El embarazo en la adolescente


 

El embarazo en la adolescente

G. Perkal Rug.
Adjunto del Servicio de Pediatría. Consulta de Adolescentes Hospital Santa Caterina. I.A.S. Girona.

 

Adolescere 2015; III (2): 26-35

 

Resumen

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como adolescencia el período de la vida en que el individuo adquiere la capacidad reproductiva, transita los patrones psicológicos de la infancia a la vida adulta, y consolida la independencia socioeconómica, fijando sus límites entre los 10 y 20 años. En general, esta etapa se considera libre de problemas de salud, pero desde el punto de vista de la salud reproductiva, la adolescente es, en muchos aspectos, un caso especial. El conocer y considerar los cambios físicos y del desarrollo psicosocial de este período, permite comprender los riesgos a los que está expuesta la adolescente embarazada, y brinda la oportunidad de poner en marcha programas para promover conductas saludables.

El protocolo de actuación ante una adolescente embarazada debe incluir a la adolescente y a su entorno (familia, pareja, instituto), así como, a un equipo de profesionales multidiciplinar que pueda dar una asistencia integral a la salud de esta adolescente.

Palabras clave: Embarazo adolescente; Contextualización; Acciones preventivas; Atención integral.

Abstract

The World Health Organization (WHO) defines adolescence as the “period of life in which the individual acquires reproductive capacity, transitions from childhood to adulthood psychological patterns, and consolidates his/her socioeconomic independence”. It sets its age boundaries between 10 and 20 years. In general, this phase is considered disease-free, but from the reproductive health point of view adolescence is, in many aspects, a special case. Knowing and considering the physical and psychosocial changes that take place throughout this period, can aid in understanding the risks to which pregnant teenagers are exposed, providing the opportunity to implement programs that promote healthy behaviors. The management of a pregnant teenager should include the adolescent and her environment (family, friends, school) delivered by a multidisciplinary team of professionals who can provide comprehensive assistance to her health

Key words: Teen Pregnancy; Contextualization; Preventive actions; Comprehensive care.

 

Definición

El embarazo adolescente es el que se produce entre los 10-19 años, independientemente de la edad ginecológica.

El embarazo adolescente es el que se produce entre los 10-19 años, independientemente de la edad ginecológica.

El 60% ocurren dentro de los primeros 6 meses de inicio de las relaciones sexuales.

El 73-93% de las adolescentes embarazadas son primigestas.

El 60% de las primigestas adolescentes vuelven a embarazarse dentro de los 2 años siguientes.

Incidencia

Sobre el total de embarazos: U.S.A. (12,8%) América Latina (25 %) África (45 %). En España: Tasa de embarazos adolescentes 2010 es: 2,2/1000 a los 15 años; 20,7/1000 a los 19 años. El 60-90% son no deseados (Tabla 1 y 2).

En España: Tasa de embarazos adolescentes 2010 es: 2,2/1000 a los 15 años; 20,7/1000 a los 19 años.

Actuación ante una adolescente embarazada (Fig.1) Contextualizar el embarazo

Adolescente que no quiere continuar el embarazo

¿Con quién consulta?. ¿Cómo se enfoca la confidencialidad?. ¿Cómo podemos ayudarla?

El pediatra y/o el dico de familia tendrían que ser los interlocutores de la adolescente coordinando, por un lado, la intervención de los servicios sociales, el papel de la escuela y el apoyo psicológico, y por otro, la derivación al ginecólogo y la comadrona. En este contexto.si es posible, también habría que incluir la orientación a los padres.(Fig. 2).

Legislación

Como profesionales debemos conocer la legislación vigente en relación a la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) en adolescentes y poder así ayudarlas a tomar decisiones al amparo de un marco legal y ético que las protejan.

La Ley 41/2002 reguladora de la autonomía del paciente ha rebajado hasta 16 años la mayoría de edad para las actuaciones sanitarias. Las excepciones a este régimen serían las actuaciones de gran trascendencia o que comportan grave riesgo, en las cuales, la opinión de los padres será escuchada.

La Ley 41/2002 reguladora de la autonomía del paciente ha rebajado hasta 16 años la mayoría de edad para las actuaciones sanitarias.

Por otro lado, a partir de los 12 años, el menor será oído en la toma de decisiones, aunque la decisión misma, el consentimiento, sea prestado por “representación” por sus padres o representantes legales. Entre los 12 y 16 años, la Ley permite que el propio menor otorgue el consentimiento por sí mismo cuando éste sea “capaz intelectual y emocionalmente de comprender el alcance de la intervención”.


Título II de la Ley 2/2010

Artículo 13. En el punto cuarto de los requisitos expresa:

La interrupción médica del embarazo se puede realizar hasta los 63 días (9 semanas) de amenorrea.

En el caso de las mujeres de 16 y 17 años, el consentimiento para la interrupción voluntaria del embarazo les corresponde exclusivamente a ellas de acuerdo con el régimen general aplicable a las mujeres mayores de edad.

Al menos uno de los representantes legales, padre o madre, personas con patria potestad o tutores de las mujeres comprendidas en esas edades deberá ser informado de la decisión de la mujer.

Se prescindirá de esta información cuando la menor alegue fundadamente que esto le provocará un conflicto grave, manifestado en el peligro cierto de violencia intrafamiliar, amenazas, coacciones, malos tratos, o se produzca una situación de desarraigo o desamparo.

Artículo 14. Interrupción del embarazo a petición de la mujer.

Podrá interrumpirse el embarazo dentro de las primeras catorce semanas de gestación a petición de la embarazada, siempre que concurran los requisitos siguientes:

a) Que se haya informado a la mujer embarazada sobre los derechos, prestaciones y ayudas públicas de apoyo a la maternidad, en los términos que se establecen en los apartados 2 y 4 del artículo 17 de esta Ley.

b) Que haya transcurrido un plazo de al menos tres días, desde la información mencionada en el párrafo anterior y la realización de la intervención.

Artículo 15. El plazo de posibilidad de interrupción voluntaria del embarazo aumenta hasta la semana 22 en casos de «graves riesgos para la vida o la salud de la madre o el feto». A partir de la vigésima segunda semana, solo podrá interrumpirse el embarazo en dos supuestos: que «se detecten anomalías en el feto incompatibles con la vida» o que «se detecte en el feto una enfermedad extremadamente grave e incurable en el momento del diagnóstico y así lo confirme un comité clínico.

Interrupción médica del embarazo

Se puede realizar hasta los 63 días (9 semanas) de amenorrea. Los fármacos habitualmente utilizados son:

El embarazo en la adolescente es una crisis que se superpone a la crisis de la adolescencia. Comprende profundos cambios somáticos y psicosociales con incremento de la emotividad y acentuación de conflictos no resueltos anteriormente.

Mifepristona (RU- 486): antiprogestágeno y antiglucocorticoide. Antagonista del receptor de la Progesterona. Dosis: 600 mg en dosis única. A las 36-48hs + Análogo de la prostaglandina: -Misoprostol, 4 µg o –Gemeprost, 1 mg vaginal. Control ginecológico con ecografía a las 48hs.

ADOLESCENTE QUE DECIDE CONTINUAR EL EMBARAZO


a) Desarrollo COGNITIVO Y PSICOEMOCIONAL

«El embarazo en la adolescente es una crisis que se superpone a la crisis de la adolescencia. Comprende profundos cambios somáticos y psicosociales con incremento de la emotividad y acentuación de conflictos no resueltos anteriormente.»

Etapas de la adolescencia: Temprana (10-14 años) media (15-17 años) tardía (18-20 años)

Una adolescente embarazada se comportará como corresponde al momento de la vida que está transitando. El embarazo no la hace madurar a etapas posteriores.

Una adolescente embarazada se comportará como corresponde al momento de la vida que está transitando. El embarazo no la hace madurar a etapas posteriores.

Es importante preguntar:

— ¿En qué tipo de relación ocurre este embarazo?

— ¿Qué métodos anticonceptivos utilizaba y con qué regularidad?

— ¿Qué tipo de información utiliza para tomar las decisiones relacionadas con su embarazo?

— ¿Cómo piensa que cambiará su vida después del nacimiento de su hijo/a ?

— ¿Vive este embarazo como un triunfo o como un fallo?

— ¿Cómo afectan los cambios físicos y el aumento de peso a su imagen corporal?

— ¿Qué planes futuros tiene en relación a sus estudios?

— ¿Con quién vive y con quién vivirá después del nacimiento de su hijo/a?

— ¿Cómo obtendrá ayuda económica?


b) Desarrollo BIOLÓGICO:

La maduración física comienza y acaba antes que la maduración cognitiva y psicosocial.

La maduración física comienza y acaba antes que la maduración cognitiva y psicosocial.

