Introducción: Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), son una de las enfermedades crónicas, más frecuentes en adolescentes y mujeres jóvenes. Se caracteriza por una alteración del patrón de ingesta o de conducta sobre el control del peso con deterioro físico y psicosocial. Se ha relacionado con alta morbilidad, así como una significativa mortalidad. Anamnesis: Paciente de 9 años que consulta por pérdida de 7 kg en el último mes. Naúseas y dolor abdominal con restricción de la ingesta (incluida el agua) sin mejoría pese a antisecretores. Proceso infeccioso previo tratado con Azitromicina. Afebril. Exploración física: Palidez facial, resto normal. Exploraciones complementarias: Hormonas tiroideas, autoinmunidad, marcadores tumorales, serologías, SOH, Ag H.pylori, radiografía de silla turca, ecografía abdominal y RMN cerebral normales. Tránsito esofágico superior y pHmetría con RGE espontáneo. Calprotectina fecal 300ug/gr heces, control posterior 97 ug/gr. Valorada por Psiquiatría que inicia Sulpiride, suspendiéndose por exantema; iniciando Amitriptilina sin mejoría. Persiste pérdida de peso (8 kg constatados) precisando alimentación por sonda nasogástrica, realizándose endoscopia digestiva alta con biopsia normal. Permaneció ingresada 30 días con leve mejoría de la ingesta. Diagnóstico: Anorexia primaria Tratamiento Omeprazol. Sulpiride. Amitriptilina. Discusión: ante cuadro de pérdida de peso es necesario descartar patología orgánica excluyendo alteraciones hormonales, de la motilidad digestiva, gastritis, enfermedad inflamatoria intestinal… Siendo esto normal es preciso indagar sobre la vertiente psiquiátrica/psicológica para descartar TCA que requieran tratamiento farmacológico específico, así como terapia conductual. Conclusiones: Los TCA en edades tempranas suponen un reto diagnóstico, tanto por la forma de presentación como por nuestra poca experiencia. Son necesarias unidades multidisciplinares para abordar estos casos.

CRISIS DE ANSIEDAD Y LA IMPORTANCIA DE
DESCARTAR ORGANICIDAD

Ballesta Yagüe MA., Álvarez Vallejo B., Rosa Silvestre M.,
Herrera Chamorro A., Sorlí García M., Muñoz Pérez R.

Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca, Murcia

Introducción: El diagnóstico del trastorno de ansiedad es clínico, manifestándose como quejas somáticas de índole neurológica, gastrointestinal y cardiovascular, no debiendo olvidar otras entidades con síntomas similares que precisan exploraciones complementarias para su diagnóstico. Caso clínico: Niño de 10 años que consulta por episodios de ansiedad, nerviosismo, agitación, bloqueo y parestesias en extremidades, de 30-60 minutos, 3 veces/día. Inician en reposo, sin desencadenante salvo primer episodio tras visualizar araña. No toma fármacos. Antecedentes personales y familiares sin interés. Exploración física normal. Discurso coherente y lúcido. Se plantea diagnóstico diferencial para descartar organicidad realizándose: analítica (general, hormonas tiroideas, marcadores tumorales, catecolaminas en orina), ecografía abdominal y EEG normal. Interconsulta a Psiquiatría y Psicología con diagnóstico de crisis de ansiedad intensa, fobia específica y síntomas depresivos, iniciándose clorimipramina y cloracepato. Interconsulta a Cardiología, diagnóstico de preexcitación Wolf-Parkinson-White intermitente y válvula aórtica bicúspide con insuficiencia aórtica leve, suspendiéndose clorimipramina por incompatibilidad ante preexcitación. Al alta mejoría clínica con disminución de episodios. Sin medicación actualmente. Discusión/conclusiones: Ante crisis de ansiedad es importante hacer diagnóstico diferencial con enfermedades cardiovasculares, feocromocitoma, hipo/hipertiroidismo, enfermedad de Wilson, enfermedad de Cushing, epilepsia, hipoglucemia, vértigo, migraña, asma, esclerosis múltiple, Corea de Huntington, tumores del sistema nervioso central, intoxicación por drogas y efectos adversos de medicaciones (broncodilatadores, esteroides, teofilina, alfa-adrenérgicos, calcio-antagonistas). Ante clínica sugestiva de origen psicológico es importante descartar organicidad. En este caso, aparte del diagnóstico psiquiátrico y aunque no se correlacionó finalmente con la clínica, se halló una cardiopatía que condicionará la vida y seguimiento del paciente.

SALUD MENTAL EN CRANEOSINOSTOSIS SINDRÓMICAS.
¿QUÉ NOS DICE LA EVIDENCIA CIENTÍFICA?

Pérez Martínez S., González Marqués J., Hinojosa Mena J.

Universidad Complutense de Madrid

Introducción y objetivos: Las craneosinostosis sindrómicas son un grupo de más de 160 síndromes caracterizados por el cierre prematuro de una o varias suturas del cráneo. Son afecciones genéticas y crónicas de salud y están acompañadas, dependiendo del síndrome, de otras malformaciones craneofaciales, manos y pies, así como alteraciones funcionales como la audición, problemas oculares, alteraciones neuropsicológicas o salud mental. Dada la existencia de una gran brecha entre la investigación y la propia práctica clínica, el objetivo de nuestro trabajo es realizar una revisión de la evidencia científica en relación a las alteraciones emocionales y conductuales de las personas afectadas y sus familias que a su vez sirva de base para las intervenciones bajo el paradigma de la práctica clínica basada en la evidencia. Metodología: Presentamos un estudio en el que analizamos la credibilidad de las afirmaciones científicas a través del nivel de evidencia de los estudios e investigaciones, desde el meta-análisis y revisiones sistemáticas a las opiniones de expertos. Para nuestro trabajo se tendrá en cuenta la perspectiva de género. Resultados: Presentamos la revisión cuantitativa o bibliométrica de los niveles de evidencia en salud mental y craneosinostosis sindrómicas. Conclusiones: Dada la ausencia de evidencia científica en niveles medio-altos de validez interna y externa, concluimos en la necesidad de iniciar un debate constructivo relativo a la investigación y construcción de evidencia científica y práctica clínica en salud mental en enfermedades raras en general y en craneosinostosis sindrómicas en particular.

LA IMPORTANCIA DE UNA ADECUADA VALORACIÓN CLÍNICA TRAS UN ABUSO SEXUAL

Barbed Ferrández SM., Salmerón Ruiz MA.,
Guerrero Alzola F., Casas Rivero J.

