“Mi hijo quiere hacerse un tatuaje…”


L. Rodríguez Molinero.
Pediatra Acreditado en Medicina de la Adolescencia por la AEP. Hospital Campo Grande. Valladolid.

 
 

“Mi hijo quiere hacerse un tatuaje…”

La imagen corporal (IC) siempre ha sido motivo de inquietud y preocupación a lo largo de la Historia del hombre. Pero nunca como ahora esta preocupación se ha acentuado tanto. Mejor dicho, nunca ha sido tan fácil acceder a los cuidados que la imagen requiere en estos momentos, ni ha inquietado a tanta gente. Sobre los adolescentes se acentúa esta presión social, más que sobre otros colectivos, precisamente en una etapa de la vida en la que tantas cosas cambian rápida y determinantemente. Nos estamos refiriendo a los tatuajes del mundo occidental, ya que existen tribus y pueblos en países en vías de desarrollo en que los tatuajes forman parte de su estilo de vida, sus ritos y costumbres, y tienen un significado distinto.

Han sido muchas las razones que han influido en los jóvenes cuando adoptan la costumbre de tatuarse. Sin duda, las nuevas tecnologías han contribuido en gran parte. El deseo de adornarse es considerado como un elemento que propicia el éxito social, y este éxito es algo por lo que los adolescentes suspiran desde el momento en que han aprendido que es importante para su autoestima, corporal y general.

Cambiar la forma o la función de un elemento corporal es, en cierto modo, un atentado contra la naturaleza del mismo, de forma que exige prudencia, precaución y valoración de ventajas, inconvenientes y riesgos.

Para comprender la importancia y los riesgos de los tatuajes, es conveniente, en primer lugar tener una idea, aunque sea somera, de la anatomía de la piel. En este órgano se superponen varias capas: la epidermis, la dermis, el tejido celular subcutáneo y la red de vasos sanguíneos, linfáticos y terminaciones nerviosas. La epidermis es la capa más superficial. Está en contacto con el exterior, ya sean los vestidos o las diferentes formas de la higiene cutánea. Está formada por queratinocitos, o células muertas, y melanocitos, células responsables de producir melatonina y dar el color más o menos oscuro a la piel. La siguiente capa es la dermis, que contiene las glándulas sudoríparas, sebáceas y los folículos pilosos. Ambas capas están separadas por la lámina basal, responsable de la renovación celular de la epidermis. La piel crece de dentro hacia fuera, gracias a las sucesivas generaciones celulares desde esta lámina basal. Hacia el interior, se halla el tejido celular subcutáneo o hipodermis, formado por aglomeraciones de células grasas o adipocitos. En estas estructuras están los vasos sanguíneos y linfáticos, las terminaciones nerviosas y los receptores sensoriales.

Fuente: https://www.bbraun.es/es/pacientes/cicatrizacion-de-heridas/que-saber-sobre-la-piel.html

Funciones de la piel

La piel nos separa del exterior e impide la entrada de sustancias tóxicas y gérmenes. Protege las estructuras internas. Nos inmuniza, en cuanto que produce sustancias antimicrobianas. Es el lugar donde se sintetiza la vitamina D3, tan necesaria en el metabolismo del calcio. También tiene una función exocrina, es decir, de generar sustancias hacia el exterior, como sudor y grasa de las glándulas sebáceas, y elementos muy importantes para la cicatrización de las heridas. Además, la piel regula la temperatura corporal, y no podemos olvidar la función sensorial.

¿Por qué los adolescentes desean tatuarse?

Seguramente hay tantas razones como adolescentes. Pero podríamos resumir generalizando, que la primera es la moda. “Se lleva”, y quien no tiene un tatuaje no “está al día”. Otra razón potente es la identidad de grupo, que contribuye a formar la identidad individual, tan importante en la adolescencia. La influencia de los personajes públicos y “celebrities” que constantemente aparecen en los medios visuales no es un motivo menor. Se suman a todas ellas otras razones meramente estéticas: el concepto de belleza es muy influyente en la percepción de la propia imagen; el deseo de decorarse, y de distinguirse según los gustos de cada uno. Y de atraer, un componente erótico nada desdeñable que va unido al deseo de belleza.

Se ha descrito mayor asociación entre adolescentes con tatuajes y algunas conductas de riesgo relacionadas con el consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias, y prácticas sexuales sin protección.

¿Cómo se produce el tatuaje?

La técnica de tatuajes permanentes consiste en inyectar mediante aguja una sustancia de color que se deposita en la dermis. Hay tatuajes temporales que se limitan a depositar colorantes en la piel, y que van desapareciendo progresivamente. Las zonas más tatuadas son los brazos, el tronco, las piernas y las nalgas. Esta alteración de la normal pigmentación cutánea no está exenta de complicaciones. Las más comunes son infecciones, inflamaciones, alergias a los productos colorantes, hemorragias y aparición de queloides, que son cicatrices patológicas.

¿Qué hacer?

Si los jóvenes nos expresan su deseo de tatuarse, no es una mala manera de empezar, pues desean consultar nuestro parecer y probablemente no estén seguros de tomar esta decisión. Lo malo es cuando se presentan en casa con el tatuaje ya iniciado o concluido.

Debemos hablar con el adolescente para conocer las razones que le llevan a desear tener un tatuaje. Preguntar por las zonas corporales donde se lo pondrían, de qué tamaño, con qué garantías profesionales, y por supuesto de qué precio.

Conocer qué esperan lograr con el tatuaje, advirtiendo de la posibilidad de que las expectativas no se cumplan.

Informarles de que es una huella que durará toda la vida, que puede que con los años cambie de opinión, o de gustos, y advertirles de que en algunos ambientes sociales o laborales no son bien vistos.

Valorar la situación de salud del adolescente. En caso de algunas enfermedades de la piel, alergias, diabetes o enfermedades hemorrágicas, las complicaciones son mayores.

Los menores de edad precisan permiso de los padres por escrito para hacerse un tatuaje.

¿Se pueden eliminar los tatuajes?

Si, se pueden retirar, pero hay que considerar la zona corporal (las áreas lisas responden mejor que las rugosas), el color (ya que unos son más fáciles que otros), el tamaño, el grosor del tatuaje y la técnica. El láser suele ser el sistema más utilizado para eliminar los tatuajes. El procedimiento se realiza en varias sesiones, tiene un coste relativamente elevado, y en ocasiones no es bien tolerado por todos.

 

Bibliografía

1.- Cómo hablar con su adolescente sobre los tatuajes: explicación del informe clínico de la AAP. https://www.healthychildren.org/Spanish/ages-stages/teen/Paginas/tattoos.aspx

2.- Si te tatúas, hazlo estando seguro. https://www.familiaysalud.es/salud-joven/mi-cuerpo/cuidados-e-higiene-corporal/tatuajes-si-te-tatuas-hazlo-estando-seguro