Talla:

Durante la adolescencia se alcanza entre el 15-25% de la talla final del adulto.

El estirón puberal en las niñas se inicia entre los 9,5 -14,5 años; dura 2-3 años y finaliza a los 16 años. Pueden crecer entre 20-25 cm.

Un 50 % de las adolescentes continúan el crecimiento después de los 16 años.

Peso:

Durante la adolescencia se gana el 25-50% del peso final del adulto.

En las niñas el pico de ganancia de peso ocurre 6 meses después del brote de crecimiento (12,5 años) y pueden ganar aproximadamente 8,300 Kg/año.

El aumento de peso continua luego más lentamente durante la adolescencia media y tardía en las que se pueden alcanzar 6,300 Kg más.

Composición corporal:

Disminuye la masa magra del 80% al 74%.

Aumenta la masa grasa del 15,7% al 26,7%, ganando aproximadamente 1,140 Kg de masa grasa/año. El pico se alcanza entre los 15-16 años.

Masa ósea:

El 90% se alcanza a los 18 años.

Un tercio del total se acumula en los 3-4 años posteriores al inicio de la pubertad.

Adolescente embarazada en crecimiento

— Los requerimientos de energía y nutrientes de la adolescente compiten directamente con los del feto.

El crecimiento materno continúa durante el embarazo en el 50% de las adolescentes y puede tener efectos negativos sobre el crecimiento fetal si no se asocia a una ganancia ponderal aceptable.

— El crecimiento materno continúa durante el embarazo en el 50% de las adolescentes y puede tener efectos negativos sobre el crecimiento fetal si no se asocia a una ganancia ponderal aceptable.

— Las adolescentes con una edad ginecológica < 2 años y/o edad < 16 años continúan su crecimiento lineal, la ganancia ponderal y los cambios en la composición corporal. Requieren una adecuada ganancia ponderal y aporte de nutrientes: proteínas, hierro, calcio, vitamina D, vit. B6 y cinc.

— Aumentan la grasa corporal especialmente en el 3º trimestre (período de máximo crecimiento fetal).Tienen neonatos con < peso de nacimiento (130 g menos) y ganan más peso durante el embarazo (> 2,5 Kg).

— El flujo placentario disminuye en el último trimestre.

— La masa grasa central aumenta en el postparto y suelen quedar con sobrepeso residual.

— La ganancia ponderal durante el embarazo influye en el crecimiento fetal, en el peso de nacimiento y en la duración de la gestación.

La ganancia ponderal durante el embarazo influye en el crecimiento fetal, en el peso de nacimiento y en la duración de la gestación.

< 4,3 Kg a las 24 sem. duplica el riesgo de BPEG. < 0,4 Kg /sem. después de las 24 semanas, aumenta el riesgo de prematuridad.

— El Peso o el IMC previos al embarazo modifican la relación entre la ganancia ponderal y el peso de nacimiento. (Tabla 3)

Acciones preventivas

En los diferentes ámbitos:


1) Psicosocial:
conocer los factores predisponentes y determinantes del embarazo en adolescentes.

Factores predisponentes

Factores determinantes

Menarquia temprana

Relaciones sin protección

Inicio precoz de las relaciones sexuales

Abuso sexual

Familia disfuncional

Violación

Mayor tolerancia del medio a la maternidad adolescente

Bajo nivel educativo

Migraciones recientes

Pensamientos mágicos

Fantasías de esterilidad

Falta o distorsión de la información

Controversias entre su sistema de valores y el de sus padres

Factores socioculturales

En la atención integral a la adolescente embarazada, además de todo lo expuesto, debemos tener en cuenta el enfoque biopsicosocial y, para ello, es esencial trabajar con un equipo multidisciplinario.


2)
Somático: reconocer los factores de riesgo obstétrico y perinatal.

ALTO RIESGO:

— Edad ginecológica < 2 años y/o cronológica < 16 años.

— Estatura < 1,50 m.­

— Bajo peso o sobrepeso previo al embarazo.

— Escasa / excesiva ganancia ponderal durante el embarazo.

— Náuseas o vómitos persistentes.

— Anemia sideropénica u otras deficiencias nutricionales.

— Infecciones recurrentes.

— Enfermedad crónica.

— Tabaquismo y/o consumo de alcohol y otras sustancias.

— Embarazo previo.

— Intervalo intergestacional corto.

— Antecedente de RCIU.

— Antecedente de trastorno de la conducta alimentaria.

— Embarazo no deseado.

— Antecedente de abuso sexual.

— Pareja inestable o ausente.

— Bajo nivel socioeconómico.

Salud integral de la adolescente

En la atención integral a la adolescente embarazada, además de todo lo expuesto, debemos tener en cuenta el enfoque biopsicosocial y, para ello, es esencial trabajar con un equipo multidisciplinario.

ATENCIÓN INTEGRAL DE LA ADOLESCENTE

ENFOQUE DE RIESGO:

a) Factores protectores:

— Familia continente

— Comunicación fluida con un adulto referente

— Rendimiento escolar satisfactorio

— Grupo de pares con conductas adecuadas

b) Factores de riesgo:

— Psicosociales

— Biológicos

LA CONSULTA CON ADOLESCENTES:

Los Objetivos del equipo de salud son: ayudar a la adolescente a aceptar su embarazo, fortalecer los vínculos familiares, supervisar los hábitos alimentarios y valorar la necesidad de suplementos nutricionales — Brindar atención perinatal integral.


1) Características que la diferencian de la mujer adulta:

— Poca conciencia de salud

— Falta de elaboración de la identidad de género

— Pensamiento mágico

— Temor a los procedimientos invasivos

— Falta de información


2) Dificultad para el vínculo con el hijo:

— Dificultad para discriminarse del bebé

— Prioriza sus necesidades a las del niño

— Tolera poco las frustraciones


3) Perfil del médico para atender adolescentes:

— Tener idoneidad: no sólo en perinatología sino también en características biopsicosociales particulares de la adolescencia.

— Saber escuchar

— Saber respetar

— Ser capaz de registrar


4) Contexto de la maternidad adolescente


5) Objetivos del equipo de salud:

— Ayudarla a aceptar su embarazo.

— Fortalecer los vínculos familiares.

— Supervisar los hábitos alimentarios y valorar la necesidad de suplementos nutricionales.

— Brindar atención perinatal integral.


6) Estrategias del equipo de salud:

Equipo interdisciplinario: ginecólogo, comadrona, pediatra o médico de familia, psicólogo, trabajador social.

— Atención al padre y familiares cercanos.

— Seguimiento postparto.

Tablas y figuras

Tabla 1. Tasa de fertilidad adolescente Adolescent fertility rate (births per 1,000 women ages 15-19)

Country or Area

Year

Value

Spain

United Kingdom

United States

2012

2012

2012

10.6

25.8

31.0

Source: World Development indicators/ The World Bank

Tabla 2. I.V.E. Tasas por 1.000 mujeres de cada grupo de edad 2001-2013 (Total nacional)

Año de intervención

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

Total

7,66

8,46

8,77

8,94

9,60

10,62

11,49

11,78

11,41

11,49

12,44

12,01

11,74

19 y menos años

8,29

9,28

9,90

10,57

11,48

12,53

13,79

13,48

12,74

12,71

13,67

12,95

12,23

IVE: Interrupción voluntaria del embarazo

Tabla 3. Recomendaciones de ganancia ponderal para adolescentes embarazadas

IMC Pregestacional

Total (Kg)

1º Trimestre (Kg)

2º y 3º Trimestre (Kg /sem.)

Bajo Peso

12,7 – 18

4,2

0,45

Peso Normal

11,3 – 15,8

1,3

0,45

Sobrepeso

6,8 – 11,3

0,9

0,3

Obesidad

>6,8

0,7

0,23

Figura 1. Contextualizar el embarazo

Figura 2. Rol del pediatra y/o el médico de familia

Bibliografía

1. Andrés Domingo P. El embarazo adolescente. Riesgos biológicos. A: Hidalgo Vicario MI, Redondo Romero AM, Castellano Barca G, ed. Medicina de la Adolescencia. Atención Integral. Madrid: Ergón, 2012; 249-259.

2. Rodríguez Molinero L, Vaquerizo Pollino MJ. Maternidad en la adolescencia. Factores de riesgo. A: Hidalgo Vicario MI, Redondo Romero AM, Castellano Barca G, ed. Medicina de la Adolescencia. Atención Integral. Madrid: Ergón, 2012; 261-265.

3. Steving R, Stevens AB. Adolescent psychosocial development: implications for pregnancy and prenatal care. Adolescent’s Pregnancy Guide. August 2012.Regents of the University of Minnesota. p23-29. Edited by Mary Story, Ph.D., R.D and Jamie Stang, Ph.D., M.P.H.R.D.