Hospital Universitario Infantil La Paz. Madrid

Introducción: El Pediatra se encuentra en un lugar privilegiado para prevenir y detectar el abuso sexual infantil (ASI). El riesgo de revictimización, así como el potencial impacto físico y psicológico, hacen que la primera actuación médica sea esencial. Caso clínico: Niña de 15 años que acude a la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) para denunciar un ASI. Refiere que un amigo materno, que pernoctaba en domicilio familiar, entró a su habitación, le ofreció el desayuno tras lo cual recordada haberse quedado dormida. Al despertar, dicho varón le estaba besando y realizándole tocamientos genitales. El Juez de Guardia considera en el momento de la denuncia la exploración forense innecesaria, al no recordar la víctima haber sido violada. A las 36 horas, acude a urgencias por leucorrea. Se realiza analítica sanguínea, tóxicos en orina y pruebas microbiológicas. Se realiza exploración ginecológica con diagnóstico de candidiasis genital. Se administra anticoncepción de emergencia, clotrimazol vaginal y profilaxis de ITS. Acude para recogida de resultados de ASI, aislándose en exudado vaginal Neisseria gonorrhoeae. Resto de estudios negativos. Dados los resultados, envía nuevo informe al Juzgado con alta sospecha de violación. Conclusiones: 1. El hallazgo de una ITS con anamnesis compatible implica una alta sospecha de violación. 2. En la anamnesis de un ASI es imprescindible descartar la posibilidad de sumisión química, máxime si la víctima ha ingerido previamente al episodio y posteriormente no recuerda lo sucedido. 3. La valoración forense y la valoración clínica son independientes, siendo imprescindible la realización de una adecuada valoración médica siempre.

ENFERMEDAD INFLAMATORIA PÉLVICA:
UN DESAFÍO DIAGNÓSTICO

Monteiro T., Coelho I., Batista S., Gaspar L., Pereira S., Casquilho A.

Centro Hospitalar e Universitário do Algarve

Introducción: La enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) comprende un amplio espectro de disturbios inflamatorios secundarios a la diseminación de microorganismos de la vagina/cuello del útero, al tracto genital superior. Presentación del caso clínico: Los autores presentan el caso de una adolescente de 16 años, con antecedentes de apendicectomía por absceso apendicular a los 6 años. Traída al Servicio de Urgencia por diarrea y vómitos de 10 días de evolución, fiebre alta y dolor abdominal en los cuadrantes inferiores. Negaba inicio de relaciones sexuales o flujo vaginal anormal. Objetivamente presentaba una pérdida de 9 kg, palidez e incomodidad a la palpación abdominal, sin rigidez o defensa. Analíticamente: anemia, leucocitosis (neutrofilia) y PCR175mg/L. En los exámenes de imagen: “voluminosa masa hídrica, 10x8cm, con origen anexial derecho”. Ante la posibilidad de absceso ovárico comenzó antibioterapia (ampicilina, gentamicina y clindamicina) y fue sometida a laparotomía exploradora, que reveló múltiples adherencias, masa tubular-ovárica extensa, con ruptura intraoperatoria y extravasación de líquido purulento, con olor fétido. Se realizó oforectomía y salpingectomía derechas. Después del procedimiento confirmó haber tenido coito. El estudio anatomopatológico reveló cistoadenoma seroso y signos de inflamación en la trompa de Falopio. El examen bacteriológico fue negativo. En consulta de reevaluación la adolescente se encontraba asintomática. Discusión: La EIP debe ser colocada como hipótesis diagnóstica en adolescentes con dolor abdominal, incluso ante historia y cuadros clínicos poco sugestivos, como el caso descrito. El examen cultural puede ser negativo en estadios avanzados de EIP, no siendo necesario para confirmación diagnóstica. Es una patología que puede cursar con complicaciones graves, en particular absceso tubular-ovárico, por lo que es importante un alto nivel de sospecha.

ADOLESCENTES: NECESIDAD DE ABORDAJE INTEGRAL

Álvarez Vallejo, B., Rosa Silvestre, M., Ballesta Yagüe, MA.,
Herrera Chamorro, A., Cazaña Coy, FJ., Cervera Pérez, IM.

Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca. Murcia

Introducción: Presentamos un caso en el que la patología orgánica y funcional del adolescente se entremezcla con una conducta materna patológica, desencadenando nocivas consecuencias. Caso clínico: Anamnesis: Escolar de 10 años que consulta por fiebre y aftas bucales de una semana de evolución. AP: Urticaria crónica. AF: Madre EM. EF: por aparatos normal, excepto lesión ulcerada en labio inferior. Pruebas complementarias: Bioquímica y hemograma normales, destacando recuento leucocitario 1870 (L: 1240, N: 20, M: 610). Resto pruebas complementarias normales. Evolución: Durante el ingreso presenta remisión de la fiebre y cicatrización de la úlcera bucal. Ante hallazgo de neutropenia severa, se rehistoria a la familia, reconociendo administración diaria de metamizol por parte materna durante los últimos 6 meses, por dolor abdominal. Fue valorada por Psicología Infantil, confirmando origen ansioso del dolor abdominal crónico, ya que la menor refería rechazo a asistir al colegio. Al alta se recomendó seguimiento en consultas de Pediatría, en la que a los 2 meses se objetiva ganancia ponderal de 14 kg y aspecto cushingoide, tras administración materna diaria de corticoides por urticaria. Diagnóstico: Sd febril, agranulocitosis tóxica por metamizol, ansiedad. Discusión y conclusiones: Este caso ilustra un comportamiento materno rozando el Münchausen por poderes, ya que hasta en dos ocasiones, una madre con conocimientos farmacológicos debido a su patología basal, administra durante largos periodos de tiempo medicación perjudicial a su hija. En la patología del adolescente debemos descartar causas orgánicas (sin olvidarnos de las funcionales), pero también tener en cuenta factores externos y familiares.

FACTORES DE RIESGO PARA LA SALUD ENTRE
LOS ADOLESCENTES

De Lucas Volle S., Corredor Andrés, B., Pérez Moreno J., González Sánchez MªI., González Martínez F., Rodríguez Fernández R.

Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid

Introducción y Objetivo: Es necesario tener una visión global de los indicadores de salud de los adolescentes. Nuestro objetivo es describir comportamientos de riesgo relacionados con las principales causas de morbimortalidad. Material y métodos: Estudio observacional prospectivo. Se evaluaron los indicadores de salud entre los adolescentes entre 12 y 16 años de un hospital pediátrico a través del cuestionario anónimo Health Behaviour in School-aged Children (HBSC), desarrollado por la OMS. Resultados: Se enrolaron 48 adolescentes (54%=mujeres), con una mediana de edad 14,5 años (IQR: 2). El 85.4% nunca habían consumido tabaco y el 66.7% nunca alcohol. El 31,3% muestra expresaron tristeza y desánimo, especialmente las mujeres (p=0.01). Los consumidores de tabaco presentaron mayor porcentaje sentimientos de pesimismo y soledad (p<0.05). Un 18,8% no se encuentra satisfecho con su apariencia física. En el análisis de regresión logística la insatisfacción con la apariencia física se asoció con mayores porcentajes de desánimo (OR:7.9 (1.5-40), R2:0.4, y p=0.01). El 83,3% tenía contacto diario online con amigos y el 46.5% con desconocidos ≥ 1vez/semana. Aquellos que contactaban más frecuentemente con desconocidos expresaban más sentimientos de soledad (p=0.06).
El 6.1% reconoció haber sido maltratado en su colegio y el 6,3% haber participado en bullying a otros. El 14,6% fueron excluidos de su grupo, presentando mayor sensación de soledad (p=0.01).
Conclusiones: -Destacamos la importancia de prestar especial atención a la salud mental de los adolescentes. -Observamos un uso excesivo de redes sociales, cuyas consecuencias a largo plazo son todavía desconocidas.

