¿Debo poner a mis hijos adolescentes la vacuna contra la meningitis?


L. Rodríguez Molinero.
Pediatra Acreditado en Medicina de la Adolescencia por la AEP. Hospital Campo Grande. Valladolid.

 
 

¿Debo poner a mis hijos adolescentes la vacuna contra la meningitis?

Supongo que se refiere a la vacuna contra la meningitis por Meningococo-B, comercialmente llamada BEXSERO.

En los calendarios oficiales de todas las CCAA consta la vacuna contra varios tipos de meningitis. La producida por el Hemophilus, por el Neumococo y por el Meningococo C. Solo faltaba la BEXSERO para cubrir la mayoría de meningitis bacterianas más frecuentes en nuestro medio.

Hace varias décadas cuando no teníamos este arsenal de vacunas, la meningitis suponía un riesgo que nos agobiaba tanto a padres como a pediatras. En aquella época suspirábamos por encontrar una vacuna que protegiera como sucedía contra el tétanos, la difteria o la tosferina. Actualmente estamos pasando una “luna de miel” de las meningitis debido a disponer de estas vacunas.

La meningitis por Meningococo B, es rara aunque de alta mortalidad y frecuentes secuelas. Sabíamos que no era fácil encontrar una vacuna contra el meningococo B. Pero la técnica ha superado las dificultades y ya la tenemos en el mercado. Al principio salió con uso exclusivo hospitalario y desde el 1 de octubre de 2015 ya está disponible en las oficinas de farmacia.

La vacuna es buena en cuanto que consigue protección si se siguen los consejos de la ficha técnica. Las dosis recomendadas son dos dosis con un intervalo de al menos 4 semanas entre dosis. Ninguna CCAA tiene incluida la vacuna en calendario oficial. Pero todas la tienen disponible para los llamados grupos de riesgo, aquellos cuya patología medica supone un inconveniente añadido, por ejemplo inmunodeficientes o cardiópatas. El precio supera los cien euros/dosis. Por tanto la decisión está en manos de las familias que lo deseen. La demanda ha sido tan grande que se han agotado las existencias en las farmacias. En algunas oficinas han creado una “lista de espera” para cuando la industria produzca nuevas remesas. Los padres deben saber que la producción de vacunas es un proceso lento que exige varios meses, en este caso, cerca de 8 meses, y que la oferte se regula por la demanda. En caso de demanda excesiva puede darse el caso de desaparecer del mercado el producto como ha sido en este caso.

A los profesionales que trabajamos en el Sistema Nacional de Salud nos cuesta mucho dar este consejo, pero hay que entender que somos empleados de un sistema que tiene la obligación de buscar la eficiencia al administrar el dinero publico. En la mente de muchos usuarios y ciudadanos está la idea de la sociedad del bienestar, del consumo, de la industria y del mercado donde la oferta de “consumo sanitario” hace perder la objetividad de la realidad clínica y darse el caso de “sobreactuar” en base a la libertad de los padres. Algunas familias también buscan la eficiencia de su economía y dejan que pase esta situación para tomar con mas tranquilidad la decisión. Entienden la información que le proporciona su pediatra de confianza de una manera objetiva y libre.