4. Stang J. Adolescent physical growth and development: implications for pregnancy. Adolescent’s Pregnancy Guide. August 2012. Regents of the University of Minnesota. p 31-36. Edited by Mary Story, Ph.D., R.D and Jamie Stang, Ph.D., M.P.H.R.D.

5. Story M, Stang J. Nutrition assesment of pregnant adolescents. Adolescent’s Pregnancy Guide. August 2012. Regents of the University of Minnesota. p63-76. Edited by Mary Story, Ph.D., R.D and Jamie Stang, Ph.D., M.P.H.R.D.

6. Alton I. Weight gain: issues and management. Adolescent’s Pregnancy Guide. August 2012. Regents of the University of Minnesota. p 81-83. Edited by Mary Story, Ph.D., R.D and Jamie Stang, Ph.D., M.P.H.R.D.

7. Alton I.Nutrition-related special concerns of adolescent pregnancy. Adolescent’s Pregnancy Guide. August 2012. Regents of the University of Minnesota. p 89-93. Edited by Mary Story, Ph.D., R.D and Jamie Stang, Ph.D., M.P.H.R.D.

8. Alton I. Exercise in pregnancy. Adolescent’s Pregnancy Guide. August 2012. Regents of the University of Minnesota. p 119-122. Edited by Mary Story, Ph.D., R.D and Jamie Stang, Ph.D., M.P.H.R.D.

9. Issler J. Embarazo en la Adolescencia. Revista de Postgrado de la Cátedra VIa Medicina. Nº107.Buenos Aires-Agosto/2001.p 11-23. Ed: Secretaria de postgrado de la Cátedra VI de Medicina. Corrientes. Argentina.

10. Adolescent fertility rate (births per 1,000 women ages 15-19).World Development Indicators/The World Bank. 2.012-2.014

11. Datos estadísticos sobre interrupción voluntaria del embarazo. 2013.Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

12. Datos estadísticos sobre embarazo en adolescentes. 2010.Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

 
 

 
 


Adolescencia. Necesidades y problemas. Implicaciones para la intervención


 

Adolescencia. Necesidades y problemas. Implicaciones para la intervención

F. López Sánchez.
Catedrático de Psicología de la Sexualidad. Universidad de Salamanca.

 

Adolescere 2015; III (2): 09-17

 

Resumen

A partir de una breve caracterización de la adolescencia como etapa con sentido propio, se describen las grandes necesidades fisiológicas, mentales, emocionales, afectivas y de participación en la familia, la escuela y la comunidad de los adolescentes. A continuación se describen los principales problemas provocados por la falta de una adecuada satisfacción de estas necesidades y se sugieren las líneas de intervención para potenciar los factores protectores y evitar los factores de riesgo.

Palabras clave: Adolescencia; Necesidades; Factores protectores y factores de riesgo; Tipología de maltrato infantil.

Abstract

This article briefly defines adolescence as a stage with unique characteristics, and describes the major physiological, mental, emotional, affective needs and how adolescents engage with family, school and their community. We show the main problems caused by the lack of adequate satisfaction of these needs and the lines of action suggested to enhance protective factors and avoid risk factors.

Key words: Adolescence; Needs; Protective factors and risk factors; Forms of child abuse.

 

INTRODUCCIÓN

Lo que la adolescencia no es

La adolescencia no es solo una etapa de transición hacia la juventud y vida adulta, sino un periodo de la vida con sentido propio y crucial para la vida posterior. Fisiológica, mental y emocionalmente la adolescencia empieza con la pubertad y acaba en torno a los 16 o 18 años; pero socialmente se prolonga hoy hasta edades avanzadas para buena parte de la población, porque en nuestra sociedad no adquieren una autonomía básica forzando relaciones de dependencia de la familia durante la juventud e incluso, en no pocos casos, primera parte de la vida adulta.

Tampoco es para la mayoría de adolescentes un periodo tormentoso y conflictivo. No más del 10% o 15% son adolescentes problemáticos, por lo que no tiene sentido aceptar una visión social negativa de esta etapa.

La adolescencia no es solo una etapa de transición hacia la juventud y vida adulta, sino un periodo de la vida con sentido propio y crucial para la vida posterior.

Lo que la adolescencia es

La adolescencia es una etapa de la vida con sentido propio, que culmina la infancia en cuanto a las capacidades de desarrollo físico, mental y emocional, prolongada en nuestra cultura durante más años porque la mayoría no consiguen participar en las decisiones familiares, escolares y sociales, ni se puede incorporar al mercado laboral, ni están en condiciones de tener autonomía económica. La adolescencia social prolongada durante años bien porque las sociedad opulentas se lo pueden permitir alargando la escolarización obligatoria o bien porque las sociedades en crisis no pueden ofrecer trabajo a buena parte de los adolescentes y jóvenes, es una creación cultural debida a cambios evolutivos que no son normativos, aunque entre nosotros estén generalizados.

No más del 10% o 15% son adolescentes problemáticos, por lo que no tiene sentido aceptar una visión social negativa de esta etapa.

Al final de la primera adolescencia, en torno a los 16 años, desde el punto de vista anatómico y fisiológico, su desarrollo es prácticamente completo, aunque su cerebro aún debe madurar funcionalmente, en paralelo a aprendizajes sociales importantes para evitar riesgos e integrarse de forma plena en la comunidad. La figura corporal empieza a cristalizar lo que será su imagen juvenil y adulta, mientras las capacidades sexuales y reproductivas alcanzan también su desarrollo. De hecho, en nuestra cultura, se da un cierto desequilibrio entre estas capacidades y lo que socialmente se considera maduración social, con frecuentes tensiones entre lo que desean y de hecho hacen casi la mitad de los adolescentes y lo que prescriben los padres en materia de sexualidad. La información sexual no es legitimada por los padres, la escuela y los profesionales sanitarios y las conductas sexuales que de hecho tienen son furtivas, por lo que, mientras no cambien estas dos características de la sexualidad adolescente, seguirán siendo frecuentes los riesgos asociados a su actividad sexual.

Desde el punto de vista mental, sus capacidades hipotético-deductivas y de pensamiento abstracto, le permiten analizar la realidad familiar, escolar y social y diferenciar claramente entre como son y cómo podrían ser estas instituciones, adquiriendo una capacidad crítica que, con frecuencia, les lleva a confrontaciones familiares, escolares y sociales. Es una época de desilusión o de idealismos, según los casos, siempre sustentada por un sentido de la justicia propio de la capacidad humana para razonar.

Los adolescentes consolidan su sentido de la identidad personal, sexual y social, construyendo una teoría positiva o negativa sobre sí mismos que tendrá una importancia decisiva para el resto de su vida, ya que en ella se fundamenta la autoestima y el sentimiento de autoeficacia y de capacidad para gestionar su propia vida de forma autónoma y responsable.

Desde el punto de vista emocional y afectivo, es una etapa extremadamente rica que acabará consolidando su seguridad o inseguridad en sí mismo y en los demás. El humor, las emociones y los sentimientos conforman un mundo emocional muy variable de unos adolescentes a otros, dependiendo de la herencia, la historia afectiva familiar y de relaciones de amistad, así como de los aprendizajes personales y sociales.

Los adolescentes consolidan su sentido de la identidad personal, sexual y social, construyendo una teoría positiva o negativa sobre sí mismos que tendrá una importancia decisiva para el resto de su vida.

Los afectos sociales (Apego, Amistad, Sistema de Cuidados y Altruismo), ya presentes desde la primera infancia se conforman de forma bastante definitiva a los largo de la adolescencia.

Los afectos sexuales (Deseo, Atracción y Enamoramiento) se especifican y consolidan, cambiando su manera de sentir y estar en el mundo en relación con los demás y muy especialmente en sus relaciones sexuales y amorosas.

Desde el punto de vista social, la adolescencia debería conllevar un cierto grado de autonomía de la familia en numerosos aspectos de la vida: el vínculo del apego sigue siendo fundamental pero con menor necesidad de proximidad y presencia familiar. Incluso son frecuentes las ambivalencias, especialmente cuando cree no necesitar a los padres o entran en conflicto con ellos., mientras se vuelven muy dependientes si caen enfermos o tienen problemas.

Los amigos y amigas tienen un rol cada vez más importante, tanto para divertirse, jugar, comunicarse, conformar su identidad de adolescentes y explorar el mundo físico y social más allá de la familia. Siguen necesitando los cuidados de los padres y los amigos, a la vez que son capaces de cuidar (Sistema de Cuidados) a los demás, si encuentran motivación para ello y han desarrollado este sistema a lo largo de la infancia.