CONOCIMIENTOS Y ACTITUDES SOBRE EL TABACO EN LA ADOLESCENCIA TEMPRANA

Gargallo García L., Moraleda Velasco P., Pérez Sánchez ÁF.,
Arroyo Herrera C., Ramírez Piedrabuena V., Cerro Guzmán JA.

Centro de Salud de Almagro. Ciudad Real

Introducción: El tabaquismo es una de las adicciones más frecuente cuyo inicio suele ocurrir en la adolescencia. Objetivos: Conocer qué saben, qué piensan y cómo actúan los adolescentes y el cambio con la edad. Material y métodos: Estudio descriptivo comparativo en 198 adolescentes de 2º y 3º de ESO que autocumplimentaron una encuesta (25 ítem). Resultados: Más del 90% saben que el tabaco es una droga, que fumar mata, daña los pulmones y el corazón, piensan que fumar no hace más interesante y su olor es desagradable; entre 80-90% opinan que disminuye la capacidad de ejercicio, no ayuda a concentrarse y es caro; 70% creen que quita tiempo aunque < 50% piensan que quite libertad. El 15% han probado el tabaco y 5% se reconocen fumadores. Para el 60% de chicas fumar está de moda frente 40% de chicos (p=0,047) y calma los nervios (p=0,041). Con la edad aumentan los que lo han probado (NS) y los fumadores (p=0,046), creen que relaja (p=0,02), quita el apetito (p=0,029), no afecta al olfato (p=0,003), niegan conocer enfermos por el tabaco (p=0,014) o que quite libertad (p=0,002), incluso niegan que fumar mata (p<0,001); y aumenta la tolerancia hacia el fumador (p=0,002). Conclusiones:
En la adolescencia se inicia el consumo de tabaco y van cambiando las ideas sobre fumar. Se adaptan a un entorno con tabaco: permisividad, reducción de la percepción de molestias, aumentan las justificaciones (apetito, nervios) incluso la negación de consecuencias del tabaquismo (sobre libertad, enfermedad o muerte).

VARIABLES COMUNES DEL PERFIL DEL ADOLESCENTE CON CONDUCTAS AUTOLESIVAS NO SUICIDAS

Medina Lozano I., Molina Navarro V.,

Hospital Virgen de las Nieves. Granada

Introducción: Se define conducta autolesiva no suicida “non suicidal self injurious” (NSSI) como toda acción deliberada destinada a producirse daño físico directo en el cuerpo, sin la intención de provocar la muerte, este fenómeno está en auge en los adolescentes a nivel mundial surgiendo la necesidad de crear intervenciones de prevención primaria. Objetivo: Conocer el perfil del adolescente que desarrolla NSSI. Material y métodos: Realizamos una revisión bibliográfica de los estudios relacionados y las características que definen el perfil del adolescente que lleva a cabo NSSI, recogimos artículos publicados en los últimos cinco años buscando en diferentes bases de datos nacionales e internacionales y utilizamos los descriptores: “autolesión”, “conducta autolesiva”, “adolescente” y “características”. Resultados: Encontramos una serie de variables comunes en el adolescente que presentan NSSI. – Variables Sociodemográficas: edad entre los 10-15 años y sexo femenino. – Variables Caracteriales: rasgos de personalidad asociados a la disregulación emocional e impulsividad y baja autoestima. – Variables Psicopatológicas: uso de drogas, sintomatología depresiva y psicopatología alimentaria. – Variables Psicosociales: conflictos interpersonales, modelado y abuso sexual. Conclusiones: Las variables descritas más prevalentes para adolescentes en riesgo de padecer NSSI son la edad temprana, el sexo femenino, la baja autoestima, conflictos interpersonales, la poca capacidad para resolver problemas y la baja tolerancia a la frustración. Aunque cada vez el perfil es más heterogéneo, dificultando las actividades de prevención primaria por lo que es necesario seguir profundizando en esta temática.

BLOQUEA EL MACHISMO EN EL DEPORTE.
REFLEXIONES SOBRE DESIGUALDAD PARA ADOLESCENTES

Marco Cuenca L., Navarrete Morata H., Orbe Mendiola, M.,
Ortuño Izquierdo C., Amago Collado E. y Cortés Fernández F.

Centro Municipal de Salud Comunitaria de Villa de Vallecas. Madrid

Introducción y objetivos: El 25N los Centros juveniles de Madrid desarrollan actividades para visibilizar y dar herramientas para prevenir y actuar contra la violencia machista. El tema en 2018 fue el Deporte donde existen desigualdades hacia las deportistas femeninas y el objetivo era evidenciarlas. Material y métodos: Los Centros Municipales de Salud comunitaria (CMSc) Puente y Villa de Vallecas realizaron una gymkana deportiva. Cada grupo se dividía en 3 subgrupos, unas personas tenían añadidas dificultades de forma aleatoria e injusta. Simbolizaba las dificultades de las mujeres. Primera: pasar por encima de unas gomas llevando atado a las piernas un pareo. Al terminar se comentan noticias sobre diferencias en ropa deportiva masculina y femenina. Carrera: algunos participantes cargaban muñecos, carros de compra, bolsas de comida. Se muestran noticias de discriminación a deportistas al ser madres y ser abandonadas por patrocinadores. Sogatira: a los chicos se les paga menos que a las chicas y se muestran noticias sobre diferencias salariales, premios o de trato por clubs deportivos según género. Finalmente, en una rueda de prensa, se pregunta a los chicos por peinados, ropa y vida amorosa y a las chicas sobre éxitos, capacidad de esfuerzo y superación. Se muestran noticias sobre diferente trato al deporte femenino en prensa. En un panel dejan sus impresiones sobre el taller. Resultados/Conclusiones: Participaron 8 grupos de 2º y 3º ESO, 98 personas. 52 dejaron su opinión, 50 opiniones positivas valorando actividad y considerándola divertida, les permitía captar desigualdades en deporte y evidenciar cosas desapercibidas hasta entonces.

ADOLESCENTES HIPERFRECUENTADORES ¿POR QUÉ CONSULTAN?

Suarez Rodríguez, MÁ., Liquete Arauzo, L., Pérez Ruiz, E.,
Rodríguez Molinero L., De Castro Vecino, P., Tríguez García, M.

CS La Palomera. León

Introducción: Los adolescentes consultan poco al médico. De hecho, conforme avanza la adolescencia hay un descenso progresivo en el número de consultas. Sin embargo, existe un grupo de adolescentes hiperfrecuentadores (≥P75 o ≥6 consultas/año). Objetivos: Conocer el riesgo, de los adolescentes hiperfrecuentadores entre 11 y 14 años, de haber consultado por un determinado motivo, en el período de un año en una consulta de Pediatría de AP. Material y métodos:
Estudio descriptivo retrospectivo de campo. Estimación de riesgo, en base a los motivos de consulta. Muestra=196. Análisis con SPPS v.15 y con Epidat v.4.
Resultados: Entre los varones hiperfrecuentadores, el riesgo de haber consultado por síntomas psiquiátricos (OR=11,9), urinarios (OR=10,6), digestivos (OR=5,4) o reagudizaciones asmáticas (OR=9,9) fueron muy superiores que en los varones no hiperfrecuentadores. Entre las chicas hiperfrecuentadoras, el riesgo de haber consultado por síntomas psiquiátricos (OR=9,9), digestivos (OR=7,8) o ginecológicos (OR=6,8) fueron notablemente mayores que en las no hiperfrecuentadoras. Conclusiones: La importante asociación, entre ser un adolescente hiperfrecuentador y consultar reiterativamente por sintomatología digestiva inespecífica, debería hacernos pensar en la posibilidad de que no se atrevan a decirnos los verdaderos motivos de su consulta (agenda oculta). Por otra parte, la gestión inadecuada del estrés escolar, el cuestionamiento de las pautas terapéuticas y el sentimiento de invulnerabilidad podrían explicar el elevado número de consultas por motivos psiquiátricos y descompensaciones asmáticas en los varones. Los trastornos menstruales típicos, que acontecen durante los 2 años que siguen a la menarquía, y, probablemente, el inicio de las relaciones sexuales en algunas, podrían justificar el aumento de la frecuentación por motivos ginecológicos en las adolescentes.

¿POR QUÉ CONSULTAN LOS ADOLESCENTES EN
PEDIATRÍA DE ATENCIÓN PRIMARIA?

Suarez Rodríguez MÁ., Liquete Arauzo, L., Pérez Ruiz E., Rodríguez Molinero L., De Castro Vecino P., Ugidos Gutiérrez MD.

CS La Palomera. León

Introducción: Los adolescentes consultan poco al pediatra. Las razones son múltiples, desde la infravaloración de sus problemas reales, al rechazo a la intervención en su vida por parte del médico y la burocratización y sobrecarga del sistema sanitario. Objetivos: Conocer los motivos de consulta de los adolescentes, entre 11 y 14 años, de un centro urbano de León en un año. Material y métodos: Estudio descriptivo retrospectivo de campo. Trabajo basado en la revisión de los motivos de consulta de los adolescentes de 11 a 14 años de un centro urbano de León. Muestra=196. SPPS v.15 y Epidat v.4. Resultados: La media de edad: 12,22±0,77 años y el 45,4% fueron chicos. La media de visitas fue: 4,3 (DT: 3,12). El motivo de consulta más frecuente fue preventivo, seguido de motivos Otorrinolaringológicos y dermatológicos. La media de visitas fue disminuyendo a lo largo de la adolescencia (12 años: M: 5,35 [DT 3], 13 años: 3,42 [DT 3] y a los 14 años: 1,67 [DT 0,9]). Por edad y sexo, las chicas consultaron más por motivos preventivos, que los varones, que lo hicieron exclusivamente en las revisiones programadas. En los varones destaca un incremento del número de consultas por motivos digestivos y por descompensaciones del asma conforme avanza la adolescencia. Conclusiones: Son pocas las visitas que los adolescentes hacen al pediatra, por lo que es imprescindible aprovechar estas oportunidades para hablar con él de todos aquellos temas que pueden afectar a su bienestar. En los adolescentes, que realizan múltiples consultas por motivos banales como dolor abdominal, no podemos olvidar la posibilidad de que escondan los verdaderos motivos de su consulta (agenda oculta).

ESTEREOTIPOS DE GÉNERO EN LOS ADOLESCENTES

Liquete Arauzo L., Pérez Ruiz E., Rodríguez Molinero L., Marugán de Miguelsanz JM., Suarez Rodríguez MA., Ugidos Gutiérrez MD.

CS La Palomera. León

Introducción: La presencia de estereotipos de género, en torno a lo que es “ser un hombre de verdad” y “una buena chica”, son las bases para tener relaciones desiguales y justificar la violencia o el control en las relaciones afectivas de los adolescentes. Objetivos: Valorar la presencia de estereotipos de género en los adolescentes. Material y métodos: Estudio descriptivo transversal de período. Muestra=3.343 adolescentes (13-18 años) de Castilla y León. Se estimó una proporción del 50% en las respuestas, margen de confianza del 95,5% y error en contraste bilateral: 1,7%. Gestión externa. SSPS v.15 y Epidat®.
Resultados: El 95% de los adolescentes abogan por la igualdad del hombre y la mujer en el área laboral. Sin embargo, en el ámbito privado, entre el 22 y el 39,5% creen que hay notables diferencias entre ambos sexos (fortaleza en el varón y sensibilidad de la mujer). La asunción de estereotipos de género aumenta con la edad (por ejemplo: la creencia de que “son las mujeres las que deben de cuidar de los hijos”, pasa del 9,1% a los 13 años al 25,8% a los 18 años) y es ligeramente inferior en las chicas. En los varones, cuanto mayores son sus perspectivas formativas, menor es la presencia de estereotipos de género. Conclusiones: Los adolescentes actuales creen en la igualdad laboral entre géneros. Sin embargo, en el plano privado, 1 de cada 4 jóvenes afirman que existen diferencias de género que justificarían, entre otras cosas, que el cuidado de los hijos recayera, de forma desigual, en la mujer.

ADOLESCENTES Y POLÍTICA:
CONSOLIDACIÓN DE LA RUPTURA GENERACIONAL

Liquete Arauzo L., Pérez Ruiz E., Rodríguez Molinero L., Marugán de Miguelsanz JM., Suarez Rodríguez MA., Ugidos Gutiérrez MD.