Las relaciones con los profesores y compañeros, dentro del sistema escolar, refuerzan la importancia que éstas ya tenían en primaria, tanto desde el punto de vista de los conocimientos como de las relaciones. Es el momento de iniciar la primera formación básica para su integración laboral en un campo u otro, siendo el sistema escolar, entre otras cosas, un segundo sistema de selección, después de la clase social a la que pertenecen en razón de su familia.

El Deseo sexual tiene una gran eclosión y normalmente se orienta de forma heterosexual, homosexual o bisexual, aunque puede sufrir cambios en años posteriores. La Atracción sexual se convierte en una motivación sexual y social de primer orden abriéndose un número importante de ellos a la actividad sexual en relaciones de pareja u ocasionales. En no pocos casos tienen lugar fascinaciones amorosas con enamoramientos que les conmocionan mental, sexual y emocionalmente, formando parejas de muy diversa duración.

El apego seguro es el mejor protector ante el riesgo de suicidio y otros muchos problemas.

Necesidades adolescentes y algunos problemas

Cada uno de los aspectos antes señalados suponen una serie de necesidades que deben ser bien resultas para un adecuado desarrollo durante la adolescencia.

Desde el punto de vista físico, además de los problemas o enfermedades bien conocidas por los pediatras, destacaríamos aquellos que afectan al funcionamiento saludable de la fisiología y tiene su origen en conductas familiares o personales. Cuidar el sueño, hacer ejercicio físico y comer de manera saludable son los factores protectores fundamentales; mientras el sedentarismo, el dormir poco tiempo o mal y la comida rápida o inadecuada son los mayores factores de riesgo. Estos factores afectan además al Humor, las Emociones y los Sentimientos, ya que el mundo emocional depende también en gran medida del estado del cuerpo. También afectan a otros aspectos de la vida como el rendimiento escolar (dormir mal se asocia a desayunar mal y a un mal rendimiento escolar, por ejemplo) y a la estabilidad o inestabilidad emocional. Las relaciones entre ansiedad y sedentarismo son bien conocidas, por poner un ejemplo más.

A estos problemas habría que unir el consumo precoz de alcohol u otras drogas y las conductas que puedan conllevar riesgos de un tipo u otro, como es el caso de los riesgos de la actividad sexual sin protección. La asociación cultural entre ocio-diversión y consumo de alcohol o drogas es uno de nuestros problemas de salud más importantes desde la adolescencia.

Desde el punto de vista psicológico y social, es especialmente importante el tema de la figura corporal, en la sociedad de la imagen. Nuestra cultura propone modelos de belleza muy exigentes, que generan incomodidad a la mayoría, problemas significativos a una parte importante de la población y clínicos a una minoría (anorexia bulimia, etc.), modelos que tienen la finalidad de provocar en las personas el deseo de cambiar consumiendo todo tipo de productos publicitados por el mercado de la cosmética y la supuesta belleza. Tal es así que numerosos adolescentes eligen cambiar una o varias características corporales antes que cualquier otra cosa. Analizar estos sufrimientos, descubrir los culpables y su valor relativo y cambiante, a la vez que proponer valores de referencia adecuados (cuerpo saludable, saber gozar y dar placer, tener gracia interpersonal y tomar decisiones propias de una estética personalizada) es fundamental en esta sociedad de consumo y presión publicitaria y cultural.

Desde el punto de vista mental, además de las posibles sintomatologías psiquiátricas o los problemas de aprendizaje escolar, destacamos dos problemas frecuentes: el fracaso escolar y la falta de una interpretación positiva del sentido y las posibilidades de la vida.

Prevenir el fracaso escolar analizando las capacidades y dificultades de aprendizaje, no generalizando sus efectos, aceptando bien a los hijos y alumnos, sea cual sea su rendimiento escolar, y buscando alternativas profesionales, si fuera necesario, es el camino adecuado

El fracaso escolar se asocia a peor relación con los compañeros, profesores y padres, porque estamos en una sociedad en la que el “rendimiento académico” es un valor dominante. Entre las consecuencias destaca la generalización de la baja autoestima a otros campos, los conflictos con los profesores y padres y el absentismo escolar, con el riesgo añadido de acabar teniendo amistades peligrosas e iniciar un camino de marginación. Prevenir el fracaso analizando las capacidades y dificultades de aprendizaje, no generalizando sus efectos, aceptando bien a los hijos y alumnos, sea cual sea su rendimiento escolar, y buscando alternativas profesionales, si fuera necesario, es el camino adecuado.

El Deseo sexual tiene una gran eclosión y normalmente se orienta de forma heterosexual, homosexual o bisexual, aunque puede sufrir cambios en años posteriores.

El maltrato familiar o escolar, la falta de sentido de la vida, la inseguridad en las relaciones de apego, los sentimientos de soledad, la inestabilidad emocional, la desconfianza en los seres humanos y en las relaciones afectivas, etc. pueden provocar sufrimientos emocionales y sociales que pueden favorecer el aislamiento, la depresión e incluso el suicidio, un tema tabú en nuestra sociedad.

Favorecer una construcción mental positiva de las relaciones de apego y amistad, una visión positiva del mundo, de las personas y sus relaciones, favorece un sentido positivo de la vida, la biofilia o sentimiento de entusiasmo por vivir, frente al pesimismo y el sentimiento del absurdo.

Otros riesgos asociados en relación a las necesidades mentales son el fundamentalismo, el dogmatismo y el racismo, fuentes de prejuicios, odios y violencia. Sabernos ciudadanos de un mundo diverso y, por ello, rico, interesante y valioso, fomenta la tolerancia y la aceptación positiva de las diversidades.

Desde el punto de vista emocional y afectivo (Humor, Emociones, Sentimientos, Afectos sexuales -Deseo, Atracción y Enamoramiento- y Afectos sociales -Apego, Amistad, Sistema de Cuidados y Altruismo-) la riqueza y las posibilidades de disfrutar de la vida y las relaciones son inmensas porque somos seres para el contacto y la vinculación; pero también son posibles grandes sufrimientos y problemas.

Especialmente importante es, desde el punto de vista sexual y amoroso, cambiar la tipología de maltrato, haciendo una clasificación menos sexofóbica y más completa de las formas de Maltrato Sexual que incluyan además de los Abusos sexuales a menores, las Prostitución infantil, la Pornografía infantil, las Mutilaciones sexuales, los Matrimonios de menores forzados, el rechazo de la Homosexualidad y Bisexualidad, la no aceptación de la Transexualidad, la Violación de la Intimidad sexual de los menores en Internet, etc. (López, 2014).

Entre ellos destacamos, desde el punto de vista sexual, las dificultades para vivir determinadas diversidades de la orientación sexual (como la homosexual), la no aceptación de las diversidades de identidad sexual (como la transexualidad), los riesgos asociados a la actividad sexual (embarazo no deseado, enfermedades de transmisión sexual, abusos sexuales a menores, acoso sexual, violación sexual, frustración sexual y desengaños amorosos, el sexismo y el maltrato de género, entre otros).

Especialmente importante es, desde el punto de vista sexual y amoroso, cambiar la tipología de maltrato, haciendo una clasificación menos sexofóbica y más completa de las formas de Maltrato Sexual que incluyan además de los Abusos sexuales a menores, las Prostitución infantil, la Pornografía infantil, las Mutilaciones sexuales, los Matrimonios de menores forzados, el rechazo de la Homosexualidad y Bisexualidad, la no aceptación de la Transexualidad, la Violación de la Intimidad sexual de los menores en Internet, etc. (López, 2014). Estas y otras posibles formas de maltrato sexual son tan graves y específicas como los abusos sexuales a menores y deben figurar específicamente como subtipos de maltrato sexual. Prevenir, Detectar y Denunciar estas formas de maltrato es un deber también de los pediatras y sanitarios. El hecho de que en las tipologías solo sean reconocidos específicamente los abusos sexuales a menores refleja la sexofobia del mundo anglosajón y de varias religiones, empeñadas en reprimir y uniformar la sexualidad infantil y adolescente.

Desde el punto de vista emocional el “mal estado de ánimo” o Humor negativo, las dificultades para expresar, comprender, compartir, regular y usar socialmente bien las emociones son las deficiencias de inteligencia emocional más frecuentes. Dificultades para expresar y comprender emociones genera problemas de comunicación, no compartir las emociones imposibilita la empatía, emoción social básica para las relaciones de intimidad y no saber regular las emociones se asocia con problemas en las relaciones sociales y laborales, incluso con la mayor posibilidad de tener conductas violentas.

Desde el punto de vista afectivo y social los sufrimientos de soledad, frustración, inseguridad emocional e interpersonal (caso de los estilos de apego inseguros) son los más frecuentes. La necesidad de contacto y vinculación afectiva con cuidadores que se saben, sienten y experimentan como incondicionales, cálidos y eficaces es la más esencial desde el punto de vista emocional y social Es esta incondicionalidad la que permite construir una adecuada autoestima y sentimiento de valía personal, establecer relaciones íntimas y amorosos en la adolescencia y vida adulta y saberse siempre acompañado, justo para no sufrir de soledad emocional, sentirse atado a la vida, emocionalmente estable y con sentimientos preponderantes de bienestar subjetivo. El apego seguro es el mejor protector ante el riesgo de suicidio y otros muchos problemas.