CS La Palomera. León

Introducción: Desde los 1º estudios sobre adolescentes, realizados en España en la década de los 80, hasta el 2006, se ha proyectado la imagen de una juventud “despolitizada”, “pasota” y dedicada al ocio. La crisis económica reciente se ensañó con la juventud y supuso, además, una intensa crisis político-institucional que afectó a todas las esferas de la vida pública española. La intención de voto es una de las medidas más utilizadas para valorar la “politización” de un colectivo. Objetivos: Conocer la intención de voto de adolescentes y los factores socioeconómicos que pueden modificarla. Material y métodos: Estudio descriptivo transversal de período. Muestra=3.343 adolescentes (13-18 años) de Castilla y León. Se estimó una proporción del 50% en las respuestas, margen de confianza del 95,5% y error en contraste bilateral: 1,7%. Gestión externa. SSPS v.15 y Epidat®. Resultados: Dos de cada tres jóvenes votarían, sin duda, en las siguientes elecciones, con una tendencia ascendente con la edad (del 56,7% a los 13 al 74,1% a los 17 años). Existe una llamativa menor intención de voto entre las chicas, respecto a sus homólogos varones, en todas las edades (57,7% frente al 67,7%). Además, conforme disminuyen el nivel socio-económico familiar y las perspectivas de formación, disminuye la intención de voto en las chicas (OR=0,56 [0,3-0,9], p>0,05). En los chicos, sólo la disfuncionalidad familiar disminuye la intención de voto (OR funcionales=3,9 [1,6-9,8]). Conclusiones: La generación actual de jóvenes consolida la ruptura generacional, iniciada por la cohorte anterior, y muestra un alto grado de politización (en estudios anteriores al 2006, la intención de voto en adolescentes se situaba en 3 de cada 10). La crisis económica reciente y el acceso a las nuevas tecnologías son dos factores claves en esta tendencia.

INTOXICACIÓN ETÍLICA EN ADOLESCENTES
ATENDIDOS EN URGENCIAS

Lapeña Majan S., Jiménez Jiménez AP., Hernández Rupérez MB., Villamor Martin R., Temboury Molina MC.

Hospital del Sureste. Arganda. Madrid

Introducción y objetivos: El consumo de alcohol es habitual entre adolescentes y las consultas derivadas de su abuso son frecuentes en el medio hospitalario. El objetivo del estudio es describir las características de los pacientes atendidos por este motivo en Urgencias Pediátricas de nuestro hospital. Material y métodos: Estudio retrospectivo descriptivo de los pacientes atendidos por intoxicación etílica aguda en el periodo de enero de 2016 a diciembre de 2018. Resultados: Se incluyeron 24 pacientes (66,7% mujeres), con edades comprendidas entre los 11 y los 16 años (media 13,8 años; mediana 15 años). La edad media entre ambos sexos fue similar. El vodka, seguido del ron, fueron los alcoholes más consumidos (33,3% y 12,5% respectivamente). El lugar de la intoxicación más frecuente fue la vía pública (70,8%). Los pacientes fueron traídos al servicio de Urgencias por el servicio del SUMMA en un 45,8% de los casos. En la exploración inicial se detectó tendencia al sueño con reactividad normal en un 54,2% de los pacientes, objetivándose somnolencia grave en el resto. Ningún paciente presentó coma etílico. Se detectó hipokaliemia leve en 5 de los pacientes atendidos, sin constatarse hipoglucemia en ningún paciente. En 18 pacientes se realizó estudio de tóxicos en orina, detectándose tetrahidrocannabinol en 3 de ellos (16,6%). El nivel medio de etanol en sangre fue de 201 mg/dl (min 106, máx. 299), existiendo una correlación clínico-analítica. No se detectaron diferencias entre los niveles medios de alcohol entre hombres y mujeres. Todos los pacientes recibieron sueroterapia intravenosa durante su estancia en Urgencias. La evolución fue favorable en todos los casos, recibiendo el alta hospitalaria en las 12 horas posteriores al episodio. Conclusiones: En nuestro medio, el perfil más frecuente de paciente atendido por intoxicación etílica fue el de paciente adolescente de sexo femenino traída por el SUMMA tras la ingesta de bebidas de alta graduación. No se detectó hipoglucemia, hallazgo frecuentemente descrito en la literatura, en ninguno de los pacientes.

¡QUIERO SER MÁS LISTA!
UNA INTOXICACIóN POR METILFENIDATO

Cazaña Coy F.J., Álvarez Vallejo V., Herrera Chamorro A., Martínez Bautista M., Rosa Silvestre M., Ibáñez Micó S., Cervera Pérez I.M.

Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca. Murcia

Introducción: Las intoxicaciones por sobreingesta intencional de fármacos son una causa cada vez más frecuente de morbilidad en adolescentes, especialmente en aquellos con factores de riesgo de exclusión social o que han sido víctimas del acoso escolar. Caso clínico: Se presenta el caso de una escolar de 12 años que acude al servicio de Urgencias tras sobreingesta intencionada de metilfenidato. Antecedente de adopción internacional, natural de Etiopía, en seguimiento por Psiquiatría por TDAH, tratado con Metilfenidato. A su llegada ingresa en UCI por alteración del nivel de conciencia y depresión respiratoria. Durante el ingreso se objetiva en registro de monitorización extrasístoles en bigeminismo, que precisaron tratamiento farmacológico con esmolol y propranolol, que persisten al alta, sin precisar tratamiento actualmente. Tras estabilización hemodinámica y respiratoria, ingresa en Planta y se realiza abordaje psicológico. Los padres refieren que en el colegio anterior sufrió acoso escolar. En el colegio actual está mejor adaptada, aunque manifiesta que “quisiera ser blanca”. La paciente niega haber ingerido la medicación con fines autolíticos, sino porque la asocia a concentrarse, a “ser más inteligente”, siendo este el efecto buscado. Actualmente se encuentra en seguimiento por la unidad de Salud Mental y Trabajador Social, sin haber presentado gestos autolíticos en el último año. Discusión y conclusiones: Los niños adoptados, por sus circunstancias de vida previa, constituyen un grupo de alto riesgo psiconeurológico, lo cual debe ser tenido en cuenta para poder realizar un diagnóstico y atención precoces. Es fundamental realizar un estudio psicosocial en la valoración del niño adoptado.

INGESTA MEDICAMENTOSA VOLUNTARIA EN ADOLESCENTES EN UN SERVICIO DE PEDIATRÍA

Coelho I., Baptista S., Pereira A., Tiago D., Monteiro T. , Silva

Hospital de la Universidad del Algarve – Faro, Portugal

Introducción y objetivos: La adolescencia es un período de varias transformaciones, que proporciona nuevas sensaciones y experiencias, facilitando el uso y el abuso de sustancias psicoactivas. El objetivo de este estudio es caracterizar las intoxicaciones medicamentosas voluntarias que acudieron en un servicio de urgencias de Pediatría entre 2014 y 2018. Material y Métodos: Estudio retrospectivo y descriptivo por análisis de procesos clínicos de los adolescentes entre los 10 y los 17 años de edad, que acudieron al servicio de urgencias por intoxicaciones medicamentosas voluntarias. Se recogieron datos demográficos, antecedentes personales y familiares, tipo de fármaco, motivo de la ingesta y complicaciones clínicas. Resultados: Este estudio incluyó 79 adolescentes, el 78% del género femenino. La afluencia fue más grande durante el fin de semana. Más de la mitad (62%) presentaban enfermedad psiquiátrica previa y sólo 3 casos tuvieron complicaciones. En el 27% de los adolescentes el acto fue motivado por conflictos con los padres y en el mismo porcentaje por problemas afectivos. En el 25% no se realizó ningún tipo de examen complementario de diagnóstico. Nueve casos (11%) tenían antecedentes de ingesta voluntaria de medicamentos. Conclusión: La ampliación de la edad de atención en el servicio de urgencias pediátricas permitió un mayor contacto con los comportamientos de riesgo. Las intoxicaciones voluntarias son un motivo frecuente de recurso al servicio de urgencias, afectando a adolescentes de todas las edades, condicionando importante morbilidad y utilización de recursos.

SOBREINGESTA DE PARACETAMOL EN ADOLESCENTES,
¿UNA NUEVA EPIDEMIA?

Espinosa López B., Portillo Sánchez-Portal M., Martín Cazaña M., Gimeno Sánchez I., Cedena Romero P.

Hospital Universitario 12 de Octubre. Madrid

Introducción y objetivos: La sobreingesta intencional de paracetamol constituye una de las causas más frecuentes de intoxicación medicamentosa en adolescentes. El objetivo del estudio es analizar las características de las intoxicaciones por paracetamol en dicha población. Material y métodos: Estudio descriptivo retrospectivo en el que se incluyeron todos los adolescentes atendidos en urgencias pediátricas en un hospital terciario (edades entre 12-15 años) que presentaron niveles de paracetamol positivos en sangre entre los años 2014-2018. Los datos se obtuvieron a través de historias clínicas y el registro analítico proporcionado por el servicio de bioquímica. Resultados y conclusiones: Se incluyeron 36 pacientes con edad media de 14,2 años (± 0,9 DS), y predominio femenino (91,4% mujeres). En todos los casos se trató de una sobreingesta intencionada. El 51,4% presentaba patología psiquiátrica de base, destacando: depresión (22,9%) y trastornos de conducta (8,6%). El 14% tomaba tratamiento psicofarmacológico y el 22,9% había tenido episodios previos. El desencadenante más frecuente fueron problemas familiares (40%). El tiempo medio transcurrido hasta la consulta médica fue de 7,4 horas (± 11,3 DS). Se administró N-acetilcisteína en el 71,4% documentándose reacciones adversas en el 5,7%. El 71,4% de los pacientes fueron hospitalizados y hubo 1 caso de fallo hepático y 2 de fallo renal. El 97,1% tuvo seguimiento posterior por parte de Psiquiatría. Conclusiones: Se puede concluir que la mayoría de las intoxicaciones intencionales de paracetamol se dan en mujeres adolescentes jóvenes y más de la mitad presenta patología psiquiátrica previa. Esta patología precisa frecuentemente tratamiento específico, hospitalización y seguimiento posterior por Salud Mental.

DEBUT DE DIABETES MELLITUS TIPO 1 (DM) EN
ADOLESCENTE CON OBESIDAD MóRBIDA

De Castro Vecino MP., Valdés Montejo I., Regueras Santos L.

Hospital Universitario de León

Introducción: La obesidad infantil es un importante problema de salud pública (según la OMS) y se asocia a una gran cantidad de comorbilidades endocrino-metabólicas, entre otras. Caso clínico: Niña de 13 años que consulta por astenia de 4 días de evolución, poliuria, polidipsia y vómitos. Afebril. Pérdida ponderal del 15% en los últimos 4 meses (20 kg). Controlada en endocrinología por adrenarquia precoz y obesidad mórbida. Antecedentes familiares de DM tipo 1 y 2. Glucemia capilar 422 mg/dl con cuerpos cetónicos 5.8 mmol/L. A la exploración física presenta Peso de 110 kg (IMC 48.5kg/m2), TA 120/80 mmHg, ojerosa, labios secos y mucosa oral pastosa. Acantosis nigricans y estrías rojizas en cuello y abdomen. Leve taquipnea. Glasgow 15. En los gases capilares muestra una acidosis metabólica moderada (pH 7.14, pCO2 20mmHg, HCO3 10.9mmol/L). En la bioquímica glucosa 392mg/dL con HbA1c 10.3%; lipidograma con hipertrigliceridemia; Autoinmunidad con anticuerpos antiGAD positivos. A su llegada se administra expansión de SSF, iniciando a las dos horas la perfusión de insulina regular (ritmo máximo 0.1U/kg/h); a las 24 horas se comienza con insulinoterapia subcutánea (dosis total requerida: 1U/kg). Tratamiento actual: Insulina Toujeo® 46UI por la mañana. Humalog®. 16/17/10/12UI. Discusión y conclusiones: La DM tipo 1 no suele asociar obesidad mórbida. En los adolescentes con DM las necesidades de insulina son mayores que a otras edades pediátricas y más si asocian resistencia a la insulina.

PRESENTACIÓN ATÍPICA DEL SÍNDROME DE KLINEFELTER

Velázquez González A., Domínguez Riscart J., Sáez Gallego B., Salamanca Fresno L., Mora Palma C., González Casado I.

Hospital Universitario Infantil La Paz. Madrid

Introducción: El Síndrome de Klinefleter (SK) es la cromosomopatía sexual más frecuente debido a un cromosoma X extra, el 10% de los casos es un mosaicismo. Suelen pasar desapercibidos al nacimiento diagnosticándose al llegar la pubertad al presentar hipogonadismo. Caso clínico: Paciente de 15 años, seguido en nuestras consultas desde los 4 meses, remitido desde el Servicio de Genética tras diagnosticarse de SK con un cariotipo en mosaico de 46 XX,47 XXY y 46XY, en contexto de estudio por hipospadias. Es intervenido a los 2 años mediante uretroplastia donde se visualizan la gónada derecha con apariencia de ovoteste con trompa de falopio y la izquierda de aspecto normal, sin extirpación de las mismas. Presenta retraso en el desarrollo puberal,en la última visita a los 15 años y 2 meses, teste izquierdo 5 cc y teste 8 cc, en analitica presenta Homorna Antimuleriana 0.78 ng/mL, FSH 23.54 mUI/mL, LH 10.38 mUI/mL y Testoterona 5.32 ng/mL, acompañado de aparición de olor apocrino, cambios de la voz, , además de ginecomastia bilateral leve, que es intervenida a los 14 años de edad. En cuanto al crecimiento se observa una talla por debajo de la diana (-0.15 DE) en la última visita talla 163.7 (-0.93 DE) Conclusión: Es infrecuente la presencia de mosaicismo siendo la expresión clínica muy variable como es el caso de nuestro paciente diagnosticado a una edad muy temprana al presentar disgenesia gonadal.

EPISODIO STROKE-LIKE Y COAGULOPATÍA.
¿QUÉ HACEMOS CON LA PUBERTAD?