El aislamiento social, los sentimientos de aburrimiento y marginación, la falta de una red social más allá de la familia son los principales problemas de la falta de amistades estables y saludables. Cuidar la formación y mantenimiento de los amigos y amigas, relacionarse con padres y niños de otras familias, facilitar las relaciones entre iguales en la escuela y fuera de ella, participar en asociaciones infantiles y actividades de grupo ese muy importante para que no sufran de soledad social o no acaben buscando relaciones con iguales que les involucren en actividades de riesgo.

Uno de los errores más frecuentes de las actuales generaciones de padres, compartido desde la generación de los ahora abuelos, es darse por satisfechos con los hijos si éstos van bien en la escuela y no tienen conductas problemáticas, olvidando que la cooperación y las ayudas de los hijos en la familia son la mejor escuela para aprender a cuidar.

Desde el punto de vista del Sistema de Cuidados y el Altruismo, el egoísmo, la desconsideración, la mala educación, la incapacidad para mantener conductas de reciprocidad, cooperar y ayudar solidariamente en la familia, los iguales y en la comunidad están entre los problemas mayores. No ser capaz de cuidar y tener conductas de cooperación y ayuda altruista dificulta las relaciones familiares y hace imposible las amistades y las relaciones amorosas, condenando a quienes tienen esta carencia a la soledad o a tener relaciones sociales basadas en un sistema de contraprestaciones egoístas.

Uno de los errores más frecuentes de las actuales generaciones de padres, compartido desde la generación de los ahora abuelos, es darse por satisfechos con los hijos si éstos van bien en la escuela y no tienen conductas problemáticas, olvidando que la cooperación y las ayudas de los hijos en la familia son la mejor escuela para aprender a cuidar. Exigirles colaboraciones y responsabilidades adaptadas a su edad es necesario para aprender a cuidar, evitar la tan frecuente esclavitud de las madres y los hábitos egoístas Trabajar la importancia de la cooperación y la solidaridad en la escuela y la comunidad es también central si queremos tener ciudadanos responsables y solidarios que, además, por cierto, serán más felices.

Otro aspecto importante de la educación familiar y escolar es la necesidad de aprender a resolver los conflictos entre padres e hijos, educadores y educandos con un sistema de disciplina inductiva (López, 2008) en el que la formación para la autonomía sea un fin, pero sin renuncia a la asimetría educativa, a la autoridad de padre y educadores.

Un problema social muy relevante en nuestras sociedades es la falta de participación de los adolescentes en las decisiones que les conciernen dentro de la familia, la escuela y la sociedad.

La obsesión de los padres porque no les falte de nada, esclavos de las leyes del mercado, va asociada, con frecuencia, al hecho de que nada deciden sobre su vida, salvo lo que quieren consumir. Finalmente toda su vida está regulada por la familia hasta que conquistan para sí el tiempo de ocio, convertidos tantas veces en tiempo de locura.

La escuela como leyes de pseudo participación define los objetivos, los contenidos y las actividades, sin una verdadera participación de los alumnos, salvo centros muy específicos.

La comunidad, salvo excepciones puntuales, trata a los adolescentes como consumidores de espacios y actividades, sin ninguna capacidad de gestión. Solo llegados los 18 años, cuando adquieren la posibilidad de votar, son convocados (demasiado tarde y demasiado mal) con políticas de propaganda electoral, para que voten a los adultos que les van a gobernar. Y todo ello sucede hoy en una sociedad que es incapaz de ofrecer salidas laborales a la mitad de los jóvenes, a pesar del descenso de natalidad. Es decir, generaciones de jóvenes formados pensando casi exclusivamente en el sistema de producción, resulta que ni siquiera pueden trabajar.

Un problema social muy relevante en nuestras sociedades es la falta de participación de los adolescentes en las decisiones que les conciernen dentro de la familia, la escuela y la sociedad.

Es así como este mundo gobernado por adultos divide la vida de los adolescentes en dos tiempos, tiempo de comodidad (en la familia que todo lo da) tiempo de sufrimiento (deberes y evaluaciones escolares) y tiempo de ocio, conquistado, éste sí, por los adolescente y jóvenes, convirtiéndolo con frecuencia en tiempo de locura, desahogo y conductas de riesgo.

Es verdad que no son pocas las familias que lo hacen bien y que hay escuelas diferentes, asociaciones de adolescentes y jóvenes excelentes, y que la mayoría de adolescentes no son problemáticos ni tienen sufrimientos graves, pero hemos puesto el acento en los problemas y en el reconocimiento de la falta de proyecto social para las generaciones de jóvenes, justo para que todos contribuyamos a cambiar lo que hacemos mal en la familia, la escuela y la sociedad.

La adolescencia es precisamente un periodo de la vida del que podemos y debemos esperar lo mejor, porque en sentido de la justicia puede alcanzar su cumbre con la capacidad para razonar postconvencio-nalmente y exigir llenos de ilusión un mundo mejor, más justo, más igualitario y más fraterno.

La adolescencia es precisamente un periodo de la vida del que podemos y debemos esperar lo mejor, porque el sentido de la justicia puede alcanzar su cumbre con la capacidad para razonar postconvencionalmente y exigir llenos de ilusión un mundo mejor, más justo, más igualitario y más fraterno. Escuchar este clamor y aprovechar su energía es un deber de padres, educadores, profesionales de la salud y adultos en general.

Algunas implicaciones prácticas
para la intervención pediátrica

a. Aunque es evidente que las personas somos una unidad biopsicosocial y que toda dimensión o problema debe verse de forma global, tiene sentido usar taxonomías elaboradas desde diferentes puntos de vista, como los propuestos, justo para no olvidar aspectos fundamentales de la vida. Desde hace años la clasificación de necesidades básicas nos está sirviendo para comprender y afrontar mejor las intervenciones profesionales, en cuanto somos un organismo biológico, un ser con capacidad mental de interpretar la realidad, una especie emocional preprogramada para el contacto y la vinculación afectiva, sexual y amorosa y, por fin, una especie social que debe integrarse en la comunidad de forma activa. Preguntarse en el caso de los adolescentes sobre estas cuatro dimensiones, su importancia y sus posibles problemas, nos ayuda precisamente a tener en cuenta la globalidad de la persona (López, 2006, 2009).

La forma de valorar las necesidades, posibles insatisfacciones y problemas debe basarse en los conceptos hoy bien conocidos de bienestar objetivo (basado en criterios científicos, en este caso en los conocimientos de pediatría) y bienestar subjetivo (valoración que la propia persona hace). En los adolescentes es muy importante conocer su propia valoración en entrevistas en profundidad, porque no hay salud contra el criterio y la interpretación del sujeto. El bienestar subjetivo es una condición sine qua non para la salud.

b. Los profesionales de la pediatría deben incorporar a sus revisiones y entrevistas clínicas estas cuatro dimensiones, ubicando preguntas abiertas en referencia a estos campos, abriendo la puerta a una consideración de la salud que no se limite al concepto tradicional de enfermedades. Estas entrevistas deben ser “sin la presencia de un familiar”, confidenciales y específicamente centradas en aquellos temas que requieren mayor intimidad. Comprendemos las dificultades de tiempo de los pediatras para hacer este tipo de entrevistas, pero son esenciales si queremos tener una visión de la salud amplia, la única verdaderamente científica.

Somos un organismo biológico, un ser con capacidad mental de interpretar la realidad, una especie emocional preprogramada para el contacto y la vinculación afectiva, sexual y amorosa y, por fin, una especie social que debe integrarse en la comunidad de forma activa.

c. En este sentido hemos sugerido en este pequeño artículo que entre otros temas, bien conocidos por los profesionales de la pediatría, no deben olvidarse los siguientes:

— En cuanto somos corporales: la importancia de aceptar bien la figura corporal en un cultura de la imagen, la moda, la cosmética y el consumo que presiona a los adolescentes con un modelo de belleza que provoca en la mayoría malestar, sufrimientos en diferentes grados y, en una minoría significativa, síntomas clínicos. El bienestar subjetivo requiere la aceptación de la propia figura corporal, un elemento hoy decisivo en la construcción de la autoestima.