Del Fresno Navarro M., Marqués Cabrero A., Remedios Mateo L., González Vergaz A., Sánchez Escudero V.

Hospital Universitario Severo Ochoa. Madrid

Introducción: El trastorno congénito de la glicosilación tipo 1a (CDG 1a) es un error innato del metabolismo que afecta a la síntesis de glucoproteínas. Se caracteriza por una alta variabilidad clínica, pudiendo asociar hipogonadismo hipergonadotropo. Caso clínico: Presentamos el caso de una paciente diagnosticada de CDG 1a (2 mutaciones en heterocigosis compuesta en gen PMM2), derivada a Endocrinología a los 13 años y 9 meses por amenorrea primaria. Antecedentes personales: -Retraso psicomotor, ataxia e hipotonía -Déficit de antitrombina III, proteína C y S Exploración física: Talla (p25-50). Peso (p3). Botón mamario bilateral < 1 cm. Resto normal. Pruebas complementarias: -Analítica: Prolactina basal: 22 ng/ml, LH 30.49 U/L, FSH 104.2 U/L, Estradiol < 11.80 pg/ml, 17 OH Progesterona: 2.24 ng/ml, Test de Synacthen: 60 min: 3.00 ng/ml -Edad ósea: retraso de 2 años respecto a edad cronológica -Ecografía y RMN pélvicas: presencia de útero y vagina de morfología y dimensiones infantiles. No se visualizan ovarios. Evolución: A los 14 años y 3 meses presenta un episodio stroke-like y trombosis venosa, precisando anticoagulación desde entonces, por lo que se retrasa inducción puberal. Finalmente se inicia terapia estrogénica transdérmica a los 16 años. Presenta buena evolución clínica y analítica, con descenso de cifras de gonadotropinas. Conclusiones: El CDG 1a es una enfermedad rara, con afectación multisistémica y tratamiento únicamente sintomático. Presenta un número elevado de comorbilidades, dificultando su manejo. En este caso, la inducción puberal es un problema añadido.

HIPOBETALIPOPROTEINEMIA. DOS CASOS CLÍNICOS

Sánchez Fernández B., Ortega Pérez M., Guerrero Alzola F.,
Casas Rivero J., Salmerón Ruiz M.A., Esteireiro Medeiros A.S.

Hospital Universitario Infantil La Paz. Madrid

Introducción: La hipobetalipoproteinemia familiar (HBF) pertenece a un grupo heterogéneo de enfermedades monogénicas que se caracteriza por niveles plasmáticos de colesterol LDL y apolipoproteína B (apoB) <p5. Es un trastorno infrecuente de herencia co-dominante, siendo la prevalencia de la forma heterocigota de 1:1000-1:3000.
Los pacientes heterocigotos suelen ser asintomáticos, siendo la esteatosis hepática la alteración clínica más frecuente con un riesgo potencial de progresar a cirrosis. Se recomienda realizar control bioquímico regular y ecografía abdominal si se observa aumento de transaminasas.
Casos clínicos: Pacientes mujer (PC1) de 12 años y varón (PC2) de 20 años tratados en la Unidad de Medicina de la Adolescencia. En analítica de control: PC1: Colesterol total 85 mg/dl, colesterol LDL 37 mg/dl, apoB < 26 mg/dl. GOT: 30UI/L, GPT 48 UI/L, GGT 17UI/L. PC2: Colesterol total 66mg/dL, LDL 13mg/dL, apoB< 26mg/dL, GOT: 25 UI/L, GPT 50UI/L, GGT 38UI/L. Ecografía: aumento difuso de la ecogenicidad compatible con esteatosis. Pendiente de resultados de cribado de lípidos de los padres y el estudio genético en ambos pacientes. En ambos casos se descartaron causas secundarias de hipolipemia. Discusión y conclusiones: El LDL colesterol bajo obliga a descartar causas secundarias de hipolipemia. La HBF se debe a mutaciones en el gen de la apoB o con menor frecuencia de PCSK9 aunque en el 50% de los casos no llega a filiarse ninguna mutación. El diagnóstico es importante para prevenir la aparición de HBF homocigota en generaciones futuras, la cual se asocia a enfermedad degenerativa neuromuscular y retiniana.

EVOLUCIÓN DE LA OBESIDAD EN NUESTROS
ADOLESCENTES EN CINCO AÑOS

Guisado Rasco MC., González Soria MD., García Pérez C., González Furundarena S., Begara de la Fuente M., Coronel Rodríguez C.

CS Amante Laffón (DSAP Sevilla)

Introducción: En España existe un aumento creciente de la obesidad, preocupan las cifras infantojuveniles. Objetivos: Analizar a los 5 años de implantación del PIOBIN la evolución del Índice de Masa Corporal (IMC) de los pacientes incluidos en el programa. Material y método: Muestra: Población registrada en PIOBIN. Duración: Usuarios registrados desde 01/01/2009 al 31/12/2013 y seguimiento de sus visitas desde 2013 al 2018. Revisión: Historias clínicas de los usuarios registrados en PIOBIN, estudiando sexo, edad, evolución del IMC y número de visitas realizadas. Resultados: 126 usuarios: 52 hombres y 74 mujeres.

Edad

Varones

Mujeres

12

4

5

13

0

9

14

3

3

15

4

9

16

4

8

17

7

6

18

10

12

19

7

4

20

6

7

21

4

6

22

3

4

No registro de revisiones: 61 casos (48,41%), 28 hombres y 33 mujeres. IMC aumenta en 52, 19 varones y 33 mujeres. IMC disminuye en 11, 5 varones y 6 mujeres. Mantienen IMC 2. Conclusiones: 1) En el 48,41% de los usuarios registrados en PIOBIN no acuden a revisiones posteriores. 2) Existe una escasa concienciación de la obesidad como enfermedad y factor de riesgo. 3) Es importante la continuidad en la prevención y tratamiento de obesidad. 4) Los esfuerzos realizados no parecen suficientes para el control de la obesidad.

FORMACIÓN DE SOPORTE VITAL BÁSICO Y REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR EN ADOLESCENTES

Calle Rivas MA., Jiménez Maillo S., Poza Fresnillo L.,
Aroca Palencia J., Nieto Almeida B.

C.S Fuencarral. Madrid

Introducción: La escuela es el lugar idóneo para iniciar a la población en el conocimiento y aprendizaje en soporte vital básico; además los niños favorecen el efecto multiplicador, como instructores a la familia y amigos. El Real Decreto 126/2014 de 28 de Febrero incluye la enseñanza de primeros auxilios, en el currículo básico de la Educación Primaria. Objetivos: Formar a la población adolescente en Soporte vital básico y reanimación cardiopulmunar. Material/método: Se acudió a cinco colegios de la zona básica durante los años 2017/2018 formando a 300 niños de edades comprendidas de los 10 y los 14 años. Se dieron tres charlas de una hora cada una con los siguientes contenidos: – detectar situación urgencia – llamar al 112 – actuación ante persona atragantada – valorar persona inconsciente poniéndolo en posición lateral seguridad o comenzar RCP según necesidad – técnica correcta de compresión torácica y maniobras de Hemmlich – casos prácticos. Resultados:
Se realizaron cuestionarios de conocimientos obteniendo una mejora significativa en los resultados post taller.
Conclusiones: Las posibilidades de éxito ante situación de emergencia dependen fundamentalmente del inicio precoz de la reanimación y del entrenamiento del reanimador. Formar a la población en edades tempranas además de cumplir con currículo escolar, asegura una actuación correcta en caso de urgencia, mejora de la supervivencia y disminuye secuelas posteriores.

ACALASIA EN UN ADOLESCENTE

Ortega Pérez M., Sánchez Fernández B., Estereiro AS., Guerrero Alzola F., Casas Rivero J., Nieto Serrano AM., Gutiérrez Priego S.

Hospital Universitario Infantil La Paz. Madrid

Introducción: La acalasia es una enfermedad rara, particularmente en edad pediátrica (0,1/100.000 niños). Se caracteriza por aperistaltismo del esófago e inadecuada relajación del esfínter esofágico inferior. Caso clínico: Varón de 13 años con estancamiento ponderal de 3 años de evolución y disfagia de 2 años, con múltiples alergias alimentarias y triada atópica. En el inicio del cuadro clínico presentaba disfagia a sustancias líquidas/frutas, sin otra sintomatología digestiva acompañante. Se le realizan analítica, gastroscopia con biopsia, tránsito baritado esófago-gastro-duodenal y fibrolaringoscopia siendo los resultados normales, por lo que se envía a la consulta de Medicina de la Adolescencia como dolor abdominal funcional. Mejora de la sintomatología después del vómito autoinducido. Fobia a la ingesta sin distorsión de la imagen corporal. Empeoramiento de la clínica súbitamente con pérdida de 6 kg de peso (caída del IMC del p14 al p5) con aparición de disfagia a sólidos e impactación, sin dolor. Se realiza TAC cerebral que fue normal. Se ingresa en la Unidad de Trastornos del Comportamiento Alimentario. Ante la pérdida progresiva de peso se reevalúa el caso diagnosticándose acalasia durante la realización de nueva endoscopia. Posteriormente se realiza dilatación esofágica con resolución completa de la sintomatología. Conclusiones: Es importante destacar la baja frecuencia de este cuadro en edad pediátrica. La sintomatología es inespecífica pero progresiva, siendo frecuente el diagnóstico de trastorno de la conducta alimentaria y fobia a tragar. Hay que recordar que la manometría esofágica es la prueba de elección para su diagnóstico y el tratamiento es quirúrgico.

ARTRITIS EN JUGADOR DE BALONCESTO

Muñoz Calonge A., Muñoz Gómez C., Zafra Anta M.

Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela. Madrid

Introducción: La artritis relacionada con entesitis (ArE) es una forma de artritis idiopática juvenil, caracterizada por artritis y entesitis, y la presencia del antígeno HLA B27, entre otras manifestaciones. Suele afectar a varones por encima de 6 años. Hasta su diagnóstico y control, provoca limitaciones en vida cotidiana de los pacientes. Caso clínico: Niño de 13 años jugador de baloncesto, que consulta por artralgias de 6 meses de evolución de predominio matutino, mejoran a lo largo del día, ceden con ibuprofeno y no despiertan por la noche, que limitaban su actividad deportiva. En exploración se identifica dolor en zona de entesis de ambos pies. Se solicitó analítica destacando positividad frente HLA B27 y reactantes alterados: VSG (22), PCR (29,82 mg/dL) Se diagnosticó de artritis ArE, HLA B27 positivo, iniciándose tratamiento con metotrexato y ácido fólico. Permanece asintomático durante 3 meses. Posteriormente presenta artritis interfalángicas proximales (IFP) de ambas manos, pie derecho, tobillo izquierdo y codo izquierdo. Precisa infiltraciones articulares con triamcinolona y se decide iniciar tratamiento con Etarnecept. Hasta el inicio del biológico el paciente no fue evaluado en la asignatura de educación física y dejó de jugar al baloncesto. Posteriormente se ha reincorporado con satisfacción al deporte con mejoría de su calidad de vida. Discusión:
El paciente limitó su actividad deportiva como consecuencia de la afectación articular. Actualmente existen herramientas diagnósticas sensibles y poco invasivas, así como tratamientos emergentes eficaces. Conclusiones: El diagnóstico y tratamiento precoces de la ArE son fundamentales para evitar la limitación funcional que potencialmente puede acarrear.

ORINA LITOGÉNICA E INFECCIÓN URINARIA
POR BACTERIA POCO HABITUAL

García-Ochoa Fernández E., Zafra Anta MA., Alarcón Alacio MT., García Arata I., Santos Sánchez-Rey A., Alonso Bermejo C.

Hospital Universitario de Fuenlabrada. Madrid

Introducción: Hay factores predisponentes para la presencia de bacterias en vía urinaria, entre ellos, una orina litogénica (ej. hipercalciuria y/o hipocitraturia). Caso clínico: Una adolescente de 13 años, en periodo estival, con dolor en fosas renales, disuria de 24 horas de evolución, afebril. Ante la sospecha de cólico renal, se prescribió analgesia y fosfomicina, sin recogida previa de urocultivo. Tenía antecedentes familiares de litiasis renal cálcica. La palpación mostraba dolor en hemiabdomen izquierdo e hipogastrio, puño-percusión renal bilateral era positiva. En hemograma y bioquímica: creatinina 0,83, sin otros datos. Sistemático y sedimento urinario: leucocituria de 6-10/campo. Cociente calcio/creatinina normal.
Ingresó por mal control del dolor. Ecografía abdominal y renal: normal. Dos muestras para urocultivo separadas 24h. En ambos: crecimiento significativo (10.000-100.000 UFC/ml) de
Corynebacterium aurimucosum. Resistente a fosfomicina, según antibiograma, se pautó amoxicilina-clavulánico. Entonces remitió la disuria, y se procedió al alta. En estudio posterior se encuentra hipocitraturia sin hipercalciuria (orina prelitiásica) y urocultivo: negativo. Discusión: Corynebacterium aurimucosum es una bacteria propia de la flora saprofita del aparato urogenital femenino. C. amicolatum, C. jeikeium, C. urealiticum y C. seminales se han descrito asociados a infección en relación con la manipulación instrumental de la vía urinaria. Se recomendaron medidas dietéticas: agua, no abusar de los favorecedores de cálculos e incrementar protectores. Conclusiones: En determinadas circunstancias clínicas, algunos gérmenes poco virulentos e incluso comensales urogenitales, podrían comportarse como patógenos. Importancia de la recogida de un urocultivo previo al inicio de la antibioterapia empírica, especialmente ante factores de riesgo.