— En cuanto somos mentales: la salud mental y emocional depende en buena medida de la interpretación que hacen los adolescentes del mundo, los seres humanos, las relaciones afectivas y sociales y el sentido de la vida. Tener una visión no acogedora del mundo, desconfiada de los seres humanos, destructiva de las relaciones afectivas y negativa del sentido de la vida es incompatible con el bienestar subjetivo. El fundamentalismo, le racismo, el nazismo y los prejuicios contra las diversidades humanas son indicadores de una salud mental perturbada y un predictor de riesgos de conducta antisocial. Percibir el mundo como acogedor, los seres humanos como confiables, las relaciones afectivas y sociales como positivas y la vida con sentido son indicadores de salud mental y bienestar subjetivo.

Percibir el mundo como acogedor, los seres humanos como confiables, las relaciones afectivas y sociales como positivas y la vida con sentido son indicadores de salud mental y bienestar subjetivo.

— En cuanto somos emocionales, afectivos y sexuales. El eco emocional de lo que sucede, los afectos vividos con la familia y los amigos, así como las experiencias sexuales y amorosas son probablemente la dimensión más importante para el bienestar subjetivo de los adolescentes. La historia de apego, de amistad y la biografía sexual son tres aspectos centrales de la salud.

Abrir la puerta en la entrevista a estos temas es fundamental en el caso de los adolescentes. Las preguntas pueden plantearse de muchas formas, lo importante es conseguir que puedan hablar confiadamente de estos temas.

Por poner solo el ejemplo de uno de los aspectos que no pueden olvidarse: Los sufrimientos causados por otras personas en forma de maltrato (maltrato físico, emocional, negligencia y maltratos sexuales, como los citados en el artículo) podrían facilitarse con preguntas como la siguiente: Te voy a hacer una pregunta muy personal, quiero que sepas que solo te la hago para que puedas decirme lo que quieras, yo estoy para escucharte y ayudarte: ¿Hay alguna persona, en la familia, entre los compañeros, los conocidos o desconocidos, adulta o de tu edad, que te haya hecho o te esté haciendo daño, que te haga sufrir, te diga que no lo digas a nadie o te amenace de alguna forma? Te vamos a creer, evitar que siga sucediendo y ayudar. Si la respuesta es negativa, se puede continuar diciendo algo así: mejor, me alegro; pero que sepas que siempre puedes confiar en mí, soy tu médico y estoy para ayudarte, siempre puedes recurrir a nosotros si alguien te hace daño o te hace sufrir.

— En cuanto miembros de la familia, la escuela y ciudadanos es importante tener en cuenta el grado de participación y autonomía que tienen los adolescentes, hoy marginados generacionalmente. Es un aspecto que es necesario cambiar en la familia y escuela con una mayor participación y formas de disciplina inductivas (López, 2006) y la sociedad con una presencia mayor como ciudadanos que participan en la comunidad. Es un aspecto que desborda la consulta pediátrica pero esencial en las intervenciones preventivas con la familia, los deudores y el trabajo en salud comunitaria.

Bibliografía

1. Calatrava, M, López-Del Burgo, C.,De Irala J. Factores de riesgo relacionados con la salud sexual de los jóvenes europeos. Medicina Clínica.2012; 138 (12): 534-540.

2. García-Vega, E., Menéndez, E, García, P. y Rico, R.. Influencia del sexo y del género en el comportamiento sexual de una población adolescente. Psocothema. 2010; 22 (4): 606-612.

3. Godeau, E., Nic, S., Vignes, C., Ross, J., Boyce, W. y Todd, J. Contraceptive use by 15-year-old student at their last sexual intercourse: results from 24 countries. Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine. 2008; 162: 66-73.

4. López, F., Carcedo, R., Fernández, N., Blazquez, M.I. y Kolami, A. Diferencias sexuales en la sexualidad adolescente: afectos y conductas. Anales De Psicología. 2011; 27 (3): 791-799.

5. López, F.. Necesidades en la infancia y adolescencia, Respuesta familiar, escolar y social. Madrid: Pirámide. 2006.

6. López, F., Carpintero, Del Campo, A., E., Lázaro, S., Soriano, S. Promoción del bienestar personal y social. La prevención de la violencia y del malestar. Madrid. Pirámide. 2008.

7. López, F., Carpintero, Del Campo, A., E., Lázaro, S., Soriano, S Menores infractores. Programas educativos y terapéuticos. Madrid. Pirámide. 2011.

8. López, F. Amores y desamores. Madrid: Biblioteca Nueva. 2009.

9. López, F. Abusos sexuales y otras formas de maltrato sexual. Madrid: Editorial Síntesis.2014.

10. Ministerio de Sanidad y Política Social. Encuesta Nacional de Salud Sexual (España). Ministerio de Sanidad. 2009.

11. Royuela, P.. Comportamientos sexuales de los adolescentes de Castilla y León. Tesis doctoral. Universidad Valladolid: Departamento de Pediatría.2013.

 

 

 
 


Influencia de las TIC en la salud del adolescente

 

 

Influencia de las TIC en la salud del adolescente

M.A. Salmerón Ruiz.
Pediatra. Doctora en Medicina. Unidad de Medicina del Adolescente del Hospital Universitario La Paz. Coordinadora del grupo de trabajo de Nuevas tecnologías de la SEMA.

 

Adolescere 2015; III (2): 18-25

 

Resumen

Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) son una herramienta necesaria en la vida cotidiana tanto a nivel profesional como personal, pero es necesario conocer cómo usarlas y cómo protegerse de las posibles amenazas. Todos los profesionales que trabajan con adolescentes, que es la edad de mayor riesgo, tienen el deber de velar por la protección y los derechos del menor. La labor del pediatra es realizar una adecuada educación para la salud, prevención, diagnóstico y tratamiento.

Palabras clave: TIC; Nuevas tecnologías; Ciberacoso; Identidad digital; Privacidad; Adicción a internet.

Abstract

Information and Communication Technologies (ICT) are a necessary tool in everyday life both professionally and personally, but people must know how to use them and how to protect themselves against potential threats. It is the duty of all the professionals that work with adolescents, which is the highest risk age, to ensure the protection and the rights of minors. The pediatrician must perform an adequate health education, prevention, diagnosis and treatment.

Key words: ICT; New technologies; Cyberbullying; Digital identity; Privacy; Internet addiction.

 

Introducción

Las TIC son todas aquellas herramientas y programas que tratan, administran, transmiten y comparten la información mediante soportes tecnológicos.

Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son todas aquellas herramientas y programas que tratan, administran, transmiten y comparten la información mediante soportes tecnológicos. Entre los adolescentes los soportes utilizados por excelencia son los smartphone y las tabletas, que han desbancado a los ordenadores. Las TIC abarcan desde las clásicas como la radio y la televisión a las nuevas tecnologías centradas fundamentalmente en internet y todos los dispositivos electrónicos conectados a la red1.

Internet tiene múltiples beneficios y bien usada puede tener múltiples usos: a nivel educativo, de obtención de información en múltiples formatos, de comunicación con otras personas, como herramienta de trabajo, permite colaboraciones sin tener que estar presente físicamente, etc. Por otro lado no está exenta de riesgos, siendo un grupo especialmente vulnerable los adolescentes.

Para los jóvenes y menores las TIC son la forma natural o “nativa” de comunicación entre ellos y de interacción con el mundo y, por ello, se les llama los “nativos digitales”.

Para los jóvenes y menores las TIC son la forma natural o “nativa” de comunicación entre ellos y de interacción con el mundo y, por ello, se les llama los “nativos digitales”. Los menores y jóvenes utilizan a diario las TIC, tanto para comunicarse y relacionarse como para buscar entretenimiento, obtener información o ampliar conocimientos en diferentes ámbitos2.

Esta situación supone un cambio social a múltiples niveles y a una gran velocidad, creando un nuevo reto para todos los ámbitos implicados: la familia, los centros educativos, las empresas, las instituciones públicas, los profesionales de la salud, al ser necesario garantizar los derechos de los menores y la necesidad de educarlos y protegerlos de los riesgos potenciales que genera internet2.

Un grupo especialmente vulnerable para tener conductas de riesgo en internet es el de los adolescentes, al estar en una edad que se caracteriza por tener dificultades para medir los riesgos, la sensación falsa de invulnerabilidad y la necesidad de intimidad, provocan que tengan la sensación de que ellos por sí mismos pueden resolver sus problemas sin ayuda de los adultos1. Asimismo, los adolescentes actuales no han recibido formación ni educación desde pequeños en las TIC porque ha sido en los últimos cinco años cuando se ha universalizado su uso y en el que internet ha tenido un mayor desarrollo y expansión, tanto en aplicaciones como en tipos de dispositivos disponibles conectados a la red y de pequeño tamaño.

Un grupo especialmente vulnerable para tener conductas de riesgo en internet es el de los adolescentes, al estar en una edad que se caracteriza por tener dificultades para medir los riesgos, la sensación falsa de invulnerabilidad y la necesidad de intimidad.

Por otro lado, los adultos desconocen muchos de los aspectos técnicos de internet y minusvaloran los riesgos o las conductas que realizan los menores. Cuando se analizan las conductas de los adultos, en muchas ocasiones incurren en riesgos muy parecidos a los de los menores, lo que hace pensar que la educación en internet ha de ser global.

Actualmente el uso de las TIC está tan generalizado que la información que se deja en internet sobre uno mismo incluye información profesional y personal, material iconográfico, vídeos… Es una información en continuo cambio y progresivo crecimiento que no se puede borrar y perdurará para siempre, es la denominada huella o identidad digital. Por ello es tan importante que los menores entiendan que su forma de actuar en internet puede marcar su futuro personal y profesional.

Los problemas que con más frecuencia afectan a los menores son: el acceso a información inadecuada para la edad, situaciones conflictivas, adicciones, pérdidas de privacidad y problemas relacionados directamente con la salud.

El objetivo del pediatra ante los riesgos que los menores tienen en las TIC es prevenir y educar en salud y en el uso adecuado, responsable y seguro de las TIC, al igual que se realiza en otros ámbitos, como en la seguridad vial. Las TIC deberían ser incluidas en los exámenes de salud, como un ítem más. La detección precoz de los casos, especialmente del ciberbullying (CB), es esencial para poder realizar un manejo adecuado de los pacientes y un tratamiento precoz, evitando la aparición de comorbilidad y el suicidio. La coordinación con otros profesionales como profesores, abogados, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y la familia, es otra labor fundamental del pediatra1.

Los problemas que con más frecuencia afectan a los menores son: el acceso a información inadecuada para la edad, situaciones conflictivas, adicciones, pérdidas de privacidad y problemas relacionados directamente con la salud.

1. Acceso a información inadecuada
o inexacta para la edad

Tanto el acceso a contenidos no contrastados, poco fiables o falsos, como la facilidad de acceso a páginas con información peligrosa o nociva, por ejemplo, a imágenes de contenido sexual, pornográfico o violento o a textos y relatos que pueden incitar al consumo de drogas o medicación, así como al seguimiento de ideologías de tipo racista, sexista o, incluso, a la afiliación a determinadas sectas son los principales riesgos que pueden encontrar los menores3.

Según el informe del proyecto EU Kids Online, que coordina en España un equipo de la Universidad del País Vasco, los menores europeos, de entre 9 y 16 años, consideran que los vídeos violentos que se comparten en plataformas como YouTube son los más peligrosos y lo que más les molesta de internet. Este estudio, en el que se entrevistó a más de 25.000 niños de 25 países europeos, y hecho público con motivo del Día de la Seguridad en Internet en febrero de 2013, señala que el 32% de los menores mencionó las páginas para compartir vídeos como el mayor riesgo de internet, seguido por otras webs (29%), las redes sociales (13%) y los juegos (10%). Los niños europeos, detallan las conclusiones del informe, asocian los vídeos de Internet con contenidos violentos y pornográficos y les molesta porque son “reales o muy realistas” y se comparten y difunden de forma muy rápida entre los grupos de los que forman parte4.

Tanto en el acceso a contenidos pornográficos como violentos, lo que no está estudiado es el impacto en menores que no los buscan y se los encuentran en ventanas emergentes, publicidad o al estar presentes cerca de contenidos infantiles en plataformas de difusión de vídeos.

a) Acceso a contenido pornográfico. Los adolescentes consultan internet, como fuente para obtener material pornográfico por su accesibilidad y gratuidad, no está relacionado con conductas sexuales de riesgo y es un comportamiento más frecuente en chicos. El consumo de pornografía es más frecuente en hombres adultos y en esta edad si está relacionado con conductas de riesgo fundamentalmente el consumo de drogas y las prácticas de sexo sin protección5,6.

Otro punto importante respecto a los contenidos pornográficos es el aumento de contenidos pornográficos cuyos protagonistas son menores, en algunos casos realizados bajo su consentimiento y difundidos por ellos mismos o por terceros. Este problema es creciente y de vital importancia ya que atenta directamente contra los derechos del menor y es un delito6.

Los menores europeos, de entre 9 y 16 años, consideran que los vídeos violentos que se comparten en plataformas como YouTube son los más peligrosos y lo que más les molesta de internet.

b) Acceso a contenidos violentos. El acceso a contenidos violentos se da fundamentalmente en plataformas de vídeos online y en juegos en línea. El impacto de los videojuegos violentos depende enormemente del estado anímico del menor, muy relacionado con los estados depresivos y de la personalidad del menor; en los adolescentes altruistas se moderan las reacciones hostiles, en los adolescentes egoístas aumentan los sentimientos agresivos. No existe un consenso sobre la relación entre videojuegos y agresividad. Sin embargo el fracaso escolar sí está relacionado con el uso excesivo de videojuegos y especialmente en aquellos que consumen contenidos violentos7.

El fracaso escolar sí está relacionado con el uso excesivo de videojuegos y especialmente en aquellos que consumen contenidos violentos.

2. Situaciones conflictivas

El ciberacoso es un tipo de maltrato ejercido contra los menores y por tanto es labor de la sociedad en general y de los profesionales de la salud en particular velar por los derechos del menor.

El ciberacoso no es el riesgo más frecuente en internet pero sí el que entraña más peligro al presentar la víctima con mayor frecuencia depresión grave y suicidio debido a la mayor exposición de la víctima al acoso (ver tabla 1, diferencias y similitudes entre el ciberacoso y el acoso cara a cara), por lo que es imprescindible el diagnóstico precoz. En EE.UU. está considerado el ciberacoso un problema de salud pública.

El ciberacoso no es el riesgo más frecuente en internet pero sí el que entraña más peligro al presentar la víctima con mayor frecuencia depresión grave y suicidio debido a la mayor exposición de la víctima al acoso.

El acoso ejercido por un menor, contra otro menor a través de medios digitales se denomina ciberbullying o ciberacoso escolar (CE). El acoso ejercido por un adulto contra un menor con fines sexuales por medios digitales se denomina Grooming (G).

El (G) clásico es en el que un adulto desconocido se pone en contacto con un menor desconocido a través de internet y tras una fase de amistad, en la que el acosador intenta obtener información del menor y fotografías, una segunda fase de chantaje en la que el acosador chantajea a la víctima para que envíe imágenes con contenido sexual o hará pública la información obtenida y una tercera fase de acoso y abuso sexual.

En ocasiones, se inicia la fase de amistad y de relación cara a cara por una persona conocida previamente por el menor, que posteriormente continúa con el abuso sexual a través de los dispositivos electrónicos e internet como una herramienta más de dicho abuso. Es muy importante que los menores no tengan canales de comunicación exclusivos con adultos en los cuales no participen los padres. Los pederastas en muchas ocasiones eligen «un papel» que les permite un contacto más prolongado con menores como pueden ser los perfiles de entrenadores deportivos, monitores de ocio y tiempo libre, etc8.

La clínica más frecuente son los síntomas físicos de origen psicosomático, tanto en víctimas y agresores como en los que sólo son observadores: dolor abdominal, trastornos del sueño, cefalea, fatiga, enuresis secundaria, pérdida de apetito, pérdida de peso, tics, mareos y vértigo. Los síntomas psicológicos de mayor prevalencia son: ansiedad, depresión, baja autoestima e ideación suicida. Algunas alteraciones conductuales pueden ser muy indicativas: dejar de conectarse a internet o conectarse con mayor frecuencia de la habitual, mostrarse frustrado, triste o enfadado después de usar el ordenador o el teléfono móvil o no querer hablar sobre el tema si se le interroga8.

En el caso de (G), las principales consecuencias para el menor que ha sufrido grooming son: desconfianza hacia otros, alteración del autoconcepto y dificultades para establecer relaciones futuras de pareja y para establecer un apego seguro6.

El acoso ejercido por un menor, contra otro menor a través de medios digitales se denomina ciberbullying o ciberacoso escolar (CE). El acoso ejercido por un adulto contra un menor con fines sexuales por medios digitales se denomina Grooming (G).

El motivo de consulta en el adolescente no es el ciberacoso sino los síntomas psicosomáticos físicos. Ante cualquier demanda de un adolescente hay que preguntar acerca del uso que hace de las TIC y si ha acosado, ha sido insultado o ha presenciado ciberacoso a terceros.

Una vez detectado un caso de (G) es necesario aconsejar a los padres la denuncia inmediata al estar englobado en los delitos de abuso sexual a menores y es aconsejable no manipular ni borrar el ordenador o dispositivo del menor.

En el caso del (CE) es necesario realizar la actuación inmediata, encaminada a alejar a la víctima del acosador (ver tabla 2. Actuación inmediata ante un caso de CE) y contactar con el centro escolar para poner en conocimiento los hechos acontecidos y que el centro ponga en marcha los protocolos específicos. Si el colegio no responde se deben usar las líneas de ayuda como “La niña de la tablet” de la ONG Padres 2.0 para el asesoramiento a la familia y si fuese necesario la mediación escolar. En los casos de (CE) la denuncia debe ser el último recurso una vez agotadas las otras vías (ver figura 1: ver protocolo de actuación ante el ciberacoso) 8.

El motivo de consulta en el adolescente no es el ciberacoso sino los síntomas psicosomáticos físicos.

3. Adicciones

La conducta adictiva a internet es definida como un patrón de comportamiento caracterizado por la pérdida de control sobre su uso y aparición de síntomas ansiosos si se intenta regular o eliminar su uso.

En la actualidad no existe consenso, no está recogida la adicción a internet o a pantallas en el DSM-V. Hay autores que afirman que se puede ser adicto al contenido de internet pero no a internet en sí, puesto que es una herramienta. Por otro lado existen síntomas compatibles con el abuso de internet, en los que el paciente busca en él un refugio, pasando mucho tiempo conectado pero sin ser realmente una conducta adictiva.

La conducta adictiva a internet es definida como un patrón de comportamiento caracterizado por la pérdida de control sobre su uso y aparición de síntomas ansiosos si se intenta regular o eliminar su uso. Esta conducta conduce paulatinamente al aislamiento y al descuido de las relaciones sociales, de las académicas, recreativas, de la salud y de la higiene personal9.

En el “Estudio sobre hábitos seguros en el uso de smartphones por los niños y adolescentes españoles” realizado en 2010 por INTECO y Orange se asocia adicción o dependencia con la sensación de agobio si no tiene el smartphone a mano. En este estudio, la incidencia directa de esta situación ocurre en el 15,8% de los menores encuestados. La adicción al smartphone es mayor a medida que aumenta su edad: afecta al 9% de los menores de 10 a 12 años, se eleva al 15,2% entre los que tienen de 13 a 14 años, y alcanza al 21% de los menores de 15 a 16 años10.

4. Pérdida de privacidad2

Las redes sociales generalistas o de ocio cuentan con un nivel de riesgo superior al de las redes sociales profesionales, dado que los usuarios exponen no sólo sus datos de contacto o información profesional (formación, experiencia laboral), sino que se pueden exponer de manera pública las vivencias, gustos, ideología y experiencias del usuario, lo que conlleva que el número de datos de carácter personal puestos a disposición del público sea mayor que en las redes sociales de tipo profesional.

Asimismo, se tratan datos especialmente protegidos, lo que supone un mayor nivel de riesgo para la protección de dichos datos personales y del ámbito de la privacidad e intimidad de los usuarios.

Entre los principales riesgos se encuentran:

La falsa sensación de que en internet se vive una vida “paralela”, que es impune y no tiene repercusiones. Internet es una faceta más de la vida y de la identidad, con repercusiones presentes y futuras. Lo que por seguridad habitualmente no se hace, como compartir nuestra intimidad y el día a día con terceros o desconocidos, publicar los datos personales sensibles, publicar los datos personales de terceros, fotos, ubicación en tiempo real o geolocalización, tampoco se debe realizar en una red social.

Existe un problema derivado de la falta de toma de conciencia real por parte de los usuarios de que sus datos personales serán accesibles por cualquier persona y del valor que éstos pueden llegar a alcanzar en el mercado. En muchos casos, los usuarios hacen completamente públicos datos y características personales que en ningún caso expondrían en la vida cotidiana, como ideología, orientación sexual y religiosa, etc. Los datos personales pueden ser utilizados por terceros usuarios malintencionados de forma ilícita.

Existe la posibilidad de que traten y publiquen en internet información falsa o sin autorización del usuario, generando situaciones jurídicas perseguibles que pueden llegar a derivarse de este hecho.

El hecho de que a través de las condiciones de registro aceptadas por los usuarios, éstos cedan derechos plenos e ilimitados sobre todos aquellos contenidos propios que alojen en la plataforma, de manera que pueden ser explotados económicamente por parte de la red social.

5. Trastornos del sueño y atención

Es muy frecuente que los adolescentes tengan televisión en el dormitorio y que tengan el teléfono móvil encendido durante la noche. Las TIC influyen en la cantidad, calidad y la presencia de trastornos específicos del sueño que se traduce en un sueño no reparador, con sensación de cansancio diurno, disminución de la atención e irritabilidad11,12,.

Las TIC son una herramienta muy útil pero con riesgos potenciales que deben ser conocidas por los padres y profesores para poder educar a los menores, no se trata de prohibir.

El uso de pantallas antes de dormir disminuye significativamente el tiempo de sueño, aumenta la sensación de tener un sueño no reparador y aumenta la probabilidad de despertar precoz. El insomnio de conciliación se asoció significativamente con el uso frecuente de telefonía móvil, los videojuegos y las redes sociales. Escuchar música para quedarse dormido o durante el sueño se asocia al riesgo de tener pesadillas.

Conclusiones

Las TIC son una herramienta muy útil pero con riesgos potenciales que deben ser conocidas por los padres y profesores para poder educar a los menores, no se trata de prohibir. La labor del pediatra es la de realizar una adecuada educación para la salud, prevención, diagnóstico precoz y tratamiento adecuado de todas las patologías asociadas a los menores y las TIC, que al igual que éstas están en continua evolución, para ello es necesario introducir en la historia clínica preguntas directamente relacionadas con las TIC.

Tablas y figuras

Tabla 1. Diferencias y similitudes
entre el ciberacoso y el acoso cara a cara

SIMILITUDES

DIFERENCIAS

Intencionalidad

Desequilibrio de poder

Recurrencia del acoso

Roles implicados

Sensación de anonimato

Desinhibición virtual

Audiencia agrandada

Víctimas presenta mayor confusión y sufrimiento por exposición permanente en tiempo y espacio

Acosador “sin perfiles”

Tabla 2. Actuación inmediata ante un caso de ciberacoso escolar

Borrar al acosador de todas las redes sociales y servicios de mensajería

Guardar todas las pruebas en forma de imagen “imprimiendo pantalla”

Denunciar a la plataforma lo ocurrido

Borrar todos los mensajes de acoso

Ponerse en contacto con el centro escolar si se conoce la identidad

Figura 1. Protocolo de actuación ante el ciberacoso

Bibliografía

1. Grupo de Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC) de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA). Editorial. Salmerón Ruiz M.A. Adolescere Vol III(1): 3-6,2015.

2. Fundación Lafer, Ministerio del Interior Gobierno de España. Informe sobre hábitos de uso y seguridad en internet entre menores en España. 2014.

3. Adolescentes: el mal uso de Internet. Informe Mapfre. Disponible en
http://www.mapfre.es/salud/es/cinformativo/adolescentes-internet.shtml

4. EU Kids on line. Riesgos y seguridad en Internet: los menores españoles en el contexto europeo. Resultados de la encuesta de EU KIDS ON LINE entre menores de 9 y 16 años y a sus padres. Marzo de 2011.

5. Peter J, Valkenburg PM. The influence of sexually explicit Internet material on sexual risk behavior: a comparison of adolescents and adults. J Health Commun. 2011: 16(7): 750-65.

6. Smith PK, Thompson F, Davidson J. Cyber safety for adolescent girls: bullying, harassment, sexting, pornography, and solicitation. Curr Opin Obstet Gynecol. 2014:26(5): 360-5.

7. Cornellà I Canals J. Adolescentes y videojuegos: una necesaria reflexión. Cuadernos de pediatría social. 2014:20:4-6.

8. Grupo de trabajo de la Guía Clínica de ciberacoso para profesionales de la salud. Guía clínica de ciberacoso para profesionales de la salud. Plan de confianza del ámbito digital del ministerio de Industria, Energía y Turismo. Sociedad Española de Medicina del Adolescente, Red.es. Hospital Universitario La Paz. Madrid. 2015.

9. Paniagua Repetto H. Impacto de las tecnologías de la información y la comunicación. Pediatr Integral 2013; XVII(10): 686-693.

10. Observatorio de la Seguridad de la Información. Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (INTECO) y Orange. Estudio sobre seguridad y privacidad en el uso de los servicios móviles por los menores españoles, 2010.

11. Fossum IN1, Nordnes LT, Storemark SS, Bjorvatn B, Pallesen S. The association between use of electronic media in bed before going to sleep and insomnia symptoms, daytime sleepiness, morningness, and chronotype. Behav Sleep Med. 2014: 12(5):343-57

12. Arora T1, Broglia E2, Thomas GN3, Taheri S4. Associations between specific technologies and adolescent sleep quantity, sleep quality, and parasomnias. Sleep Med. 2014:15(2):240-7.